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¿Otros Mundos? A miles de millones por todo el Universo
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Otros mundos ~ Comments (2)
En nuestro inmenso Universo, mundos llenos de vida los tiene que haber a miles de millones, y, la lejanía nos impide visitar esos paraisos que, algunas estarán cargados de vida y otros, posiblemente no. Sin embargo, siendo las fuerzas que rigen el inconmensurable Cosmos, las mismas en todos los lugares por muy lejanos que éstos puedan estar, en todos ellos, como aquí en la Tierra, ocurrirán los mismos fenómenos que están regidos por leyes y constantes inamovibles.
Si nuestro Sistema Solar tiene unos 5.000 millones de años, otros situados en regiones lejanas podrían tener más antigüedad y, sus posibles habitantes habrían tenido tiempo para avanzar mucho más que nosotros en el ámbito de la Física, la Química, la Biología y las tecnologías que les permitan llegar a lugares vedados para nosotros.
No hay que descartar el hecho de que, si alguna de esas Civilizaciones nos estuviera observando, tengan tomada (desde hace muchos años), la decisión de dejarnos seguir nuestro camino y que seámos nosotros los que nos labremos nuestro propio futuro. Es posible, que sólo en caso de algo muy gordo e inesperado, los hiciera intervenir.
Un sin fin de Mundos inimaginables con criaturas increíbles, que estarán, como nosotros, especulando sobre la existencia o no, de otras formas de vida en mundos similares a los suyos. ¿Os imagináis esas culturas extraterrestres? ¿Qué costumbren regiran sus pueblos? ¿Qué Normas acatarán y qué sentido tendrán de la Ética y la Moral?
Nosotros, Seres conscientes de Ser y con una gran Imaginación, nos podemos perder en miles de conjeturas de lo que podría o no podría ser. Sin embargo, en una cosa estamos muchos de acuerdo, las leyes del Universo son todas y en todas partes las mismas, así que, las mismas cosas y los mismos sucesos estarán presentes también por esas lejanas regiones.
En “esos Mundos”, cualquier escenario que podamos imaginar allí podrían estar, por muy extraños que nmos puedan parecer, ya que, las condiciones locales del lugar, tienen una influencia directa con lo que alli puedan ser las cosas y, los mundos, no son repeticiones los unos de los otros. Mientras que la Tierra tiene un Sol amarillo de la clase G2V, que le envía su luz y su calor para hacer posible la vida, en otros, podrán recibir distintas formas de radiación y estar sometidos a una Gravedad mayor o menor que en la Tierrta. Así, esos animales que arriba contemplamos, podrían habitar un Mundo con baja Gravedad, y, de esa manera, sus frágiles patitas soportarían un cuerpo cuya masa es mucho menor que lo sería en la Tierra.
En esos mundos imaginarios (que podrían ser muy reales), podrían estar presentes formas de vida que ni podemos imaginar, incluso, teniéndolas ante nuestros o0jos, nos pasarían desapercibidas. No todo es como nosotros nos creemos que debe ser. La Naturaleza recorre caminos desconocidos para nuestra poco desarrollada inteligencia, y, según sea el escenario que se le presenta, así escoge el camino más corto y eficaz para conseguir sus logros, y, para ella (la Naturaleza), pocas cosas son imposibles.
Una cosa sí es inamovible y en todos los lugares del Universo actúa de la misma manera y hace las mismas cosas. Me refiero a las estrellas que, durante miles de milloones de años fusionan materiales sencillos en otros más complejos y, cuando explotan como Nebulosas, allí está regado (en el Espacio Interestelar), los materiales que miles de millones de años más tarde, forman los mundos y la vida.
Podría darse el caso (cuando estémos preparado para ello), que visitemos mundos de fascinante belleza y de extrañas conformaciones que, no siempre comprenderemos en esos primeros momentos, nos darán mucho para estudiar e investigar y averiguar que, en otros mundos y otros lugares, puedan estar presenters otras cosas y otros acontecimientos que, desconocidos para nosotros, nos asombraran.
A estas alturas de mi vida, la palabra imposible tiene para mí poco significado, ya que, después de haber hallado lo que dentro del átomo puede estar presente, saber de las fuerzas que rigen nuestro Universo, lograr desvelar el misterio asombroiso que rodea a dos partículas entrelazadas, y, los muchos sucesos asombrosos que están en la Mecánica Cuántica… ¿De qué nos podemos extrañar ya?
Inusitamos mundos de paisajes imposibles habitados por criaturas que nunca pudimos imaginar, y, sin embargo, es posible, sólo posible, que dichos seres, como nosotros, también estén basados en el Carbono, el elemento de la Vida.
Cuando pasen algunos siglos y milenios, cuando estémos en posesión de tecnologías hoy imposibles, cuando podamos desplazarnos por el Espacio Interestelar y viajar a regiones situadas a miles y millones de años luz… Entonces, y sólo entonces, podremos disfrutar de tantas maravcillas como en nuestro Universo están presentes, sólo a la espera de que vayamos allí.
Una cosa está clara, nada tiene que ver niuestros deseos con la realidad, así que, en esos exóticos mundos nos podríamos encontrar con criaturas que, siendo muy distintas a nosotros, no tuvieran los mismos pensamientos en lo que a la amistad se refiere, y, sobre el sentido de la hermandad entre los seres, y, sus intenciones, en lugar de intercambiar los saberes, prevalezcan en primer lugar el de hacer un buen estofado con eos intrusos.
Nada sabemos de los que ahí fuera pueda estar esperando a que vayamos, y, no pocos científicos abogan por quedarnos aquí quietecitos sin tentar la suerte pero, por esa regla de tres… ¿Que hubiera pasado sin aquellos grandes viajeros descubridores del Mundo y de los Pueblos? Estaríamos todavía encerrados en nuestras localidades de origen sin conocer el mundo que habitamos?
¡Salgamos al Universo! Las sorpresas pueden ser mayúsculas.
emilio silvera
el 9 de junio del 2017 a las 5:01
Es curioso como funciona la Mente Humana en relación a los misterios que, insertos en el Universo, nos hacen pensar en lo que podría ser. Hace más de 2.000 años que Lucrecio, el filósofo y poeta romano, en su obra De Rerum Natura, escribió: “…existen otros mundos en otras regiones del cielo, y diferentes tribus de hombres y tipos de bestias salvajes”.
La existencia de extraterrestres irrumpió en nuestro mundo cuando en 1877 el astrónomo italiano Giovanni Schiaparelli detectó las líneas en la superficie de Marte y dijo que eran canales artificiales hechos por seres inteligentes (el descubrimiento lo hizo su colega Angelo Secchi). A partir de aquella noticia que recorrió el mundo, un adinerado astrónomo, Percival Lowell, construyó un Observatorio en Flagtaff, Arizona, con el único propósito de estudiar Marte.
LO mismo que pensaba Lucrecio pensaron otros muchos, y, entre ellos, el fraile dominico Giordano Bruno que, en 1600, pagó con su vida el propagar a los cuatro vientos que en otros mundos existían otras criaturas. La Iglesia no le perdonó aquel “pecado”.
Hoy día, con mucho más conocimiento de causa que entonces, son pocos los científicos que dudan de la presencia de vida en otros mundos.
el 12 de junio del 2017 a las 7:11
He tenido la suerte de poder vi8ajar a otros mundos de inconmensurable belleza, unos alumbrados por varios soles y, sus moradores no conocen la noche (no saben lo que se pierden al no disfrutar de poder contemplar las estrellas brillantes y lejanas en la oscuridad del cielo nocturno), también los hay que, a diferencias de la Tierra, tienen lo que nosotros consideramos tesoros (oro, platino y brillantes) como aquí, en nuestro mundo, el material más común, como la tierra o la madera. Los hay que son inmensas Selvass en las que moran toda clase de criaturas, unas peligrosas y optras no, pero todas ellas sorprendentes.
En alguno de esos mundos, habitados por seres de avanzado intelecto, tienen “ciudades” -por llamarlas de alguna manera- que, sus diseños y utilidad, sorprenderían a los mejores arquitectos de nuestro mundo que nunca, hubieran pensado en construir habitats tan racionales y confortables con materiales y aleaciones que pasarán muchos siglos, antes de que nosotros los podamos encontrar. En esos mundos adelantadsos al nuestro en miles de años, los viajes Espaciales son cosa común, y, viajan a los mundos más o menos cercanos para intercambiar, con sus habitantes, no sólo conocimientos, sino materiales que, siendo abunbdantes en un mundo son escasos en el otro y vioceversa.
Otros, habiendo “nacido” más recientemente, tienen poblaciones de animales que, seguramente, dentro de algunos millones de años, a partir de algunas de sus especies, pueda surgir alguna que evolucione hasta la consciencia superior, de momento, todo está en sus comienzos, como la Tierra hace ahora unos pocos millones de años.
Inmensos Océanos, Selvas tropicales, desiertos, cadenas montañosas con una rica actividad volcánica… Mundos que, como la Tierra, se formaron alrededor de una estrella y quie, al estar4 situados en la zona habiutable, han prosperado y tienen seres que pueden constar, lo que de ellos han podido averiguar con el estudio y la Observación de sus naturalezas que, al fin y al cabo, al estar regidas por las mismas leyes que la Tierra… ¡Se repiten en todas parters!
A menudo realizo viajes imaginativos como éstos que os cuento y, sin ne3cesidad de aparatos de simulación virtual, veo tan claramente lo que os cuento que, viajar entre las estrellass, es uno de mis pasatiempos favoritos.
¿Por qué no probais?