May
17
Otros mundos
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Otros mundos ~ Comments (0)
ABC – Ciencia
Científicos dan los primeros pasos para explorar el potencial clima de «Próxima B»
El planeta fue descubierto en agosto de 2016 y se piensa que es de tamaño similar a la Tierra, creando la posibilidad de que podría tener una atmósfera similar a la de la Tierra
La misión para descubrir si un planeta que orbita a nuestra estrella vecina más cercana, Próxima Centauri (a entre 4,2 años luz o 25 trillones de millas de la tierra), tiene el potencial para sustentar la vida ha dado un nuevo giro emocionante. El planeta fue descubierto en agosto de 2016 y se piensa que es de tamaño similar a la Tierra, creando la posibilidad de que podría tener una atmósfera similar a la de la Tierra.
Científicos de la Universidad de Exeter se han embarcado en sus primeros pasos para intentar explorar el potencial clima del exoplaneta, conocido como Próxima B. Los primeros estudios han sugerido que el planeta está en la zona habitable de su estrella Róxima Centauri, la región donde, dada una atmósfera similar a la Tierra y una estructura adecuada, recibiría la cantidad correcta de luz para albergar agua líquida en su superficie.
Ahora, el equipo de expertos en astrofísica y meteorología ha emprendido nuevas investigaciones para explorar el potencial clima del planeta, hacia el objetivo a más largo plazo de revelar si tiene potencial para sustentar vida. Utilizando el modelo unificado ‘Met Office Unified Model’, que se ha empleado con éxito para estudiar el clima de la Tierra durante varias décadas, el equipo simuló el clima de Próxima B si tuviera una composición atmosférica similar a nuestra propia Tierra.
Las simulaciones dicen que podría ser habitable
El equipo también exploró una atmósfera mucho más simple, que comprende nitrógeno con trazas de dióxido de carbono, así como variaciones de la órbita de los planetas, lo que les permitió comparar y ampliar estudios anteriores. Esencialmente, los resultados de las simulaciones mostraron que Próxima B podría tener el potencial de ser habitable y podría existir en un régimen climático notablemente estable.
Sin embargo, los investigadores -cuyo trabajo se revela en un artículo que se publica este martes en la revista ‘Astronomy & Astrophyics’- reconocen que queda mucho más trabajo por hacer para entender realmente si este planeta puede apoyar o de hecho alberga la vida de alguna forma.
El doctor Ian Boutle, autor principal del artículo, explica: «Nuestro equipo de investigación examinó una serie de escenarios diferentes de la probable configuración orbital del planeta usando un conjunto de simulaciones, así como examinar cómo se comportaría el clima si el planeta estuviera ‘bloqueado gravitacionalmente’ (donde un día tiene la misma longitud que un año). También observamos cómo una órbita similar a Mercurio, que gira tres veces sobre su eje para cada dos órbitas alrededor del sol (resonancia 3:2), afectaría el entorno».
La Estrella Próxima Centauri está situada a 4,2 años luz de nuestro Sistema solar
«Una de las principales características que distingue a este planeta de la Tierra es que la luz de su estrella está principalmente en el infrarrojo cercano. Estas frecuencias de luz interactúan mucho más fuertemente con el agua de vapor y dióxido de carbono en la atmósfera que afecta al clima que emerge en nuestro modelo», subraya.
Solo en la Vía Láctea pueden existir decenas de miles de planetas aptos para la Vida
Usando el software de ‘Met Office,’ el modelo unificado, el equipo encontró que las configuraciones de resonancia tridimensional y 3:2 se dan en regiones del planeta capaces de albergar agua líquida. Sin embargo, el ejemplo de resonancia 3:2 resultó en áreas más sustanciales del planeta que caían dentro de este intervalo de temperaturas. Además, detectaron que la expectativa de una órbita excéntrica podría conducir a un mayor aumento en la «habitabilidad» de este mundo.
El doctor Nathan Mayne, responsable científico del modelado de exoplanetas en la Universidad de Exeter y autor del artículo, añade: «Con el proyecto que tenemos en Exeter estamos tratando no sólo de comprender la diversidad algo desconcertante de los exoplanetas que se están descubriendo, sino mejorar esperanzadamente nuestra comprensión de nuestro propio clima y cómo evolucionará».
Abr
24
el sueño de ese primer contacto
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Otros mundos ~ Comments (0)
VIDA ALIENÍGENA
Más cerca de encontrar extraterrestres: los puntos del universo donde podrían estar
El descubrimiento de nuevos exoplanetas reaviva el debate sobre la existencia de posible vida extraterrestre.
En un primer momento se pensó que Gliese 667Cb era un buen candidato a albergar vida. ESO
En E.T no conocemos la localización exacta del planeta al que el extraterrestre llama casa. En Battlestar Galactica hay una civilización humana que habita en doce planetas, pero en un lugar impreciso de la Vía Láctea. Y, por supuesto, en Star Wars tampoco sabemos dónde se encuentra la galaxia muy muy lejana en la que tiene lugar la saga.
Aunque en muchos casos la ciencia ficción no ofrece una referencia real —o realista— de la procedencia de los extraterrestres que protagonizan sus relatos, puede que los descubrimientos de planetas más recientes les sirvan de inspiración para futuras ocasiones o que alguno de ellos acabe ofreciéndoles una nueva especie que incluir en sus historias.
Desde que en 1992 se anunció el descubrimiento del primer planeta que orbitaba alrededor de una estrella que no fuera el Sol, el número de exoplanetas descubiertos no ha dejado de aumentar hasta superar los 3.000. Y con cada descubrimiento llega la gran pregunta, la que inquieta a la sociedad en su conjunto: ¿puede haber vida en ellos? LHS 1140b es el último candidato a planeta con vida mientras científicos, misiones y radiotelescopios continúan vigilando el universo en busca de algo más.
EL NUEVO PLANETA ROCOSO
Esta semana, un equipo de investigadores ha revelado la existencia de un planeta rocoso (LHS 1140b) situado a 40 años luz: el nuevo mejor candidato para buscar indicios de vida. Como sucede con el resto de exoplanetas potencialmente habitables, este mundo se encuentra a una distancia de su estrella que le permitiría tener agua en estado líquido.
Pero eso no es todo. Según el paper publicado en la revista Nature que detallasus características, las condiciones de su astro son especialmente favorables. LHS 1140, la enana roja alrededor de la que gira esta supertierra, emite menos radiación de alta energía que otros astros con una masa similar —un 15% de la de nuestro Sol— y, además, no lanza llamaradas.
Este prometedor anuncio es solo el último de los innumerables que nos han hecho pensar, cada cierto tiempo, en la posible existencia de vida extraterrestre, sea en forma bacteriana o en alguna versión más avanzada y similar a los humanoides alienígenas que han poblado las películas de ciencia ficción.
UN NUEVO SISTEMA PLANETARIO
En febrero, la NASA tuvo a medio mundo con el corazón en un puño al celebrar una rueda de prensa que, por el bombo con que se anunció, parecía la definitiva: la de la confirmación de que se habían descubierto aliens. Después de un tuit aclarando que no se trataba de extraterrestres, la agencia aeroespacial reveló la existencia de un nuevo sistema planetario a 39 años luz de la Tierra con 7 planetas del tamaño de nuestro hogar azul. Y aunque no eran los 12 de Battlestar Galactica, el descubrimiento era de gran relevancia.
Girando en torno a la estrella TRAPPIST-1, tres de los objetos celestes se encuentran en la zona habitable del planeta. Si bien en un principio cundió el optimismo, y aun tratándose un importante descubrimiento, ahora sabemos que la cercanía entre estas tres posibles tierras plantea la posibilidad de que estén bloqueadas por fuerzas de marea, presentando siempre la misma cara a su estrella. Esto haría que tuvieran una cara con altas temperaturas e iluminada y otra en oscuridad perpetua, algo que dificultaría la existencia de vida.
UNA ESTRELLA MUY PRÓXIMA
Antes del revuelo causado por los planetas de TRAPPIST-1 y por el mundo rocoso recién descubierto, el exoplaneta Próxima Centauri b, orbitando dentro de la zona habitable de la estrella enana roja Próxima Centauri, lamás cercana al Sol, fue el que protagonizó los titulares.
¿Podría albergar vida este planeta del tamaño de la Tierra? Aunque en un principio los pronósticos fueron tremendamente optimistas, un estudio publicado en The Astrophysical Journal Letters reveló que, considerando la edad de su estrella enana roja y la proximidad del planeta a este astro, Proxima Centauri b está expuesto a una cantidad de emisiones de luz ultravioleta y rayos X que implicarían una alta pérdida de oxígeno de la atmósfera, lo que impediría la formación de agua.
LOS OTROS CANDIDATOS
No hay que olvidar que en las últimas décadas y especialmente en los últimos años, los exoplanetas, e incluso los habitables, han brotado como setas. En 2011, los científicos descubrían Gliese 667Cc, en un sistema estelar triple en la constelación del Escorpión. A una distancia de 23,6 años luz, el planeta orbitaba dentro de la zona de habitabilidad estelar y se convirtió en el planeta habitable conocido más cercano a la Tierra.
Unos años más tarde, en 2014, se descubría Kepler-186f, un exoplaneta que orbita la estrella enana roja Kepler-186. Este fue el primero habitable de un tamaño similar a nuestro planeta azul que se encontró. Por su parte, Kepler 438b, descubierto en 2015 orbitando alrededor de una estrella enana roja a más de 470 años luz de la Tierra, es todavía hoy el que se parece más a nuestro hogar, con un índice de similitud del 88 %.
Pero hay ahí no acaba la cosa. Kepler 442b, situado a una distancia de 1.100 años luz —y el cuarto entre los mayores candidatos a análogo terrestre, con un índice de similitud con la Tierra del 84 %—; o los planetas Kepler 62e, Kepler 62f yKepler 452b, este último desplazándose en torno a una estrella similar a nuestro Sol, han sido en otras ocasiones los candidatos más firmes a planeta más parecido a la Tierra.
¿El problema? Que al igual que sucede con otros descubrimientos más recientes, puede que en ninguno de estos planetas potencialmente habitables se haya desarrollado realmente vida por culpa de la actividad de su estrella y de las condiciones extremas que presentarían debido a su influjo.
Sin embargo, queda sitio para la esperanza. Aunque las condiciones no sean las más favorables, alguno de los exoplanetas mencionados puede albergar vida, aunque no sea tal y como nos la imaginamos (o como nos la ha pintado Hollywood). Además, nuevas misiones como TESS, cuyo lanzamiento está previsto por la NASA para 2017, y tecnologías como el telescopio espacial James Webb y el radiotelescopio MeerKAT, permitirán mejorar y ampliar la búsqueda de nuevas tierras y, con ella, la posibilidad de hallar vida y de encontrar otro planeta que sea total y realmente habitable, uno como ese al que E.T. llamaba casa.
Mar
15
Mira que si venimos del futuro
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Otros mundos ~ Comments (0)
Esporas bien resguardadas en cápsulas que las preservaban de la radiación y que, al llegar al planeta y contactar con el agua, se abrieron para florecer y evolucionar hacia las formas de vida múltiples que hoy pordemos contemplar en el planeta como fruto de la evoluciòn de miles de millones de años, tras la desaparición de casi todas las especies anteriores, prevaleciendo las que mejor se supìeron adaptar.
En una Tierra primigenia e ignea que comenzaba a enfriarse, aquellas esporas de vida pudieron evolucionar hata las primeras células replicantes que comenzaron esa fascinante aventura, El mundo “elegido” era el ideal y contenía todos los ingredientes necesarios para su desaqrrollo: Distancia al Sol, agua corriente, atmósfera y demás ingredientes necesarios.
En este ambiente de la Tierra joven, de los acéanos primigenios de la atmósfera nueva y espesa, de las calientes aguas calentadas los innumerables chimeneas marinas que posibilitaron el surgir y el evolucionar de pequeñas bacterias y esporas venidas quién sabe de qué lugares, o, como podrían haber surgido a partir de la “materia inerte” con la ayuda de ese Caos químico de materiales en una Tierra nueva en evolución.
Podríamos pensar que, esas esporas de vida, pudieron llegar a la Tierra enviadas por seres inteligentes de otros mundos habitados que, viendo las posibilidades de “nuestro mundo”, quisieron adelantar el proceso irreversible del surgir de la vida cuando las condiciones precisdas están presentes.
En Marte, la vida es posible que esté presente en el subsuelo del planeta, donde las temperaturas son más altas y, el agua líquida puede estar presente con lo cual, líquines y hongos y no digamos bacterias, habrán creado ecosistemas de vida en las profundidades de aquel planeta.
Precisamente por eso, es difícil que en las excursiones que hemos realizado en la superficie de Marte, encontremos alguna clase de vida, la radiación y las temperaturas lo impiden. Por otra parte, si alguna vez la hubo en la superficie, podrían existir fósiles pero… ¿cómo hallarlos sin hacer profundas excavaciones?
La diversidad de vida en nuestro planeta es inmensa, y, actualmente, sólo viven el 1% de las Especies que han sido extinguidas por uno u otro motivo. ¿Cómo podemos negar una rica diversidad de vida en otros mundos que, como la Tierra tenga las condiciones adecuadas para ello? Además, sin negar otras posibilidades, lo más normal sería que esas formas de vida extraterrestres, como en nuestro planeta, estén basadas en el Carbono, el elemento más idóneo para la Vida.
Hacernos una idea cabal de cómo podrían ser esas Sociedadses extraterrestres no podemos, y, sus mundos, aptosd para la vida, podrían ser muy distintos al nuestro con algunas similitudes y otras muchas diferencias, y, de la misma manera, los seres que los habitaran también, podrían ser muy diferentes a nosotros en función de factores distintos ausentes en nuestro mundo.
No sería nada extraña que mundos inhabilitados para la vida en la superficie, tengan desarrollado un sistema de Vida en el subsuelo del planeta que les facilite todo lo necesario para crear sociedades ocultas en las profundidades del planeta. Para ellos, sería una forma de vida normal, y, para nosotros, sería vivir confinados.
Claro que, la diversidad de mundos es tan inmensamente grande que, planetas como la Tierra existen, sólo en nuestra Galaxia, la Vía Láctea, a miles de millones. Otra cosa es que se encuentren la zona habitable. Recientemente han dado con Trappist-1 con 7 planetas rocosos donde 3 de ellos están situados adecuadamente para la Vida. Sin embargo, la distancia que de ellos nos separa nos obliga a realizar un viaje de cientos de miles de años para poder visitarlos, con lo cual, ¿de qué sirve saber que están allí? Bueno, quizás en un futuro muy lejano… ¡Nos pueda servir para salvar a nuestra especie!
Los de las películas han especulado de todas las maneras posibles con los extraterrestres y lo que harían de venir a la Tierra. Está claro que ninguna posibilidad hay que despreciar, no sabemos como serían “ellos” y lo que podrían tener en sus “mentes”.
Una cosa sí debemos tener clara: Vida en el Universo la hay por todas partes, es una condición exigida por sus condiciones físicas y químicas que, a partir de la “materia inerte”, la evoluci´`on nos lleve hasta los pensamientos y, en ocasiones, también a los sentimientos.
¿Por qué, si las leyes del Universo son las mismas en todas partes, seríamos nosotros los únicos seres inteligentess? Pensar de esa manera sería demasiado “tonto” o poco racional. Habrá mundos con seres cuya inteligencia nos sobrepase al ser más antiguos que nosotros y haber tenido más tiempo para esrtudiar el Universo.
Aunque la idea de contactar con otros seres nos pueda fascinar, lo cierto es que, si algún llegaran, creo que nos distorsionaran en la forma de vida que tenemos y que, a pesar de todas las cosas “malas” que tenemos que eliminar, es la nuestra. Ninguna interferencia extraterr3estre nos puede ayudar a nada. Si son superiores a nosotros… ¡Nos pueden engañar! Si por el contrario son inferiores intelectualmente hablando… ¡No podrán venir! Si somos nosotros los que vamos a sus mundos… ¡Mejor que se tapen los relojes de pulsera, ya que, lo más seguro, es que se los quitemos. Me acuerdo de Colón y Pizarro en el Nuevo Mundo.
En fin, seguiremos especulando.
emilio silvera
Jul
10
Otros mundos
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Otros mundos ~ Comments (0)
El sistema, bautizado como HD 131399 y a 326 años luz de la Tierra, se comporta distinto a todo lo visto hasta la fecha.
Los modelos tradicionales de formación de sistemas planetarios se basaban en el nuestro, es decir, un puñado de planetas dando vueltas a una única estrella. Todo lo demás pertenecía al ámbito de la ciencia ficción, como en Solaris, el planeta imaginado por Stanisław Lem que contaba con dos soles, uno azul y otro rojo.
La noción clásica era que un sistema con más de dos soles suele ser inestable, por tanto, tarde o temprano alguna de estas estrellas acaba siendo expulsada. Sin embargo, el avance de los telescopios y otras herramientas demostró que, más allá de nuestro sistema solar, casi cualquier tipo de organización de estrellas y planetas es potencialmente posible.
En los últimos años se ha llegado a la conclusión de que las estrellas que se agrupan en tandas de dos o más son tan numerosas como las individuales. Sin embargo, en pocas ocasiones hemos sido capaces de observar de forma directa estos sistemas múltiples, debido a la dificultad de detectar un planeta en mitad de la contaminación lumínica procedente de varias estrellas.
Esta semana, un grupo de astrónomos dirigido por Kevin Wagner, de la Universidad de Arizona, ha publicado en Science la detección de forma directa de un planeta dentro de un sistema de tres estrellas. Este sistema, bautizado HD 131399, tiene características muy raramente observadas hasta ahora, como el tamaño del exoplaneta (unas cuatro veces la masa de Júpiter) o su temperatura (entre 575ºC y 625ºC). Estos científicos lograron obtener estas imágenes empleando el Very Large Telescope instalado en el desierto chileno de Atacama y el instrumento SPHERE-9, especializado en la búsqueda de planetas más allá del Sistema Solar.
“Aunque las estrellas binarias suelen aparecer mucho más a menudo en los medios, las estrellas triples no son tan raras, de hecho son bastante comunes en el cosmos”, dice a EL ESPAÑOL Wagner. “Lo realmente sorprendente fue encontrar un planeta que orbita de esa forma entre ellas”. El astrónomo se refiere a que lo más común es que los planetas en este tipo de sistemas estén más cerca de una de las estrellas que de las otras.
Sin embargo, en este sistema, “el planeta está en una órbita amplia alrededor de una de las estrellas, que la atrae usando la influencia gravitatoria de las otras dos”, explica el investigador. Lo normal sería que ese planeta fuese expulsado del sistema debido a la influencia gravitatoria irregular de las tres estrellas, pero de alguna forma logró sobrevivir.
Hasta ahora, se había descrito la existencia de cuatro planetas de estas características. Hace apenas tres meses, se anunció en un artículo de The Astronomical Journal la detección del último de ellos, bautizado KELT 4-AB.
Lo relevante de este nuevo hallazgo es que HD 131399 es el primer exoplaneta con tres soles del que se han obtenido imágenes. La detección directa de planetas fuera de nuestro sistema solar es relativamente reciente y ahora agrupa una veintena de objetos, el primero fue 2M1207b, en 2004.
Wagner confiesa que al principio se planteó otras hipótesis, como que no fuese un planeta sino quizá una estrella que aparecía más al fondo, “pero ahora que tenemos los datos podemos asegurar que es realmente un planeta en una configuración exótica y nunca antes vista”.
“Me parece muy improbable que el planeta se formara en el mismo sitio donde lo vemos, debido al simple hecho de que las otras estrellas probablemente inhibirían la formación del planeta interrumpiendo el disco protoplanetario de gas y polvo en la región donde actualmente vemos el planeta”, añade Wagner. “Creo que es más probable que el planeta se formara cerca de una de las estrellas y luego migrara a su órbita actual mediante una interacción con, o bien otro planeta aún no visto, o con una de las estrellas”.
Jul
1
¿Nuevas “Tierras”?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Otros mundos ~ Comments (0)
No, Kepler-452b no es el planeta más parecido a la Tierra hallado hasta ahora
La NASA y el SETI dan a conocer el nuevo catálogo de 500 posibles exoplanetas, entre los que se encuentra Kepler-452b. ¿Es cierto que se parece a la Tierra?
Ayer la NASA y el SETI dieron a conocer un nuevo catálogo de 500 posibles exoplanetas, que se unen a los 4.175 ya descubiertos por el famoso telescopio Kepler. Cuando se cumplen dos décadas desde que Michel Mayor y Didier Queloz hallaran el primer planeta fuera de nuestro Sistema Solar, la investigación en astronomía sigue buscando en el Universo posibles lugares donde descubrir -por fin- vida extraterrestre. El anuncio resaltaba el hallazgo de Kepler-452b, un planeta que algunos medios han calificado como “el más similar a la Tierra encontrado hasta la fecha”.
¿Lo es? El júbilo inicial por el trabajo de la NASA y el SETI es, sin duda, comprensible. Añadir 500 nuevos candidatos al catálogo de 4.175 exoplanetas es una gran noticia para la ciencia. Lo que no significa, ni mucho menos, que Kepler-452b sea el “candidato perfecto” en cuanto a similitudes con nuestro planeta se refiere. Veamos por qué.
¿Estamos ante “otra Tierra”?
Según los resultados publicados por la NASA, Kepler-452b es un candidato realmente interesante. Por un lado, orbita a una estrella G2 como nuestro Sol y lo hace en la zona considerada como “habitable”. Esta región permite que la distancia a la estrella sea óptima para que haya agua líquida en la superficie del planeta. En nuestro Sistema Solar, la zona habitable se encuentra en la región comprendida entre Venus y Marte.
La otra gran similitud de Kepler-452b con la Tierra es el período al que orbita alrededor de su estrella. En el caso de la Tierra, como sabemos, es de 365 días, mientras que en este nuevo exoplaneta, dicho período es algo mayor, alcanzando los 385 días. El propio artículo científico publicado por la NASA destaca estas dos características como las “similares” a la Tierra, pero en ningún caso dice que el planeta Kepler-452b sea “el más parecido” hasta la fecha.
¿De dónde viene entonces la confusión? Posiblemente, el error -difundido también por muchos medios- proceda del título del artículo. Encabezar el paper con la denominación de “súper Tierra” ha llevado a muchos a pensar que Kepler-452b es el exoplaneta que todos estamos buscando. Pero que los árboles no nos impidan ver el bosque. El exoplaneta presentado ahora también cuenta con características muy diferentes a las de la Tierra.
La probabilidad de que Kepler-452b sea similar a la Tierra en cuanto a composición está en un 16-22%
En primer lugar, el radio de Kepler-452b es 1,6 veces mayor que el de la Tierra. Su tamaño no es el único rasgo distinto en comparación con nuestro planeta. Aunque la nota de prensa emitida por la NASA es extremadamente optimista en cuanto a la composición de Kepler-452b, debemos bucear en los datos del artículo científico para entender qué sabemos realmente.
Donde la NASA habla de “una gran probabilidad de que el exoplaneta sea rocoso”, el SETI prefiere ser más cauteloso. La nota de prensa emitida por el Instituto admite que el tamaño y la distancia a la estrella G2 que orbita son dos buenas razones para pensar que “podría ser un planeta rocoso”. Por un lado, Kepler-452b tiene un tamaño que oscila entre el que tiene la Tierra y el que presenta Neptuno. Por otro, el estudio admite que existe una probabilidad de entre el 49% y el 62% de que sea un planeta rocoso (como la Tierra) y no gaseoso (lo que sucede en el caso de Neptuno). Al estimar la posibilidad de que el exoplaneta presente una composición rocosa similar a la Tierra, la probabilidad se reduce a un intervalo entre el 16% y el 22%.
La estrella G2 orbitada por Kepler-452b es también bastante diferente. Por un lado, su radio es 1,11 veces mayor al de la Tierra y su temperatura de 5757 K. Estos datos apuntan que la edad que tiene es de 6.000 millones de años, es decir, la estrella tiene 1.500 millones de años más que nuestro Sol. Para que Kepler-452b sea considerada como “otra Tierra”, la estrella G2 a la que orbita también debería ser muy similar a nuestro Sol. Pero no es así.
Margaret Murray Hanson (University of Cincinnati)
Como bien señala Ethan Siegel en Medium, la estrella G2 es parecida a nuestro Sol, pero no igual. El hecho de que sea una estrella más envejecida también condiciona la posible habitabilidad del exoplaneta. La vida no aparece en las edades más tempranas de una estrella, sino que debemos esperar “pero no demasiado”, apunta Siegel.El exoplaneta puede ser una “bola de cristal” para entender los efectos del cambio climático en la Tierra
A medida que una estrella envejece, evoluciona hasta convertirse en lo que se conoce como “gigante roja”, donde la temperatura alcanza un valor crítico y su luminosidad aumenta de forma espectacular. En ese estado, los planetas cercanos se ven afectados por la edad de la estrella (se estima que en el caso del Sol, pueda llegar a “devorar” a Mercurio y Venus dentro de 5.000-6.000 millones de años).
Que la estrella G2 sea más vieja que nuestro astro también significa que las condiciones de Kepler-452b no son iguales a las de la Tierra. En el caso de que hubiera agua, los científicos del SETI apuntan que probablemente se esté evaporando a gran velocidad por las elevadas temperaturas de su estrella cercana. Esto haría que en los hipotéticos lagos y ríos sólo quedaran depósitos minerales. Lo que sí creen los investigadores es que esta característica podría ayudarnos a entender mejor un futuro marcado por el efecto invernadero y el cambio climático.
¿Un posible mini Neptuno?
Además de estas características, Kepler-452b parecer ser mucho menos denso que la Tierra. Tal y como explica Francis Villatoro en Naukas, los cálculos realizados por los investigadores muestran que, probablemente, el exoplaneta tenga una menor densidad.
Según las estimaciones, “parece mucho más razonable asumir que se trata de un planeta mucho menos denso que la Tierra, y con más del 60% de probabilidades se trataría de un mini Neptuno”, señala Villatoro. Los propios cálculos de los investigadores contradicen, por tanto, la denominación de “súper Tierra”, que como explicábamos anteriormente ha despertado muchas esperanzas.
¿Es entonces Kepler-452b “el candidato más prometedor? Rotundamente no. Ayer mismo, el laboratorio de Arecibo de la Universidad de Puerto Rico, que evalúa la habitabilidad de los exoplanetas catalogados por Kepler, señalaba que Kepler-452b está en la sexta posición en cuanto a posibilidades de que podamos encontrar allí vida. El candidato más prometedor sigue siendo Kepler-438b.
La existencia de Kepler-438b fue confirmada en enero de 2015, y según los estudios, el índice de similitud con el planeta Tierra es del 88%. Por el contrario, Kepler-452b cuenta con un índice de similitud del 83%, al igual que Kepler 62e, y por debajo de Kepler-442b y GJ 667C c (84%), Kepler-296 e (85%) y el ya citado Kepler-438b. En resumen, aunque el descubrimiento de este nuevo exoplaneta es una gran noticia, lo cierto es que no es tan similar a la Tierra como podría parecer.