Mar
23
¿Qué hay en Marter? ¿Cómo fue? ¿Cómo será?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Marte ~ Comments (0)
¡Marte! Siempre misterioso
Cuando el Proyecto Curiosity fue enviado al planeta Marte, decían:
“En las suaves laderas alrededor de la montaña, Curiosity buscará moléculas orgánicas, los componentes químicos fundamentales de la vida. El Orbitador de Reconocimiento de Marte ha encontrado una intrigante marca de arcilla cerca de la parte inferior de la montaña y sulfatos minerales un poco más arriba. Ambos minerales se forman en presencia de agua, lo cual incrementa la posibilidad de existencia de ambientes propicios para la vida.”
La sonda o nave Curiosity, miraba al horizonte lejano y ya, vislumbra su destino marciano, y, está deseosa de comenzar las misiones encomendadas para poder enviar a la Tierra, algunos datos más de los que ya, aquí son bien conocidos pero, antes de que nos lleguen informaciones nuevas, conozcamos algo de aquel planeta.
Conforme nos dicen las huellas dejadas, pocas dudas nos pueden caber de que, en el pasado lejano, Marte tenía sus mares y lagos extensos, incluso algunos, apuestan por un gran océano, a pesar de su porosa superficie. En muchos cañones profundos existen trazas de antiguos sedimentos lacustres, estratificados y de gran espesor; la apariencia moteada de algunas llanuras bajas septentrionales sugiere la presencia de muchos estanques.
La evidencia a favor de un mar grande ha sido controvertida, pero puede trazarse el límite de un posible océano alrededor de las llanuras septentrionales de tierra baja donde, en días más templados y agradables, grandes canales de desagüe procedentes de las tierras altas y llenas de cráteres descargaban su agua. La supuesta línea costera incluye acantilados erosionados, terrazas onduladas y cúspides. Bautizado como Oceanus Borealis, este mar marciano puede haber cubierto un tercio del planeta.
Visibles huellas de la presencia de un gran océano en el pasado de Marte
Como evidencia complementaria a favor de un océano, hay fuertes señales de que el hemisferio sur del planeta ha estado sometido a glaciación a gran escala. Marte tiene hoy un delgado casquete polar septentrional que contiene agua helada mezclada con hielo seco (dióxido de carbono congelado), y un casquete polar austral más espeso de hielo seco fundamentalmente. Los casquetes crecen u disminuyen con las estaciones; el casquete septentrional puede desaparecer por completo. Pero hace tiempo, una gruesa capa de agua helada se extendía desde el Polo Sur hasta los 33 grados de latitud. Quizá la fuente de todo éste hielo haya sido la evaporación del Oceanus Borealis.
Lo cierto es que, después de algunos viajes llevando materiales y preparando una pequeña Base que costaría muchísimo dinero, lo cierto es que, la vida en ese entorno sería peligrosa y muy penosa para los viajeros-aventureros que se lanzaran a tal empresa.
Un colosal montículo volcánico hizo retorcerse al joven planeta Marte. Hace entre 3.000 y 3.500 millones de años la corteza y el manto de Marte giraron al menos 20 grados según Nature.
En el curso de períodos geológicos, Marte se ha secado poco a poco a medida que el vapor de agua se perdía en el espacio debido a su baja gravedad. Una cantidad de agua equivalente a una profundidad global de 70 metros podría haberse perdido de esta forma. Más grave es el frío. Cuando la temperatura descendió bruscamente, las condiciones se hicieron inadecuadas para el agua líquida, y la mayor parte de los mares marcianos quedó incorporada en el permafrost. Es probable que antiguos lagos de descarga se hubieran congelados a altas latitudes, y sus remanentes quizá sigan allí, ocultos bajo capas de polvo y roca.
La Actividad hidrológica del planeta sucedió hace mucho tiempo. Si alguna vez hubo ríos tranquilos con meandros, o si hubo océanos agitados, probablemente se secaron al menos hace tres mil quinientos millones de años. Sin embargo, quizá la degeneración del clima no haya sido una vía de dirección única. La lenta desecación podría haberse visto interrumpida por cortos episodios más cálidos, en los que el agua volvía a fluir libremente. Hay alguna evidencia de ello en el hecho de que algunos valles marcianos se formaron mucho más tarde. Además parece claro que algunos de los canales de desagüe mayores han sido excavados varias veces, lo que indica toda una serie de inundaciones. Todo esto sugiere que, por alguna razón, Marte volvió ocasionalmente, y quizá sólo por breve período de tiempo, a condiciones calientes y húmedas. Puede haber habido entonces un intenso reciclaje del agua a través del suelo y la atmósfera. Pero con cada ciclo de inundación y glaciación desaparecía más agua. Aunque algunos ríos pueden haber estado corriendo en Marte hace tan sólo unos pocos cientos de millones de años, estas corrientes eran débiles en comparación con las antiguas inundaciones, y habrían tenido poco efecto en el clima marciano.
Los ríos marcianos ofrecen una clara evidencia de que el planea fue en algún momento más caliente y más húmedo. Pero, ¿Cómo pudo ser esto? A primera vista hay una buena razón para creer que Marte debería haber estado aún más frío en el pasado que hoy. Esta tiene que ver con el denominado problema del Sol joven. A medida que el Sol envejece, se hace poco a poco más brillante debido a cambios en su constitución química. Hace cuatro mil millones de años, habría sido un 30 por 100 más tenue de lo que es hoy, reduciendo drásticamente su efecto calentador sobre el lejano Marte. Esto estaría contrarrestado en parte por el calentamiento geotérmico, producido por la radiactividad y el calor almacenado procedente de la formación del planeta, y ambos efectos fueron mucho más fuertes en el pasado. Sin embargo, el flujo de calor geotérmico por sí sólo no compensaría el efecto del Sol joven, tenue, y hay que encontrar otras razones para un clima más tibio.
La manera más fácil de hacer un planeta más caliente es utilizando el efecto invernadero. Los gases de invernadero tales como el dióxido de carbono actúan como un parasol, atrapando el calor del Sol cerca de la superficie del planeta. Hoy la atmósfera marciana es demasiado delgada como para producir mucho calentamiento por efecto invernadero, pero ciertamente habría sido mucho más espesa durante los primeros mil millones de años… Como sucede con la Tierra, Marte adquirió una densa atmósfera inicial tanto por la desgasificación del planeta como por el aporte de sustancias volátiles por parte de cometas, asteroides y planetesimales helados. Un CO2 abundante habría elevado la temperatura de modo espectacular.
Las evidencias de pasados mares en Marte son grandes. Existen vestigios de que sus costas fueron arrasadas por Tsunamis.
De todas las maneras, los sucesos que llevaron a Marte a perder su atmósfera, sus mares y océanos, son muy diversas y serán los expertos geólogos los que nos puedan explicar aquellos posibles sucesos.
Respecto a la posibilidad de vida, el hecho de que Marte estuviera caliente y húmedo hace unos 3.500 millones de años es altamente significativo, pues significa que Marte se parecía a la Tierra en una época en que la vida existía aquí. Eso, como es lógico pensar, debería haber llevado a nuestro planeta hermano a que, como la Tierra y en las mismas circunstancias que ella, también fuera un lugar apropiado para la vida. Por sí misma, sin embargo, la presencia de agua líquida es sólo una parte de la historia. Lo que hace que las perspectivas de vida en Marte parezcan tan buenas, es que aquel planeta, no sólo tiene agua líquida sino también volcanes.
La montaña marciana del Monte Olimpo se eleva a 27 kilómetros sobre el macizo Tharsis y tiene 550 kilómetros de diámetro. Medida por medida, es la montaña más grande de su tipo en todo el Sistema solar. La importancia del monte Olimpo no está en su tamaño, sin embargo, sino en el hecho de que es un volcán. Donde se dan juntos volcanes y agua, pueden aparecer fuentes calientes: sistemas hidrotermales como los de la Tierra que posiblemente fueron un hogar para los primeros organismos en aquel planeta.
El pasado volcánico de Marte dejó en el subsuelo grandes y profundas galerías que, a mayor temperatura, verán correr el agua líquida cantarina, y, la humedad del ambiente habrá creado líquenes y hongos y, probablemente bacterias. Allí debe estar la vida presente del planeta.
¿Floreció también la vida microbiana en Marte hace 3.800 millones de años, quizá en alguna fuente burbujeante en las pendientes del monte Olimpo, o en las profundidades de rocas porosas por debajo de un mar marciano hace tiempo desaparecido?
Si aquel planeta fue parecido a la Tierra hace 4.000 millones de años… ¡Tendría presente la Vida!
Una de las misiones que tenía que cumplir la Curiosity era, tratar de averiguar si en Marte hubo vida alguna vez, y, si en efecto, la vida se puso en marcha en la superficie de Marte, hace ahora 3.800 millones de años, se habría enfrentado a una carrera desesperada contra el tiempo. Apenas había terminado el bombardeo esterilizante cuando el clima empezó a deteriorarse. A medida que la temperatura descendía y el agua se congelaba, los hábitats apropiados habrían sido cada vez más escasos. En tan sólo algunos cientos de millones de años cualquier organismo remanente se habría retirado, con toda probabilidad a refugios especiales, tales como lagos desolados protegidos por cubiertas de hielo, o lugares profundos en la sub-superficie que, con temperaturas más elevadas, el agua líquida corriera sin ningún problema para facilitar la vida de hongos, líquenes y, vaya usted a saber que colonias de bacterias.
Hasta el momento todos los intentos de encontrar indicios de vida han sido infructuosos, y si en los siguientes intentos continúan buscando en la superficie del planeta… ¡Seguirá el mismo resultado! La única manera de encontrar la prueba de vida en Marte, y, no sólo del pasado sino presente, será buscar en las profundidades del planeta, y, tan misión está vedada por los rovers.
emilio silvera
Ene
1
Europa intenta aterrizar en Marte en busca de vida
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Marte ~ Comments (0)
En estos momentos, una nave de 600 kilos se dirige hacia Marte a miles de kilómetros por hora y en una trayectoria de colisión. Su objetivo es aterrizar con éxito en un planeta donde, en medio siglo largo de exploración espacial, más de la mitad de las misiones han fracasado.
El aterrizaje del módulo Schiaparelli forma parte de ExoMars, un proyecto de la Agencia Espacial Europea (ESA) con la participación de Rusia cuyo objetivo final es buscar vida en Marte. La primera fase del proyecto, ExoMars 2016, afronta ahora sus momentos más decisivos con la llegada del módulo, que debe poner a prueba las nuevas tecnologías de aterrizaje. Esas tecnologías se usarán para enviar a Marte el primer vehículo de exploración europeo en 2020.
Está previsto que Schiaparelli entre en la fina atmósfera de Marte hoy a las 16:43, hora peninsular española, a una velocidad de 21.000 kilómetros por hora. Lo que pase en los seis minutos siguientes decidirá el éxito de la misión.
Este sería el primer aterrizaje exitoso de una nave europea en el planeta
“Más que un aspecto crítico, afrontamos una secuencia de eventos críticos”, comenta Metcalfe. Primero, la sonda usará un escudo térmico que llegará a alcanzar unos 1.600 grados por el rozamiento con el aire marciano y le ayudará a frenar en un primer tramo. A 11 kilómetros de la superficie se desplegarán los paracaídas, que reducirán la velocidad hasta los 250 kilómetros por hora. Después se encenderán los propulsores hasta que la nave esté a unos dos metros de la superficie, cuando el Schiaparelli caerá por sí solo, a unos 10 kilómetros por hora, protegido por una estructura deformable que lo parará en seco e impedirá que vuelque.
A la vista de ‘Opportunity’
Puede que Schiaparelli aterrice en medio de una tormenta. “Estamos justo en un periodo de alta probabilidad de tormentas de polvo en Marte y la semana pasada nos informaron de que parece haber actividad de este tipo en la zona de aterrizaje”, explica Metcalfe. Esta posibilidad ha sido prevista por los ingenieros de la misión y se espera que no afecte a la nave, aunque sí es posible que emborrone las primeras imágenes desde el Meridiani Planum, la llanura cercana al ecuador de Marte a la que se dirige la nave.
Bautizado en honor a al astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli (1835-1910), el aterrizador europeo lleva una pequeña carga de instrumentos científicos que, por primera vez, permitirán analizar los campos eléctricos que generan las partículas de polvo al moverse, explica Tanya Lim, científica de ExoMars 2016.
Puede que ‘Schiaparelli’ aterrice en medio de una tormenta de polvo
El Astrónomo Italiano creyó ver canales en Marte
Pero fue Giovanni Schiaparelli (1835-1910) quién fue más allá en la observación del planeta rojo. El astrónomo observó que Marte estaba atravesado por unas especies de líneas de gran anchura… Aquella diferencia de coloración hizo que comenzara una especie de cartografía general marciana con unos canales dispuestos en el ecuador del planeta. Además incluyo lo polos helados… Fue más allá e incluso imaginó vegetación… Pero lo que más llamó la atención fue lo que él llamó “Canales” y de lo que la prensa se hizo eco… Ya que “canales” implicaba la realización artificial de estos con un propósito: eran canales de 50 kilómetros, de ancho… Lo cual nos decía que allá vivían una cultura, una civilización que habría practicado los mismos con una tecnología nunca antes imaginada.
Percival Lowell y los canales de Marte El astrónomo Flammarión
Schiaparelli y su rústico telescopio
La fiebre sobre la vida marciana comenzó a aflorar… Schiaparelli, Flammarion… Todos tenían algo que decir sobre ellos, pero fue Percival Lowell (1855-1916) quién iría un paso más allá… De sólida formación universitaria en 1894 creo y dirigió el Observatorio Lowell en Flagstaff (Arizona) y se centró en el estudio de Marte, y de cuarenta canales “observados” pasó a cincuenta…
Es el cañón natural más grande del Sistema Solar
El planeta rojo, Marte, siempre ha cautivado y llamado la atención de amantes de la astronomía o la ciencia ficción, su color rubí y su proximidad a la Tierra lo hacían el candidato perfecto para albergar algo tan bello como la Vida.
Hoy día sabemos que Marte es un planeta estéril que pudo tener vida, de algún tipo, hace miles o millones de años. Su pasado volcánico dejó grandes conductos naturales en el interior del planeta y, a esos profundidades, la temperatura es mayor que en la superficie, allí puede estar presente el agua líquida y… ¡Dónde hay agua! Puede haber alguna clase de vida como hongos, líquenes y bacterias.
“Los líquenes son organismos que surgen de la simbiosis entre un hongo (llamado micobionte, perteneciente a las divisiones Ascomycota o Basidiomycota), y un alga (llamada ficobionte, perteneciente a las divisiones Chlorophyta o Heterokonta) o una cianobacteria.”
Desde el momento del aterrizaje el centro de control de la ESA, en Darmstadt, Alemania, esperará una señal de confirmación de que la nave “está viva y en buenas condiciones”, resume Metcalfe. El TGO plegará su antena mientras enciende sus cohetes durante más de dos horas para frenar y quedar anclado en órbita de Marte, con lo que no podrá transmitir las señales de Schiaparelli. Un radiotelescopio en Pune, India, espera captar la primera señal del aterrizador, “aunque no está garantizado que pueda hacerlo”. Serán dos orbitadores, el Mars Express de ESA y el MRO de la Nasa, los que puedan rebotar la señal a la Tierra y confirmar el estado del módulo a lo largo de la tarde.
También existe la posibilidad de que el rover Opportunity de la NASA, que lleva explorando esta zona de Marte desde 2004, pueda ver la sonda europea en su descenso y fotografiarla. “Solo vería una pequeña mancha en el cielo marciano, pero sería un momento fascinante”, reconoce Metcalfe. Las primeras imágenes de Schiaparelli desde el Meridiani Planum, una llanura cercana al ecuador de Marte, no llegarían hasta el jueves, según el responsable científico.
Regiones de Marte en las que se detectaron concentraciones de metano
En 2014, el rover Curiosity de la NASA detectó la presencia en la zona ecuatorial de Marte de extrañas concentraciones de metano. La presencia del gas parecía aumentar de repente y luego desaparecer. En la Tierra, este gas es casi siempre signo de presencia de seres vivos. Uno de los principales objetivos científicos de ExoMars 2016 será analizar en detalle cuál es la fuente del metano en Marte y determinar si lo producen seres vivos. En 2020, el rover europeo podrá acudir hasta la fuente del gas y perforar el suelo con un taladro en busca de vida.
“Vamos a poder medir el metano con una sensibilidad 100 veces superior a la de cualquier otro instrumento”, resalta Miguel Ángel López, investigador del Instituto de Astrofísica de Andalucía y miembro del equipo que ha desarrollado el instrumento Nomad, uno de los cuatro a bordo del TGO, que se ocupará de analizar los gases traza presentes en la atmósfera marciana. El orbitador tiene previsto hacer unas mediciones iniciales en noviembre, pero su misión científica no comenzará hasta finales de 2017.
Hasta aquí el reportaje al que le he añadido algunas imágenes para hacerlo más ameno. Ahora os pongo algunas imágenes más para que os podáis hacer una idea de lo que encontraran los astronautas el día que puedan pisar el suelo marciano.
NASA
La cámara de alta resolución HiRISE (High Resolution Imaging Science Experiment) situada a bordo de la sonda espacial Mars recogió espectaculares fotografías de la superficie del Planeta Rojo con una calidad nunca antes vista. Disfrute de su geografía y belleza desde otra perspectiva en las siguientes imágenes.
- Cráter Victoria: El vehículo Mars Rover Opportunity, que se desplaza por la superficie de Marte, recorrió este cráter de 730 metros de ancho localizado en la llanura Meridiani Planum.
- Diablos de polvo: Estos torbellinos de arena desplazan la fina capa de polvo de la superficie marciana dejando expuesta una región oscura. Las huellas azules corresponden a las marcas que deja a su paso este fenómeno.
- Dunas congeladas: Cientos de dunas de arena cubren las llanuras marcianas. Terminado el invierno, estas comienzan a descongelarse y pierden su cubierta solida de dióxido de carbono.
- Dunas de dos tonos en Meridiani Terra: Esta región de Marte era conocida antes como Sinus Meridiani, nombre dado a finales de 1870 por el astrónomo francés Camille Flammarion.
- Juventae Chasma: Este enorme cañón de aproximadamente 250 kilómetros de largo y 100 kilómetros de ancho, al norte de Valles Marineris, está parcialmente cubierto de dunas.
- Capas de roca al norte de Meridiani Planum: Esta región es una llanura que se encuentra 2 grados al sur del ecuador de Marte.
- Rocosidad al suroeste de Ganges Chasma: Ganges Chasma es un profundo cañón en el extremo oriental del gran sistema Valle Marineris.
- Capas de erosión en un cráter: El depósito que se observa forma una serie de crestas debido al poder erosivo del viento.
- Noctis Labyrinthus: Se ubica en el borde occidental de Valle Marineris, al norte de Syria Planum. Está compuesto por grandes bloques de terreno fracturado y varios cañones.
- Glaciar: En la imagen la iluminación se disminuyó para acentuar las líneas que lo atraviesan, que se extienden desde el monte Euripus Mons.
- Marte, el planeta rojo, sigue vivo en nuestras Mentes, todos los datos de aquellos antiguos investigadores que hicieron soñar con otras civilizaciones, siguen vigentes aún sabiendo que no hay allí vida inteligente pero… ¡Y vida primaria!
- Lo sorprendente de esta misión fue cuando leímos en las noticias:
- “El módulo Schiaparelli se estrelló en la superficie de Marte por un problema del ordenador. La investigación final de la ESA confirmó que un “conflicto de información” ocasionó el desastre.”
-
No siempre las cosas salen bien, es el riesgo que siempre estará presente en misiones de ésta gran complejidad. Y aunque lo intentamos y asumimos los riesgos, hay que reconocer que aún, no estamos preparados para poder garantizar el éxito de ciertos proyectos.
- emilio silvera
Sep
11
Marte tuvo agua templada en la que pudo surgir la vida
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Las huellas del pasado, Marte ~ Comments (2)
El hallazgo por primera vez de Boro sobre la superficie de Marte nos apunta hacia un pasado en el que el agua pudo hacer que el planeta fuese habitable. Lo cierto es que, ir sabiendo del Planeta Marte de la manera en la que lo estamos haciendo (a base de enviar ingenios robotizados que nos hacen el trabajo de campo y nos envían imágenes), es costoso y lento. Hasta el día en el que podamos poner nuestros pies en la superficie de Marte, no sabremos sobre los muchos secretos que esconde.
Parece que Marte fue un planeta con todas las cualidades para albergar vida que se echó a perder. El trabajo de robots como Curiosity, de la NASA, ha permitido saber que el planeta estuvo cubierto por océanos. Algo sucedió, sin embargo, que arrebató la atmósfera a aquel mundo rojo y lo convirtió en un desierto. Alguna de las explicaciones más recientes sugieren que Marte, como ahora la Tierra, tenía un núcleo de hierro que creaba un campo magnético capaz de desviar la radiación espacial. 500 millones de años después de su nacimiento el planeta perdió esta magnetosfera y su atmósfera quedó a merced del viento solar.
Hace algún tiempo, la NASA publicaba más información recabada por Curiosity. Por primera vez, en la ladera del cráter Gale que explora el robot, se ha encontrado boro, un elemento que puede ser indicio de que en Marte hubo agua con las condiciones necesarias para albergar vida. Patrick Gasda, investigador del Laboratorio Nacional de Los Álamos, en Nuevo México (EEUU), explicaba en un comunicado de la agencia espacial que si el boro encontrado es similar al de la Tierra, “sería señal de que las aguas subterráneas habrían tenido [una temperatura] de entre 0 y 60 grados con un Ph entre neutral y alcalino”.
El cráter Gale
El análisis del terreno también ha mostrado un sistema dinámico, en el que distintos elementos se mezclan gracias al agua. “El agua influencia la química de las arcillas, pero la composición del agua también cambia. Estamos viendo la complejidad química que apunta a una larga historia interactiva con el agua. Cuanto más complicada es la química, mejor es para la habitabilidad. El boro, el oligisto y los minerales arcillosos subrayan la movilidad de elementos y electrones y eso es bueno para la vida”, ha afirmado John Grotzinger, uno de los responsables de la misión.
El interés de los científicos por el cráter Gale viene porque en los estratos de su ladera está escrita la historia de las condiciones medioambientales de Marte y sus cambios. Curiosity logró descubrir durante su primer año de trabajo que en el pasado marciano existió un lago que contaba con todos los ingredientes químicos necesarios para la vida además de la energía necesaria para sustentarla. Ahora, el robot está escalando el monte Sharp, un pico de 5.500 metros en el centro del cráter Gale. En su ladera, buscará más información sobre cómo cambiaron las condiciones climáticas a lo largo del tiempo.
Reportaje de Prensa
May
21
¿Colonizar Marte a partir de 2.024? ¿Cómo será posible?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Marte ~ Comments (1)
Elon Musk desvela su plan para crear una civilización en Marte. Veámos el reportaje en el Pais.
El Jefe de Space X anuncia un primer viaje al planeta rojo para 100 personas en 2.024.
De niño, en su Suráfrica natal, Elon Musk devoraba novelas de Isaac Asimov en las que un héroe solitario salva el mundo. Ahora quiere convertirse en ese héroe dándole a la humanidad su única forma, según él, de seguir existiendo: colonizar Marte.
“Podemos permanecer en la Tierra esperando una extinción final. o convertirnos en una especie mulyiplaneyaria.”
Dijo entonces el Sr. Musk El director ejecutivo de Space X y Tesla, con 45 años, presentó entonces sus planes para conseguir ese objetivo expuesto en la esperada conferencia en el Congreso Internacional de Astronáutica, que se celebró en Guadalajara (México).
Horas antes de su intervención ya había colas para entrar en el salón principal de este congreso que reúne a 4.000 empresarios, científicos, estudiantes, y los responsables de las principales agencias espaciales del mundo, incluida la NASA. Ninguno de ellos ha podido eclipsar a Musk, que ha sido recibido con vítores por un público que, al abrirse las puertas, ha corrido desesperado para ocupar las primeras filas del auditorio como quien ansía la mejor vista de su estrella de rock favorita.
Este empresario con doble nacionalidad en EE UU y Canadá se ha convertido en uno de los mayores gurús del momento por la enormidad de sus objetivos, como crear el mejor coche eléctrico del mundo, generar un sistema de baterías para que la gente almacene y use su propia electricidad y sobre todo fundar una nueva industria espacial privada que ya se encarga de llevar material al espacio para la NASA y que en un futuro pretende ser la primera en cumplir el sueño de enviar humanos a Marte.
La misión al planeta Marte es posible y el comienzo es creer en esa aventura que sería el comienzo de la partida de la Humanidad hacia el Espacio Exterior que, finalmente, será nuestro destino cuando la Tierra deje de ser un habitáculo confortable.
Musk ha comenzado a hablar delante de una gran esfera del planeta que, a medida que hablaba, iba cubriéndose de agua y nubes. Su objetivo, ha explicado, es crear “una civilización autosuficiente en Marte”, algo que, según sus planes, llevará “entre 40 y 100” años. “Una civilización autosuficiente en Marte probablemente necesita en torno a un millón de personas”, ha dicho Musk, y espera que todas viajen con SpaceX.
A Marte por lo que cuesta una casa
El proyecto se basa en cohetes reutilizables, repostaje en órbita, combustible producido en Marte y usar el tipo de combustible apropiado
El empresario ha presentado el diseño del vehículo con el que espera cumplir ese objetivo, un mastodonte de 122 metros de largo en cuya parte superior viajará una nave espacial para unas 100 personas, aunque ese número puede elevarse en función del combustible y la carga. Según la presentación, este cohete será más potente y eficiente que el Saturn V, usado por la NASA para llevar humanos a la Luna y que, por ahora, ha sido el más potente que se ha lanzado al espacio con éxito.
Musk espera tener todos los componentes de este nuevo “sistema” listos en 2024, cuando comenzarían los primeros viajes a Marte. “El objetivo fundamental es hacer que toda persona que quiera ir, pueda ir”, ha dicho, por lo que espera que el precio de un billete esté en torno a los 200.000 dólares [unos 160.000 euros], “lo que cuesta una casa”. La duración del viaje “puede variar”, podría ser de “unos 80 días”, e incluso reducirse a “30”, ha asegurado.
Muchos expertos de la industria espacial y astronautas cuestionan que sea posible enviar humanos a Marte tan pronto sin arriesgar sus vidas, debido a que no existen sistemas óptimos para evitar la intensa radiación del viaje y la estancia.
Esto no parece preocupar a quien pretende ser el primer touroperador marciano. “La radiación no es un problema muy importante”, ha asegurado Musk a preguntas de la audiencia. “Claro que hay algún riesgo de radiación, pero no es mortal y el riesgo de cáncer es relativamente menor” durante el viaje. Una vez en la superficie del planeta “se creará un campo electromagnético artificial” para desviar partículas peligrosas, con lo que la radiación tampoco sería importante, ha añadido.
Sin apenas financiación
El proyecto se basa en cuatro puntos claves: cohetes reutilizables, repostaje en órbita, combustible producido en Marte y usar el tipo de combustible apropiado. Los planes de SpaceX son usar un nuevo tipo de material propulsor hecho a base de metano y oxígeno, dos elementos disponibles en Marte. Las futuras naves hacia Marte repostarían en la órbita terrestre antes de partir. Los recién llegados comenzarían enseguida el proceso para comenzar a fabricar el nuevo combustible. Esta, ha dicho Musk, es una colonización de ida y vuelta, todo aquel que decida ir, podrá volver.
El nuevo cohete iría equipado con los Raptor, un nuevo tipo de motor en desarrollo que tendría tres veces más potencia que los Merlin que actualmente usan los cohetes Falcon 9 de SpaceX. El módulo principal de propulsión, reutilizable, llevaría 42 de estos cohetes que ayudarán a alcanzar una velocidad de 8.500 kilómetros por hora. Esta técnica para reciclar cohetes es la única de las cuatro mencionadas que Musk ha demostrado con éxito, por el momento.
En el 2022 nn Falcon Heavy de SpaceX será lanzado con el primer grupo de 4 colonizadores. Y en el 2023 los primeros colonizadores llegarán a Marte.
Después de los aspectos técnicos este visionario ha señalado con qué financiación cuenta: solo el dinero que él mismo invierte en el proyecto, los beneficios de sus empresas y, posiblemente, alguna plataforma de crowdfunding como Kickstarter, ha dicho solo medio en broma. “Eventualmente esto debe convertirse en un enorme proyecto público-privado”, ha resaltado Musk.
En la ronda de preguntas ha comentado que este sería de momento un proyecto en el que solo participará EE UU debido a las restricciones legales del sector espacial: “tengo las manos atadas”, ha dicho.
La primera fase del proyecto serán dos misiones no tripuladas que aterrizarán en Marte en 2018 y 2020 para buscar zonas donde pueda abundar el agua, estudiar en qué lugares será mejor aterrizar con tripulación en el futuro y “aprender” a llevar gran cantidad de material al planeta rojo. Una vez conquistado Marte, Musk pretende llevar su vehículo espacial pueda viajar “a cualquier otro lugar del Sistema Solar”, incluidas lunas como Europa o Encélado e incluso planetas como Júpiter.
Lo cierto es que, no estamos preparados para tal hazaña. El Espacio Exterior es un lugar hostil para los humanos, no es nuestro ámbito natural, y, oreparar navez que tengan todos los requisitos necesarios para la supervivencia de los viajeros… ¡No está a nuestro alcance!
Claro que soñar… Es libre.
Ene
31
¿Qué hay en Marte? ¿Cómo fue? ¿Cómo será?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Marte ~ Comments (0)
¡Marte! Siempre misterioso
En las suaves laderas alrededor de la montaña, Curiosity buscó moléculas orgánicas, los componentes químicos fundamentales de la vida. El Orbitador de Reconocimiento de Marte ha encontrado una intrigante marca de arcilla cerca de la parte inferior de la montaña y sulfatos minerales un poco más arriba. Ambos minerales se forman en presencia de agua, lo cual incrementa la posibilidad de existencia de ambientes propicios para la vida.
La sonda o nave Curiosity, miró al horizonte lejano y, vislumbró su destino marciano, y, estaba deseosa de comenzar las misiones encomendadas para poder enviar a la Tierra, algunos datos más de los que ya, aquí son bien conocidos pero, antes de que nos lleguen informaciones nuevas, conozcamos algo de aquel planeta.
Las huellas dejadas por el la presencia del agua están claras
Conforme nos dicen las huellas dejadas, pocas dudas nos pueden caber de que, en el pasado lejano, Marte tenía sus mares y lagos extensos, incluso algunos, apuestan por un gran océano, a pesar de su porosa superficie. En muchos cañones profundos existen trazas de antiguos sedimentos lacustres, estratificados y de gran espesor; la apariencia moteada de algunas llanuras bajas septentrionales sugiere la presencia de muchos estanques.
Marte tenía agua y atrmósfera
La evidencia a favor de un mar grande ha sido controvertida, pero puede trazarse el límite de un posible océano alrededor de las llanuras septentrionales de tierra baja donde, en días más templados y agradables, grandes canales de desagüe procedentes de las tierras altas y llenas de cráteres descargaban su agua. La supuesta línea costera incluye acantilados erosionados, terrazas onduladas y cúspides. Bautizado como Oceanus Borealis, este mar marciano puede haber cubierto un tercio del planeta.
Como evidencia complementaria a favor de un océano, hay fuertes señales de que el hemisferio sur del planeta ha estado sometido a glaciación a gran escala. Marte tiene hoy un delgado casquete polar septentrional que contiene agua helada mezclada con hielo seco (dióxido de carbono congelado), y un casquete polar austral más espeso de hielo seco fundamentalmente. Los casquetes crecen u disminuyen con las estaciones; el casquete septentrional puede desaparecer por completo. Pero hace tiempo, una gruesa capa de agua helada se extendía desde el Polo Sur hasta los 33 grados de latitud. Quizá la fuente de todo éste hielo haya sido la evaporación del Oceanus Borealis.
En el curso de períodos geológicos, Marte se ha secado poco a poco a medida que el vapor de agua se perdía en el espacio debido a su baja gravedad. Una cantidad de agua equivalente a una profundidad global de 70 metros podría haberse perdido de esta forma. Más grave es el frío. Cuando la temperatura descendió bruscamente, las condiciones se hicieron inadecuadas para el agua líquida, y la mayor parte de los mares marcianos quedó incorporada en el permafrost. Es probable que antiguos lagos de descarga se hubieran congelados a altas latitudes, y sus remanentes quizá sigan allí, ocultos bajo capas de polvo y roca.
La Actividad hidrológica del planeta sucedió hace mucho tiempo. Si alguna vez hubo ríos tranquilos con meandros, o si hubo océanos agitados, probablemente se secaron al menos hace tres mil quinientos millones de años. Sin embargo, quizá la degeneración del clima no haya sido una vía de dirección única. La lenta desecación podría haberse visto interrumpida por cortos episodios más cálidos, en los que el agua volvía a fluir libremente. Hay alguna evidencia de ello en el hecho de que algunos valles marcianos se formaron mucho más tarde. Además parece claro que algunos de los canales de desagüe mayores han sido excavados varias veces, lo que indica toda una serie de inundaciones. Todo esto sugiere que, por alguna razón, Marte volvió ocasionalmente, y quizá sólo por breve período de tiempo, a condiciones calientes y húmedas. Puede haber habido entonces un intenso reciclaje del agua a través del suelo y la atmósfera. Pero con cada ciclo de inundación y glaciación desaparecía más agua. Aunque algunos ríos pueden haber estado corriendo en Marte hace tan sólo unos pocos cientos de millones de años, estas corrientes eran débiles en comparación con las antiguas inundaciones, y habrían tenido poco efecto en el clima marciano.
Los ríos marcianos ofrecen una clara evidencia de que el planea fue en algún momento más caliente y más húmedo. Pero, ¿cómo pudo ser esto? A primera vista hay una buena razón para creer que Marte debería haber estado aún más frío en el pasado que hoy. Esta tiene que ver con el denominado problema del Sol joven. A medida que el Sol envejece, se hace poco a poco más brillante debido a cambios en su constitución química. Hace cuatro mil millones de años, habría sido un 30 por 100 más tenue de lo que es hoy, reduciendo drásticamente su efecto calentador sobre el lejano Marte. Esto estaría contrarrestado en parte por el calentamiento geotérmico, producido por la radiactividad y el calor almacenado procedente de la formación del planeta, y ambos efectos fueron mucho más fuertes en el pasado. Sin embargo, el flujo de calor geotérmico por sí sólo no compensaría el efecto del Sol joven, tenue, y hay que encontrar otras razones para un clima más tibio.
La manera más fácil de hacer un planeta más caliente es utilizando el efecto invernadero. Los gases de invernadero tales como el dióxido de carbono actúan como un parasol, atrapando el calor del Sol cerca de la superficie del planeta. Hoy la atmósfera marciana es demasiado delgada como para producir mucho calentamiento por efecto invernadero, pero ciertamente habría sido mucho más espesa durante los primeros mil millones de años… Como sucede con la Tierra, Marte adquirió una densa atmósfera inicial tanto por la desgasificación del planeta como por el aporte de sustancias volátiles por parte de cometas, asteroides y planetesimales helados. Un CO2 abundante habría elevado la temperatura de modo espectacular.
Las evidencias de pasados mares en Marte son grandes
De todas las maneras, los sucesos que llevaron a Marte a perder su atmósfera, sus mares y océanos, son muy diversas y serán los expertos geólogos los que nos puedan explicar aquellos posibles sucesos.
Respecto a la posibilidad de vida, el hecho de que Marte estuviera caliente y húmedo hace unos 3.500 millones de años es altamente significativo, pues significa que Marte se parecía a la Tierra en una época en que la vida existía aquí. Eso, como es lógico pensar, debería haber llevado a nuestro planeta hermano a que, como la Tierra y en las mismas circunstancias que ella, también fuera un lugar apropiado para la vida. Por sí misma, sin embargo, la presencia de agua líquida es sólo una parte de la historia. Lo que hace que las perspectivas de vida en Marte parezcan tan buenas, es que aquel planeta, no sólo tiene agua líquida sino también volcanes.
La montaña marciana del Monte Olimpo se eleva a 27 kilómetros sobre el macizo Tharsis y tiene 550 kilómetros der diámetro. Medida por medida, es la montaña más grande de su tipo en todo el Sistema solar. La importancia del monte Olimpo no está en su tamaño, sin embargo, sino en el hecho de que es un volcán. Donde se dan juntos volcanes y agua, pueden aparecer fuentes calientes: sistemas hidrotermales como los de la Tierra que posiblemente fueron un hogar para los primeros organismos en aquel planeta.
¿Floreció también la vida microbiana en Marte hace 3.800 millones de años, quizá en alguna fuente burbujeante en las pendientes del monte Olimpo, o en las profundidades de rocas porosas por debajo de un mar marciano hace tiempo desaparecido?
Una de las misiones que está cumpliendo la Curiosity es, tratar de averiguar si en Marte hubo vida alguna vez, y, si en efecto, la vida se puso en marcha en la superficie de Marte, hace ahora 3.800 millones de años, se habría enfrentado a una carrera desesperada contra el tiempo. Apenas había terminado el bombardeo esterilizante cuando el clima empezó a deteriorarse. A medida que la temperatura descendía y el agua se congelaba, los hábitats apropiados habrían sido cada vez más escasos. En tan sólo algunos cientos de millones de años cualquier organismo remanente se habría retirado, con toda probabilidad a refugios especiales, tales como lagos desolados protegidos por cubiertas de hielo, o lugares profundos en la subsuperficie que, con temperaturas más elevadas, el agua líquida corriera sin ningún problema para facilitar la vida de hongos, líquenes y, vaya usted a saber que colonias de bacterias.
Veremos que nos dicen en los próximos proyectos, y, sobre todo, en la tan cacareada misión tripulada que, según creo… ¡Va para largo!
emilio silvera