Nov
27
¿Cómo será, en verdad, el Universo?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en AIA-IYA2009 ~ Comments (0)
Es sorprendente el mundo de la nueva cosmología y su hito principal: la evolución y la estructuras coherentes del universo. El Universo es mucho más complejo de lo que ninguno de los poetas o místicos se haya atrevido a imaginar. Estas son algunas de las observaciones enigmáticas que han surgido del estudio y la observación:
- El universo “plano”: en ausencia de materia, el espacio-tiempo se vuelve “plano” o “euclidiano” (ese tipo de espacio donde la distancia más corta entre dos puntos es la línea recta), en lugar de curvado (donde la distancia más corta entre dos puntos es una curva). Sin embargo, esto significa que el “Big Bang” que originó nuestro universo experimentó un ajuste fino sorprendente, en caso de que hubiera producido sólo una mil millonésima más de materia de lo que lo hizo, o una mil millonésima menos, se habría curvado.
- La “masa perdida” del universo: hay más fuerza gravitatoria en el cosmos de la que puede responsabilizarse la materia visible; todavía se cree que la materia por sí misma tiene masa para ejercer la fuerza gravitatoria. Incluso cuando los cosmólogos permiten una variedad de la materia “oscura” (ópticamente invisible), queda todavía una gran porción de materia (y por lo tanto de masa) pérdida.
- La expansión acelerada del cosmos: las galaxias distantes tienen más velocidad según se alejan unas de otras, aunque deberían estar decelerándose, ya que la fuerza de Gravedad frena la fuerza del Big Bang que las lanzó.
- La coherencia de algunos parámetros cósmicos: la masa de las partículas elementales, el número de partículas y las fuerzas que existen entre ellas se ajustan misteriosamente a ciertos parámetros que se repiten una y otra vez.
- El problema del horizonte: las galaxias y otras macroestructuras del universo evolucionan casi uniformemente en todas las direcciones desde la Tierra, incluso a través de distancias tan grandes que las estructuras no pueden haber estado conectadas por la luz, y por eso no podrían haberse correlacionados entre ellas a través de señales llevadas por la luz (de acuerdo con la teoría de la relatividad, ninguna señal puede viajar más rápida que la luz).
- El ajuste fino de las constantes universales: los parámetros clave se han ajustado de una manera increíblemente fina para producir ratios armónicos no recurrentes, pero también las condiciones (esa es la sensación que percibimos), por lo demás extremadamente improbables, bajo las cuales la vida puede emerger y evolucionar en el cosmos que, finalmente, resultará ser un suceso ordinario y corriente que emerge bajo ciertas condiciones presentes en muchos planetas del Universo.
Está claro que hablamos de la edad del Universo y nos referimos a esos 13.500 millones de años que, en realidad, es el “límite” al que hemos podido llegar en nuestras obervaciones pero, ¿quién asegura que ese supuesto límite no está mucho más allá? y, si eso fuera así, ¿qué edad tendría realmente el universo?
Las dudas son muchas, las certezas son pocas, y, como hacía ayer mismo el amigo Jipi, hay que desconfiar del mismísimo Big Bang que, aunque hasta el momento ha sido una buena herramienta para explicar lo que pasó, también es verdad que tiene muchas zonas en sombras que nos impide “ver” lo que realmente pudo pasar. Nadie, con certeza, nos puede explicar esos primeros segundos.
Tenemos que seguir investigando, observando, experimentando para que, finalmente, obtengamos las respuestas que nos puedan contestar a todas estas preguntas que, de momento, sólo son enigmas sin resolver.
emilio silvera