Jul
6
¡Qué cosas! Recordemos cómo pasó.
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Rumores del Saber ~ Comments (0)
Detalle de El proceso de Galileo (siglo XVII. Col. particular).
“Yo, Galileo, hijo del difunto Vincenzo Galilei, florentino, de setenta años de edad, citado personalmente ante este tribunal y arrodillado ante vuestras eminencias, señores cardenales inquisidores generales contra la corrupción herética en toda la comunidad cristiana, teniendo ante mis ojos y tocando con las manos las Sagradas Escrituras, juro que siempre he creído, creo, y con la ayuda de Dios creeré en el futuro todo lo que mantiene, predica y enseña la Santa Iglesia Católica y Apostólica. Pero, considerando que después que este Santo Oficio me hubiera hecho llegar un requerimiento judicial en el sentido de que abandonara completamente la falsa opinión de que el Sol es el centro del mundo…
Por lo tanto, con el deseo de apartar de las mentes de vuestras eminencias y de todos los cristianos fieles esta vehemente sospecha concebida contra mí con todo fundamento, de todo corazón y con fe verdadera adjuro, execro y abomino los errores y herejías anteriormente citados…, y juro que en el futuro nunca volveré a decir o afirmar verbalmente ni por escrito nada que pueda causar una sospecha similar hacia mí; además, si conociera a alguna persona herética o sospechosa de herejía, la denunciaré a este Santo Oficio o al inquisidor u ordinario del lugar en que me encuentre… Yo, Galileo Galilei he abjurado, jurado y prometido y me he obligado; y certifico que es verdad que, con mi propia mano he escrito la presente cédula de mi abjuración y la he recitado palabra por palabra en Roma, en el convento de Minerva este 22 de junio de 1633. Yo, Galileo Galilei, he abjurado por propia voluntad.”
Así, de esta manera humillante, se expresó Galileo ante la “Santa Inquisición” para salvar su vida a cambio de ser confinado en una casa de Arcetri, en las afueras de Florencia. A partir de aquel momento, todo para él fue tristeza y confinamiento.
Cuatro años más tarde Galileo produjo un libro que trataba de “Dos ciencias nuevas”, una que se ocupaba de la mecánica y otra de la resistencia de los materiales. También este libro fue escrito en italiano y adoptó la forma de un diálogo sostenido entre Salvati, Sagredo y Simplicio. Dado que la Inquisición había prohibido todos sus libros, la obra hubo de ser sacada furtivamente del país para que la publicaran los Elzevir en Leyden. Este fue el último libro de Galileo y en él ponía los cimientos sobre los cuales Huygens y Newton construirían la ciencia de la dinámica y, finalmente, una teoría de la gravitación universal.
Pero, dejemos la historia del final de la vida de Galileo que resulta ser bastante triste y, será mejor que, sin olvidarlo del todo, hablemos de cosas más curiosas.
El microscopio y el telescopio fueron ambos productos de la misma era, pero mientras que Copérnico y Galileo se han convertido en héroes populares, en los profetas de la modernidad, Hooke y Leeuwenhoek, sus equivalentes en el mundo microscópico, han quedado relegados al panteón de las ciencias especializadas. Copérnico y Galileo desempeñaron importantes papeles en la tan conocida batalla entre “ciencia” y “religión”; no sucedió lo mismo con Hooke y Leeuwenhoek.
No sabemos quién inventó el microscopio. El principal candidato es Zacharias Jansen, humilde fabricante de anteojos de Midddelburg. Sí sabemos que el microscopio, como las gafas y el telescopio, se usaba mucho antes de que se comprendieran los principios de la óptica, y probablemente su invención fue tan accidental como la del telescopio. No podía haber sido inventado por nadie que ansiara echar un vistazo a un mundo microscópico nunca imaginado hasta entonces. Pero después de que se fabricaran los primeros telescopios, la gente los utilizaba para ver ampliados objetos cercanos. Al principio, el mismo término italiano, occhialino, o el latino perspicillum, servían tanto para el telescopio como para el microscopio. En noviembre de 1614, Galileo le decía a un visitante: “Con este tubo he visto moscas que parecían tan grandes como corderos, y he comprobado que están cubiertas de pelo y tienen unas uñas muy afiladas mediante las cuales se sostienen y andan sobre el cristal, aunque estén patas arriba, insertando la punta de las uñas en los poros del cristal”.
Ya en 1625, un miembro de la Academia de Lincei, el médico naturalista John Faber (1574-1629), ideó un nombre para el nuevo aparato. “El tubo óptico… que me he complacido en llamar, tomando como modelo el telescopio, microscopio, aunque permite ver las cosas diminutas.”
Las mismas sospechas que hicieron que los críticos de Galileo estuvieran poco dispuestos a mirar por el telescopio y luego se mostraban reacios a creer lo que veían, afectaron también al microscopio. El telescopio resultaba de evidente utilidad en el campo de batalla, pero no existían todavía batallas en las que pudiera intervenir el microscopio.
Al no haber una ciencia de la óptica, la gente “sensata” era especialmente prudente ante las “ilusiones ópticas”. Esta desconfianza medieval respecto a todos los aparatos ópticos era el principal obstáculo para el desarrollo de una ciencia de la óptica. Se creía que cualquier artefacto que se interpusiera entre los sentidos y el objeto a percibir no podía hacer otra cosa que inducir al error de las facultades que Dios le había dado al hombre.
Robert Hooke (1635-1703) publicó en 1665 Micrographia, una atractiva miscelánea en la que explicaba su teoría de la luz y el color y sus teorías sobre la combustión y la respiración, junto con una descripción del microscopio y de sus usos. Pero la extendida desconfianza respecto a las ilusiones ópticas perjudicaría también a Hooke. Al principio, el nuevo mundo que afirmaba ver a través de sus lentes fue motivo de escarnio general.
Lo que el Sidereus Nuncius de Galileo había hecho por el telescopio y sus vistas del cielo, lo hizo la Micrographia de Hooke por el microscopio. Del mismo modo que Galileo no fue el inventor del telescopio, tampoco Hooke inventó el microscopio, pero lo que él declaró haber visto en su microscopio compuesto abrió los ojos de la Europa culta al maravilloso mundo interior. El propio Hooke presentó por primera vez en cincuenta y siete sorprendentes ilustraciones dibujadas por él mismo el ojo de una mosca, la forma del aguijón de una abeja, la anatomía de una pulga y de un piojo, la estructura de las plumas y la similitud con las plantas que presentaba el moho. Cuando descubrió que la estructura del corcho era como la de un panal, dijo que estaba compuesto por “celdas”. Las ilustraciones de Hooke se reimprimieron con gran frecuencia y siguieron apareciendo en los libros de texto hasta el siglo XIX.
De la misma manera que el telescopio había unido la Tierra y los cuerpos celestes más distantes en un solo esquema de pensamiento, las imágenes del microscopio revelaban un mundo minúsculo que se asemejaba de modo sorprendente al que se veía diariamente a gran escala. En Historia Insectorum Generalis, Jan Swammerdam (1637-1680) demostraba que los insectos, como los animales “superiores”, poseían una intrincada anatomía y no se reproducían por generación espontánea. En el microscopio vio que los insectos se desarrollaban igual que el hombre, por epigénesis, o desarrollo gradual de un órgano después de otro. Con todo, sobrevivió la creencia de otras formas de generación espontánea. Ese dogma, no dejó de ser científicamente respetable hasta el siglo XIX, cuando Luis Pasteur realizó sus brillantes experimentos con la fermentación y aplicó en la práctica sus ideas a la conservación de la leche. Pero esa, es otra historia.
Así, Antoni van Leeuwenhoek (1632-1723) fue con su microscopio el primer promotor de esta nueva ciencia de la exploración de otros mundos en ese “universo” de lo infinitesimal, donde existen otras criaturas que, como nosotros, en el macro-mundo, nacen, viven y mueren.
Ambos, el telescopio y el microscopio, han sido de tanta importancia para el saber de la Humanidad que, sin ellos, estaríamos, seguramente, muy retrasados en el conocimiento del Universo y, en general, del mundo que nos rodea.
Me he llevado más de dos horas con este trabajo intentando poner imágenes ilustrativas de los personajes y del mundo microscópico pero, cuando las he querido publicar, surgen los galimatias infinitos de letras inconexas que impiden plasmar las imágenes que, seguramente son de propiedad privada y no se dejan utilizar. Así que, así lo dejo, al menos os resultará curioso.
emilio silvera
Jul
5
¡Qué historias! ¡qué cosas!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Rumores del Saber ~ Comments (0)
A veces, escalar niveles más altos puede resultar penoso y, para algunos, un esfuerzo que les puede sobrepasar, pero si queremos conseguir alguna cosa, tendremos que pagar el precio. Nada, absolutamente nada en este mundo, se nos regala, todo tenemos que pagarlo de una u otra manera.
La escena me recuerda al viejo Sísifo que fue condenado a subir una gran piedra hasta la cúspide de la montaña y, cuando le faltaba un escaso margen para la llegada, cansado por el enorme esfuerzo realizado, no podía evitar que la gran piedra rodara montaña abajo obligándole así, a comenzar de nuevo. Lo mismo nos ocurre a nosotros en la vida cuando intentamos algo que no llega a salir como pensábamos, sin embargo, más que un fracaso, son sucesos que nos esnseñan la dureza de la vida. El que es poco luchador y se rinde, suele culpar al destino, o, a “su mala suerte”. Algunos, cuando han estado al borde de la derrota, han visto pasar por su lado el resplandor de la felicidad en forma de Amor, y, tan acontecimiento les cambió, algo dentro de ellos saltó y les abrió nuevos horizontes, otras formas de ver las cosas y, sobre todo, más capacidad para sufrir cuando la ocasión así lo requiere. Hay que pensar en el premio, nunca en el esfuerzo que exige lograrlo.
Alguna vez os hablé aquí de Gesner, aquel personaje que tenía una obsesión filológica. Os hablé de su libro de 158 páginas Mitridates, u observaciones sobre las diferencias existentes entre las lenguas que han estado o están en uso en las diversas naciones del mundo entero (1555), él intentó hacer con las lenguas lo que estaba haciendo con los animales y las plantas. Tomando como base su tradducción del padrenuestro. Gesner describió y comparó “la totalidad de las cientos treinta lenguas del mundo”. Por primera vez, se incluyó un vocabulario del lenguje Gitano.
Fotografo: James King. Ilustrador: Conrad Gester. Derechos © Australian Museum Research Library
Conrad Gesner (26/03/1516 – 13/12/1565), naturalista suizo, filólogo y bibliógrafo. Desde 1537 profesor de Lausana en 1541 un médico en Zurich, donde murió de la peste. El autor de Historias de animales (es decir, 1-5, 1551 a 1587) – la primera enciclopedia de zoología en el tiempo. Con base principalmente de la clasificación de Aristóteles, Gesner describió los animales en este orden: los animales de cuatro vivípara y ovípara, aves, peces y acuáticos, las serpientes y los insectos. Cada volumen de la materia se organiza en orden alfabético de los nombres de los animales y algunas formas conexas se agrupan en torno a un modelo único de un animal. Gessner trabajo desempeñado un papel importante en la difusión y sistematización de los conocimientos zoológicos. Durante más de 100 años, ha reimpreso varias veces y traducida. Gessner también ha recogido y estudiado las plantas. Ha publicado obras sobre filología. El autor de la primera colección de Trabajo bibliográfico universal Universal (1545-1555). Por ultimo, como arriba mencionamos, hizo un meritorio trabajo sobre las lenguas que se hablaban en el mundo.
No es de extrañar que en el libro se note la influencia heterogénea de quienes trabajaron en el. Los pasajes eruditos de Gesner, la posible ordenación básica de Wotton, las líricas…
La obra de Gesner se asocia con la de Aldrovandi, que también realizó una enciclopedia sobre animales. En cierto sentido, Aldrovandi es un Gesner llevado hasta el límite, pero hay un cambio de escenario, el Barroco italiano. Ulises Aldrovandi (1552-1605), nacido en Bolonia de una noble familia, viajó a través de Francia y España. estudiando en Padua y Bolonia, y en esta última fue nombrado profesor de medicina. Su cátedra y su posición como director del jardín botánico le sirvieron para enseñar sobre historia natural. El museo de curiosidades de Aldrovandi fue uno de los mayores de la época, con miles de pinturas, grabados, especímenes, un herbario y minerales. El pretendía realizar un teatro di natura, una representación de todo el mundo natural en un pequeño gabinete que reprodujera el macrocosmos y el microcosmos. Su teatro de la naturaleza contenía ocho mil ilustraciones, once mil animales, frutas y minerales, sy iete mil plantas disecadas. Tres de sus obras sobre animales fueron escritas por él, los tres volúmenes de Ornithologia (Bolonia, 1599, 1600, 1603), De animalibus insectis (1602), y, probablemente, De reliquis animalibus exanguis (editada póstumamente en 1606). El resto de su obra fue editada por su discípulo Cornelius Uterverius, y, tras su muerte, por Bartolomeo Ambrosino. Al igual que en Gesner, los relatos aldrovandinos de animales son un tesoro de resúmenes, anotaciones y paráfrasis procedentes de todo el ámbito del conocimiento. La masa de estos materiales está ordenada en varias categorías, muchas de las cuales fueron usadas por Gesner. La historia natural de Alrovandi ha sido definida como emblemática, y como resultado cada animal se convierte en el centro de múltiples asociaciones textuales y visuales.
Lástima que muchas de estas obras llegaran a nosotros muy deterioradas, o, no llegaron
El Monte Pilatus es una montaña que se encuentra en el macizo de los Alpes suizos, cerca de la ciudad de Lucerna, en Suiza. El punto más alto culmina a 2.137 msnm. En él, Gesner pudo experimentar la maravillosa sensación y experiencia de haber ascendido a una montaña y, en ella, poder descubrir las mil maravillas que allí están y que, desde ella, podemos admirar.
“Si deseais ampliar vuestro campo de visión, sirigid la mirada a vuestro alrededor y contemplad todas las cosas que hay a lo largo y a lo ancho. No faltan atalayas y riscor, desde donde os parecerá que tenéis la cabeza en las nubes. Si, por otra parte, preferís reducir la visión, podeis mirar los prados y los verdes bosques, o adentraros en ellos; y si quereis reducir más, podeis observar los oscuros valles, las sombrías rocas y grandes bocas de las negras cavernas… En verdad, en ningún otro lugar se encuentra tal variedad en tan reducido espacio como en las montañas, en las cuales… en un solo día se puede contemplar y sentir las cuatro estaciones del año, verano, otoño, primavera e invierno. Además, desde los picos más altos de las montañas, la cúpula entera de nuestro cielo se tenderá audazmente abierta ante nuestra mirada, y podreis presenciar la salida y la puesta de las constelaciones sin ningún estorbo, y comprobaréis que el Sol se pone mucho después y sale mucho antes.”
Descripción: La hoja helada de Orión
Credit & Copyright: Masahiro Miyasaka
NASA: Algunas veces, se puede decir el cielo nocturno es arte. Tomada sobre Japón a principios de mes, una vista del cielo fue fotografiada detrás de una hoja helada. El reflejo de los cristales de hielo en la fría hoja imita el brillo de las estrellas de fondo.
El particular cielo de fondo en esta exposición de 78 segundos realizada con un gran ángulo, sin embargo, puede parecer un tanto interesante y familiar.
En la izquierda, sin dificultad de encontrar , aparece el rastro de un meteoro. Por debajo y a la derecha del meteoro aparece un gran y largo rastro dejado por un aeroplano. La brillantes estrellas de la izquierda es Sirius, la más brillante estrella en el cielo nocturno. A la derecha de Sirius aparece la constelación de Orión, incluyendo las tres estrellas alineadas del Cinturón, con la roja gigante Betelgeuse.
El brillante camino de luz de la derecha es el grupo abierto de estrellas Pléyades. En similares vistas la constelación de Orión puede ser encontrada en el hemisferio norte al menos en los siguientes meses,.sin embargo podrías tendrás que probar con tu propia hoja.
Descripción: Orión desde el Spitzer
Credit: NASA, JPL-Caltech, J. Stauffer (SSC/Caltech)
NASA. Pocas vistas cósmicas excitan la imaginación como la Nebulosa de Orión, una inmensa matrona de 1.500 años luz. Extendiéndose 40 años luz sobre la región, esta nueva imagen en infrarrojos desde el Telescopio Espacial Spitzer se construyó con datos destinados a monitorizar el brillo de las jóvenes estrellas de la nebulosa, muchas de las cuales están formadas por polvo que componen discos de formación de planetas.
Las jóvenes estrellas de Orión son sólo tienen un millón de años de antigüedad, pocos comparados con los 4.6 billones (americanos) de años de nuestro Sol.
Verdaderamente, tener una visión del cielo desde una atalaya que nos permita observaciones tan maravillosas como las que arriba podemos ver, es una maravilla que, nos funde de manera más profunda con el Universo del que formamos parte, y, el amigo Gesner, así presintió que sería.
Claro que, la Humanidad, aún no ha podido vencer aquellos temores primitivos, en la mayoría de las personas (salvo excepciones), quedan las reminiscencias de aquel temor ancestral a lo desconocido, al peligro que esconde, a… ¿qué nos podremos encontrar allí?
En realidad, el objetivo perseguido con toda esta historia es simple: Hacer ver a quien esto lea que, cualquier empresa que nos podamos proponer, cualquier logro que nos propongamos alcanzar, siempre nos exigirá esa parte nuestra que no todos están disopuestos a dar: Sacrificio y, no en pocas ocasiones, tener que vencer ese miedo que todos tenemos.
emilio silvera
Jun
25
¡Recordando! hechos y personajes
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Rumores del Saber ~ Comments (1)
Aquellas constelaciones del cielo a las que los antiguos dieron el nombre
Civilizaciones pérdidas que poblaron nuestro planeta hace miles de años, dejaron algunas muestras de su grandeza que, muchos siglos después han sido desenterradas y estudiadas. De ellas hemos saciado mucha de la sed de saber para mitigar la ignorancia que, como pesada carga, arrastramos a través de los siglos. Desde el punto de vista del conocimiento, podríamos comparar la etapa mítica de la Humanidad con la etapa de la juventud, pues, también en el caso de los jóvenes, la imaginación precede a la razón en el camino del conocimiento: los jóvenes suelen ponerle mucha imaginación al mundo que les rodea y, ellos creen que el tiempo no pasa, que siempre serán portadores de la juventud y la energía, la razón está alejada de estos pensamientos y, se imaginan un mundo que no existe.
Cuando miramos atrás contemplamos mundos de fascinante y exótica belleza que nos hablan de lo que fue. Pero también, hace ya muchos siglos que existieron ciudades modernas donde floreció la cultura, las artes, las letras, la medicina, las matemáticas y la astronomía. Hombres del pasado, pensadores de ingenio y visión futurista, pusieron los cimientos de lo que hoy llamamos el saber, el conocimiento de las cuestiones del mundo, de los secretos de la Naturaleza y del Universo mismo.
Algunas de las obras del pasado, teniendo en cuenta los medios de los que disponían en aquellos momentos, no parece que fuera posible que la hubieran realizados los habitantes del lugar y, en más de una ocasión se ha pensado en seres venidos de otros mundos que dejarón aquí sus huellas haciendo posible toda aquella grandeza (Imaginación). Pero, lo más probable es que todo ello fuera posible gracias a hechos dispersos y a la diversidad de pensamientos de los seres humanos que, a lo largo de la historia de la Humanidad, han dejado muestras de sus asombrosas ideas.
¡Es tan grande el Universo! Ni la mano más experta del pintor, ni los cinceles del diestros escultor, incluso ni nuestra “infinita” imaginación, podrá nunca mostrar tanta belleza como en el Universo está presente. Es la Naturaleza, donde reside todo, donde todo lo podemos hallar, y, dónde, además, los misterios y secretos residen, y, precisamente por ello, en ella están las respuestas que tan insistentemente buscamos. Pero todo eso, era impensable en aquellos primeros pasos y, llegar a ello, costó mucho tiempo y muchos pensamientos.
Al principio todo fue diferente y, la incipiente Humanidad desarrollada se veía abocada al enfrentamiento entre la siperstición y la ciencia en los orígines del pensamiento filosófico. Para poder avanzar en el conocimiento de la Realidad, los primeros filósofos -los Filósofos de la Naturaleza- tuvieron que ir despejando el camino de viejas supersticiones como, por ejemplo:
- la creencia en las explicaciones míticas de la naturaleza,
- la creencia en que los acontecimientos políticos estaban regidos por el destino y
- la creencia en que las enfermedades eran un castigo divino.
- Frente a la creencia en las explicaciones míticas, nació la Filosofía como Ciencia de la naturaleza… -cuyo objetivo era encontrar explicaciones naturales a los cambios que tienen lugar en la naturaleza- …
- Frente a la creencia en el destino, nació la Historia… -cuyo objetivo era encontrar causas naturales al desarrollo de los acontecimientos sociales: no se aceptaba ya como explicación lógica que, por ejemplo, un Estado perdiera una guerra a causa de una venganza de los dioses- …
- Frente a la creencia en el origen sobrenatural de las enfermedades, nació la Medicina… -cuyo objetivo era encontrar explicaciones naturales a las enfermedades-
Como ejemplo de todo aquello dejémos aquí el breve recuerso al fundador de la Medicina que fue HIPÓCRATES, el cual, nos dejó una buena receta para estar sanos: ¡moderación y armonía…! También en otros ámbitos del saber estuvieron presentes otros muchos que, como Tales de Mileto, dejaron a un lado la mitología para emplear la lógica. Hablemos ahora, con más detalle, de algunos personajes de la Historia, de algunos lugares y de algunos hechos que a lo largo del tiempo cambiaron el mundo donde vivimos.
Pitágoras de Samos. 569 a.C. (Samos). 475 a.c. (Tarento).
Pitágoras era hijo de un comerciante griego, por lo que viajó mucho de niño, acompañando a su padre. No se conocen muchos detalles de su infancia, pero es seguro que recibió buena educación. En Mileto, Tales y Anaximándro lo introdujeron en el mundo de las Matemáticas y le recomendaron ir a Egipto para profundizar en su estudio, lo que hizo en el 535 a.C. Estudió en el templo de Dióspolis.
¡Si estos viejos muros pudieran hablar! Una parte de lo que queda del Templo que por dentro mostraba obras de considerable belleza y refinada técnica en su elaboración.
Pero sigamos con la historia. Allí fue hecho prisionero hacia el 525 a.C. y llevado a Babilonia, de donde regresaría a Samos hacia el 520 a.C. Al regreso, fundó una escuela que llamó El Semicírculo. Al cabo de dos años se trasladó a Crotona, en el sur de Italia, donde fundó una escuela filosófica y religiosa que tuvo muchos seguidores.
Teorema de Pitágoras
En todo triángulo rectángulo el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos.
Las enseñanzas principales decían que la realidad era matemática y que el estudio puede llevar a la purificación espiritual y la unión con la divino. Creían que todo lo que existe son números y todas las relaciones podían reducirse a relaciones numéricas. Además, atribuían a cada número una propia personalidad (masculina o femenina, perfecta o incompleta, bella o fea).
Por ejemplo, el 10 era el número perfecto, pues contenía en sí mismo los cuatro primeros enteros (1+2+3+4=10).
La escuela exigía a sus miembros estricta lealtad y secretismo por lo que los conocimientos en Matemáticas producidos por ellos eran siempre atribuidos a Pitágoras, y no podemos saber qué descubrió él personalmente y qué se le atribuyó. Sin ir más lejos, el conocido teorema de Pitágoras no lo descubrió él, sino que ya era conocido por los babilonios mil años antes, aunque puede que él fuese el primero en demostrarlo.
El objeto de estudio de esta escuela no eran las Matemáticas tal como las pensamos hoy, sino desde una perspectiva más filosófica. Se preocupaban de los principios en que se basan las Matemáticas, el significado de los conceptos número o círculo, así como qué ha de entenderse por demostración (de un teorema por ejemplo).
Son varios los teoremas debidos a Pitágoras o, más genéricamente, a los pitagóricos: el que afirma que la suma de los ángulos de un triángulo es igual a dos ángulos rectos, o el teorema de Pitágoras, esto es, que un triángulo rectángulo, al cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos. También descubrieron los números irracionales -que no se pueden expresar como el cociente de dos enteros- y los cinco sólidos regulares: el tetraedro, el hexaedro o cubo, el octaedro, el dodecaedro y el icosaedro. Aunque Pitágoras es uno de los matemáticos griegos más conocidos, a mí me gusta más Euclides. Claro que a cada acontecimiento o a cada personaje, hay que valorarlo dentro del contexto de su obra en su época, en su tiempo.
Claro que antes de todo aquello pasaron muchas otras cosas que darían lugar a una larga, muy larga historia y, como no tenemos tiempo y espacio para ello, dejaremos simplemente algunos datos.
Aquí están los primeros vestigios del lenguaje
El lenguaje, las matemáticas, la escritura,… son las cosas que nos hicieron distintos, partiendo siempre de la base de que teníamos los sentidos y la mente que requerían aquellos logros que nos separaron de los demás seres vivos del planeta. La lengua o el lenguaje, cuyos comienzos se limitan a sonidos guturales y sin sentido de aquellos primeros homínidos que, caminando ya erguidos, vivían más o menos en comunidad y, ello, les llevó, a inventarse un sistema arbitrario de signos que los miembros de una comunidad establecían por convención, con el fin de comunicarse, así fueron los principios del lenguaje que, en cada caso, en cada lugar, está relacionado con la psicología y antropología específica de los distintos pueblos, lo que llevó a que el lenguaje, tomado en su conjunto, sea multiforme y heteróclito, y conectado con lo físico-fisiológico-psíquico y dentro de un dominio individual y a la vez social.
Jeroglíficos egipcios
símbolos sánscritos
El lenguaje hablado se quiso expresar mediante escritura, y, el comienzo, fueron dibujos, signos, jeroglíficos, etc., hasta alcanzar un alto nivel mediante las reglas inventadas para la escritura. La importancia del lenguaje y la escritura para la humanidad no está bien valorada, pocos piensan en lo importante que fue el hecho ocurrido hace ya muchos miles de años, cuando aquel ser primitivo, pintó unos animales en la pared de su cueva, allí, en aquel lugar, se dio el primer paso.
Mediante un conjunto de sonidos articulados podemos manifestar lo que pensamos y comunicarnos con los demás y, cada pueblo, tiene su propio lenguaje. Este hecho, el de distintas lenguas para cada región del mundo, expresa en realidad nuestro retraso en la evolución del lenguaje, cuyo futuro irreversible es el de una lengua común para todos que, de momento, sólo está conseguida en el ámbito de las matemáticas, un lenguaje mas avanzado y perfecto que el hablado y el escrito. Los números pueden seguir hablando cuando se acaban las palabras. ¿Qué sería de la Física sin las matemáticas? ¿Cómo se podrían explicar algunas cuestiones tan complejas que, las palabras, resultan insuficientes para expresarlas en toda su grandeza?
Antes os hacía un resumen de la vida y obra de Pitágoras y lo comparaba con Euclides, matemático griego de principios del siglo III a. de C. que, vivió en Alejandría (Egipto) durante el reinado del faraón helenista Tolomeo I Soler (325-283 a.C.) quien le encargó modernizar la geometría existente y dio lugar al trabajo que lleva por nombre: Los Elementos, compuesto de trece volúmenes.
En mi libreta sobre personajes, incluí a Euclides y dejé una larga reseña de sus logros pero, decir Euclides es como decir Geometría. Su Geometría prevaleció durante 2.000 años, hasta que llego Riemann.
De Georg Friedrich Bernard RIEMANN, también he hablado extensamente en bastantes de mis trabajos. La contribución de Riemann a las matemáticas es impagable, profesor en Gotinga donde se doctoró en 1.851 habiendo sido alumno de Dirichlet, Gauss y Jacobi. Riemann, sin duda alguna, fue uno de los matemáticos más geniales del siglo XIX. Durante su corta carrera (murió de tuberculosis a los 39 años) hizo avanzar así todos los campos, especialmente:
El Análisis.
La Teoría de números,
La Geometría,
Topología…
Riemann inventó una forma nueva de integración (la integral de Riemann) y aplicó la Geometría al cálculo de funciones de variables complejas, lo que le condujo al principio o concepto de superficie de Riemann y le ganó las alabanzas de Gauss.
También realizó importantes contribuciones a las ecuaciones diferenciales en derivados parciales, especialmente en su aplicación de la Física, e introdujo la función zeta de Riemann, que se utiliza en el estudio de los números primos.
Su logro principal fue la Geometría elíptica no euclidiana, que prescinde del quinto postulado de Euclides y lo sustituye por otro que afirma que por un punto exterior a una recta no pasa ninguna paralela a ella. En la famosa conferencia inaugural de Riemann en la que presentó su geometría, quedó sentado y reconocido por todos el enorme valor de las formas no euclidianas. Su geometría elípticas y de los espacios curvos, encontraría una insospechada aplicación, 60 años más tarde, en la Teoría de la Relatividad General de Einstein.
¿Cómo podríamos saber todo lo que corre por la mente Humana? Sus intrincados laberintos y sus cien mil millones de neuronas nos hace tener un arma muy poderosa…¿Sabremos utilizarla? La mente humana, en el campo de las matemáticas ha conseguido avances asombrosos (como las muestras que aquí vamos dejando). Así sobre la marcha, me viene a la memoria numerosos descubrimientos en el campo del cálculo, y, como una muestra, se me ocurre lo que se conoce como: relación de Euler, una de las más importantes de las Matemáticas.
Euler
Esta relación liga las cuatro constantes fundamentales de las Matemáticas: la de la aritmética (el 1), la de la Geometría (p), la del cálculo (el número e) y la del álgebra de números imaginarios (i; la raíz cuadrada de menos 1).
Euler desarrolló el cálculo de números complejos, demostrando que tiene infinitos logaritmos. También estudió las sumas de las series, introdujo los símbolos actuales para e, p y la unidad imaginaria, así como la notación f(x) para las funciones y la legra griega sigma mayúscula (å) para la suma de una serie. También le debemos la constante de Euler y la función gamma de Euler. En Geometría desarrolló la Geometría analítica y la Trigonometría.
Resolvió el problema de los puentes de Königsberg (demostrar que era imposible pasar por los siete puentes sin cruzar uno de ellos dos veces) y con ello creó la teoría de Grafos. Estudió los poliedros simples y descubrió la igualdad fundamental caras+vértices=aristas+z.
Euler aplicó el cálculo a la Mecánica y la Astronomía. Leonardo Euler (Leonhard), nació en Basilea en 1.707 y murió en San Petersburgo, en 1.783. Un matemático suizo al que, igual que a Riemann y a otros muchos, nunca podremos pagar bastante lo que nos regalaron.
Otro matemático por el que siento una profunda admiración es por Srinivasa RAMANUJAN (Erode, 1.887-Kumbakonam, 1920.) Matemático indio que, desde una oscura oficina en el puerto de Madrás (donde se ganaba la vida), su amor por las matemáticas para las que demostró tener un don natural, demostrando tener conocimientos asombrosos, casi todos obtenidos de forma autodidacta, llamó la atención del matemático inglés Godfreny Hardy, quien tras leer una carta de Ramanujan, le consiguió una beca en Madrás y otra en Cambridge.
En 1.914 viajo a Inglaterra, donde vivió cinco años. Ramanujan era un genio de las matemáticas. Hizo avanzar la Teoría de Números, las fracciones continuas y el cálculo de series divergentes, y dedujo por sí mismo casi todos los avances del siglo XIX, como las series de Riemann y las integrales elípticas. Se interesó mucho por el número pi. Construyo una serie cuya suma está relacionada con él, y desarrolló algoritmos que han permitido obtenerlo con millones de cifras exactas.
En 1.917, fue nombrado miembro de la Royal Society de Londres.
Después de su muerte, aparecieron los que llamaron Los cuadernos perdidos de Ramanujan, cuyo contenido y funciones modulares aún están siendo estudiados por expertos matemáticos. Algunos han llegado a decir que las funciones modulares de Ramanujan darán la solución a la teoría de cuerdas.
Cuando aparecieron las libretas, los expertos encargados de revisarlas, comentaron:
“Aquí está el trabajo que Ramanujan ha realizado, el último año de su vida mientras se estaba muriendo, y, sólo es comparable, al trabajo que varios de los mejores matemáticos podrían haber realizado durante toda sus vidas”.
¡Valiente personaje, Ramanujan!
Como decía, el recorrido tendría que ser muy diferente pero, ¿cómo se puede dejar aquí esa historia tan larga, simplemente me he limitado a resumir algún que otro pasaje de ella y de algunos personajes que, como ha quedado reseñado, dejaron sus impronta y su saber para beneficio del mundo.
emilio silvera
Jun
21
Del pensamiento puro a la filosofía
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Rumores del Saber ~ Comments (1)
Parménides, nacido hacia el año 515 a. de C. en Elea, (la actual Velia) en Italia meridional, entonces parte de Magna Grecia, quien inventó el primer método “filosófico” en el sentido en que hoy entendemos el término. Parménides prefería resolver las cosas a través de procesos mentales, es decir, mediante el pensamiento puro, lo que denominaba el noema. Al creer que ésta era una alternativa variable y viable a la observación científica, creó una división en al vida mental que se ha mantenido hasta nuestros días.
Era conocido como sofista, término que significa básicamente hombre sabio (sophos) o amante de la sabiduría (philo-sophos). Hoy el término moderno, filósofo, oculta su carácter práctico de los sofistas de la Grecia antigua.
El estudioso de los clásicos Michael Grant, dice que los sofistas fueron la primera forma de educación superior (al menos en el mundo de occidente) al convertirse en maestros que viajaban de un lado a otro impartiendo clases a cambio de unos honorarios. Las materias que enseñaban eran variadas y lo mismo daban clase de retórica para discípulos futuros políticos, que exponían sus ideas ante las asambleas del pueblo que, hablaban de las matemática, la lógica y la astronomía.
Los sofistas eran expertos en defender puntos de vista distintos y ello hizo con el tiempo, que prevaleciera el método de que la buena preparación nos puede llevar a la razón mediante la confrontación de ideas dispares.
Protágoras de Abdera, sofista griego. Admirado experto en retórica que recorría el mundo griego cobrando elevadas tarifas por sus conocimientos acerca del correcto uso de las palabras u ortoepeia. Fue el más famoso de los sofistas griegos, nacido en Abdera, Tracia, hacia el año 490 a. de C., y, fallecido después de 421 o 411 a. de C., su escepticismo le hizo famoso. Él fue el que dijo:
“el hombre es la medida de todas las cosas”.
Sócrates Platón Aristóteles
Así fue como nació la Filosofía, pero los tres grandes filósofos griegos por excelencia fueron Sócrates, Platón y Aristóteles. Platón es el ejemplo de todas las ventajas y debilidades de la aproximación al mundo desde el “pensamiento puro”. Defendió la inmortalidad del Alma. Con gran ingenio, Platón consideró también la matematización de la Naturaleza. El cosmos, sostuvo, que a partir del caos fue creado y su orden es todo el Universo.
Unió la idea de Empédocles sobre las cuatro semillas de todo lo que existe -tierra, agua, fuego y aire- y las unió a la influencia de Pitágoras para considerar que todo era reducible a triángulos, la entidad básica del mundo. Atomización geométrica que explicaba tanto la estabilidad como el cambio.
Los cuatro elementos de Empédocles están presentes en cualquier parte de nuestro mundo cotidiano. El Agua, el fuego y el Aire que, mezclados en la debida proporción, formaban todas las cosas que existen -decía el sabio-, y, aunque la cosa es algo más compleja, lo cierto es que, él fue el primero en hablar de “elementos”.
Está claro que todas aquellas mentes “pensaban”. Sócrates, por ejemplo, creía que su misión en el mundo era hacer pensar a la gente, así que, continuamente, les planteaba acertijos y juegos mentales (lo mismo le gustaba hacer a Einstein 2500 años después). De Aristóteles hemos hablado muy ampliamente en otros trabajos y no es cosa de repetirse. Ahora nos limitaremos a dejar algunos datos sobre el origen de la cultura y el conocimiento científico y filosófico.
El teatro de Dioniso en Atenas (ilustración de 1891).
Las tragedias griegas populares de Tespis, Frínico y otros, dieron paso a los tres grandes trágicos atenienses: Esquilo, Sófocles y Eurípides. Aristóteles consideraba que, Edipo rey, era la mejor obra de teatro que conocía debido a su tensión dramática y a su preocupación por la relación entre autoconocimiento e ignorancia. De hecho, la influencia de esta obra se extiende a nuestros días gracias a Freud y el complejo de Edipo. Sin embargo, el principal tema de Sófocles era que el hombre está con frecuencia atrapado por fuerzas que le superan.
Esquilo, Sófocles y Eurípides
Las obras de Homero y de los grandes trágicos estaban basadas en el mito entremezclado con una buena parte de historia real, pero nadie sabe a ciencia cierta cuánta. Sin embargo, parece que puede atribuirse a los griegos la invención de la Historia propiamente dicha, un relato de acontecimientos independiente del mito, si bien contada de manera muy distinta a como se recoge en nuestros días.
En el s.VIII a.C. Vivió el poeta griego que, en palabras de Hegel:
“Homero es «el elemento en el que el mundo griego vive como el hombre vive en el aire».
Admirado, imitado y citado por todos los poetas, filósofos y artistas griegos que le siguieron, es el poeta por antonomasia de la literatura clásica, a pesar de lo cual la biografía de Homero aparece rodeada del más profundo misterio, hasta el punto de que su propia existencia histórica ha sido puesta en tela de juicio.
Busto de Heródoto
A Herodoto (480-425 a. de C.) por lo general, se le consideraba “el padre de la historia”, aunque parece que le gustaban los buenos relatos y al contar los sucesos se tomaba algunas licencias literarias que aumentaban y embellecían los hechos. Escribió sobre las guerras griegas (Atenas contra Esparta y las invasiones de Grecia por los ejércitos de los reyes persas).
Podríamos continuar en Grecia y con su gente, sin embargo, tengo que hablar de otras cosas, el legado Griego y de anteriores Civilizaciones de las que ellos aprendieron, son en realidad, “los culpables”, de que ahora estemos al nivel de conocimiento en el que nos encontramos. Puede que sea injusto dejar de lado el Imperio Romano pero, aunque también allí estuvieron presentes grandes pensadores, lo cierto es que se habla de ellos más por sus conquistas y, hoy, no le ha tocado. Aunque otras veces os he hablado de ello, me parece bien volver sobre mis pasos y repetir, aquellos hechos que merecen ser recordados.
¿Qué hemos hecho? ¿Nunca dejaremos de ser unos bárbaros? Esto es lo que hizo la Guerra del Golfo con la Bagdad moderna que, en nada recordaba aquella Bagdad de ensueño y sabiduría de la antigüedad. Lástima que los seres humanos seámos capaces, también de lo peor.
Aunque Bagdad significa “Regalo de Dios”, la ciudad también era conocida como la “Ciudad Redonda” debido a su forma circular. La nueva metrópolis fue construida en cuatro años, labor para la cual, se dice Al-Mansur empleó a unos cien mil trabajadores, artesanos y arquitectos. El gobernante eligió esta ubicación en parte porque era fácil de defender, y en parte porque el Tigris le daba acceso a lugares tan alejados como china y, río arriba, Armenia. Las ruinas de Ctesifonte se convirtieron en la cantera principal para la nueva ciudad.
Los grandes califas de Bagdad fueron el mismo al-Mansur, el segundo califa Abasí, Al-Mahdi, el tercero, y Harun al-Rashid (786-809) y su hijo aL-Ma’mun. (Aunque para entonces la ciudad de Bagdad había sido construida hacía relativamente poco tiempo, ya había pasado de casi no existir a ser el centro y un centro mundial de enorme riqueza e importancia internacional, único rival verdadero de Bizancio).
El palacio real ocupaba un tercio de la ciudad redonda y el lujo de su interior era legendario. La esposa y prima del califa “no toleraba en su mesa recipientes que no estuvieran hechos de oro o plata”, y se cuenta que en una ocasión, para recibir a unos dignatarios extranjeros, se realizó un desfile que incluyó la participación de un centenar de Leones.
En España nos dejaron algunas muestras
Las crónicas de aquellos tiempos que han podido ser salvadas, dicen que en el salón del Árbol se construyeron pájaros de plata de tal forma que “gorgojearan automáticamente”. Los puertos de la ciudad siempre estaban llenos de naves procedentes de China, África y de la India.
Gente de todo el mundo conocido acudía en tropel a Bagdad, su ubicación hacía que fuera fácil de alcanzar desde la India, Siria y, lo que era aún más importante, Grecia y el mundo helénico. En particular, estaba muy cerca de un centro de estudios admirable que para entonces ya existía al suroeste de Persia, en Gondeshapur.
A comienzos de siglo IX, el mundo islámico tuvo la fortuna de contar con un califa de mente abierta, al-Ma’mun, que acogió la idea de reconciliar el Corán con los criterios de la razón humana. Se dice que al Ma’mun tuvo un sueño (acaso el sueño más importante y afortunado de la historia) en el que se le aparecía Aristóteles, y debido a ello envió a sus emisarios a lugares alejados como Constantinopla en búsqueda de tantos manuscritos griegos como pudieran encontrar y fundó en Bagdad un centro dedicado a la traducción.
En algún momento de año 771 un viajero indio llegó a Bagdad llevando consigo un tratado de astronomía, un Siddhanta, que al-Ma’mun insistió en hacer traducir. Este tratado se conocería en la ciudad como el Sindhind. El mismo viajero traía también un tratado matemático, que introdujo un nuevo conjunto de numerales, el 1,2,3,4, etc., que es el que todavía utilizamos (antes de ello los números debían ser escritos siempre como palabras o usando letras del alfabeto). Estos números se denominarían luego numerales arábigos, aunque en la actualidad (al menos entre los matemáticos) se prefiere denominarlos numerales indios. La misma obra introdujo el cero, que quizá fue originalmente concebido en China. La palabra árabe para designar el 0, zep-hirum, es el origen de nuestras palabras “cifras” y “cero”.
El encargado de traducir ambas obras al árabe fue Muhammad ibn-Ibrahim al-Fazari, en cuyo trabajo se bazó en buena medida el famoso astrónomo musulman al-khwarizmi.
Escenas cotidianas de aquel Bagdad que nunca volverá
Los árabes no se interesaron especialmente por la poesía, el teatro y las historias griegas. Tenían sus propias tradiciones literarias y sentían que éstas eran más que suficientes. No obstante, la situación era muy diferente en el caso de la medicina de Galeno, las matemáticas de Euclides y Ptolomeo, y la filosofía de Platón y Aristóteles.
El principal, o por lo menos el primer pensador musulman que concibió un cuadro general de las ciencias fue al-Farabi (sobre 950), cuyo catálogo Ihsa al-ulum, conocido en latín como De Scentiis, organizó las diferente disciplinas y saberes de la siguiente forma:
- ciencias lingüísticas.
- lógica.
- matemáticas (incluía la música).
- astronomía y la óptica.
- física.
- metafísica,
- política.
- jurisprudencia, y
- teología.
Posteriormente, Ibn Sina dividiría las ciencias racionales en especulativas (que buscan la verdad) y prácticas (que buscan el bienestar).
En las principales ciudades islámicas se crearon bibliotecas y centros de estudio, basado en su mayoría en el modelo griego que los árabes habían descubierto tras conquistar Alejandría y Antioquia. La más famosa de estas instituciones fue la Casa de la Sabiduría (Batí al-Hikma) fundada por aL-Ma’mun en el año 833. Fueron innumerables las traducciones que allí se realizaron como la Física de los Griegos y los siete libros de anatomía de Galeno, o las obras de Platón, Hipócrates y otros como Euclides, Arquímedes, Ptolomeo (entre ellas el Almagesto) y Apolunio. Gracias a estos trabajos conocemos hoy un mayor número de obras griegas, ya que, desgraciadamente, con la barbaridad cometida al incendiar la biblioteca de Alejandría, perdimos un enorme tesoro de la Humanidad. Por aquellos tiempos, ya gente como Ibn Qurra e Ibn Ishaq, midieron y calcularon para concluir que la Tierra era redonda.
La situación en filosofía y literatura, áreas en las que el éxito de cristianos y paganos subrayaba lo abierta que era Bagdad, tampoco era diferente al movimiento de los demás disciplinas. Abú Bishr Malta bin Yunus, un colega cercano del famoso al-Farabi y quien intentó reconciliar Aristóteles y el Corán, era cristiano y estudió en Bagdad. Uno de los poetas más importantes del siglo VII y comienzos del siglo VIII también era cristiano, Ghiyath ibn aL-salt, de cerca de al-Hirab, sobre el Éufrates, quien incluso fue llevado a la Meca por su califa. Aunque fue nombrado poeta de la Corte, se negó a convertirse, a renunciar a su adicción al vino y a llevar su cruz.
No es ningún secreto que la obra más famosa de la denominada literatura árabe, Alf Laylah wa-Laylah (Las mil y una noches), era en realidad una antigua obra persa. Hazar Afsana (un millar de cuentos), que contenía distintos relatos, muchos de los cuales eran de origen Indio. Con el paso del tiempo, se hicieron adiciones a esta obra, no sólo a partir de fuentes árabes, sino también griegas, hebreas, turcas y egipcias. La obra que hemos leído (casi) todos, en realidad, es un compendio de historias y cuentos de distintas nacionalidades, aunque la ambientación que conocemos, es totalmente árabe.
Manuscrito de la época del Califato Abasí.
Además de instituciones de carácter académico como la Casa de la Sabiduría, el Islam desarrolló los hospitales tal como los conocemos hoy en nuestros días. El primero y más elaborado, fue construido en el siglo VIII bajo aL-Rashid (el Califa de Las Mil y una noches), ero la idea se difundió con rapidez. Los hospitales musulmanes de la Edad Media que existían en Bagdad, El Cairo o Damasco, por ejemplo, eran bastante complejos para la época. Tenían salas separadas para hombres y mujeres, salas especiales dedicadas a las enfermedades internas, los desordenes oftálmicos, los padecimientos ortopédicos, las enfermedades mentales y contaban con casa de aislamiento para casos contagiosos.
El Islam, en este campo, también estaba muy avanzado, e incluso tenían clínicas y dispensarios ambulantes y hospitales militares para los ejércitos. Allí, en aquel ambiente sanitario, surgió la idea de farmacia o apotema, donde los farmaceutas, tenían que aprobar un examen, antes de preparar y recetar medicamentos.
La obra de Ibn al-Baytar Al-Jami’fi al-Tibb (Colección de dietas y medicamentos simples) tenía más de un millar de entradas basadas en plantas que el autor había recopilado alrededor de la costa mediterránea. La noción de sanidad pública también se debe a los árabes que, visitaban las prisiones para detectar y evitar enfermedades contagiosas.
Al Farabi (872-951) en 1 Tenge 1993 billetes de Kazajstán. Polímata musulmanes y uno de los más grandes científicos y filósofos del mundo islámico en su tiempo. También fue un cosmólogo, lógico, músico, psicólogo y sociólogo.
Grandes médicos islámicos como Al-Razi, conocido en occidente por su nombre latino, Rhazes, nació en la ciudad persa de Rayi y en su juventud fue alquimista, después de lo cual se convirtió en erudito en distintas materias. Escribió cerca de doscientos libros, y aunque la mitad de su obra está centrada en la medicina, también se ocupó de temas teológicos, matemáticos y astronómicos. ¡Todo un personaje! Fue el primer médico Jefe del gran hospital de Bagdad. Se dice que para elegir el sitio de ubicación del hospital, primero colgó tiras de carne en distintos lugares de la ciudad, y, finalmente eligió aquel donde la carne era menos putrefacta.
La gran obra de al-Razi fue el AL-Hawi (El libro exhaustivo), una enciclopedia de veintitrés volúmenes de conocimientos médicos griegos, árabes, preislámicos, indios e incluso chinos.
El otro gran médico musulmán fue Ibn Sina, a quien conocemos mejor por su nombre latinizado, Avicena. Al igual que al-Razi, Avicena escribió doscientos libros, destacando la obra más famosa AL-Qanun (El canon) muy documentado e importante tratado.
Hasta aquí (aunque falta mucho), hemos hecho un recorrido por el pasado que, de vez en cuando es bueno recordar, y, en otra ocasión, continuaré contando hechos de civilizaciones y pueblos que nos precedieron y que posibilitaron que hoy nosotros, tengamos los conocimientos que de las cosas y, del mundo que nos rodea, tenemos.
emilio silvera
Jun
20
¡El Universo! ¡Civilizaciones! ¡Los pensamientos!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Rumores del Saber ~ Comments (6)
Cuando decimos Universo, nos estamos refiriendo a ¡tántas cosas”. En realidad, la palabra contiene en sí misma, todo lo que existe, incluyendo el Espacio, el Tiempo y la materia en todas sus formas, bien sea “inerte” o “viva” orgánica o inorgánica y, conforme a lo que sabemos, ahí está también recogida la energía en todas las formas que pueda adoptar… Creo que, incluso los pensamientos.
Cada día aquí, comentamos sobre algún aspecto de la Física o de la Astronomía (también de la vida y de los que los seres humanos hicimos a nuestro paso por este mundo), que nos puedan llevar a comprender, algo mejor, todo lo que podemos ver que ocurre a nuestro alrededor y, en nuestro entorno espacial que, con los adelantos que hemos podido conseguir, abarca ya, inmensas regiones del Universo. Sin embargo, no debemos olvidar lo que pasó.
Las estrellas que forman las galaxias, los mundos que orbitan a las estrellas, las Nebulosas que son los semilleros de estrellas nuevas, los demás objetos que en el Universo son…, todos han necesitado tiempo para conformarse en lo que son y, con el paso del tiempo, todos se convirtieron en otros objetos distintos de lo que fueron. Nada permanece, todo se transofrma y, de alguna manera, todo nace, vive y muere con el inexorable transcurrir del Tiempo.
¡EL TIEMPO!
Sí, es el tiempo el factor que juega a nuestro favor y, en nuestra contra, depende de la perspectiva con que lo miremos: A nuestro favor para conseguir nuestros logros más difíciles, para hacer posible nuestros sueños, para aprender y llegar a saber y llegar a poder responder preguntas de las que antes no teníamos ni la menor noción, para preguntar sobre alguna cosa hay que saber que ésta existe, o, puede existir. Nunca llegaremos a poder contestarlas todas y, siempre, nos quedarán preguntas que plantear y también por contestar.
Tenemos una ventaja que el Tiempo no puede eliminar, creamos Entropía negativa mediante la replicación de la especie, hacemos surgir al mundo otros seres humanos y los educamos desde pequeños para que sigan nuestros pasos y continúen con el trabajo que comenzó hace milenios.
Mirando por ahí, he tratado de buscar algunas cuestiones que resuman (aunque sea de manera muy escueta) algo de lo que el mundo es, de lo que hicimos y dejaron atrás aquellas civilizaciones y aquellos pensadores del pasado, y, encontré un lugar (Olcicilizacións´s Blog)desde el que os traigo lo que sigue:
Los olmecas, transmitieron sus conocimientos a los toltecas, considerados por los estudiosos como una rama de los chichimecas, y éstos más tarde a los mayas.
Civilizaciones perdidas que construyeron mundos de fantástica belleza
Seres superiores que nos dejaron sus ideas y un mundo que posibilitó la diversidad de pensamientos
detrás de cada imagen se esconden historias que nos gustaría conocer. Cuentan pasajes de hechos del pasado, o del presente y, algunas veces, también quieren significar lo que será el futuro. Desde siempre, además de por medio de la escritura, hemos querido representar los hechos, personajes y obras por medio de grandiosos templos, en pinturas más o menos sofisticadas y, sobre todo, en historias contadas por dramaturgos y poetas, y, sobre todo, por los historiadores que dejaron un reflejo de su tiempo en cada momento de nuestra Historia.
¿Quien no conoce “las historias” que se esconden detrás de éstas pinturas?
Cada Civilización quizo dejar su huella y contar su historia a… su manera
Según el Génesis: “Tenía entonces toda la tierra una sola lengua y unas mismas palabras.” En la actualidad hay unas seis mil quinientas lenguas en nuestro mundo. De ellas, solamente veinticinco pueden considerarse importantes por su extensión y por su producción escrita. La pregunta que ha preocupado siempre a pensadores y lingüistas es inmediata: ¿De dónde surgió tal diversidad? ¿Cuál fue el origen de todas las lenguas? Ya hemos hablado aquí extensamente de los orígenes de la lengua y de la escritura y, son historias apasionantes que nos llegan del pasado.
Siempre hemos tenido imaginación y, los mitos antiguos proliferan en todas aquellas civilizaciones. Entre los antiguos mitos budistas figura el de un misterioso paraíso perdido, conocido como Chang Shambhala, que se considera la fuente de la sabiduría eterna y donde vivirían seres inmortales en armonía perfecta con la naturaleza y el universo. En la India, oculto entre los Himalayas, se le llama Kalapa, mientras que la tradición china lo ubica en los montes Kunlun. Según las leyendas budistas, Kalāpa (‘atado, manojo’) es la mítica ciudad capital del reino de Shambhala(quizá algún lugar de Tíbet o de Cachemira). Allí el rey
Kulika reina sentado en un trono de leones. Se dice que Kalapa es una hermosa ciudad, con jardines de sándalo que contienen un gran mándala tridimensional de kala chakrá realizado por el rey Suchandra. Este rey vino desde el norte de Cachemira, y desarrolló la práctica del kalachakrá, que aprendió del propio Buda (siglo VI a. C.) en Dhania Kataka. La cordillera montañosa Kunlun es una de las más largas cadenas montañosas de Asia, extendiéndose a lo largo de más de 3.000 km. Corre a lo largo del borde occidental de China, hacia el Sur, al lado de la cordillera del Pamir, curvándose luego hacia el este para formar la frontera del Tíbet. Se extiende al sur de lo que se denomina actualmente la cuenca de Tarim, el famoso Takla Makan o desierto de las “casas enterradas en la arena“, y el desierto de Gobi. La cordillera tiene cerca de 200 picos de altura superior a los 6.000 metros. Los tres picos más altos son el Kongur Tagh (7.719 m), el Dingbei (7.625 m) y el famoso Mutzagata (7.546 m). Estos picos se encuentran en la cordillera Arkatag dentro del complejo de cordilleras. Hacia el sur, una rama de las montañas Kunlun da lugar a la zona de captación de las cuencas de los dos ríos más largos de China, el Yangtsé y el río Amarillo. La cordillera se formó en el lado norte de la placa India durante su colisión a finales del Triásico, con la placa Euroasiática, dando lugar al cierre del océano Paleo-Thetys. Las montañas son muy conocidas en la mitología china, y se considera que encierran el paraíso taoísta. El primero en visitar este paraíso fue, según la leyenda, el rey Mu (1001-947 a. C.) de la dinastía Zhou. Supuestamente descubrió el Palacio de Jade de Huangdi, el mítico Emperador Amarillo, y encontró a Xiwangmu, la Reina Madre del Oeste, que también tiene su mítico refugio en estas montañas.
Se cuentan algunas historias que… Hermes Trismegisto es el nombre griego de un personaje mítico que se asoció a un sincretismo del dios egipcio Dyehuty (Toth en griego) y el dios heleno Hermes, o bien al Abraham bíblico. Hermes Trismegisto significa en griego ‘Hermes, tres veces grande’. En latín es: Mercurius ter Maximus. Hermes Trismegisto es mencionado primordialmente en la literatura ocultista como el sabio egipcio, paralelo al dios Toth egipcio, que creó la alquimia y desarrolló un sistema de creencias metafísicas que hoy es conocida como hermética.
Para algunos pensadores medievales, Hermes Trismegisto fue un profeta pagano que anunció el advenimiento del cristianismo. Se le han atribuido estudios de alquimia como la Tabla de esmeralda —que fue traducida del latín al inglés por Isaac Newton— y de filosofía, como el Corpus hermeticum. No obstante, debido a la carencia de evidencias contundentes sobre su existencia, el personaje histórico se ha ido construyendo ficticiamente desde la Edad Media hasta la actualidad, sobre todo a partir del resurgimiento del esoterismo. Fueron los griegos quienes bautizaron como Hermes Trismegisto al dios Toth egipcio, el responsable del conocimiento; aquel que, según la tradición, explicó a los habitantes del Nilo que su país era una suerte de eco de las maravillas que contemplaban en su negra bóveda celeste. De hecho, una de las teorías más populares para explicar la orientación de las pirámides es que éstas imitaban, como las catedrales harían más tarde, la situación de ciertas estrellas del firmamento nocturno. Pero no la de unas estrellas cualesquiera, sino aquellas llamadas por sus milenarios textos religiosos El Duat. Bajo ese nombre se conoció en Egipto a los tres astros que integran el cinturón de Orión -nosotros las llamamos «las tres Marías»-. Los egipcios creían que eran la puerta simbólica por la que el faraón accedía a los reinos del más allá. Las pirámides, por tanto, fueron «modelos» en piedra de esa entrada; lugares de iniciación en los que el gobernante de Egipto se preparaba para el viaje más importante de su existencia: el de su muerte.
Y, hablandio de la muerta, los humanos siempre hemos tenido mucha imaginación para ese trance final de nuestras vidas y, se han dicho muchas cosas y se han contado muchas versiones.
¿Qué es la muerte? Quizá la analogía más común sea la comparación entre muerte y sueño. Morir, nos decimos, es como dormirse.
Esta figura del lenguaje es muy común en el pensamiento y lenguaje de cada día, así como en laliteratura de muchas culturas y épocas. Incluso era corriente en la Grecia clásica. En la Ilíada, por ejemplo, Homero llama al sueño «hermano de la muerte», y Platón, en su diálogo la Apología, pone las siguientes palabras en boca de Sócrates, su maestro, que acaba de ser sentenciado a muerte por un jurado ateniense: “Si la muerte es sólo dormirse sin sueños, debe ser un maravilloso premio. Imagino que si a alguien se le dijese que escogiera la noche en que durmió tan profundamente que ni siquiera soñó y la comparase con el resto de noches y días de su vida y que dijese entonces, tras la debida consideración, cuántos días y noches más felices había tenido, creo que… [cualquiera] se daría cuenta de que esas noches y días son fáciles de contar en comparación con el resto. Si la muerte es así, la considero ventajosa, pues todo el tiempo, si la miramos de esa forma, puede tomarse como una sola noche”.
En 1964, una revista de estudios orientales había publicado un artículo que trataba de una relación entre la Gran Pirámide y el Cinturón de Orión. Un egiptólogo llamado Alexander Badawy había pedido a la astrónoma norteamericana Virginia Trimble, que le ayudase a verificar su teoría de que el «pozo de ventilación» meridional de la Cámara del Rey señalaba directamente a Orión cuando se construyó la Gran Pirámide, hacia el 2550 a. de C. Virginia Trimble, basada en sus cálculo, pudo decir a Badawy que, en
efecto, el pozo de ventilación señalaba directamente al Cinturón de Orión hacia el 2550 a. de C. Una persona lo bastante delgada como para acostarse en el pozo de ventilación hubiera visto cómo el cinturón de Orión pasaba directamente por encima de ella todas las noches. Por supuesto, pasarían otras estrellas, cientos de ellas… pero ninguna de semejante magnitud. Si las pirámides de Gizeh representaban las tres estrellas del Cinturón de Orión -Zeta, Epsilón y Delta-, ¿no era posible que otras pirámides representasen a otras estrellas de Orión? De hecho, Robert Bauval se dio cuenta de que la pirámide de Nebka, en Abu Ruwash, correspondía a la estrella situada en el pie izquierdo del Cazador; y la pirámide de Zawyat al-Aryan a la estrella que estaba en su hombro derecho. Desde luego, si otras dos pirámides hubieran completado la forma de «reloj de arena», la prueba hubiese sido concluyente, pero, por desgracia, estas dos pirámides o bien nunca se habían construido o hacía ya mucho tiempo que habían desaparecido bajo la arena.
Con la originalidad de su cultura, el Antiguo Egipto ha generado una gran fascinación. Los poderes de los hierofantes o magos, las profecías, la ciencia de los sacerdotes y la aspiración a la vida eterna, junto con la conservación de las momias, las increíbles construcciones sagradas y la extraordinaria validez actual de algunos papiros milenarios, nos han maravillado a lo largo de la historia.
Jean-Franςois Champollion
Pero ¿qué es lo que le sucede al viajero cuando llega a Egipto? Sin dudas, un gran encandilamiento. El gusto por la aventura incrementa la imaginación de quien sabe abstraerse frente a lo majestuoso y lo secreto, conceptos estrechamente ligados a la cultura faraónica. En el período de la conquista árabe, las leyendas comenzaron a expandir teorías en un intento por correr el velo de misterio y significación inexplicable. Las descomunales pirámides, de proporciones matemáticas rigurosas, habrían sido concebidas con el fin de preservar esa sabiduría de los antiguos, manteniendo oculto el saber milenario. ¿Qué secretos esconden estos monumentos que dominan simbólicamente el Valle del Nilo desde hace 4500 años? Mucho más de lo imaginado. Pese al desconocimiento sobre el tema, los eruditos trataron de plasmar en manuales las formas de acceso al interior de las pirámides, regidos muchas veces por una marcada ambición de llegar a los lugares que creían repletos de riquezas y tesoros incalculables. Tal como dijo Napoleón: «¡Soldados! Desde lo alto de estas pirámides, cuarenta siglos os contemplan».
Los Tuareg, la legendaria reina attlante Tin Hionan, Tassili y la antigua civilización Uigur
Las leyendas parten de hechos reales sucedidos mucho tiempo atrás, mientras que los mitos hablan de realidades simbólicas. Es decir transmiten verdades con el lenguaje de los sueños. La historia de la Atlántida contiene leyenda y también es mítica. España es considerada dentro de la leyenda Atlante como parte directa del imperio desaparecido, con la antigua Tartessos, o bien como colonia comandada por atlantes de nombre íberos, que acabaron dando nombre a la península. Y el único país de Europa, junto con Portugal, que conservan parte del continente desaparecido: islas Canarias y Azores. En África, en 1926, el conde Byron Kûhn de Protok descubrió en sus excavaciones arqueológicas en el Sahara, lo que los tuareg llamaban la tumba de la última reina de los Atlantes Tin Hinan. En el Museo del El Bardo, en Argel, se exhibe un esqueleto de dos metros de altura. Se dice que fue una princesa huida de la Atlántida. Juan José Benítez, en algunas de cuyas obras me he basado para escribir este artículo, explica lo siguiente: “… en mi primera visita a Argel me apresuré a recorrer el museo del El Bardo, en su búsqueda. Allí estaba, casi olvidada en un rincón. La examiné con detenimiento y admiración recordando las leyendas que circulan sobre ella. Los informes de los forenses tenían razón. Aquella mujer pudo alcanzar los dos metros de altura. Era Tin-Hinan, princesa de los tuaregs y de la etnia bereber. La única mujer conocida que gobernó al levantisco pueblo del desierto. ¿O no se trataba de una mujer?”
Salomón es un personaje descrito en la Biblia como el tercer y último rey del Israel unificado (incluyendo el reino de Judá). Es célebre por su sabiduría, riqueza y poder, pues La Biblia’ ‘lo considera el hombre más sabio que existió en la Tierra. Logró reinar cuarenta años y su reinado quedaría situado entre los años 970 a.C. y el 930 a.C. aproximadamente. Construyó el Templo de Jerusalén, y se le atribuye la autoría del Libro de Eclesiastés, libro de los Proverbios y Cantar de los Cantares, todos estos libros recogidos en la Biblia. Es elprotagonista de muchas leyendas posteriores, como que fue uno de los maestros de la Cábala.
En el Tanaj (libro hebreo, a una versión del cual los cristianos llaman Antiguo Testamento) también se le llama Jedidías. En la Biblia se dice del rey Salomón que heredó un considerable imperio conquistado por su padre el rey David, que se extendía desde el Valle Torrencial, en la frontera con Egipto, hasta el río Éufrates, en Mesopotamia. Tenía una gran riqueza y sabiduría y administró su reino a través de un sistema de 12 distritos. Poseyó un gran harén, el cual incluía a «la hija del faraón». Honró a otros dioses en su vejez y consagró su reinado a grandes proyectos de construcción. La Biblia dice del rey Salomón que era «el más sabio de los hombres», que podía pronunciar un discurso sobre la biodiversidad de todas las plantas, «desde los cedros del Líbano hasta el hisopo que crece en los muros, y animales, y pájaros, y cosas que se arrastran, y peces». Entre los distintos autores que han tratado sobre Salomón y el Arca de la Alianza, se distingue Erich von Daniken, que lo relata, con su estilo atrevido, en su obra “Profeta del Pasado”, en la que me he basado para escribir este artículo.
Algunos lo explican en términos de las inundaciones anuales de la llanura Tigris-Eufrates. Conjeturan que una de tales inundaciones pudo ser especialmente severa. Campos y ciudades, hombres y animales fueron barridos por la crecida de las aguas, y los pueblos primitivos, viendo el acontecimiento como un castigo de los dioses, propagaron la leyenda del Diluvio. Sir Leonard Woolley (Londres, 1880 – 1960) fue un arqueólogo británico, conocido por sus excavacionesen la antigua ciudad sumeria de Ur (en el actual Irak) y por haber encontrado evidencia geológica del diluvio de Gilgamesh.
La historia del Diluvio es conocida por muchas culturas
Se le considera el primer arqueólogo moderno, y fue nombrado caballero en 1935 por sus contribuciones a la disciplina. Graduado de la Universidad de Oxford, tras trabajar tres años en el Museo Ashmolean de la misma ciudad, viajó al actual Sudán para participar en 1907 y 1911 en la expedición arqueológica británica en el yacimiento egipcio de Wadi Halfa. En 1912 dirigió junto a T.E. Lawrence (conocido como Lawrence de Arabia) las excavaciones de la ciudad hitita de Karkemish, en la Siria septentrional, donde permaneció dos años y cuyos hallazgos publicó entre 1921 y 1953. Posteriormente pasó a Egipto para dirigir la excavación de Tell el-Amarna, la ciudad sagrada del faraón Akhenatón.
Lo cierto amigos, es que nunca nos faltó la energía necesaria para poder llevar a cabo andaduras que, miradas en la perspectiva que el tiempo nos da, nos parecen increíbles, como increíbles nos parecen aquellos pensamientos surgidos de mentes de la antigüedad, cuando aún no se tenían verdaderos conocimeintos de ninguna de las formas científicas que ahora podemos cultivar. Sin embargo, las ideas fluían, la imaginación caminaba veloz y, las mentes intuitivas de muchos pensadores, pusieron los cimientos que hicieron un buen edificio en el que ahora, confortablemente vivímos todos.
Mirar al pasado y recordar…¡es bueno!
emilio silvera