Ene
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¿Cerebro y Mente? ¿Inteligencia y Sabiduría?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo y la Mente ~
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« ¡El Universo! Y nosotros… ¿Seremos su parte que piensa?
El mito del eterno retorno: la Regeneración del Tiempo
Tomado literalmente, el tiempo cíclico hasta sugiere una especie de inmortalidad. Eudemo de Rodas, discípulo de Aristóteles, decía a sus propios discípulos: “Si creéis a los pitagóricos, todo retornorá con el tiempo en el mismo orden numérico, y yo conversaré con vosotros con el bastón en la mano y vosotros os sentaréis como estáis sentados ahora, y lo mismo sucederá con toda otra cosa”. Por estas o por otras razones, el tiempo cíclico aún es popular hoy, y muchos cosmólogos defienden modelos del “universo oscilante” en los que se supone que la expansión del universo en algún momento se detendrá y será seguida por un colapso cósmico en los fuegos purificadores del siguiente big bang.
La estrella Wolf 1061 y sus tres planetas. El «c» es el potencialmente habitable – UNSW
Un equipo de astrónomos australianos ha descubierto el planeta potencialmente habitable más cercano a la Tierra fuera del Sistema Solar, a «solo» 14 años luz, una distancia que puede parecer muy larga, pero que es mucho más corta que la que nos separa de la mayoría de candidatos a albergar vida y una nadería en la inmensidad del Universo. Este nuevo mundo, que tiene más de cuatro veces la masa del nuestro, es uno de los tres que el equipo detectó alrededor de una estrella enana roja llamada Wolf 1061.
La física cuántica nos dice como es la Naturaleza

En el Universo existen muchas clases de resonancias…inesperadas
Las resonancias parecen ser solamente una especie de versión excitada de los Hadrones estable. Son réplicas que rotan más rápidamente de lo normal o que vibran de diferente manera. Análogamente a lo que sucede cuando golpeamos un gong, que emite sonido mientras pierde energía hasta que finalmente cesa de vibrar, una resonancia termina su existencia emitiendo piones, según se transforma en una forma más estable de materia.
Por ejemplo, la desintegración de una resonancia ∆ (delta) que se desintegra por una interacción fuerte en un protón o neutrón y un pión, por ejemplo:
∆⁺⁺→р + π⁺; ∆⁰→р + πˉ; o п+π⁰
En la desintegración de un neutrón, el exceso de energía-masa es sólo 0,7 MeV, que se puede invertir en poner en movimiento un protón, un electrón y un neutrino. Un Núcleo radiactivo generalmente tiene mucha menos energía a su disposición.
Visión tridimensional del gas expulsado de NGC 253. El eje vertical muestra la velocidad y el horizontal la posición. Los colores representan la intensidad de la emisión; rosa es la emisión más fuerte y rojo la más débil. : ALMA (ESO/NAOJ/NRAO)/Erik Rosolowsky.

Cerebro y Mente, son dos entes separados que depende el uno del otro… ¡Siempre nos dio mucho en que pensar! El cerebro quizás sea la “máquina” más compleja del Universo, la Mente, el Ente inmaterial (metafísico) que surge de ella y que podría llegar a emitir un poder inimaginable.
No acabamos de ponernos de acuerdo en el hecho de si, la sabiduría, o la competencia profesional o la pericia, también la Inteligencia, pueden ser catalogadas como categorías biológicas, pero lo son. La mayoría de la gente comprende, de forma general y vaga, que la mente es producto del cerebro, pero no siempre resulta fácil comprender lo íntima que es esta relación. Aunque acepte la conexión entre Mente y Cerebro en tanto que proposición abstracta, la mayoría de las personas no llegan a entender ni asimilar de forma inmediata estas cuestiones del cerebro-mente-inteligencia-sabiduría, como sí lo hacen con las cuestiones más cotidianas.
En realidad, cuando hablamos de Mente y cerebro lo hacemos como parte de un vestigio pertinaz y recalcitrante que nos viene de lejos, cuando algunos estudiosos de la Filosofía como René Descartes, proponían que mente y cerebro estaban separados y que la Mente existe de manera independiente del cuerpo. Muchos son los libros que sobre el tema han sido escritos, algunos excelentes como: El error de Descartes, La Table rasa y otros muchos. La secular incapacidad para entender que la mente es producto del cuerpo inspiró la pintoresca imagen de la mente como el ente superior, inmaterial, que viviendo en el cerebro, en realidad era sensorialmente inmaterial y podía, estar fuera o dentro de nosotros para general ideas y pensamientos.
Las reglas de causa y efecto, tal como las aceptas, te han metido en el volumen de un cuerpo, y la duración de la vida humana. En realidad, el campo de la vida humana es abierto e ilimitado en su más profundo plano.
Tu cuerpo carece de edad y tu mente de tiempo. Una vez que te identifiques con esa realidad, que es congruente con la visión cuántica del universo, entraras en el nuevo paradigma, y tu conciencia, sé expandirá, cósmica y cuánticamente en fractales radiales exponenciales y dimensionales.
Al mirar el Microscopio electrónico, (Microcosmos) vemos como las partículas cuánticas se mueven, (virtualmente) a la velocidad de la luz, y si miramos al cielo y observamos las Estrellas, veremos la inmutabilidad del Macrocosmos. Cada uno habita en una realidad que se encuentra mas allá de todo cambio. En lo más profundo de nosotros, sin que lo sepan nuestros sentidos externos tridimensionales o físicos, existe un intimo núcleo del ser, un campo de inmortalidad, que crea la personalidad, él yo y el cuerpo. Este ser es nuestro estado esencial, es nuestra esencia (Alma), es quien realmente somos. Somos Almas en este inmutable escenario eterno.
Nadie ha sabido nunca explicar lo que el Tiempo es. Lo único que hemos podido sacar en claro es que, su transcurrir lo cambia todo. Su hermana inseparable, la Entropía, se encarga de ello. Y, de su hipotética prima, la Etermidad, no podemos decir que la tengamos localizada, ya que, todo tiene un principio y un final y, siendo así (que lo es), la Eternidad no tiene cabidad aquí.
Ni una Galaxia, cuya vida se remonta a miles de millones de años… ¡Es Eterna!
Otros dicen que el Tiempo existe solo como eternidad, el tiempo es Eternidad Cuantificada, es la temporalidad cortada por nosotros, en trozos o fragmentos, de tiempo que llamamos días, horas, minutos, y segundos. Lo que llamamos tiempo lineal es solo un reflejo de nuestro modo de percibir los sucesos o los cambios en que nos vemos envuelto en nuestro limitado sistema perceptual .
Si se pudiera percibir lo inmutable, el tiempo dejaría de existir tal como lo conocemos. Podemos empezar por aprender, a concebir y metabolizar lo Inmutable, la Eternidad, lo Absoluto, al hacerlo, estaremos listos para crear la fisiología de la Inmortalidad. Claro que es difícil, si se tiene una comprensión aceptable del universo, asimilar esos conceptos de eternidad, infinito o inmortalidad que… ¡En nuestro universo no están presentes! Aquí todo se transforma, todo comienza y termina, todo nace y muere.
Somos propensos los Humanos, cuando hablamos y queremos contar cosas, hacer referencias que, en realidad, sólo son metáforas de “Vacío”, de “Infinito”, o, de “Eternidad” esos tres conceptos que utilizamos para decir que hay poco, que nunca muere, y que dura siempre. Claro que, ninguno de los tres conceptos son ciertos en nuestro Universo: Ni existe el Vacío (siempre hay), Ni tampoco nada es infinito (todo muere), y, de la Eternidad que podemos decir: Sólo es una abstracción de la Mente.
Si somos capaces de entrar en ese campo transcendente de superior nivel filofósifoco y hasta metafísico se podría decir, ya no creeremos en ese dualismo cartesiano entre cuerpo y mente…nos podremos deposajr de vestigios del pasado y llegar a comprender, con claridad meridiana que, la Mente es algo evolucionado dentro de nuestro cuerpo que ha sido puesta ahí por mecanismos del universo que no hemos podido llegar a entender pero que, de todas formas intuimos que, la conexión entre ambos, Mente y Universo, es tan real como la vida misma.
Los mecanismos del Universo hizo posible el surgir de la Vida y, en alguna de sus modalidades (seguro que exioten muchas más) se plasmó esa simbiosis primera de Cuerpo y Mente que haría posible la evolución de la segunda para que, después de algunos miles o millones de años, pudiera alcanzar el zenit en individuos que eran poseedores de rasgos e ingredientes predeterminados de personalidad e inteligencia, empuje y energía, la capacidad para entender lo que otros no entienden, el poder fijarse objetivos a largo plazo que requerían de un talento innato y especial que no era posible adquirir sino que se nace con él. Es el destino biológico de unos pocos que, a pesar de su talento, sí necesitaron del empuje y la ambición y, finalmente, los triunfosd, llegaban como frutos del esfuerzo individual.
Al fin y al cabo todo el mundo acepta que el esfuerzo solo no basta para convertirse en un Mozart, un Shakesperare o un Ramanujan. Para subir esa escalera que te llevará a la cumbre, principalmente, el ingrediente necesario será el Talento, la Sabiduría y, de vez en cuando, se agreaga un poquito de suerte o azar.
Claro que la Sabiduría es una buena noticia para todos nosotros. Si alguien la posee, siempre tenderá a exponerla a los demás para que, de una u otra forma podamos disfrutar de ella aunque sólo sea a través de la admiración hacia el Sabio que no la muestra pero, en realidad, en el último momento, lo que deseamos es apropiarnos de algo de esa sabiduría para nosotros. ¡Necesitamos saber!
Es el saber popular de todas las Sociedades a lo alrgo de la Historia, la sabiduría siempre ha sido asociada con los ancianos. La sabiduría ha sido el más preciado bien y, en torno a ella, todos nos hemos puesto en coro a escuchar esas palabras sabias que nos indicaban el camino a seguir.
No siempre hemos sabido determinar lo que es la realidad y lo que son sólo sueños. Escenarios que nuestros ojos ven y que nuestros oidos oyen, son los mensajes que el cerebro recibe y se los cree. Así que, teniendo unos sentidos limitados, es posible, que los mensajes no sean todo lo fiables que debería y, el “mundo” que el cerebro conforma… ¡Puede que no se ajuste a la realidad del “mundo”!
¿Qué es la realidad?, ¿Como la definimos?, ¿Cuántas realidades hay?, ¿Cada uno de nosotros tiene su propia realidad?¿Qué realidad nos transmite el Universo en nuestro Mundo, será distinta a realidades de otros Mundos? ¿Es una realidad la cuántica? ¿Existen realidades que no podemos percibir? La realidad va en función de la percepción que se tenga de ella, y esta forma parte de la Conciencia. Nuestra conciencia actual es un condicionamiento de nuestra visión del mundo actual y colectivo, es la que nos enseñaron nuestros padres, maestros, la sociedad, gobierno y religiones. A esta manera de ver y entender el mundo, pertenece el antiguo paradigma. Y, como nos diría Tom Wood, necesitamos nuevos paradigmas para poder entender la “realidad” de la Naturaleza.
Es cierto que, algunas veces, cuando profundamente pensamos en todos estos conceptos, llegamos a la conclusión de que la realidad no existe, y, si entramos en el mundo de la filosófía podríamos argumentar que nunca nadie ha podido “ver” un pensamiento y, sin embargo, ¿cuántos generamos durante nuestras vidas?
A partir del mundo físico de Faraday Maxwell nos pudo señalar su mundo mental de la electricidad y el magnetismo
El mundo físico, incluido nuestro cuerpo, es una reacción del observador. Creamos el cuerpo según creamos la experiencia de nuestro mundo.En su estado esencial (microcósmico), el cuerpo está formado de energía e información, y no de materia sólida. Esta energía e información, surge de los infinitos campos de energía e información que abarcan todos los universos. La mente y sus cuerpos, desde el físico hasta el espiritual y sus múltiples manifestaciones multidimensionales, son inseparablemente uno, o sea la unidad YO SOY.
Esta unidad Yo Soy, la separaremos en dos corrientes de experiencia. La experimentamos primero como corriente subjetiva, como pensamientos, ideas, sentimientos, deseos y emociones. La corriente objetiva la experimentamos como el cuerpo físico, mas sin embargo en un plano mas profundo, las dos corrientes se encuentran en una sola fuente creativa, y es a partir de esta , desde donde realmente nos manifestamos y tenemos nuestro ser.
La bioquímica del cuerpo es un producto de la conciencia, las creencias, los sentimientos, las emociones, los pensamientos e ideas, crean reacciones que sostienen la vida en cada célula. La percepción parece como algo automático, pero esto es un fenómeno aprendido, si cambias tu percepción, cambias la experiencia de tu yo , y por ende de tu mundo.
Por supuesto, todos sabemos el dilema del observador en la cuántica. Se trata del enigmático principio de incertidumbre que nos impide medir una partícula sin afectar el resultado. Es posible conocer una cosa, más no la otra. Por mucho tiempo, Copenhague fue el modelo que rigió ese conocimiento específico de la cuántica pero ya existe otro. Tenemos el experimento del físico John Cramer que basó su modelo en la teoría de radiación electromagnética de Wheeler-Feynman y predice los resultados de los experimentos cuánticos tan bien como el “viejo” modelo lo hace. Lo más atractivo: el observador no tiene ningún papel especial en el resultado.
En realidad, solo somos una parte infinitesimal de lo mucho que podemos vislumbrar.
Los humanos seguimos afianzándonos a todo lo que nos ponga en el centro de las cosas. Los fenómenos que no pueden ser explicados nos excitan y hemos estado usándolos para justificar a nuestros dioses desde que descubrimos que podemos producir ilusiones para tapar nuestra ignorancia. Cada vez que algo es explicado, movemos nuestras pertenencias hacia el próximo misterio; y cuando ese enigma revela sus mecanismos nos pasamos a otro. No es la ausencia de evidencia lo que mortifica al creyente que propone afirmaciones extraordinarias como verdaderas, son las evidencias del otro, del científico en el laboratorio; él lo obliga a buscar otra casa y mudarse donde no haya iluminación.
Lo cierto es que, creamos nuestra propia realidad dentro de otra realidad más grande que resulta ser el UNIVERSO.
Claro que, esa sabiduría a la que antes me refería nos debería llevar hasta propósitos superiores, incluso de una célula podríamos aprender: Cada Célula del cuerpo acuerda trabajar por el bien del Todo; el Bienestar individual es secundario. Si es preciso, morirá para proteger al cuerpo (Lo que ocurre con frecuencia). La vida de cualquier célula es muchísimo más breve que la nuestra. Las celulas de la piel mueren por cientos cada hora, al igual que las inmunológicas que combaten los microbios invasores. El egoísmo resulta inconcebible, incluso cuando la supervivencia de las células está en juego.
Los paisajes cambian como todo en nuestro Universo
¿Por qué no hacemos nosotros lo mismo? ¿Acaso no hemos finalizado nuestro proceso de Humanización, o, por el contrario, simplemente se trata de que somos así. Seres egoistas en los que prima lo individual y el YO, contra el NOSOTROS, como Ente principal. Hay una cuestión que me da algo de esperanza: Cuando hablamos de nuestros hijos, de nuestro ser Amado…El Yo se queda detrás y prevalecen esos valores que, en realidad, son los que nos ditinguen y nos hacen grandes.
Bueno, pero ¿no estaba hablando de la Mente, la Sabiduría y la Inteligencia? Sí, es posible. Sin embargo, todo siempre viene a desembocar en lo mismo: Nosotros y el Universo.
emilio silvera
Ene
17
Una Galaxia es un Universo en Miniatura pero… ¿Que es la Mente?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo y la Mente ~
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Con frecuencia hemos hablado aquí de la Mente y de la Materia, del Universo y de las galaxias que lo pueblan, de los Mundos y de la Vida, de las múltiples teorías que observando y experimentando hemos creado poder explicar la Naturaleza, de las Constantes Universales y de las cuatro Fuerzas Fundamentales.
En fin, hemos hablado de los objetos exóticos que pueblan el universo y de las maravillas que ocurren en el corazón de las estrellas que, a temperaturas de millones de grados, transmutan los elementos simples en otros más complejos. De todo eso y de muchas más cosas hemos hablado aquí y, posiblemente, algún lector, haya podido aprender alguna cosa. Siempre hemos procurado exponer los temas de la manera más sencilla posible y, si lo hemos logrado o no, serán ustedes los que lo tengan que juzgar.
Todo el universo está en nosotros, somos una parte de él, la que piensa
La cosmología observacional se ocupa de las propiedades físicas del Universo, como su composición física referida a la química, la velocidad de expansión y su densidad, además de la distribución de Galaxias y cúmulos de galaxias. La cosmología física intenta comprender estas propiedades aplicando las leyes conocidas de la física y de la astrofísica. La cosmología teórica construye modelos que dan una descripción matemática de las propiedades observadas del Universo basadas en comprensión física.
Por el momento no sabemos despejar la incognita. Existe una gran interrogación cuando se hace la pregunta: ¿Hasta dónde podrá evolucionar nuestra mente? y, si esa es la pregunta, la respuesta es… ¡No lo sabemos! Pero demos un giro a nuestros pensamientos y recordemos que… ¡Todo empezó a partir de la “materia inerte” y, de manera inexplicable, pudimos llegar hasta los pensamientos! ¿Qué pudo ocurrir para que esa maravilla fuese posible?
Una galaxia es un universo en miniatura, allí pueden estar representados todos y cada uno de los objetos que pueblan el Cosmos. En el ámbito de una galaxia todas las fuerzas del universo actúan allí a nivel local, La Gravedad mantiene allí unidas a las estrellas y los mundos, las Nebulosas y las ingentes cantidades de gas y polvo que contienen crear estrellas nuevas. Allí, en las galaxias, residen agujeros negros, estrellas de neutrones y una gran variedad de estrellas y de sistemas solares, así cometas errantes y enormes meteoritos que vagan por el espacio interestelar. En una galaxia, amigos míos, podemos encontrar todo aquello que en el universo existe. Las hay muy pequeñas, enanas con menos de un millón de estrellas y también, las hay gigantes y supergigantes que llegan a tener muchos cientos de miles de millones de estrellas. Algunas tienen diámetros que sobrepasan los 600.000 años-luz.
Pueden estar aisladas y también en pequeños grupos (como nuestro Grupo Local de Galaxias donde reinan Andrómeda y la Vía Láctea. Pero, también existen enormes estrucutras, cúmulos y supercúmulos de galaxias como el de Virgo. Muchos son los tipos de galaxias conocidos y, referidas al material que las conforma, a su físicas específicas, o, también, a otras circunstancias especiales, raras o exóticas, la familia de las galaxias es grande y muy variada.
“La Vida, como una cúpula de vidrio multicolor, mancha el blanco resplandor de la eternidad.”
Y, en todo ese aparente maremágnum, apareció la vida. De la misma manera que no llegamos a comprender el Universo, tampoco conocemos lo que la vida es, y, las definiciones que hemos encontrado para explicarla, ni se acercan a la realidad, a la grandiosidad, a la maravillosa verdad que el universo nos muestra a través de la vida, en la que, a veces, subyacen los pensamientos y los mejores sentimientos.
Cuando la Tierra era primitiva y contenía la química necesaria, la vida surgió
Aquí, decía al principio, hemos comentado sobre los muchos procesos científicos que, de alguna manera, han podido involucrar a más de uno que, habiendo sentido curiosidad y teniendo ganas de saber, han seguido con cierta fidelidad lo que aquí pasaba. Hemos podido explicar que, la Astronomía, al destrozar las esferas cristalinas que, según se decía, aislaban la Tierra de los ámbitos etéreos que se hallan por encima de la Luna, nos puso en el Universo. También hemos podido contaros que la Física cuántica destruyó la metafórica hoja de cristal que supuestamente separaba al observador distante del mundo observado. Juntos, hemos podido descubrir que estamos todos, inevitablemente enredados en aquello que no conocemos pero que, deseamos conocer.
¡Nos queda tanto por aprender!
La Astrofísica, al demostrar que la materia es la misma en todas partes y que en todas partes obedece a las mismas leyes, nos reveló una unidad cósmica que se extiende la fusión nuclear en el núcleo de las estrellas, hasta la química de la Vida. La Evolución darwiniana, al destacar que todas las especies (al menos de la vida terrestre que conocemos), están relacionadas y que todas surgieron a partir de la “materia inerte”, puso de manifiesto que no hay ninguna muralla que nos separe de las otras criaturas de la Tierra, o del planeta que nos dio la vida yb que, en definitiva, estamos hechos del mismo material que están hechos los mundos.
La convicción de que, en cierto sentido, formamos una unidad con el universo, por supuesto, ha sido afirmada antes muchas veces por hombres sabios en otras esferas del pensamiento. Acordémonos de lo que dijo Heráclito: “Todas las cosas son una sola cosa”; Lao-tse en China, describió al hombre y la Naturaleza como gobernados por un solo principio (lo llamó el Tao); y la creencia en la unidad de la Humanidad con el Cosmos estaba difundida los pueblos anteriores a la escritura, como lo puso de relieve el jefe indio suquamish Seattle, quien declaró en su lecho de muerte que “todas las cosas están conectadas, como la sangre que une a una familia”.
Pero hay algo sorprendente en el hecho de que la misma concepción general ha surgido de ciencias que se enogullecen de su lúcida búsqueda de hechos objetivos, empíricos. los mapas de cromosomas y los registros fósiles que representan la interconexión de todos los seres vivos de la Tierra, hasta la semejanza de las proporciones químicas cósmicas con las de las especies vivas terrestres, nos muestran que realmente formamos parte del universo en su conjunto.
tiempo ya que me resulta difícil no creer en la presencia de Vida en otros Mundos. Un poeta del pasado decía -en relación a la infinidad de mundos que son-:
“Un triste espectáculo. Si están habitados, ¡qué campo el sufrimiento y la locura! Si no están habitados, ¡qué despilfarro de espacio!”
Como la Tierra, otros muchos planetas estarán situados en la zona habitable de sus estrellas,
el agua líquida, los océanos y la atmósfera será la idónea para que la vida prolifere.
La verificación científica de nuestra participación en las acciones del Cosmos tiene, desde luego, muchas implicaciones. Una de ellas, de la que hemos hablado aquí con frecuencia, es que, si la vida inteligente ha podido evolucionar aquí en la Tierra también puede haberlo hecho en otras partes del universo.
En cualquier planeta la Tierra (de los que se ha calculado que existen miles de millones sólo en nuestra Galaxia) que orbite una estrella como el Sol (de las que existen diez mil de millones sólo en nuestra Galaxia), si están situados a la distancia adecuada para que esté presente el agua líquida, lo más probable es, que la vida prolifere y, con el tiempo suficiente, evolucionar hasta la inteligencia. tranquilamente podemos especular que no somos la única especie que ha estudiado el universo y que se ha preguntado sobre su papel dentro de él.
que la Mente surgió en el Universo, sus portadores, ¿nosotros? (seguramente habrá muchos más que portaran cerebros pensantes que, situados en otros mundos e incluso en otras galaxias, se harán las mismas preguntas que ahora nos hacemos),, siempre hemos querido saber sobre el por qué de las cosas.
Todo el Universo está en nosotros que somos parte de él
Nuestra comprensión de la relación entre la mente y el universo puede depender de que podamos tomar con otra especie inteligente con la cual compararnos. Raramente la Ciencia ha obtenido buenos resultados al estudiar fenómenos de los que sólo tenía un ejemplo. Las leyes de Newton y Einstein habrían sido mucho más difíciles -quizás imposibles- de formular si sólo hubiese habido un planeta para someterlas a prueba, y a menudo se dice que el problema de la cosmología es que sólo tenemos un universo para examinar. (El descubrimiento de la evolución cósmica reduce un poco esta dificultad al ofrecer a nuestra consideración el muy diferente del universo en los primeros momentos de la evolución cósmica). La cuestión de la vida extraterrestre, pues, va más allá de problemas como el de si estamos sólos en el universo, o si podemos esperar tener compañia cósmica o si debemos temer tener invasiones exteriores; sino que también sería una manera de examinarnos a nosotros mismos y nuestra relación con el resto de la Naturaleza.
Sí, son muchas las conexiones y las cosas que no hemos llegado a comprender. Nuestra presencia en el Universo, el discurrir de nuestros pensamientos, lo que es en esencia la Mente, el asombroso suceso de que puedan surgir los pensamientos, crear ideas e inventar nuevas cosas, intuir lo que más allá de lo que podemos ver pueda existir, configurar estructuras y mundos y en nuestrasa mentes que aún no hemos visto nunca y, descubrir más tarde que son realidades.
Hay cuestiones que van mucho más allá de nuestros pensamientos, sobrepasan la propia filosofía y entran en el campo inmaterial de la Metafísica, quizá el único ámbito que realmente pueda explicar lo que la Mente es. Allí reside la esencia de lo complejo, del SER. Ya sabéis lo que nos dejó dicho el sabio Marco Aurelio:
“Marco Aurelio Antonino Augusto (apodado el Sabio), nacido en Roma, fue emperador del Imperio Romano. Fue el último de los llamados Cinco Buenos Emperadoresm tercero de los emperadores de origen hispano y está considerado como una de las figuras más representativas de laa filosofía estoica. ” Él veía un poco más alláque otros mortales”.
Richard Harris en su papel de Marco Aurelio en Gladiator
“Todo estado presente de una sustancia simple
es naturalmente una consecuencia de su estado anterior,
de modo que su presente, está cargado de su futuro.”
Sabemos eso pero, ¿Qué futuro es el nuestro? Si estrapolamos lo anterior a nosotros y a nuestro futuro resultará que, el futuro será para nosotros lo que queramos que sea, es decir, lo podemos construir, con nuestras acciones de hoy que harán el mañana. Claro que… ¿Dónde dejamos la intervención -en su caso- de la Naturaleza? No, no resulta fácil decir lo que será el impredecible mañana.
emilio silvera
Nov
19
¡El Universo y la Mente! Una prueba de la evolución de la materia hasta...
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo y la Mente ~
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Es verdaderamente admirable constatar cómo ha ido evolucionando nuestro entendimiento del mundo que nos rodea, de la Naturaleza, del Universo. Hubo un tiempo en el que, los individuos de nuestra especie deambulaban por el planeta pero no sabían comprender el “mundo”, ni podían pensar siquiera en el misterio que representaban los fenómenos naturales que a su alrededor se sucedían.
Pasado el tiempo, pudieron mirar hacia arriba y, la presencia de aquellos puntitos brillantes en la oscura y misteriosa oscuridad de la noche, el paso de los cometas, y otras maravillas que no podían explicar, despertó su curiosidad consciente y comenzaron a plantearse algunas preguntas. Muchas decenas de miles de más tarde, nuestro deambular por el planeta, las experiencias y la observación de la Naturaleza, nos llevó a comprender, algunas de las cosas que antes no tenían explicación.
Pensadores del pasado dejaron la huella de sus inquietudes y los llamados filósofos naturales, hicieron el ejercicio de dibujar el “mundo” según ellos lo veían. Nos hablaron de “elementos” de “átomos” y, aunque no era el concepto que ahora de esas palabras podamos tener, ya denotaba una gran intuición en el pensamiento humano que trataba de entender la Naturaleza y cómo estaban hechas las cosas que nos rodeaban. Ellos, a la materia primigenia la llamaron “Ylem” la sustancia cósmica.
Es cierto que siempre hemos quertido abarcar más de lo que nuestra “sabiduría” nos podía permitir. Ahora, en el presente, las cosas no han cambiado y tratamos de explicar lo que no sabemos, y, para ello, si hay que inventarse la “materia oscura”, las “fluctuaciones de vacío”, los “universos paralelos”, los “agujeros de gusano”, o, cualesquiera otros conceptos o fenómenos inexistentes en el mundo material o experimental… ¡qué más da! Lo importante es exponer las ideas que nos pasen por la cabeza que, de alguna manera, pasando el tiempo, se harán realidad. Nuestras mentes, como digo, siempre fueron por delante de nosotros mismos y ha dejado al descubierto esa intuición que nos caracteriza y que, de alguna manera, nos habla de esos hilos invisbles que, no sabemos explicar como pero, nos conectan con el resto del Universo del que, al fin y al cabo, formamos parte, ¡la que piensa!
Tales de Mileto, uno de los siete sabios de Grecia, nos habló de la importancia del agua para la vida. Él intuyó que sin agua, la vida sería estéril en el planeta. Allí donde el agua corria y se mezclaba con las sustancias de la tierra, unido a los fenómenos naturales y ayudada por el tiempo, hacía posible el surgir de la vida.
Ahora, que hemos podido realizar un cierto avance en el “conocimiento del mundo que nos rodea”, no le damos la verdadera importancia que tienen algunos pensamientos del pasado que, en realidad, son los responsables de que ahora, nos encontremos en el nivel de conocimiento que hemos podido conquistar. Tales de Mileto, uno de los siete sabios de Grecia, fue el primero que dejó a un lado la mitología para utilizar la lógica y, entre otras muchas cosas, indicó la importancia que tenía el agua para la existencia de la vida. Empédocles nos habló de los elementos y Demócrito del a-tomo o átomo., Arquitas de Tarento (filósofo, soldado y músico), el amigo de Platón y seguidor de Pitágoras, ya se preguntaba: ¿Es el Universo infinito?
Hablamos del borde del Universo y suponemos que allí comienza un vacío infinito
Él mismo se contestaba diciendo que todo tenía un límite y pensaba en el final que lindaba con el “vacío”, allí donde nada impedía que su espada, lanzada con fuerza en el borde del universo, siguiera su camino sin fin, ninguna fuerza podría pararla y con ninguna clase de materia podría chocar. Así, con esos pensamientos surgidos de la mente humana, podemos constatar que, desde siempre, hemos tratado de saber de qué están hechas las cosas, cómo funciona la Naturtaleza y de qué manera funciona el universo que tratamos de comprender.
El Universo se expande y nuestras mentes también. Eso que llamamos Tiempo siguió su transcurrir inexorable, los pensamientos de los grandes pensadores se fueron acumulando en un sin fin de conjeturas y teorías que, poco a poco, pudimos ir comprobando mediante la observación, el estudio y la experimentación hasta que pudimos llegar a saber de qué estaban hechas las estrellas y cómo la materia se transmutaba en sus “hornos” nucleares para crear elementos que hicieran posible el suregir de la vida en los mundos (no creo que la vida esté supeditada a este mundo nuestro).
“Materia es todo aquello que tiene localización espacial, posee una cierta cantidad de energía, y está sujeto a cambios en el tiempo y a interacciones con aparatos de medida. En física y filosofía, materia es el término para referirse a los constituyentes de la realidad material objetiva, entendiendo por objetiva que pueda ser percibida de la misma forma por diversos sujetos. Se considera que es lo que forma la parte sensible de los objetos perceptibles o detectables por medios físicos. Es decir es todo aquello que ocupa un sitio en el espacio, se puede tocar, se puede sentir, se puede medir, etc.”
No parece que según estas definiciones se pueda llamar materia a la dichosa “materia oscura”.
El conocimiento que creemos que tenemos sobre cómo está conformada la materia y las fuerzas fundamentales que con ella interaccionan, nos ha llevado a escenificar un Universo algo más comprensible que aquel, que nuestros ancestros imaginaron con la presencia de dioses y divinidades que eran los que, creaban los “mundos” o, el universo mismo, cada vez que soñaban. Es asombroso que hayamos podido llegar hasta la consciencia siendo la línea de salida la “materia inerte”. Sin embargo, el recorrido ha sido árduo y muy largo…, ¡diez mil millones de años han necesitado las estrellas para poder solidificar los elementos de la vida para crear, en algunos de los muchos mundos presentes en las galaxias, el protoplasma vivo que diera lugar a esa primera célula replicante que comenzara la fascinante aventura de la vida hasta llegar a los pensamientos.
En un planeta Tierra que estaba aún caliente, hace 3.850 millones de años, surgíeron las primeras formas microscópicas de vida que, evolucionadas, llegaron a formar el conjunto mde especies que hemos conocido y otras que aún, nos queda por descubrir.
Si nos preguntaran: ¿Es consciente el Universo? Tendríamos que contestar de manera afirmativa, toda vez que, al menos una parte, ¡la que piensa!, representada por seres vivos y que forman parte de ese inmenso universo, sí que lo es. La vida es la consecuencia de la materia evolucionada hasta su más alto nivel y, a partir de ella, ha podido surgir eso que llamamos cerebro del que surge el concepto de mente, ese ente inmaterial y superior que trasciende y va más allá, lo que los filósofos llamaron Ser y quisieron explicar mediante la metafísica. Todavía, no sabemos lo que la vida es y tampoco, podemos explicar, lo que es la energía, o, por exponer algún concepto de los muchos que denota nuestra ignorancia, tampoco podemos contestar a una simple pregunta: ¿Qué es el Tiempo? ¿Existe en realidad o simplemente es una abstracción de la mente?
Lo cierto es que nuestra especie ha dejado profundas huellas de su deambular por el mundo. Muchos de sus “tesoros y obras” quedaron enterrados en las profundidades del tiempo o inundados por los diluvios que las distintas civilizaciones que fueron nos contaron con sus maravillosas leyendas que, en realidad, trataban de explicar algo que sucedió y que no llegaban a comprender y, para ello, inventaban bonitas historias en las que, narraban hechos que quedaron difuminados por la fantasía hasta el punto de no saber, en el presente, donde termina la realidad y comienza la leyenda y si eran ciertas o no las bonitas “historias” que nos contaron.
Ni lo podemos explicar todo, ni todo lo podemos comprender
Lo cierto es que con frecuencia sucede que al surgir ideas nuevas que tienden a querer explicar científicamente lo que es la Naturaleza, aparecen viejos datos que relacionan esas nuevas ideas con aquellos viejos problemas. Tenemos que admitir que todavía “no sabemos” cómo es la realidad del mundo y que, nuestra realidad, no tiene que coincidir con la verdadera realidad que incansables buscamos y que, no siempre podemos “ver” aunque la tengamos delante de nuestros propios ojos.
De hecho, no sabemos explicar ni cómo se pudieron formar las galaxias, y, a pesar de ello, no tenemos empacho de hablar de singularidades y agujeros de gusano o de universos paralelos. ¡La imaginación!, creo que sin ella, no habríamos podido llegar hasta aquí. La imaginación unida a la curiosidad ha sido desde siempre, el motor que nos llevó hacia el futuro.
Si en realidad existe “el infinito”, seguro que está en nuestras mentes, o, posinlemente en otras que, como las nuestras, han imaginado cómo ensanchar el mundo y universo de los pensamientos sin límite alguno, el único límite que existe, amigos míos, es el de nuestra ignorancia para llegar a comprender lo que la Naturaleza es. En la Naturaleza están todas las respuestas a las preguntas que planteamos y que nadie sabe contestar. En ella, en la Naturaleza, buscan nuestros sabios esas respuestas y, para poder encontrarlas hemos inventado los aceleradores de partículas, los microscopios y telescopios que nos llevan a ese “otro universo” que el ojo desnudo no puede ver pero que, no deja de ser nuestro propio mundo, y, al ser conscientes de ello, también lo somos de nuestras limitaciones. En realidad, la única manera de avanzar es ser consciente de que no sabemos, toda vez que, si creyéramos que ya lo sabiamos todo… ¿para qué seguir buscando?
Todo está hecho de Quarks y Leptones, desde una galaxia hasta el fiero león que habita en la selva
El pensamiento filosófico es un “mundo” que ensanchó los límites de la mente humana, nos llevó hasta la Ciencia, en un mundo en el que, las semillas de Quarks y Leptones se constituían en un universo material en el que, unas fuerzas fundamentales interaccionaban para hacer posible el ritmo de todo lo que podemos observar, de todo lo que existe y que llegó, a crear el espaciotiempo y dentro de toda esa inmensidad, ¡los pensamientos y la imaginación! de objetos complejos que llamamos cerebro y transportan mentes creadoras de ideas como la de universos en la sombra, cuerdas cósmicas y otros muchos fantásticos fenómenos que pueblan un paisaje inmenso de “cosas” en constante ebullición que se transforman para crear otras diferentes. Para que eso sea posible, a veces podemos contemplar lugares violentos donde impera un Caos aparente pero, necesario para la creación.
Estamos rodeados de cosas bellas presentes en cualquier lugar al que podamos mirar pero… ¿Prestamos atención?
“Todas las cosas son”
Con esas sencillas palabras, el sabio, elevó a todas las cosas a la categoría de SER. ¿Tendrá memoría la materia? ¿Será posible que eso que llamamos materia “inerte”, no sea en realidad tan inocua ni tan insensible como imaginamos? Es posible que cada de la materia sea un paso necesario para poder llegar hasta su estado de consciencia que, en este mundo, se ha revelado en nosotros.
emilio silvera
Nov
10
¿Qué somos en realidad? ¿Lo sabremos algún día?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo y la Mente ~
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… a través de una combinación de acontecimientos afortunados, las nubes se abrieron para permitirnos un vistazo hacia abajo sobre la superficie de Titán. El pequeño mundo que, con su densa atmósfera, nos recuerda la Tierra del pasado. Sin embargo, sus océanos de metano…
¿Vida fuera de la Tierra? El momento llegará
“La argumentación de que no hubo tiempo suficiente para que la vida surgiera localmente en la Tierra se basa en una valoración puramente subjetiva y arbitraria, que no está corroborada por ningún elemento objetivo. No existe prueba alguna de que la aparición de la vida requiera cientos de millones de años, como se ha afirmado. Por el contrario, la visión que debemos tener esencialmente química y determinista. Así debemos mirar este fenómeno que lleva a creer, más bien, que la vida surgió de manera relativamente rápida, en un período de tiempo que con probabilidad hay que contar milenios y no en millones de años. Según esta concepción, el margen de unos cien millones de años que permiten los datos actuales deja tiempo suficiente para que la vida naciera en la Tierra. Es incluso posible que la vida surgiera y desapareciera varias veces antes de establecerse.”

No es que estemos conectados con el Universo, lo cierto es, ¡que somos parte de él!
Estoy totalmente convencido de que, de alguna manera, nuestras mentes, están conectadas con el cosmos del que formamos parte. Estamos aquí y nos parece de lo más natural, nunca nos paramos a pensar en cómo fue eso posible, en cómo surgió el “milagro”. A partir de la materia “inerte” evolucionada surgen entes pensantes y vivos, ¿cómo es posible tal maravilla? Hay que pensar (lo he referido en muchas ocasiones) que, el material del que estamos hecho (Nitrógeno, Carbono, etc.), se fabricó en las estrellas a partir del elemento más simple, el Hidrógeno que, evolucionado a materiales más complejos que llegaron hasta nuestro Sistema Solar primitivo en formación para constituirse en parte del Planeta Tierra en el que, bajo ciertas condiciones atmosféricas, presencia de agua y de radiación cósmica, dio lugar al nacimiento de aquella primera célula capaz de reproducirse que evolucionó hasta nosotros.
Estamos hecho de energía pura fabricada en las estrellas y nuestras mentes evolucionan formando parte de un Universo en constante expansión del que, sin que nos demos cuenta, recibimos continuos mensajes que nos mantiene conectados a esa fuerza invisible que nos hace pensar para descubrir su fuente.
En algún momento breve, he tenido la sensación de tener en mi mente la solución a un pensamiento continuado sobre un problema científico que me preocupa y quisiera conocer. La sensación de ese saber, de tener esa respuesta deseada, es fugaz, pasa con la misma rapidez que llegó. Me deja inquieto y decepcionado, estaba a mi alcance y no se dejó atrapar. Me ocurre con cierta frecuencia con distintos temas que me rondan por la cabeza. Sin embargo, esa luz fugaz del saber aparece y se va sin dejar rastro en mi mente que me permita, a partir de una simple huella, llegar al fondo de la cuestión origen del fenómeno.
¡Esa conexión invisible que nos ata a las estrellas!
La mente humana es una maravilla. Esas sensaciones que antes he mencionado, y, que en mí, llegan y se van sin dejar huellas, son las mismas que sintieron Galileo, Kepler, Newton, Planck o Einstein, lo único diferente es que en ellos, la sensación no fue tan fugaz, se quedó el tiempo suficiente en sus mentes como para que pudieran digerir el mensaje y comunicar al mundo lo que les había transmitido. Así, a fogonazos de luz del saber, avanza la Humanidad.
Nadie ha podido explicar nunca como llegan esos fogonazos de luz del conocimiento a unas pocas mentes elegidas.
El cerebro se cuenta entre los objetos más complicados del Universo y es sin duda una de las estructuras más notables que haya producido la evolución. Hace mucho tiempo, cuando aún no se conocía la neurociencia, se sabía ya que el cerebro es necesario para la percepción, los sentimientos y los pensamientos.
En tanto que objeto y sistema, el cerebro humano es muy especial: su conectividad, su dinámica, su forma de funcionamiento, su relación con el cuerpo y con el mundo, no se parece a nada que la conciencia conozca. Su carácter único hace que el ofrecer una imagen del cerebro se convierta en un reto extraordinario. Aunque todavía estamos lejos de ofrecer una imagen completa del cerebro, si podemos ofrecer retazos y datos parciales de algunos de sus complicados mecanismos. Sin embargo, carecemos de información para generar una teoría satisfactoria de la conciencia.
Estamos tratando de algo que pesa poco más de 1 kg –aproximadamente- y que contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas, generando continuamente emociones, etc.
¡Increíble, grandioso! ¿Pero sabemos encausarlo? De momento: NO.
El ADN de nuestros cuerpos contienen un registro del pasado, porque nuestros genes han sido moldeados por circunstancias ambientales. Aunque el registro genético, como el registro geológico, ha quedado envuelto y oscurecido por los estragos del tiempo, no está completamente borrado.
Sonsacando información de los genes, los microbiólogos pueden decir mucho sobre el ancestro universal que pudo haber vivido hace unos 4.000 millones de años, y con esta infromación podemos conjeturar algo sobre las condiciones que imperaban en aquella época. El mensaje que se extrae es una auténtica sorpresa. Pero debemos confiar en nosotros mismos, en ese cerebro que aún no conocemos y que, en abril de 2.003, por ejemplo, nos llevó a completar con éxito la secuenciación de 3.000 millones de letras de A D N presentes en el genoma humano.
Precisamente, ese conocimiento, se puede ver como un manual de instrucciones reconvertible en el libro de medicina más potente imaginable. Parece que ahí está el futuro de la salud humana: La Genética. El reto que tenemos por delante consiste en adoptar la forma correcta en que se deben leer los contenidos de todas esas páginas que contienen la secuenciación de los 3.000 letras de A D N, y comprender el modo de cómo funcionan juntas las distintas partes para encausar la salud y la enfermedad humanas.
La consecuencia más importante de todo esto es que se ha abierto la puerta a un alentador y enorme (aunque complejo) paisaje biológico nuevo. Su exploración necesitará de pensamientos creativos y nuevas ideas.
En el Universo todo es energía y de ellas surgimos nosotros y surgió la Conciencia que tratamos de conocer. Vinimos de las estrellas y hacia las estrellas regresaremos algún día lejano en el futuro, cuando esa conciencia se expanda hasta el punto de que podamos comprender. Nadie puede negar que: ¡La energía del Universo está en nosotros! Se nos da un tiempo (si no surgen problemas) para que podamos desplegar la parte alicuota de intelecto que nos toco en “suerte”, por “azar”, “genética” o vaya usted a saber el motivo de que, algunos tengan dotes superiores a las que otros tenemos y puedan “ver” con más facilidad la naturaleza de la Naturaleza. Creo que, todos los misterios del Universo, residen en nuestras mentes en las que, se encuentran todas las respuestas que podremos encontrar con el Tiempo. Precisamente por eso, se nos ha otorgado el don de poder luchar contra la entropía y, junto con las galaxias espirales, podemos generar entropía negativa que impide el deterioro ininterrumpido del mundo.
Lo incomprensible de todo esto es que lo podamos comprender. ¡Ideas que surgen tratando de decirnos como es el “mundo”
Hace 30 años, todo esto era un sueño, nadie se atrevía a pensar siquiera con que este logro sería posible algún día ¡secuenciar 3000 millones de grafos de A D N! Sin embargo, aquí viene la contradicción o paradoja, el cerebro que aún no conocemos, lo ha hecho posible. La genómica es una auténtica promesa para nuestra salud, pero necesitaremos algunos saltos cuánticos en la velocidad y la eficacia de la secuenciación del A D N.
No será fácil llegar a comprender lo que aquí vemos, nuestro cerebro, en pequeñito, es tan compejo como una galaxia
Los circuitos y conexiones cerebrales generan números que sobrepasan el de estrellas en las galaxias. Estamos tratando de algo que pesa poco más de 1 Kg –aproximadamente–, que contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas, generando continuamente emociones y pensamientos.
La consecuencia más importante de todo esto es que se ha abierto la puerta a un alentador y enorme (aunque complejo) paisaje biológico .Su exploración necesitará de pensamientos creativos y nuevas ideas. Hace 40 años, todo esto era un sueño, nadie se atrevía a pensar siquiera con que este logro sería posible algún día ¡secuenciar 3000 millones de grafos de A D N! Sin embargo, aquí viene la contradicción o paradoja, el cerebro ¡que aún no conocemos!, lo ha hecho posible. La genómica es una auténtica promesa para nuestra salud, pero necesitaremos algunos saltos cuánticos en la velocidad y la eficacia de la secuenciación del A D N.
Nuestra consciencia trata de “volar” hacia el universo al que pertenece
Está claro sin embargo que, dadas todas las dimensiones del ser humano, que incluyen aspectos tanto materiales como espirituales, será necesario mucho, mucho, mucho tiempo, para llegar a conocer por completo todos los aspectos complejos encerrados en nuestro interior.
El adelanto que se producirá en las próximas décadas estará y será más visible en el aspecto biológico y la curación de enfermedades como el cáncer y otras nefastas como el Sida que asolan nuestro mundo. El conocimento de la Psique, de nuestra propia conciencia, será mucho más lento.
Hay que tener en cuenta que primero debemos tener un conocimiento completo de los primates, tal conocimiento nos proporcionaría luz sobre lo que convierte en únicos a los seres humanos. Al decir únicos me refiero al hecho diferenciador de la conciencia y, desde luego, lo circunscribo al planeta Tierra, ya que, referido a todo el Universo, seguro que no somos “tan únicos”.
Una cosa es cierta: No prestamos la debida atención al poder de nuestros pensamientos que, lo mismo están presentes en nuestras vidas cotidianas, en nuestra realidad del día a día que, nos llevan en viajes alucinantes hacia mundos ignotos situados en regiones perdidas del universo, o, también, nos puede situar en un mundo mágico en el cual, llegamos a comprender, sin dificultad alguna y con una claridad de ideas que sólo una alta calidad intelectual podría lograr, esas teorías inalcanzables que no pueden ser verificadas por el hombre por falta de medios y comprensión. La Mente es una herramienta muy poderosa y, de ella, surgen las ideas que nos llevarán hacia el futuro.
emilio silvera
Jul
29
¿Nuestra Imaginación? ¡Casi tan grande como el Universo!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo y la Mente ~
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Estos antepasados nuestros son, de entre todos los homínidos fósiles, los que más se parecen a los monos antropomorfos que viven en la actualidad. Su cerebro era como el de un chimpancé actual: de una capacidad de 400 cm3 aproximadamente. Sus condiciones físicas estaban totalmente adaptadas al medio, con piel cubierta de pelo fuerte y espeso, impermeable, adaptados al clima lluvioso y la humedad ambiental, en donde el sudor era totalmente ineficaz para refrigerar el cuerpo.
El equipo sensorial de estos antepasados nuestros debía de ser como el de todos los primates. Predominaba el sentido de la vista más que el del olfato: en el bosque, el hecho de ver bien es más importante que el de tener una gran capacidad olfativa. Una buena visión de los colores les permitía detectar las frutas multicolores en las umbrías bóvedas de la selva.
El aumento del cerebro hizo posible comprender las cosas misteriosas que pasaban a nuestro alrededor, y, poco a poco, fuimos dominando algunas de aquellas fantásticas maravillas que se producían de manera natural para hacerlas posibles en beneficio de la vida cotidiana.
Está claro que el cerebro necesita energía. Sin embargo, no quiere decir que cuanto más comamos más crecerá y más inteligentes seremos. El cerebro crece porque se ejercita, es el órgano pensante de nuestro Ser, allí se elaboran todas las ideas y se fabrican todas las sensaciones, y su mecanismo se pone en marcha para buscar soluciones a problemas que se nos plantean, para estudiar y comprender, asimilar nuevos conceptos, emitir teorías y plantear cuestiones complejas sobre múltiples problemas que el ser humano maneja en los distintos ámbitos del saber científico y técnico, o simplemente de conocimientos especializados de la actividad cotidiana. Todo esto hace funcionar al cerebro, a veces al límite de sus posibilidades, exigiéndole más de lo que es capaz de dar y exprimiendo su energía hasta producir agotamiento mental.
Hace ya algunos miles de años desde que los sujetos de nuestra especie despertaron al “mundo” y fueron conscientes de que estaban rodeados por una Naturaleza maravillosa que, con dificultad intelectual trataban de comprender y, de esa manera, pasaron algunos milenios hasta que llegaron Civilizaciones más adelantadas como la Sumeria y Babilónica que abrieron las puertas a un “mundo” nuevo.
Mucho tiempo ha tenido que pasar hasta llegar a comprender la desintegración Alfa. Desde que hace algunos miles de años, Demócrito de Abdera nos hablara del átomo y Empédocles de los Elementos, mucho ha tenido que llover, muchas mentes pensantes han tenido que imaginar cómo era el mundo, y, otros experimentando, lograron desvelar secretos que ahora son conocimientos certeros del funciomaniento de la Naturaleza y de la dinámica del Universo.
El camino ha sido largo y el recorrido, desde el atómo de Demócrto hasta la Teoría de cuerdas… ¡Aún no ha finalizado!
La física es la disciplina que abarca todo lo relacionado con el uso del cuerpo. Desde un punto de vista pedagógico, ayuda a la formación integral del ser humano.Actualmente se entiende como la ciencia de la naturaleza o fenómenos materiales. Estudia las propiedades de la materia, la energía, el tiempo, el espacio y sus interacciones (fuerza). Los sistemas físicos se caracterizan por:
– Tener una ubicación en el espacio-tiempo.
– Tener un estado físico definido sujeto a evolución temporal.
– Poderle asociar una magnitud física llamada energía.
La física estudia por lo tanto un amplio rango de campos y fenómenos naturales, desde las partículas subatómicas hasta la formación y evolución del Universo así como multitud de fenómenos naturales cotidianos, caracterizados por cierta geometría o topología y cierta evolución temporal y cuantificados mediante magnitudes físicas como la energía.
Muchas han sido las sorpresas que nos ha dado la Física, y, sobre todo, a partir del experimento de Rutherford cuando bombardeando una lámina de oro con partículas Alfa, descubrió que en el átomo existía un núcleo y, allí comenzó el auténtico conocimiento sobre lo que en realidad era la materia y de qué estaba hecha.
Es cierto que nuestros ojos desnudos son incapaces de alcanzar los objetos infinitesimales que conforman la materia y son los constituyentes primarios de los átomos, esos objetos pequeños que se juntan para formar moléculas y para que éstas, a su vez, se unan y formen cuerpos y objetos mayores que sí podemos observar. Tampoco, a ojo desnudo, podemos visualizar objetos que aunque son enormes, están situados a tan inmensas distancias que nos resulta imposible verlos, son estrellas y galaxias situadas en remotas regiones del Universo. Así, estamos limitado para poder contemplar según que cosas y en qué situación.
Como el ingenio humano es muy grande, nos la hemos ingeniado para construir sofisticados aparatos tecnológicos que nos permitan alcanzar, la visión de lo muy pequeño y también, de lo muy grande y lejano. El microscopio electrónico y los Telescopios nos han posibilitado hacer viajes de otra manera imposibles.
Mostrando retina
Ojo de una larva de mosca de la fruta
Sección de una coccinella (mariquita) pierna
Floral primordios de Allium sativum (ajo)
Simple arena de Coral
Fotografía de un átomo de Silicio tomada a través de un microscopio electrónico de efecto túnel
Enlaces atómicos visto con microscopía de fuerza atómica
No todos los átomos pueden formar condensados de Bose-Einstein – “Sólo aquellos que contienen los números pares de neutrones más protones más electrones”. Arriba el condensado de Bose-Einstein de átomos de sodio.
Hace más de 30 años que el microscopio de efecto túnel (STM), hizo su debut en un laboratorio de Suiza. Fue el primero de su gran familia, denominada microscopios de ‘sonda local’, en conseguir los aumentos necesarios para obtener imágenes de átomos.
De todos estos es bien conocido el resultado obtenido por los grandes telescopios
Así hemos podido viajar desde las entrañas de la materia hasta el Universo profundo, y, en esos lugares, asombrados, pudimos ver las complejas estructuras de lo muy pequeño y, también, las más grandes de las galaxias. Sin embargo, hay más, mucho más que, por el momento, no hemos podido contemplar a pesar de los magníficos microscopios y los grandes telescopios inventados para llegar, a esos recónditos lugares a los que el ojo desnudo no pueden llegar.
Existe alguna especie de “sustancia cósmica” que presentimos está ahí, permeando todo el Universo. No parece que llegue a tener la categoría de materia, ya que, ni verla podemos y, desde luego, no sabemos de qué estará hecha y, si finalmente, podría estar conformada por alguna clase de partícula desconocida. Inferimos su existencia a partir del movimiento de las galaxias que se alejan las unas de las otras de manera inusual, a como deberían hacerlo si la materia toda del Universo, fuese esa materia Bariónica que podemos contemplar y que emite radiación y conforma todos los objetos conocidos desde los mundos, estrellas y galaxias hasta seres vivos de todas las especies. Así, hay un exceso de fuerza gravitatoria que hace que las galaxias corran más de lo que sería usual y se alejan las unas de las otras a gran velocidad.
Aunque no pocos se han lanzado a postular la composición del Cosmos, a pesar de lo que digo en el párrafo anterior, no quiero postular la existencia de la mal llamada “materia oscura”, y, prefiero aceptar las cosas cuando éstas, queden al descubierto y bien verificada su existencia real. El hecho de que las galaxias se alejen las unas de las otras a mayor velocidad de lo que sería aceptable en función de la materia visible, podría también deberse, a otros parámetros que (seguramente por ignorancia) no han sido contemplados.
Hace algunos meses, un equipo de Astrónomos, en el transcurso de una Investigación a fondo, para dilucidar qué podía haber más allá del “borde” del Universo, dijeron haber detectado la presencia de algo grande, muy grande que, podía estar incidiendo sobre nuestro propio Universo y, no se apartaban (aunque necesitarían más observaciones), de que en realidad, se tratara de un universo vecino que, generaba fuerza gravitatoria suficiente como para que estuviera tirando del nuestro, y, esa podría ser, una posible explicación al movimiento inusual observado en las galaxias.
Lo cierto es que no resultaría nasa asombroso que, de la misma manera que existen miles de millones de mundos y de estrellas en nuestra propia Galaxia, y, cien mil millones de galaxias en nuestro Universo, pudieran existir, en un Metaverso mayor, un sin fin de universos que, como el nuestro, tuviera presentes sus fuerzas fundamentales, materia, e, incluso alguna clase de vida.
El Tiempo, con su transcurrir inexorable, pasó las páginas primeras y atrás quedaron aquellos mundos de fantasía y barbarie. Animales terroríficos y pueblos del pasado que, vivían atados a la superstición y a la mitología que era el destino natural de una gran ignorancia. Pero, con el transcurrir del Tiempo, al mismo tiempo que lo hacía el planeta que nos servía de hábitat, también nuestras mentes evolucionaron, y, hasta tal punto fue así que, llegamos a discernir algunos misterios de la Naturaleza para comprender, los mensajes que nos enviaba en forma de fenómenos naturales que, poco a poco, llegamos a comprender.
Muchos mundos llenos de vida de múltiples formas como el de Pandora
Fuimos conscientes de que formábamos parte de un algo mucho mayor que el simple mundo que nos servía de “vivienda” alumbrada por una pequeña estrella ordinaria y amarilla de la clase GV2, que generaba la luz y el calor necesarios para el surgir y mantenimiento de la vida y de la fotosíntesis de las plantas, creadoras del oxígeno atmosférico tan necesario para nosotros, seres evolucionados hasta la consciencia.
Supimos de la existencia de millones de mundos y cientos de miles de millones de estrellas sólo en nuestra Galaxia, y, mucho más allá, llegamos a conocer la existencia de cien mil millones de estrellas repartidas por todo el Universo “infinito”, y, en todos esos lugares… ¿Cuántas sorpresas nos aguardan? Sabiendo que eso es así (que lo es), ¿por qué no podemos pensar en mundos llenos de vida y en muchos otros universos?
“Acaso todo esto no forma parte de un Metaverso mucho mayor”
Somos tan ignorantes que nada lo podemos negar y, la posibilidad de que un día, lejos aún en el futuro, se fundan dos universos paralelos, como ahora vemos que ocurre con la fusión de galaxias… ¡Podría ser una imagen del futuro! El Cosmos es muy grande, casi “infinito” para nosotros y, todos sus contenidos y energías podrían ser, en su rica diversidad, sólo un ejemplo de entre muchos que, dispersos en un inconmensurable Multi-Cosmos, podría, algún día, hablarnos de nuestra infinita pequeñez en relación a lo que vemos y a lo que no podemos ver.
“El estudio realizado es un paso hacia los ordenadores, teléfonos inteligentes y otros dispositivos de tecnología espintrónica que serán más rápidos y consumirán menos energía que sus equivalentes electrónicos actuales. “Los dispositivos electrónicos utilizan como corriente de funcionamiento la carga de los electrones, esto es: una carga negativa que está en movimiento“, dice Ashutosh Tiwari, Profesor Asociado de Ciencias de los Materiales e Ingeniería en la Universidad de Utah. “Los dispositivos espintrónicos utilizarán tanto la carga como el espín de los electrones. Con la espintrónica lograremos dispositivos más pequeños, más veloces y más eficientes en materia energética“.
Los adelantos en robótica se están uniendo a los descubrimientos en robótica de última generación y, a eso se le añaden los avances en Inteligencia Artificial que, de manera irremisible (sin que nos demos cuenta de ello), nos está llevando a la aparición de una nueva especie artificial que, va tomando más y más importancia a medida que le damos más funciones y, se habla de otorgarles el don de la Consciencia, lo cual, no deja de ser un acto irresponsable por nuestra parte que, de seguir por ese camino…
Partiendo de nuevos materiales y nuevas técnicas descubiertas en teorías de la futura Física, serán construidos los robots que, en nuestro lugar, viajaran al Espacio interestelar y visitaran las estrellas. Ese sueño de la Humanidad será, al fín realizado por otra “especie” que, aunque artificial, llevará casi todos los atributos humanos a excepción de un final mortal. Ellos se podrán rehacer de manera indefinida y, si llegan a tener la capacidad de sentir… ¿Que haremos aquí entonces nosotros?
Dotados de materiales imperecederos, sin necesidad de dormir, ajeno a la radiación del espacio, con necesidades básicas y fácilmente suministradas a partir de una fuente de energía, con la capacidad de reponer averias por sí mismo, no sintiendo dolor… Podrá realizar viajes espaciales de miles de años y recoger todos esos magníficos datos en la memoria de a bordo para transmitirla al centro de mandos.
La Humanidad, con la carga de su fragilidad, expuesto a los mil peligros con los que, el espacio exterior nos amenaza, nunca podrá comparar con esa otra especie artificial que, construida por nosotros mismos, será la que realizará todos nuestros sueños y, no negaría la posibilidad de que, una vez asentada y consciente de su verdadero poder, prescinde de nosotros, sus creadores, como una rémora innecesaria.
Ellos, seguramente llegarán a descubrir cómo burlar la velocidad de la luz para viajar a las estrellas y poder desplazarse a otras galaxias, y a otros mundos. Dominarán los secretos del electrón y de la luz, y, serán ellos, y no nosotros los que imaginaron todo eso, los que podrán hacer realidad nuestros sueños.
emilio silvera