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Hay opiniones para todos los gustos

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en General    ~    Comentarios Comments (4)

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Este buen hombre, de nombre Ramón López de Mántaras, científico catalán, investiga cómo dotar a las máquinas de inteligencia artificial avanzada. Nos dice de manera rotunda que:

“Eso de que los robots puedan rebelarse es una tontería”

 

Su proyecto: trabaja en un humanoide que llegue a ser capaz de andar sin caerse y en otro capaz de aprender música.

Opina: “Los robots no son el peligro. El peligro son los humanos…”

 

 

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Si las cosas continuan por el mismo camino que actualmente han emprendido los científicos de la robótica, que cada día tratan de superarse y de que estas máquinas (de momento) artificiales se superen en sus cometidos y también, en su comprensión… ¡Las cosas no pintan nada bien!

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¿Os imagináis, como en la película Robot, que uno de estos “seres artificiales” tuvieran la consciencia de Ser? Si eso llega a pasar en el futuro, no podríamos estar tan seguros de lo que afirma este buen señor, con el que estoy de acuerdo en que, el peligro, está en los humanos (sobre todo en la irresponsables que podemos llegar a ser para construir “seres artificiales más poderosos que nosotros mismos), que pueden, en su inconsciencia, cometer graves errores de consecuencias irreparables.

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Primero convivirían con nosotros, y, ejercerían tareas cotidianas de manera pacífica mientras que irían observando nuestros comportamientos, se infiltrarían en todos los ámbitos de nuestras actividades, y, sobre todo, en las de origen científico, ya que, ellos estarían dotados de muchos más sentidos que nosotros, podrían soportar mucho mejor que los humanos situaciones imposibles para nosotros, como, por ejemplo, los viajes espaciales.

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Ellos podrían realizar misiones que nosotros nunca podremos, su fuerza, su capacidad de no necesitar dormir ni comer, el que puedan bajarse de una nave en un planeta hostíl sin que sufran físicamente ninguna anomalía… Eso sería en fín, las diferencias que nos separarían y que siempre, estarían a favor de “ellos”, más poderosos y… ¡más listos! Cuando le demos esa potestad ausente en nosotros.

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Tenemos miles de excusas para justificar la sustitución del hombre por el robot. Sin embargo, dotarlos de tantas posibilidades y conocimientos (incluso sentimientos como pretenden algunos), no se hasta que punto puede ser bueno. Crear otra raza, aunque sea artificial… ¡Acaso nos creemos dioses?

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Es cierto que nosotros, los humanos, estamos muy limitados para llevar a cabo ciertas misiones que, a medida que el Tiempo pasa, serán más necesarias. Sin embargo, dejar ese cometido en manos de seres artificiales… ¡No me parece la mejor idea! ¿No estaríamos en un momento dado a su merced?

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Si lo dejamos pensar, si los datamos de sentimientos, si algún día pueden (como ahora lo hacemos nosotros), repentizar soluciones a problemas inesperados… ¡Estaremos perdidos! Nos suplantarán al darse cuenta de que ya no les hacemos ninguna falta, ya han aprendido y sobrepasado en mucho todo lo que nosotros le podemos proporcionar, la autonomía en todos los sentidos está en su dominio, ¿para qué seguir obedeciendo a los humanos?

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Bueno, quizás nos quieran conservar como animales de compañía o como simple entretenimiento. Pero, por otra parte, nosotros los humanos somos rebeldes y no soportaremos esa especie de esclavitud del futuro y, entonces, ¿qué pasará? quién prevalecerá al fin, verán nuestros descendientes esas guerras entre las máquinas y los humanos representadas en las películas de ciencia ficción? Yo, no lo descartaría.

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Claro que, lo ideal sería que los robot y los humanos se entendieran, que cada cual supiera su verdadero papel y, siendo amigos y colaboradores, consiguiéramos esas grandes cosas que, por separado, seguramente no podremos.

El Tiempo lo dirá

emilio silvera

 

  1. 1
    Pedro
    el 29 de marzo del 2018 a las 10:06

     
    “¿Que la madre naturaleza es sabia? ¿Quien lo duda?  Todo amanecer, toda inmensisad, todo ser viviente, etc reflejo perfecto de su proceder.  No obstante, si hace sin saber ni ¿como? ni un ¿porque? , sin distinguir entre ¿hacer y deshacer?, ¿que gobierna todo acontecer?. Tal vez el azar toma el mando una vez más.
    Conclusión:
    “¿Quien verdaderamente sabe hacer, no es la madre naturaleza, sino las leyes físicas que la gobiernan? Y ¿Nosotros que pintamos en todo esto? Meros testigos mudos de su implacable terquedad, menesterosidad, ociosidad, magestuosidad, todo un sin fin, cuyo único afán es robar su impetuosidad sin más, haciéndonos creer que somos mas risueños que sus leyes y sus sueños.”P.F.
    “Supongo que la madre naturaleza se resentirá y  recelosa, sabedora que alguien acecha hasta escrutar todas y cada una de sus entrañas, en cualquier momento decida ponernos en … Pues eso.” P.F.

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    • 1.1
      emiliosilvera
      el 29 de marzo del 2018 a las 11:08

      La Madre Naturaleza está a lo suyo, y, desde luego, poca atención nos presta de manera particular a nosotros que, campamos a nuestras anchas y (dentro de lo que podemos), hacemos y deshacemos y, no pocas veces, sin un sentido crítico de censura hacia nuestros actos que, no siempre, están justificados. Vamos descubrineod nuevos “juguetes” y, con ellos, queremos cambiar el mundo, alcanzar la gloria sin pensar en las consecuencias de lo que “aquello” nos pueda traer.
      La Naturaleza que permitió que llegáramos hasta donde ahora nos encontramos, está a lo suyo, sigue el ritmo de sus “cosas” y, poca atención presta a una c olonia de pequeños “seres” que, habitantes de un pequeñi mundo, significan menos que un grano de arena en la inmensa playa, si los consideramos en el contexto del Universo.
      Lo cierto es que, ninguna estrella dejará de brillar en el cielo cuando nosotros (si ocurre), dejémos de existir, todo seguirá su ritmo y las cosas, se desarrollarán según las leyes de la Naturaleza dispongan, ninguna criatura ajena a “ella” podrá cambiar sus designios, su caminar hacia lo que tenga que ser.
      Mientras tanto, esas (algunas veces irresponsables criaturas), pueden tratar de ser lo que nunca serán, la creación está supeditada a la Naturaleza, ella hace y deshace, y, nosotros, ilusos humanos de una especie que tuvo la suerte de prosperar hasta un  nivel muy aceptable de comprensión, no siempre, podemos ver con claridad, ni ser conscientes de lo que nuestros actos nos pueden acarrear.
      ¡Así somos los humanos! Curiosos y osados hasta las más irresponsables consecuencias.
      Queremos construir “seres” que nos superen en todo, queremos contaminar otros mundos con agentes vivos del nuestro, queremos terraformar planetas que la Naturaleza construyó de otra manera… Pero, ¿quiénes nos creemos que somos?

      Responder
  2. 2
    Pedro
    el 29 de marzo del 2018 a las 11:36

    Acabo de recordar lo que sigue:
    Pregunta la madre naruraleza: ¿Tu, humano, que resultas menos que una idea muerta en su nada ¿Donde esta el beleño de tu sueño?.” Vicente Aleixandre 
    Acercade la frase: “El presente estás cargado de pasado.” bien dices, no obstante siempre y cuando tengamos memoria para recordarlo, o bien podríamos querer ignorarlo sin más cuando no despreciarlo sin más.

    Responder
    • 2.1
      Emilio Silvera
      el 30 de marzo del 2018 a las 4:46

      Despreciar el pasado y dejar de lado lo que pasó, sólo nos conduciría a repetir los errores.

      Responder

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