Jun
20
¡Nunca podremos saberlo todo!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El hombre en el Universo ~ Comments (0)
Un equipo de científicos ha diseñado un test para descubrir si el universo primitivo poseía una sola dimensión espacial. Este concepto alucinante es el núcleo de una teoría que el físico de la Universidad de Buffalo, Dejan Stojkovic y sus colegas proponen y que sugiere que el Universo primitivo tuvo solo una dimensión antes de expandirse e incluir el resto de dimensiones que vemos en el mundo actualmente. De ser válida, la teoría abordaría los problemas importantes de la física de partículas. Han descrito una prueba que puede probar o refutar la hipótesis de la “fuga de dimensiones”.
¿Cómo sería el universo primitivo? En cosmología es aquel que se estudia en un tiempo muy poco después del big bang. En realidad, las teorías del Universo primitivo han dado lugar a interacciones muy beneficiosas entre la cosmología y la teoría de partículas elementales, especialmente las teorías de gran unificación.
Debido a que en el universo primitivo había temperaturas muy altas, muchas de las simetrías rotas en las teorías gauge se vuelven simetrías no rotas a esas temperaturas. A medida que el universo se enfrió después del big bang se piensa que hubo una secuencia de transiciones a estado de simetrías rotas.
Combinando la cosmología con las teorías de gran unificación se ayuda a explicar por qué el universo observado parece consistir de materia y no de antimateria. Esto significa que uno tiene un número bariónico no nulo para el universo. La solución se encuentra en el hecho de que hubo condiciones de no equilibrio en este universo primitivo debido a su rápida expansión después del big bang.
Una idea importante en la teoría del universo primitivo es la de inflación: la idea de que la naturaleza del estado de vacío dio lugar, después del big bang, a una expansión exponencial del universo. La hipótesis del universo inflacionario soluciona varios problemas muy antiguos de la cosmología, como la planitud y la homogeneidad del universo.
Nosotros, los habitantes de este mundo, hemos logrado armar un cuadro plausible de un universo (mucho) mayor. Hemos logrado entrar en lo que podríamos llamar la “edad adulta”, con lo que quiero significar que, a través de siglos de esporádicos esfuerzos, finalmente hemos empezado a comprender algunos de los hechos fundamentales del Universo, conocimiento que, presumiblemente, es un requisito de la más moderna pretensión de madurez cosmológica.
La Nebulosa del Capullo, catalogada como IC 5146, es una nebulosa particularmente hermosa situada a unos 4.000 años-luz de distancia hacia la constelación del Cisne (Cygnus). Un hermoso complejo de Luz y nebulosidad oscura que rodea a un cúmulo muy disperso que, a su derecha, está custodiado por estrellas masivas de intensa radiación UV.
Sabemos, por ejemplo, dónde estamos, que vivímos en un planeta que gira alrededor de una estrella situada en la parte interior de uno de los brazos de la Galaxia (el Brazo de Ortión). La Vía Láctea, una galaxia espiral, está a su vez situada cerca de las afueras de un supercúmulos de galaxias, cuya posición ha sido determinada con respecto a varios supercúmulos vecinos que, en conjunto albergan a unas cuarenta mil galaxias extendidas a través de un billón de de años-luz cúbicos de espacio.
En la parte interios del Brazo de Orión (señalada con la línea) calculamos que está el Sistema Solar, a 30.000 años-luz del Centro Galáctico en una región bastante tranquila que nos permite contemplar (con nuestros grandes telescopios) lo que que ocurre en otras regiones lejanas y las fuerzas desatadas que azotan aquellos lugares.
También sabemos (más o menos), cuando hemos entrado en escena. Hace cinco mil millones de años que se formaron el Sol y sus planetas, en un universo en expansión que probablemente tiene una edad entre dos y cuatro veces mayor. Hemos determinado los mecanismos básicos de la evolución en la Tierra, hallado pruebas también de la evolución química a escala cósmica y aprendido suficiente física como para investigar la Naturaleza en una amplia gama de escalas, desde los saltarines quarks hasta el vals de las galaxias.
Hay realizaciones de las que la Humanidad puede, con justicia, sentirse orgullosa. Desde que los antiguos griegos pusieron el mundo occidental en el camino de la Ciencia, nuestra medición del pasado se ha profundizado desde unos pocos miles de años a más de diez mil millones de años, y la del espacio se ha extendido desde un cielo de techo bajo no mucho mayor que la distancia real de la Luna hasta el radio de más de doce mil millones de años-luz del universo observable. Tenemos razones para esperar que nuestra época sea recordada (si finalmente queda alguien para recordarlo) por sus contribuciones al supremo tesoro intelectual de toda la sociedad, su concepto del Universo en su conjunto.
Sin embargo, cuando más sabemos sobre el universo, tanto más claramente nos damos cuenta de cuan poco sabemos. Cuando se concebía el Cosmos como un pulcro jardín, con el cielo como techo y la Tierra como suelo y su historia co-extensa con la del árbol genealógico humano, aún era posible imaginar que podíamos llegar algún día a comprenderlo en su estructura y sus detalles. Ya no puede abrigarse esa ilusión. Con el tiempo, podemos lograr una comprensión de la estructura cósmica, pero nunca comprenderemos el universo en detalle; resulta demasiado grande y variado para eso. Y, tal inmensidad, siempre tendrá secretos por desvelar.
Si poseyésemos un atlas de nuestra galaxia que dedicase una sola página a cada sistema estelar de la Vía Láctea (de modo que el Sol y sus planetas estuviesen comprimidos en una página), tal atlas tendría más de diez mil millones de volúmenes de diez mil páginas cada uno. Se necesitaría una biblioteca del tamaño de la de Harvard para alojar el atlas, y solamente ojearlo al ritmo de una página por segundo requieriría más de diez mil años. Añádanse los detalles de la cartografía planetaria, la potencial biología extraterrestre, las sutilezas de los principios científicos involucrados y las dimensiones históricas del cambio, y se nos hará claro que nunca aprenderemos más que una diminuta fracción de la historia de nuestra galaxia solamente, y hay cien mil millones de galaxias más.
Ya nos lo dijo el físico Lewis Thomas: “El mayor de todos los logros de la ciencia del siglo XX ha sido el descunbrimiento de la ignorancia humana”. Nuestra ignorancia, por supuesto, siempre ha estado con nosotros, y siempre seguirá estando. Lo nuevo es nuestra conciencia de ella, nuestro despertar a sus abismales dimensiones, y es esto, más que cualquier otra cosa, lo que señala la madurez de nuestra especie. El espacio puede tener un horizonte y el tiempo un final, pero la aventura del aprendizaje es interminable.
Hay una difundida y errónea suposición de que la ciencia se ocupa de explicarlo todo, y que, por ende, los fenómenos inexplicados preocupan a los científicos al amenazar la hegemonía de su visión del mundo. El técnico en bata del laboratorio, en la película de bajo presupuesto, se da una palmada en la frente cuando se encuentra con algo nuevo, y exclama con voz entrecortada: “¡Pero…no hay explicación para esto!” En realidad, por supuesto, cada científico digno se apresura a abordar lo inexplicado, pues es lo que hace avanzar la ciencia. Son los grandes sistemas místicos de pensamiento, envueltos en terminologías demasiado vagas para ser erróneas, los que explican todo, raramente se equivocan y no crecen.
Los grandes pensadores como Aristarco de Samos
La ciencia es intrínsecamente abierta y exploratoria, y comete errores todos los días. En verdad, éste será siempre su destino, de acuerdo con la lógica esencial del segundo teorema de incompletitud de Kurt Gödel. El teorema de Gödel demuestra que la plena validez de cualquier sistema, inclusive un sistema científico, no puede demostrarse dentro del sistema. En otras palabras, la comprensibilidad de una teoría no puede establecerse a menos que haya algo fuera de su marco con lo cual someterla a prueba, algo más allá del límite definido por una ecuación termodinámica, o por la anulación de la función de onda cuántica o por cualquier otra teoría o ley. Y si hay tal marco de referencia más amplio, entonces la teoría, por definición, no lo explica todo. En resumen, no hay ni habrá nunca una descripción científica completa y comprensiva del universo cuya validez pueda demostrarse. ¿Con qué universo comparamos el nuestro?
El Creador (si en verdad existe un “creador”) debe haber sido afecto a la incertidumbre, pues Él nos la ha legado para siempre. La cual, diría yo, es una conclusión saludable y debe de alegrarnos. Mirar esa imposibilidad de saberlo todo, esa incertidumbre cierta que llevamos con nosotros y que nos hace avanzar a la búsqueda incansable de nuevos conocimientos, es, en realidad, la fuente de la energía que nos mueve.
Busto de Alejandro Magno
Podemos recordar aquí lo que cuentan de Alejandro Magno: Él lloró cuando le dijeron que había infinitos mundos (“¡Y nosotros no hemos conquistado ni siquiera uno!”), pero la situación parece más optimista a quienes se inclinan a desatar, no a cortar, el nudo gordiano de la Naturaleza. Ningún hombre o mujer, realmente reflexivos, deberían desear saberlo todo, pues cuando el conocimiento y el análisis son completos, el pensamiento se detiene y llega la decadencia.
René Magritte, en 1926, pintó un cuadro de una pipa y escribió debajo de él sobre la tela, con una cuidadosa letra de escolar, las palabras: “Ceci nést pas une pipe” (Esto no es una pipa). Esta pintura podría convertirse apropiadamente en el emblema de la Cosmología científica. La palabra “universo” no es el universo; ni lo son las ecuaciones de la teoría de la supersimetría, ni la ley de Hubble ni la métrica de Friedman-Walker-Robinson. Generalmente, la ciencia tampoco sirve de mucho para explicar lo que es algo, y mucho menos lo que el Universo entero, realmente “es”. La Ciencia describe y predice sucesos pero, ni sabe lo que pasó…¡ni tampoco lo que pasará!
Si la Ciencia tuviera que tener un símbolo, yo escogería éste de arriba que nos señala el lugar donde habita la Mente, dónde se fraguan las ideas. Una configuración de átomos de energía donde residen todos los secretos del Universo, toda vez que, la podríamos considerar la obra suprema del Universo. ¿Cómo ha podido la materia evolucionar hasta los pensamientos?
¿Por qué, pués, la ciencia tiene éxito? La respuesta es que nadie lo sabe. Es un completo misterio -por qué la mente humana…, puede comprender algo del vasto universo-. Como solía decir Einstein: “Lo más incomprensible del universo es que lo podamos comprender”. Quizá como nuestro cerebro evolucionó mediante la accion de las leyes naturales, éstas resuenan de algún modo en él. La Naturaleza presenta una serie de repeticiones -pautas de conducta que reaparecen a escalas diferentes, haciendo posible identificar principios, como las leyes de la conservación, que se aplican de modo universal- y éstas pueden proporcional el vínculo entre lo que ocurre dentro y fuera del cráneo humano. Pero el misterio, realmente, no es que coincidamos con el universo, sino que en cierta medida estamos en conflicto con él, y sin embargo podemos comprender algo de él. ¿Por qué esto es así?
Habrá que seguir buscando respuestas. Desde tiempos inmemoriales, el hombre pregunta a las estrellas si el Universo es eterno e infinito y el cielo le responde cada noche. Pero…, ¿sabemos oir la respuesta?
¡Es todo tan complejo! ¡Es todo tan hermoso!
emilio silvera
Jun
3
La expansión del Universo, ¿Y, nuestro futuro?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El hombre en el Universo ~ Comments (21)
Si como parece la expansión del Universo se acelera, entonces el procesamiento de información debería desaparecer con el tiempo y cada vez sería menor y más difícil nuestro aceeso para poder saber lo que pasa en regiones tan lejanas en las que se encontrarían las galaxias mientras que los espacios vacíos se hacían más y más grandes cada vez. Algunos grupos de trabajo parecen haber comprobado que la expansion del Universo empezó a acelerarse hace sólo algunos pocos miles de millones de años. Pero, supongamos que las pruebas observacionales a favor de la aceleración resultaran ser incorrectas. ¿Qué pasaría entonces?
Alguna podríamos estar tentados de preguntar: ¿En qué lugar exactamente ocurrió el Big Bang?, es decir, ¿Cuál es el centro del Universo? Y, al ser la expansión isotrópica y estar el universo expandiéndose en todas las direcciones, no parece que la pregunta pueda tener respuesta. En cualquier lugar en el que nos podamos situar veremos siempre lo mismo, ¡el Universo se expande!
Lo más probable y según los conocimientos que hoy tenemos, lo que parece es que el universo se expandirá para siempre y, en esa diatriba cuesta arriba está inmersa la vida que no quiere desaparecer y se enfrenta, en una batalla desigual, a unos hechos que parecen irreversibles.
La vida necesita encontrar diferencias de temperatura, o de densidad, o de expansión en el Universo de las que pueda extraer energía útil haciéndolas uniformes. Si se baza en recursos minerales de energía que existen localmente -estrellas muertas, agujeros negros que se evaporan, partículas elementales que se desintegran-, entonces con el tiempo se encara al problema al que se enfrentan inevitablemente los yacimientos muy explotados: cuesta más extraer los minerales de lo que pueda ganarse con ello.
El mapa intenta mostrar el Universo visible. Las galaxias en el Universo tienden a juntarse en los llamados supercúmulos que a su vez están rodeados por gigantescos vacíos que le dan al universo una apriciencia celular y, debido a que la luz del Universo viaja a una velocidad constante, podemos ver objetos muy lejanos en el universo profundo, cuando éste era muy joven hace ahora unos trece mil nillones de años. En el Universo que para nosotros pudiera parecer infinito, se observan en 14 mil millones de años-luz:
– 25.000 millones de grupos galácticos.
– 350.000 millones de grandes galaxias.
– 7.000.000.000.000 de pequeñas galaxias.
– 30.000 trillones de estrellasd (3 x 1022).
Este es el campo profundo que nos ofrece el Telescopio Espacial Hubble. En Diciembre de 1995 el Telescopio Espacial Hubble estaba apuntando a una zona supuestamente vacia de Ursa Major por diez dias. Esto produjo una de las fotos mas famosas de la astronomia moderna -. Una pequeña parte de la foto obtenida se muestra arriba. Casi todos los objetos mostrados ahí están entre 5 y 10 mil millones de años luz alejados. Las galaxias reveladas aqui son de todas formas y colores, algunas jovenes y azules mientras que otras rojas y viejas.
Los científicos creen saber que la expansión del Universo hará que los seres del futuro lejano tengan que economizar en el uso energético: ¡economizar en vida, de hecho! Y, para reducir el consumo libre de energía pasarán largos períodos en hibernación y se despertarán para procesar información durante un tiempo antes de volver al estado inactivo. Claro que, esos procesos conllevan ciertos problemas y necesitan de un despertador infalible que no ponga en peligro la vida de los hibernados.
En la mente de todos están aquellas escenas de algunas películas en las que, los viajeros espaciales tenían que recorrer esas grandes distancias que nos separan de los mundos lejanos en estado de hibernación que…, no siempre ofrecían la seguridad requerida para la vida. Hay que preparar algunos procesos físicos que proporcionen un despertador infalible sin utilizar tanta energía que se pierda el interés general por el período de hibernación y, hasta ahora no está nada claro si puede hacerse para siempre. parece que con el tiempo los gradientes de energía extraída que pueden utilizarse para impulsar los procesamientos de información se hacen ineficaces. Entonces la vida debe empezar a desaparecer.
Por el contrario, si la vida no limita su atención a fuentes de energías locales, la predicción a largo plazo parece mucho más brillante pero, para ello, necesitaríamos contar con unas tecnologías muy avanzadas que nos permitiera salir definitivamente de nuestro pequeño mundo para encontrar en otros lugares lo que aquí hemos agotado.
¿Qué nos podremos encontrar en otros lugares del Universo?
Parece que el Universo no se expande exactamente al mismo ritmo en todas las direcciones. Existen pequeñas diferencias de velocidad entre unas direcciones y otras que podráin ser atribuibles a ondas gravitatorias de longitud de onda muy larga, probablemente infinita, que atraviesan el espacio. El desafío para las formas de vida superavanzadas consiste en saber encontrar alguna manera para saber aprovechar estas fuentes energías potencialmente ilimitados. Lo extraordinario en esto es que su densidad decrece mucho más lentamente que todas las formas ordinarias de materia a medida que el Universo se expande. Explotando las diferencias de temperaturas creada por radiación que se mueve paralela a la dirección de la expansiòn a ritmos diferentes, la vida puede encontrar una manera de mantener en marcha su procesamiento de información.
La roca de Unobtanium que el jefe de la empresa tiene exhibida en su escritorio.
No sabemos lo que nos puede aguardar en el futuro y nuestra imaginación recrea mundos posibles en los que pudiéramos encontrar una salida a las crisis que se avecinan en el devenir de la Humanidad. Para ningún humano es extraño el tema de los recursos naturales. Desde los años noventa hemos estado escuchando constantemente que los recursos naturales de la tierra se van a acabar, que ya no queda agua, que estamos destruyendo la tierra y suma y sigue. La imagen de arriba nos muestra una escena de la exitosa película y, el que Avatar se desarrolle en un futuro en el que debemos viajar millones de años luz para explotar los recursos de otro planeta nos obliga a pensar en nuestro propio contexto presente.
¿Quién sabe lo que a nuestros descendientes les aguarda? En futuro lejano aún en el tiempo, podríamos viajar a otros mundos que tengan sus propias formas de energías más cercanas a la Naturaleza. Mundos que estarían en una más estrecha simbiosis con los seres que lo habitan y que éstos, respetaran su naturaleza que sentirían más cercana que nosotros sentimos la nuestra.
Que no está nada claro nuestro porvenir es un hecho. Lo que sabemos nos habla de lejanas e inevitables catástrofes que ya están en camino: Andrómeda se nos echa encima, el Sol tiene sus días contados, la espada de Damócles de la caída inesperada de un gran meteorito…
Claro que hay un último truco que seres superavanzados podrían tener escondidos en su manga en éste mundo (universo) nuestro, que parece estar condenado sin remisión, bien por la expansión o por cualquier otra causa. Acordaos de que en 1949, el lógico Kurt Gödel, amigo y colega de Einstein en Princeton, le dio una sorpresa al demostrar que el viaje en el tiempo estaba permitido por la teoría de la gravedad, la relatividad general. Incluso encontró una solución a las ecuaciones de Einstein para un universo en el que esto ocurría.
Sí, lo cierto es que nuestro Universo es muy grande y nosotros muy pequeños. Sin embargo siempre he dicho que el Universo es casi tan grande como nuestra imaginación y, con tiempo por delante… ¿Quién puede predecir de lo que seremos capaces? ¿Acaso no pueden existir otros universos a los que poder escapar en caso necesario? Si conseguimos seguir aquí podría llegar el día en el que el universo se nos haga pequeño.
Dar el salto, primero a otros mundos y después… ¡a otros universos! Claro que, también nos queda otra posibilidad que no es, nada despreciables. Imaginad que al fin hemos podido dar con el secreto de los viajes en el Tiempo. Simplemente bastaría con viajar una y otra vez al tiempo deseado, aquel que más nos guste o que tenga las condiciones más adecuadas y tranquilas para que la vida, no sea vea perturbada. Bastaría con viajar hacia atrás en el tiempo, a una era en la que las condiciones nos fueran más propicias y hospitalarias.
Claro que, no creo que la cosa fuese tan fácil y escapar de ese final termodinámico del Universo por esa vía… ¿No traería complicaciones en las poblaciones que verían llegar a seres del futuro? Y, ¿no sería posible que nos pudiéramos encontrar con nuestro Yo futuro que al viajar hacia atrás se encontraría con él en el pasado?
Los viajes en el Tiempo (hacia atrás en el tiempo, se sobreentiende) han sido siempre una cuestión fascinante, ya sea como recurso argumental en la ciencia-ficción, como rompecabezas lógico, o como tema de estudio en el ámbito de la física o de la filosofía. Uno de los elementos más interesantes de los mismos es la aparición de “paradojas”, situaciones en las que surge una contradicción causal o una incoherencia ontológica.
Un ejemplo del primer tipo es la célebre paradoja del abuelo, en la que un viajero del tiempo se traslada al pasado e impide que sus abuelos se conozcan, por lo que su propia existencia no será posible en el futuro (con lo que es imposible que viajara al pasado a impedir que sus abuelos se conocieran). En cuanto al segundo tipo, un ejemplo canónico es aquel en el que alguien viaja al pasado con un ejemplar del Quijote y se lo da a Cervantes, que lo publica como obra suya. Y, de esa manera, podríamos describir mil y una situaciones en las que, las incongruencias estarían presentes para dibujar un mundo de locura.
Por otra parte, y suponiendo que ya contamos con la tecnología necesaria, no sabemos de dónde obtendremos la energía necesaria para abrir un agujero de gusano que nos pudiera trasladar desde el presente. Claro que, de la misma manera que hemos alcanzado el saber de esa tecnología, también habríamos podido alcanzar los conocimientos que exigen tener fuentes inagotables de energía para proyectos que, como los de viajar en el tiempo exigen.
Tampoco tenemos que perder de vista las exigencias que dichos procesos de viajar en el Tiempo pudieran exigir de un cuerpo Humano. ¿Estaríamos preparados físicamente para soportarlo, o, por el contrario tendríamos que dejar ese privilegio de viajar en el Tiempo a seres artificiales creados por nosotros?
Lo cierto es que, si en verdad llegáramos a construir una máquina de esas características… ¿Quién se atrevería a viajar por primera vez sin ninguna garantía de regresar? Bueno, en ese sentido y conociendo como somos, os aseguro amigos que la cola de aspirantes sería…¡interminable!
Sin que me de cuenta, he pasado de la expansión del Universo a viajar en el Tiempo y es que, como siempre digo… ¡qué imaginación!
emilio silvera
Abr
4
¿Quiénes somos? ¿Llegaremos a saberlo alguna vez?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El hombre en el Universo ~ Comments (4)
¡Pienso, luego existo!
Tomado a pie juntillas, “soy consciente, luego existo” conduce a la creencia en que nada existe fuera de la propia conciencia, y, como eso sabemos que no es así, tenemos que pensar en el hecho cierto de que habrá que tomar la forma más realista: muchas son las cosas que existen y que están fuera de nuestra consciencia. Adoptar posturas idealistas que se aferran más a la mente que a la materia… es decir, las ideas, la percepción, los pensamientos; en una palabra, la conciencia. Claro que, al tomar la Mente como punto de partida, la filosofía idealista se las ven y se las desean para explicar la materia, lo que no es mecesariamente menos peliagudo que partir de la materia para poder explicar la Mente.
¿Dónde estará el camino adecuado?
Descartes nos decía que existe una distinción absoluta entre la sustancia mental y la sustancia material. La característica que define la materia, reflexionaba, es su extensión, su ocupación del espacio, lo que consecuentemente la hace susceptible de explicaciones físicas en tanto que las características definitoria de la Mente es estar consciente o, en un sentido amplio del término, pensar. Desde esta perspectiva, la sustancia mental existe en forma de mentes individuales. De este modo inauguraba Descartes el dualismo, una postura filosófica que científicamente no es satisfactoria, pero que es intuitivamente sencilla y atactiva.
El debate filosófico sobre el problema cuerpo-mente es hoy extraordinariamente sofisticado y, dentro de su gran diversidad, algunas de las disputas actuales rivalizan con las que prosperaron entre los filósofos post-cartesianos. Del mismo modo quye tuvimos la teoría del doble aspecto de Spinoza, o el ocasionalismo de Melebranche, el paralelismo de Leibniz y su doctrina de la armonía preestablecida, tenemos hoy la teoría del estado central, el monismo neutral, el conductismo lógico, el sidicalismo de tipos y el fisicalismo de casos, el epifenomenalismo de casos, el monismo anómalo, el materialismo emergente, varias formas de funcionalismo y tantas otras teorías que, en definitiva, son una muestra palpable y diáfana del hecho cierto de que…¡no sabemos!
No, no será nada fácil llegar a comprender ese conjunto, esa simbiosis que podemos constatar entre nuestros cuperpos y nuestras mentes. El primero nos sirve de perfecto soporte que, como un todo, desarrolla una serie de funciones que nos permite estar en perfectas condiciones para realizar todo aquello que podamos necesitar y, siempre, se comporta como algo físico y material que depende de su entorno y requiere el cuidado necesario para su desarrollo y funcionamiento corporal. Por el contrario, en lo que a la mente se refiere, parece que, aunque resida en nuestro cerebro (parte de ese cuerpo material), es algo muchom más sofisticado, algo inmaterial y que puede trascender del cuerpo, salir al exterior y viajar a las estrellas, crear pensamientos y sentir sufrimientos, tener sensibilidad y llegar a inundarse de felicidad cuando siente el Amor, padecer por el dolor ajeno de una persona amada, ser creativa e intuitiva, poder “ver” lo que no existe, tener la capacidad de dilucidar cuestiones muy complejas y desvelar misterios…¡La Mente! ese portento de la Naturaleza.
Simplemente con cerrar los ojos, la Mente nos puede transportar a lugares fantásticos. ¡Es tan real! que, a veces, no poemos separar esos pensamientos creados de la misma realidad. Muchos son los misterios y secretos que nuestras mentes esconden y que no hemos podido desvelar.
En efecto, nuestros esfuerzos por discernir los orígenes de la conciencia topan con una limitación fundamental que surge, en parte, de la suposición de que basta con pensar para revelar las fuentes del pensamiento consciente. Esta suposición es tan claramente inadecuada como lo fueron, en su tiempo, los esfuerzos por conocer la cosmogonía, la base de la vida y la estructura de la marteria sin ayuda de observaciones experimentales. Sin el método científico, poco podremos avanzar en el conocimiento de la Ciencia y, menos aún, de nuestras complejas mentes.
¡La Belleza! Todo y en todo, está presente la belleza, el problema reside simplemente en quen no siempre tenemos la capacidad de poderla observar con objetiva lógica, y, nuestras mentes, tienen ya preestablecido sus modelos de belleza que no siempre nos lleva a saber, lo que ralmente es bello. Mucha es la belleza presente en un simple átomo y, sin embargo, ¿a quién llama la atención? Nos falta capacidad para entender dónde está lo importante y…¡lo bello!
Sí, es cierto que creo firmemente que nuestras Mentes y el Universo, están, indisolublemente conectadas por esos hilos invisibles que une todo lo que en el Cosmos existe. Nuestras Mentes están relacionadas con la materia, con el espacio-tiempo y con las fuerzas fundamentales que todo lo rigen en esta inmensa burbuja de energíoa en la que vivímos y de la que formamos parte.
Hagan lo que hagan los científicos, será imposible reconciliar las perspectivas de primera persona y tercera persona de individuos conscientes, imposible tender un puesnte entre las explicaciones enfrentadas, e imposible resolver el problema fundamental: la generación de sensaciones, de estados fenomenales o experienciales, a pertir del zumbido de las neuronas que, no a todos nos suenan de la misma manera.
Así, cuando nos preguntamos: Y a los científicos ¿qué tal les ha ido en sus intentos por explicar el misterio? Si dirigimos nuestra mirada a la psicología veremos que la “ciencia de la mente” siempre tuvo problemas para situar su tema central -la cionciencia- dentro de un marco teórico aceptable. Cuando tocamos este campo, nos llega a pasar algo parecido a lo que ocurre con los astrofísicos y su “materia oscura”, algo que han inventado para poder explicar lo que no sabe. En el ámbito de la Mente y la Conciencia, ocurre algo parecido y, cuando se llega al límite de lo que podemos entender, entran en lisa los metafísicos queriendo explicar el ser, echando manos de una especie de teología que, de manera clara, no nos dice nada. No consiguen explicar por qué y cómo se pueden producir los complicados procesos necesarios para equilibrar nuestros sentidos, nuestro peso al caminar, o para articular las palabras al hablar no somos conscientes, pero el simple proceso de apretar un dedo contra un objeto caliente, produce una experiencia consciente.
Sí, sabemos que el Universo y la Mente están conexionados, la segunda nació del primero, evolucionó a partir de la materia “inerte” que, el Universo fabricóm en las estrellas con un propósito bien determinado. Aunque tenía de todo: Estrellas, mundos, galaxias, tiempo y espacio y se regía por las leyes de la materia y el electromagmnetismo…algo le faltaba, no podía contemplarse. Entonces, nos trajo aquí como observadores )parter del universo mismo) para que pudiera contemplarse.
Así que, observamos el mundo que nos rodea y, desde siempre, estamos tratando de profundizar en los misterios de la naturaleza para poder llegara comprender que és, por qué se comporta como lo hace y, sobre todo, nos interesa saber de nosotros mismos y de sí, hemos venido aquí para desempeñar alguna misión determina, lograr algún destino, o, por el contrario, somos productos del Azar y, lo mismo que hemnos llegado aquí nos iremos cuando nuestro ciclo se acabe. ¿Qué triste! Si realmente fuera así.
Si bien ciertas hipótesis “científicas” recientes no abarcan un abanico tan amplio como el que ofrecen los filósofos, en cierto sentido son todavía más exóticas o extremas. Por ejemplo, algunos neurocientíficos se han adheridos a posisicones dualistas según las cuales la mente consciente interactúa con el cerebro gracias a “psicones” que se comunican con los “dendrones” o dendritas en determinadas regiones del hemisferio cerebral izquierdo (Descartes decía y postulaba que el lugar de interacción era la grándula pineal porque se encontraba en el centro de la cabeza). Otros (no sabemos si podemos calificarlos de científicos), han llegado a la conclusión de que la física convencional no es fundamento suficiente para las teorías sobre la conciencia; que es necesario invocar conceptos físicos esotéricos como la gravedad cuántica, para explicar la conciencia.
Agún día podremos llegar a comprender que mente-Universo, o, Universo-Mente, son dos aspectos se la misma cosa. Al igual que el Espacio y el Tiempo, que la Materia y la Energía, que la Elecricidad y el Magnetismo, la Mente y el Universo forma un todo que se complementa y completa lo que el mundo es. El Universo sólo y sin la Mente que lo contemple y lo estudie…¿qué es? Y, ¿qué es la Mente sin un Universo que observar?
Está claro que, la existencia misma de la conciencia nos plantea un problema fundamental que, de momento, no hemos sabido resolver y de la cual, la teoría científica tiene la obligación de dar cuenta. El estudio, la observación, el experimento nos debe llevar a saber. Alguien, no hace mucho, me “echo una bronca” cuando dije que la Mente era la máquina más compleja del Universo. Puede que, en otros mundos, puedan existir otras mentes más avanzadas que las nuestras pero, no que sean más complejas, Aquellas y estas, estarán regidas por las mismas leyes y su funcionamiento y crecimiento, también se deben a lo mismo, al ritmo que les impone el Universo y, si están más adelantados será, simplemente, por que son más viejos, no porque realmente tengan mentes más privilegiadas que las nuestras.
No importa que aspecto puedan tener. Tanto ellos, como nosotros, pensamos. luego somos. Acordados “todas las cosas son” pero no de la misma manera. Unas veces llegan a tener consciencia de ser y otras, según les marca el ritmo del universo, están y se mantienen “unertes” esperando “su tiempo” para sentir.
En una super Tierra, debido a la Gravedad, podrían ser así.
La escena podría ser real en el futuro muy lejano
Claro que todo esto de lo que hemos hablado, son muchas debidas a la imaginación tan complejas son que, no podemos llegar a entenderlas. Eso sí, imaginamos sin límites, podemos jhacer mil conjeturas y lanzar teorías de más o menos fundamentos pero, finalmente, queda en el aire esa sensación de vacío que nos produce el “no saber” y, de esa manera, lo único que podemos hacer es…preguntarnos:
¿Quiénes somos? ¿Llegarémos a saberlo alguna vez?
emilio silvera
Mar
21
¡¡Noticia!!… Que no sorprende a nadie
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El hombre en el Universo ~ Comments (4)
Sabemos del Universo que no sabemos cómo surgió, si está sólo o acompañado, si es cíclico y se reproduce una y otra vez, si cada vez que surge también viene acompañado por los mismos procesos que nos llevan hacia la vida…
La imagen de arriba tomada por el Telescopio Espacial Hubble, fue cedida en su día por la NASA y, en ella, podemos contemplar la inmensidad de un Universo que no hemos llegado a conocer y, como nos pasa en tantas otras cuestiones, nos tenemos que conformar construyendo Modelos que nos aproximen a lo que puso ser y que, no reflejan, necesariamente, lo quer fue.
Nuestro Sol, esa estrella mediana, amarilla del tipo G2V que, nos calienta y hace posible que la vida en el planeta Tierra esté presente. Ese suceso de la vida consciente en un planeta idóneo para la evolución de la materia hacia niveles de impensables rendimientos como, de hecho, son las ideas y los pensamientos, nos llevan a pensar que, nuestro Universo, “parece” que tenía un plan predeterminado para nosotros. Bueno, al menos eso nos gusta pensar para sentirnos más importantes.
Sólo conocemos el Universo que nos ha dejado ver la luz, esa radiación electromagnética a la que es sensible el ojo humano, y, otras de ondas más cortas que mediante telescopios hemos podido captar, son las referencias visuales que del Universo tenemos y, hay que dice que, cuando podamos captar las ondas gravitatorias que emiten los Agujeros Negros, podremos ver, un Universo nuevo.
Muchas son las maneras en las que hemos querido representar y “ver” a nuestro Universo. El concepto de un universo holográfico no es nada nuevo. Los sufíes del siglo XII llegaron a la conclusión de que “el macrocosmos es el microcosmos”. El Profeta egipcio Hermes Trismegisto dijo que una la comprensión universal es la clave de “sin él es como el seno de las cosas, el pequeño es como el grande”. Los alquimistas medievales tenían otro lema: “Como es arriba, es abajo”. Con el paso de los tiempos se han establecido unas claves para entender la realidad en que vivimo.
Claro que, para nosotros, no será fácil saber si, nuestra realidad, es la auténtica realidad del Universo. Estamos inmerso en nuestro “propio mundo”, el mundo de nuestros sentidos que nos hacen ver y sentir un universo propio, particular y supeditado a las potestades que dichos sentidos puedan tener… A partir de ahí… ¿Quién sabe?
¡Se dicen tantas cosas! ¡Nos cuentan tantas historias!
Por ahí he podido leer que: “Hoy en día los superordenadores utilizan una técnica llamada “cuadrícula de cromodinámica cuántica”, una técnica que funciona a partir de las leyes físicas que rigen el Universo, capaz de simular con cierto grado de éxito pequeñas porciones del mismo en una escala de una billonésima de metro, un poco más grande que el núcleo de un átomo.
Para los investigadores, con el tiempo las simulaciones más potentes serán capaces de modelar en la escala de una molécula, luego de una célula e incluso de un ser humano. Para ello dicen que deberán pasar varias generaciones de equipos cada vez más potentes, tanto, que podrían simular porciones del Universo lo suficientemente grandes como para entender las limitaciones a las que se verían sometidos los procesos físicos que conocemos. Estas limitaciones serían la prueba de que, como dice Bostrom, vivimos en una simulación informática.”
Lo único cierto es, que nadie sabe “la verdad” de en qué estamos inmersos y, sin embargo, todo el mundo habla y, como un profetas, nos dicne lo que fue, lo que es y hasta se atreven con lo que será… ¡Ilusos! De ilusión también se vive pero…, la cruda realidad vendrá de manos de la Naturaleza que, como debemos saber, siempre impone su ley.
Lo prudente es seguir avanzando y procurando desvelar “el saber del mundo”, y, mientras tanto, cuando queramos explicar alguna cosa decir: Por ejemplo, referido al átomo. Parece que el átomo se comporta como si, en su interior, tuviera protones y neutrones que, a su vez, pueden estar conformados por Quarks y, ese núcleo, parece estar rodeado por partículas denominadas electrones que hacen el conjunto atómico que. unidos, llegan a formar moléculas y estas la materia.
Ni conocemos el reloj (para nosotros eterno) del Universo, ni tampoco conocemos ese árbol del que tanto hablamos, el de la vida que, resulta ser algo que nosotros mismos representamos y que no podemos explicar. ¿Se habrá visto mayor paradoja?
Y si no estamos sólos, ¿por qué no están aquí? Bueno, seguramente por la misma razón por la que nosotros tampoco podemos estar allí. La Empresa nos sobrepasa y, seguramente, también a “ellos”, les viene grande. ¡Distancias inauditas! ¡Velocidades inalcanzables! ¡Tiempo de evolución de miles de millones de años! Todo eso junto, conforma la imposibilidad en la que nos encontramos de poder, estrechar la mano de esos seres que, como nosotros, pensarán en ese día que, cuando llegue (si es que llega), marcará un hito universal.
¡Los hemos imaginado de tantas maneras! Lo hemos intentado y continuamos en el empeño pero… Las cosas no serán fáciles para poder, algún día, decir que no estamos solos en el inmenso Universo.
Y, mientras tanto conseguimos saber donde estamos, de donde venimos y hacia donde vamos, seguimos enredados cuestiones tales como: “La Paradoja de Olbers en acción. A medida que se consideran las estrellas situadas en capas y capas más lejanas a la tierra el cielo debería verse más y más luminoso.”
Sí, somos conscientes -al menos algunos- de nuestras limitaciones y, sabiendo eso, no cedemos en el empeño de saber, lo que el Universo es y, de paso, si podemos captar algún dato esencial sobre nosotros… ¡mucho mejor!
Incluso tenemos dudas fundadas en saber, a ciencia cierta, en qué clase de universo estamos: ¿Es plano, es abierto, es cerrado? La cantidad de materia que contenga nuestro Universo, eso que llaman Omega y que determina la Densidad Crítica, dirá la última palabra sobre el tema.
Como las podemos observar, sí podemos explicar su evolución. Sin embargo, si alguien nos pregunta: ¿Cómo se formaron las galaxias? La única respuesta seria que podríamos dar sería… ¡No lo sabemos! Nadie ha podido dar una razón convincente de cómo se pudieron formar las galaxias a pesar de la expansión de Hubble. ¿Qué había allí que generaba Gravedad y retenía la materia el tiempo suficiente para que se formaran? Nadie lo sabe.
Sin embargo, nadie puede negar que formamos parte del Universo. Somos, en realidad, la parte del Universo que puede pensar y generar ideas y pensamientos y… ¡hasta sentimientos! Lo cual, es algo tan inconmensurablemente grande que… Te hace pensar.
¿A qué resultará que no somos tan insignificantes?
emilio silvera
Mar
17
¡Aquellos tiempos! ¡El presente! ¡El futuro!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El hombre en el Universo, lo que será ~ Comments (3)
El lenguaje era un simple balbuceo, sonidos guturales que pretendían iniciar una comunicación, dejar patente un instante de ira o temor, y, la mayor de las veces, un grito expeluznante ante situaciones de peligros que, en aquellos primeros tiempos en los que el hombre estaba asentado sobre la Tierra, era el pan de cada día. Los grupos tendían a reunirse, la intuición primitiva les decía que la seguridad sería mayor en la lucha porm la supervivencia.
La evolución de las sociedades humanas es un largo proceso que ocupó millones de años. En distintos lugares de la tierra los grupos de cazadores recolectores debieron conocer el ambiente en el cual vivían para poder adaptarse a los recursos de la naturaleza y así sobrevivir.
Por lo tanto pasaron miles de años probando e inventando estrategias de supervivencia. En una primera etapa que denominamos Era Paleolítica, los grupos eran cazadores, recolectores y pescadores, es decir que su subsistencia dependía de los animales que podían cazar o pescar y de los vegetales que podían recoger.
Los hombres del Paleolítico no sabían como conservar los alimentos, por lo tanto, cada día debían proveerse de su comida. Como no sabían como producir alimentos, tomaban aquello que la naturaleza les ofrecía y por eso se los llama “depredadores”. Consumían lo que encontraban, y cuando los recursos se les terminaban debían trasladarse a otro lugar, por lo general siguiendo el trayecto de las manadas. Buscaban refugio generalmente en las cuevas y se ausentaban allí durante un tiempo hasta que los recursos volvían a terminarse, generalmente cuando finalizaba cada estación del año, y entonces se desplazaban nuevamente a otro lugar. Eran, por lo tanto, “nómades”.
Vivían en grupos que compartían las actividades cotidianas que se repartían, como las tareas de caza, de recolección de frutos silvestres y de elaboración de utensilios. Reconocían al mejor cazador como jefe. Esta forma de organización se llama “horda”.
Ilustración que representa mujeres trabajando en la agricultura
Se considera que los comienzos de la agricultura fueron alrededor del 10.000 a.C. En ese momento, se estaba produciendo un gran cambio climático en la Tierra. Era el fin de la glaciación: retirada de los hielos, aumento de la temperatura y subida del nivel de mares y océanos.
El período histórico que se asocia con las primeras sociedades de agricultores es el “Neolítico”. Este período comienza alrededor de 8.000 a.C. y se extiende hasta el año 3.000 a.C (cuando se considera que termina la prehistoria).
Mucho más tarde, surgieron los primeros y auténticos grupos Sociales cultos, las primeras Civilizaciones que, dejaron la huella de las primeras ciudades y los primerosm vestigios de una cultura más avanzada.
El yacimiento de Eridú, Irak,
El término “Sumerio” (Habitantes de Sumer) es el nombre común dado a los antiguos habitantes del sur de la Mesopotamia por sus sucesores, los acadios. “Shumeru”. Los sumerios se llamaban a sí mismos sag-giga, que significa literalmente “El pueblo de cabezas negras”.
Estandarte de Ur, Museo Británico. El Origen de los Sumerios es una incognita. Via Asia Central-sur del Mar Caspio. Para los defensores de esta teoría, todas las evidencias sugieren que una raza de gentes dolicocéfalas, hablando idiomas aglutinantes, descendieron sobre Irán, Mesopotamia y las orillas del Golfo Pérsico, probablemente desde la entonces fértiles llanuras de Asia central, antes de 5000 a.C.
De esta raza, los sumerios que ocuparon la parte alta de los ríos Tigris y Éufrates fueron, con mucho, los más activos, y sus ciudades más antiguas fueron las primeras construidas a las orillas del Tigris y el Eufrates, y sus canales los primeros que se construyeron en época aún prehistórica. Mucho después, cuando sus reinos o Ciudades-Estado independientes pasaron a mejor vida y tuvieron que vivir bajo el imperio de una dinastía semita en Isin y el reino de Larsa, sus sabios inventaron un sistema de cronología que se extendia desde el Diluvio a sus propios tiempos, y sus poetas escribieron las leyendas de la Creación, el principio de su civilización y el mito del Paraíso. A partir de estas listas se pueden reconstruir parcialmente las épocas más arcaicas, aunque bien es cierto que no puede ser utilizado para la historia hasta que sus fechas llegan a un período en el que sus reyes pueden ser conocidos por las inscripciones.
La siguiente dinastía gobernó en Erech y pertenece al sur. . Esto se pone de manifiesto no sólo por la situación de su capital, también por el carácter sumerio de los nombres. . La Lista Real principal dice que fueron cinco diferentes las dinastías que gobernaron en Erech, y 22 los reyes. . La suma total de los años de estos cinco reinos de Erech es de 4980 años, 6 meses y 14 días. Meskingasher, hijo de Utu, el sol-dios, reinó 325 años en E-anna, que es normalmente el nombre del templo de Anu e Ishtar en Erech. Su hijo Enmerkar construyó la ciudad de Erech y gobernó 420 años. Then follow three kings all of whom become prominent in later Sumerian and Babylonian religion, Lugal-banda, Tammuz, and Gilgamesh. Luego siguen tres reyes, los cuales más tarde se convertirían en prominentes figuras de la religión sumeria y babilónica: Lugalbanda, Tammuz, y Gilgamesh. Los tres recibirán el título de deidad en la lista. . Lugalbanda ocupa una posición prominente en la religión de Sumer y Erech como hijo de Enlil, dios de la tierra de Nippur, y consorte de la diosa madre Nin-Sun, madre de Gilgamesh. La Lista le asigna 1200 años a su reinado y le da el título de “pastor”
El héroe Gilgamesh fue señor de Kullab, un barrio de Erech. Este semi-humano semi-divino hijo de la diosa madre Nin-Sun gobernó 126 años y se convirtió en el héroe de la épica Sumeria, y más tarde de la gran epopeya semita de Gilgamesh, en 12 tablillas de arcilla, la obra maestra de la literatura babilónica. El poema lo describe como un rey de Erech, que oprimió a su pueblo, tanto que la diosa madre Aruru creó a Enkidu para oprimirle a él, pero los dos se convirtieron en grandes e inseparables amigos y juntos hicieron la guerra contra el gigante Kumbaba en las montañas de cedros del Líbano.
La primera tablilla de arcilla de los hallazgos de Kuyunjik relata que el héroe victorioso Gilgamesh construyó una muralla alrededor de Uruk. Leemos que el “dios del cielo” vivió en una majestuosa casa que contenía graneros y que los guardias se colocaron en la muralla. Leemos que Gilgamesh era una mezcla de “dios” y hombre – dos tercios dios y un tercio hombre. Los peregrinos que llegaban a Uzuk lo miraban con temor.
Impresión de un cilindro-sello mesopotámico.
Una tradición de Nippur acredita a Gilgamesh como constructor de templo de Enlil, y su hijo también mostró preocupación por la ciudad sagrada. De donde se puede creer que estas dos semi-míticas dinastías de Kish y Erech fueron realmente contemporáneas.
La siguiente dinastía tiene su sede aún más al sur del Eufrates, en Ur, y es totalmente sumeria. Llegamos a la parte de la Lista en que los reinos son todo lo normal que puede asumirse. Mesannipadda gobernó 80 años y su hijo Meskenagnunna 30 años. Luego sigue Elulu con 25 años y Balulu con 36 años: estos cuatro reyes de Ur abarcaron un período de 171 años. . La siguiente dinastía gobernó en Awan (más tarde conocido como Awak en Kazallu) una ciudad de lugar desconocido, pero probablemente al este del Tigris, y no muy lejos de Susa.
“Friso de los Inmortales”, en el Palacio de Susa (Artajerjes I) , s. V a. Cto. Representa a la guardia persa a la forma mesopotámica. En filas, de perfil con el cuerpo de frente. Se conoce también como “Friso de los Arqueros”. Es de ladrillo esmaltado y formando franjas horizontales, al igual que los relieves egipcios, sumerios, acadios, asirios y babilónicos. Utiliza colores oscuros contrastando con colores vivos como el rojo y el naranja. Muestra también animales fantásticos. Los relieves que no llevan cerámica vidriada son posteriores, de un pequeño palacete construido tras el incendio para cobijar a la familia real hasta la reconstrucción.
Relieves del Palacio de Persépolis, utiliza alto-medio y bajorrelieve, al estilo ático de los griegos. Es de tipo ceremonial, por el carácter festivo del palacio, pero su finalidad es también la de subrayar la sumisión de los pueblos al poder de Darío I; a pesar de todo el conjunto da sensación de monotonía. Los griegos influyen también en la forma de hacer los ropajes, pero el estilo sigue siendo de influencia mesopotámica. Se estructura en registros o franjas horizontales, sin ambientación ni perspectiva, con los personajes de perfil y los ojos de frente.
Uno de los motivos presenta a un león atacando a un toro, pero frente a la brutalidad del mundo asirio, esta escena es suave y muestra el triunfo del bien sobre el mal. Algunas escenas están delimitadas por franjas decorativas de influencia mesopotámica.
Otras escenas del Palacio de Persépolis importantes son: “Cortejo de los babilónios”, “Cortejo Sirio” y la “Guardia persa y meda”.
En la “Puerta de Tripilom” hay una representación de Darío I y otra de Gerges y sobre ellos aparece el “Aura Megola” o dios del sol alado.
En la “Sala de las 100 Columnas” o “Salón del Trono” aparece una representación de “Darío ante los pirios” (altares de fuego), en ella aparecen también una serie de agoreros que asesoran al rey.
Mirando todos estos tesoros de la antigüiedad nos podemos hacer una idea muy exacta y cercana a lo que allí pasaba, su forma de vida, la gente, la Sociedad, sus afanes, como miraban la vida, sus inquietudes y deseos. Y, todo ello, desde el principio en aquellas imágenes en las que ibámos medio desnudos y cubiertos de pieles, hasta esta otra más avanzada, son simplementes etapas de nuestras propia existencia que, evolucionada, ha ido conquistando estadios de saber y construído nuevos modelos de vida.
Florencia no es una ciudad muy grande a pesar de ser la capital de la toscana italiana, eso sí recibe multitud de visitantes durante todo el año. Es una ciudad que todavía se recoge hoy alrededor del Puente Viejo donde se encuentran numerosas tiendas de orfebres florentinos. Pero, sin embargo, lo importante de todo esto son los personajes que habitaron estos grandes palacios y las cosas qu hicieron.
Los veinte años del lanzamiento del Telescopio Espacial Hubble. que ha revolucionado la astronomía y nos ha ayudado a entender mejor el Universo gracias a imágenes que nunca antes habíamos visto.
El Hubble fue lanzado el 24 de abril de 1990, amarrado al transbordador espacial estadounidense Discovery, que lo colocó en órbita a 600 km de altitud. Sin embargo, el telescopio, fruto de una colaboración entre la Nasa y la agencia espacial europea, tuvo que esperar tres años para empezar a funcionar, pues su lente debió ser remplazada debido a un defecto de concavidad.
La NASA ha extendido la misión de la sonda Cassini-Huygens por dos años más. Los datos, imágenes y descubrimientos que ha aportado esta sonda han revolucionado nuestro conocimiento tanto de Saturno como de sus lunas.
Imagen: U.S. Department of Energy Human Genome Program
Sí, es cierto. Hemos hecho un largo recorrido y, la obra hecha por los Humanos es de tanta importancia que nos sitúa en un lugar muy alto en la escala del conocimiento. Como decía antes, es cierto que, desde la copa de los árboles hemos llegado a los más sofisticados pensamientos que nos han permitido construir ingenios que llegan hasta donde nosotros no podemos. Hemos indagado y hemos profundizado en lomás recondito de los misterios de las distintas Ciencias que nos acercan, de manera muy real, al conociomientom de la naturaleza misma y, por ello, de nosotros mismos que, como tantas veces hemos dicho aquí, quizá seámos el problema más complejo que el Universo nos ha dado para que lo podamos desvelar.
¿Hasta donde podremos llegar? ¿Qué futuro construiremos?
Con los cambios tecnológicos que nos toco vivir, me imagino como será el mundo si los robots y humanos conviven en paz y armonia, en la imagen nos podemos hacer esta pregunta:
Algunas de estas escenas del futuro que nos podemos imaginar, si las comparamos con esas otras de arriba que nos dejaron nuestros antepasado, serían tan distantes que, parecerían de otro mundo y, en realidad, así sucederá, en nuestro futuro habrá desaparecido el mundo del pasado y también el del presente y, escenas cotidianas que se podrán ver, estarán tan alejadas de las que hoy tenemos en nuestras vidas que, se podría decir que las distancias son abismales. Todo cambia y evoluciona y, nuestra especie también. Estamos haciendo todo lo posible por transformar el mundo que conocieron nuestros antepasados y lo estamos cambiando hasta hacerlo irreconocible para aquellos que, en otros tiempos, eran los innovadores. lo cotidiano.
Sin embargo, todo ese mundo futuro que se vislumbra en el horizonte, es intranquilizador. al menos produce un escalofrío y, a mí, me produce miedo.
emilio silvera