Ene
7
¡El Futuro! ¿Cómo será?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Mundo Futuro ~ Comments (0)
Lo cierto es que, cada vez que ha salido alguien, que como el precursor de la ciencia ficción, el entrañable Julio Verne, nos hablaba de viajes imposibles y de mundos insólitos, nadie pudo creer, en aquellos momentos, que todas aquellas “fantasías” serían una realidad en el futuro más o menos lejano. Todo lo que él imagino hace tiempo que se hizo realidad y, en algunos casos, aquellas realidades fantásticas, han sido sobrepasadas como podemos contemplar, en nuestras vidas cotidianas. Ingenios espaciales surcan los espacios siderales y, otros, lo hacen por el misterioso fondo oceánico como fue predicho hace ahora más de un siglo.
Ahora, los profetas modernos resultan ser Físicos que nos hablan de sucesos cuánticos que no llegamos a comprender y que, son ¡tan extraños! que nos resultan poco familiares y como venidos de “otro mundo”, aunque en realidad, son fenómenos que ocurren en las profundidades del mundo de la materia.
Cada vez van siendo menos los visionarios y más los estudiosos científicos, tanto teóricos como experimentadores que, en todos los campos, nos llevan, sin que nos demos cuenta, hacia el futuro que, ¡puede ser de tantas maneras! Precisamente por eso, será bueno que nuestras mentes, no se resignen a que estemos confinados aquí, en esta nave espacial que llamamos Tierra y que surca el espacio interestelar a muy buena velocidad aunque no todos sean conscientes de ello.
Ascensor Espacial Erkki Halkka
Los avances que veremos en este mismo siglo, en todos los ámbitos del saber humano, serán sorprendentes y cambiaran nuestras vidas, nuestra Sociedad para el próximo siglo, será ya muy diferentes a ésta que conocemos. Nuestras propias vidas darán un salto cuantitativo y cualitativo en su período de duración y en su calidad de bienestar, podremos vivir un siglo y medio y tendremos menos enfermedades que ahora. las posibles innovaciones tecnológicas en campos tan dispares como la salud, la economía, la demografía, la energía, la robótica, el espacio, las telecomunicaciones y los transportes, darán un vuelco a nuestra forma de vida y entraremos en otra fase del futuro que viene y del pasado que dejamos atrás.
Estos serán los materiales con los que se construirá ese ascensor “imposible” que nos llevará 500 Km lejos de la Tierra, hacia las Estaciones Espaciales con las que se podrá acoplar, sin ninguno de los riesgos que conllevan los transbordadores actuales impulsados por Hidrógeno líquido de fácil combustión, es decir, los pasajeros van montados sobre una bomba volante y, al mejor fallo…
Los ascensores espaciales eran hasta hace muy poco materia de ficción pura, pues ningún material conocido podía soportar la enorme tensión producida por su propio peso. Actualmente ciertos materiales comienzan a parecer viables como materia prima: los expertos en nuevos materiales consideran que teóricamente los nanotubos de carbono pueden soportar la tensión presente en un ascensor espacial.3Debido a este avance en la resistencia de los nuevos materiales, varias agencias están estudiando la viabilidad de un futuro ascensor espacial:
¿En la Tierra o en la Luna?
En Estados Unidos, un antiguo ingeniero de la NASA llamado Bradley C. Edwards ha elaborado un proyecto preliminar que también están estudiando científicos de la NASA. Edwards afirma que ya existe la tecnología necesaria, que se necesitarían 20 años para construirlo y que su costo sería 10 veces menor que el de la Estación Espacial Internacional. El ascensor espacial de Edwards no se parece a los presentes en las obras de ficción, al ser mucho más modesto y a la vez innovador en lo que concierne a su eventual método de construcción.
Este sería el final del recorrido y estaría preparado para conectar con bases espaciales. Ahora nos parece un sueño pero hace tiempo ya que se está trabajando, de manera muy seria, en su construcción en un futuro próximo y, desde luego, conseguirlo será un buen logro.
Existen algunos tratamientos con células madre, pero la mayoría todavía se encuentran en una etapa experimental. Investigaciones médicas, anticipan que un día con el uso de la tecnología, derivada de investigaciones para las células madre adultas y embrionarias, se podrá tratar el cáncer, diabetes, heridas en la espina dorsal y daño en los músculos, como también se podrán tratar otras enfermedades. Se les presupone un destino lleno de aplicaciones, que van desde patologías neurodegenerativas, como la enfermedad de Alzheimer o de Parkinson, hasta la fabricación de tejidos y órganos destinados al trasplante, pasando por la diabetes y los trastornos cardíacos.
Células madre: Entre promesa y realidades
En un futuro se espera utilizar células madre de cordón umbilical en terapia génica: podemos así tratar enfermedades causadas por la deficiencia o defecto de un determinado gen, introduciendo un determinado gen en la proliferación de las células madre In Vitro y trasplantar tales células en el paciente receptor. El uso de otros tipos de células como portadores de genes buenos en pacientes con enfermedades causadas por deficiencias o déficits genéticos, está siendo testeado a nivel clínico. El primer trasplante de órgano bio-artificial en humanos, por su parte, confían en que pueda ver la luz dentro de “unos cinco o diez años”.
La bio-informática o la biotecnología consiste en la aplicación de tecnología informática en el análisis de datos biológicos . Los principales esfuerzos de investigación en estos campos incluyen el alineamiento de secuencias , la predicción de genes , predicción de la expresión génica y modelado de la evolución . Algunos ejemplos son el diseño de organismos para producir antibióticos , el desarrollo de vacunas más seguras y nuevos fármacos, los diagnósticos moleculares, las terapias regenerativas y el desarrollo de la ingeniería genética para curar enfermedades a través de la manipulación génica . Veamos algunas de ellas…
Formas nuevas de comunicarse y de adquirir datos
La fusión, energía limpia y barata y, sobre todo, inagotable
Y mientras el mundo está pendiente de la crisis económica internacional, científicos e ingenieros trabajan intensamente en lo que podría ser la solución a los problemas energéticos del futuro. La palabra clave es “fusión”. Al contrario que la tradicional energía nuclear, la energía de fusión es limpia y no contamina y, sus residuos, es el Helio, fácilmente aprovechable. El Proyecto ITER sigue adelante.
Las nuevas tecnologías al servicio de la salud
La ciencia de la medicina está avanzando a pasos agigantados. Los últimos avances en medicinaque se dieron en estos diez o quince años pasados han sido sorprendentes, y podemos esperar un salto muy grande en la medicina dentro de los próximos años.
Algunos descubrimientos todavía no están al alcance de los pacientes, a pesar de que ya se han revelado como grandes avances científicos son necesarios muchos estudios y pruebas antes de que se puedan aplicar. No perdamos de vista en este ámbito del saber humano, ni la genética ni las nuevas nanotecnologías, lo que llaman el ojo biónico, la sangre artificial…
Cambiaran nuestras ciudades y nuestras Sociedades serán diferentes, los nuevos conocimientos llegarán también, a la vida cotidiana del habitat humano y a su forma de trabajo, de viajar, e, incluso los alimentos del futuro no muy lejano, nos harán recordar con cierta nostalgia, estos que ahora criticamos.
Los modernos celulares irán insertados en el brazo
Cualquier vivienda será controlada por mecanismos móviles
Este programa va más allá de los avances actuales para revelar la tecnología e inventos que nos permitirán ver a través de las paredes, viajar en el tiempo y en el espacio y colonizar planetas distantes. La tecnología inteligente que llevará ayudantes roboticos a los hogares, ciudades enteras a la Internet, y sistemas de entretenimiento que harán los sueños realidad en forma virtual. Sí, virtual hoy pero… ¿Y mañana?
¡Tantas galaxias y estrellas, tantos mundos, tantas maravillas! Si no podemos en un futuro más o menos lejano, visitarlas, ¿Para qué tanta diversidad y tanta belleza? Si están ahí, por algo será y, nosotros, aunque parezca que somos una ínfima cuestión en tan vasto Universo, seguramente seremos, unos privilegiados llamados a realizar grandes cosas. A pesar de nuestras muchas faltas y carencias…¡Lo estamos logrando!
Ya hemos dado los primeros pasos y, nuestros ingenios espaciales tecnológicos robotizados, han realizado para nosotros las tareas que, de momento nos están vedadas pero, demoslé tiempo al tiempo y, sin duda alguna, en ese futuro soñado, estaremos en las estrellas y en esos otros mundos que presentimos hermanos de la Tierra y que podrán acoger a la Humanidad que, dentro de otros cincuenta años, llegará a la cifra de 8.000 millones de seres y, nuestro planeta, no puede con todo.
El futuro convive ya con nosotros y, al tenerlo tan cercano, no le prestamos atención a esos muchos cambios que con nosotros conviven. Lo cierto es que debe ser así, de otra manera, los cambios tan bruscos que se están produciendo, nos traumatizaría y, sin embargo, lo tomamos -unas veces por comprenderlos y otras por ignorarlos- con toda la normalidad. Esa es la manera en la que se desenvuelve el mundo de nuestra especie.
Sueños convertidos en realidad
Ya construimos ciudades flotantes para esquivar la subida del nivel del Mar
Como no podemos predecir que le puede pasar a la Tierra en el futuro, mejor será ir “preparando las maletas” que, como decía mi padre, un viejo marinero curtido en mil tempestades: ¡”Más vale un por si acaso, que un yo creí”!
emilio silvera
Oct
7
Nuevos mundos… ¿Para la vida?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Mundo Futuro ~ Comments (1)
Sociedad
Ciencia
Detectan vapor de agua en la atmósfera de un exoplaneta habitable
Constelación de Leo
Se trata del “mejor candidato hasta ahora para ser habitable”, puesto que tiene la temperatura correcta, una atmósfera y agua. Orbita en la constelación de Leo.
K2-18b, que se encuentra a unos 100 años luz de la Tierra. Foto: NASA
Noticias: Agencias | Redacción
Un grupo de científicos ha detectado por primera vez vapor de agua en la atmósfera de un exoplaneta de tamaño comparable a la Tierra, lo que le convierte en “el mejor candidato hasta ahora para ser habitable“, según un estudio publicado este miércoles en la revista Nature Astronomy.
El planeta K2-18b tiene una masa ocho veces la de la Tierra y un tamaño dos veces mayor. Fue descubierto en 2015 y puede ser tanto un cuerpo rocoso con una amplia atmósfera como un planeta helado con una alta concentración de agua en su interior.
Un equipo del University College London liderado por Angelos Tsiaras ha analizado ahora K2-18b a través de datos obtenidos por el telescopio espacial Hubble.
Los científicos han utilizado una técnica conocida como espectroscopia de tránsito, con la que se analiza la luz que se filtra a través de la atmósfera cuando el planeta pasa por delante de su estrella en busca de huellas de elementos químicos.
Con ese sistema, los investigadores han encontrado evidencias sólidas de la presencia de vapor de agua y sugieren asimismo que podría haber una importante cantidad de hidrógeno en la atmósfera.
“Este es el único planeta que conocemos por ahora fuera del sistema solar que tiene la temperatura correcta para contener agua, una atmósfera y en el que se ha detectado agua. Eso lo hace el mejor candidato hasta ahora para ser habitable”, señaló Tsiaras en una rueda de prensa.
Tener una atmósfera adecuada para la presencia de la vida
A pesar de que la composición precisa de los gases no se ha podido determinar por ahora, los modelos elaborados por los autores indican que hasta la mitad de su atmósfera podría ser agua.
El exoplaneta estudiado orbita alrededor de una estrella enana roja, K2-18, a unos 110 años luz de distancia de la Tierra, en la constelación de Leo.
Dado el alto nivel de actividad de la estrella, los científicos creen que el planeta está expuesto a más radiación que la Tierra, por lo que puede ser un ambiente más hostil para la vida.
Los investigadores esperan que la próxima generación de telescopios espaciales será capaz de estudiar en más detalle este tipo de planetas pequeños.
“Durante las próximas dos décadas esperamos encontrar muchas nuevas supertierras, por lo que es probable que este sea el primer descubrimiento de muchos otros planetas potencialmente habitables“, indicó por su parte Ingo Waldmann, coautor del estudio.
May
10
¿El futuro? Siempre en el Horizonte
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Mundo Futuro ~ Comments (0)
“En Cosmología, las condiciones “iniciales” raramente son absolutamente iniciales, pues nadie sabe como calcular el estado de la materia y el espacio-tiempo antes del Tiempo de Planck, que culminó alrededor de 10-43 de segundo Después del Comienzo del Tiempo.”
Es verdaderamente encomiable la pertinaz insistencia del ser humano por saber, y, en el ámbito de la Astronomía, desde los más remotos “tiempos” que podamos recordar o de los que tenemos alguna razón, nuestra especie ha estado interesada en saber, el origen de los objetos celestes, los mecanismos que rigen sus movimientos y las fuerzas que están presentes.
El chimpancé y el humano tuvieron un ancestro común que no era ni Homo ni Pan, ambas ramas divergieron y, mientras la una continúa en la rama de los árboles, la otra trata de llegar a las estrellas.
Claro que, nosotros, los Humanos, llevamos aquí el tiempo de un parpadeo del ojo si lo comparamos con el Tiempo del Universo. Sin embargo, nos hemos valido de todos los medios posibles para llegar al entendimiento de las cosas, incluso sabemos del pasado a través del descubrimiento de la vida media de los elementos y mediante algo que denominamos datación, como la del Carbono 14, podemos saber de la edad de muchos objetos que, de otra manera, sería imposible averiguar. La vida de los elementos es muy útil y, al mismo tiempo, nos habla de que todo en el Universo tiene un Tiempo Marcado. Por ejemplo, la vida media del Uranio 238 sabemos que es de 4.000 millones de años, y, la del Rubidio tiene la matusalénica vida media de 47.000 millones de años, varias veces la edad que ahora tiene el Universo.
Lepidolita, una de las mayores fuentes del raro rubidio y del cesio. El rubidio también fue descubierto, como el cesio, por los físicos alemanes Robert Wilhem Bunsen y Gustav Robert Kirchhoff en 1861; en este caso por el método espectroscópico. Su nombre proviene del latín “rubidus” (rubio), debido al color de sus líneas en el espectro
Hablaremos ahora del Big Bang, esa teoría aceptada por todos y que nos dice cómo se formó nuestro universo y comenzó su evolución hasta ser como ahora lo conocemos. De acuerdo a esta teoría, el universo se originó a partir de un estado inicial de alta temperatura y densidad, y desde entonces ha estado siempre expandiéndose. La teoría de la relatividad general predice la existencia de una singularidad en el comienzo, cuando la temperatura y la densidad eran infinitas.
Ña singularidad explosionó y allí comenzó todo: Partículas, fuerzas, expansión… ¡Y el Tiempo!
La mayoría de los cosmólogos interpretan esta singularidad como una indicación de que la relatividad general de Einstein deja de ser válida en el universo muy primitivo (no existía materia), y el comienzo mismo debe ser estudiado utilizando una teoría de cosmología cuántica.
El tiempo de Planck es una unidad de tiempo considerada como el intervalo temporal más pequeño que puede ser medido. Se denota mediante el símbolo tP. En cosmología, el tiempo de Planckrepresenta el instante de tiempo más antiguo en el que las leyes de la física pueden ser utilizadas para estudiar la naturaleza y evolución del Universo. Se determina como combinación de otras constantes físicas en la forma siguiente:
5.39124(27) × 10−43 segundos
La Era de planck: Es la era que comenzó cuando el efecto gravitacional de la materia comenzó a dominar sobre el efecto de presión de radiación. Aunque la radiación es no masiva, tiene un efecto gravitacional que aumenta con la intensidad de la radiación. Es más, a altas energías, la propia materia se comporta como la radiación electromagnética, ya que se mueve a velocidades próximas a la de la luz. En las etapas muy antíguas del universo, el ritmo de expansión se encontraba dominado por el efecto gravitacional de la presión de radiación, pero a medida que el universo se enfrió, este efecto se hizo menos importante que el efecto gravitacional de la materia. Se piensa que la materia se volvió predominante a una temperatura de unos 104 K, aproximadamente 30.000 años a partir del Big Bang. Este hecho marcó el comienzo de la era de la materia.
La materia salió de ese clima de enormes temperaturas ahora inimaginables y, durante varias etapas o eras (de la radiación, de la materia, hadrónica y bariónica… llegamos al momento presente habiendo descubierto muchos de los secretos que, el Universo guardaba celosamente para que, nosotros, los pudiéramos desvelar.
De la radiación
Periodo entre 10-43 s (la era de Planck) y 300.000 años después del Big Bang.. Durante este periodo, la expansión del universo estaba dominada por los efectos de la radiación o de las partículas rápidas (a altas energías todas las partículas se comportan como la radiación). De hecho, la era leptónica y la era hadrónica son ambas subdivisiones de la era de radiación.
La era de radiación fue seguida por la era de la materia que antes se reseña, durante la cual los partículas lentas dominaron la expansión del universo.
Era hadrónica
Corto periodo de tiempo entre 10-6 s y 10-5 s después del Big Bang en el que se formaron las partículas atómicas pesadas, como protones, neutrones, piones y kaones entre otras. Antes del comienzo de la era hadrónica, los quarks se comportaban como partículas libres. El proceso por el que se formaron los quarks se denomina transición de fase quark-hadrón. Al final de la era hadrónica, todas las demás especies hadrónicas habían decaído o se habían desintegrado, dejando sólo protones o neutrones. Inmediatamente después de esto el universo entró en la era leptónica.
Era Leptónica
Intervalo que (según se cree) comenzó unos 10-5 s después del Big Bang, en el que diversos tipos de leptones eran la principal contribución a la densidad del universo. Se crearon pares de leptones y antileptones en gran número en el universo primitivo, pero a medida que el universo se enfrió, la mayor parte de las especies leptónicas fueron aniquiladas. La era leptónica se entremezcla con la hadrónica y ambas, como ya dije antes, son subdivisiones de la era de la radiación. El final de la era leptónica se considera normalmente que ocurrió cuando se aniquilaron la mayor parte de los pares electrón-positrón, a una temperatura de 5×109 K, más o menos un segundo después del Big Bang. Después, los leptones se unieron a los hadrones para formar átomos.
El universo es el conjunto de todo lo que existe, incluyendo (como he dicho) el espacio, el tiempo y la materia. El estudio del universo se conoce como cosmología. Los cosmólogos distinguen al Universo con “U” mayúscula, significando el cosmos y su contenido, y el universo con “u” minúscula, que es normalmente un modelo matemático deducido de alguna teoría física como por ejemplo, el universo de Friedmann o el universo de Einstein-de Sitter. El universo real está constituido en su mayoría de espacios que aparentemente están vacíos, existiendo materia concentrada en galaxias formadas por estrellas, planetas, gases y otros objetos cosmológicos.
El universo se está expandiendo, de manera que el espacio entre las galaxias está aumentando gradualmente, provocando un desplazamiento al rojo cosmológico en la luz procedente de los objetos distantes. Existe evidencia creciente de que el espacio puede estar lleno de una “materia oscuras” invisible que puede constituir muchas veces la masa total de las galaxias visibles. También podría suceder que, exista una rama de la fuerza de Gravedad desconocida y que actúa haciéndonos creer que existe aquella otra materia, o, también es posible que, fluctuaciones del vacío que abren grietas en el espacio tiempo, dejen pasar gravitones que transportan esa otra fuerza de gravedad venida de universos paralelos, o…¡quién sabe!
El Universo, como los átomos, está lleno de espacios “vacíos”
Podemos calcular que hay unas 100.000.000.000 de galaxias en el universo. Cada una de estas galaxias tiene una media de masa igual a 100.000.000.000 la masa del Sol. Quiere decir que la cantidad total de materia en el universo sería igual a 1011×1011 ó 1022 veces la masa del Sol.
Estos son los cálculos actuales que deben ser confirmados
El tiempo y el espacio nacieron juntos cuando nació el universo en el Big Bang, llevan creciendo unos 13.700 millones de años , la materia se mueve y avanza creando nuevos espacios en presencia del Tiempo que siempre está, y, tanto el uno como el otro, -el espacio y el tiempo-, son enormes, descomunalmente grandes para que nuestras mentes los asimile de forma real.
La estrella más cercana a nosotros, Alfa Centauri, está situada a una distancia de 4’3 años luz. El año luz es la distancia que recorre la luz, o cualquier otra radiación electromagnética, en un año trópico a través del espacio. Un año luz es igual a 9’4607×1012 Km, ó 63.240 unidades astronómicas, ó 0’3066 parsecs.
La luz viaja por el espacio a razón de 299.792.458 m/s, una Unidad Astronómica es igual a 150 millones de Km (la distancia que nos separa del Sol). El pársec es una unidad galáctica de distancias estelares, y es igual a 3’2616 años luz o 206.265 unidades astronómicas. Existen para las escalas galácticas o intergalácticas, otras medidas como el kiloparsec (Kpc) y el megaparsec (Mpc).
Nos podríamos entretener para hallar la distancia que nos separa de un sistema solar con posibilidad de albergar vida y situado a 118 años luz de nosotros. ¿Cuándo llegaríamos allí?
A pesar de su ínfima dimensión, los nucleones se unen a los electrones para formar los átomos y, estos a su vez, son los que forman la materia que conforman las Galaxias del Universo y todos los demos objetos que podemos observar.
Miremos ahora al revés. La masa del universo está concentrada casi por entero en los nucleones que contiene. Los nucleones son partículas diminutas y hacen falta 6×1023 de ellas para formar una masa equivalente a un gramo.
Pues bien, si 6×2023 nucleones hacen 1 g, y si hay 2×1055 g en el universo, entonces el número total de nucleones en el universo podría ser de 6×1023×2×1055 ó 12×1078, que de manera más convencional se escribiría 1,2×1079.
La grandeza de nuestro Universo tiene su origen en las minúsculas partículas que conforman la materia, en las interacciones fundamentales que rigen las leyes y, en las constantes universales que indican cómo deben ser las cosas: la velocidad de la luz, la masa del electrón, la constante de estructura fina…
Pero, no rompamos el hilo, antes hacíamos una pregunta:¿Cuanto tardaríamos en llegar a un Sistema Solar situado a 118 a.l.? Nuestros ingenios espaciales que enviamos a las lunas y planetas vecinos, viajan por el espacio exterior a 50.000 Km/h. Es una auténtica frustración el pensar lo que tardarían en llegar a la estrella cercana Alfa Centauro a más de 4 años luz. Así que la distancia es la primera barrera infranqueable (al menos de momento). La segunda, no de menor envergadura, es la coincidencia en el tiempo. Se piensa que una especie tiene un tiempo limitado de existencia antes de que, por una u otra razón, desaparezca.
Nosotros mismos, si pensamos en el tiempo estelar o cósmico, llevamos aquí una mínima fracción de tiempo. Dadas las enormes escalas de tiempo y de espacio, es verdaderamente difícil coincidir con otras civilizaciones que, probablemente, existieron antes de aparecer nosotros o vendrán después de que estemos extinguidos. Por otra parte, el desplazarse por esas distancias galácticas de cientos de miles de millones de kilómetros, no parece nada fácil, si tenemos en cuenta la enorme barrera que nos pone la velocidad de la luz. Esta velocidad, según demuestra la relatividad especial de Albert Einstein, no se puede superar en nuestro universo.
Con este negro panorama por delante habrá que esperar a que un día en el futuro, venga algún genio matemático y nos de la fórmula para burlar esta barrera de la velocidad de la luz, para hacer posible visitar otros mundos poblados por otros seres. También cabe esperar que sean ellos los más adelantados y nos visiten a nosotros.
El ornitólogo e historiador Jared Diamond dedica el tercer capítulo de su best-seller Armas, Gérmenes y Acero a la “colisión de Cajamarca”, como él llama al encuentro entre Francisco Pizarro y el Inca Atahualpa en la ciudad andina. Según el autor, Atahualpa y la civilización incaica estaban condenados de antemano a ser conquistados por los españoles, merced a una combinación de superioridades en varios terrenos: armas, el fuego, etc.
De las visitas de gente de fuera de las que podemos tener conocimiento, no parece que tengamos buenas experiencias, preferiría que seamos nosotros los visitantes. Me acuerdo de Colón, de Pizarro o Hernán Cortes e incluso de los ingleses en sus viajes de colonización, todos, sin excepción, hicieron profundos estragos en aquellas culturas, y la verdad, lo traslado a seres extraños con altas tecnologías a su alcance y con el dominio de enormes energías visitando un planeta como el nuestro, y dicho pensamiento no me produce la más mínima gracia. Más bien un gélido escalofrío.
No es fácil imaginar cómo serán “ellos”, cualquier posibilidad sería plausible, y, desde luego, una cosa parece que está clara… Sean como puedan ser, todos ellos estarán basados en el Carbono como todas las especies vivas de la Tierra.
A pesar de que hemos podido descubrir muchos centenares de nuevos planetas fuera de nuestro entorno local, el contactar con formas de vida inteligente de otros mundos, no será nada fácil a pesar de que la NASA en uno de sus anuncios dijera que en las dos próximas décadas se produciría ese contacto.
Según todos los indicios que la ciencia tiene en su poder, no parece que por ahora y durante algún tiempo, tengamos la posibilidad de contactar con nadie de más allá de nuestro sistema solar. Por nuestra parte existe una imposibilidad de medios. No tenemos aún los conocimientos necesarios para fabricar la tecnología precisa que nos lleve a las estrellas lejanas a la búsqueda de otros mundos. En lo que se refiere a civilizaciones extraterrestres, si las hay actualmente, no deben estar muy cerca; nuestros aparatos no han detectado señales que dejarían las sociedades avanzadas mediante la emisión de ondas de radio y televisión y otras similares. También pudiera ser, no hay que descartar nada, que estén demasiado adelantados para nosotros y oculten su presencia mientras nos observan, o atrasados hasta el punto de no emitir señales.
Esta es, entre otras muchas, una de las maneras en las que estudiamos el Cosmos “infinito” para tratar de desvelar sus secretos. Los físicos que investigan los orígenes del cosmos esperan que en breve, podamos tener las primeras pruebas de la existencia de conceptos largamente acariciados por los escritores de ciencia ficción, como mundos ocultos y dimensiones adicionales.
De cualquier manera, por nuestra parte, sólo podemos hacer una cosa: seguir investigando y profundizando en el conocimiento del universo para desvelar sus misterios y conseguir algún día (aún muy lejano), viajar a las estrellas, única manera de escapar del trágico e inevitable final de nuestra fuente de vida, el Sol. Dentro de unos 4.000 millones de años, como ya he dicho antes (páginas anteriores), el Sol se transformará en una estrella gigante roja cuya órbita irá más allá de Mercurio, Venus y seguramente la Tierra. Antes, la temperatura evaporará toda el agua del planeta Tierra, la vida no será posible. El Sol explotará como estrella nova y lanzará sus capas exteriores al espacio exterior para que su viejo material forme nuevas estrellas. Después, desaparecida la fuerza de fusión nuclear, la enorme masa del Sol, quedara a merced de su propio peso y la gravedad que generará estrujará, literalmente, al Sol sobre su núcleo hasta convertirla en una estrella enana blanca de enorme densidad y minúsculo diámetro (en comparación con el original). Más tarde, la estrella se enfriará y pasará a engrosar la lista de cadáveres estelares.
Es el único camino que en el futuro tenemos: Colonizar otros mundos o morir en nuestro planeta
Para cuando ese momento este cercano, la humanidad, muy evolucionada y avanzada, estará colonizando otros mundos, tendrá complejos espaciales y ciudades flotando en el espacio exterior, como enormes naves-estaciones espaciales de considerables dimensiones que dará cobijo a millones de seres, con instalaciones de todo tipo que hará agradable y fácil la convivencia.
Modernas naves espaciales surcarán los espacios entre distintos sistemas solares y, como se ha escrito tantas veces, todo estará regido por una confederación de planetas en los que tomarán parte individuos de todas las civilizaciones que, para entonces, habrán contactado.
Llegaremos a conseguir dominar la ciencia de la decoherencia que es el principal problema para el desarrollo de tecnologías cuánticas. Cuando alcancemos ese nivel… ¡Pocas cosas serán inalcanzables para nuestra especie!
El avance en el conocimiento de las cosas está regida por la curiosidad y la necesidad. Debemos tener la confianza y la tolerancia, desechar los temores que traen la ignorancia, y, en definitiva, otorga una perspectiva muy distinta de ver las cosas y resolver los problemas. En tal situación, para entonces, la humanidad y las otras especie inteligentes tendrán instalado un sistema social estable, una manera de gobierno conjunto que tomará decisiones de forma colegiada por mayoría de sus miembros, y se vigilará aquellos mundos en desarrollo que, sin haber alcanzado el nivel necesario para engrosar en la Federación Interplanetaria de Mundos, serán candidatos futuros para ello, y la Federación vigilará por su seguridad y desarrollo en paz hasta que estén preparados.
¿Será posible que todo eso, algún día sea una realidad?
emilio silvera
Ago
8
¿Hacia dónde vamos? ¿Camino del futuro o de la destrucción?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Mundo Futuro ~ Comments (1)
A veces entramos en un mundo mágico sin tener que salir de este
Cuando se lee un buen libro, se saborean sus pasajes más interesantes y, al final, sientes un poco de pena porque aquello se termine tan pronto. Sientes que quieres más, te quedas algo insatisfecho de no haber podido llegar más lejos, de profundizar más en aquello que tanto llamó tu atención y despertó tu curiosidad. Saber sobre aquello que te preocupa es tan vital para la mente que, cuando no puedes desarrollar ciertos pensamientos por falta de conocimientos, te sientes frustrado y, de alguna manera, sufres por no saber.
Un robot no podrá resolver nunca un problema para el que no esté programado, no puede repentizar, como los humanos, una solución a un problema imprevisto. Sólo son máquinas.
Habiendo finalizado la lectura de Las sombras de la Mente, de Roger Penrose, en la que nos habla de la posibilidad de comprender de forma científica lo que la conciencia es y, extrapola dicha conciencia, hasta ese otro mundo de la I.A., en el que, si nada lo remedia, estamos inmersos hasta tal punto que, en el futuro más o menos lejano, será lo que predomine tanto aquí en la la Tierra, como en los mundos y lunas que nos acompañan en el Sistema solar, e, incluso, mucho más allá. Ellos serán, los Robots, los que surquen los cielos y el espacio interestelar en busca de las estrellas.
Es posible que podamos llegar a los límites de la realidad pero… ¿No crearemos una nueva raza para que, sin nosotros saberlo nos suplante en el futuro?
La computación y el Pensamiento consciente
En los últimos tiempos, mucho es lo que se habla de la I.A., y, algunos, nos preguntamos: ¿Será posible que en un futuro más o menos lejano, eso que llamamos Inteligencia Artificial, nos pueda superar?
Hay corrientes en ese sentido que nos llevan a pensar y, ¿por qué no? A preocuparnos profundamente. Si hacemos caso de esas afirmaciones (quizá algo extremas pero, con visos de verdad) de los que defienden a capa y espada el futuro de la I.A., diciendo que, con el tiempo, los ordenadores y los robots superarán a los humanos en inteligencia al llegar a tener todas y cada una de las capacidades humanas y otras que, los humanos nunca podrán tener. Entonces, estos ingenios serían capaces de hacer muchísimo más que ayudar simplemente a nuestras tareas inteligentes.
De hecho, tendrían sus propias y enormes inteligencias. Podríamos entonces dirigirnos a estas inteligencias superiores en busca de consejo y autoridad en todas las cuestiones complejas y de interés que, por nosotros mismos, no pudiéramos solucionar; ¡y finalmente podrían resolver los problemas del mundo que fueron generados por la Humanidad!
Alan Turing estaba convencido de que algún día, las máquinas serían tan inteligentes como los humanos. Y para demostrarlo, inventó el Test de Turing, en 1950. El Test de Turing se basa en la idea de que si no puedes distinguir las respuestas de un programa frente a las de un humano, entonces es porque la inteligencia artificial es tan inteligente como nosotros.
Así se empieza pero… ¿Cómo acaba?
La Nasa ha fabricado un robot que pesa 150 kilogramos, tiene aspecto humanoide y se llama Robonaut-2(R-2 para los amigos). Este androide será lanzando al espacio y pronto será el nuevo compañero de los tripulantes de la Estación Espacial Internacional. Por algo se comienza y, nunca se sabe como todo terminará.
El Robot que construyó la NASA
Pero, si todo eso fuera así (que podría llegar a serlo), podríamos extraer otras consecuencias lógicas de estos desarrollos potenciales de la I.A. que muy bien podría generar una cierta alarma muy justificada ante una situación tan atípica, en la que, unos “organismos” artificiales creados por nosotros mismos, nos superen y puedan llegar más lejos de lo que nosotros, podríamos ser capaces de llegar nunca. ¿No harían estos ordenadores y Robots, a la larga, que los Humanos fueran superfluos para ellos?
Si dejamos que los robots del futuro adquieran conciencia de SER… ¡El devenir de los humanos no será placentero!
Si los Robots guiados por ordenadores insertados en sus cerebros positrónicos o espintrónicos, o, guiados por un enorme y potente Ordenador Central, resultaran ser muy superiores a nosotros en todos los aspectos, entonces, ¿no descubrirían que pueden dirigir el mundo sin necesidad alguna de nosotros? La propia Humanidad se habría quedado obsoleta. Quizá, si tenemos suerte, ellos podrían conservarnos como animales de compañía (como alguien dijo en cierta ocasión); o, si somos inteligentes, podríamos ser capaces de transferir las “estructuras de información” que somos “nosotros mismos” a una forma de robot (como han pensado algunos otros), o quizá no tengamos esa suerte y no lleguemos a ser tan inteligentes…
Algunos podrían ser muy, muy peligrosos
Investigadores de la Universidad de Bremen en Alemania dio a conocer el simio robot – un aparatito de cuatro extremidades que se tambalea a lo largo de su frente “nudillos” y patas traseras. El robot de 40 libras, que tuvo más de tres años en desarrollarse, puede moverse hacia adelante, hacia atrás y hacia los lados – todo ello sin un cable de control. Cuenta con sensores de presión en sus patas traseras, y puede incluso dar vuelta en torno a sí mismo.
Si al mando de expediciones espaciales no están los humanos… ¡Las cosas se podrían torcer!
Colonizar el espacio con robots es un antiguo argumento de obras de ciencia-ficción, algo que podrían hacer realidad en Japón en no demasiado tiempo. La imagen de arriba, a no tardar mucho, podría ser una realidad. De momento hemos enviado sondas y naves espaciales de todo tipo y rovers-laboratorios andarines pero, en el futuro cercano, la cosa irá en aumento de cantidad y calidad.
Por otra parte, quiero pensar que, lo que hace y es capaz de realizar nuestro cerebro creador de pensamientos, nunca será del dominio de la I.A. que, nunca podrán describir o realizar funciones que de manera natural realizan nuestras mentes. ¿Llegarán a tener mentes de verdad los Robots del futuro? ¿Será posible que lleguen a tener sentimientos, a sentir miedo, a poder llorar? ¿Tiene algún sentido que hablemos de semejantes cosas en términos científicos? También podríamos pensar que, la Ciencia, no está capacitada para abordar ciertas cuestiones relacionadas con la complejidad de la Conciencia Humana.
Claro que, por otra parte, no podemos dejar de pensar en el hecho cierto de que, la propia materia parece tener una existencia meramente transitoria puesto que puede transformarse de una forma en otra, de una cosa en otra, e, incluso, puede llegar esa transformación ser tan compleja como para cambiar desde la materia “inerte” hasta el ser consciente.
Incluso la masa de un cuerpo material, que proporciona una medida física precisa de la cantidad de materia que contiene el cuerpo, puede transformarse en circunstancias apropiadas en pura energía (E = mc2) de modo que, incluso la sustancia material parece ser capaz de transformarse en algo con una actualidad meramente matemática y teórica. Dejemos en este caso, la cuántica y otras teorías a un lado para centrarnos en el tema que tratamos de la I.A. y sus posibles consecuencias.
¿Permite la Física actual la posibilidad de una acción que, en principio, sea imposible de simular en un ordenador? Hoy esa respuesta no está disponible y, cuando eso vaya a ser posible, tendríamos que estar en posesión de una nueva Física mucho más avanzada que la actual.
No debemos apartarnos de un hecho cierto: Nuestra Mente, aunque está apoyada por un ente físico que llamamos cerebro y recibe la información del exterior a través de los sentidos, también es verdad que, de alguna manera, sale de nosotros, está fuera de nuestros cuerpos y, viaja en el tiempo y en el espacio, aprende y conoce nuevos lugares, nuevas gente, nuevos conocimientos de su entorno y de entornos lejanos y, a todos ellos, sin excepción, se puede trasladar de manera incorpórea con un simple pensamiento que, de manera instantánea, nos sitúa en este o aquel lugar, sin importar las distancias que nos puedan separar.
Así La parte física y la parte mental, aunque juntas, están separadas de una manera muy real y, desde luego, existe una clara divisoria entre lo físico y lo mental que ocupan distintos dominios de alcance también distintos y, hasta donde pueda llegar el dominio mental ¡No se conoce!
Circuitos y conexiones de infinita potencia. Ahí están encerrados otros mundos de inimaginable belleza, agujeros negros gigantes, púlsares y quásares, estrellas de neutrones y fantásticas nebulosas de increíbles figuras de las que surgen sin cesar nuevas estrellas y nuevos mundos. También ahí residen pensamientos y recuerdos y, hasta es posible rememorizar imágenes nunca vistas de universos paralelos… ¿Cómo son posible todas esas maravillas? Y, ante esa poderosa “herramienta”, me pregunto, podrá alguna vez, la Inteligencia Artificial hacer algo parecido.
El futuro es incierto
Quisiera pensar que, el humano, siempre prevalecerá sobre el “ser Artificial”, sin embargo, tal optimismo, si pensamos en hacerlo real, nunca podrá estar a nuestro alcance. La evolución de la Ciencia, las necesidades de nuestra especie, las exigencias de una Sociedad creciente que llena el planeta hasta límites insoportables…Todo eso, nos llevará a seguir procurando ayuda de ese “universo artificial” que, al fin y a la postre, es la única salida que tenemos para poder llegar a otros mundos en los que poder alojarnos para que, el planeta Tierra, no se vea literalmente asfixiado por la superpoblación. Así que, siendo las cosas así (que lo son), estamos irremisiblemente abocados a ese futuro dominado por la I.A. que, si tenemos suerte, nos dejará convivir con ella y, si no la tenemos… Muy cruda.
Así que, el día que los Robots sean equiparables a los Humanos, ese día, habrá comenzado el principio del fin de la especie que, tan tonta fue, que creó a su propio destructor.
Hay pensamientos que producen miedo. Estar a merced de “seres· carentes de sentimientos
Claro que, para que todo esto llegue a pasar, podrían transcurrir siglos. No parece que sea muy factible que una simulación realizada por un Robot avanzado pueda ser semejante a lo que un Humano puede hacer hoy. Sin embargo, cuando los ordenadores y Robots hayan alcanzando la inteligencia de pensamiento y discurrir del cerebro Humano, ese día, amigos míos, no creo que sea un día para celebrar.
Claro que, la idea de poner unir nuestras mentes a esos “Seres”, podría ser una salida, una solución híbrida para paliar nuestras carencias de salir al espacio exterior por nosotros mismos y dentro de la frágil coraza humana que contiene a nuestras Mentes pensantes que, dentro de tan ligera y débil estructura, no tienen la seguridad suficiente para realizar ciertas tareas.
…Si llegan a controlar el átomo y la luz…
No quiero ser pesimista ni llevar a vuestro ánimo ideas intranquilizadoras. Sin embargo, si la cosa sigue adelante por el camino emprendido, el futuro que nos espera será ese: Convivir con los Robots, emitir leyes para su control, tratar de que hagan sólo aquellos trabajos y tareas encomendadas pero, ¿cómo podremos evitar que, algún día, más evolucionados al exigirle cada vez más complejidad en las ayudas que nos tendrán que prestar, comiencen a pensar por sí mismos?
Así que, como estamos dando a esos Robots el “Conocimiento”, la “Comprensión”, la “Consciencia” y, la “Inteligencia”, lo estamos haciendo partícipes y están tomando posesión, de los bienes más valiosos que podemos poseer y, tal dislate…¡Podríamos pagarlo muy caro!
La escena no me gusta nada y, sin embargo, podría ser un escenario cotidiano del futuro
- “Un Robot no puede hacer daño a un ser humano o, mediante la inacción que un ser humano sufra daños”
- “Un Robot debe de obedecer las ordenes dadas por los seres humanos, salvo que esto provoque un conflicto con la primera ley”
- “Un Robot debe proteger su propia existencia, a no ser que provoque un conflicto con las dos primeras”
Estas leyes fueros enunciadas por Isaac Asimos con el objetivo de intentar que la finalidad inicial para la que se originó la robótica no fuera modificada y eso ocasionara problemas a la humanidad. Sin embargo…
Nuestros sueños e conquistar el Espacio exterior y de poblar otros mundos, hace más de 50 años que se puso en marcha. Desde entonces, hemos enviado aparatos más o menos sofisticados lejos de la Tierra y, nos han enviado información de Mercurio, de Venus y Marte, de Saturno y Júpiter, de las Lunas que, como Io, Titán, Encelado, Ganímedes Europa y otras pueden tener algún interés científico para el futuro de la Humanidad. Estos “artilugios” guiados desde nuestro planeta, nos envían imágenes de lugares que nunca pudimos imaginar.
Así, las máquinas pueden hacer lo que nosotros no podemos y “ellas” no duermen ni comen y, cuando no puedan obtener energía del propio Sol, lo harán de pilas atómicas que durarán cientos de años. La radiación del espacio no les afecta y la falta de gravedad tampoco. Ellos tendrán todos los atributos que nos faltan para conquistar el espscio, y… ¿De nosotros que será?
La pregunta queda en el aire, toda vez que, en este momento, nadie la sabe contestar.
emilio silvera
Dic
3
Inmortalidad, cyborgs y dataísmo: el fúturo según Harari
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Mundo Futuro ~ Comments (6)
Entrevista de Prensa
El intelectual de cabecera de Barack Obama, Bill Gates y Mark Zuckerberg nos habla de cómo imagina el futuro.
No habrá guerras, ni hambre ni enfermedades… pero tampoco será un mundo feliz.
Un futuro habitado por una masa de inútiles bajo el yugo de una élite de semidioses dopados con biotecnología. Si su nieto no forma parte del grupo de privilegiados lo más probable es que sea un parado crónico. La culpa de su crisis laboral no será de un chino que demuestra ser más productivo en la jungla de la globalización, sino de un ordenador. Pero, tranquilo, la frustración que sentirá él va a ser anestesiada con una nueva fe predicada desde el púlpito de Silicon Valley, pastillazos… y quizás vídeos de gatitos.
Así es el mañana que aventura al ser humano Yuval Noah Harari, posiblemente el antropólogo más influyente de este siglo.
«No predigo el futuro. Me limito a plasmar las distintas posibilidades que ofrece», puntualiza el intelectual. Esta frase es su defensa en el juicio de la posteridad, como si necesitara protegerse de la imagen que proyecta de superestrella del ensayo pop que ha seducido a Obama, Bill Gates y Mark Zuckerberg con sus provocaciones. Harari (Haifa, 1976) es ante todo una especie de la mitológica Casandra que nos advierte de los peligros que acechan a la Humanidad y las posibilidades reales de que nuestro futuro sea una distopía.
No se encuentra muy bien por culpa de un catarro. Harari es un hombre de apariencia frágil, exquisitamente educado, judío mizrajim (de origen libanés aunque nacido en Israel), homosexual y vegano. Antes de empezar a conversar, se llega a un acuerdo para no hacer la sesión de fotos en la calle para no agravar su destemplanza bajo la lluvia de Madrid.
- Como representante que soy, al menos por comparecencia, de la próxima raza de los ‘inútiles’ que vivirán en el lumpen laboral, querría preguntarle si esa división social se realizará sin violencia.
- Este cambio es inevitable. Los taxistas, los médicos o los traductores perderán sus empleos víctimas de la sofisticación de los coches autónomos, robots de diagnóstico y un traductor de Google mejorado. Son sólo unos ejemplos, pasará con muchas profesiones. Esto no quiere decir que no surjan nuevos trabajos, pero será difícil reciclar a gente con empleos tradicionales y convertirlos en diseñadores de mundos futuros.
- Históricamente las sociedades con mucha población poco productiva se han derrumbado.
- Alimentar a la población no será en este caso un problema gracias a la tecnología. Sí lo será dotar de sentido a las vidas de todas esas personas. Algunos expertos apuntan a que la realización colectiva pasará por juegos informáticos de realidad virtual y el uso de drogas y medicinas capaces de manipular el estado mental. Eso no es una profecía. En la actualidad ya lo hacemos para tratar el estrés, el Trastorno por Déficit de Atención (TDA) y la depresión. Ésta última es una epidemia global que va a más. Es probable que en 50 años la mayoría de la gente consuma drogas.
Los antepasados de los superhumanos, aquellos que dominarán a los inútiles, rinden culto a Harari, el autor de moda entre el establishment mundial, de Silicon Valley a la Casa Blanca. Primero este catedrático de la Universidad Hebrea de Jerusalén contó todo lo que nos ha pasado en Sapiens, un ensayo sobre la evolución humana que vendió 300.000 ejemplares en un país de ocho millones de habitantes. De Israel saltó a Europa y América para vender otro millón de copias de una obra que combina antropología, historia y biología. Hoy charla con PAPEL sobre lo que podría pasarnos, una visión de un futuro sin hambres ni guerras ni pestes que ha descrito en Homo Deus (Editorial Debate). De él salen palabras como inmortalidad, cyborgs y dataísmo en un tono que a veces suena más a profeta bíblico (con más plagas que milagros) que al joven ateo que hizo el doctorado en Oxford sobre tácticas militares de la Edad Media.
- Dios ha muerto, Marx ha muerto… Y además usted es un relativista. Sin embargo el ser humano siempre ha necesitado guiarse por alguna creencia trascendental.
- Sin duda, por eso creo que en el futuro habrá un auge de tecnorreligiones surgidas en Silicon Valley. Éstas harán las mismas promesas que las religiones tradicionales, pero con una diferencia importante: el paraíso no estará detrás de la muerte, sino en la vida.
- Eso ya lo intentó el comunismo…
- Marx y Engels nos dijeron que no esperáramos al cielo y fundaron la primera tecnorreligión de la historia. Pero su aplicación fue un fracaso. El nuevo paraíso se basará en la informática y la biotecnología. Hay mucha gente en Silicon Valley que se toma muy en serio lo de alcanzar la inmortalidad a través de la Inteligencia Artificial. Imagine cuando eso se consiga: si alguien ofrece un paraíso en vida, mientras las religiones competidoras lo ofrecen en el más allá, es más que probable que la primera opción resulte más seductora, ¿no?
- Habla del fin de la muerte gracias a los avances médicos, pero hace pocas semanas un artículo publicado en la revista ‘Science’ explicaba que la comunidad científica fija en 125 años el límite de la vida humana…
- Leí ese artículo que usted menciona y es cierto que nuestro límite biológico está en esa edad. Hasta ahora la ciencia médica se ha limitado a evitar una muerte prematura… Eso se puede ver cómo en pocas décadas las estadísticas de mortalidad infantil han caído espectacularmente. Si curamos el cáncer o el Alzheimer viviremos hasta nuestro límite. El objetivo futuro será utilizar la ingeniería genética para rediseñar el cuerpo humano. Se podrán rejuvenecer órganos, usar células madre, crear vida inorgánica y convertirnos en cyborgs. O incluso trasladar la conciencia humana a los ordenadores y vivir para siempre. Dudo de algunas de estas ideas, aunque sé que hay profesores muy competentes que trabajan en su desarrollo. Sí estoy seguro que cuando se pueda derrotar a la muerte, evolucionaremos y seremos una entidad mucho más diferente respecto al homo sapiens de lo que somos hoy nosotros respecto a los chimpancés.
- ¿Entonces el diseño inteligente se impondrá a la evolución?
- Exacto. Después de 4.000 millones de años de evolución natural, desarrollaremos humanos ayudados por ordenadores y vida inorgánica. Podría ser la mayor revolución de la historia de la biología, un impulso para plantearnos de verdad la vida fuera de la Tierra. En la actualidad, colonizar otros planetas con nuestras características biológicas es una quimera.
Si hay algo que aleja a Harari de los grandes autores de la ciencia-ficción es el tema de la conciencia. La evolución de los ordenadores ha desarrollado una capacidad de cálculo brutal, si bien en ningún momento se ha producido una evolución sentimental. Robots y algoritmos no van a reproducir nuestros conflictos morales. No tendrán que ser regidos con las hermosas leyes de la robótica que inventó Isaac Asimov ni debatirán emocionalmente como el Nexus 6 de Blade Runner para confundirse como lágrimas en la lluvia. Nada de poesía. Solamente datos.
El dataísmo ya está llamando a la puerta. Según Harari, podría conquistar el mundo y reducir a cenizas al humanismo. Supongamos que nuestra concepción del universo radica en flujos de datos y que el valor de cualquier fenómeno o entidad está determinado por su contribución al procesamiento de información. Los organismos son algoritmos bioquímicos, nada más. Para formar parte de este universo estamos dispuestos a renunciar a nuestra privacidad y, sobre todo, a nuestro concepto de individuo. Vamos, usted va a pasar a ser un microchip y dejar de ser Pepe Pérez, y sus experiencias sólo tendrán valor si son compartidas en las redes.
- Lo más inquietante del dataísmo para mí es que pretende acabar con lo que podría llamarse soledad elegida. ¿De verdad placeres individuales como leer un libro, cantar en la ducha o el onanismo acabarán siendo pasto de las redes sociales?
- Soy el primer interesado en valorar la soledad, pero el mundo ha cambiado ya delante de nuestros ojos. A mi sobrina le encanta ver en internet jugar a otros niños. Cuando lo descubrí, no me lo podía creer. ¿Por qué no jugaba ella, que seguro que es más divertido?, me preguntaba. Los jóvenes se graban todo el rato y lo exhiben. Quien tenga hijos pequeños lo comprueba cada día. Recuerdo que en los noventa se puso de moda entre los adolescentes escribir un diario. La idea era proteger la intimidad, incluso algunos venían con candado. Hoy todo es diferente, un crío escribe un blog o una entrada en Facebook porque quiere que le gente le lea.
- El sector financiero ha utilizado durante largo tiempo algoritmos para predecir fluctuaciones en el mercado, pero también están siendo usados en el “trading …
- ¿Qué ocurrirá cuando existan algoritmos tan poderosos que calculen perfectamente los intereses y prejuicios de cada votante?
- Me temo que tanto en economía como en política los seres humanos perderemos nuestro poder. Eso es terrible porque el Estado y las élites nos van a ver como prescindibles. En el siglo XX los políticos invertían en hospitales y carreteras, incluso los dictadores, porque necesitaban a la gente ya fuera como votantes, soldados u obreros para las fábricas. Actualmente se ve más claramente en algunos campos, como el bélico: con la tecnología y el profesionalismo el valor militar de un ciudadano es prácticamente cero. Y en política sólo hay que ver el apoyo que han obtenido Donald Trump y los populismos europeos. Esto es una señal de que la gente empieza a ser consciente de su pérdida de influencia y busca rebelarse.
- Si las estructuras políticas actuales no son capaces de procesar rápidamente toda la información que hay, ¿quién lo hará? Si quedara en manos privadas, ¿es necesario vigilar, como advierten analistas como Evgeny Morozov, el mercadeo de nuestros datos desde Silicon Valley?
- No veo que empresas como Google o Facebook sean malas en sí. Para mí el problema es que el sistema político no hace su trabajo. No hay ningún partido que piense en el futuro de la humanidad. Pongamos el caso de Rusia. Hace 100 años Lenin tenía una visión futurista y disponía de una tecnología pobre. Pensó en cómo crear una sociedad nueva y en destruir la que encontró. Hoy Vladimir Putin cuenta con una tecnología mucho más sofisticada que Lenin, aunque su mayor ambición se reduce a intentar recuperar para Rusia el imperio de los zares. Hay que entender que la política ha perdido la capacidad de tener visiones con sentido de la humanidad, aunque fueran equivocadas y crueles.
- Los gobiernos aún no tienen una postura clara sobre internet.
- Resulta que la mayor revolución de la historia reciente no ha salido de ningún programa político. Las principales decisiones sobre la Red (intimidad, seguridad, mercado laboral…) no han sido tomadas en parlamentos, sino por ingenieros y empresarios que no representaban a nadie. La política se ha alejado totalmente de la tecnología. En los próximos 50 años, la Inteligencia Artificial y la ingeniería genética serán determinantes en nuestras vidas, pero nadie las menciona, ni siquiera en unas elecciones tan importantes como las recientemente celebradas en Estados Unidos. ¡La tecnología más sofisticada citada en campaña fue la relacionada con los emails enviados por Hillary Clinton desde un servidor equivocado!
- Esa noticia es una muestra más de la velocidad informativa y de lo difícil que es para el consumidor discernir cuál es la información realmente útil.
- En el pasado, el rey o el abad del monasterio guardaban los libros bajo llave y su acceso era muy restringido. Ahí anidaba el poder de la élite: ellos eran los únicos que sabían leer. La censura de hoy no limita la información como antes, sino funciona con una estrategia contraria: avasallar a la gente con datos. El poder de los que mandan radica en saber qué se puede pasar por alto y qué es lo importante entre tanta información. Esto lo demuestra la actitud del consumidor común de internet. Se mete en la Red a ver vídeos de gatitos cuando podría estar accediendo fácilmente a publicaciones de expertos sobre, por ejemplo, el calentamiento global, algo mucho más relevante en su vida que los gatos. Pero no lo hace.