martes, 24 de diciembre del 2024 Fecha
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Los meteoritos no avisan de su visita

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Catástrofes Naturales    ~    Comentarios Comments (4)

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Esta es la bola de fuego que anoche cruzó el cielo del sur de España
  • Un pequeño cuerpo del Sistema solar impactó contra la atmósfera a más de 70.000 quilómetros por hora y puede haber dejado meteoritos

 

 

Esta es la bola de fuego que anoche cruzó el cielo del sur de España

Imagen de la bola de fuego que este domingo 11 de diciembre por la noche cruzó las provincias de Granada y Jaén (Observatorio de Calar Alto) También fue captada por otros intrumentos en distintos lugares de España, sobre todo en el Sur.

              La Universidad de Huelva así lo captó

 

“Cinco observatorios astronómicos han captado una bola de fuego que fue visible en el cielo durante algunos minutos, avistamiento del que se han recogido testimonios en distintos puntos de Castilla-La Mancha y Andalucía.

Según ha confirmado José María Madiedo, astrofísico de la Universidad de Huelva que recopila estos hechos en la red de observación Meteoroides.net, la bola de fuego fue detectada anoche en las estaciones de La Hita (Toledo), Sevilla, Calar Alto (Almería), Sierra Nevada y La Sagra (Granada).”

El asteroide Ida con su pequeño satélite Dáctil captados por la sonda espacial Galileo

Los asteroides (del griego “como una estrella”) son cuerpos celestes menores (si los comparamos con los planetas) compuestos de rocas y metales. Algunos de ellos pueden desarrollar una cabellera gaseosa debido a la sublimación del hielo presente en sus superficies, característica que los emparenta con los cometas.  En su mayoría se encuentran confinados en el cinturón principal de asteroides ubicado entre las órbitas de los planetas Marte y Júpiter. Algunos asteroides tienen órbitas que los aproximan peligrosamente a la Tierra. El asteroide más grande que se conoce es Ceres de casi 1.000 km de diámetro.

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Fotografía de Ceres en color natural tomada por la sonsa espacial Dawn en Mayo de 2.015 a 13.642 Km sobre superficie.Se ven dos manchas brillantes en los cráteres Oxo (en el centro) y HUlani (a la derecha). La sustancia que contienen principalmente estas manchas es carbonato de sodio. También es visible Ahura Mons, una colina aislada, en la parte inferior derecha. la superficie de Cerez (un prqueño mundo) es de las más oscuras del Sistema solar.

cometas

Si alguno de estos cayera sobre la Tierra, la Historia se podría repetir y, en algún caso, ni sería seguro que algo vivo pudiera seguir existiendo con la caida de un enorme “monstruo” pétreo venido del espacio interestelar a velocidades alucinantes que no podríamos frenar ni destruir. La Tierra, a pesar de su mucha y avanzada tecnología, no está preparada para solucionar estos problemas.

Lo cierto es que no prestamos la debida atención a este problema futuro que… ¡Llegará! Según todos los cálculos que han han realizado como consecuencias de estudios serios en este sentido, se ha llegado a la conclusión de que, cada millón de año, en la Tierra cae un gran meteorito, y, el Tiempo está cumplido. Lo que quiere decir que el próximo que vendrá está ya de camino y, como no sabemos lo que podrá tardar, ¿No será mejor ir previniendo cómo acabar con él para que no llegue a la superficie del planeta?

extinción

No sería nada agradable que historias así se repitieran en este tiempo en que, podemos tener la tecnología necesaria para evitar que estos “pedruzcos” de kilómetros de diámetro puedan llegar hasta nosotros. En todos está el recuerdo de aquel que cayó en la Península de Yucatan (México y de sus consecuencias.

 

 

 

dinosaur 1

Estos feroces y a pesar de ello, bellos animales se extinguieron en la catástrofe ocurrida hace ahora 65 millones de años. Gracias a tan fatal suceso para ellos, nosotros pudimos surgir mucho tiempo después, ya que, con los dinosaurios la Tierra estaba en un callejón sin salida para especies como la nuestra. El Acontecimiento parece que estaba pensado para preparar nuestra llegada muchos millones de años más tarde.

dinosaurio-extincion

De todo aquello y de muchos sucesos posteriores debemos sacar consecuencias y, tratar de poner remedio a un suceso que está cercano y al que, al parecer, nadie le presta la atención debida. Sólo la NASA se lo está tomando en serio y prepara un proyecto de láser para destruir al posible visitante del Espacio Interestelar. No todos se vislumbran con el Tiempo suficiente y, si no tenemos los medios para destruirlos… ¿Apaga y vamonos!

emilio silvera

 

 

 

 

 

 

 

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La NASA y la ESA, hace algunos años ya que comenzaron a colaborar en una nueva generación de proyectos que podrían usar una tecnología de nuevo cuño. La crisis económica por la que estamos pasando todos, ha hecho que finalmente, muchos de edsos proyectos se fusionen en un Proyecto verdaderamente global, y, se llevan a cabo mediante la colaboración de diversas Entidades y Organismos de diferentes paises que participan en la aventura del Espacio para saber del Universo y, poco a poco, ir descubriendo sus secretos.

 

 

La sonda Gaia de la ESA descubrió su primera supernova en una galaxia distante a unos 500 millones de años-luz de distancia, siendo el primer fenómeno de este tipo que encuentra desde su lanzamiento el 19 de diciembre de 2013.

 

Sería una colaboración entre todos los expertos de renombre que hay en la Tierra para buscar la prueba de que no estamos solos en el Universo -Gaia en su conjunto buscando otras Gaias- El Proyecto de la Agencia Espacial Europea se conoce como el proyecto Darwin, pero también se denomina de una manera más prosaica, Interferómetro Espacial de Infrarrojos (IRSI = Infrared Space Interferometer); equivalente al de la NASA  denominado Terrestrial Planet Zinder (TPF). Los dos proyectos funcionaron según los mismos principios.

 

 

Imagen ampliada

 

 Más de cien moléculas diferentes han sido identificadas hasta hoy en las densas nubes de gas y polvo del medio interestelar y, algunas de ellas, son esenciales para la la formación de estructuras básicas para la vida. Entre otras muchas, han detectado la presencia de naftaleno en el medio interestelar en dirección a la estrella Cernis52, en la constelación de Perseo. Esta molécula está formada por dos anillos de átomos de carbono en forma hexagonal rodeados por átomos de hidrógen. También han sido detectadas moléculas de azúcares en algunas nebulosas gigantes conocidas como  nubes moleculares.

De estas moléculas, ochenta y tres contienen carbono, entre las que se encuentran el ácido cianhídrico HCN, el amoníaco NH3 y el formaldehído H2CO. Moléculas precursoras que generalmente conducen a los aminoácidos. Para verificar que la síntesis de aminoácidos en las condiciones del medio interestelar es posible, una mezcla de hielo de agua, amoníaco, metanol, monóxido y dióxido de carbono ha sido irradiada en el Laboratorio de Astrofísica de Leyde en Holanda, en condiciones que imitan a las del medio interestelar (vacío impulsado de 10-7  mbar, y temperatura de -261°C).

 

 

http://www.fondosescritoriogratis.net/wp-content/uploads/2010/09/la-tierra-vista-desde-el-espacio.jpg

 

Pero, ¿es fácil localizar planetas como la Tierra?

 

Sin embargo, por sorprendente que pueda parecer, especialmente después de ver las imágenes de la Tierra tomadas desde el espacio, en las cuales ésta aparece como una brillante bola azul y blanca sobre un fondo oscuro, la luz visible no ofrece las mejores perspectivas para detectar directamente otros planetas similares a la Tierra. Esto es así por dos razones:

 

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En primer lugar, la luz visible que se recibe desde un planeta como la Tierra es en esencia el reflejo de la luz procedente de su estrella progenitora, por lo que no sólo es relativamente débil, sino que resulta muy difícil de captar a distancias astronómicas  sobre el fondo iluminado por el resplandor de dicha estrella.

 

 

En segundo lugar, los planetas del tipo de la Tierra alcanzan en realidad su brillo máximo en la parte de rayos infrarrojos del espectro electromagnético, por el modo en que la energía absorbida procedente del Sol vuelve a irradiarse en la zona de infrarrojos de dicho espectro, con longitudes de onda más largas que las de la luz visible.

 

 

fisica

 

 

En una longitud de onda de unas pocas micras, la Tierra es el planeta más brillante del Sistema solar y destacaría como un objeto impactante si se utilaza cualquier telescopio de infrarrojos suficientemente sensible situado en nuestra proximidad estelar. El problema es que, dado que la radiación de infrarrojos es absorbida por los propios gases de la atmósfera terrestre, como el dióxido de carbono y el vapor de agua, que son lo que nos interesa descubrir, el telescopio que se utilice para buscar otros planetas como la Tierra tendrá que ser colocado en las profundidades del espacio, lejos de cualquier fuente potencial de contaminación. También tendrá que ser muy sensible, lo que significa muy grande. De ahí que estemos hablando de un proyecto internacional muy caro que tardará décadas en llevarse a buen puerto haciéndolo una realidad.

 

 

 

La sola presencia de gases como el dióxido de carbono y el vapor de agua no es suficiente como un signo de vida, pero sí de la existencia de planetas del tipo de la Tierra en el sentido de que tendrían una atmósfera como Venus y Marte, mientras que, en particular, la presencia de agua indicaría la probabilidad de que existiera un lugar adecuado para la vida.

En realidad, cuando se estudian de forma detenida y pormenorizada los mecanismos del Universo, podemos ver la profunda sencillez sobre la que este se asienta. Los objetos más complejos del Universo conocido son los seres vivos, como, por ejemplo, nosotros mismos.

 

 

 

Los materiales del ADAN están en las estrellas

Estos sistemas complejos están hechos de las materias primas más comunes que existen en Galaxias como la Vía Láctea. En forma de aminoácidos estas materias primas se ensamblan de manera natural, dando lugar a sistemas autoorganizadores donde unas causas subyacentes muy sencillas pueden producir complejidad en la superficie, como en el caso del tigre y sus manchas. Finalmente, con el fin de detectar la presencia de esta complejidad máxima de unos sistemas universales no necesitamos ninguna prueba sofisticada para distinguir la materia viva de la materia “inerte”, si no únicamente las técnicas más sencillas (aunque asistidas por tecnologías altamente avanzadas) para identificar la presencia de uno de los compuestos más simples del universo: El oxígeno.

 

 

 

El Caos y la Complejidad se combinan para hacer del universo un lugar muy ordenado que es justo el entorno adecuado para formas vivas como nosotros mismos. Como dijo Stuart Kauffman, “en el universo estamos en nuestra propia casa”. Sin embargo, no es que el universo se haya diseñado así para beneficiarnos a nosotros. Por el contrario, lo que sucede es que estamos hechos a imagen y semejanza del universo.

Planteémonos una simple pregunta: Dadas las condiciones que imperaban en la Tierra hace cuatro mil millones de años, ¿qué probabilidades había de que surgiera la vida?

No basta con responder que “la vida era inevitable, puesto que nosotros estamos aquí “. Obviamente, la vida sí se inició: nuestra existencia lo demuestra. Pero ¿tenía que iniciarse? En otras palabras, ¿era inevitable que emergiera la vida a partir de un combinado químico y radiado por la energía interestelar y después de millones de años?

 

 

 

 

Nadie conoce una respuesta exacta a esta pregunta. El origen de la vida, según todos los indicios y datos con los que hoy contamos, parece ser un accidente químico con una alta probabilidad de reproducirse en otros lugares del Universo que sean poseedores de las condiciones especiales o parecidas a las que están presentes en nuestro planeta.

Es probable que, como ocurre aquí en la Tierra, las formas de vida más abundantes en el espacio exterior, sean las Bacterias y demás dominios del mundo microscópico de la vida, y, más difícil será seres inteligentes como nosotros…sin descartar su existencia. Simplemente se trata de hacer unas sencillas cuentas. La vida en la Tierra está presente desde hace unos 4.000 millones de años pero, nosotros, sólo tenemos una antigüedad de unos escasos tres millones de años. La Evolución es lenta y se ha necesitado mucho tiempo para que podamos estar aquí, de la misma manera, ocurrirá en esos mundos perdidos por el espacio y, si están en sus fases primeras, la posible vida existente en ellos…será bacteriana.

 

 

 

Pero la vida, no consiste solo en ADN, genes y replicación. Es cierto que, en un sentido biológico estricto, la vida está simplemente ocupada en replicar genes. Pero el ADN es inútil por sí sólo. Debe construir una célula, con todas sus sustancias químicas especializadas, para llevar a cabo realmente el proceso de replicación. En las denominadas formas de vida superior debe construir un organismo completo para que tenga todos los requisitos exigidos para que pueda replicarse. Desde la perspectiva de un genoma, un organismo es una manera indirecta de copiar ADN.

Sería muy laborioso y complejo explicar aquí de manera completa todos y cada uno de los pasos necesarios y códigos que deben estar presentes para formar cualquier clase de vida. Sin embargo, es necesario dejar constancia aquí de que los elementos necesarios para el surgir de la vida sólo se pueden fabricar en el núcleo de las estrellas y en las explosiones de supernovas que pueblan el universo para formar nebulosas que son los semilleros de nuevas estrellas y planetas y también de la vida.

 

 

El surgir de la vida en nuestro Universo puede ser menos especial de lo que nosotros pensamos, y, en cualquier lugar o región del Cosmos pueden estar presentes formas de vida en condiciones que para nosotros podría ser como las del infierno.

Hace varias décadas, los biólogos quedaron sorprendidos al descubrir bacterias que vivían confortablemente a temperaturas de setenta grados Celsius. Estos microbios peculiares se encontraban en pilas de abonos orgánicos, silos e inclusos en sistemas domésticos de agua caliente y fueron bautizados como termófilos.

Resultó que esto era sólo el principio. A finales de los años setenta la nave sumergible Alvin, perteneciente al Woods Hole Océano Graphic Institute, fue utilizada para explorar el fondo del mar a lo largo de la Grieta de las Galápagos en el océano Pacífico. Este accidente geológico, a unos dos kilómetros y medio bajo la superficie, tiene interés para los geólogos como un ejemplo primordial de las chimeneas volcánicas submarinas conocidas como “húmeros negros “. Cerca de un humero negro, el agua del mar puede alcanzar temperaturas tan altas como trescientos cincuenta grados Celsius, muy por encima del punto de ebullición normal. Esto es posible debido a la inmensa presión que hay en dicha profundidad.

 

 

 El término termófilo se aplica a organismos vivos que pueden soportar temperaturas imposibles y vivir en lugares de aguas calientes y sulfurosas, en terrenos de alto índice de salinidad o de Ph no apto para seres vivos, así como en lugares y situaciones que, se podrían, sin lugar a ninguna duda, comparar con otros existentes en el exterior, planetas y lunas sin atmósfera o de atmósfera reducida o demasiado densas.


Resultó que esto era sólo el principio. A finales de los años setenta la nave sumergible Alvin, perteneciente al Woods Hole Océano Graphic Institute, fue utilizada para explorar el fondo del mar a lo largo de la Grieta de las Galápagos en el océano Pacífico. Este accidente geológico, a unos dos kilómetros y medio bajo la superficie, tiene para los geólogos como un ejemplo primordial de las chimeneas volcánicas submarinas conocidas como “húmeros negros “. Cerca de un humero negro, el agua del mar puede alcanzar temperaturas tan altas como trescientos cincuenta grados Celsius, muy por encima del punto de ebullición normal. Esto es posible debido a la inmensa presión que hay en dicha profundidad.

 

 

                                        Fumarola negra descubierta en el Caribe

Lugares como este permitieron la proliferación de pequeños seres vivos que, al calor de sus emisiones de gases tóxicos (de los que se alimentaban) salieron adelante y se expandieron de una manera bastante prolífica. Se cree que en lugares como este pudieron surgir especímes que evolucionaron hacia otros niveles. De hecho se han descubierto unas lombrices que viven ahí tan ricamente.


La favorita de estas lombrices es el azufre, no necesita oxígeno para nada. Se basta, en concreto, con el sulfuro de hidrógeno que sale de las chimeneas termales. Sale hirviendo así que las lombrices tienen que sorber con cuidado. Usan esas plumas rojas para captar el sulfuro. Las plumas, tienen ese color debido a la hemoglobina, esa sustancia que tambien nosotros tenemos en la sangre y nos ayuda a transportar el oxígeno. A ellas les ayuda a transportar azufre, lo cual nos mataría a nosotros enseguida.

Para asombro de los científicos implicados en el proyecto Alvin la región en torno a los húmeros negros de las Galápagos y otros lugares de las profundidades marinas resultó estar rebosante de vida. Entre los moradores más exóticos de las profundidades había cangrejos y gusanos tubulares gigantes. También había bacterias termófilas ya familiares en la periferia de los húmeros negros. Lo más notable de todo, sin embargo, eran algunos microbios hasta entonces desconocidos que vivían muy cerca de las aguas abrasadoras a temperaturas de hasta ciento diez grados Celsius. Ningún científico había imaginado nunca seriamente que una forma de vida pudiera soportar calor tan extremo.

 

 

 

Resultó que las aguas rojas del Tinrto estaban llenas de vida a pesar del PH imposible

 

Igualmente se han encontrado formas de vida  en lugares de gélidas temperaturas y en las profundidades de la tierra. Así mismo, la NASA ha estado en un pueblo de Huelva para estudiar aguas con un PH imposible para la vida y cargada de metales pesados que, sin embargo, estaba rebosante de vida. El proyecto de estos estudios se denomina P-TINTO, ya que, las aguas a las que nos referimos son precisamente las del Río Tinto, llenas de extremófilos.

La anterior reseña viene a confirmarla enorme posibilidad de la existencia de vida en cualquier parte del universo que está regido por mecanismos iguales en cualquiera de sus regiones, por muchos años luz que nos separen de ellas. En comentarios anteriores dejamos claro que las Galaxias son lugares de autorregulación, y, podríamos considerarlos como organismos vivos que se regeneran así mismos de manera automática luchando contra la entropía del caos de donde vuelve a resurgir los materiales básicos para el nacimiento de nuevas estrellas y planetas donde surgirá alguna clase de vida.

 

 

 

 

La idea de que la vida puede tener una historia se remonta a poco más de dos siglos. Anteriormente, se consideraba que las especies habían sido creadas de una vez para siempre. La vida no tenía más historia que el Universo. Sólo nosotros, los seres humanos, teníamos una historia. Todo lo demás, el Sol y las estrellas, continentes y océanos, plantas y animales, formaban la infraestructura inmutable creada para servir como fondo y soporte de la aventura humana. Los fósiles fueron los primeros en sugerir que esta idea podía estar equivocada.

Durante cerca de tres mil millones de años, la vida habría sido visible sólo a través de sus efectos en el ambiente y, a veces , por la presencia de colonias, tales como los extremófilos que asociaban billones de individuos microscópicos en formaciones que podrían haber pasado por rocas si no fuera por su superficie pegajosa y por sus colores cambiantes.

Toda la panoplia de plantas, hongos y animales que en la actualidad cubre el globo terrestre con su esplendor no existía. Sólo había organismos unicelulares, que empezaron con casi toda seguridad con bacterias. Esa palabra, “bacteria”, para la mayoría de nosotros evoca espectros de peste, enfermedades, difteria y tuberculosis, además de todos los azotes del pasado hasta que llegó Pasteur. Sin embargo, las bacterias patógenas son sólo una pequeña minoría, el resto, colabora con nosotros en llevar la vida hacia delante, y, de hecho, sin ellas, no podríamos vivir. Ellas, reciclan el mundo de las plantas y animales muertos y aseguran que se renueve el carbono, el nitrógeno y otros elementos bioquímicos.

 

 

 

 

Por todas estas razones, podemos esperar que, en mundos que creemos muertos y carentes de vida, ellas (las bacterias) estén allí. Están relacionadas con las primeras formas de vida, las bacterias han estado ahí desde hace cerca de 4.000 millones de años, y, durante gran parte de ese tiempo, no fueron acompañadas por ninguna otra forma de vida.

Pero, ¿No estamos hablando del Universo?  ¡Claro que sí! Hablamos del Universo y, ahora, de la forma más evolucionada que en él existe: Los seres pensantes y conscientes de SER, nosotros los humanos que, de momento, somos los únicos seres inteligentes conocidos del Inmenso Universo. Sin embargo, pensar que estamos solos, sería un terrible y lamentable error que, seguramente, nos traería consecuencias de difícil solución.

 

 

 

 

Hay que pensar seriamente en la posibilidad de la vida extraterrestre que, incluso en nuestra propia Galaxia, podría ser muy abundante. Lo único que necesitamos es ¡Tiempo! Y, si pensamos con algo de lógica, no desecharemos la idea de que esa vida, como toda la que existe y ha existido en la Tierra, esté también, basada en el Carbono, el elemento de la vida que, por sus características especiales, mejor se adapta a ella.

Tiempo para poder avanzar en el conocimiento que nos lleve, por ejemplo, a poder aprovechar la energía de los Agujeros Negros. Cuando eso llegue, estaremos preparados para dar el salto hacia las estrellas, y, allí, nos esperan sorpresas que ahora, ni podemos sospechar.

Pero, por otra parte, nuestra imaginación, es casi tan grande como el Universo mismo, y, ¡cuando de verdad, nos ponemos a pensar! Cualquier cosa será posible, dentro de los límites impuestos por el propio Universo.

En todo el Universo siempre es lo mismo, rigen las mismas leyes, las mismas fuerzas que ayer mismo quedaron explicadas aquí, e, igualmente, en todas partes está presente la misma Materia.

 

 

T

O

D

O

Quarks
Nucleones
Núcleos
Átomos
Moléculas
Sustancias
Cuerpos
Planetas (Vida)
Estrellas
Galaxias
Cúmulos de galaxias

 

Siempre he dicho aquí que todo lo grande está hecho de cosas pequeñas. Las infinitesimales partículas subatómicas, todas esas familias de los pequeños objetos que interactúan con las fuerzas fundamentales del universo, Quarks para conformar Hadrones (bariones y Mesones) y Leptones, son los pequeños objetos que se unen para formar átomos de materia, éstos de juntan y forman células que, a su vez, unidas crean moléculas que cuando se unen unas a otras construyen objetos más grandes, tan grandes como todos los que podemos contemplar a nuestro alrededor y mirando por un telescopio, todos están hechos de esas minúsculas partículas.

emilio silvera

La NASA pide cautela ante el posible descubrimiento del planeta X

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Noticias    ~    Comentarios Comments (0)

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Resultado de imagen de El planeta X

 

James Green, Director de la División de Ciencia Planetaria de la Agencia, ha destacado que el hallazgo publicado hace un par de día es sólo un comienzo en un largo camino para desarrollar un proceso científico que podrá confirmar la existencia del noveno planeta del Sistema Solar.
Planeta

Representación de un planeta imaginario flotando en el espacio – NASA/JPL-Caltec

 

 

El astrofísico y divulgador Carl Sagan defendió a lo largo de su carrera la idea de que a la hora de divulgar la ciencia y sus avances era necesario despertar la sed de maravilla. Pero también alertó de que, sin las necesarias dosis de escepticismo y de pensamiento crítico, la ciencia podía transformarse en pseudociencia. Es decir, en mito y fábula.

Un día después de que los astrónomos Michael Brown y Konstantin Batygin publicaran en la revista «The Astronomical Journal» el posible hallazgo del Planeta X, el que podría ser el noveno planeta del Sistema Solar, la NASA ha querido hacer un llamamiento hacia la cautela. Y el escepticismo.

«La idea de que haya un nuevo planeta es sin duda excitante para mí, como científico planetario», ha dicho James Green, Director de la División de Ciencia Planetaria de la NASA en un vídeo difundido hoy. «Sin embargo, no estamos ante la detección de un nuevo planeta. Es muy pronto para poder afirmar esto», ha señalado.

Resultado de imagen de El planeta X

En el artículo científico publicado ayer, los científicos proponían la hipótesis de que hubiera un nuevo planeta gigante en los confines del Sistema Solar. Pero ese cuerpo no se ha detectado, y podría no existir. Su idea se basa en cálculos matemáticos sobre las órbitas de seis lejanos cuerpos, que parecen girar en torno a algo que aún no se ha encontrado.

«Estamos ante una predicción temprana basada en modelos matemáticos elaborados con observaciones limitadas (…) Estamos en el comienzo de un proceso que podría llevar a un interesantísimo resultado», ha explicado James Green.

Comienza el debate

 

 

Resultado de imagen de El planeta X

 

 

Eso no quiere decir que la hipótesis de Brown y Batygin sea endeble. Sino que efectivamente aún se trata de una hipótesis, lo que significa que tiene que ser comprobada por otros investigadores y superar la prueba final: la detección directa del noveno planeta.

De hecho, los propios autores del artículo ya estaban preparados ante la inevitable ola de escepticismo. Para ello, trataron de blindar su trabajo con una larga serie de datos, análisis orbitales de otros objetos distantes y complejas simulaciones informáticas: «Si dices que tienes evidencias del planeta X -afirmaba Brown- prácticamente cualquier astrónomo dirá: “¿Otra vez? Estos chicos, claramente, están locos. ¿por qué esta vez debería ser diferente a las demás?”. Esta vez es diferente porque esta vez tenemos razón».

Adoptando una postura más intermedia, Green ha destacado la importancia del artículo publicado ayer, porque «alimenta el interés por la exploración espacial» y estimula un «sano debate» que «forma parte del proceso científico».

Las reglas del escepticismo

 

 

Imagen relacionada

 

 

«Teorías como estas sirven para estimular ideas y conversaciones. Tocan nuestra curiosidad innata», ha dicho. Pero, «cada vez que tenemos una idea tan interesante como esta, siempre debemos aplicar las reglas de Carl Sagan del pensamiento crítico, que piden confirmar de forma independiente los hechos, buscar explicaciones alternativas y estimular el debate científico».

«Si el planeta X está ahí fuera, lo encontraremos juntos. O buscaremos una explicación alternativa para los datos que hemos recibido hasta el momento. Ahora, vamos a explorar», ha propuesto James Green.

Planetas extrasolares

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Nuevos mundos    ~    Comentarios Comments (0)

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La Nasa anuncia el mayor descubrimiento de exoplanetas hasta la fecha

 

El telescopio espacial ‘Kepler’ confirma la existencia de 1.284 nuevos planetas fuera del Sistema Solar, el mayor número anunciado nunca

Nuevos planetas descubiertos:. Imagen de exoplanetas proporcionada por la NASA. REUTERS – Quality

Los responsables del telescopio espacial Kepler, el mayor cazador de planetas fuera del Sistema Solar, han anunciado el descubrimiento de 1.284 nuevos exoplanetas, lo que dobla de una tacada el número de estos cuerpos que se conocía hasta la fecha.

“Este anuncio duplica el número de planetas confirmados por el Kepler“, ha dicho Ellen Stofan, científica jefe de la NASA durante una rueda de prensa celebrada hoy. “Esto nos da esperanzas de que en algún lugar ahí afuera, en una estrella muy similar a la nuestra, podamos descubrir otra Tierra”, ha añadido.

Imagen relacionada

El anuncio llega meses antes de que el Kepler se jubile. “Tenemos hasta octubre de este año para elaborar el catálogo final de exoplanetas, el censo de planetas en nuestra galaxia [la Vía Láctea]”, ha resaltado Natalie Batalha, científica de la misión Kepler.

Del conjunto de planetas presentado hoy, unos 550 son rocosos y de un tamaño similar al de la Tierra. Nueve de ellos orbitan en la zona habitable de sus estrellas, donde puede existir agua líquida y, por tanto, vida. Con esta nueva adición, ya se conocen 21 planetas de este tipo, los más parecidos a la Tierra y con las mayores posibilidades a albergar vida. Entre todos los nuevos descubrimientos hay dos que han llamado la atención de los científicos por su extraordinario parecido con la Tierra. Entre ellos hay uno con un tamaño casi exactamente igual al de nuestro planeta y otro donde un año dura casi lo mismo, en concreto 380 días, han dicho los científicos del Kepler.

Imagen relacionada

 

Esto nos da esperanzas de que en algún lugar ahí afuera, en una estrella muy similar a la nuestra, podamos descubrir otra Tierra

Si se extrapolan los números de planetas de este tipo detectados hasta ahora a la población de estrellas conocidas, se obtiene que probablemente existan decenas de miles de millones de planetas habitables en toda la Vía Láctea y que “el más cercano podría estar a apenas 11 años luz”, ha dicho Batalha.

El descubrimiento presentado hoy se hizo en base al catálogo de Kepler de julio de 2015, que entonces tenía 4.302 candidatos. El método que se ha empleado es estadístico y asigna una probabilidad determinada de que cada planeta candidato detectado por el Kepler exista realmente. Según los resultados, publicados en The Astrophysical Journal, hay más de un 99% de posibilidades de que los 1.284 planetas descubiertos sean reales y no fallos del sistema. Otros 1.327 candidatos son probables, pero no superan ese nivel de confianza. Lo más probable es que los 707 restantes sean otro tipo de fenómeno astrofísico, ha dicho la NASA en un comunicado.

  Imagen obtenida de la NASA que muestra el lanzamiento de un cohete Delta del United Launch Alliance II llevando el telescopio espacial Kepler de la NASA, el 6 de marzo de 2009.

Desde su lanzamiento en 2009, el Kepler había identificado más de 4.500 planetas candidatos y confirmado la existencia de 984. Con el descubrimiento anunciado hoy, la NASA completa el mapa de exoplanetas del Kepler, que ya era el más completo del mundo. Este telescopio es también el primero en el espacio capaz de detectar planetas del tamaño de la Tierra y que orbitan en la llamada zona habitable en torno a su estrella, donde podría existir agua líquida y, por tanto, vida.

Gracias a este instrumento, que ha seguido funcionando a pesar de una avería en 2013, se han conocido mundos y sistemas solares cuya simple existencia hubiera sonado a ciencia ficción hace 30 o 40 años. El catálogo incluye sistemas solares que doblan en edad al nuestro y demuestran que la vida en el universo pudo surgir mucho antes de lo que se pensaba, planetas como la Tierra que están siendo literalmente destruidos por su estrella, como le sucederá algún día a nuestro planeta, y otras estrellas con extraños objetos orbitando que han disparado las especulaciones sobre la existencia de otras civilizaciones.