Oct
5
¡La Hiperdimensionalidad! ¡Qué cosas nos cuentan!
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Física Relativista ~
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El “universo” de lo muy pequeño. ¡Resulta fasciante!

El cerebro tiene secretos que… ¡Nunca nos contará!
Neurociencia: Descifrando los Secretos del Cerebro Humano

Maravillar a los lectores con la complejidad de la mente humana es uno de los objetivos que la neuróloga catalana Isabel Güell persigue en su libro “Un mundo extraño”, en el que revela que “el cerebro no es una grabadora, sino un mecanismo mucho más imaginativo; organizado para recordar lo que queremos y olvidar el resto”.
La neurociencia, un campo multidisciplinario que estudia el sistema nervioso y el funcionamiento del cerebro humano, ha estado en constante evolución a lo largo de los años. A medida que avanzamos en nuestra comprensión de este órgano increíblemente complejo, descubrimos secretos y misterios que han desconcertado a la humanidad durante siglos.


El Misterio de los Vimanas en el Desierto de Afganistán
El 21 de diciembre de 2010 científicos estadounidenses descubrieron “un vimana atrapado en un pozo del tiempo“ (un campo gravitatorio electromagnético, que sólo puede ocurrir en una dimensión invisible del espacio) en la ciudad de Balkh, Afganistán, lugar que alguna vez Marco Polo catalogó como “una de las ciudades más nobles y grandiosas” del mundo”.
Los intentos por retirar el misterioso Vimana de la cueva donde había estado oculto durante por lo menos 5.000 años, causaron la “desaparición” de por lo menos 8 soldados norteamericanos, atrapados por el vórtex temporal ( nuestros cuerpos no pueden desplazarse como si nada del presente al futuro y del futuro al pasado sin cargarse el peso destructivo de las leyes de la física, salvo si se logra bloquear el campo magnético, algo que aparentemente los científicos norteamericanos tardaron ocho cadáveres en descubrir y solucionar, probablemente con jaulas de Faraday ).
La existencia de este tipo de fenómenos no está demostrado por los científicos (caso contrario estaríamos hablando de leyes), pero los físicos teóricos coinciden en general que podrían ser posibles si se acepta la teoría del Multi-universo (un universo de por lo menos 11 dimensiones espaciotemporales) como estructura lógica y matemática. Atravesando esa especie de plasma líquido, nos podríamos trasladar a otros mundos, a otras galaxias.
Theodor Kaluza, ya en 1921 conjeturaba que si ampliáramos nuestra visión del universo a 5 dimensiones, entonces no habría más que un solo campo de fuerza: la gravedad, y lo que llamamos electromagnetismo sería tan sólo la parte del campo gravitatorio que opera en la quinta dimensión, una realidad espacial que jamás reconoceríamos si persistiéramos en nuestros conceptos de realidad lineal, similar a un holograma.
Bueno, independientemente de que todo esto pueda ser una realidad, lo cierto es que, nosotros, ahora en nuestro tiempo, hablamos de un universo con más dimensiones y, la carrera de las más altas dimensiones la inicio (como arriba se menciona) en el año 1919 (no el 1921) por Theodor Kaluza, un oscuro y desconocido matemático, cuando le presentó a Einstein mediante un escrito una teoría unificada que podía unificar, las dos grandes teorías del momento, la Relatividad General con el Magnetismo y podía realizarse si elaboraba sus ecuaciones en un espacio-tiempo de cinco dimensiones.

Así estaban las cosas cuando en 1.919 recibió Einstein un trabajo de Theodor Kaluza, un privatdozent en la Universidad de Königsberg, en el que extendía la Relatividad General a cinco dimensiones. Kaluza consideraba un espacio con cuatro dimensiones, más la correspondiente dimensión temporal y suponía que la métrica del espacio-tiempo se podía escribir como:
Klein
Así que, como hemos dicho, ese mismo año, Oskar Klein publicaba un trabajo sobre la relación entre la teoría cuántica y la relatividad en cinco dimensiones. Uno de los principales defectos del modelo de Kaluza era la interpretación física de la quinta dimensión. La condición cilíndrica impuesta ad hoc hacía que ningún campo dependiera de la dimensión extra, pero no se justificaba de manera alguna.
Klein propuso que los campos podrían depender de ella, pero que ésta tendría la topología de un círculo con un radio muy pequeño, lo cual garantizaría la cuantización de la carga eléctrica. Su diminuto tamaño, R5 ≈ 8×10-31 cm, cercano a la longitud de Planck, explicaría el hecho de que la dimensión extra no se observe en los experimentos ordinarios, y en particular, que la ley del inverso del cuadrado se cumpla para distancias r » R5. Pero además, la condición de periodicidad implica que existe una isometría de la métrica bajo traslaciones en la quinta dimensión, cuyo grupo U(1), coincide con el grupo de simetría gauge del electromagnetismo.

Einstein al principio se burló de aquella disparatada idea pero, más tarde, habiendo leído y pensado con más atenci`´on en lo que aquello podía significar, ayudó a Kaluza a publicar su idea de un mundo con cinco dimensiones (allí quedó abierta la puerta que más tarde, traspasarían los teóricos de las teorías de más altas dimensiones). Algunos años más tarde, , el físico sueco Oskar Klein publicó una versión cuántica del artículo de Kaluza. La Teoría Kaluza-Klein que resultó parecía interesante, pero, en realidad, nadie sabía que hacer con ella hasta que, en los años setenta; cuando pareció beneficioso trabajar en la supersimetría, la sacaron del baúl de los recuerdos, la desempolvaron y la tomaron como modelo.
Pronto, Kaluza y Klein estuvieron en los labios de todo el mundo (con Murray Gell-Mann, en su papel de centinela lingüistico, regañando a sus colegas que no lo sabían pronunciar “Ka-wu-sah-Klein”.

Pero, ¿Existen en nuestro Universo dimensiones ocultas?
Aunque la teoría de cuerdas en particular y la supersimetría en general apelaban a mayores dimensiones, las cuerdas tenian un modo de seleccionar su dimensionalidad requerida. Pronto se hizo evidente que la Teoría de cuerdas sólo sería eficaz, en dos, diez y veintiseis dimensiones, y sólo invocaba dos posibles grupos de simetría: SO(32) o E8 x E8. Cuando una teoría apunta hacia algo tan tajante, los científicos prestan atención, y a finales de los años ochenta había decenas de ellos que trabajaban en las cuerdas. Por aquel entonces, quedaba mucho trabajo duro por hacer, pero las perspectivas era brillantes. “Es posible que las décadas futuras -escribieron Schwarz y sus colaboradores en supercuerdas Green y Edward Witten- sea un excepcional período de aventura intelectual.” Desde luego, la aventura comenzó y, ¡qué aventura!
El mundo está definido por las Constantes adimensionales de la Naturaleza que hace el Universo que conocemos
Lo único que cuenta en la definición del mundo son los valores de las constantes adimensionales de la naturaleza (así lo creían Einstein y Planck). Si se duplica el valor de todas las masas no se puede llegar a saber, porque todos los números puros definidos por las razones de cualquier par de masas son invariables.
Puesto que el radio de compactificación es tan pequeño, el valor típico de las masas será muy elevado, cercano a la masa de Planck Mp = k-12 = 1’2 × 1019 GeV*, y por tanto, a las energías accesibles hoy día (y previsiblemente, tampoco en un futuro cercano – qué más quisieran E. Witten y los perseguidores de las supercuerdas -), únicamente el modo cero n = 0 será relevante. Esto plantea un serio problema para la teoría, pues no contendría partículas ligeras cargadas como las que conocemos.
¿Y si llevamos a Kaluza-Klein a dimensiones superiores para unificar todas las interacciones?
En este proceso llamado desintegración beta y debido a la interacción débil, un neutrón se transforma en un protón, un electrón y un antineutrino electrónico cuando uno de los quarks del neutrón emite una partícula W–. Aquí queda claro que el término “interacción” es más general que “fuerza”; esta interacción que hace cambiar la identidad de las partículas no podría llamarse fuerza (todo representado en uno de los famosos diagramas de Feynman).
![Diagrama de Feynman y ecuación de la desintegración β del muón por medio del bosón W − extraido de [12]](https://www.researchgate.net/profile/Monica-Seglar-Arroyo/publication/302904340/figure/fig9/AS:360484705456151@1462957659766/Figura-9-Diagrama-de-Feynman-y-ecuacion-de-la-desintegracion-b-del-muon-por-medio-del.png)
La descripción de las interacciones débiles y fuertes a través de teorías gauge no abelianas mostró las limitaciones de los modelos en cinco dimensiones, pues éstas requerirían grupos de simetría mayores que el del electromagnetismo. En 1964 Bryce de UIT presentó el primer modelo de tipo Kaluza-Klein–Yang-Mills en el que el espacio extra contenía más de una dimensión.
El siguiente paso sería construir un modelo cuyo grupo de isometría contuviese el del Modelo Estándar SU(3)c × SU(2)l × U(1)y, y que unificara por tanto la gravitación con el resto de las interacciones.

Edward Witten demostró en 1981 que el número total de dimensiones que se necesitarían sería al menos de once. Sin embargo, se pudo comprobar que la extensión de la teoría a once dimensiones no podía contener fermiones quirales, y por tanto sería incapaz de describir los campos de leptones y quarks.
Por otra parte, la supersimetría implica que por cada bosón existe un fermión con las mismas propiedades. La extensión super-simétrica de la Relatividad General es lo que se conoce como super-gravedad (supersimetría local).

Joël Scherk (1946-1980) (a menudo citado como Joel Scherk) fue un francés teórico físicoque estudió la teoría de cuerdas ysupergravedad[1] .Junto con John H. Schwarz , pensaba que la teoría de cuerdas es una teoría de la gravedad cuántica en 1974.En 1978, junto con Eugène Cremmer y Julia Bernard , Scherk construyó el lagrangiano y supersimetría transformaciones parasupergravedad en once dimensiones, que es uno de los fundamentos de la teoría-M .

Unos años antes, en 1978, Cremmer, Julia y Scherk habían encontrado que la super-gravedad, precisamente en once dimensiones, tenía propiedades de unicidad que no se encontraban en otras dimensiones. A pesar de ello, la teoría no contenía fermiones quirales, como los que conocemos, cuando se compactaba en cuatro dimensiones. Estos problemas llevaron a gran parte de los teóricos al estudio de otro programa de unificación a través de dimensiones extra aún más ambicioso, la teoría de cuerdas.
No por haberme referido a ella en otros trabajos anteriores estará de más dar un breve repaso a las supercuerdas. Siempre surge algún matiz nuevo que enriquece lo que ya sabemos.

El origen de la teoría de supercuerdas data de 1968, cuando Gabriele Veneziano introdujo los modelos duales en un intento de describir las amplitudes de interacción hadrónica, que en aquellos tiempos no parecía provenir de ninguna teoría cuántica de campos del tipo de la electrodinámica cuántica. Posteriormente, en 1979, Yaichiro Nambu, Leonard Susskind y Holger Nielsen demostraron de forma independiente que las amplitudes duales podían obtenerse como resultado de la dinámica de objetos unidimensionales cuánticos y relativistas dando comienzo la teoría de cuerdas.
En 1971, Pierre Ramona, André Neveu y otros desarrollaron una teoría de cuerdas con fermiones y bosones que resultó ser supersimétrica, inaugurando de esta forma la era de las supercuerdas.
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David Jonathan Gross
Sin embargo, en 1973 David Gross, David Politzer y Frank Wilczek descubrieron que la Cromodinámica Cuántica, que es una teoría de campos gauge no abeliana basada en el grupo de color SU(3)c, que describe las interacciones fuertes en términos de quarks y gluones, poseía la propiedad de la libertad asintótica. Esto significaba que a grandes energías los quarks eran esencialmente libres, mientras que a bajas energías se encontraban confinados dentro de los hadrones en una región con radio R de valor R ≈ hc/Λ ≈ 10-13 cm.
Dicho descubrimiento, que fue recompensado con la concesión del Premio Nobel de Física a sus autores en 2.004, desvió el interés de la comunidad científica hacia la Cromodinámica Cuántica como teoría de las interacciones fuertes, relegando casi al olvido a la teoría de supercuerdas.
Se habla de cuerdas abiertas, cerradas o de lazos, de p branas donde p denota su dimensionalidad (así, 1 brana podría ser una cuerda y 2.Brana una membrana) o D-Branas (si son cuerdas abiertas) Y, se habla de objetos mayores y diversos que van incorporados en esa teoría de cuerdas de diversas familias o modelos que quieren sondear en las profundidades del Universo físico para saber, como es.
En la década de los noventa se creó una versión de mucho éxito de la teoría de cuerdas. Sus autores, los físicos de Princeton David Gross, Emil Martinec, Jeffrey Harvey y Ryan Rohn, a quienes se dio en llamar el cuarteto de cuerdas de Princeton.

La cuerda Heterótica
El de más edad de los cuatro, David Gross, hombre de temperamento imperativo, es temible en los seminarios cuando al final de la charla, en el tiempo de preguntas, con su inconfundible vozarrón dispara certeros e inquisidoras preguntas al ponente. Lo que resulta sorprendente es el hecho de que sus preguntas dan normalmente en el clavo.
Gross y sus colegas propusieron lo que se denomina la cuerda heterótica. Hoy día, de todas las variedades de teorías tipo Kaluza-Klein que se propusieron en el pasado, es precisamente la cuerda heterótica la que tiene mayor potencial para unificar todas las leyes de la naturaleza en una teoría. Gross cree que la teoría de cuerdas resuelve el problema de construir la propia materia a partir de la geometría de la que emergen las partículas de materia y también la gravedad en presencia de las otras fuerzas de la naturaleza.
Como por arte de magia, las ecuaciones de campo de la Teoría de la relatividad, emergen, sin que nadie las llame, cuando los físicos desarrollan las matemáticas de la Teoría de cuerdas. ¿Por qué será?
El caso curioso es que, la Relatividad de Einstein, subyace en la Teoría de cuerdas, y, si eliminamos de esta a aquella y su geometría de la Gravedad…todo resulta inútil. El gran Einstein está presente en muchos lugares y quizás, más de los que nos podamos imaginar.
Es curioso constatar que si abandonamos la teoría de la gravedad de Einstein como una vibración de la cuerda, entonces la teoría se vuelve inconsistente e inútil. Esta, de hecho, es la razón por la que Witten se sintió atraído inicialmente hacia la teoría de cuerdas. En 1.982 leyó un artículo de revisión de John Schwarz y quedó sorprendido al darse cuenta de que la gravedad emerge de la teoría de supercuerdas a partir solamente de los requisitos de auto consistencia. Recuerda que fue “la mayor excitación intelectual de mi vida”.

Allá donde esté el viejo Einstein, sonreirá al ver que llevaba razón en todo
Gross se siente satisfecho pensando que Einstein, si viviera, disfrutaría con la teoría de supercuerdas que sólo es válida si incluye su propia teoría de la relatividad general, y amaría el hecho de que la belleza y la simplicidad de esa teoría proceden en última instancia de un principio geométrico, cuya naturaleza exacta es aún desconocida. actividad general de Einstein. Nos ayuda a estudiar las partes más grandes del Universo, como las estrellas y las galaxias. Pero los elementos diminutos los átomos y las partículas subatómicas se rigen por unas leyes diferentes denominadas mecánica cuántica.

Claro que, como todos sabemos, Einstein se pasó los últimos treinta años de su vida tratando de buscar esa teoría unificada que nunca pudo encontrar. No era consciente de que, en su tiempo, ni las matemáticas necesarias existían aún. En la historia de la física del siglo XX muchos son los huesos descoloridos de teorías que antes se consideraban cercanas a esa respuesta final que incansables buscamos.
Hasta el gran Wolfgang Pauli había colaborado con Heisenberg en la búsqueda de una teoría unificada durante algún tiempo, pero se alarmó al oír en una emisión radiofónica como Heisenberg decía: “Está a punto de ser terminada una Teoría unificada de Pauli-Heisenberg, en la que sólo nos queda por elaborar unos pocos detalles técnicos.”
Wolfgang Pauli
Enfadado por lo que consideraba una hipérbole de Heisenberg que se extralimitó con aquellas declaraciones en las que lo involucraba sin su consentimiento, Pauli envió a Gamow y otros colegas una simple hija de papel en blanco en la que había dibujado una caja vacía. Al pie del dibujo puso estas palabras: “Esto es para demostrar al mundo que yo puedo pintar como Tiziano. Sólo faltan algunos detalles técnicos.”
Los críticos del concepto de supercuerdas señalaron que las afirmaciones sobre sus posibilidades se basaban casi enteramente en su belleza interna. La teoría aún no había repetido siquiera los logros del Modelo Estándar, ni había hecho una sola predicción que pudiera someterse a prueba mediante el experimento. La Supersimetría ordenaba que el Universo debería estar repleto de familias de partículas nuevas, entre ellas los selectrones (equivalente al electrón super-simétrico) o el fotino (equivalente al fotón).
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Lo cierto es que, nada de lo predicho ha podido ser comprobado “todavía” pero, sin embargo, la belleza que conlleva la teoría de cuerdas es tal que nos induce a creer en ella y, sólo podemos pensar que no tenemos los medios necesarios para comprobar sus predicciones, con razón nos dice E. Witten que se trata de una teoría fuera de nuestro tiempo, las supercuerdas pertenecen al futuro y aparecieron antes por Azar.
Y, a todo esto, ¿Dónde están esas otras dimensiones?
Una cosa debemos tenerla clara: El “mundo” de lo muy pequeño, está en otro “universo” sin salir de este. Para llegar allí hemos tenido que inventar máquinas tecnológicas increíbles, y, en algunos casos, de asombrosas energías cada vez mayores cuando más pequeño es lo que tratamos de alcanzar.
Emilio Silvera V.
Oct
5
¿Dónde estamos? ¿Hacia dónde vamos?
por Emilio Silvera ~
Clasificado en El Universo y la Entropía ~
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Han sido muchas las puertas que han sido abiertas para descubrir detrás de cada una, un misterio tal como el comienzo y formación del universo, el descubrimiento de la existencia de las cuatro fuerzas fundamentales, de las constantes universales.

Las fuerzas fundamentales son aquellas fuerzas del Universo que no se pueden explicar en función de otras más básicas. Las fuerzas o interacciones fundamentales conocidas hasta ahora son cuatro: gravitatoria, electromagnética, nuclear fuerte y nuclear débil.

De entre las constantes universales, siete se han asociado clásicamente a los valores medibles en ciencia. Estas eran la longitud, el tiempo, la temperatura, la intensidad de corriente, la intensidad luminosa, el peso y la masa.
“Existen muchas constantes físicas; algunas de las más conocidas son la constante reducida de Planck (ℏ), la constante de gravitación (), la velocidad de la luz (), la permitividad en el vacío (), la permeabilidad magnética en el vacío () y la carga elemental (). Todas estas, por ser tan fundamentales, son llamadas constantes universales.”

En nuestro Universo todo es dinámico y se mueve
Explicación básica del átomo
El núcleo del átomo está formado por dos tipos de partículas, los protones, que tienen carga eléctrica positiva, y los neutrones, que no tienen carga eléctrica. En un átomo neutro, que es su estado habitual, el número de electrones es igual al de protones, y como tienen carga eléctrica negativa se compensan.
Pero las cosas no son tan sencillas. Tanto el protón como el neutrón (que son hadrones de la rama de los bariones), en el núcleo se denominan nucleones, y, están conformados por tripletes de Quarks dentro de ellos confinados por la fuerza nuclear fuerte que es intermediada por Bosones que se llaman Gluones, El núcleo posee el 99,99% de la masa del átomo.
El movimiento de las galaxias por la expansión del universo, el descubrimiento del núcleo en el átomo que forma la materia de la que están hechas todas las cosas, de los quarks, hadrones, y leptones, las matemáticas, la física, la química, la astronomía, y también la filosofía, todo ello formando una ingente y descomunal obra que parece imposible que se llevara a cabo por unos insignificantes seres, habitantes de un insignificante planeta, que dependen para vivir de la luz y el calor de una estrella corriente a la que llamamos Sol (una estrella mediana, amarilla, de la clase G2V), que forma parte de un conjunto de cien mil millones que conforman la Galaxia Vía Láctea que, a su vez, es una más de los más de cien mil millones que pueblan el universo.
Si nos comparamos, no ya con el universo entero, sino simplemente con la inmensidad de nuestra Galaxia (100.000 años luz de diámetro), somos menos que una brizna de polvo. Si nos comparamos con el universo entero… no somos nada. Y, sin embargo, nosotros tenemos la sensación, a pesar de todo, de SER, y, no precisamente nada insignificante pero…
Sí, necesitamos pensar, es preciso llegar más allá de los pensamientos actuales, buscar nuevos caminos
Todos los seres inteligentes poseen esa máquina que llamamos cerebro y que es la construcción más compleja del Universo
Sin embargo, en este punto debemos recapacitar un poco, reconocer con humildad la importancia que realmente tenemos en el universo y seguidamente, reconocer también los enormes logros conseguidos desde que, hace escasamente unos doscientos mil años, un animal se levantó para andar erguido y comenzar a pensar en otras formas de vivir, ideando rústicas herramientas para la caza, haciendo fuego y construyendo refugios.
El lenguaje mediante sonidos guturales vino a cambiarlo todo. Allí empezó el entendimiento inteligente de seres que de animales irracionales, evolucionaron hasta llegar a pensar por sí mismos, tener conciencia de SER y preguntarse de dónde venía y hacía dónde caminaba. Miraban hacia el cielo estrellado y se hacían preguntas sobre aquellos puntitos brillantes del cielo. Ese fue, sin dudarlo, el comienzo de la Astronomía.
Ya quedó escrito en alguna parte anterior de esta libreta, el pensamiento del filósofo científico Karl Popper que decía:
”Nuestros conocimientos son limitados, pero nuestra ignorancia es infinita…”.
Con un simple clicar, llegan las respuestas esperadas
Sin embargo, aunque es verdad que existen millones de preguntas que no sabemos contestar, también lo es que nuestros conocimientos crecen de manera exponencial. Acordaos de aquel que habiendo sido requerido para hacer un gran favor, pidió como pago que, en un tablero de ajedrez,
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Ponemos una semilla en el primer cuadro y vamos doblando en el siguiente cada vez…. ¿Hasta donde llegaría?
¿Cuánto trigo es?
Para hacernos una idea de la cantidad de trigo de la que estamos hablando podemos estimar que en un kilogramo de trigo hay unos 20 000 granos. Lo cual nos permite realizar los siguientes cálculos:
En toneladas métricas son:
La producción mundial de trigo de la cosecha del año 2017,1 según la FAO, fue de:
Por lo tanto, tomando este valor como cosecha anual media, se deberían poner sobre el tablero las cosechas mundiales de:
Por lo tanto serían necesarias las cosechas mundiales de 1195 años para sumar esa cantidad de trigo.
Siempre contamos este episodio de esta manera: Si se pudiera un gramo de trigo en el primero, dos en el segundo, cuatro en el tercero, ocho en el cuatro… Así hasta el final en el que, se pondrían los gramos correspondientes en el último cuadrado del tablero y, resulta, que nunca se le pudo pagar, no había trigo suficiente para ello, toda vez que, el incremento exponencial de ir doblando cada vez la cantidad anterior, lo hizo imposible. De la misma manera, sin que nos demos cuenta, cada poco tiempo, también nosotros doblamos nuestros conocimientos. La pregunta sería: ¿Hasta donde llegaremos?
Nadie puede negar que en los últimos doscientos años hayamos avanzado más que en los 10.000 años anteriores. Claro está que nos hemos aprovechado de las experiencias e inventos de los que nos precedieron. Aprendimos de los errores (no siempre) y mejoramos sus descubrimientos que fueron puntos de apoyo que hicieron más fácil el trabajo. Igualmente, los que nos seguirán se encontrarán con buenos puntos de partida para seguir avanzando. Sobre todo, en física y astronomía, en esos ámbitos de lo pequeño y lo grande, tendrán la ventaja de contar con la mecánica cuántica y la relatividad, ya que, lo de la teoría de cuerdas y otros que se vislumbran como ciertas… van para largo y, como han dido algunos, son teorías del futuro que se adelantaron a su tiempo, de hecho, no estamos preparados ni para comprobarlas de manera experimental. Pero los nuevos conocimientos van llegando… sin pausa.
De esta manera, cada vez se avanza más en menos tiempo. El mundo cambia a nuestro alrededor y como somos parte del cambio, no lo percibimos en toda su extensión y grandeza pero, sin que nos demos cuenta, estamos entrando en otro mundo, en una nueva Sociedad, una manera nueva de vivir.
Hemos podido saber que en un principio, hace varios miles de millones de años (4.000), las condiciones de la Tierra, la composición enrarecida de su atmósfera, la formación de los océanos y la composición primigenia de sus aguas con abundantes chimeneas marinas de volcanes submarinos que arrojaban hidrocarburos y gases de metano, así como la proliferación de enormes tormentas y caída de rayos, todo ello acompañado de que por aquel entonces la capa de ozono que ahora nos protege de la radiación cósmica no existía, lo cual provocaba la intensa lluvia de partículas ultravioletas y rayos gamma que de manera continuada bombardeaban las aguas superficiales del planeta, además del territorio formado por la tierra seca.
Todo ello dio lugar a que existieran unas condiciones especiales que finalmente se tradujeron en la formación de la primera célula viva capaz de reproducirse por sí misma, a partir de la materia “inerte”. ¡Un verdadero milagro!, que evolucionó y a lo largo del tiempo nos trajo a nosotros, seres engreídos que se dan más importancia de lo que en realidad tienen. Siempre expreso estas comparaciones en relación al universo, ya que si nos ceñimos al ámbito planetario terrestre, la humanidad tiene una importancia de 1ª magnitud.






La India lidera los 10 países que más plástico tiran al mar. Y, a pesar de todos los ejemplos que vemos en las imágenes, la Humanidad entera no es suficiente para causar al planeta el mal que pregonan los del “Cambio Climático”. Cambios en la Tierra siempre los hubo y los seguirá habiendo pero, son cambios naturales, es como el planeta se recicla. Otra cosa es las contaminaciones locales que deberíamos vigilar.
En realidad, si no ocurre ninguna desgracia planetaria, o es el mismo ser humano el que pone los medios para su auto-eliminación (guerras, intentar crear especies artificiales, inventos químicos que causan pandemias…) será muy difícil parar su infinita ambición por saber cosas nuevas, su insaciable curiosidad lo empuja un paso más cada vez. Los problemas agudizan el ingenio y como ha venido sucediendo, el trabajo que unos empiezan es seguido por los que vienen detrás y, en ese sentido, se podría decir que somos una especie inmortal; unos trabajaron para ceder su fruto a otros que a su vez repiten el ciclo indefinidamente. Una especie con tales características es difícil de vencer y tiene pocos problemas que no pueda resolver… a la larga, con mucho tiempo por delante.
Esta especie, la nuestra, es un auténtico privilegio en el inmenso universo que nos ha situado en la galaxia Vía Láctea que, junto con su vecina Andrómeda es una de las treinta galaxias que aproximadamente componen un pequeño conjunto conocido como el Grupo Local. La situación del planeta Tierra no es nada privilegiada, está situado al borde de uno de los brazos espirales a 30.000 años luz del centro galáctico, exactamente en la periferia. Precisamente esta situación es la que hace posible que la vida surgiera en nuestro planeta que, de haber estado en el centro galáctico, seguramente, habría sido diferente.
Los problemas a los que antes me refería, no sé si todos ellos, pero los que tengan solución será de la mano de las matemáticas y de la física, las ramas de la ciencia que son la base de todas los demás. Las Ciencia es un gran árbol en el que, el tronco es la física, las ramas son la Química, la Biología, y otras disciplinas. Pero, ¿Y las matemáticas? Bueno, las matemáticas son las raíces, sin ellas la ciencia, no podría existir.

De lo que no puede haber duda alguna es sobre el destino final del universo, de una u otra forma quedará destruido. Lo mismo será si estamos en un universo abierto que se expansionará eternamente, como si estamos en un universo cerrado que se contraerá sobre sí mismo. En el primero reinará el frío del cero absoluto, todo quedara congelado y muerto. En el segundo será el fuego el que en una enorme bola de feroz temperatura lo arrasará todo. Tanto en uno como en toro caso, el resultado será el mismo: ausencia de vida.

La entropía no deja de hacer su trabajo en el sistema cerrado que es el universo que irremediablemente verá crecer el desorden y disminuir la energía; es la ley de la naturaleza, y contra dicha fuerza nada podemos hacer, es imparable y lo mismo que no podemos parar el tiempo, tampoco podemos parar los acontecimientos naturales que el paso del mismo conlleva. Las cosas se deterioran, nosotros envejecemos y los terrenos fértiles se erosionan y desertizan. Ricos ecosistemas, con el paso del tiempo, se convierten en parajes yermos donde la vida desaparece. Regiones que ocuparon grandes océanos quedaran secas y otras, serán inundadas por las aguas. Es el mundo cambiante y dinámico que tenemos en el que nada permanece por los siglos o milenios.
El universo tiene 13.500.000.000 años, un tiempo considerable si lo comparamos con los míseros ochenta años que podemos vivir nosotros. Sin embargo, nunca pensamos en ello, no comparamos la brevedad de nuestras vidas con tal inmensidad. Para todos nosotros, esa insignificante fracción de tiempo es en realidad enorme. Durante ese tiempo transcurren todas nuestras vidas y año tras año se suceden los acontecimientos que, ya de mayores, pasan por nuestros recuerdos: nuestra niñez, aquellas salidas al campo con los padres, los amigos de la infancia, el colegio, los deportes, el estudio o el trabajo temprano, la novia, la boda, los hijos, verlos crecer, la lucha de llevarlos adelante y… sin que nos demos cuenta, estamos situados a las puertas del irás y no volverás.

Todo transcurre… demasiado pronto y, casi no nos deja tiempo para… ¡hacer tantas cosas!
De esa manera, en una fracción del tiempo del universo, para nuestro ámbito particular han pasado muchísimas cosas; hemos vivido muchísimas experiencias, hemos aprendido, hemos tenido efímeros momentos de felicidad y también momentos de dolor, nos hemos sacrificado por conseguir cosas para nuestros hijos, cuando parece que todo está logrado y hemos alcanzado la meta…. nos tenemos que marchar.
Algunos pensadores nos dicen que el tiempo no existe, que es una abstracción de la mente, y que sólo se trata de una ilusión de nuestros sentidos, el pasado, el presente y el futuro es sólo una ilusión de una misma cosa que nosotros llamamos tiempo. Sin embargo, en nuestro fuero interno, lo podemos catalogar como un gran tesoro, algo que necesitamos y del que nadie quiere salir. Todos queremos continuar dentro del ámbito del Tiempo, allí donde ocurren todas las cosas y, ser testigos de lo que pasa y también, de lo que vendrá.
¡Siempre nos faltará tiempo!
Escribiendo esta página, miro hacia arriba y veo lo que escribí hace un momento, miro mis dedos en movimiento y veo lo que escribo en este preciso momento presente… pero sigo mirando y ante mis propios ojos veo avanzar la fila de letras sobre la pantalla y en fracciones de segundo lo que fue presente es ya pasado y mis dedos siguen tecleando en busca del fiuturo inmediato que se hará presente y pasará a ser pasado…otra vez. Mientras que, la pantalla que está en blanca inmaculado, esa es, la que esconde lo que el futuro será, lo que nos dirá. Toda vez que, ¡el futuro no está escrito! Si de nosotros depende. Sin embargo, si el futuro al que nos referimos es el del Universo… Está bien determinado cual será.
Emilio Silvera V.
Oct
4
Las medidas en el Cosmos no son humanas
por Emilio Silvera ~
Clasificado en General ~
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https://www.youtube.com/shorts/1e_n0NCv008?feature=share
Después de ver que el Sol que contiene más del 99% de la masa de todo el sistema solar, no es más que una estrella enana amarilla de la clase G2V, nos daños cuenta de nuestra pequeñez, y, nos preguntamos por nuestra verdadera importancia que, en el contexto del Universo… ¡Es despreciable!
Solo tenemos importancia en nuestro pequeño entorno, sobre todo de la familia, ya que, nuestra presencia en el mundo que habitamos tampoco es demasiado importante, a pesar de que la Tierra es un planeta pequeño que ha tenido la suerte de caer en la zona habitable del Sol. Cuando nos vayamos de aquí, ninguna de estas estrellas dejará de brillar.
Al ver estas asombrosas imágenes… ¿No te sientes más humilde?
Oct
4
¿Qué es la Vida? Ya me gustaría a mí saberlo
por Emilio Silvera ~
Clasificado en La vida ~
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Podríamos dar muchas respuestas a la pregunta ¿Qué es la Vida? Entre ellas:
La condición que distingue a los seres orgánicos, caracterizada por la capacidad de reproducirse, crecer, evolucionar, y adaptarse al entorno hasta que llegado al final se muere. Durante todo el camino se mantiene una organización muy compleja. Biológicamente, se define como una estructura molecular autoorganizada que utiliza energía y materia para automantenerse y reproducirse, evitando el equilibrio químico. Filosóficamente, la vida puede interpretarse como el conjunto de experiencias y objetivos que dan sentido a la existencia de un individuo.


Lo cierto es que no podemos contestar a esa pregunta con propiedad. Sabemos lo que son los seres vivos e incluso, es posible que existan algunas especies que estando vivas ni lo podamos saber ni las podemos detectar. Sabemos de los materiales que son necesarios para que la vida esté presente en nuestro Universo y, en éstas mismas páginas hemos expuestos amplios trabajos sobre el tema de la vida, su posible origen, de cómo se “fabrican” los materiales necesarios para su existencia en las estrellas… Se podría decir, sin andar muy lejos de la verdad, que la vida, es la materia evolucionada hasta el nivel de la consciencia.

Los meteoritos, como se ha podido demostrar en muchos estudios realizados sobre una diversidad de ellos, son portadores de aminoácidos necesarios para la vida. Recordemos aquí, por ejemplo:

“El meteorito Murchison recibe su nombre de la localidad de Murchison, Victoria en Australia. Los Fragmentos del meteorito que cayeron sobre el pueblo el 28 de septiembre de 1969. El meteorito, una condrita carbonácea tipo II (CM2) contenía aminoácidos comunes como la glicina, alanina y ácido glutámico, pero también algunos poco comunes como la isovalina y pseudoleucina. El informe incial estableció que los aminoácidos eran racémicos, apoyando la teoría de que su fuente era extraterrestre. Se aisló también una mezcla compleja de alcanos que era similar a la encontrada en el experimento de Miller y Urey. La Serina y la treonina se consideran habitualmente como contaminantes terrestres y estos compuestos se encontraban notablemente ausentes en las muestras.”
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Fragmento del meteorito Murchison y partículas individuales aisladas (se muestran en el tubo de ensayo).
“Más investigaciones encontraron que algunos aminoácidos estaban presentes en exceso enantiomérico. La homoquiralidad se considera una propiedad biológica única. Se ponían en entredicho algunas afirmaciones sobre la base de que los aminoácidos que entran en las proteínas no eran racémicos en el meteorito, mientras que el resto si lo eran. En 1997 las investigaciones mostraron que los enantiómeros individuales de Murchison estaban enriquecidos con el isótopo 15N del nitrógeno en comparación con sus correspondientes terrestres, lo que confirmaba una fuente extraterrestre del exceso del enantiómero L-enantiomer en el sistema solar. A la lista de materiales orgánicos identificados en el material del meteorito se le añadió el poliol en 2001″
Par de granos del meteorito Murchison
“Abundando en la idea de que la homo-quiralidad (la existencia de solo aminoácidos de la serie L y azúcares de la serie D) fue provocada por la deposición de moléculas quirales de los meteoritos, la investigación demostró en 2005 que los aminoácidos como la L–prolina es capaz de catalizar la formación de azúcares quirales. La catálisis es no lineal, lo que significa que la prolina en un exceso enantiomérico del 20% produce una alosa con un exceso enantiomérico del 55% comenzando con el benziloxiacetaldeido en una reacción secuencial de tipo aldólica en un disolvente como el DMF. En otras palabras una pequeña cantidad de aminoácidos quirales podrían explicar la evolución de los azúcares de serie D.”
Muchos de los meteoritos hallados en la Tierra y venidos del espacio exterior traen muestras de la materia necesaria para la vida.

La teoría de la Panspermia ,que defiende la aparición de la Vida en la Tierra como consecuencia de la llegada a nuestro planeta procedente del espacio exterior de las primeras formas de vida, tiene otra prueba a su . No es la primera vez que se descubren aminoácidos en un meteorito. Anteriormente, científicos del centro Goddard de Astrobiología los habían encontrado en las muestras del cometa Wild-2 y en varios meteoritos ricos en carbono.
Aunque parezca amorfo y feo en algunas de sus formas y estados, el Carbono puede llegar a conformar las cosas más bellas, tales como… ¡La Vida!
Cada cosa viviente está hecha de carbono. Está en nuestra atmósfera, en la corteza de la tierra y en los cuerpos de las plantas y animales. respiramos, exhalamos dióxido de carbono. Cuando las plantas respiran, toman el dióxido de carbono. Sin carbono, la vida no podría darse. El carbono es el bloque básico todas las formas de vida en la Tierra. Afortunadamente, es también uno de los elementos más abundantes en nuestro planeta. Al igual que toda la materia, el carbono ni se crea ni se destruye, por lo que todos los organismos vivos deben encontrar una manera de volver a utilizar continuamente el suministro finito que se encuentra disponible.
El carbono es el elemento químico que sustenta toda la vida en la Tierra. En la naturaleza existen 92 elementos químicos en natural. Es decir, 92 tipos distintos de átomos. Son las pequeñas piezas que se combinan entre sí para formar toda la materia conocida. Los átomos se combinan para formar moléculas, y las moléculas se unen para formar la materia. Todo lo que vemos a nuestro alrededor se forma con sólo esos 92 elementos. Incluidos nosotros mismos.


C.H.O.N. (Carbono, Hidrógeno, Oxígeno, Nitrógeno)
El 95% del cuerpo de los seres vivos se compone por sólo cuatro elementos: carbono, oxígeno, hidrógeno y nitrógeno. De ellos, el carbono es el más importante. Sin él, no podría formarse el ADN. Las proteínas, glúcidos, vitaminas y grasas son compuestos de carbono.

El carbono es un elemento muy abundante en el Cosmos. Los átomos de carbono se unen entre sí formando largas cadenas que sirven de base para construir otras moléculas más complejas. facilidad para enlazar moléculas es lo que permitió la evolución hasta los organismos vivos. En la tierra primitiva se dio una excelente combinación de grandes cantidades de carbono y agua, que fueron determinantes para el origen de la vida. El carbono es la base química de la vida en presencia de agua que, en el Universo, también está por todas partes.
También aquí, donde se forman los pensamientos y los sentimientos, el Carbono está presente. Los hidratos de carbono son una parte necesaria para cualquier persona sana , ya que aportan el combustible que el cuerpo necesita para su actividad física. El cerebro necesita los lípidos y otros jugos que lo mantienen “engrasado” y a punto.

El Carbono es un elemento esencial para muchas cosas, y, podríamos destacar, sin temor a equivocarnos que, la vida, es la más importante de entre todas ellas. En cualquier parte que queramos mirar nos dirán, del Carbono, cosas como éstas:
“El carbono es un elemento notable por varias razones. Sus formas alotrópicas incluyen, sorprendentemente, una de las sustancias más blandas (el grafito) y la más dura (el diamante) y, el punto de vista económico, uno de los materiales más baratos (carbón) y uno de los más caros (diamante). Más aún, presenta una gran afinidad para enlazarse químicamente con otros átomos pequeños, incluyendo otros átomos de carbono con los que puede formar largas cadenas, y su pequeño radio atómico le permite formar enlaces múltiples. Así, con el oxígeno el dióxido de carbono, vital para el crecimiento de las plantas (ver ciclo del carbono); con el hidrógeno numerosos compuestos denominados genéricamente hidrocarburos, esenciales para la industria y el transporte en la forma de combustibles fósiles; y combinado con oxígeno e hidrógeno forma gran variedad de compuestos como, por ejemplo, los ácidos grasos, esenciales para la vida, y los ésteres que dan sabor a las frutas; además es vector, a través del ciclo carbono-nitrógeno, de parte de la energía producida por el Sol.”

Hacia 1860, varios químicos sugirieron que la asimetría óptica de los compuestos orgánicos debía surgir a partir de la estructura tetraédrica del átomo de Carbono. A finales del siglo XIX, la teoría correcta fue formulada de manera independiente, por dos químicos que, de manera simultánea, dieron con la clave al sugerir que, el átomo de Carbono de un compuesto carbonado se encuentra situado en el centro de esa estructura tetraédrica, unido mediante enlaces químicos a otros cuatro átomos, situados en uno de los vértices del tetraedro. El átomo de Carbono puede albergar 8 electrones en su corteza, tiene solamente cuatro; por tanto, por decirlo de manera sencilla, dispone de cuatro plazas vacantes que pueden ser ocupadas por electrones de las cortezas de otros cuatro átomos.
La teoría que es correcta, fue expuesta por el joven francés Joseph Achille Le Bel, y el otro, el joven neerlandés llamado Jacobus Henricus van´t Hoff, ambos razonaron que tal estructura tetraédrica será asimétrica y no superponible a su imagen especular.
Los bioquímicos, es decir, los químicos que estudian los procesos de los seres vivos, no pueden imaginar de vida alguno (excepto, tal vez, alguna forma inactiva muy elemental) que no requiera decenas de miles de clases distintas de tejidos, cada uno de ellos diseñado para llevar a cabo una labor altamente especializada. Pensemos, por ejemplo, en la complejidad de un ojo, que no es más que uno de los muchos órganos del cuerpo.
El ojo tiene que sintetizar compuestos determinados para poder constituir cada una de sus partes: el cristalino, los músculos que permiten cambiar la de éste último, los que abren y cierran las pupilas, las capas de la córnea, los líquidos que llenan las distintas variedades, la retina, el coroides, la esclerótica, el nervio óptico de los vasos sanguíneos… Cada una de ellas necesita sustancias enormemente complejas que, además, deben poseer las propiedades adecuadas para hacer exactamente lo que se supone que hacen.


Miles de millones de tales tejidos especializados son esenciales para las formas vivientes de la Tierra. Es imposible imaginar que la evolución de éstos haya podido realizarse sin la ayuda del Carbono, un elemento que sobrepasa a los demás en su capacidad de formar una variedad casi ilimitada de compuestos, uno de ellos con propiedades específicas.

Del Carbono venimos y hacia el Carbono vamos




El Carbono y el Hidrógeno son fundamentales la Vida


Los plásticos no provenientes del petróleo solo satisfacen el 1% de la producción mundial de materiales. Pero en un futuro habrá sofás hechos de residuos de langostas e instrumentos musicales de cáscaras de naranja. ¿Serán los Bioplásticos los materiales del futuro?

![▷ Materiales del futuro [2024] | Infinitia Research](https://www.infinitiaresearch.com/wp-content/uploads/2020/08/materiales-del-futuro-grafeno.jpg)


Tenemos que pensar que todo lo que existe, sea animado o inanimado, se trate del cerebro de un insecto, de las conexiones de nuestro cerebro o de los nanotubos de carbono, todo sin excepción, está formado por la misma cosa: Quarks y Leptones que, combinados en la debida proporción, conforman la materia presente en todo el Universo y que es poseedora de la energía que está presente por todas partes en sus distintas manifestaciones.
De todas las maneras y, aunque mirando objetivamente la realidad, seamos nosotros los que prevalecemos sobre todos los demás, no debemos presumir demasiado por ello, dado que, la diferencia entre nosotros y algunos objetos y seres de la Tierra…, no es tan grande. Seamos humildes y sencillos, reconozcamos nuestras debilidades y comprendamos que, en definitiva, sólo somos una parte más, de la Naturaleza grandiosa que define al Universo.
|
Organismo |
Hombre |
Alfalfa |
Bacteria |
|
Carbono |
19,37 % |
11,34 % |
12,14 % |
|
Hidrógeno |
9,31 % |
8,72 % |
9,94 % |
|
Nitrógeno |
5,14 % |
0,83 % |
3,04 % |
|
Oxígeno |
61,81 % |
77,90 % |
73,68 % |
|
Fósforo |
0,63 % |
0,71 % |
0,60 % |
|
Azufre |
0,64 % |
0,10 % |
0,32 % |
|
CHNOPS/ TOTAL |
97,90 % |
99,60 % |
99,72 % |
Podríamos pensar que la vida es la forma más evolucionada de la materia. Claro que, para llegar a ese nivel máximo de la vida, tendría que estar presente la consciencia.
¡El Carbono! Un elemento esencial la vida… y mucho más.
Emilio Silvera V.
Oct
4
La Naturaleza y sus secretos que tratamos de desvelar
por Emilio Silvera ~
Clasificado en Física ~
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No, el Universo no es infinito pero… ¡Nos lo parece!

Hay que prestar atención a las coincidencias. Uno de los aspectos más sorprendentes en el estudio del Universo astronómico durante el siglo xx ha sido el papel desempeñado por la coincidencia: que existiera, que fuera despreciada y que fuera reconocida. Cuando los físicos empezaron a apreciar el papel de los constantes en el dominio cuántico y a explorar y explotar la nueva teoría de la Gravedad de Einstein para describir el Universo en conjunto, las circunstancias eran las adecuadas para que alguien tratara de unirlas.

En este “océano” de materia en el que están fraguándose el nacimiento de miles de estrellas y de mundos… ¿Qué moléculas y materiales estarán presentes? No es coincidencia de que en todas las Nebulosas ocurran los mismos procesos y esté presente una fuerte radiación que ioniza el material que circunda a las estrellas jóvenes masivas.
Entró en escena Arthur Eddington: un extraordinario científico que había sido el primero en descubrir cómo se alimentaban las estrellas a partir de reacciones nucleares. También hizo importantes contribuciones a nuestra comprensión de la galaxia, escribió la primera exposición sistemática de la teoría de la relatividad general de Einstein y fue el responsable de revificar, en una prueba decisiva, durante un eclipse de Sol, la veracidad de la teoría de Einstein en cuanto a que el campo gravitatorio del Sol debería desviar la luz estelar que venía hacia la Tierra en aproximadamente 1,75 segundos de arco cuando pasaba cerca de la superficie solar, y así resulto.
Einstein y Eddington en el jardín de la casa de éste último
Albert Einstein y Arthur Stanley Eddington, se conocieron y se hicieron amigos. Se conservan fotos de los dos juntos conversando sentados en un banco del jardín de Eddington en el año 1.939, don se fueron fotografiados por la hermana del dueño de la casa.
Aunque Eddington era un hombre tímido con pocas dotes para hablar en público, sabía escribir de forma muy bella, y sus metáforas y analogías aún las utilizan los astrónomos que buscan explicaciones gráficas a ideas complicadas.

En este mar de materiales relucientes por la radiación se forman increíbles imágenes y figuras arabescas impulsadas por los pinceles de los vientos estelares que empujan con fuerza esas “montañas” de gas y polvo hasta llevarlas hacia otras regiones donde, ayudadas por la Gravedad, se conforman en grumos que van creciendo para, finalmente, convertirse en proto-estrellas que, mucho tiempo más tarde, comienzan a brillar ¡ha nacido una estrella!
Eddington creía que a partir del pensamiento puro sería posible deducir leyes y constantes de la Naturaleza y predecir la existencia en el Universo de cosas como estrellas y Galaxias. ¡Se está saliendo con la suya! Entre los números de Eddington que él consideraba importante y que se denomino “numero de Eddington” (1079), que es igual al número de protones del Universo visible. Eddington calculó (a mano) este número enorme y de enorme precisión en un crucero trasatlántico (ya lo he contado otras veces), concluyendo con esta memorable afirmación:

“Creo que en el Universo hay
15.747.724.136.275.002.577.605.653.968.181.555.468.044.717.914.527.116.709.366.231.425.076.185.631.031.296 de protones y el mismo número de electrones.”
Este número enorme, normalmente escrito NEdd, es aproximadamente igual a 1080. Lo que atrajo la atención de Eddington hacia él era el hecho de que debe ser un número entero, y por eso en principio puede ser calculado exactamente. En el Universo existen grandes números que lo definen y la Ciencia ha sabido dar con ellos para poder comprender mejor.
Durante la década de 1.920, cuándo Eddington empezó su búsqueda para explicar las constantes de la Naturaleza, no se conocían bien las fuerzas débil y fuerte de la Naturaleza, y las únicas constantes dimensionales de la física que sí se conocían e interpretaban con confianza eran las que definían la Gravedad y las fuerzas electromagnéticas.
“El Número adimensional es un número que no tiene unidades físicas que lo definan y por lo tanto es un número puro. Los números adimensionales se definen como productos o cocientes de cantidades que sí tienen unidades de tal forma que todas éstas se simplifican. Dependiendo de su valor estos números tiene un significado físico que caracteriza unas determinadas propiedades para algunos sistemas.”
Eddington las dispuso en tres grupos o tres puros números adimensionales. Utilizando los valores experimentales de la época, tomó la razón entre las masas del protón y electrón:
mpr/me ≈ 1840
la inversa de la constante de estructura fina:
2phc/e2≈ 137
Y la razón entre la fuerza gravitatoria y la fuerza electromagnética entre un electrón y un protón;
22/Gmpr me ≈1040
A estas añadió su número cosmológico:
N Edd ≈ 1080
A estos cuatro números los llamó “las constantes últimas”, y la explicación de sus valores era el mayor desafió de la ciencia teórica: ¿Son estas cuatro constantes irreducibles, o una unificación posterior de la Física demostrará que alguna o todas ellas pueden ser prescindibles ? ¿Podrían haber sido diferentes de lo que realmente son?
De momento con certeza, nadie ha podido contestar a estas dos preguntas que, como tantas otras, están a la espera de esa Gran teoría Unificada del Todo que, por fín, nos brinde las respuestas tan esperadas y buscadas por todos los grandes físicos del mundo.

Según parece, el Tiempo que afecta a la vida de los seres vivos y de las cosas compuestas de materia -nada permanece y todo cambia-, están situadas en un plano distinto al que ocupan esas otras “cosas” que llamamos ¡constantes universales! y que son, las responsables de que nuestro mundo, nuestro universo, sea como es. Son aquellos parámetros que no cambian a lo largo del universo: La carga del electrón, la masa del protón, la velocidad de la luz en el vacío, la constante de Planck, la constante gravitacional y también la magnética, o, la constante de estructura fina. Se piensa que son todas ellas ejemplos de constantes fundamentales de la Naturaleza.
Poco a poco, los científicos llegaron a apreciar el misterio de la regularidad y lo predecible del mundo. Pese a la concatenación de movimientos caóticos e impredecibles de átomos y moléculas, nuestra experiencia cotidiana es la de un mundo que posee una profunda consistencia y continuidad. Nuestra búsqueda de la fuente de dicha consistencia atendía primero a las leyes de la Naturaleza que son las que gobiernan como cambian las cosas. Sin embargo, y al mismo tiempo, hemos llegado a identificar una colección de números misteriosos arraigados en la regularidad de la apariencia. Son las Constantes de la Naturaleza que, como las que antes hemos relacionado dan al Universo un carácter distintivo y lo singulariza de otros que podríamos imaginar. Todo esto, unifica de una vez nuestro máximo conocimiento y también, nuestra infinita ignorancia.


La fuerza de la Gravedad es una constante que se deja notar
¡Es todo tan complejo! ¡Sabemos tan poco!
¿Acaso es sencillo y no sabemos verlo? Seguramente, un poco de ambas cosas. Pudiera ser que, ni todo sea tan complejo y que, nuestras mentes, aún no están preparadas para ver la simple belleza que subyace en todas las cosas del Universo, de la Naturaleza que, cuando al fin las podemos comprender, a veces, incluso nos sorprendemos de la sencillez con la que el “mundo” se expresa. Una cosa es segura, la verdad está ahí, esperándonos.
Por ejemplo: Los campos magnéticos están presentes por todo el Universo. Hasta un diminuto (no por ello menos importante) electrón crea, con su oscilación, su propio campo magnético, y, aunque pequeño, se le supone un tamaño no nulo con un radio ro, llamado el radio clásico del electrón, dado por r0 = e2/(mc2) = 2,82 x 10-13 cm, donde e y m son la carga y la masa, respectivamente del electrón y c es la velocidad de la luz. Pudimos llegar a discernir eso y mucho más haciendo que la comprensión se abriera paso en nuestras mentes que, no por ello, dejaron de teorizar y de imaginar como sería el Universo y las reglas que lo rigen.
“La creciente distancia entre la imaginación del mundo físico y el mundo de los sentidos no significa otra cosa que una aproximación progresiva al mundo real.”
El mundo que nosotros percibimos es “nuestro mundo”, el verdadero es diferente, y, como nos dice Planck en la oración entrecomillada arriba, cada vez estamos más cerca de la realidad, a la que, aunque no nos pueden llevar nuestros sentidos, si no llevarán la intuición, la imaginación y el intelecto.
Está claro que la existencia de unas constantes de la Naturaleza nos dice que sí, que existe una realidad física completamente diferente a las realidades que la Mente Humana pueda imaginar. La existencia de esas constantes inmutables dejan en mal lugar a los filósofos positivistas que nos presentan la ciencia como una construcción enteramente humana: puntos precisos organizados de una forma conveniente por una teoría que con el tiempo será reemplazada por otra mejor, más precisa. Claro que, tales pensamientos quedan fuera de lugar cuando sabemos por haberlo descubierto que las constantes de la naturaleza han surgido sin que nosotros las hallamos invitado y ellas se muestran como entidades naturales que no han sido escogidas por conveniencia humana.

Físicos de la University of New Wales (UNSW) tienen una teoría cuando menos controvertida, y es la de que la constante de estructura fina, α (alpha), en realidad no es constante. Y estudian los alrededores de una enana blanca lejana, con una gravedad más de 30.000 veces mayor que la de la tierra, para comprobar su hipótesis.
En 1999 un equipo de físicos anunció la detección de variaciones en el valor de α. Ahora, otro grupo de la misma universidad están usando el Telescopio Espacial Hubble para observar una enana blanca con el objeto de medir α con gran precisión. El argumento es que se cree que los exóticos campos de energía escalar podrían alterar el valor de α en lugares donde existe un intenso campo gravitatorio. Estos campos de energía escalar son campos que aparecen en teorías que combinan el Modelo Estándar de la Fisica de Partículas, con la Teoría de la Relatividad General de Einstein.

Todos los procesos de la Naturaleza, requieren su tiempo. Todo pasa cuando tiene que pasar. Esta escala temporal está controlada por el hecho de que las constantes fundamentales de la naturaleza sean:
t(estrellas) ≈ (Gmp2 / hc)-1 h/mpc2 ≈ 1040 ×10-23 segundos ≈ 10.000 millones de años.
No esperaríamos estar observando el universo en tiempos significativamente mayores que t(estrellas), puesto que todas las estrellas estables se habrían expandido, enfriado y muerto. Tampoco seríamos capaces de ver el universo en tiempos mucho menores que t(estrellas) porque no podríamos existir; no había estrellas ni elementos pesados como el carbono. Parece que estamos amarrados por los hechos de la vida biológica para mirar el universo y desarrollar teorías cosmológicas una vez que haya transcurrido un tiempo t(estrellas) desde el Big Bang.

Porque eso es así es por lo que tenemos que pensar que posibles civilizaciones extraterrestres presentes en otros mundos, habrán llegado aquí (al universo), casi al mismo tiempo que nosotros y, seguramente, sus recorridos serán los mismos o muy parecidos a los nuestros desde que pudieron surgir a partir de la “materia inerte” y evolucionar para generar pensamientos adquiriendo la consciencia de Ser.
En la imagen de arriba de una Nebulosa planetaria, contemplamos la escena de una estrella moribunda que fue necesaria para que, los materiales biológicos que nos conformaron a los seres vivos, pudieran estar presentes en el Universo. Sin ese tiempo de t(estrellas) = a 10.000 millones de años, difícilmente podríamos estar ahora aquí tratando de estos temas.
Rodo esto ¿No desata tu imaginación?
Emilio Silvera V.
















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