Oct
13
En Física hablamos de masa, inercia… ¿Pero es así realmente?
por Emilio Silvera ~
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Sabemos que los elementos se forman en las estrellas por fusión nuclear, en explosiones super-novas, y en otros eventos cósmicos que, finalmente, dejan un total de 92 elementos naturales desde el Hidrógeno al Uranio. Existen otros elementos radiactivos que son artificiales y se llaman Transuránicos, es decir, más allá del Uranio.
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Si analizamos detenidamente todas estas maravillas, nos daremos cuenta de que, en algún momento, podríamos pensar que, la Naturaleza, sabía lo que se hacía en cada momento desde el primer Tiempo de Planck. Hizo aparecer a las familias de partículas para que formaran átomos, éstos lo hicieron con las moléculas y estas, a su vez con la materia, y, de esa manera, llegaron hasta nosotros.
Vivimos en un pequeño planeta rocoso e inundado por océanos y mares, selvas y bosques, desiertos y todo ello, en algunas regiones, jalonada por ciudades abarrotadas de criaturas que… (Se creen dominar el planeta), no piensan que están a merced de la Naturaleza y sus caprichos. Viven tan ricamente equivocados sin pensar en la realidad contra la que nada pueden hacer.
Aquí nos cuentan un poco de la dinámica en la que estamos inmersos.
En Física hablamos de masa, inercia… ¿Pero es así realmente?

Este es el patrón de la masa, 1 Kilogramo
Cuando hablamos de masa, nos estamos refiriendo a la medida de la inercia de un cuerpo, es decir, su resistencia a la aceleración. Todos sabemos la inmensa cantidad de combustible que se necesita para enviar al espacio exterior a esos transbordadores que llevan suministros y astronautas al espacio exterior para el mantenimiento de la Estación Espacial Internacional. El esfuerzo, es vencer la masa que se quiere transportar hasta que esta, alcanzando los 11 km/s de velocidad, pueda escapar de la fuerza de gravedad de la Tierra y poder así, cumplir con su cometido.

De acuerdo con las leyes de Newton del movimiento, si dos masas distintas, m1 y m2, son hechas colisionar en ausencia de cualquier otra fuerza, ambas experimentaran la misma fuerza de colisión. Si los dos cuerpos adquieren aceleraciones a1 y a2, como resultado de la colisión, entonces m1 a1 = m2 a2. Esta ecuación permite comparar dos masas. Si una de las masas se considera como una masa estándar, la masa de todas las demás puede ser medida comparándola con esta masa estándar. El cuerpo utilizado para este fin es un cilindro de un kilógramo de una aleación de platino iridio. llamado el estándar internacional de masa. La masa definida de esta forma es llamada masa inercial del cuerpo.

La Gravedad no denota su presencia con la misma fuerza en todos los lugares de la Tierra
Las masas también se pueden definir midiendo la fuerza gravitacional que producen. Por tanto, de acuerdo con la ley de gravitación de Newton, mg = Fd2 / MG, donde M es la masa de un cuerpo estándar situado a una distancia d del cuerpo de masa mg; F es la fuerza gravitacional entre ellos, y G es la constante gravitacional. La masa definida de esta forma es la masa gravitacional. En el siglo XIX, Roland Eötvös (1848-1919) demostró experimentalmente que las masas inerciales y gravitatorias son indistinguibles, es decir, m1 = mgv.
Aunque la masa se define formalmente utilizando el concepto de inercia, es medida habitualmente por gravitación. El peso (W) de un cuerpo es la fuerza con la que un cuerpo es atraído gravitacionalmente a la Tierra, corregido por el efecto de la rotación, y es igual al producto de la masa del cuerpo y la aceleración en caída libre (g), es decir, W = mg.

Kilogramo patrón.
El kilogramo (unidad de masa) tiene su patrón en: la masa de un cilindro fabricado en 1880, compuesto de una aleación de platino-iridio (90 % platino – 10 % iridio), creado y guardado en unas condiciones exactas, y que se guarda en la Oficina Internacional de Pesos y Medidas, cerca de París.
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Oficina Internacional de Pesos y Medidas, cerca de París.
La masa es la única unidad que tiene este patrón, además de estar en Sevres (Paris), hay copias en otros países que cada cierto tiempo se reúnen para ser regladas y ver si han perdido masa con respecto a la original.
No olvidemos que medir es comparar algo con un patrón definido universalmente.
¿Y el peso?
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Dos cuerpos masivos se atraen mutuamente
De nuevo, atención a lo siguiente: la masa (la cantidad de materia) de cada cuerpo es atraída por la fuerza de gravedad de la Tierra. Esa fuerza de atracción hace que el cuerpo (la masa) tenga un peso, que se cuantifica con una unidad diferente: el Newton (N).
La UNIDAD DE MEDIDA DEL PESO ES EL NEWTON (N)

Entonces, el peso es la fuerza que ejerce la gravedad sobre una masa y ambas magnitudes son proporcionales entre sí, pero no iguales, pues están vinculadas por el factor aceleración de la gravedad.
En el lenguaje común, el peso y la masa son frecuentemente usados como sinónimos; sin embargo, para fines científicos son muy diferentes. La masa es medida en kilogramos; el peso, siendo una fuerza, es medido en newtons (símbolo N. Unidad del SI de la fuerza, siendo la fuerza requerida para comunicar a una masa de un kilogramo una aceleración de 1 m s –2). Es más, el peso depende de donde sea medido, porque el valor de g es distintos en diferentes puntos de la superficie de la Tierra. La masa, por el contrario, es constante donde quiera que se mida, sujeta a la teoría especial de la relatividad. De acuerdo con esta teoría, publicada por Albert Einstein en 1905, la masa de un cuerpo es una medida de su contenido total de energía.



Por tanto, si la energía del cuerpo crece, por ejemplo, por un aumento de su energía cinética o temperatura, entonces su masa también crece. De acuerdo con esta ley, un aumento de energía ΔE está acompañado de un aumento de masa Δm, en conformidad con la ecuación de masa-energía Δm = ΔE/c2, donde c es la velocidad de la luz. Por tanto, si un kilo de agua se eleva de temperatura en 100 K, su energía interna aumentará en 4 x 10 –12 kg. Este es, por supuesto, un incremento despreciable y la ecuación de masa-energía es sólo significativa para energías extremadamente altas. Por ejemplo, la masa de un electrón es siete veces mayor si se mueve con relación a un observador al 99% de la velocidad de la luz.

Si una nave espacial pudiera alcanzar la velocidad de la luz, pasarían muchas cosas que, ni la nave ni los viajeros podrían soportar. La Nave a medida que se acercara a la velocidad de c (299.792.458 m/s), vería incrementada su masa hacia el infinito, el tiempo para los viajeros pasaría a cámara lenta, la nave se vería achatada en el sentido de la marcha…
Ya sabemos que, se ha comprobado una y mil veces que, la teoría de Einstein de la relatividad especial es cierta en el sentido de que, al ser la velocidad de la luz el límite de velocidad del Universo, nada puede ir más rápido que la luz, cuando un cuerpo viaja a velocidades cercanas a la de la luz, a medida que se acerca a ella, puede ver como su masa aumenta, ya que, la energía de movimiento se convierte en masa al no poder conseguir su objetivo de marchar más rápido que la luz.
En los anillos enterrados en las entrañas de la Tierra, haces de partículas son lanzadas a la velocidad de la luz para que colisionen y, su peso aumenta conforme se van acercando a ese límite marcado por el universo.
La masa relativista de un cuerpo medida por un observador (un físico del LHC que mide el aumento de masa de los protones a medida que adquieren velocidad en el acelerador de partículas del CERN) con respecto al cual este cuerpo se mueve. De acuerdo con la teoría de Einstein, la masa m de un cuerpo moviéndose a velocidad v está dada por m = m0/√ (1 – v2 / c2), donde m0 es su masa en reposo y c es la velocidad de la luz. La masa relativista solo difiere significativamente de la masa en reposo si su velocidad es una fracción apreciable de la velocidad de la luz. Si v = c/2, por ejemplo, la masa relativista es un 15% mayor que la masa en reposo.

Según las consecuencias obtenidas en el proyecto Manhattan, lo que sí es seguro es que, una pequeña fracción de materia, contiene una gran cantidad de energía. Según nos decía Asimov: “…un sólo gramo de materia se podría convertir en energía eléctrica que bastaría para mantener luciendo continuamente una bombilla de 100 vatios durante unos 28.200 años. O bien, la energía que representa un sólo gramo de materia es equivalente a la que se obtendría de quemar unos 32 millones de litros de gasolina”.

Una cosa si que nos puede quedar muy clara: Aunque sabemos algunas cosas sobre la masa y lo que entendemos por la energía, no podemos decir que, al día de hoy, “sepamos de verdad”, lo que la masa y la energía son.
Seguiremos aprendiendo. Sin embargo, nunca dejes de tener en cuenta que, lo que es cierto hoy, mañana será una verdad distinta. Todo dependen de la teoría aceptada en el momento, toda vez que, con el paso del tiempo las ideas evolucionan y todo es mejorables a medida que nuestros conocimientos avanzan. Así que la idea que podamos tener de Gravedad, masa, energía e inercia, mañana podría ser distinta a la que hoy podamos tener.
Después de todo, no debemos olvidar que, en lugares como este se encuentran todos los ingredientes para formar nuevas estrellas, nuevos mundos y… ¡Nuevas formas de vida!
Emilio Silvera V.
Oct
12
¿Cómo vemos nuestro cerebro?
por Emilio Silvera ~
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Este conjunto de modelos del cerebro humano consiste en 300 partes. Se ha dado mayor énfasis a las partes internas del cerebro, tronco cerebral y cerebelo con las estructuras completamente detalladas, manteniendo la textura simple. Además de los principales vasos sanguíneos del cerebro, los nervios craneales también están incluidos en el conjunto, emanando de sus orígenes de forma exacta. Este elaborado sistema nervioso central disponible para todo el mundo rompe límites y se ajusta perfectamente al cráneo y otras partes del conjunto.

Aunque es mucho lo que hemos conseguido conocer de nuestro cerebro y su funcionamiento, mucho más es lo que nos queda por conocer. Ahí, en todo ese conglomerado de complejas estructuras que juntas, forman un todo, es de donde surge la Conciencia y, para poder entender como ocurre tal maravilla, debemos antes y es preciso que entendamos primero como funciona el cerebro: su arquitectura, su desarrollo y sus funciones dinámicas, su organización anatómica y la increíble dinámica que llega a generar. Todo ella nos llevará a tener una odea del por qué puede, a partir de está increíble “maquina de la naturaleza” surgir la conciencia.

Lo hemos comentado aquí en muchas ocasiones. El cerebro se cuenta entre los objetos más complicados del Universo y es, sin duda, una de las estructuras más notables que haya podido producir la evolución y, si pensamos que toda esa inmensa complejidad ha tenido su origen en los materiales creados en las estrellas, no tendremos otra opción que la del asombro. ¿A partir de la materia “inerte” llegaron los pensamientos?
Antes incluso del advenimiento de la moderna neurociencia, se sabía ya que el cerebro era necesario para la percepción, los sentimientos y los pensamientos. Lo que no está tan claro es por qué la conciencia se encuentra causalmente asociada a ciertos procesos cerebrales pero no a otros.
En tanto que objeto y sistema, el cerebro humano es especial: su conectividad, su dinámica, su forma de funcionamiento, su relación con el cuerpo al que ordena qué funciones debe desarrollar en cada momento dependiendo de tal o cual situación dada y también su relación con el mundo exterior a él que, por medio de los sentidos, le hace llegar información de todo lo que ocurre para que, pueda ado0ptar en cada momento, las medidas más adecuadas. Su carácter único hace que ofrecer una imagen fidedigna del cerebro, que pueda expresar todo lo que es, se convierta en un reto extraordinario que, en este momento, la ciencia no puede cumplir. Sin embargo, sí que puede, al menos, dar alguna que otra pista de lo que el cerebro y la conciencia puedan llegar a ser y aunque, aún lejos de una imagen completa, sí se puede dar una imagen parcial que siempre será mejor que nada, especialmente si nos da la suficiente información como para tener, una idea aproximada, de lo que el cerebro y la conciencia que surge de él, pueden llegar a ser.

Si nos paramos a pensar en el hecho cierto de que, el cerebro humano adulto, con poco más de un kilo de peso, contiene unos cien mil millones de células nerviosas o neuronas, La capa ondulada más exterior o corteza cerebral, que es la parte del cerebro de evolución más reciente, contiene alrededor de 30 mil millones de neuronas y más de un billón de conexiones o sinapsis. Si contáramos una sinapsis cada segundo, tardaríamos 32 millones de años en completar el recuento. Si consideramos el número posible de circuitos neuronales, tenemos que habérnosla con cifras hiper-astronómicas: 10 seguido de un millón de ceros. No existe en el Universo ninguna otra cosa de la que pueda resultar una cantidad igual. Incluso el número de partículas del universo conocido es de 10 seguido de tan sólo 79 ceros (El número de Eddington). En comparación con el número de circuitos neuronales…¡No es nada!

Cuando hemos avanzado hasta llegar a saber que toda esa complejidad del cerebro que llevamos con nosotros los seres inteligentes, han requerido de un Ajuste Fino extremadamente complejo para que la confluencia de todos los parámetros, finalicen en un conjunto increíble de diversas dinámicas que finalmente lleve a la comprensión, a poder formar ideas y pensamientos, a sentir, a tener consciencia de SER… ¿Acaso existe una Conciencia Cósmica?
Las neuronas de las que existen una gran variedad de formas, poseen unas proyecciones arborescentes llamadas dendritas mediante las cuales realizan las conexiones sinápticas. posee así mismo una proyección única más larga, el axón, que establece conexiones sinápticas con las dendritas o directamente con el cuerpo celular de otras neuronas. Nadie ha contado con precisión los diferentes tipos de neuronas del cerebro, pero una estimación a groso modo de unos cincuenta tipos seguramente no sería excesiva. La longitud y patrones de ramificación de las dendritas y el axón de un tipo determinado de neurona caen dentro de un rango de variación determinado, pero incluso dentro de un mismo tipo, no existen dos células iguales.

Cada una de las neuronas tiene un cuerpo celular. Del cuerpo de la célula se proyectan unas largas fibras en forma de raíz. Como hemos dicho, hay dos tipos de fibra: axones y dendritas. Cada neurona tiene un axón largo que envía impulsos eléctricos a otras neuronas. Cada neurona tiene un número variable de dendritas las cuales tienen muchas ramas. El axón de una neurona se conecta a las dendritas de otras neuronas. El punto en el que conectan se llama sinapsis (vamos a explorarla más adelante). Las dendritas recogen la información hacia la célula y los axones envían la información a otras células.
Todo este entramado tiene mucho que ver con los pensamientos. Aquí se fraguan los procesos del pensamiento. Al aprender, tener una idea, recordar algo, sentirse activado sexualmente, comunicar, etc. las neuronas están recibiendo y transmitiendo información a través del cerebro. Las células del cerebro se comunican entre sí a través de un proceso electroquímico. Cada vez que pensamos, aprendemos y nos comunicamos, una neurona envía un impulso nervioso por su axón. El axón de una célula cerebral hace varios miles de conexiones con muchos miles de otras células cerebrales. El punto donde una neurona se conecta a otra se llama sinapsis. Cuando un impulso nervioso (mensaje bioquímico electro-magnético) surge por el axón, es disparado a través del espacio sináptico a través de un mensajero químico, llamado neurotransmisor, hacia la dendrita de la neurona receptora.
El impulso nervioso viaja a lo largo del axón de la célula del cerebro, a través del espacio sináptico a otra célula del cerebro y así sucesivamente. Cuando una neurona se activa a otra de esta manera, es como si un interruptor se encendiera. Las neuronas se encienden, como una línea de fichas de dominó cayendo. Esta actividad es el proceso que crea el camino del pensamiento complejo, llamado también trazas de la memoria o caminos neuronales.

Una caracterísitica clave de los patrones neuronales que se puede observar al microscopio es su densidad y extensión y se vislumbran los puntos luminosos donde fotones energéticos sirven de mensajeros con electrones para transmitir los impulsos eléctricos necesarios que transportan la información. El cuerpo de una neurona mide cincuenta micrones (milésimas de milímetro) de diámetro, si bien la longitud del axón puede variar entre unos micrones y más de un metro, En un tejido como la corteza cerebral, las neuronas se encuentran empaquetadas con una enorme densidad; si todas se tiñeran con la plata utilizada en la llamada tinción de Golgi, que se utiliza para verlas al microscopio, la sección microscópica teñida sería completamente negra.

Otra de las características primordiales es el extraordinario aporte sanguíneo que sustenta a esta jungla. A través de grandes arterias que alimentan una extensa red de capilares, el cerebro recibe una gran cantidad de oxígeno y la glucosa que precisa para ser el órgano metabólicamente más activo del cuerpo. La regulación del flujo sanguíneo es de una exquisita perfección incluso hasta el nivel de las neuronas individuales, dado que la actividad sináptica depende fuertemente del aporte sanguíneo y de la oxigenación.

Entrando de lleno en toda esta complejidad que aún, no hemos podido llegar a desvelar en toda su inmensidad y sólo conocemos pequeñas parcelas de su estructura y funcionamiento, podemos tener una idea (más o menos) acertada de lo mucho que nos queda por aprender de nosotros mismos, de nuestro cerebro y de nuestro centro neurálgico dónde se fabrican los pensamientos, surgen los sentimientos, se delata el dolor y la tristeza y, en fín, podríamos decir sin el menor temor a equivocarnos que, aquí, en este complejo entramado que llamamos cerebro, en el que reside la conciencia y de donde surge la mente, está todo lo importante que nos hace diferentes a otros seres que, con nosotros comparten el mismo planeta. Gracias a ésta compleja “maquina” creada por la Naturaleza, podemos ser conscientes y “saber” del mundo, de nosotros, del universo en toda su magnitud y esplendor.
No pocas veces hemos podido oír: “El cerebro es como una gran computadora”. Lo cierto es que, no es verdad, nuestro cerebro, nuestra mente, es mucho más que ese algo artificial creado por el hombre y que, simplemente, trata de “imitar” de manera grosera, lo que el cerebro es. ¿Cómo puede una máquina generar sentimientos? Y, ¿Cómo puede pensar? Bueno, la inteligencia del ser humano (precisamente basada en este maravilloso cerebro del que hablamos), podrá crear sistemas que imiten y pretendan recrear lo que es un cerebro pero, al final del camino, será otra cosa muy diferente. No digo si mejor o peor, pero distinta.
Hemos examinado la escasa bibliografía fisiológica existente que no es una más que la que había en la época de William James, por ejemplo, y hay que concluir diciendo que no existen pruebas suficientes para poder limitar los correlatos neuronales de la conciencia al menos del cerebro completo. Eso sí, se ha podido descubrir que sólo una porción determinada de la actividad neuronal del cerebro, contribuye de forma directa a la conciencia -asó se ha podido determinar de complejos y profundos experimentos con estimulación y lesiones -o está relacionada de forma directa con aspectos de la experiencia consciente- como indican los estudios de registros de actividad neuronal. ¿Quiere esto decir que, en realidad, todavía sólo utilizamos una mínima parte del cerebro? No lo sabemos con certeza.
decir, a ciencia cierta, como surgen los pensamientos…¡No podemos! muchas son las hipótesis y teorías que al respecto circulan y que están directamente vinculadas a la experiencia, al mundo que nos rodea yb a la información que el cerebro recibe de sus ayudantes, los sentidos. Todo lo que el cerebro, de una u otra manera recibe, es debidamente archivado en su compartimento especial y, ahí se queda para cuando, habiendo surgido una situación que lo requiera, sacarlo a la superficie en forma de pensamiento actuante que, nos sirve para dar solución a este o aquel problema que se nos pueda plantear. El cerebro, escoge en fracciones de segundo, una de las miles de posibles soluciones que se puedan aplicar a un específico problema, y, siempre, elige (como lo hace la naturaleza) el que mejor pueda dar cumplida cuenta del problema.
Los procesos que realiza nuestro cerebro, son infinitamente superiores a los que realiza una computadora. Aunque, al igual que ésta, nuestro cerebro requiere de “programas”, sin los cuales sería imposible generar respuestas exitosas, ante los sucesos a los que estamos expuestos cada día.


Tenemos un programa para cada una de las cosas que hacemos a diario, desde que nos levantamos por la mañana hasta que nos acostamos por la noche. Incluso más allá de estas cosas que hacemos de manera parcialmente consciente, tenemos un programa para cada una de las actividades que nuestro cuerpo ejecuta de manera totalmente inconsciente. Entre estas, se encuentra la respiración, el latir del corazón, la circulación de la sangre, la división celular, la digestión, nuestra respuesta ante el peligro y el combate de los agentes infecciosos, por mencionar algunas; todas ellas, bajo el control de estructuras profundas de nuestro cerebro.

Aunque nos empeñemos… Una computadora nunca podrá sustituir al cerebro
Requerimos programas para todo, incluso para cosas aparentemente tan sencillas como atarnos el cordón de los zapatos, la cual sin embargo, para alguien no familiarizado con esto, como un niño pequeño, resultaría una tarea casi imposible. En actividades más complejas, como fabricar un teléfono celular, conducir un auto o pilotear un avión, es muy evidente que se requiere contar con el programa adecuado, para asegurar el éxito en dichas actividades.
Claro que, nuestro cerebro es capaz de muchas más cosas que nunca podrá llevar a cabo ninguna computadora que, al fin y al cabo, siempre hará aquello para lo que la tengamos programada. Nunca una computadora (al menos eso creo en mi ignorancia), podrá de manera individual e independiente, generar ideas nuevas y originales que vayan encaminadas a desvelar como funciona este o aquel misterio de la naturaleza como, por ejemplo, hacen a diario los físicos del mundo.
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Por extrañas razones y aunque es evidente que nuestro cerebro es mucho más importante que una computadora, cuando de asegurar su correcto funcionamiento se trata, seguimos muy pocas o ninguna recomendación para su cuidado. En principio, recibimos información o “programas” de todo tipo a través de familiares, amigos, maestros, estudios, experiencias, observación del mundo que nos rodea, medios de comunicación o cualquier persona con la que interaccionamos.Y, de esa manera, evolucionamos y seguimos nuestro camino hacia un destino que no conocemos.
A todo esto, tenemos que convenir en un hecho cierto: ¡La energía del Universo está en nosotros! Se nos da un tiempo (si no surgen problemas) para que podamos desplegar la parte proporcional de intelecto que nos toco en “suerte”, por “azar”, “genética” o vaya usted a saber el motivo de que, algunos tengan dotes superiores a las que otros tenemos y puedan “ver” con más facilidad la naturaleza de la Naturaleza. Creo que, todos los misterios del Universo, residen en nuestras mentes en las que, se encuentran todas las respuestas que, podremos encontrar con el Tiempo. Precisamente por eso, se nos ha otorgado el don de poder luchar contra la entropía y, junto con las galaxias espirales, podemos generar entropía negativa que impide el deterioro ininterrumpido del mundo.
¡Qué complejo es todo esto!
Y pensar que además, existen infinidad de secretos por desvelar, que existen cosas asombrosas que ni conocemos, que la inmensidad del Universo nunca podrá ser abarcada por el conocimiento humano, que siempre seguiremos haciendo preguntas que nadie podrá contestar… Y, entonces pregunto: ¿Qué haríamos si lo supiéramos todo?
Bueno creo que, en ese caso, caeríamos en la dejadez, desaparecería la curiosidad, estaríamos sumergidos en un mar de tristeza, sería el fin de la especie.
Emilio Silvera Vázquez
Oct
12
¿Es el mundo una ilusión creada por el cerebro?
por Emilio Silvera ~
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NEUROCIENCIA
El catedrático de Psicobiología Ignacio Morgado sostiene que ilusiones «prácticas» como el tacto nos ayudan a sobrevivir.
Ignacio Morgado, catedrático de Psicobiología del Instituto de Neurociencias de la Universidad Autónoma de Barcelona , acaba de publicar su último libro, “ La fábrica de las ilusiones ”, editado por Ariel. En él asegura que “la manera que tiene el cerebro humano de entender y manejar el mundo consiste en crear ilusiones”, pero unas ilusiones que nos ayudan a sobrevivir. En 275 páginas, Morgado da un repaso a “muchas de las preguntas que la gente corriente se hace sobre el cerebro, la mente y el comportamiento”.
La primera pregunta que debemos hacernos: ¿Estamos programados para la violencia?
-Si eso es así, esas conductas violentas podrían justificarse en un juicio… ¿Un mal funcionamiento cerebral podría considerarse un eximente?
-Entramos en un terreno peligroso. Los neurocientíficos tenemos que explicar cómo funciona el cerebro. Cómo aplicar las leyes a ese funcionamiento no es competencia exclusiva nuestra. Es la sociedad la que ha de decidir qué hacer en esas situaciones. Sabemos que hay personas con gran propensión a la pederastia, por ejemplo. Pero hasta qué punto podemos exculpar a los pederastas porque su cerebro les induce a ello. Los científicos no podemos dar respuesta a eso. Lo que sí podemos decir es que esas personas, cuando salgan de la cárcel, tienen una probabilidad muy alta de reincidir. ¿Debemos dejarlos en la cárcel toda la vida? La ciencia no va a dar la respuesta a eso, porque es una decisión que tiene que tomar la sociedad.
-¿Y en el cerebro de las personas violentas qué falla?

-Suelen tener alteraciones funcionales, en la mayoría de los casos, o estructurales, como un tumor, en el cerebro, aunque esto último no es lo más frecuente. En las alteraciones funcionales, las neuronas están bien conectadas pero no funcionan adecuadamente. Eso puede ocurrir por falta de algunas sustancias químicas, como la serotonina, un neurotransmisor muy relacionado con la agresividad. La mayoría de las personas que han tenido un comportamiento agresivo reiterado, al hacerles algún análisis de sangre o de orina, aparece que esa sustancia está baja, tienen menos de lo normal. Y las hormonas sexuales masculinas influyen en los niveles de la serotonina. Ya en el embrión la testosterona evita que la serotonina, que nos mantiene pacíficos y relajados, funcione al 100%. Y esa es la razón por la que los machos de todas las especies, incluida la humana, somos más violentos. Aunque en nuestra especie, la educación puede modular esos impulsos violentos inadecuados.

-Y en los celos, que pueden desembocar en violencia, ¿se altera la serotonina?
-Habrá casos en los que sí. Hay una situación contrastada científicamente en la que sí está alterada. En el enamoramiento pasional de los jóvenes, el de te querré toda la vida y no podré pensar en nadie más que en tí. Tiene disminuida la serotonina, y por tanto un desequilibrio en muchas zonas del cerebro, entre ellas la corteza prefrontal, la del sentido común. Y eso ha llevado al dicho popular, “el amor es ciego”. Incluso algún adulto puede tener este tipo de amor. Pero en la etapa adulta el amor suele ser más relajado, más placentero, a diferencia del estado obsesivo de la adolescencia. En los adultos se segregan encefalinas y endorfinas, semejantes a drogas, y por tanto crean adicción y es lo que hace que tras una larga convivencia, la pérdida de la pareja provoque una especie de “mono” de esas sustancias.
-Hay quien sostiene que el 80% de lo que somos está determinado antes de nacer, está en los genes, ¿está de acuerdo?
-Lo cuestionable de esa afirmación es el porcentaje exacto, pero estoy de acuerdo con esa idea, y una prueba de ello es que es mucho más aquello en lo que nos parecemos todos los seres humanos que en lo que nos diferenciamos. Tenemos el mismo tipo de comportamiento, somos seres racionales, emocionales e instintivos. Instinto, emoción y razón están presentes en todos conjugándose de forma bastante armoniosa. No podríamos ser tan iguales si no estuviéramos predeterminados para serlo.
-¿Y en los aspectos cognitivos o intelectuales tampoco hay grandes diferencias?
-Es donde más diferencias existen, por supuesto. Básicamente la mente humana tiene unos principios de funcionamiento generales idénticos en todos nosotros, pero empieza a interactuar con el entorno y el ambiente desde el momento inicial de la fecundación. En el seno materno, ya estamos interactuando con el entorno. Vivir la gestación en periodo de estrés puede afectar mucho al feto y puede manifestarse después en la vida adulta. Y luego se añade la educación recibida. Todo lo que somos es una interacción entre lo genético y lo adquirido.
-Siempre consideramos que los primeros años de vida son fundamentales, ¿pero también influye lo que ocurre antes de nacer?
-Antes de nacer hay una gran predeterminación genética que está empezando a funcionar. A los tres meses de gestación el cerebro humano ya tiene la forma básica. Después se sigue desarrollando incluso hasta el final de la adolescencia. En la adolescencia hay un proceso de transformación impresionante…
– Incluso continúa pasada la adolescencia…

-El cerebro cambia durante toda la vida, incluso en la vejez, en este caso perdiendo conexiones neuronales. Nuestro cerebro nunca es igual de un día para otro. Pero la organización básica tiene lugar en periodos de gestación y en la pubertad, donde se producen una serie de cambios hormonales que transforman cerebro y mente. Después de la adolescencia el cerebro es más estable y se limita a modificarse en función de la experiencia, que cambia las conexiones entre las neuronas que generan memorias o borra otras antiguas. Y eso hace que tengamos nuevas percepciones y sentimientos.
-En la adolescencia surgen patologías como la esquizofrenia, ¿es una época especialmente vulnerable?

-Quizá por una razón, porque la parte prefrontal, la más desarrollada del cerebro humano, no está bien conformada hasta los veinte años o más. Y eso reduce la capacidad del adolescente para predecir el futuro y con ello las consecuencias y peligros de sus actos. Y en ese sentido está más expuesto a posibles daños.
-¿En el cerebro adolescente manda el sistema de recompensa, el que busca gratificaciones inmediatas?
-Sí, está más desarrollado el cerebro emocional y de recompensa que el racional, el de la neo-corteza, la parte que es más prominente en el individuo adulto. Desgraciadamente para el adolescente, y sus padres, la última parte del cerebro que madura es esa, la anterior, el polo frontal, la de la previsión del futuro, la planificación, el sentido común.
-Habla de emoción y razón. ¿Las emociones son importantes en la toma de decisiones?

-Somos seres emocionales y racionales. Y solamente si uno tiene una enfermedad cerebral prescinde de una de esas dos facetas. La razón te permite conocer las opciones, y después hay que decidir y entra la emoción. Y te planteas cómo te sentirías si optas por una u otra alternativa. En definitiva anticipas emociones, porque el cerebro humano tiene esa gran cualidad.
-¿Esa es una cualidad únicamente humana?

-No puedo responder a la pregunta de si el cerebro de los animales inferiores también es capaz de adelantar emociones. No hay pruebas científicas de ello, pero puede que sí ocurra en cierta medida en los primates superiores: chimpancés, bonobos, gorilas, orangutanes, nuestros primos hermanos. No tenemos que imaginar nuestras diferencias en capacidades mentales con otros seres vivos como todo o nada, lo tienen o no. La evolución del cerebro ha sido muy progresiva, es probable que de la misma forma que el lenguaje no apareció de golpe, estas capacidades emocionales tengan unos elementos primarios más simples, que se han perfeccionado con la evolución hasta lo que son en nuestra especie.
-Nos guiamos también por “corazonadas” en muchas ocasiones…
-Lo de las corazonadas es discutible, para empezar no es un término científico y la ciencia no lo define.
-Digamos intuiciones, entonces.
-Eso es otra cosa, está muy relacionado con la corazonada. La intuición es una especie de pensamiento sobrevenido, no buscado ni pretendido. Pero si uno lo piensa, no es tan sobrevenido, sino que viene después de darle vueltas a algo durante varios días. La ciencia de los últimos años muestra que una de las cosas que hace el sueño es precisamente reestructurar la información que recibimos durante el día. Reorganizarla o incluso encontrar reglas ocultas.
-Entonces la creencia popular de consultar con la almohada es correcta…

-Sí. Durante la vigilia, cuando estamos despiertos, no podemos analizar mucha información a la vez, porque nuestra capacidad es limitada. Pero el sueño de forma automática repasa información y recluta los elementos regulares. Una de las maravillas del sueño consiste precisamente en encontrar esas reglas.
-Incluso algunos estudios sugieren que durante el sueño podemos forzar el aprendizaje.
-Sí, pero de forma muy limitada.
-De momento, la ciencia infusa no es posible…
-No, porque el aprendizaje es un ingreso de estímulos para ser asociados. Y durante el sueño llegan muy pocos estímulos, porque hay un cierre al mundo exterior. Sólo se salvan los que entran por algunos sentidos, como el olfato. En esta línea, como explico en el libro, algunos tratamientos para dejar de fumar funcionan durante el sueño pero no durante la vigilia. Estos tratamientos consisten en asociar en la mente del fumador algunos olores desagradables con el tabaco durante el sueño. Y, después, durante el día, fuma menos. Pero esa misma asociación no funciona si se hace durante el día.
-Dice que el sueño está muy relacionado con la creatividad…

-Gran parte de la creatividad e intuición viene del sueño. Como el caso de Mendeleiev y su tabla periódica. El científico llevaba muchos días dando vueltas a cómo ordenar los elementos y lo vio en el sueño. Pero llevaba años con el tema en la cabeza y el cerebro seguía procesándolo mientras dormía. Pero no me gusta que esto dé pie a pensar que es algo mágico. Es pura ciencia, aunque no podamos explicarlo.
-¿Los sueños tienen un significado?
-Ese es otro tema, porque yo estoy hablando de dormir y no de soñar.
-Kekulé soñó con la estructura del benceno, la vio durante el sueño, ¿no es parecido a lo que comentaba?

-El tema de los sueños, salvo Freud que lo trató de forma extra-científica, cuesta mucho explicarlo. Ocurren porque el cerebro está funcionando con la corteza prefrontal, el director de orquesta del cerebro, desactivada. Y es como si la orquesta tocara sin director ni partitura.
-¿Hacia dónde evolucionará nuestro cerebro, tendremos capacidades nuevas?

El neblinoso futuro no nos deja ver con claridad
-Hasta hace poco el destino del hombre estaba fuera de sus propias manos, dependía mucho del entorno. Pero con el conocimiento científico actual, nuestro destino está más en nuestras manos. Y lo que seamos en el futuro dependerá mucho más de lo que nos propongamos. Y de los sentidos que usemos. El cambio más importante en la evolución fue el momento en que dejamos de depender del medio en que vivimos y pasamos a depender más de nosotros mismos. Y eso es por el desarrollo tecnológico que hemos adquirido.
-¿Qué pierde nuestro cerebro con los años?
-Las conexiones entre neuronas, el hipocampo se encoge. Las neuronas son como árboles, y con la edad empiezan a perder ramas, el lugar donde se forman las conexiones. Tenemos 80.000 millones de neuronas en el cerebro, una cifra actualizada gracias a técnicas más precisas, que reduce en 20.000 millones las estimaciones anteriores.
-¿Se puede hacer algo para evitarlo?

-Si, pero que nadie crea que va a conservar las conexiones de cuando tenías treinta años. La gente acepta el envejecimiento del cuerpo, pero no el de la mente. Es un proceso natural. Y lo único que podemos hacer son actividades para que el envejecimiento se retrase, pero no evitarlo. Hay un fondo de armario fundamental para la mente, que consiste en hacer deporte, porque se produce un factor neuro-protector que mantiene las conexiones entre las neuronas, hace que nazcan nuevas neuronas cada día y aumenta la vascularización, que lleva el oxigeno y el alimento a las neuronas. Y con eso garantizas que el deterioro sea menor. En segundo lugar, hay que cuidar las horas de sueño, que tiene ventajas para la memoria y el aumento de la neurogénesis. Y en tercer lugar, evitar las grasas trans en la alimentación, porque reducen la sensibilidad de las moléculas que tienen que conectar las neuronas para aprender y formar memorias.
-Con todo lo que sabe del cerebro, ¿Qué es lo que más le sorprende?
-Este libro lo refleja, que nada de lo que hay aquí está realmente fuera, todo son ilusiones que crea nuestro cerebro.
-O sea, que el cerebro inventa el mundo…
-Exacto. No se podría resumir mejor
-Eso ya lo decía Calderón: “¿Qué es la vida? Una ilusión…”
-Efectivamente. Pero mi aportación particular es que se trata de una ilusión práctica, que funciona, que me sirve para adaptarme al mundo. Incluso el amor es una ilusión. Se debe a moléculas de nuestro cerebro que crean ilusiones.
-¿Por eso su libro se titula “La fábrica de las ilusiones”?
-Sí, llamo ilusión a todo lo que hay en la mente y no tiene un correlato con la realidad. Por ejemplo, el tacto es una ilusión muy práctica. Lo notamos en la mano y nos permite alargarla para coger objetos. Sin embargo es el cerebro el que siente. Lo sabemos porque hay personas que con un brazo amputado siguen notando el tacto en la mano que ya no tienen. No sabemos cómo hace el cerebro para que tengamos la ilusión de sentir el tacto en cualquier zona de nuestro cuerpo. Esa es una de las muchas ilusiones que produce el cerebro. Por eso explico que las ilusiones del cerebro son prácticas, que funcionan y nos permiten sobrevivir, conseguir propósitos. Casi todo el cerebro funciona a partir de “ilusiones prácticas”.
Reportaje de Prensa.
Oct
12
Sí, todo cambia y nada permanece
por Emilio Silvera ~
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La Naturaleza juega con el paso del Tiempo para cambiar las cosas utilizando herramientas como
la Temperatura y otras fuentes de energía. En el agua, tenemos un ejemplo cercano y cotidiano de esos cambios que se producen merced a diversas circunstancias. Así, podemos constatar que, en la Naturaleza, nada permanece para siempre, todo cambia y se transforma en algo diferente a lo que fue.
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El agua adopta diferentes estados en función de la temperatura del lugar y adopta las formas que la orografía que la contiene tenga estructurada su constitución. Es el agua algo que se adapta y sobrevive en todas las circunstancias. Es el ingrediente esencial para la vida.

Las transiciones de fase no son nada nuevo
. Trasladémoslo a nuestras propias vidas. En un libro llamado Pasajes, el autor, Gail Sheehy, destaca que la vida no es un flujo continuo de experiencias, como parece, sino que realmente pasa por varios estadios, caracterizados por conflictos específicos que debemos resolver y por objetivos que debemos cumplir.
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“Comienzo de Trabajos y días (folio 3Av/4Ar). Trabajos y días (en griego antiguo Ἔργα καὶ Ἡμέραι, referida a veces por el nombre
latino Opera et Dies) es un poema de unos
800 versos escrito por Hesíodo en torno al 700 a. C. La obra está compuesta a partir de géneros poéticos preexistentes que la tradición oral griega había incorporado del mundo oriental: sobre todo, variantes del “catálogo” (cuyo ejemplo homérico es el canto II de la Ilíada): los “calendarios” y los “días”; y de colecciones de consejos, instrucciones y proverbios (como el Ahikar asirio)”
Todo, hasta
la acción y los pensamientos del hombre a lo largo de la Historia son cambiantes.


Sí, todo cambia con el paso del Tiempo, los pensamientos también
Con el paso del tiempo todo cambia y los pensamientos también es un principio universal que se aplica al mundo exterior y a nuestra realidad mental. A medida que acumulamos experiencias, nuestra perspectiva, valores y la forma en que pensamos se transforman, lo que nos lleva a evolucionar como individuos. Aceptar esta dinámica nos ayuda a manejar el cambio, la adversidad y a entender la fluidez de la vida.
Lo cierto es que, a lo largo de toda nuestra vida estamos experimentando cambios de fase que se producen hasta en la manera de pensar, de ver las cosas y el mundo que nos rodea. Nosotros, al igual que todo en el Universo, somos objeto de cambios continuados que se están produciendo desde
nuestro nacimiento hasta nuestro final.
El psicólogo Eric Ericsson llegó a proponer una teoría de estadios psicológicos del desarrollo. Un conflicto fundamental caracteriza cada fase. Si este conflicto no queda resuelto, puede
enconarse e incluso provocar una regresión a un periodo anterior. Análogamente, el psicólogo Jean Piaget demostró que el desarrollo mental de la primera infancia
tampoco es un desarrollo continuo de aprendizaje, sino que está realmente caracterizado por estadios discontinuos en la capacidad de conceptualización de un niño. Un mes, un niño puede dejar de buscar una pelota una vez que ha rodado fuera de su campo de visión, sin comprender que la pelota existe aunque no la vea. Al mes siguiente, esto resultará obvio para el niño.

Todo comienza siendo de una manera y, con el paso del Tiempo, termina siendo otra
Esta es la esencia de la dialéctica. Según esta filosofía, todos los objetos (personas, gases, estrellas, el propio universo) pasan por una serie de estadios. Cada estadio está caracterizado por un conflicto entre dos fuerzas opuestas. La naturaleza de dicho conflicto determina, de hecho, la naturaleza del estadio. Cuando el conflicto se resuelve, el objeto pasa a un objetivo o estadio superior, llamado síntesis, donde empieza una nueva contradicción, y el proceso pasa de nuevo
a un nivel superior.
Los filósofos llaman a esto transición de la “cantidad” a la “cualidad”. Pequeños cambios cuantitativos se acumulan hasta que, eventualmente, se produce una ruptura cualitativa con el pasado. Esta
teoría se aplica también a las sociedades o culturas. Las tensiones en una sociedad pueden crecer espectacularmente, como la hicieron en Francia a finales del siglo XVIII. Los campesinos se enfrenaban al hambre, se produjeron motines espontáneos y la aristocracia se retiró a sus fortalezas. Cuando las tensiones alcanzaron su punto de ruptura, ocurrió una transición de fase de lo cuantitativo a los cualitativo: los campesinos tomaron las armas, tomaron París y asaltaron la Bastilla.
Las tensiones terminan por romperlo todo. Nada aguanta de manera indefinida
Las transiciones de fases pueden ser también
asuntos bastante explosivos. Por ejemplo, pensemos en un río que ha sido represado. Tras la presa se forma rápidamente un embalse con agua a enorme presión. Puesto que es inestable, el embalse está en el falso vacío. El agua preferiría estar en su verdadero vacío, significando esto que preferiría reventar la presa y correr aguas abajo, hacia un estado
de menor energía. Así pues, una transición de fase implicaría un estallido de la presa, que tendría consecuencias desastrosas.

También podría poner aquí el ejemplo más explosivo de una bomba atómica, donde el falso vacío corresponde al núcleo inestable de uranio donde residen atrapadas enormes energías explosivas que son un millón de veces más poderosas, para masas iguales, que para un explosivo químico. De vez en cuando, el núcleo pasa por efecto túnel a un estado
más bajo, lo que significa que el núcleo se rompe espontáneamente. Esto se denomina desintegración radiactiva. Sin embargo, disparando neutrones contra los núcleos de uranio, es posible liberar de golpe esta
energía encerrada según la formula de Einstein E = mc2. Por supuesto, dicha liberación es una explosión atómica; ¡menuda transición de fase!

La bomba de uranio es más simple que la de plutonio y funciona cuando a una masa de uranio que aún no ha alcanzado el punto crítico de reacción en cadena descontrolada, se le añade una cantidad del mismo elemento para alcanzar esa masa crítica con la capacidad de fisionarse por sí sola. De forma simultánea, a esa masa se le agregan más elementos que potencian la creación de neutrones libres. Esto produce una aceleración de la velocidad de la reacción en cadena, resultando en la destrucción del área que rodea el dispositivo debido a la onda de choque creada por la liberación de los neutrones.
Abdus Salam
Las nuevas características descubiertas por los científicos en las transiciones de fases es que normalmente van acompañadas de una ruptura de simetría. Al premio Nobel Abdus Salam le gusta la ilustración siguiente: consideremos una mesa de banquete circular, donde todos los comensales están sentados con una copa de champán a cada
lado. Aquí existe simetría. Mirando la mesa del banquete reflejada en un espejo, vemos lo mismo: cada comensal sentado en torno a la mesa, con copas de champán a cada lado. Asimismo, podemos girar la mesa de banquete circular y la disposición sigue siendo la misma.
Rompamos ahora
la simetría. Supongamos ahora que el primer comensal toma la copa que hay a su derecha. Siguiendo la pauta, todos los demás comensales tomaran la copa de champán de su derecha. Nótese que la imagen de la mesa del banquete vista en el espejo produce la situación opuesta. Cada comensal ha tomado la copa izquierda. De este modo, la simetría izquierda-derecha se ha roto.
Así pues, el estado
de máxima simetría es con frecuencia también un estado inestable, y por lo tanto corresponde a un falso vacío.

No os equivoquéis, lo que llaman “Vacío de Bootes” que también es un falso “vacío” de inmensas dimensiones. El vacío absoluto no existe, siempre hay. ¿Cómo vamos a pretender que este “vacío” de 330 millones de años luz no cont4enga nada?
Cuando hablamos de falso vacío lo hacemos del estado en teoría cuántica de campos que es un mínimo local, pero no un estado de energía mínima del sistema en su totalidad (lo que se denomina el verdadero vacío). Tarde o temprano ocurrirá un efecto túnel desde el falso vacío al vacío verdadero, que puede ser calculado por técnicas de instantón. El falso vacñio no ha sido nunca observado, pero se predice que existe en varias teorías cuánticas de campo de relevancia para el estudio de las partículas elementales, incluyendo las teorías de gran unificación. En particular, ha sido sugerido que el falso vacío puede ser el responsable de la expansión del universo inflacionario, que pudo haber sido importante en el universo primitivo.
Solo podemos ver tres dimensiones y sentir la cuarta
Con respecto a la teoría de supercuerdas, los físicos suponen (aunque todavía no lo puedan demostrar) que el universo deca-dimensional original era inestable y pasó por efecto túnel a un universo de cuatro y otro de seis dimensiones. Así pues, el universo original estaba en un estado de falso vacío, el estado de máxima simetría, mientras que hoy estamos en el estado roto del verdadero vacío.
Lo cierto es que, por mucho que nos esforzamos mentalmente para
“ver” ese universo de más dimensiones… ¡No conseguimos verlo!
Al principio, cuando el universo era simétrico, sólo existía una sola fuerza que unificaba a todas las que ahora
conocemos, la gravedad, las fuerzas electromagnéticas y las nucleares débil y fuerte, todas emergían de aquel plasma opaco de alta energía que lo inundaba todo. Más tarde, cuando
el universo comenzó a enfriarse, se hizo transparente y apareció la luz, las fuerzas se separaron en las cuatro conocidas, emergieron las primeras quarks para unirse y formar protones y neutrones, los primeros núcleos aparecieron para atraer a los electrones que formaron aquellos primeros átomos. Doscientos millones de años más tarde, se formaron las primeras estrellas y galaxias. Con el paso del tiempo, las estrellas sintetizaron los elementos pesados de nuestros cuerpos, fabricados en supernovas que estallaron, incluso antes de que se formase el Sol. Podemos decir, sin temor a equivocarnos, que una supernova anónima explotó hace miles de millones de años y sembró la nube
de gas que dio lugar a nuestro sistema solar, poniendo allí los materiales complejos y necesarios para que algunos miles de millones de años más tarde, tras la evolución, apareciéramos nosotros.
Las estrellas evolucionan desde que en su núcleo se comienza a fusionar hidrógeno en helio, de los elementos más ligeros a los más pesados. Avanza creando en el horno
termonuclear, cada vez, metales y elementos más pesados. Cuando llega al hierro y explosiona en la forma explosiva de una supernova. Luego, cuando este material estelar es otra vez recogido en una nueva estrella rica en hidrógeno, al ser de segunda generación (como nuestro Sol), comienza de nuevo el proceso de fusión llevando consigo materiales complejos de aquella supernova.
Puesto que el peso promedio de los protones en los productos de fisión, como
el cesio y el kriptón, es menor que el peso promedio de los protones de uranio, el exceso de masa se ha transformado en energía mediante E = mc2. Esta
es la fuente de energía que subyace en las explosiones atómicas.
El tiempo con ayuda de la entropía, lo transforma todo. Hoy es, mañana no es
Así pues, la curva de energía de enlace no sólo explica el nacimiento y muerte de las estrellas y la creación de elementos complejos que también hicieron posible que nosotros estemos ahora
aquí y, muy posiblemente, será también el factor determinante para que, lejos de aquí, en otros sistemas solares a muchos años luz de distancia, puedan florecer otras especies inteligentes que, al igual que la especie humana, se pregunten por su origen y estudien los fenómenos de las fuerzas fundamentales del universo, los componentes de la materia y, como nosotros, se interesen por el destino que nos espera en el futuro.
Cuando alguien oye por vez primera la historia de la vida de las estrellas, generalmente (lo sé por experiencia), no dice nada, pero su rostro refleja escepticismo. ¿Cómo puede
vivir una estrella 10.000 millones de años? Después de todo, nadie ha vivido tanto tiempo como para ser testigo de su evolución.
El Sol se convertirá en Gigante Roja y engullirá Mercurio y Venus, la Tierra quedará arrasada
Sin embargo, tenemos los medios técnicos y científicos para
saber la edad que tiene, por ejemplo, el Sol. Y, como podemos contemplar en la imagen de arriba, sabemos de los cambios que se avecinan. Dentro de unos cinco mil millones de años, cuando se agote el combustible nuclear de fusión, el Sol se convertirá en una gigante roja que crecerá más y más hasta alcanzar 1 UA (ciento cincuenta millones de kilómetros) y, engullirá a los planetas Mercurio y Venus y, nuestra querida Tierra, quedará literalmente arrasada por las terroríficas temperaturas de los vientos solares que evaporarán los océanos y hará imposible ninguna clase de vida sobre el planeta.
Nuestro Sol, la estrella alrededor de la que giran todos los planetas de nuestro Sistema Solar es la estrella más cercana a la Tierra (150 millones de Km = 1 UA), con un diámetro de 1.392.530 Km, tiene una edad de 4.500 millones de años y, aunque fusiona 4.654.600 Tn de Hidrógeno en Helio cada
segundo, aún le quedan otros cinco mil millones de años de vida.

El Universo como una burbuja dentro de la cual está, ¡todo lo que existe!
El Universo siempre nos parece inmenso, y, al principio, aquellos pensadores que estuvieron aquí antes que jnosotros y que empezaron a preguntarse cómo sería, lo imaginaron como una esfera cristalina que dentro contenía unos pocos mundos y algunas estrellas, hoy, hemos llegado a saber un poco más sobre él. Sin embargo, dentro de unos cuantos siglos, los que detrás de nosotros llegarán, hablarán de universos en plural, y, cuando pasen algunos eones, estaremos de visita de un universo a otro como ahora
vamos de una ciudad a otra.
¡Más transiciones de fase! Ahora de evolución del el conocimiento. ¡Quién pudiera estar allí! En ese futuro en el que, realmente y si nada lo remedia, nos podremos llamar “Señores del Espacio” “Descubridores de Mundos” “Habitantes del Universo”…
¡Sería bonito ser testigo de todo eso!
¡Qué bonito es saber, a mí me gustaría!
Emilio Silvera V.
Oct
12
El Universo Evoluciona. Pero, ¿Y nosotros?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en General ~
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La evolución del Universo: La fuente del origen de la vida
Desde los tiempos más remotos, nuestra especie, ha tratado de comprender el Universo, y, sin entender aún los fenómenos que ante sus ojos podían contemplar en el cielo, llenos de temor, nuestros ancestros se preguntaban sobre aquellos asombros acontecimientos y, sobre las maravillas que, como el Sol y la Luna les traía el día y la noche.
No comprendían lo que allí arriba contemplaban
Claro que, el tiempo pasó y, como nada es estático, a base de observar lo que ocurría a nuestro alrededor, poco a poco, aquellos seres, fueron capaces de ir comprendiendo algunas de las cosas que sucedían tanto en la tierra como en el cielo.

La Tierra, al principio, era una gran bola ígnea. Con el paso del Tiempo se fue enfriando y surgió la vida. La química de los elementos fabricado en las estrellas, una atmósfera que fue evolucionando, la radiación solar, el agua líquida…
Avanzamos durante milenios y, llegamos a instalarnos en un mundo científico que podía explicarlo “casi” todo. Para comprender el Universo y ayudados por aparatos de distinta índole, acudimos al estudio y a la observación que, nos llevó a saber sobre la componente clásica de este Universo nuestro que, se significa por un inmenso espacio-tiempo en expansión donde la materia juega un papel esencial para suministrar los objetos y la energía transformadora de la dinámica del Cosmos, siempre cambiante para que nada cambie.

Decimos que, esa materia que podemos contemplar y detectar y la energía que la acompaña (E = mc2), que está presente en forma de estrellas, galaxias y planetas o seres vivos (unas ¿inertes?, y otras vivientes) sólo supone el 5% de la materia que, en realidad, puede estar presente en nuestro Universo. Y, “suponemos”, así lo aconsejan las observaciones del Cosmos, que debe existir otra clase de materia y energía, a las que hemos dado en llamar “oscura” y a la que hemos puesto la etiqueta de material exótico.
















Totales: 82.003.653
Conectados: 56






































