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Imparables… ¡Hacia el futuro!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Biologia    ~    Comentarios Comments (0)

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CIENCIA

El descubrimiento del año permite estudiar seres vivos célula a célula.
Un conjunto de técnicas de secuenciación genética es el avance más importante de 2018 para “Scien
El cerebro de un ratón con los diferentes tipos celulares destacados. En vídeo, así es la primera base de datos abierta de células vivas del cerebro humano. ALLEN INSTITUTE

Un conjunto de nuevas tecnologías permite sumergirse en el cuerpo de seres vivos y explorar todos sus órganos célula a célula. Es una visión de la vida que hasta hace unos pocos años era imposible. Este conjunto de técnicas, conocidas como secuenciación de ARN de células individuales, es el descubrimiento del año, según publicó ayer la prestigiosa revista Science.

Estas técnicas, cuyo uso se ha universalizado desde 2013, permiten saber qué genes están activos en una célula, conocer su función, ponerle una etiqueta para seguirla a lo largo de su vida y ver cómo interactúa con otras células en un plano tridimensional. Así se puede observar cómo un embriónde unas pocas células da lugar a los diferentes órganos hasta generar un individuo sano o desvelar los procesos moleculares que originan el cáncer y otras enfermedades.

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Hace unos cinco años estas técnicas permitían secuenciar como mucho cientos de células a la vez; ahora ya se pueden analizar varios cientos de miles. Esto permite caracterizar órganos completos e incluso organismos enteros. Una de las aplicaciones de esta tecnología es encontrar nuevos tipos de células en el cuerpo humano. Este año se ha descubierto una nueva clase de células presentes en la zona de contacto entre útero y placenta que realizan una labor de mediación con el sistema inmune de la madre para que este reconozca al feto y no lo ataque durante los primeros meses de gestación. Lo mismo ha sucedido en el cerebro o el sistema respiratorio.

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“Si antes pensábamos que había unos 3.000 tipos diferentes de células en el cuerpo humano, ahora creemos que hay 10 veces más”, explica Holger Heyn, investigador del Centro Nacional de Análisis Genómico, en Barcelona, y uno de los coordinadores del proyecto Atlas Celular Humano. Esta iniciativa, que surgió en 2016 y que involucra a más de 1.000 equipos científicos de 58 países, aportará el primer mapa celular de 10 órganos humanos en 2022. “Estas técnicas nos van a dar un Google Maps del cuerpo humano completo en el que podremos hacer zoom en cada órgano y explorarlo célula a célula. Primero tendremos una referencia de un cuerpo sano y después se irán añadiendo perfiles específicos de enfermedades”, explica.

 

 

“Pensábamos que había unos 3.000 tipos de células en el cuerpo humano, ahora creemos que hay 10 veces más”

 

 

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El equipo de Heyn se centra en el atlas de linfocitos b del sistema inmune. “Estas células tienen un papel clave en la leucemia linfocítica crónica y, gracias a esta técnica, podemos saber qué falla en estas células. Por ejemplo, analizaremos sangre de pacientes que no responden a los tratamientos y la de otros que no vuelven a tener recaídas después de recibir los fármacos. De esta forma quizás seamos capaces de predecir cuál es el pronóstico de un determinado paciente y adaptar los tratamientos, por ejemplo darle uno muy agresivo o no hacerlo”, explica.

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A partir de la elaboración del primer atlas celular humano, el proyecto europeo LifeTime pretende analizar el origen y progresión del cáncer y de otras enfermedades a nivel celular. Esta iniciativa también compite para conseguir una financiación de 1.000 millones de euros de la Comisión Europea. Este tipo de técnicas se usan en modelos animales y tejidos humanos, pero no pueden aplicarse por ahora en personas vivas. En cualquier caso, los expertos resaltan que esto no tiene por qué ser una limitación para posibles usos médicos. El equipo de Nikolaus Rajewsky, uno de los coordinadores del proyecto europeo, desarrolla miniórganos humanos creados a partir de células reprogramadas de pacientes a los que se puede aplicar la secuenciación de células individuales y ver cómo cambian con diferentes fármacos. “Esta técnica va a ser determinante durante la próxima década, no solo en ciencia básica sino también en aplicaciones clínicas”, opina Rajewsky, que es investigador del Centro de Medicina Molecular Max Delbrück, en Alemania.

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En 1970 un estudiante de doctorado llamado Jaume Baguñà descubrió una nueva especie de gusano en un estanque de Montjuic (Barcelona). Si se cortaba en diez pedazos, cada uno de ellos se convertía en un nuevo gusano, algo muy parecido a la inmortalidad. Desde entonces el Schmidtea mediterranea se ha convertido en uno de los seres vivos más interesantes para estudiar los genes relacionados con la capacidad de regenerar tejidos. Este año, el equipo de Rajewsky publicó un atlas celular completo de uno de estos gusanos. El trabajo conectaba cada tipo de célula adulta con la célula madre que lo había generado. “Este tipo de estudios pueden ser útiles para entender mejor la capacidad regenerativa de los seres humanos y conocer qué genes están involucrados en cada paso”, explica el investigador.

Resultado de imagen de células, los ionocitos pulmonares

El mismo tipo de tecnología se aplicó para analizar miles de células del sistema respiratorio de ratones y humanos, lo que permitió descubrir un nuevo tipo de células, los ionocitos pulmonares. “Estas células suponen el 0,001% del sistema respiratorio, pero vemos que expresan un gen fundamental para la fibrosis quística y sin este tipo de tecnología ni siquiera hubiéramos sabido que existían”, explica Avi Regev, investigadora de la Universidad de Harvard y coordinadora del proyecto Atlas Celular Humano.

¡Qué gran imaginación tenemos!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (0)

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L

 

Lo último que nos dicen es que el Universo entero flota en un océano de masa negativa. Está claro que lo que se dice saber… No sabemos mucho sobre ciertas cuestiones complejas a las que no hemos posido llegar y, como siempre nos pasa, es la metafísica, esa rama de la física que pretende explicar las complejidades la que tiene que buscar las respuestas.

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Un investigador británico propone en su nuevo trabajo que la materia oscura y la energía oscura están unidas en un solo “fluido oscuro de masas negativas”.

El astrofísico Jamie Farnes, de la Universidad de Oxford (Reino Unido), podría tener la explicación a uno de los principales misterios de la cosmología moderna: la invisibilidad del 95 % del universo, según apunta su estudio publicado este miércoles en la revista Astronomy & Astrophysics.

El modelo imperante hasta ahora indica que el 95% del universo está compuesto por materia oscura y energía oscura, que no pueden ser observadas. En su trabajo, Farnes propone un nuevo modelo en el que estos dos fenómenos están unidos en una sola masa fluida negativa.

“Ambas [materia oscura y energía oscura] han sido tratadas como fenómenos separados”, explicó el especialista en un artículo publicado en el portal The Conversation, donde planteó que estas “podrían ser parte de un mismo concepto singular: un único y unificado ‘fluido oscuro’ de masas negativas”. En su opinión, este fluido “tiene un tipo de la gravedad negativa” que le hace “repeler cualquier otro material” a su alrededor.

"Debemos reescribir los manuales de astronomía": Resuelven un misterio de los agujeros negros

La idea de la materia negativa ya fue propuesta con anterioridad, pero fue descartada por los expertos, que argumentaron que esa masa se volvería menos densa a medida que se extendiera el universo, lo cual contradiría las observaciones que indican que la materia negativa no se hace más delgada con el tiempo. En ese contexto, la investigación de Farnes propone la existencia de un ‘tensor de creación’ que permitiría que la masa negativa se creara continuamente.

Resultado de imagen de radiotelescopio potente Square Kilometre Array (SKA).

El investigador tiene planes para confirmar su teoría con la ayuda del radiotelescopio potente Square Kilometre Array (SKA). “Si [la hipótesis] es real, sugeriría que la falta del 95 % del espacio tenía una solución estética: habíamos olvidado incluir un simple signo negativo”, resumió Farnes, citado por Phys.org.

 

Representación del movimiento del gas en el borde del agujero negro del centro de la galaxia del Compás. / alma-telescope.jp. La inquietud que llevamos dentro nos empuja a querer saber y, el tema de la “materia oscura” y de los agujeros negros trae de cabeza a media comunidad científica.

Un grupo de investigadores liderado por Takuma Izumi, del Observatorio Astronómico Nacional de Japón (OANJ), utilizó el complejo de radiotelescopios del Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA), al norte de Chile, para observar un agujero negro supermasivo en la galaxia del Compás, situada a 14 millones de años luz de la Tierra.

Los datos recopilados fueron luego comparados con una simulación de succión de gas por agujero negro usando la supercomputadora Cray XC30 ATERUI, operada por el OANJ.

Por imaginar… ¡Que no quede!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física Relativista    ~    Comentarios Comments (0)

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Representación de un agujero negro

Representación de un agujero negro – Zhaoyo Li

¿Están los agujeros negros enviando materia al futuro?

Astrónomos sugieren que el Espacio-Tiempo se curva muy fuertemente cerca del centro de un agujero negro, pero que no llega a quebrarse, sino que continúa en una región en el futuro que tiene estructura de un agujero blanco.

Resultado de imagen de Agujeros Blancos

 

 

 

Hace apenas unos días, publicábamos en ABC una serie de nuevas ideas que abren la posibilidad a la existencia real de agujeros blancos, objetos teóricos que funcionarían «al contrario» de los agujeros negros, expulsando materia en lugar de absorberla. Carlo Rovelli, investigador del Centro de Física Teórica del CNRS francés y de la Universidad de Aix-Marseille, sostenía que los agujeros blancos son, en realidad, una evolución de los propios agujeros negros.

Imagen relacionadaResultado de imagen de Agujeros Blancos

Según el artículo, en uno entra la materia en nuestro Universo para hacer un viaje hacia el futuro donde aparecerá en forma de agujero blanco. Imposible, lo que se dice imposible hay pocas cosas pero… ¡Esto me parece rizar el rizo! Hay muchas razones para no creer que el destino de la materia de un agujero negro sea el de viajar al futuro (que no existe).

Y ahora, dos nuevos estudios recién publicados en Physical Review Letters y Physical Review D, respectivamente, abundan en esa posibilidad. Y sugieren que toda la materia que se traga un agujero negro podría ir a parar… al futuro.

Los agujeros negros siguen estando entre los objetos más misteriosos del Universo. Conocemos, eso sí, lo que sucede fuera de ellos, a su alrededor e incluso en el mismísimo horizonte de sucesos, la frontera invisible que marca el punto de no retorno para cualquier cosa que la cruce, incluída la luz. Pero nadie sabe a ciencia cierta lo que sucede al otro lado de ese límite, dentro de un agujero negro, ni tampoco cuál es el destino final de la materia atrapada en él.

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Esto es, lo que siempre nos dijeron los físicos según la Relatividad General

Según la Teoría General de la Relatividad de Einstein, todo lo que entra en un agujero negro seguirá cayendo hacia su centro, atraído por una gravedad cada vez más fuerte, hasta llegar a comprimirse en un único punto de tal densidad que el mismísimo tejido espaciotemporal se quebraría. En ese punto, llamado singularidad, las leyes de la Física ya no tendrían efecto, el mismísimo tiempo se detendría y la realidad tal y como la conocemos se desvanecería por completo.

¿Y si hemos entendido mal los agujeros negros?

 

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Si los agujeros negros fueran pasadizos hacia otros universos… ¡Serían agujeros de gusano!

 

 

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¿Es aquí hasta donde quieren llegar con estas ideas?

 

Pero según Abhay Ashtekar y Javier Olmedo, de la Universidad Estatal de Pennsylvania, y Parampreet Singh, de la de Louisiana, autores de los dos artículos citados arriba, las cosas podrían ser muy diferentes. De hecho, su trabajo, igual que el de Carlo Rovelli, podría cambiar para siempre lo que creemos saber sobre los agujeros negros. Especialmente en lo que se refiere a la auténtica naturaleza de sus centros, que según estos investigadores «podríamos haber entendido mal».

El problema principal, por supuesto, es el de la singularidad. La simple idea de que puedan existir esos puntos que, pese a tener una densidad infinita, no ocupan espacio alguno, se considera como una aberración, algo que no puede existir en la naturaleza. Hasta ahora, y bajo el paraguas de «gravedad cuántica», numerosos investigadores han formulado diversas propuestas teóricas, desarrollando unas matemáticas completamente nuevas que puedan servir para describir cómo funciona la gravedad en el microcosmos de las partículas subatómicas.

Representación gráfica del entramado de bucles que definen el espacio-tiempo según la LQC

“La gravedad cuántica de bucles o de lazos (LQG, por Loop Quantum Gravity), o también gravedad cuántica de recurrencias, es una teoría de gravedad cuántica formulada por Abhay Ashtekar en 1986,1​ que mezcla las teorías aparentemente incompatibles de la mecánica cuántica y la relatividad general. Como teoría de la gravedad cuántica, es el competidor principal de la teoría de las cuerdas, aunque quienes sostienen esta última exceden en número a quienes sostienen la teoría de bucles por un factor, aproximadamente, de 10 a 1″

Uno de esos intentos es la llamada « gravedad cuántica de bucles», que entre otras cosas predice que el espacio-tiempo puede cuantificarse, de modo que existe una unidad mínima más allá de la cual el espacio-tiempo no puede subdividirse más. Pues bien, al aplicar la gravedad cuántica de bucles a los puntos centrales de los agujeros negros, los investigadores afirman que el resultado no fue una singularidad, sino algo muy diferente.

La alternativa a la singularidad

 

 

Resultado de imagen de El espacio-tiempo se curva cerca del agujero negro

 

Los cálculos, en efecto, predicen que el espacio-tiempo se curva muy fuertemente cerca del centro de un agujero negro. Pero no llega a quebrarse, sino que continúa en una región en el futuro que tiene la estructura de un agujero blanco. Un agujero blanco es como un agujero negro pero al revés, es decir, que en lugar de atraer la materia hacia sí, la «dispara» hacia fuera.

Se sabe que en presencia de campos gravitacionales muy fuertes, el tiempo se ralentiza. Y los agujeros negros contienen los campos gravitacionales más fuertes del Universo. Debido a ello, una posible interpretación de este nuevo trabajo es que la materia cae en un agujero negro y luego «rebota», disparando la masa a través del cosmos. Debido a que el tiempo es muy lento cerca del centro de un agujero negro, visto desde fuera ese proceso duraría una enorme cantidad de tiempo. Si los investigadores tienen razón, en un futuro muy lejano, donde ahora hay agujeros negros, la materia estallará, esparciendo la materia por todo el cosmos a través de agujeros blancos.

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El cine nos ha dejado alguna visión de lo que podría ser – Escena de Interstellar. Imagen: Warner Bros. / Syncopy / Paramount Pictures / Legendary

La idea es provocativa y muy sugerente, aunque antes de considerarse válida será necesario probarla experimentalmente. Y resulta que existen varias formas de hacerlo. Desde hace tiempo, por ejemplo, científicos de todo el mundo han venido detectando en el espacio una serie de fenómenos enormemente energéticos que se resisten a ser explicados.

Dos de ellos son los rayos cósmicos de alta energía que golpean de cuando en cuando la atmósfera de la Tierra; y los llamados « estallidos rápidos de radio», que se producen cuando se detecta una enorme cantidad de energía de radio en un periodo muy breve de tiempo. Según los investigadores, ambos fenómenos podrían ser, en principio, la firma de un agujero negro en transición hacia un agujero blanco.

Lo mismo que montamos estructuras bnajo tierra para detectar neutrinos, podríamos inventar otras que nos digan, de manera cierta, si todo esto que apunta el reportaje podría ser cierto.

La idea resulta sumamente interesante, aunque no está aún lo suficientemente madura como para ser aceptada por la comunidad científica. Pero si las predicciones de la gravedad cuántica de bucles mejoran y sus resultados empiezan a parecerse más y más a los fenómenos astronómicos inexplicables observados por los astrónomos, entonces habremos dado un gran paso para comprender tanto el pasado como el futuro del Universo en que vivimos.

Reportaje de prensa de José M. Nieves

¡El Universo! ¡La Física!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Cosas curiosas    ~    Comentarios Comments (0)

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Resultado de imagen de Las bellas formaciones del Universo

 

Bellas formaciones, formas arabescas, figuras imaginarias en un todo de creación de estrellas y mundos

 

Cuando me sumerjo en los misterios y maravillas que encierra el universo, no puedo dejar de sorprenderme por sus complejas y bellas formaciones, la inmensidad, la diversidad, las fuerzas que están presentes, los objetos que lo pueblan, etc.

Pensemos por ejemplo que un átomo tiene aproximadamente 10-8 centímetros de diámetro. En los sólidos y líquidos ordinarios los átomos están muy juntos, casi en contacto mutuo. La densidad de los sólidos y líquidos ordinarios depende por tanto del tamaño exacto de los átomos, del grado de empaquetamiento y del peso de los distintos átomos.

“En su forma metálica es de color blanco grisáceo, duro y brillante, incluso a altas temperaturas, aunque es difícil encontrarlo en esta forma. Es más fácil obtener osmio en polvo, aunque expuesto al aire tiende a la formación del tetraóxido de osmio,  OsO4, compuesto tóxico (peligroso para los ojos), oxidante enérgico, de un olor fuerte, y volátil. En la corteza terrestre se encuentra junto con otros metales del grupo del platino, generalmente aleado con iridio (y otros en menor cantidad). El osmio es otro de los metales aleados al hierro, níquel e iridio y al igual que estos, la mayor cantidad de osmio nativo se encuentra en el núcleo del planeta que por su alta densidad se hundió y pasó a formar parte de sus componentes. Las aleaciones de osmio e iridio en las que hay mayor cantidad de osmio se conocen como osmiridio, contra las que tienen más iridio, llamadas iridiosmio. “

De los sólidos ordinarios, el menos denso es el hidrógeno solidificado, con una densidad de 0’076 gramos por cm3. El más denso es un metal raro, el osmio, con una densidad de 22’48 gramos/cm3.

Si los átomos fuesen bolas macizas e incompresibles, el osmio sería el material más denso posible, y un centímetro cúbico de materia jamás podría pesar ni un kilogramo, y mucho menos toneladas.

Pero los átomos no son macizos. El físico neozelandés experimentador por excelencia, Ernest Ruthertord, demostró en 1.909 que los átomos eran en su mayor parte espacio vacío. La corteza exterior de los átomos contiene sólo electrones ligerísimos, mientras que el 99’9% de la masa del átomo está concentrada en una estructura diminuta situada en el centro: el núcleo atómico.

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El núcleo atómico tiene un diámetro de unos 10-15 cm. (aproximadamente 1/100.000 del propio átomo). Si los átomos de una esfera de materia se pudieran estrujar hasta el punto de desplazar todos los electrones y dejar a los núcleos atómicos en contacto mutuo, el diámetro de la esfera disminuiría hasta un nivel de 1/100.000 de su tamaño original.

De manera análoga, si se pudiera comprimir la Tierra hasta dejarla reducida a un balón de núcleos atómicos, toda su materia quedaría reducida a una esfera de unos 130 metros de diámetro. En esas mismas condiciones, el Sol mediría 13’7 km. de diámetro en lugar de los 1.392.530 km. que realmente mide. Y si pudiéramos convertir toda la materia conocida del universo en núcleos atómicos en contacto, obtendríamos una esfera de sólo algunos cientos de miles de km. de diámetro, que cabría cómodamente dentro del cinturón de asteroides del Sistema Solar.

Resultado de imagen de El calor y la presión en el núcleo de las estrellas

El calor y la presión que reinan en el centro de las estrellas rompen la estructura atómica y permiten que los núcleos atómicos empiecen a empaquetarse unos junto a otros. Las densidades en el centro del Sol son mucho más altas que la del osmio, pero como los núcleos atómicos se mueven de un lado a otros sin impedimento alguno, el material sigue siendo un gas.  Hay estrellas que se componen casi por entero de tales átomos destrozados.  La compañera de la estrella Sirio es una “enana blanca” no mayor que el planeta Urano, y sin embargo tiene una masa parecida a la del Sol.

Los núcleos atómicos se componen de protones y neutrones. Ya hemos dicho antes que todos los protones tienen carga eléctrica positiva y se repelen entre sí, de modo que en un lugar dado no se pueden reunir más de un centenar de ellos. Los neutrones, por el contrario, no tienen carga eléctrica y en condiciones adecuadas pueden estar juntos y empaquetados un enorme número de ellos para formar una “estrella de neutrones”. Los púlsares, según se cree, son estrellas de neutrones en rápida rotación.

Resultado de imagen de estrellas de neutrones

Estas estrellas se forman cuando las estrellas de 2 – 3 masas solares, agotado el combustible nuclear, no pueden continuar fusionando el hidrógeno en helio, el helio en oxígeno, el oxigeno en carbono, etc, y explotan en supernovas. Las capas exteriores se volatilizan y son expulsados al espacio; el resto de la estrella (su mayor parte), al quedar a merced de la fuerza gravitatoria, es literalmente aplastada bajo su propio peso hasta tal punto que los electrones se funden con los protones y se forman neutrones que se comprimen de manera increíble hasta que se degeneran y emiten una fuerza que contrarresta la gravedad, quedándose estabilizada como estrella de neutrones.

Si el Sol se convirtiera en una estrella de neutrones, toda su masa quedaría concentrada en una pelota cuyo diámetro sería de 1/100.000 del actual, y su volumen (1/100.000)3, o lo que es lo mismo 1/1.000.000.000.000.000 (una milmillonésima) del actual. Su densidad sería, por tanto, 1.000.000.000.000.000 (mil billones) de veces superior a la que tiene ahora.

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De manera exacta, la densidad del Soil es de 1,41 g/cm³

La densidad global del Sol hoy día es de 1’4 gramos/cm3. Una estrella de neutrones a partir del Sol tendría una densidad que se reflejaría mediante 1.400.000.000.000.000 gramos por cm3. Es decir, un centímetro cúbico de una estrella de neutrones puede llegar a pesar 1.400.000.000 (mil cuatrocientos millones de toneladas). ¡Qué barbaridad!

Objetos como estos pueblan el universo, e incluso más sorprendentes todavía, como es el caso de los agujeros negros explicado en páginas anteriores de este mismo trabajo.

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Las estrellas tienen una vida inversamente proporcional a sus masas

Cuando hablamos de las cosas del universo estamos hablando de cosas muy grandes. Cualquiera se podría preguntar, por ejemplo: ¿hasta cuándo podrá mantener el Sol la vida en la Tierra?

Está claro que podrá hacerlo mientras radie energía y nos envíe luz y calor que la haga posible tal como la conocemos.

Como ya explicamos antes, la radiación del Sol proviene de la fusión del hidrógeno en helio. Para producir la radiación vertida por el sol se necesita una cantidad ingente de fusión: cada segundo tienen que fusionarse 654.600.000 toneladas de hidrógeno en 650.000.000 toneladas de helio  (las 4.600.000 toneladas restantes se convierten en energía de radiación y las pierde el Sol para siempre. La ínfima porción de esta energía que incide sobre la Tierra basta para mantener toda la vida en nuestro planeta).

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(Hoy día sabemos que el consumo de hidrógeno por segundo en el Sol es de 700 millones de toneladas que la mayor parte se convierte en Helio gracias a la fusión nuclear, una fraqcción es lanzada al Espacio Interestelar en forma de luz y calor, y, de esa luz y ese calor, a la Tierra llegan dos mil millonésimas que son suficientes para que exista la fotosíntesis y la Vida en el planeta, incida en las estaciones y el clima, etc.)

Nadie diría que con este consumo tan alto de hidrógeno por segundo, el Sol pudiera durar mucho tiempo, pero es que ese cálculo no tiene en cuenta el enorme tamaño del Sol. Su masa totaliza 2.200.000.000.000.000. 000.000.000.000 (más de dos mil cuatrillones) de toneladas. Un 53% de esta masa es hidrógeno, lo cual significa que el Sol contiene en la actualidad una cantidad de 1.166.000.000.000.000.000.0000.0000.000 toneladas.

Para completar datos diré que el resto de la masa del Sol es casi todo helio. Menos del 0’1 por 100 de su masa está constituido por átomos más complicados que el helio. El helio es más compacto que el hidrógeno. En condiciones idénticas, un número dado de átomos de helio tiene una masa cuatro veces mayor el mismo número de átomos de hidrógeno. O dicho de otra manera: una masa dada de helio ocupa menos espacio que la misma masa de hidrógeno. En función del volumen –el espacio ocupado–, el Sol es hidrógeno en un 80 por ciento.

Si suponemos que el Sol fue en origen todo hidrógeno, que siempre ha convertido hidrógeno en helio al ritmo dicho de 654 millones de toneladas  por segundo y que lo seguirá haciendo hasta el final, se calcula que ha estado radiando desde hace unos 4.000 millones de años y que seguirá haciéndolo durante otros cinco mil millones de años más.

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        Mientras el Sol “viva”… ¡Nosotros también!

Pero las cosas no son tan simples. El Sol es una estrella de segunda generación, constituida a partir de gas y polvo cósmico desperdigado por estrellas que se habían quemado y explotado miles de millones de años atrás.  Así pues, la materia prima del Sol contenía ya mucho helio desde el principio, lo que nos lleva a pensar que el final puede estar algo más cercano.

Por otra parte, el Sol no continuará radiando exactamente al mismo ritmo que ahora. El hidrógeno y el helio no están perfectamente entremezclados. El helio está concentrado en el núcleo central y la reacción de fusión se produce en la superficie del núcleo.

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          Cuando ésta imagen sea una realidad, la vida en la Tierra será imposible

A medida que el Sol siga radiando, irá adquiriendo una masa cada vez mayor ese núcleo de helio y la temperatura en el centro aumentará. En última instancia, la temperatura sube lo suficiente como para transformar los átomos de helio en átomos más complicados. Hasta entonces el Sol radiará más o menos como ahora, pero una vez que comience la fusión del helio, empezará a expandirse y a convertirse poco a poco en una gigante roja. El calor se hará insoportable en la Tierra, los océanos se evaporarán y el planeta dejará de albergar vida en la forma que la conocemos.

La esfera del Sol, antes de explotar para convertirse en una enana blanca, aumentará engullendo a Mercurio y a Venus y quedará cerca del planeta Tierra, que para entonces será un planeta yermo.

Los astrónomos estiman que el Sol entrará en esta nueva fase en unos 5 ó 6 mil millones de años. Así que el tiempo que nos queda por delante es como para no alarmarse todavía. Sin embargo, el no pensar en ello… no parece conveniente.

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        Miembros de la Asociación cultura 137, e/hc

Espero que al lector de este trabajo, encargado por la Asociación Cultural “Amigos de la Física 137, e/hc”, les esté entreteniendo y sobre todo interesando los temas que aquí hemos tratado, siempre con las miras puestas en difundir el conocimiento científico de temas de la naturaleza como la astronomía y la física. Tratamos de elegir temas de interés y aquellos que han llamado la atención del público en general, explicándolos y respondiendo a preguntas que seguramente les gustaría conocer, tales como: ¿por qué la Luna muestra siempre la misma cara hacia la Tierra?

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La atracción gravitatoria de la Luna sobre la Tierra hace subir el nivel de los océanos a ambos lados de nuestro planeta y crea así dos abultamientos. A medida que la Tierra gira de oeste a este, estos dos bultos – de los cuales uno mira hacia la Luna y el otro en dirección contraria – se desplazan de este a oeste alrededor de la Tierra.

Al efectuar este desplazamiento, los dos bultos rozan contra el fondo de los mares poco profundos, como el de Bering o el de Irlanda. Tal rozamiento convierte energía de rotación en calor, y este consumo de la energía de rotación terrestre hace que el movimiento de rotación de la Tierra alrededor de su eje vaya disminuyendo poco a poco. Las mareas actúan como freno sobre la rotación de la Tierra, y como consecuencia de ello, los días terrestres se van alargando un segundo cada mil años.

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Además, el calor generado por la atracción gravitacional de las lunas podría prolongar la vida de los océanos de agua líquida bajo la superficie bajo el hielo.

Pero no es sólo el agua del océano lo que sube de nivel en respuesta a la gravedad lunar. La corteza sólida de la Tierra también acusa el efecto, aunque en medida menos notable. El resultado son dos pequeños abultamientos rocosos que van girando alrededor de la Tierra, el uno mirando hacia la Luna y el otro en la cara opuesta de nuestro planeta. Durante ese desplazamiento, el rozamiento de una capa rocosa contra otra va minando también la energía de rotación terrestre. (Los bultos, claro está, no se mueven físicamente alrededor del planeta, sino que a medida que el planeta gira, remiten en un lugar y se forman en otro, según qué porciones de la superficie pasen por debajo de la Luna y sean atraídas por su fuerza de gravedad).

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              No es lo mismo que verla de cerca

La Luna no tiene mares ni mareas en el sentido corriente. Sin embargo, la corteza sólida de la luna acusa la fuerte atracción gravitacional de la Tierra, y no hay que olvidar que ésta es 80 veces más grande que la Luna. El abultamiento provocado en la superficie lunar es mucho mayor que el de la superficie terrestre. Por tanto, si la Luna rotase en un periodo de 24 horas, estaría sometida a un rozamiento muchísimo mayor que la Tierra. Además, como nuestro satélite tiene una masa mucho menor que la Tierra, su energía total de rotación sería, ya de entrada, para periodos de rotación iguales, mucho menor.

Así pues, la Luna, con una reserva inicial de energía muy pequeña, socavada rápidamente por los grandes bultos provocados por la Tierra, tuvo que sufrir una disminución relativamente rápida de su periodo de rotación.  Hace seguramente muchos millones de años debió de decelerarse hasta el punto de que el día lunar se igualó con el mes lunar. De ahí en adelante, la Luna siempre mostraría la misma cara hacia el planeta Tierra.

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Así cambiará la Tierra cuando la Luna se aleje: Los días se harán cada vez más largos, los océanos serán como piscinas, se desestabilizará el eje terrestre y la vida en nuestro planeta tendrá que replantearse.

Esto, a su vez, congela los abultamientos en un aposición fija. Unos de ellos miran hacia la Tierra desde el centro mismo de la cara lunar que nosotros vemos, mientras que el otro está apuntando en dirección contraria desde el centro mismo de la cara lunar que no podemos ver. Puesto que las dos caras no cambian de posición a medida que la Luna gira alrededor de la Tierra, los bultos no experimentan ningún nuevo cambio ni tampoco se produce rozamiento alguno que altere el periodo de rotación del satélite. La luna continuará mostrándonos la misma cara indefinidamente; lo cual, como veis, no es ninguna coincidencia, sino la consecuencia inevitable de la gravitación y del rozamiento.

La Luna es un caso relativamente simple. En ciertas condiciones, el rozamiento debido a las mareas puede dar lugar a condiciones de estabilidad más complicadas.

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Ahora la NASA quiere investigar el Planeta Mercurio que tiene secretos que quieren desvelar. Los científicos estiman que la sonda que se enviarán podría tardar 3 años en llegar al planeta. (NASA)

Durante unos ochenta años, por ejemplo, se pensó que Mercurio (el planeta más cercan al Sol y el más afectado por la fuerza gravitatoria solar) ofrecía siempre la misma cara al Sol, por el mismo motivo que la Luna ofrece siempre la misma cara a la Tierra. Pero se ha comprobado que, en el caso de este planeta, los efectos del rozamiento producen un periodo estable de rotación de 58 días, que es justamente dos tercios de los 88 días que constituyen el período de revolución de Mercurio alrededor del Sol.

Hay tantas cosas que aprender que el corto tiempo que se nos permite estar aquí es totalmente insuficiente para conocer todo lo que nos gustaría. ¿Hay algo más penoso que la ignorancia?

Continuemos pues aprendiendo cosas nuevas.

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Los asiduos a este Blog, saben de lo que se entiende por entropía y así sabemos que la energía sólo puede ser convertida en trabajo cuando    dentro del sistema concreto que se esté utilizando, la concentración de energía no es uniforme. La energía tiende entonces a fluir desde el punto de mayor concentración al de menor concentración, hasta establecer la uniformidad. La obtención de trabajo a partir de energía consiste precisamente en aprovechar este flujo.

Resultado de imagen de El agua que mana de la montaña

El agua de un río está más alta y tiene más energía gravitatoria en el manantial del que mana en lo alto de la montaña y menos energía en el llano en la desembocadura, donde fluye suave y tranquila. Por eso fluye el agua río abajo hasta el mar (si no fuese por la lluvia, todas las aguas continentales fluirían montaña abajo hasta el mar y el nivel del océano subiría ligeramente. La energía gravitatoria total permanecería igual, pero estaría distribuida con mayor uniformidad).

Una rueda hidráulica gira gracias al agua que corre ladera abajo: ese agua puede realizar un trabajo. El agua sobre una superficie horizontal no puede realizar trabajo, aunque esté sobre una meseta muy alta y posea una energía gravitatoria excepcional. El factor crucial es la diferencia en la concentración de energía y el flujo hacia la uniformidad.

Resultado de imagen de Una rueda hidráulica gira gracias al agua que corre ladera abajo

Y lo mismo reza para cualquier clase de energía. En las máquinas de vapor hay un depósito de calor que convierte el agua en vapor, y otro depósito frío que vuelve a condensar el vapor en agua. El factor decisivo es esta diferencia de temperatura. Trabajando a un mismo y único nivel de temperatura no se puede extraer ningún trabajo, por muy alta que sea aquella.

El término “entropía” lo introdujo el físico alemán Rudolf J. E. Clausius en 1.849 para representar el grado de uniformidad con que está distribuida la energía, sea de la clase que sea. Cuanto más uniforme, mayor la entropía. Cuando la energía está distribuida de manera perfectamente uniforme, la entropía es máxima para el sistema en cuestión.

Resultado de imagen de Si ponemos un recipiente con líquido caliente al lado de otro con líquido frío, ambos igualaran temperaturas

Clausius observó que cualquier diferencia de energía dentro de un sistema tiende siempre a igualarse por sí sola. Si colocamos un objeto caliente junto a otro frío, el calor fluye de manera que se transmite del caliente al frío hasta que se igualan las temperaturas de ambos cuerpos. Si tenemos dos depósitos de agua comunicados entre sí y el nivel de uno de ellos es más alto que el otro, la atracción gravitatoria hará que el primero baje y el segundo suba, hasta que ambos niveles se igualen y la energía gravitatoria quede distribuida uniformemente.

Clausius afirmó, por tanto, que en la naturaleza era regla general que las diferencias en las concentraciones de energía tendían a igualarse. O dicho de otra manera: que la entropía aumenta con el tiempo.

Resultado de imagen de Termo dinámica

El estudio del flujo de energía desde puntos de alta concentración a otros de baja concentración se llevó a cabo de modo especialmente complejo en relación con la energía térmica. Por eso, el estudio del flujo de energía y de los intercambios de energía y trabajo recibió el nombre de “termodinámica”, que en griego significa “movimiento de calor”.

Con anterioridad se había llegado ya a la conclusión de que la energía no podía ser destruida ni creada. Esta regla es tan fundamental que se la denomina “primer principio de la termodinámica”.

La idea sugerida por Clausius de que la entropía aumenta con el tiempo es una regla general no menos básica, y que denomina “segundo principio de la termodinámica.”

Según este segundo principio, la entropía aumenta constantemente, lo cual significa que las diferencias en la concentración de energía también van despareciendo. Cuando todas las diferencias en la concentración de energía se han igualado por completo, no se puede extraer más trabajo, ni pueden producirse cambios.

¿Está degradándose el universo?

Publica: emilio silvera

Fuente de algunos pasajes: Obra divulgativa de Isaac Asimov

Hallazgos que no saben explicar

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Astronomía y Astrofísica    ~    Comentarios Comments (2)

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Simulación de galaxias y gases en el universo. Dentro del gas en los filamentos (azules) que conectan las galaxias (anaranjadas) se esconden bolsas raras de gas prístino, vestigios del Big Bang que de alguna manera han quedado huérfanos de las explosivas y contaminantes muertes de estrellas, que se ven aquí como ondas de choque circulares alrededor de puntos naranjas

Simulación de galaxias y gases en el universo. Dentro del gas en los filamentos (azules) que conectan las galaxias (anaranjadas) se esconden bolsas raras de gas prístino, vestigios del Big Bang que de alguna manera han quedado huérfanos de las explosivas y contaminantes muertes de estrellas, que se ven aquí como ondas de choque circulares alrededor de puntos naranjas – TNG

Descubren un auténtico fósil del Big Bang flotando en el Espacio.

La nube de gas formada en los inicios del Universo ha sido descubierta por un potente telescopio desde Hawái. Solo se conocen otras dos iguales en el Cosmos

 

 

 

 

Astrónomos que utilizan el telescopio óptico más poderoso del mundo, el Observatorio WM Keck en Maunakea (Hawái), han descubierto una auténticareliquia cósmica. Se trata de una rarísima nube de gas, huérfana después del Big Bang, que puede ofrecer nueva información sobre cómo se formaron las primeras galaxias del Universo. Solo se conocen otros dos «fósiles» astronómicos como este.

El descubrimiento [Puedes leer una prepublicación del estudio aquí]de un fósil tan raro resulta algo espectacular. «En todos los lugares donde miramos, el gas en el universo está contaminado por el desperdicio de elementos pesados de las estrellas en explosión», dice Fred Robert, de la Universidad de Tecnología de Swinburne. «Pero esta nube en particular parece prístina, no contaminada por estrellas, incluso 1.500 millones de años después del Big Bang», añade.

Según explica el investigador, si la nube tiene elementos pesados, deben de ser menos de 10.000 veces la proporción que vemos en nuestro Sol. Esto es algo extremadamente bajo, por lo que, a su juicio, la explicación más convincente es que es «una verdadera reliquia del Big Bang».

Robert y su equipo utilizaron los instrumentos del Observatorio Keck para observar el espectro de un quásar detrás de la nube de gas. El quásar, que emite un resplandor brillante de material que cae en un agujero negro supermasivo, proporciona una fuente de luz contra la cual se pueden ver las sombras espectrales del hidrógeno en la nube de gas.

«Nos dirigimos a quásares donde investigadores anteriores solo habían visto sombras de hidrógeno y no de elementos pesados en espectros de menor calidad», dice Robert. «Esto nos permitió descubrir un fósil tan raro rápidamente».

Otras dos nubes originales

 

Las únicas otras dos nubes fósiles conocidas fueron descubiertas en 2011. «Las dos primeros fueron descubrimientos fortuitos, y pensamos que eran la punta del iceberg. Pero nadie ha descubierto algo similar, son claramente muy raras y difíciles de ver. Es fantástico descubrir finalmente una sistemáticamente», dice John O’Meara, científico jefe el Observatorio Keck y que ha participado en los tres hallazgos.

«Ahora es posible inspeccionar estas reliquias fósiles del Big Bang», dice Michael Murphy, también coautor del estudio. «Eso nos dirá exactamente qué tan raros son y nos ayudará a comprender cómo se formaron algunas estrellas y galaxias con gas en el universo temprano y por qué algunas no lo hicieron».

 

Hasta aquí el reportaje:

 

 

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No debemos asombrarnos por nada que podamos encontrar en el Universo. Para no ir más lejos, recientemente se han detectado a catorce galaxias que se funden en un abrazo para convertirse en una gran galaxia supergigante.

Dicen:

“La inminente colisión, ocurrida a 12.400 millones de años luz, dará lugar a uno de los objetos más grandes del Universo.”

Resulta increíble pensar que algo tan colosal podría haberse formado tan temprano en la historia del Universo, pero así es. Un equipo internacional de astrónomos ha sido testigo de los inicios de una gigantesca aglomeración cósmica, la inminente colisión de catorce jóvenes galaxias ocurrida cuando el Universo tenía solo 1.400 millones de años, una décima parte de su edad actual.