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Siempre elucubrando ¡Imaginación!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en El Universo cambiante    ~    Comentarios Comments (1)

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 Descartan que los efectos atribuidos a la energía oscura sean explicables por nuestra presencia en el centro de un gran vacío cósmico.

 

El descubrimiento de la energía oscura, esa energía que no podemos ver y que parece aumentar el ritmo de expansión del Universo, ha supuesto mucha agitación en la comunidad científica. A la incredulidad inicial se impusieron las medidas. Pero al cabo de un tiempo el trabajo de los teóricos empezó a cuestionar, no los efectos observados, sino la existencia de tal energía.

El “Principio Copernicano”, invocado frecuentemente en la Cosmología moderna, insiste en la homogeneidad del Universo, negando cualquier primacía de posición o propiedades asociadas con la existencia humana. Toma su nombre de la propuesta de Copérnico (ya anteriormente formulada por Aristarco) de desplazar a la Tierra de la posición central ocupada en el sistema de Tolomeo, aunque tal centralidad se debiese a la falta de paralaje estelar y no a una sobrevaloración de nuestra existencia en el planeta.

El paso siguiente lo dio Shapley hace un siglo, al mostrar que tampoco el Sol ocupa el centro de la Via Láctea. Finalmente, el Universo “finito pero ilimitado” de Einstein niega la posibilidad de encontrar un centro en su volumen tridimensional, y afirma la equivalencia de posición de todos los puntos del espacio. No tiene sentido preguntar dónde estamos en el continuo expandirse de un Universo que contiene probablemente más de 100.000 millones de galaxias, y que vuelve a la insignificancia aun la majestuosa estructura de la Vía Láctea, nuestra ciudad cósmica.

Sin embargo, a partir de la década de los años 30, se da una reacción interesante, que afirma, cada vez con argumentos más fuertes y detallados, que el Hombre está en un tiempo y un lugar atípicos y privilegiados en muchos respectos, que obligan a preguntarnos si nuestra existencia está ligada en un modo especial a características muy poco comunes en el Universo. Esta pregunta adquiere un significado especial al considerar las consecuencias previsibles (según las leyes físicas) de cualquier alteración en las condiciones iniciales del Universo. Con un eco de las palabras de Einstein¿tuvo Dios alguna alternativa al crear?. No solamente debemos dar razón de que el Universo exista, sino de que exista de tal manera y con tales propiedades que la vida inteligente puede desarrollarse en él. Tal es la razón de que se formule el Principio Antrópico, en que el Hombre (entendido en el sentido filosófico de “animal racional”, independientemente de su hábitat y su morfología corporal) aparece como condición determinante de que el Universo sea como es.

Las primeras sugerencias de una conexión entre vida inteligente y las propiedades del Universo en su momento actual aparecen en las relaciones adimensionales hechas notar por Eddington: la razón de intensidad entre fuerza electromagnética y fuerza gravitatoria entre dos electrones, entre la edad del Universo y el tiempo en que la luz cruza el diámetro clásico de un electrón, entre el radio del Universo observable y el tamaño de una partícula subatómica, nos da cifras del orden de 10 elevado a la potencia 40. El número de partículas nucleares en todo el cosmos se estima como el cuadrado de ese mismo número. ¿Son éstas coincidencias pueriles o esconden un significado profundo?. La hipótesis de los grandes números sugiere que el Hombre solamente puede existir en un lugar y momento determinado, cuando tales coincidencias se dan, aunque no se avanza una explicación de estas relaciones.”

Arthur Eddintong

Una versión más especulativa, el principio antrópico fuerte, asegura que las leyes de la física deben tener propiedades que permitan evolucionar la vida. La implicación de que el universo fue de alguna manera diseñado para hacer posible de la vida humana hace que el principio antrópico fuerte sea muy controvertido, ya que nos quiere adentrar en dominios divinos que, en realidad, es un ámbito incompatible con la certeza comprobada de los hechos a que se atiene la ciencia, en la que la fe, no parece tener cabida.

Es decir, problema del ajuste fino significa que las las constantes fundamentales de un modelo físico para el universo deben ser ajustados de forma precisa para permitir la existencia de vida. Sobre estas constantes fundamentales no hay nada en la teoría que nos indique que deban tomar esos valores que toman. Podemos fijarlas de acuerdo con las observaciones, pero esto supone fijarlas de entre un rango de valores colosal. Esto da la impresión de cierta arbitrariedad y sugiere que el universo podría ser una realización improbable entre tal rango de valores. He ahí el problema.

No, no tenemos el mundo en nuestras manos… sino al revés, es el mundo el que nos tiene a nosotros… al menos de momento es así. ¿El futuro? ¿Quién puede conocerlo? Lo que pasará y hasta donde podamos llegar es algo impredecible y sólo nos podemos contentar con imaginar lo que podría ser. De momento, formamos una Población del Tipo Cero, es decir, no controlamos ni nuestro propio planeta.

El principio antrópico nos invita al juego mental de probar a “cambiar” las constantes de la naturaleza y entrar en el juego virtual de ¿qué hubiera pasado si…? A lo que somos tan aficionados para tratar, aunque sólo sea mentalmente, lo que pudo o no pudo ser en función de éste o aquél parámetro que introducimos de manera imaginaria.

Especulamos con lo que podría haber sucedido si algunos sucesos no hubieran ocurrido de tal o cual manera para ocurrir de esta otra. ¿Qué hubiera pasado en el planeta Tierra si no aconteciera en el pasado la caída del meteorito que acabó con los dinosaurios? ¿Habríamos podido estar aquí hoy nosotros? ¿Fue ese cataclismo una bendición para nosotros y nos quitó de encima a unos terribles rivales?

Fantasean con lo que pudo ser…. Es un ejercicio bastante habitual; sólo tenemos que cambiar la realidad de la historia o de los sucesos verdaderos para pretender fabricar un presente distinto. Cambiar el futuro puede resultar más fácil, nadie lo conoce y no pueden rebatirlo con certeza. ¿Quién sabe lo que pasará mañana?

Lo cierto es que, todos son Quarks y Leptones que interactuan con energías y fuerzas que no podemos controlar y, el devenir del Universo será imparable para nosotros, simples mortales que, a veces nos olvidamos de ese pequeño detalle y pensamos en realizar y conseguir logros que quedan muy lejos de nuestro alcance.

Siempre estamos imaginando el futuro que vendrá. Los hombres tratan de diseñarlo pero, finalmente, será el Universo el que tome la última palabra de lo que deba ser. Por mucho que nosotros nos empeñemos, las estructuras del Universo nunca podrán ser cinceladas por nuestras manos ni por nuestros ingenios, sólo las inmensas fuerzas de la Naturaleza puede transformar las estrellas, las galaxias o los mundos…lo demás, por muy bello que pudiera ser, siempre será lo artificial.

Lo que ocurra en la naturaleza del universo está en el destino de la propia naturaleza del cosmos, de las leyes que la rigen y de las fuerzas que gobiernan su mecanismo sometido a principios y energías que, en la mayoría de los casos se pueden escapar a nuestro actual conocimiento.

Lo que le pueda ocurrir a nuestra civilización, además de estar supeditado al destino de nuestro planeta, de nuestro Sol y de nuestro Sistema Solar y la galaxia, también está en manos de los propios individuos que forman esa civilización y que, con sensibilidades distintas y muchas veces dispares, hace impredecibles los acontecimientos que puedan provocar individuos que participan con el poder individual de libre albedrío.

Siempre hemos sabido especular con lo que pudo ser o con lo que podrá ser si…, lo que, la mayoría de las veces, es el signo de cómo queremos ocultar nuestra ignorancia. Bien es cierto que sabemos muchas cosas pero, también es cierto que son más numerosas las que no sabemos.

Cuando el Sol agote todo su combustible nuclear, estará acercándose el final de la Tierra como planeta que albergó la vida. Los cambios serán irreversibles, los océanos se evaporarán y sus aguas hirvientes comenzarán a llenar la atmósfera de gases. La Gigante roja engullirá a los planetas Mercurio, Venus y probablemente se quedará muy cerca de la Tierra calcinada y sin vida.

Sabiendo que el destino irremediable de nuestro mundo, el planeta Tierra, es de ser calcinado por una estrella gigante roja en la que se convertirá el Sol cuando agote la fusión de su combustible de hidrógeno, helio, carbono, etc, para que sus capas exteriores de materia exploten y salgan disparadas al espacio exterior, mientras que, el resto de su masa se contraerá hacia su núcleo bajo su propio peso, a merced de la gravedad, convirtiéndose en una estrella enana blanca de enorme densidad y de reducido diámetro. Sabiendo eso, el hombre está poniendo los medios para que, antes de que llegue ese momento (dentro de algunos miles de millones de años), poder escapar y dar el salto hacia otros mundos lejanos que, como la Tierra ahora, reúna las condiciones físicas y químicas, la atmósfera y la temperatura adecuadas para acogernos.

                                                   Esto podría ser lo que quede de nuestro Sol


Pero el problema no es tan fácil y se extiende a la totalidad del universo que, aunque mucho más tarde, también está abocado a la muerte térmica, el frío absoluto si se expande para siempre como un universo abierto y eterno, o el más horroroso de los infiernos, si estamos en un universo cerrado y finito en el que, un día, la fuerza de gravedad, detendrá la expansión de las galaxias que comenzarán a moverse de nuevo en sentido contrario, acercándose las unas a las otras de manera tal que el universo comenzará, con el paso del tiempo, a calentarse, hasta que finalmente, se junte toda la materia-energía del universo en una enorme bola de fuego de millones de grados de temperatura, el Big Crunch.

           Un universo replegándose sobre sí mismo

El irreversible final está entre los dos modelos que, de todas las formas  que lo miremos, es negativo para la Humanidad (si es que para entonces aún existe). En tal situación, algunos ya están buscando la manera de escapar.

Stephen Hawking ha llegado a la conclusión de que estamos inmersos en un multiuniverso, esto es, que existen infinidad de universos conectados los unos a los otros. Unos tienen constantes de la naturaleza que permiten vida igual o parecida a la nuestra, otros posibilitan formas de vida muy distintas y otros muchos no permiten ninguna clase de vida.

Este sistema de inflación autorreproductora nos viene a decir que cuando el universo se expande (se infla) a su vez, esa burbuja crea otras burbujas que se inflan y a su vez continúan creando otras nuevas más allá de nuestro horizonte visible. Cada burbuja será un nuevo universo, o mini-universo en  los que reinarán escenarios diferentes o diferentes constantes y fuerzas.

¿Quién sabe la realidad? ¿Donde estamos? ¿Está solo el Universo?

El escenario que describe el diagrama dibujado antes, ha sido explorado y el resultado hallado es que en cada uno de esos mini-universos, puede haber muchas cosas diferentes; pueden terminar con diferentes números de dimensiones espaciales o diferentes constantes y fuerzas de la naturaleza, pudiendo unos albergar la vida y otros no.

El reto que queda para los cosmólogos es calcular las probabilidades de que emerjan diferenta mini-universos a partir de esta complejidad inflacionaria ¿Son comunes o raros los mini-universos como el nuestro? Existen, como para todos los problemas planteados, diversas conjeturas y consideraciones que influyen en la interpretación de cualquier teoría cosmológica futura cuántico-relativista. Hasta que no seamos capaces de exponer una teoría que incluya la relatividad general de Einstein (la gravedad-cosmos) y la mecánica cuántica de Planck (el cuanto-átomo), no será posible contestar a ciertas preguntas.

La teoría de cuerdas tiene un gancho tremendo. Te transporta a un mundo de 11 dimensiones, universos paralelos, y partículas formadas por cuerdecitas casi invisibles vibrando a diferentes frecuencias. Además, te dice que no se trata de analogías sino de la estructura más profunda de la realidad, y que ésta podría ser la teoria final que unificara por fin a toda la física. ¿No estaremos hablando de Filosofía?

Todas las soluciones que buscamos parecen estar situadas en teorías más avanzadas que, al parecer, sólo son posibles en dimensiones superiores, como es el caso de la teoría de supercuerdas situada en 10, 11 ó 26 dimensiones. Allí, si son compatibles la relatividad y la mecánica cuántica, hay espacio más que suficiente para dar cabida a las partículas elementales, las fuerzas gauge de Yang-Mill, el electromagnetismo de Maxwell y, en definitiva, al espacio-tiempo y la materia, la descripción verdadera del universo y de las fuerzas que en él actúan.

Científicamente, la teoría del hiperespacio lleva los nombres de Teoría de Kaluza-Klein y supergravedad. Pero en su formulación más avanzada se denomina Teoría de Supercuerdas, una teoría que desarrolla su potencial en nueve dimensiones espaciales y una de tiempo: diez dimensiones. Así pues, trabajando en dimensiones más altas, esta teoría del hiperespacio puede ser la culminación que conoce dos milenios de investigación científica: la unificación de todas las fuerzas físicas conocidas. Como el Santo Grial de la Física, la “teoría de todo” que esquivó a Einstein que la buscó los últimos 30 años de su vida.

Es cierto, los mejores siempre han buscado el Santo Grial de la Física. Una Teoría que lo pueda explicar todo, la más completa que, mediante una sencilla ecuación, responda a los misterios del Universo. Claro que tal hazaña, no depende siquiera de la inteligencia del explorador que la busca, es más bien un problema de que, las herramientas necesarias (matemáticas) para hallarla, aún no han sido inventadas.

Durante el último medio siglo, los científicos se han sentido intrigados por la aparente diferencia entre las fuerzas básicas que mantienen unido al cosmos: la Gravedad, el electromagnetismo y las fuerzas nucleares fuerte y débil. Los intentos por parte de las mejores mentes del siglo XX para proporcionar una imagen unificadora de todas las fuerzas conocidas han fracasado. Sin embargo, la teoría del hiperespacio permite la posibilidad de explicar todas las fuerzas de la naturaleza y también la aparentemente aleatoria colección de partículas subatómicas, de una forma verdaderamente elegante.  En esta teoría del hiperespacio, la “materia” puede verse también como las vibraciones que rizan el tejido del espacio y del tiempo. De ello se sigue la fascinante posibilidad de que todo lo que vemos a nuestro alrededor, desde los árboles y las montañas a las propias estrellas, no son sino vibraciones del hiperespacio.

Antes mencionábamos los universos burbujas nacidos de la inflación y, normalmente, el contacto entre estos universos burbujas es imposible, pero analizando las ecuaciones de Einstein, los cosmólogos han demostrado que podría existir una madeja de agujeros de gusano, o tubos, que conectan estos universos paralelos.

Aunque muchas consecuencias de esta discusión son puramente teóricas, el viaje en el hiperespacio puede proporcionar eventualmente la aplicación más práctica de todas: salvar la vida inteligente, incluso a nosotros mismos, de la muerte de este universo cuando al final llegue el frío o el calor.

Esta nueva teoría de supercuerdas tan prometedora del hiperespacio es un cuerpo bien definido de ecuaciones matemáticas. Podemos calcular la energía exacta necesaria para doblar el espacio y el tiempo o para cerrar agujeros de gusano que unan partes distantes de nuestro universo. Por desgracia, los resultados son desalentadores. La energía requerida excede con mucho cualquier cosa que pueda existir en nuestro planeta. De hecho, la energía es mil billones de veces mayor que la energía de nuestros mayores colisionadores de átomos. Debemos esperar siglos, o quizás milenios, hasta que nuestra civilización desarrolle la capacidad técnica de manipular el espacio-tiempo  utilizando la energía infinita que podría proporcionar un agujero negro para de esta forma poder dominar el hiperespacio que, al parecer, es la única posibilidad que tendremos para escapar del lejano fin que se avecina. ¿Que aún tardará mucho? Sí, pero el tiempo es inexorable, la debacle del frío o del fuego llegaría.

No existen dudas al respecto, la tarea es descomunal, imposible para nuestra civilización de hoy, ¿pero y la de mañana?, ¿no habrá vencido todas las barreras? Creo que el hombre es capaz de plasmar en hechos ciertos todos sus pensamientos e ideas, sólo necesita tiempo: Tiempo tenemos mucho por delante.

¿Sabremos aprovecharlo?

emilio silvera

Universo = Diversidad = Energía = Actividad = … Vida.

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El Telescopio Espacial Hubble de NASA/ESA capturó esta nube ondulante de gas interestelar frío y polvo emergiendo de una tempestuosa “guardería” estelar situada en la Nebulosa Carina, a 7500 años luz de distancia en la constelación austral de Carina. Esta columna de polvo y gas sirve como incubadora de nuevas estrellas y está repleta de actividad asociada a la formación estelar.

Estrellas calientes y jóvenes erosionan y esculpen las nubes en este paisaje de fantasía mediante el envío de intensos vientos estelares y abrasadora radiación ultravioleta. Las regiones de baja densidad de la nebulosa se destruyen mientras que las partes más densas resisten la erosión y se mantienen como gruesos pilares. En el interior oscuro y frío de estas columnas, nuevas estrellas continúan formándose.

En el proceso de formación de estrellas, un disco alrededor de la protoestrella acrece lentamente sobre la superficie de la estrella. Parte del material es expulsado a lo largo de los jets perpendicular al disco de acreción. Los jets tienen una velocidad de varios cientos de kilómetros por segundo. A medida que estos jets interaccionan con la nebulosa circundante, se crean pequeñas nebulosidades que brillan intensamente, llamados objetos Herbig-Haro (HH).

En la parte superior derecha de la imagen largas serpentinas de gas pueden ser vistas saliendo disparadas en direcciones opuestas del pedestal. Otro par de jets es visible en un pico en la parte superior del centro de la imagen. Estos chorros (conocido como HH 901 y HH 902, respectivamente) son las firmas comunes en los nacimientos de nuevas estrellas.

Esta imagen celebra el 20 aniversario del lanzamiento del Hubble y su puesta en órbita alrededor de la Tierra. La Camara 3 de Amplio Campo del Hubble ha observado el pilar de los días 1-2 de febrero 2010. Los colores de esta imagen compuesta se corresponden con el oxígeno (azul), hidrógeno y nitrógeno (verde) y azufre (rojo). Hay que reconocer que nuestro Universo es, ¡Una maravilla!

En el espacio profundo,en regiones lejanas estarán, situados otros mundos, en los que la vida surgirá. No es la Tierra el único planeta, dónde bullen los pensamientos, en otros mundos y otras “Tierras”, también bullen los sentimientos.

http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/f/f2/Broad_panorama_Carina_Nebula.jpg

 

Los seres humanos no pudieron investigar el espacio interestelar hasta que comprendieron que el Sol es simplemente una estrella entre muchas, así también la comprensión de que vivimos en un Universo de galaxias dispersas por enormes extensiones de espacio exigió primero la comprensión del carácter de las nebulosas. Esto impliocaba comprender, no sólo la aparicnecia de las Nebulosas, sino así mismo conocer su composición química que nos llevó al origen de las ciencias espectroscópicas y a la astrofísica. Así supimios como se formaban las nuevas estrellas y también los mundos nuevos.

Estos lugares de inmensa belleza como el de la Nebulosa Eta Carinae, no se debe confundir con la nebulosa Homúnculo Eta Carinae. La Nebulosa de Carina (también conocida como la Gran Nebulosa de Carina, la nebulosa de Eta Carina, o NGC 3372) es una nebulosa brillante grande que rodea a varios cúmulos abiertos de estrellas. Eta Carinae y HD 93129A, dos de las estrellas más masivas y luminosas de nuestra galaxia, la Vía Láctea, son algunas de ellas. La nebulosa se ​​encuentra a una distancia estimada entre 6.500 y 10.000 años luz de la Tierra. Al parecer, en la constelación de Carina, y está situado en el brazo de Carina-Sagitario. La nebulosa contiene varias estrellas de tipo O-.

La nebulosa es una de las mayores nebulosas difusas en nuestros cielos. Aunque es casi cuatro veces tan grandes y aún más brillante que la famosa Nebulosa de Orión, la Nebulosa de Carina es mucho menos conocido, debido a su ubicación lejos en el hemisferio sur. Fue descubierto por Nicolas Louis de Lacaille en 1751-52, desde el Cabo de Buena Esperanza.

 

Una estrella candente (más de 120.000 grados en su superficie, comparados con los 6.000 grados de nuestro Sol) calienta el centro de esta nebulosa. El color malva indica las zonas más calientes, que llegan a varias decenas de miles de grados.

 

Una estrella candente (más de 120.000 grados en su superficie, comparados con los 6.000 grados de nuestro Sol) calienta el centro de esta nebulosa. El color malva indica las zonas más calientes, que llegan a varias decenas de miles de grados. © ESO. Las estrellas de gran masa y calientes influyen enormemente su propio entorno, modelando el medio interestelar y sembrando el Universo de elementos químicos pesados, que encontramos actualmente a nuestro alrededor. Incluso son capaces de modificar la “estructura de las galaxias

Decimos que la ciencia camina sobre dos piernas, una Teórica (o dicho vagamente, la deducción) y la otra la Observación y la Experimentación (o inducción). Pero su progreso a menudo es menos un avance decidido que un movimiento vacilante. El caminar de la ciencia se parece a veces, al de un trovador ambulante que al de la trayectoria recta de unabanda militar. El desarrollo de la Ciencia recibe la influencia de las modas intelectuales, a menudo depende del desarrollo de la tecnología y, en cualquier caso, muy pocas veces puede ser planificado de antemano.pues su destino por lo común se desconoce. En el caso de la exploración del espacio intergaláctico, el primer paso lo dieron los teóricos -el filósofo Immanuel Kant y el matemático Johann Lambert-, a los que siguieron las observaciones del presciente astrónomo aficionado William Herschel.

Cuando Kant esribió por primera vez sobre cosmología aín no era Kant, el titán intelectual cuya unificación del empirismo y el racionalismo iba a iluminar y animar la filosofía del todo el mundo. Un día Kant leyó un libro: Una teoría original o nueva hipótesis sobre el universo, de un topógrafo y filósofo de la naturaleza inglés llamado Tomas Wright que, según él mismo decía, había aprendido astronomía para estar más cerca de Dios y sus libros y conferencias estaban llenos de lecciones morales y teológicas.

Las especulaciones cosmológicas de semejante pensador, de alguna manera, llev´ço a Kant a pensar y desarrollar sus ideas sobre un cosmos lleno de galaxias, o, Universos Islas como él las llamó: Un disco aplanado de estrellas, por eso Kant supuso que las estrellas de la Vía Láctea estaban dispuestas sobre un volumen de espacio en forma de disco. Tan estusiasmado estaba con la idea que escribió un libro.

http://web.educastur.princast.es/proyectos/grupotecne/archivos/investiga/167galaxia-espiral-barrada-ngc-1300.jpg

Los brazos espirales de este tipo de galaxias son producidos por por la luz de millones de jovenes estrellas gigantes que arden intensamente y radian el el ultravioleta. Es cierto, como nos decía Kant que, las galaxias son como pequeños universos. La imagen que nosotros tenemos de Universo es reciente. En 1924 Edwin Hubble realizó la demostración definitiva de que las nebulosas espirales cantidades enormes de estrellas similares a nuestra galaxia, la Vía Láctea. Las galaxias siendo inestables se revelan como estructuras fluidas en una transformación permanente. En 1960 se descubrieron los cuásares, este descubrimiento conllevó a un reto nuevo para comprender el Universo y afirmó la evolución de sus unidades básicas, las galaxias.

http://www.nicboo.com/sites/default/files/field/image/cumulos-galaxias.jpg

Un equipo encabezado por astrónomos chilenos encontró el cúmulo de galaxias más grande y poderoso del universo lejano. Esto valida el modelo de investigación cosmológico actual y da pistas para el entendimiento de fenómenos como la expansión y edad del universo.

Las galaxias tienden a agruparse, los grupos que se forman se denominan cúmulos. Estos cúmulos pueden ser de dos tipos, abiertos y globulares. (Nuestro grupo es conocido como grupo local, está compuesto por 27 miembros, de los cuales solo dos tienen tamaño apreciable)

Las galaxias se han formado a partir de una nube gaseosa protogaláctica. Debido al efecto de la propia gravedad de las galaxias, cualquier movimiento se aumenta debido a la ley de conservación del momento angular. Si la nube produce una rotación lenta, sus reservas de gas se transforman en estrellas y la galaxia que se origina tendría forma de elipsoide, dando lugar a una galaxia elíptica. Al contrario ocurre si el achatamiento de la galaxia es rápido, se creará un disco galáctico que formará nuevas estrellas en el futuro.

Un grupo de astrónomos europeos han empleado el ESO’s Very Large Telescope (European Southern Observatory) para descubrir y estudiar el cuásar más lejano encontrado hasta la fecha. Un quasar (acrónimo en inglés de quasi-stellar radio source) es una fuente astronómica de energía electromagnética, que incluye radiofrecuencias y luz visible. Actualmente pensamos que los cuásares son galaxias muy distantes y brillantes que están alimentadas por un gran agujero negro en su centro. Los resultados de este descubrimiento se publicaran en la edición de junio de la revista Nature.

Hoy nos parece normal que podamos señalar con cierta precisión las distancias a las que están situadas las estrellas y las galaxias pero, no siempre fue así y, en astronomía, las aproximaciones eran el pan de cada día. Calcular distancias con variables de hasta miles de años-luz era lo normal, no se contaba con las herramientas adecuadas para poder fijar con exactitud la situaci´çon de objetos lejanos.

El el añi 1952, el año anterior a la muerte de Hubble, Walter Baade anunció un una reunión de la Unión Astronómica Internacional celebrada en Roma que había descubierto un error en la determinación del valor período-luminosidad de las cefeidas, y la corrección de tal error hacía duplicar la escala de distancias cósmica. Posteriormente, el ex ayudante de Hubble, Allan Sandage, en colaboración con el astrónomo suizo Gustav Tammann, logró nuevos refinamientos de la escala de distancias, lo cual permitió a los astrónomos medir distancias de galaxias situadas a centenares y miles de millones de años-luz.

Los telescopios Subaru y Keck han hallado una nueva galaxia situada a 12.900 millones de años luz, lo que la convierte en la más lejana jamás observada. La luz de la galaxia, llamada SXDF-NB1006-2, ha tardado tanto tiempo en llegar hasta los telescopios terrestres, que lo que se está observando actualmente sólo tiene unos pocos miles de millones de años desde el Big Bang, es decir, probablemente sea una de las primeras galaxias que se formaron tras la creación del Universo.

 

El Observatorio Chandra de Rayos X de la NASA ha encontrado dos agujeros negros supermasivos que crecen a un ritmo más rápido que sus galaxias. Este hallazgo, que será publicado en ‘The Astrophysical Journal’, desafía a las teorías actuales que señalan que estos agujeros negros crecen en el centro de las galaxias y al mismo ritmo que éstas.

Como habréis podido deducir por todo lo anteriormente expuesto y dicho, el Universo es algo inmenso que no deja de dar sorpresas y nos habla de lugares donde las energías de las estrellas ionizan regiones de años-luz de expansión, donde habitan agujeros negros masivos, en los que quásares de inmensas luminosidades destacan más que las propias galaxias que los contienen, donde Nebulosas de gran belleza generan nuevas estrellas y nuevos mundos al mismo tiempo que, las transiciones de fase que allí se producen, transmutan los elementos sencillos y más simples del Universo en otros más complejos y pesados. El Universo en fin, es ese “todo” dinámico en el que, reunidos en una gran familia, cohabitan las estrellas y los mundos junto con la vida que, con asombro, contempla todo este carrusel de energía luminosa en contínua transformación.

emilio silvera