Mar
28
¡Qué bonito es saber!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El libre pensamiento ~ Comments (3)
Nebulosa de Orión, M42 que está creando nuevos sistemas planetarios
“Al principio todo era opacidad, las estrellas no llegaron al universo hasta después de pasados 200 millones de años desde el Big Bang, y, hasta que no se liberaron los fotones, no se hizo la luz.”
Al principio, cuando el universo era simétrico, sólo existía una sola fuerza que unificaba a todas las que ahora conocemos, la gravedad, las fuerzas electromagnéticas y las nucleares débil y fuerte, todas emergían de aquel plasma opaco de alta energía que lo inundaba todo. Más tarde, cuando el universo comenzó a enfriarse, se hizo transparente y apareció la luz, las fuerzas se separaron en las cuatro conocidas, emergieron los primeros quarks para unirse y formar protones y neutrones, los primeros núcleos aparecieron para atraer a los electrones que formaron aquellos primeros átomos. Doscientos millones de años más tarde, se formaron las primeras estrellas y y las galaxias.
Con el paso del tiempo, las estrellas sintetizaron los elementos pesados de nuestros cuerpos, fabricados en supernovas que estallaron, incluso antes de que se formase el Sol. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que una supernova anónima explotó hace miles de millones de años y sembró la nube de gas que dio lugar a nuestro sistema solar, poniendo allí los materiales complejos y necesarios para que algunos miles de millones de años más tarde, tras la evolución, apareciéramos nosotros.
Las estrellas evolucionan desde que en su núcleo se comienza a fusionar hidrógeno en helio, de los elementos más ligeros a los más pesados. Avanza creando en el horno termonuclear, cada vez, metales y elementos más pesados. Cuando llega al hierro y explosiona en la forma explosiva de una supernova. Luego, cuando este material estelar es otra vez recogido en una nueva estrella rica en hidrógeno, al ser de segunda generación (como nuestro Sol), comienza de nuevo el proceso de fusión llevando consigo materiales complejos de aquella supernova.
Una región H II es una nube de gas y plasma brillante que puede alcanzar un tamaño de varios cientos de años-luz y en la cual se forman estrellas masivas. Dichas estrellas emiten copiosas cantidades de ultravioleta extremo (con longitudes de onda inferiores a 912 Ångströms) que ionizan la nebulosa a su alrededor.
Puesto que el peso promedio de los protones en los productos de fisión, como el cesio y el kriptón, es menor que el peso promedio de los protones de uranio, el exceso de masa se ha transformado en energía mediante E = mc2. Esta es la fuente de energía que subyace en las explosiones atómica.
Así pues, la curva de energía de enlace no sólo explica el nacimiento y muerte de las estrellas y la creación de elementos complejos que también hicieron posible que nosotros estemos ahora aquí y, muy posiblemente, será también el factor determinante para que, lejos de aquí, en otros sistemas solares a muchos años luz de distancia, puedan florecer otras especies inteligentes que, al igual que la especie humana, se pregunten por su origen y estudien los fenómenos de las fuerzas fundamentales del universo, los componentes de la materia y, como nosotros, se interesen por el destino que nos espera en el futuro.
Cuando alguien oye por vez primera la historia de la vida de las estrellas, generalmente, no dice nada, pero su rostro refleja escepticismo. ¿Cómo puede vivir una estrella 10.000 millones de años? Después de todo, nadie ha vivido tanto tiempo como para ser testigo de su evolución.
Sin embargo, tenemos los medios técnicos y científicos para saber la edad que tiene, por ejemplo, el Sol.
Sí, hemos podido llegar a conocer lo que ocurre en el Sol, y sabemos de sus procesos y de qué está compuesto. También sabemos el motivo por el que no se deja contraer bajo el peso de la fuerza de Gravedad que genera su propio peso y en qué se convertirá cuando llegue el final de su vida.
Nuestro Sol, la estrella alrededor de la que giran todos los planetas de nuestro Sistema Solar (hay que eliminar a Plutón de la lista, ya que en el último Congreso Internacional han decidido, después de más de 20 años, que no tiene categoría para ser un planeta), la estrella más cercana a la Tierra (150 millones de Km = UA), con un diámetro de 1.392.530 Km, tiene una edad de 4.500 millones de años.
Es tal su densidad, es tal su enormidad que, como se explicó en otro pasaje anterior de este mismo trabajo, cada segundo transforma por medio de fusión nuclear, 4.654.000 toneladas de hidrógeno en 4.650.000 toneladas de helio; las 4.000 toneladas restantes son lanzadas al espacio exterior en forma de luz y calor, de la que una parte nos llega a la Tierra y hace posible la vida. Se calcula que al Sol le queda material de fusión para otros 4.500 millones de años. Cuando transcurra dicho periodo de tiempo, se convertirá en una gigante roja, explotará como nova y se transformará finalmente en una estrella enana blanca. Para entonces, ya no podremos estar aquí.
Cuando mentalmente me sumerjo en las profundidades inmensas del universo que nos acoge, al ser consciente de su enormidad, veo con claridad meridiana lo insignificante que somos, en realidad, en relación al universo, Como una colonia de bacterias que habitan en una manzana, allí tienen su mundo, lo más importante para ellas, y no se paran a pensar que puede llegar un niño que, de un simple puntapié, las envíe al infierno.
Vista de la Tierra y el Sol. 160.000.000 de Km los separan
Igualmente, nosotros nos creemos importantes dentro de nuestro cerrado y limitado mundo en el que, de momento, estamos confinados. Podemos decir que hemos dado los primeros pasos para dar el salto hacia otros mundos, pero aún nos queda un largo recorrido por delante pero… ¡Todo se andará!
Tendremos que dominar la energía del Sol, ser capaces de fabricar naves espaciales que sean impenetrables a las partículas que a cientos de miles de trillones circulan por el espacio a la velocidad de la luz, poder inventar una manera de imitar la gravedad terrestre dentro de las naves para poder hacer la vida diaria y cotidiana sin estar flotando todo el tiempo y, desde luego, buscar un combustible que procure altas velocidades que, si no relativistas ni cercanas a c, si que hagan los viajes a los mundos cercanos de una duración aceptable y soportable a los viajeros, ya que, de otra manera, el traslado por la periferia de nuestro propio Sistema solar se haría interminable. Finalmente, y para escapar del sistema solar, habría que buscar la manera de burlar la barrera de la velocidad de la luz.
El Hiperespacio podría ser el camino para burlar la velocidad de la luz. Es decir, ya que el Universo, en su espacio tradicional, nos impide viajar más rápido que la luz, busquemos ese otro camino situado en dimensiones extra que, ¡sí lo permitiría! De manera tal que podríamos viajar a otras galaxias en tiempos soportables para nuestras efímeras vidas.
Hiperespacio. ¿La puerta a otras galaxias?
“Si pudiéramos encontrar el camino hacia dimensiones más altas… ¿Cuántas respuestas encontraríamos allí?”
emilio silvera
May
20
¡Qué bonito es saber! A mí me gustaqría
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El libre pensamiento ~ Comments (0)
Nebulosa de Orión, M42 que está creando nuevos sistemas planetarios
“Al principio todo era opacidad, las estrellas no llegaron al universo hasta después de pasados 200 millones de años desde el Big Bang, y, hasta que no se liberaron los fotones, no se hizo la luz.”
Al principio, cuando el universo era simétrico, sólo existía una sola fuerza que unificaba a todas las que ahora conocemos, la gravedad, las fuerzas electromagnéticas y las nucleares débil y fuerte, todas emergían de aquel plasma opaco de alta energía que lo inundaba todo. Más tarde, cuando el universo comenzó a enfriarse, se hizo transparente y apareció la luz, las fuerzas se separaron en las cuatro conocidas, emergieron los primeros quarks para unirse y formar protones y neutrones, los primeros núcleos aparecieron para atraer a los electrones que formaron aquellos primeros átomos. Doscientos millones de años más tarde, se formaron las primeras estrellas y y las galaxias. Con el paso del tiempo, las estrellas sintetizaron los elementos pesados de nuestros cuerpos, fabricados en supernovas que estallaron, incluso antes de que se formase el Sol. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que una supernova anónima explotó hace miles de millones de años y sembró la nube de gas que dio lugar a nuestro sistema solar, poniendo allí los materiales complejos y necesarios para que algunos miles de millones de años más tarde, tras la evolución, apareciéramos nosotros.
Las estrellas evolucionan desde que en su núcleo se comienza a fusionar hidrógeno en helio, de los elementos más ligeros a los más pesados. Avanza creando en el horno termonuclear, cada vez, metales y elementos más pesados. Cuando llega al hierro y explosiona en la forma explosiva de una supernova. Luego, cuando este material estelar es otra vez recogido en una nueva estrella rica en hidrógeno, al ser de segunda generación (como nuestro Sol), comienza de nuevo el proceso de fusión llevando consigo materiales complejos de aquella supernova.
Una región H II es una nube de gas y plasma brillante que puede alcanzar un tamaño de varios cientos de años-luz y en la cual se forman estrellas masivas. Dichas estrellas emiten copiosas cantidades de ultravioleta extremo (con longitudes de onda inferiores a 912 Ångströms) que ionizan la nebulosa a su alrededor.
Puesto que el peso promedio de los protones en los productos de fisión, como el cesio y el kriptón, es menor que el peso promedio de los protones de uranio, el exceso de masa se ha transformado en energía mediante E = mc2. Esta es la fuente de energía que subyace en las explosiones atómica.
Así pues, la curva de energía de enlace no sólo explica el nacimiento y muerte de las estrellas y la creación de elementos complejos que también hicieron posible que nosotros estemos ahora aquí y, muy posiblemente, será también el factor determinante para que, lejos de aquí, en otros sistemas solares a muchos años luz de distancia, puedan florecer otras especies inteligentes que, al igual que la especie humana, se pregunten por su origen y estudien los fenómenos de las fuerzas fundamentales del universo, los componentes de la materia y, como nosotros, se interesen por el destino que nos espera en el futuro.
Cuando alguien oye por vez primera la historia de la vida de las estrellas, generalmente, no dice nada, pero su rostro refleja escepticismo. ¿Cómo puede vivir una estrella 10.000 millones de años? Después de todo, nadie ha vivido tanto tiempo como para ser testigo de su evolución.
Sin embargo, tenemos los medios técnicos y científicos para saber la edad que tiene, por ejemplo, el Sol.
Sí, hemos podido llegar a conocer lo que ocurre en el Sol, y sabemos de sus procesos y de qué está compuesto. También sabemos el motivo por el que no se deja contraer bajo el peso de la fuerza de Gravedad que genera su propio peso y en qué se convertirá cuando llegue el final de su vida.
Nuestro Sol, la estrella alrededor de la que giran todos los planetas de nuestro Sistema Solar (hay que eliminar a Plutón de la lista, ya que en el último Congreso Internacional han decidido, después de más de 20 años, que no tiene categoría para ser un planeta), la estrella más cercana a la Tierra (150 millones de Km = UA), con un diámetro de 1.392.530 Km, tiene una edad de 4.500 millones de años.
Es tal su densidad, es tal su enormidad que, como se explicó en otro pasaje anterior de este mismo trabajo, cada segundo transforma por medio de fusión nuclear, 4.654.000 toneladas de hidrógeno en 4.650.000 toneladas de helio; las 4.000 toneladas restantes son lanzadas al espacio exterior en forma de luz y calor, de la que una parte nos llega a la Tierra y hace posible la vida. Se calcula que al Sol le queda material de fusión para otros 4.500 millones de años. Cuando transcurra dicho periodo de tiempo, se convertirá en una gigante roja, explotará como nova y se transformará finalmente en una estrella enana blanca. Para entonces, ya no podremos estar aquí.
Cuando mentalmente me sumerjo en las profundidades inmensas del universo que nos acoge, al ser consciente de su enormidad, veo con claridad meridiana lo insignificante que somos, en realidad, en relación al universo, Como una colonia de bacterias que habitan en una manzana, allí tienen su mundo, lo más importante para ellas, y no se paran a pensar que puede llegar un niño que, de un simple puntapié, las envíe al infierno.
Vista de la Tierra y el Sol
Igualmente, nosotros nos creemos importantes dentro de nuestro cerrado y limitado mundo en el que, de momento, estamos confinados. Podemos decir que hemos dado los primeros pasos para dar el salto hacia otros mundos, pero aún nos queda un largo recorrido por delante pero… ¡Todo se andará!
Tendremos que dominar la energía del Sol, ser capaces de fabricar naves espaciales que sean impenetrables a las partículas que a cientos de miles de trillones circulan por el espacio a la velocidad de la luz, poder inventar una manera de imitar la gravedad terrestre dentro de las naves para poder hacer la vida diaria y cotidiana sin estar flotando todo el tiempo y, desde luego, buscar un combustible que procure altas velocidades que, si no relativistas ni cercanas a c, si que hagan los viajes a los mundos cercanos de una duración aceptable y soportable a los viajeros, ya que, de otra manera, el traslado por la periferia de nuestro propio Sistema solar se haría interminable. Finalmente, y para escapar del sistema solar, habría que buscar la manera de burlar la barrera de la velocidad de la luz.
El Hiperespacio podría ser el camino para burlar la velocidad de la luz. Es decir, ya que el Universo, en su espacio tradicional, nos impide viajar más rápido que la luz, busquemos ese otro camino situado en dimensiones extra que, ¡sí lo permitiría! De manera tal que podríamos viajar a otras galaxias en tiempos soportables para nuestras efímeras vidas.
“Si pudiéramos encontrar el camino hacia dimensiones más altas… ¿Cuántas respuestas encontraríamos allí?”
emilio silvera
Dic
5
El futuro ya está con nosotros
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El libre pensamiento ~ Comments (0)
Ray Kurzweil
Director de ingeniería de Google, experto en inteligencia artificial
“EN 20 AÑOS AMPLIAREMOS NUESTRA EXPECTATIVA DE VIDA INDEFINIDAMENTE”
Alcanzar el puesto de director de Ingeniería en Google, tener un puñado de importantes patentes tecnológicas registradas a tu nombre, ser doctor honoris causa por 15 universidades, o que Forbes te defina como “la máquina de pensar suprema”, debería ser suficiente para sentirse satisfecho. A no ser que se quiera más. Mucho más. Que el objetivo de tu vida sea alcanzar la inmortalidad. Literalmente, no en el plano metafórico. Y esa es precisamente la aspiración de Ray Kurzweil quien, a sus 67 años, continúa pleno de actividad y con la misma energía que cuando creo su primer programa de ordenador en 1963.
Escucharle afirmar con vehemencia que la suya es la última generación que deberá cuidarse a la vieja usanza porque en diez años seremos capaces de revertir los efectos de la edad y mantenernos jóvenes eternamente, resultaría poco menos que increíble si sus predicciones anteriores no le otorgaran, cuanto menos, el beneficio de la duda. Además de un ingeniero brillante, un extraordinario inventor (fue el creador del primer OCR, del primer escáner para ordenador y del primer sintetizador de texto a voz) y un músico pionero (su trabajo con Stevie Wonder se tradujo en un sintetizador capaz de reproducir los sonidos de cualquier instrumento de forma fidedigna), Kurzweil es un reconocido futurista. O, lo que es lo mismo, un teórico de los caminos que seguirá en los próximos años el ser humano en su relación con la tecnología. Sus ideas han sido plasmadas en tres libros La era de las máquinas inteligentes, La era de las máquinas espirituales y La singularidad está cerca, en los que aventura cómo será el desarrollo tecnológico en un futuro (incluso tan lejano como el 2099) y qué influencia tendrá en nuestras vidas. Alguna de las predicciones realizadas en su primera obra, publicada en 1990, como el crecimiento exponencial de Internet, resultaron ciertas, por lo que cuando Kurzweil habla lo mejor es escucharle atentamente.
No está lejos entonces el día en que seamos capaces de hacer una copia de seguridad de nuestro cerebro y subirla a la nube, o que podamos crear un avatar prácticamente idéntico de alguien ya fallecido. Así de radical es Kurzweil en sus ideas: no sólo quiere conseguir la inmortalidad, sino que se atreve a resucitar a los muertos.
Fuente: Reportaje de Prensa.
Abr
19
Pensamientos
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El libre pensamiento ~ Comments (4)
“Todo estadso presente de una sustancia simple es naturalmente la consecuencia de su estado anterior, de modo que se presente está cargado de su futuro.”
Busto de Marco Aurelio. Gliptoteca de Múnich.
“Quien ha visto las coas presentes ha visto todo. Todo lo ocurrido desde la Eternidad y todo lo que ocurrirá en el Tiempo sin fin: Pues todas las cosas son de la misma clase y la misma forma.!
Percy Bysshe Shelley
“Espíritu de BELLEZA, que has consagrad
Con tus propios maticces todo aquello sobre lo que brillas
Del pensamiento o la forma humanos, ¿adónde has ido?
¿Por qué has desaparecido y ababdonado nuestra existencia
Este vacío valle de lágrimas vacío y desolado?
(Himno a la belleza intelectual)
“La Vida, como una cúpula de vidrio multicolor,
Mancha el blanco resplandor de la Eternidad.”
Paul Valéry
“El Universo está construido segín un plan cuya profunda simetría está presente de algún modo en la estructura interna de nuestro intelecto.”
Thomas Carlyle en relación a los muchos mundos.
“Un triste espectáculo, si están habitados, ¡qué campo para el sufrimiento y la loclura! Si no están habitados. ‘Qué desperdicio de espacio!
Alguien, no recuerdo ahora quién, pero que era un hombre sabio, un d´çia dijo:
“Todas las cosas son”
Con aquellas sencillas palabras, elevó a “las cosas” a la categoría de Ser.
Es posible que una piedra, un árbol, una montaña y un océano o un Volcan o un Desierto, a su manera, pueda tener memoria, De la misma misma manera, las estrellas del cielo que viven miles de millones de años, nos podrían contar historias fascinantes, y, los poetas y pensadores, quieren reflejar, con sencilla y cortas frases, toda esa grandeza que el Universo encierra.
Por nuestra parte, gente sencilla que mira el mundo (todavía) asombrado, y, que trata de comprender lo que la Naturaleza trata de decirnos, estamos procurando superar la enorme ignorancia que nos opreime, y, despejar de una vez, esas cargas que, en formas de creencias y religiones nos inocularon desde niños.
¡Seámos libres pensadores! ¡Dejémos a un lado las teorías! ¡Dejemos que nuestras mentes vaguen solitarias y libres!
¿Qué podemos perder?
emilio silvera