Mar
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Repasando Rumores del Saber XIV
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Rumores del Saber ~ Comments (2)
Los secretos del Universo
Los pilares de la creación
El Hubble nos ha desvelado importantes secretos que se ocultaban en el universo. Muchas de las imágenes astronómicas que el telescopio ha captado se han convertido ya en iconos culturales
¿Es igual el Universo en todas partes?
Lo cierto es que sí, el Universo funciona de la misma manera en todas sus regiones, sin importar qué objetos esté allí presente. Las cuatro fuerzas fundamentales lo rigen todo con la ayuda de las constantes universales.
Lo cierto es que sí, el Universo es igual en todas sus regiones por muy alejadas que estas puedan estar. En general, el Universo nos muestra un comportamiento uniforme, todo lo que en él sucede está regido por una serie de leyes que llamamos fundamentales: Fuerzas nucleares débil y fuerte, el electromagnetismo y la fuerza gravitatoria. Dichas fuerzas, están acompañadas por una serie de constantes que llamamos universales y, de esa manera, el Universo es el que podemos observar y está habilitado para la presencia de la Vida.
Veamos ahora otras historias.
En la serie rumores del saber del mundo, hemos ido dejando aquí, de manera esporádica, algunos retazos de ese saber que por el mundo, a lo largo y a lo ancho del discurrir del tiempo, han ido dejando los pueblos y civilizaciones que nos precedieron. Ellos sentaron las bases de lo que hoy somos. Hemos hablado aquí de los sumerios, egipcios, hindúes, chinos y de otras civilizaciones misteriosas. Hemos dedicado algún tiempo al surgir de la escritura y de los números.
Hipatía una científica que se adelantó a su tiempo
Sin embargo, en Alejandría, las matemáticas o, al , los números tuvieron otro aspecto muy , y también muy diferente. Se trata de los denominados “misterios órficos” y su énfasis místico.
Según Marsilio Ficino, autor del siglo XV d.C., hay seis grandes teólogos de la antigüedad que forman una linea sucesoria. Zoroastro fue “el principal referente de los ”; el segundo era Hermes Trismegisto, el líder de los sacerdotes egipcios; Orfeo fue el sucesor de Trismegisto y a él le siguió Aglaofemo, que fue el encargado de a Pitágoras en los secretos, quien a su vez los confió a Platón. En Alejandría, Platón fue desarrollado por clemente y Filón, crear lo que se conocería como neoplatonismo.
Tres ideas conforman los cimientos de los misterios órficos. Una es el poder místico de los números. La existencia de los números, su cualidad abstracta y su comportamiento, tan vinculado el del Universo, ejercieron una permanente fascinación sobre los antiguos, que veían en ellos la explicación de lo que percibían como armonía celestial.
La naturaleza abstracta de los números contribuyó a reforzar la idea de un alma abstracta, en la que estaba implícita la idea (trascendental en este contexto) de la salvación: la creencia de que habrá un futuro de éxtasis, al que es posible llegar a través de la trasmigración o reencarnación.
Aquellos pensadores creían en algo más poderoso que lo material: Un Espíritu, un Alma
Por último, estaba el principio de emanación, esto es, que existe un bien eterno, una unidad o “monada”, de la que brotaba toda la creación. Como el , era considerada una entidad básicamente abstracta. El alma ocupada una posición intermedia entre la monada y el mundo material, entre la mente, abstracta en su totalidad, y los sentidos.
Según los órficos, la monada enviaba (“emanaba”) proyecciones de sí misma al mundo material y la tarea del alma era aprender usando los sentidos. De esta , a través de sucesivas reencarnaciones, el alma evolucionaba hasta el punto en el que ya no eran necesarias más reencarnaciones y se alcanzaba el momento de profunda que daba lugar a una forma conocida como gnosis, allí la mente esta fundida con lo que percibe. Es posible reconocer que esta idea, original de Zoroastro, subyace en muchas de las regiones principales del mundo, con distintas variantes o matices que, en esencia, viene a ser los mismos.
Pitágoras, en particular, creía que el estudio de los números y la armonía conducían a la gnosis. los pitagóricos, el uno no era un en realidad, sino la “esencia” del número, de la cual surge todo el sistema numérico. Su división en dos creaba un triángulo, una trinidad, la forma armónica más básica, idea de la que encontramos ecos en santísimas religiones.
Platón, en su versión más mítica, estaba convencido de que existía un “alma mundial”, fundada en la armonía y el número, y de la cual brotaba toda la creación. Pero añadió un importante refinamiento al considerar que la dialéctica, el examen crítico de las opiniones era el método para a la gnosis.
La tradición sostiene que el cristianismo llegó a Alejandría a mediados del siglo I d.C., cuando Marcos el evangelista llegó a la ciudad predicar la nueva religión. Las similitudes espirituales entre el platonismo y el cristianismo fueron advertidas de forma muy clara por Clemente de Alejandría (150-215 d.C.), pero fue Filón el indio quien primero desarrolló esta nueva fusión. En Alejandría habían existido escuelas pitagóricas y platónicas hacía un largo tiempo, y los judíos cultos conocían los paralelos entre las ideas judías y las tradiciones Geténicas, hasta el punto de que para muchos de ellos el orfismo no era otra cosa que “una emanación de la Torá de la que no había quedado constancia”.
Filón de Alejandría, un filósofo muy particular
Filón era el típico alejandrino que “nunca confiaba en el sentido literal de las cosas y siempre estaba a la de interpretaciones místicas y alegóricas”. Pensaba que podía “conectar” con Dios a través de ideas divinas, que las ideas eran “los pensamientos de Dios” porque ponían orden a la “materia informe”. Al igual que Platón, tenía una noción dualista de la Humanidad:
“De las almas puras que habitan el etéreo, aquellas más cercanas a la tierra resultan atraídas por los seres sensibles y descienden a sus cuerpos”. Las almas son el lado divino del hombre (solía decir).
¡Si políticos y banqueros atendieran a pensamiento! ¡Otra cosa sería!
Es interesante reparar los hechos pasados y la evolución del pensamiento humano que, en distintos lugares del mundo y bajo distintas formas, todos iban en realidad a desembocar en el mismo mar del pensamiento.
La naturaleza humana y el universal, el primero unido a un alto concepto cuasi divino, el Alma, el segundo regido por la energía cósmica de las fuerzas naturales creadoras de la materia y, todo esto, desarrollado de una u otra manera por los grandes pensadores de todos los tiempos que hicieron posible la evolución del saber tomar posesión de profundos conocimiento que, en un futuro, nos podrán permitir alcanzar metas, que aún hoy, serían negadas por muchos.
mí, el mirar los hechos pasados y estudiar los logros alcanzados en todos los del saber, es una auténtica aventura que profundiza y lleva al conocimiento del ser humano que, según la historia, es capaz de lo mejor y de lo , sin embargo, nadie podrá negarle grandeza ni imaginación.
Fray Girolamo Savonarola
Por ejemplo, el último día del carnaval de Florencia de 1.497 (y lo mismo ocurrió al año siguiente) apareció una construcción muy curiosa en medio de la Piazza Della Signoria, dominada por el Palazzo Vecchio. El centro de la estructura estaba compuesto por varios tramos de escalera que formaban juntos una pirámide. En el escalón más bajo se había colocado distintos disfraces, más caras y barbas postizas utilizadas en el carnaval. Sobre ellos se encontraban algunos (tanto textos impresos como manuscritos) de poetas latinos e italianos, ellos Boccacccio y Petrarca. Luego había varios utensilios de adorno femenino (espejos, velos, cosméticos, perfumes) y encima de ellos laúdes, arpas, barajas y piezas de ajedrez.
En la cima de esta extraña edificación había dos niveles en los que había dispuestos algunos cuadros; se trataba de cuadros de un , ya que mostraban beldades y en particular beldades con nombres clásicos: Lucrecia, Cleopatra, Faustina, Bencina.
Cuando se prendió fuego a esta “hoguera de las vanidades”, los miembros de la Signoría, la asamblea política, contemplaron el acontecimiento los balcones de sus palacios. Se tocó la música, se cantó y repicaron las campanas de la Iglesia.
A continuación, toda la gente se trasladó a la Piazza di San Marco donde, bailar, formaron tres círculos concéntricos. Los monjes ocupaban el central, alternados con niños ángeles; después venían otros eclesiásticos y por último los ciudadanos en general.
Siempre hemos sido propensos a ocultar nuestro verdadero yo
Todo esto se realizó para satisfacción del dominico fray Girolamo Savonarola, de Ferrara. “Agudo y carismático”, convencido de que Dios le había enviado para propiciar la reforma espiritual de los italianos y de la del predicador, altísima posición “solo inferior a la de los ángeles”. Buscaba regenerar la Iglesia a través de una serie de escenarios como el descrito, y en cada uno de ellos, destruía un mal.
Los pensadores del Renacimiento creían que todo el Universo era un modelo de la idea divina y que el hombre era “un creador que venía después del creador divino”. Esta concepción era el concepto de belleza, una de armonía que reflejaba las intenciones de la divinidad.
Lo que era placentero para los ojos, el oído y la mente era bueno, moralmente valioso en sí mismo. Más aún: revelaba del divino la Humanidad, pues evidenciaba la relación de las partes con el todo.
Leonardo-Da-Vinci y su Mona-Lisa (La-Gioconda)
Este ideal renacentista de belleza respaldaba la noción de que esta tenía dos funciones, noción aplicable a todas las disciplinas. En un nivel, la arquitectura, las artes visuales, la música y los aspectos formales de las artes literarias y dramáticas informaban a la mente; en segundo nivel, la complacían mediante el decoro, el estilo y la simetría. De esta se estableció una asociación entre belleza e ilustración. También esto era lo que entonces significaba la sabiduría.
El fin perseguido era el deseo de universalidad , la consecución de conocimientos universales, la conjunción de disciplinas diferentes como ramas del todo, del saber profundo que abarcaba el núcleo las distintas esferas del conocimiento universales, la conjunción de disciplinas diferentes como ramas del todo, del saber profundo que abarcaba desde el núcleo las distintas esferas del conocimiento como partes de ese todo.
El reconocimiento de la belleza se funda en los dones divinos del intelecto humano. el Renacimiento se escribieron unos cuarenta y tres tratados sobre la belleza. La idea de hombre universal es una idea común a casi todos ellos.
Todavía hoy, si pasamos por Florencia podremos ver allí se forjó la cuna del Renacimiento.
Peter Burke ha destacado a quince hombres universales del Renacimiento (“universales” en tanto evidenciaron su talento, más allá del mero diletantismo, en tres o más campos del saber humano. Simplemte con echar una mirada a sus historias podremos ver que eran elegidos par ala posteridad y que sus ideas estaban muy adelantadas a su propio tiempo. Estos eran:
- Filippo Brunelleschi (1377-1446), arquitecto, ingeniero, escultor, pintor.
- Filarete (1400-1465), arquitecto, escultor escritor.
- León Battista Alberti (1404-1472), arquitecto, escritor, pintor.
- Lorenzo Vecchietta (1405-1489), arquitecto, pintor, escultor, ingeniero.
- Bernard Zenale (1436-1526), arquitecto, pintor, escritor.
- Francesco di Giorgio Martín (1439-1506), arquitecto, ingeniero, escultor, pintor.
- Donato Bramante (1444-1514), arquitecto, ingeniero, pintor, poeta.
- Leonardo da Vinci (1452-1519), arquitecto, escultor, pintor, científico.
- Giovanni Giocondo (1457-1525), arquitecto, ingeniero, humanista.
- Silvestre Aquilano ( de 1471-1504), arquitecto, escultor, pintor.
- Sebastiano Serlio (1475-1554), arquitecto, pintor, escritor.
- Michelangelo Buonarroti (1475-1464), arquitecto, escultor, pintor, escritor.
- Guido Masón ( de 1.477-1518), escritor, pintor, productor teatral.
- Piero Liborio (1500-1583), arquitecto, ingeniero, escultor, pintor.
- Giorgio Vasari (1511-1574), arquitecto, escritor, escultor y pintor.
El que esto está leyendo advertirá que en esta lista, de un total de quince hombres universales, catorce eran arquitectos, trece , diez escultores, seis ingenieros y seis escritores. Solo un científico. ¿Es que en aquellos tiempos, la ciencia todavía no estaba a la altura y, el mundo se conocía bajo otras premisas que, al evolucionar, nos trajeron a esta, la ciencia que, sin duda alguna, es la llave de nuestro futuro.
¿Qué tenía en particular la arquitectura ocupar un lugar tan destacado frente a todas las demás actividades? En el Renacimiento, la aspiración de muchos artistas era el progreso arquitectónico. En el siglo XV la arquitectura era una de las actividades que más se aproximaban a las artes liberales, mientras que la pintura y la escultura era sólo mecánica. Esto cambiaría después, pero ayuda a explicar las prioridades en la Italia del quatrocento.
emilio silvera
Feb
9
Un Rumor del saber en pensamientos dispersos
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Rumores del Saber ~ Comments (6)
Los orígenes del saber de la Humanidad están dispersos a lo largo y a lo ancho del mundo y también del tiempo. A medida que iban pasando los siglos, los congéneres de nuestra especie más primitiva (como todo en el Universo), fue evolucionando ayudada por las experiencias, su mente primitiva se fue adaptando al medio y fijándose en lo que, a su alrededor acontecía para ir buscando soluciones a los problemas que, dicho sea de paso, no eran pocos.
“El control del fuego por homininos primitivos fue un punto de inflexión en su evolución cultural y permitió que proliferaran debido a la mejora en la absorción de proteínas e hidratos de carbono que proporcionaba la cocción, además de permitir la actividad en horas nocturnas y de proporcionar protección ante los depredadores.
“El inicio de la agricultura se encuentra en el período Neolítico, cuando la economía de las sociedades humanas evolucionó desde la recolección, la caza y la pesca a la agricultura y la ganadería. Las primeras plantas cultivadas fueron el trigo y la cebada.
Según parece, los candidatos para ser los primeros agricultores estaban en Mesopotamia (el pueblo sumerio), los Hindúes y los egipcios.
Aquellas constelaciones del cielo a las que los antiguos dieron el nombre que aún hoy conocemos
“La astronomía china es considerada más antigua que la desarrollada en la antigua Europa y el Oriente Próximo, aunque es poco lo que se conoce sobre ella, y ha evolucionado de manera independiente. Los expertos consideran que los chinos eran los observadores de fenómenos celestes más perseverantes y precisos de todo el mundo, incluso antes de los estudios astronómicos de los árabes medievales”
“El Origen de las matemáticas va unido al antiguo Egipto una de las civilizaciones mas sabias de la historia. En su saber se hallan múltiples saberes concebidos como una mezcla de ciencia y magia. Con la llegada de la edad moderna las matemáticas pasaron a convertirse en una ciencia cuantitativa y secular.”De todas las maneras no podemos dejar de lado a la India que, según parece, fue la primera en utilizar el cero, mencionar la palabra “vacío” y también el átomo y cientos de años, antes de Pitágoras, ya utilizaban “su” famoso teorema (todo´ello sin quitarle valor a la obra del matemático griego que influyó en Platón, Aristóteles y muchos otros alumnos de la Escuela Pitagórica.Vestigios encontrados en excavaciones antiguas nos hablan del origen de los números y su significado que, poco a poco se fue desarrollando hasta convertirse en una de las Ciencias más valiosas del saber Humano, las matemáticas, en el árbol de la Ciencia, son las raíces, las que alimentan el árbol.
El Templo de Angkor en Vietnam es un buen ejemplo de las huellas del pasado.
Civilizaciones pérdidas que poblaron nuestro planeta hace miles de años, dejaron algunas muestras de su grandeza que, muchos siglos después han sido desenterradas y estudiadas. De ellas hemos saciado mucha de la sed de saber que, como pesada carga, arrastramos a través de los siglos.
Mundos de fascinante belleza que nos hablan de lo que fue.
Hace ya muchos siglos que existieron ciudades modernas donde floreció la cultura, las artes, las letras, la medicina, las matemáticas y la astronomía. Hombres del pasado, pensadores de ingenio y visión futurista, pusieron los cimientos de lo que hoy llamamos el saber, el conocimiento de las cuestiones del mundo, de los secretos de la Naturaleza y del Universo mismo.
Algunas de las obras del pasado, teniendo en cuenta los medios de los que disponían en aquellos momentos, no parece que fuera posible que la hubieran realizados los habitantes del lugar y, en más de una ocasión se ha pensado en seres venidos de otros mundos que dejaron aquí sus huellas haciendo posible toda aquella grandeza.
Pero, lo más probable sea que, todo ello fue posible gracias a hechos dispersos y a la diversidad de pensamiento de los seres humanos, siempre curiosos y deseosos de saber y aquí están recogidos algunos rumores del saber del mundo.
En la imagen de arriba captaron por vez primera el abrazo cósmico de dos agujeros negros
¡Es tan grande el Universo! Ni la mano más experta del pintor, ni los cinceles del diestros escultor, incluso ni nuestra “infinita” imaginación podrá nunca mostrar tanta belleza como en el Universo está presente. Es la Naturaleza, donde reside todo, donde todo podemos hallar, y, dónde, además, los misterios y secretos residen, y, precisamente por ello, en ella están las respuestas que tan insistentemente buscamos.
“La reverenda madre debe combinar las artes de seducción de una cortesana con la intocable majestad de una diosa virgen, manteniendo estos atributos en tensión tanto tiempo como subsistan los poderes de su juventud. Pues una vez se hayan ido belleza y juventud, descubrirá que el lugar intermedio ocupo antes por la tensión se ha convertido en una fuente de astucia y de recursos infinitos.“
De “Muad’Dib, comentarios familiares”
POR LA PRINCESA IRULAM
Ene
30
Rumores del saber del mundo
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Rumores del Saber ~ Comments (0)
Abū Bakr Muhammad ibn Zakarīyā al-Rāzī – médico, filósofo y erudito persa. Arriba la tapa de su famoso libro de medicina
La gran obra de al-Razi fue el al-Hawi (El libro exhaustivo), una enciclopedia de veintitrés volúmenes de conocimientos médicos griegos, árabes, pre-islámicos, indios e incluso chinos.
“Al-Razi, en árabe, ابو بکر محمد بن زكريا الرازی Abū Bakr Muhammad ibn Zakarīyā al-Rāzī; en persa: زكريای رازی Zakarya-ye Razi, en latín, Rhazes o Rasis (865 – 925), fue un sabio, médico, filósofo, farmacólogo, neurólogo, cirujano, humanista, padre de la pediatría, humanista y erudito persa que realizó aportes fundamentales y duraderos a la medicina, la química y la física, escribiendo más de 200 tratados científicos, muchos de los cuales tuvieron un gran impacto en la medicina europea. Escribió prácticamente en todos los campos de la medicina.”
“Fue uno de los grandes pensadores del islam y de la humanidad. Dejó un legado precioso a la cultura universal. Algunos historiadores lo destacan como el “padre de la pediatría” por haber escrito el primer tratado exclusivo sobre esta especialidad. Sus escritos sobre enfermedades infecciosos han sido reconocidos como los primeros enfoques científicos en ese campo. George Sarton lo destacó como “el médico más grande del Islam y la Edad Media”.
“Estudió en Bagdad, donde había avanzados hospitales y bibliotecas importantes, practicó en el bimaristan (hospital) local. Sus estudios abarcaron la medicina,la alquimia, la filosofía, las matemáticas y la física. Al regresar a su ciudad natal, fue director del hospital municipal, pero regresó pronto a Bagdad al ser designado director de un nuevo e importante hospital que llevaba el nombre de su fundador al-Muʿtaḍid (m. 902 d. C.), y donde fue el primero en poseer una sección para los enfermos mentales.
Enseñó e investigó en La Casa de la Sabiduría, donde atraía a un gran número de estudiantes de todas las disciplinas. A la hora de enseñar, tanto al-Nadfm como al-Qifti, nos relatan que él disponía a los estudiantes en círculos en torno a él y que cuando él llegaba proponía una cuestión científica a los más próximos; si estos no daban con la respuesta adecuada la pregunta pasaba al segundo círculo, y así sucesivamente hasta que si, finalmente, ninguno de los asistentes encontraba una solución al problema el mismo al-MS respondía.”
El otro gran médico musulmán fue Ibn Sina, a quien conocemos mejor por su nombre latinizado, Avicena. Al igual que al-Razi, Avicena escribió doscientos libros, destacando la obra más famosa al-Qanun (El canon) muy documentado e importante tratado.
“En los sultanatos surgidos de la desmembración del califato de Bagdad, las artes y las ciencias adquieren gran esplendor en el siglo XI. Los estudios de un médico musulmán de origen persa alcanzan gran popularidad, traspasan las fronteras y llegan a Europa.
Su nombre es Abu Alíal-Husayn ibn Abdallah ibn Sina, pero en Occidente se lo conoce por Avicena. Fue un filósofo y médico persa, considerado el científico más grande de la civilización islámica. Autodidacta, conoció a fondo la Filosofía aristotélica y neoplatónica y la Medicina de su tiempo.
Catedral de Córdoba
Sabiduría sarracena en España. — Los árabes, conquistadores de España a principios del siglo VIII, habían alcanzado en el siglo X un notable grado de cultura. Fundaron la Universidad de Córdoba, que constituyó uno de los principales focos del saber de Occidente y a la que concurrían numerosos estudiantes de todo el mundo musulmán.
Las obras de los filósofos griegos fueron vertidas de sus traducciones árabes al latín, y de ese modo pudieron ser conocidas por los eruditos europeos, muy pocos de los cuales hubieran podido conocerlas directamente de sus originales. Se puede decir sin temor a equivocarnos que, los árabes, en la Edad Media, salvaron la Cultura del oscurantismo.
Entre los sabios sarracenos más eminentes se pueden citar a Avicena, médico y filósofo, que fue llamado el Príncipe de los Médicos, que nació en Persia en 980 y murió en 1037.
El gran manual de medicina: Cuando sólo tenía 21 años, Avicena escribió en árabe la más famosa de sus obras, el Canon de la medicina, del que incluso llegó a hacer una versión en verso que tituló Poema de la medicina.
La filosofía de Avicena: La filosofía de Avicena tuvo gran influencia sobre pensadores medievales posteriores como santo Tomás de Aquino y Roger Bacon.
En el siglo XII, Gerardo de Cremona, uno de Los sabios de la Escuela de Traductores de Toledo, tradujo la obra de Avicena al latín. La traducción de Cremona de los cinco libros escritos en árabe respetando el estilo didáctico y minucioso de Avicena resultó decisiva. El hecho tuvo gran importancia para la medicina medieval europea, ya que desde entonces el Canon de la medicina jue el manual básico de los estudiantes de medicina de las universidades occidentales más importantes hasta el siglo XVII.”
Alejandría, en el año 641, había caído en manos de los musulmanes que, durante muchos años había sido la ciudad capital-mundial de los estudios matemáticos, médicos y filósofos, y allí los musulmanes encontraron una ingente cantidad de libros y manuscritos griegos sobre estos temas. Posteriormente, entre el profesorado de la Casa de la Sabiduría encontramos a un astrónomo y matemático cuyo nombre, como el de Euclides, se convertiría en palabra de uso cotidiano en todo el mundo culto: Muhammad ibn-Musa al-khwarizmi.
La fama de al-khwarizmi descansa en dos libros, uno muchísimo más original que el otro. El volumen menos original se basa en el Sindhind, que es el nombre árabe del Brahmaghuta Siddhanta, el tratado de Brahmagupta que había llegado hasta la corte de al-Mansur y en el que se describen varios problemas aritméticos así comos los numerales indios. El trabajo de AL-khwarizmi se conoce hoy en una única copia, una traducción latina de un original árabe actualmente perdido.
El título latino de esta obra es de numero indorum (sobre el arte de contar indio), este trabajo es el responsable de la falsa impresión de que nuestro sistema numérico es de origen árabe.
al-khwarizmi no afirmó ser original en aquel sentido, sin embargo, la nueva notación terminaría siendo conocida como la de al-khwarizmi o, de forma corrupta, algorismi, lo que al final daría lugar a la palabra “algoritmo”, que define una forma particular de calculo.
Ene
19
Comentario sobre Lovejoy y sobre la idea del Alma
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Rumores del Saber ~ Comments (0)
Recordemos aquí algunos pasajes que pude encontrar en fuentes diversas, sobre todo, en el Libro Ideas de cuyo autor PETER WATSON, podríamos decir que aquí, nos dejó un enorme estudio del saber del mundo y de aquellos acontecimientos del pasado que, desde luego, no deberíamos olvidar. Aquí os dejo algunos pasajes que, de vez en , apostillo con alguna que otra frase mía.
Arthur Oncken Lovejoy, historian and philosopher of science
Lovejoy era en todos los sentidos una figura impresionante. Leía libros en inglés, alemán, francés, griego, latín, italiano y español, y sus estudiantes contaban anécdota que, había pasado su año sabático de la Johns Hopkins dedicado a leer “los pocos libros de la biblioteca del Museo Británico que aún no había leído. Sin embargo, se le reprochó por tratar las ideas como “unidades” entidades subyacentes e inalterables, como los elementos químicos.
¡Qué cosas!
Beltrand Russell
Lovejoy fue ciertamente quien dio el impulso inicial a la historia de las ideas al convertirse en el primer director del Journal of the History of ideas, fundado en 1.940 ( los primeros colaboradores estaban Bertrand Russell y Paul O. Kristeller). En el primer ejemplar, Lovejoy expuso el objetivo primordial del Journal: explorar la influencia de las ideas clásicas en el pensamiento moderno.
“Este abrazo entre el. Alma y la Venus celeste es una ilustración en imágenes de la parte del dis- curso platónico y ficiniano en la que se indica el poder de …”
Lo curioso del caso es que, en los años transcurridos desde su fundación (hace más de 75 años), el Journal of the History of ideas ha continuado explorando la sutil en que una idea lleva a otra a lo largo de la historia. He aquí algunos de los temas tratados en números recientes: El efecto de Platón en Calvino; la admiración que Nietzsche profesaba por Sócrates; el budismo en el pensamiento alemán del siglo XIX; la relación de Newton y Adam Smith; el vínculo de Emerson con el hinduismo; Bayle precursor de Kart Popper; el paralelismo entre la antigüedad tardía y la Florencia del Renacimiento; etc.
En su ensayo aparecido en el Journal celebrar el cincuentenario de su publicación, el colaborador que lo escribía identificaba tres fallos dignos de ser señalados:
Uno de ellos era la incapacidad de los historiadores para comprender el verdadero significado de una de las grandes ideas modernas, la “secularización”.
Otro, la generalizada decepción respecto a la “psicohistoria”, existían santísimas figuras que reclamaban una comprensión psicológica profunda: Erasmos, Lutero, Rousseau, Newton, Descartes, Vico, Goethe, Emerson, Nietzche…
Descartes, Nietzche, Goethe
Y, por último, el fracaso de historiadores y científicos dar cuenta de la “imaginación” como una dimensión de la vida en general y, especialmente, de la producción de ideas.
¡Las ideas, qué peligro!
Es la única libertad que nos podemos permitir. El pensar libremente y para nosotros mismos, otra cosa es el exponer nuestros pensamientos a los demás. Unas veces por inconveniente, otras por pudor, otras por temor a las críticas, y otras por parecernos a nosotros mismos indignas de ser conocidas, así, se pierden grandes ideas.
Alguna vez he comentado sobre el Laboratorio Cavendish, y me viene a la memoria que fue allí, donde Thomson, en 1.897, realizó el descubrimiento que vino a coronar anteriores ideas y trabajos de Benjamín Franklin, Euge Goldstein, Wilhelm Röntgen, Henri Becquernel y otros.
la antigüedad tardía y la Edad Media, la tecnología del Alma…
Si entregabas a la Iglesia grandes fortunas te daban el salvoconducto de la salvación del Alma
Pero, ¿Qué es el Alma? Acaso un invento de los hombres tener la esperanza de que, todavía pueden salvar algo. Su relación con la “otra vida”, con la divinidad y, en especial, con el clero, permitió a las autoridades religiosas ejercer un poder extraordinario.
No se puede negar que, la idea del Alma, enriqueció inmensamente la mente de los seres humanos a lo largo de los siglos, pero tampoco se puede negar que también es cierto que durante ese mismo tiempo mantuvo a raya el pensamiento y la libertad. ¿Os acordáis de Giordano Bruno y Galileo? Aquello retrasó el progreso y contribuyó a mantener el pueblo (en su mayor ) ignorante y sometido al clero educado y culto.
Si él mirara atrás, hasta la Edad Media, vería con vergüenza como sus iguales, vendían indulgencias. Es decir, cobraban por salvar las “Almas” de los pecadores que, con riquezas, no con arrepentimientos, se creían a salvo de sus maldades. ¿habrá mirado y, al ver aquello, ha decidido marcharse?
Sólo tenemos que pensar en la desfachatez con que el fraile Tetzel afirmaba que era posible comprar indulgencias para las “almas” del purgatorio, y que estas saldrían volando al cielo tan pronto las monedas golpearan el plato. Los abusos como estos, aún persisten hoy en día, nada más claro como ejemplo el ver la cantidad de ancianos y viudas que solos en la vida y enfermos, dejan sus fortunas a la Iglesia que, por cierto, tienen situadas sus propiedades en las mejores enclaves de las ciudades.
Los abusos a que se prestaba lo que algunos llaman “tecnologías del alma” fueron uno de los principales factores que condujeron a la Reforma, la cual, a pesar de lo ocurrido con Juan Calvino en Ginebra, fundamentalmente despojó al clero del control de la fe e impulsó la duda y el descreimiento.
Sí, de muchas maneras nos pintaron el Alma que, muchos, abusando de la ignorancia del pueblo, supuso un gran negocio “su salvación”. Aun hoy, desgraciadamente, prevalece mucho de aquel mundo.
Las diversa transformaciones del alma (la idea de que estaba contenida en el semen en la Grecia de Aristóteles, el alma tripartita del Timen platónico, la concepción medieval y renacentista del Homo duplex, la idea del alma como mujer, o como ave, el diálogo el alma y el cuerpo de Marvell, “las monadas” de Leibniz) pueden resultar hoy bastante pintorescas, pero en su época fueron cuestiones muy serias, y constituyeron importantes etapas en la ruta hacia la idea moderna del ser.
Aquí reside el Alma envuelta en ramificaciones luminosas sin fin
En mi anterior os hablé de manera bastante extensa sobre estas cuestiones del ser, el alma, la conciencia y, en definitiva, del cerebro que es habitad natural de todas estas cuestiones. La filosofía y la metafísica están presentes haciendo compañía a lo que entendemos por ser consciente.
Las profundidades del ser (nuestro complejo de interioridad) se manifestó en la llamada Era Axial, en términos aproximados, entre los siglos VII y IV a. de C.
Repartían oraciones como placebos mitigar las penas a cambio de prebendas
Por aquella época, más o menos de manera simultánea, ocurrió algo similar en Palestina, la India, China, Grecia y muy posiblemente también en Persia. En uno de estos casos, la religión establecida se había vuelto en extremo ritualista y exhibicionista. En particular, en todas partes habían surgido sacerdotes que se habían adjudicado una posición de altísimos privilegios, con lo cual, vivían de manera totalmente opuesta a lo que predicaban.
Aquella casta privilegiada, controlaba el acceso a Dios o a los Dioses (según los casos), y se beneficiaba de su elevado estatus que, sobre todo, ponían al servicio de los poderosos de turno.
Pero en todas estas culturas, surgieron profetas molestos que, al pregonar la salvación del Alma otro prisma distinto, dejaban al descubierto las mentiras interesadas de estos sacerdotes y falsas religiones.
Buda
Surgieron profetas (en Israel) u hombres sabios (Buda y los autores de los Upanishads en la India, Confusio en China, etc.) que denunciaron al clero y recomendaron la introspección, a sostener que la ruta hacia la auténtica santidad implicaba algún de abnegación y de estudio íntimo. Platón sentó las bases de la supremacía de la mente sobre la materia.
Confucio
Todos estos hombres mostraron el camino a través del ejemplo , y su mensaje es muy similar al que más tarde predicaron Jesús y, más tarde, San Agustín y algún otro.
De éstos auténticos hombres buenos que incluso sacrificaron sus vidas para dedicar todo su esfuerzo al bien de los demás, se han aprovechado siempre, a lo largo del Tiempo, la legión de espabilados que amparados y enmascarados en las distintas religiones han utilizado toda esa bondad para el propio lucro, engañando a los fieles de buena fe de manera inmisericorde y en ausencia total de conciencia, moral y ética. ¡Que gentuza!
Siempre tuvieron los mejores edificios contradiciendo la humildad de sus pregones
Prefiero no seguir por este camino y dejo aquí el comentario, ya que, de seguir este sendero espinoso estaría recorriendo un escabroso historial lleno de barbaridades e injusticias del ser humano y, todo ello, en el de Dios.
emilio silvera
Ene
18
Rumores del pasado
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Rumores del Saber ~ Comments (0)
En la India le atribuyen un carácter divino a las Nanda Davi, Kailas, Kanchenjunga y a otras muchas cumbres que, según ellos, sirven de residencia a los dioses. Se afirma que Siva tiene su sede en el monte Kailas (Kang Rimpoche). Se cuenta también de él que descendió sobre el Kanchenjunga, mientras que la diosa Lakshmi, por el contrario, se elevó hacia los cielos desde la cumbre.
Analizando estos mitos se llega a la conclusión de que por aquellas épocas remotas en que los dioses se mezclaban con los humanos, se producía un tráfico en los dos sentidos a través del espacio.
A partir del momento en que se encaminó desde el salvajismo a los rudimentos de la civilización, la Humanidad creyó en la existencia de dioses poderosos y bienhechores. De alguna manera debían buscar el equilibrio y la fuerza necesaria para sobrevivir en aquellos peligrosos tiempos; creer en algo.
En la antigua Grecia se consideraban el Parnaso y el Olimpo como los lugares en que moraban los dioses.
Podría continuar hablando de estos temas de los que en su momento profundicé bastante, pero como el presente trabajo es aleatorio y sin un rumbo fijo, no es cosa de hacer ningún tratado de un tema concreto, así que dejémoslo aquí como una curiosidad muy interesante (con un fondo – siempre – de verdad).
¡Me falta tiempo! Quisiera hacer tantas cosas, quisiera aprender tantas cosas, quisiera arreglar tantas cosas, quisiera, quisiera, quisiera… mucho trabajo para uno solo.
Algún día, cuando me sienta con ánimo, os hablaré de los muchos mundos que existen dentro de este mundo nuestro.
Os contaré cómo fue la primera batalla de la historia y os podré hablar del Jardín de las Hespérides. En más profundidad de la Atlántida y de cómo se formó el Estrecho de Gibraltar, de los gigantes y los ligures, de Lug y Lusina, de la Espiral del Dios Lug, de nuestra civilización y de la Civilización, la Diáspora que nos cuenta que, como todas las cosas, las civilizaciones son mortales. Hablaré de Isoré, cuyo nombre subsiste en estado puro en un solo lugar: un castillo cerca de la confluencia del Vienne y del Loire en Francia. Podré hablaros de la leyenda de Osiris… o de lo que le ocurrió al labrador Fradin en 1.924 en Bourbonnais (la aldea de Glozel, no lejos de Vichy). En ese mismo trabajo que tengo más que pensado, incluiré lo que sé sobre los dólmenes y los druidas (muy sabios), todo ellos enlazado con Liguria y las invasiones célticas, allá por el 1.700 a. de C.
Estas historias me fascinaron y sobre ellas escribí hace muchos años, cuando aún vivía en casa de mis padres. No sé dónde fueron a parar tantos folios emborronados con mi imaginación; ahora me gustaría conservarlos. Nadie los leyó nunca; mi pudor a descubrir mis pensamientos esa muy elevado en mi corta edad (tendría entonces 20 – 22 años). Así que, si me armo de valor, repetiré todo aquello. ¡Puedo!
Al investigador
Quienes piensen que la alquimia es de naturaleza terrestre, mineral y metálica, que se abstengan.
Quienes piensen que la alquimia es estrictamente espiritual, que se abstengan.
Quienes piensen que la alquimia es sólo un símbolo utilizado para desvelar analógicamente el proceso de la “realización espiritual”, en suma, que el hombre es la materia y el atanor de la obra, que abandonen sus propósitos.
Claude d’Ygá
El arte hermético, los principios de la alquimia, su historia y los contactos de la alquimia con la ciencia moderna. Los alquimistas licenciados por la universidad de Montpellier en el s. XIII, Alberto Magno, Arnau Vilanova y Raimundo Lulio, Roger Bacon y más tarde Michael de Nostre-Dame (más conocido por su pseudónimo Nostradamus), Rebelais y Erasmo, además de médicos árabes y judíos, todos ellos adictos a la filosofía hermética, y todos interesados por la alquimia y las transmutaciones metálicas.
Más tarde me topé con la física que me enlaza directamente con las matemáticas (que por desgracia no domino), la biología, la astronomía, la astrología y la cosmología, en fin, con todo lo que realmente importa, la vida misma y el universo.
Antes de llegar a la física pasé por innumerables recorridos del saber humano: los clásicos griegos, los filósofos, Platón, Sócrates, Aristóteles, pero sin dejar a Kepler y Galileo, ni tampoco a Newton y Darwin. Mi avidez de saber era ilimitada y más de una noche, sobre las 3 ó las 4 de la madrugada, mi madre apagaba la luz de mi mesita de noche y cerraba el libro abierto sobre mi pecho o caído en el suelo. El sueño me impedía seguir; además, muy temprano había que cumplir en el trabajo. ¡Qué tiempos!
Alternaba las matemáticas comerciales y la contabilidad con mi preparación a las oposiciones de gestor administrativo; dos pruebas en Madrid, una escrita, la segunda, y otra oral, la primera.
Pero entre libros de estudios y ratos libres, nunca dejaba otras clases de lecturas como a William Shakespeare, Dante, Goethe, Descartes, Beltran, Rusell, Flanmarion, Julio Verne, Voltaire, Isaac Asimov, y en realidad, todo lo que pillaba, hasta tostones de Homero como la Iliada y la Odisea o los de docenas de clásicos, tanto rusos como de otras nacionalidades que caían en mis manos. De los siete sabios de Grecia a los pensadores Buda o Confucio; todo para mí era saber más cosas.
Ahora recuerdo, y no tengo más remedio que reírme, que teniendo media novia aficionada a las plantas me leí un tratado de plantas de interior para poder prestarle ayuda y ofrecerle mis conocimientos. Cuando nos encontramos, muy de tarde en tarde, nos abrazamos con cariño.
Leí a Euclides y sobre los elementos (Autólico de Pitania), obra de la que se editaron bastantes ediciones (1.296 – 1.482 y otras) y la edición de Ratdolt que fue uno de los más bellos de los primeros libros científicos editados impresos y por los que me interesé en su momento.
Fidias, Arquímedes, Alejandría o Siracusa eran para mí nombres muy familiares. He leído sobre la esfera y el cilindro, sobre la medida del círculo, sobre conoides y esferoides, sobre las espirales, cuadratura de la parábola, sobre los cuerpos flotantes y el Método, obras irremisiblemente perdidas y reconstruidas parcialmente mediante complejas estructuraciones de restos que, seguramente, dieron como resultado un híbrido de distintos autores posteriores que se basaban en el texto original.
También captó mi atención Ptolomeo y su gran síntesis astronómica, Copérnico y su mundo astronómico y, desde luego, me empapé de la civilización romana, guardián de la herencia griega y de su mitología. La Gran Enciclopedia Científico-Técnica de Cayo Plinio segundo, llamado “el Viejo” que reunió el legado de todos los antepasados y recogió el saber para evitar su pérdida.
Todas estas cuestiones me interesaron y de ellos me empapaba con la avidez y la curiosidad sin límite de un niño.
Galeno (129 – 194) es el médico más famoso de la antigüedad. Nació en Pérgamo, hoy en la Turquía occidental. Miembro de una familia de la clase alta urbana del helenismo romano, fue médico de cuatro emperadores. En sus trabajos se apoyó en las enseñanzas de Hipócrates y Aristóteles, pero aportó sus propias ideas.
El siglo XVI vio una revolución científica con Vesalio y Copérnico.
No existe, como frecuentemente oímos o leemos, una época oscura en la historia de la Humanidad que va de los romanos de los primeros siglos de la era cristiana a los europeos del siglo XVI. Lo que hay es ignorancia de que existan otras culturas y civilizaciones de las que llamamos cultura occidental desconocida.
Había otros mundos científicos, tecnológicos y filosóficos de saberes acumulados en el orbe árabe.
Así, los exploradores del saber se encontraron con nombres como el del matemático y geógrafo Mamad Ibn Musa al-Iwarizmi (800 – 847), del que procede la voz algoritmo, el químico y médico al-Razi (865 – 925), el físimo Ibn al-Hatham, Alhazen (965 – 1038), el matemático al-Biruni (973 – 1048), el médico Ibn Sina, Avicena (980 – 1037), el astrónomo al-Zangali, Azarquiel (1029 – 1087) o el médico Ibn Rushd, Averroes (1126 – 1198), que si la historia hubiese seguido otros caminos acaso habrían figurado de manera prominente en muchos lugares destacados de la historia.
Bueno, como es mi costumbre, mi mente me la jugó de nuevo; estaba hablando de Copérnico y Vesalio. Sin querer, me acordé de la “oscuridad” de la edad media y no pude evitar el nombrar a personajes que, en otra parte del mundo, brillaban con luz propia.
De Nicolás Copérnico, cualquier interesado en la ciencia, como los pocos lectores que yo tengo, poco les puedo contar que no sepan.
En 1543, el año en el que se publicaron libros (dos) que terminarían convirtiéndose en dos clásicos de la ciencia: De Revolutionibus Oebium Coelestium, de Nicolás Copérnico, y De Humani Corporis Fabrica, de Andreas Vesalio, aunque ninguno de los dos supo nunca desembarazarse de las cargas doctrinales de las disciplinas a las que se referían, Vesalio de Galeno y Copérnico de Aristóteles. Pero ambos, en sus respectivos campos, marcaron una época, un antes y un después.
No me parece oportuno continuar reseñando aquí sus biografías, y con los mencionado lo dejo. Mejor comento algo sobre Tycho Brahe (1546 – 1601) y Johannes Kepler (1571 – 1630).
emilio silvera