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¡La Mecánica Cuántica! con sus insondables secretos

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Física, Física Cuántica    ~    Comentarios Comments (22)

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Werner Heisenberg

Sí, el principio cuántico es muy extraño. Cuando en 1927, el joven físico alemán Werner Heisenberg llegó al Principo de Indeterminación, la física moderno rompió de manera decisiva con la física clásica, una nueva Era comenzaba con otra manera de mirar el mundo que nos rodea a través de la Física. Heisenberg descubrió que se puede conocer, o bien la posición exacta de una partícula determinada, o bien su trayectoria exacta, pero no ambas.

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¡¡La mecánica cuántica!!, o, la perplejidad de nuestros sentidos ante lo que ese “universo cuántico” nos ofrece que, generalmente, se sale de lo que entendemos por sentido común. Ahí, en el “mundo” de los objetos infinitesimales, suceden cosas que, no siempre podemos comprender. Y, como todo tiene una razón, no dejamos de buscarla en cada uno de aquellos sorprendentes sucesos que en ese lugar tienen lugar. Podríamos llegar a la conclusión de que, la razón está en todo y solo la encontramos una vez que llegamos a comprender, mientras tanto, todo nos resulta extraño, irrazonable, extramundano y, algunas veces…imposible. Sin embargo, ahí está. Dos elementos actúan de común acuerdo para garantizar que no podamos descorrer el velo del futuro, de lo que será después (podemos predecir aproximaciones, nunca certezas), el principal de esos elementos es la ignorancia nunca podremos saber el resulktado final de éste o aquél suceso sin tener la certeza de las condiciones iniciales. En la mayoría de los sistemas físicos son, en mayor o menor medida dada su complejidad, del tipo caótico es tal que, el resultado de las interacciones entre elementos eson sumamente sensibles a pequeñísimas variaciones de los estados iniciales que, al ser perturbados mínimamente, hacen que el suceso final sea y esté muy alejado del que se creía al comienzo.

Desde las certezas que parecía darnos la mecánica clásica de Newton sobre la posición, trayectoria y velocidad de cualquier partícula microscópica o cuerpo celeste se nos echaba en brazos de la indeterminación cuántica. Ya no podía conocerse simultáneamente la posición y la velocidad de una partícula con la infinita exactitud que se suponía, y el principio de indeterminación de Heisenberg parecía habernos desterrado del paraíso de las certidumbres clásicas. Pero ese paraíso nunca existió en realidad, desde un punto de vista puramente clásico se puede demostrar que la predictibilidad que se suponía a los sistemas clásicos nunca fue esencialmente cierta. Independientemente de la precisión con que conozcamos el estado inicial de un sistema clásico (no cuántico) las imprecisiones tienden a crecer, de forma natural, con el tiempo y nuestra información inicial puede llegar a ser inútil para predecir su evolución futura.

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Captan por vez primera imágenes en tiempo real de dos átomos …

Ahora bien, esto se trata de ignorancia pura. Si fuésemos capaces de contrOlar las condiciones iniciales, y además pudiésemos considerar el estado de cada una de los cientos o miles de variables que influyen sobre el sistema, podríamos predecir con exactitud la velocidad y la trayectoria de unas bolas de billar, por ejemplo, en cualquier tiempo futuro. De hecho, la Ciencia se está volviendo extremadamente buena en controlar y calcular las condiciones de un sistema. Somos capaces de enviar naves espaciales a sitios muy distantes con una exactitud enorme (la Cassini es un buen ejemplo y, ayer mismo, teníamos aquí la partida de la Curiosity hacia el planeta Marte). Si sabemos controlar las condiciones iniciales (y no ocurren accidentes por el camino) podemos predecir, con ciertas garantías que, la nave llegará a su destino como se había calculado. Es decir, de alguna manera, estamos impidiendo ese principio de incertidumbre que está presente en todo lo que acontece en nuestras vidas, en el mundo y, en el Universo.

Nunca podremos estar seguros del resultado en una tirada de dados. En verdad, son pocas las cosas en las que podemos tener una completa certeza, y, aunque no lo sepamos, la razón está en la ignorancia de las condiciones iniciales y, en el caso de los dados en los factores que intervienen en el movimiento. Decimos entonces que la Naturaleza es aleatoria. Claro que, si yo tuviera que apostar con esos dados, sin dudarlo, escogería el 7. Esto es porque hay más maneras de formar 7 que cualquier otro número. Para más precisión, hay seis combinaciones de dados que darán un 8 o un 6. Claro que la certeza no existe y, entonces, recurrimos a las probabilidades. (Schrödinger creó su ecuación de la función de onda (Ψ) precisamente para contraponerla al principio de incertidumbre de Heisenberg, él nos situó en el campo de las probabilidades para “saber” dónde podría estar una partícula.

En muchos aspectos, podría parecer recurrir a una pitonisa sería lo mejor. Sin embargo, no es ese el camino a seguir. La investigación, el estudio y la observación nos darán las respuestas que buscamos en todos aquellos campos del saber que, para nuestro futuro, necesitamos conocer.

Si observamos un protón que atraviesa una cámara de niebla (ahora cámara de chispas, más moderna y efectiva), registrando su trayectoria podemos conocer la dirección en la que se mueve, pero en el proceso de abrirse camino a través del vapor de agua de la cámara el protón disminuirá su velocidad, escamoteando información de dónde estaba en un momento determinado.

Alternativamente, podemos irradiar el fotón -tomar una instantánea de él, por decirlo así- y de este modo determinar su situación exacta en un instante determinado, pero la luz o cualquier otra radiación que usemos para tomar la fotografía apartará al fotón de su recorrido fijado, impidiéndonos el conocimiento de dónde habría estado si no hubiésemos actuado sobre él. Así que, el resultado es que estamos limitados en nuestro conocimiento del mundo subatómico. Sólo podemos obtener respuestas parciales, cuya naturaleza está determinada en cierta medida por las cuestiones que optamos por indagar.

Cuando Heisenberg calculó la cantidad mínima ineludible de incertidumbre que limita nuestra comprensión de los sucesos de pequeña escala, halló que está definida nada menos que por h, el cuanto de acción de Planck.

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Esquema de la formación de una traza en la cámara de niebla

Los físicos de partículas suelen encontrarse en sus vidas profesionales con el inconveniente de que aquello con lo que trabajan es tan sumamente pequeño que se vuelve indetectable tanto para el ojo humano como para los más avanzados sistemas de microscopía. Es cierto que en la actualidad se pueden conseguir imágenes en las que se distinguen átomos individuales cuando estos son lo suficientemente grandes, pero de ahí a poder visualizar un sólo protón, o un aún más pequeño electrón, hay un escalón insalvable para la técnica actual. Se han tomado espectros del electrón y, cada día, se avanza en esa dirección.

¿Cómo pueden, pues, los físicos saber que aquello con lo que trabajan no es un mero ente creado por su mente? ¿Cómo se pueden asegurar de que las partículas subatómicas existen en realidad? La respuesta es obvia: a través de su interacción con otras partículas o con otro sistema físico; y un ejemplo extraordinario de ello es, por ejemplo, en una cámara de niebla.

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Claro que, la Indeterminación cuántica no depende del aparato experimental empleado para investigar el mundo subatómico. Se trata, en la medida de nuestro conocimiento, de una limitación absoluta, que los más destacados sabios de una civilización extraterrestre avanzada compartirían con los más humildes físicos de la Tierra. En la Física atómica clásica se creía que se podía, en principio, medir las situaciones y trayectorias precisas de miles de millones de partículas -digamos protones- y a partir de los datos resultantes formular predicciones exactas de donde estarían los protones en determinado tiempo futuro. Heisenberg vino a demostrarnos que tal supuesto era falso, que nunca podremos saberlo todo sobre la conducta de siquiera una sola partícula.

Cualquier detector debe contener un medio sensible que quede perturbado al paso de la partícula a registrar (lo que “vemos” es la huella que deja la partícula al atravesar el medio) Esa perturbación debe poderse traducir a imágenes y datos numéricos que permitan reconstruir la trayectoria y calcular sus características.

Las imágenes de las partículas proceden de dos tipos de detectores: las cámaras de burbujas y los detectores electrónicos. En el primero, las partículas cargadas dejan a lo largo de su trayectoria una traza de burbujas de vapor que se puede ver y fotografiar. Es un proceso en cierto modo inverso al de la formación de una estela de vapor de agua al paso de los aviones a reacción.

Así que, el nuevo marco expuesto por el Principio de Indeterminación de Heisenberg cambió fundamentalmente nuestra visión del mundo de la física. Nos dio un nuevo conocimiento: A partir de aquel momento sabíamos que, no sólo la materia y la energía estaban cuantizadas sino que, también nuestro conocimiento del Universo lo estaba.

Cuanto más minuciosamente se examina el mundo subatómico, mayor parece la Indeterminación. Cuando un fotón choca con un átomo, haciendo saltar un electrón a una órbita más elevada, el electrón se mueve de la órbita inferior a la superior instantáneamente, sin tener que atravesar el espacio intermedio. Los mismos radios orbitales están cuantízados, y el electrón simplemente deja de existir en un punto para aparecer simultáneamente en otro. Es el famoso “salto cuántico” que tanto desconcierta. Eso nos viene a demostrar que predecir exactamente la conducta de los átomos.

De modo similar, a como vimos antes, es en virtud de la indeterminación cuántica como los protones pueden saltar la barrera de Coulomb, permitiendo que la fusión nuclear se produzca a una tasa suficiente para que las estrellas sigan brillando.

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Imagen ilustrativa de la dualidad onda partícula, en el cual se puede ver cómo un mismo fenómeno puede tener dos percepciones distintas, verdaderamente la mecánica cuántica puede resultar extraña debido a su complejidad, en su “universo” los comportamientos difieren de lo que nos dicta el sentido común en nuestras vidas cotidianas del mundo macroscópico.

Sin embargo, como todo lo grande está hecho de cosas pequeñas, necesitamos conocer lo pequeño para comprender lo grande. Hasta la estrella más grande y la galaxia más brillante del Cosmos, están conformadas de partículas subatómicas unas más elementales que otras.

En fin amigo, que tenemos en nuestras manos todos los interrogantes que debemos desvelar y, otros muchos, que ni conocemos, y, por delante una tarea de tal complejidad que,  posiblemente, nunca podremos acabar. Un sin fin de misterios  que desvelar, problemas que resolver y, preguntas que contestar y, siendo conscientes de que, sin descorrer el velo que esconde los secretos del Universo…poco podríamos avanzar, nos sumergimos en la difícil tarea de conquistar ese conocer de las cosas ignoradas para que, algún día en el futuro, podamos saber, al menos hacia dónde vamos.

Sabemos que el presente está cargado de pasado y que, el futuro, lo estará de presente. Si eso es así (que lo es), tratemos de mejorar este presente para que, el futuro, sea algo mejor de lo que hoy tenemos. Y, amigos, si queremos, podremos lograrlo.

Muchos de los pasajes aquí volcados han sido extraídos de la obra “La Aventura del Universo” de Timothy Ferris, profesor emérito de la Universidad de California que es un maestro indiscutible de la divulgación científica, otros tienen otras fuentes y, alguna fracción del contenido puede ser de propia cosecha que, alguna cosa se va aprendiendo con el tiempo.

emilio silvera


  1. ¡La Mecánica cuántica! ¿Quién la entiende? : Blog de Emilio Silvera V., el 3 de noviembre del 2012 a las 6:37

    […] podemos irradiar el fotón -tomar una instantánea de él, por decirlo así- y de este modo determinar su situación exacta en […]

  2. ¡El Amor! El sentimiento que nos hace mejor : Blog de Emilio Silvera V., el 29 de enero del 2014 a las 10:11

    […] ¡La Mecánica Cuántica! con sus insondables secretos […]

 

  1. 1
    kike
    el 27 de junio del 2011 a las 17:30

    Según parece está por saber claramente si la indeterminación se debe únicamente a nuestra aún rudimentaria maquinaria que altera previamente el medio, o por el contrario, aunque poseyéramos la tecnología suficiente que nos permitiera detectar una  partícula sin influir para nada en el medio, siguiera siendo imposible determinar el lugar y la velocidad de esta (Que seguramente será lo que ocurra).

     Respecto a lo del salto cuántico, es aún más extraño, y no digamos lo del entrelazamiento…; eso parece el “sumun” de la extrañeza cuántica. Que dos partículas, sin importar su distancia tengan información una de otra simultaneamente, o mejor dicho, compartan la misma información es de una rareza tal que de seguro que tardaremos bastante tiempo en conocer los motivos, porque motivos debe haberlos……

    Responder
    • 1.1
      emilio silvera
      el 28 de junio del 2011 a las 5:03

      Sí, claro que debe haberlos, lo único que pasa es que no los conocemos -aún- y, creo que, simplemente se trata de lo que será también de nosotros cuando lleguemos a un estado tal de evolución que, nuestras mentes, también estén conectadas como esas partículas sin importanr las distancias.
      En lo que se refiere a la indeterminación cuántica, es posible que llegue el día en que nuestros ingenios sepan observar para nosotros a esa partícula su situación y su destino. Sin embargo, creo, que el Universo tiene impuesto ese principio de indeterminación para que no lo podamos saber todo de todo, siempre habrá cosas por saber y misterios por descubrir para mantener viva la curiosidad humana, ya que, de otra manera, moriría ésta y con ella nosotros comenzaríamos el descenso intelectual que tanto nos ha costado conquistar.
      Es extraña la mecánica cuántica porque es parte del “mundo” y, poniendo un ejemplo muy cercano a nosotros, ¿qué podríamos decir del extraño comportamiento de algunos cerebros? ¿Por qué hacen algunos las cosas que hacen?
      ¡Es todo tan extraño y tan complejo!
      Lo único que nos salva es que algunos podemos oír “Rumores de Perfección” que vienen de allá lejos…del Futuro. ¿Será verdad que llegaremos a ella?

      Responder
  2. 2
    Guillermo Cano
    el 27 de junio del 2011 a las 18:21

    Hola amigos.
    Es sumamente claro lo que se plantea.
    Para redondear la idea les transcribo el siguiente dato extraído de wikipedia y que ilustra a la perfección el tema. También se presentaba en este caso particular algo de incertidumbre.
    Estoy casi seguro que todas estas incógnitas se resolverán antes de 5 años junto con la unificación de la física y la balanza se inclinara más a favor de Albert Eistein.

    En 1872, una polémica enfrentaba a los aficionados a los caballos de California. Leland Stanford, ex gobernador del Estado y poderoso presidente de la Central Pacific Railway, y un grupo de amigos suyos sostenían que había un instante, durante el trote largo o el galope, en que el caballo no apoyaba ningún casco en el suelo. Otro grupo, del que formaba parte James Keene, presidente de la Bolsa de Valores de San Francisco, afirmaba lo contrario.
    En esa época no se conocía una manera de demostrar quién tenía razón, hasta que Leland Stanford ideó un sencillo experimento: este consistía en un método que fotografiaba al caballo en las diferentes etapas de su galope y que proporcionaría una vista completa de todo el trayecto recorrido, para lo cual Stanford encargó a Eadweard Muybridge que tratara de captar con su cámara el movimiento de su caballo de carreras Occident. Sin mucha confianza en el resultado, Muybridge se prestó a fotografiar a Occident trotando a unos 35 km/h en el hipódromo de Sacramento. Pidió a los vecinos de la zona que le prestaran muchas sábanas de color blanco y las colgó en torno a la pista a manera de fondo, sobre el que destacara la figura del caballo. En mayo de 1872, Muybridge fotografió al caballo Occident, pero sin lograr un resultado, porque el proceso del colodión húmedo exigía varios segundos para obtener un buen resultado.
    Muybridge desistió durante un tiempo de estos experimentos. Más adelante realizó un extenso viaje por América Central y América del Sur, donde fotografió las construcciones de las líneas ferroviarias. Al volver, reemprendió su trabajo sobre la fotografía de acción, y en abril de 1873 logró producir mejores negativos, en los que fue posible reconocer la silueta de un caballo. Esta serie de fotografías aclaraba el misterio (le daba la razón a Stanford), pues mostraba las cuatro patas del caballo por encima del suelo, todas en el mismo instante de tiempo.
    No trató de tomar las fotografías con una exposición correcta, pues sabía que la silueta era suficiente para poder definir la cuestión. Sus primeros intentos habían fallado porque el obturador manual era demasiado lento como para lograr un tiempo de exposición tan breve como precisaba. Así pues, inventó un obturador mecánico, consistente en dos pares de hojas de madera que se deslizaban verticalmente por las ranuras de un marco y dejaban al descubierto una abertura de 20 centímetros, por la que pasaba la luz. Con este sistema se lograba un tiempo de exposición record de 1/500 de segundo.
    Stanford, impresionado con el resultado del experimento, que se conocería más tarde con el título El caballo en movimiento, encargó la búsqueda de un estudio fotográfico para poder captar todas las fases sucesivas del movimiento de un caballo. Los experimentos se reanudaron en el reformado rancho de Stanford durante el verano de 1878. Aunque con una exposición ligeramente insuficiente (debido a las ya mecionadas dificultades técnicas de la época), la serie resultante de fotografías mostraba claramente todos los movimientos de una yegua de carreras de Kentucky llamada Sally Gardner. Muybridge pintó los negativos para que sólo se viera la silueta de la yegua, cuyas patas adoptaban posiciones inconcebibles. El resultado fue una secuencia de 12 fotografías que se realizó aproximadamente en medio segundo.
    Un abrazo para todos

    Responder
  3. 3
    Fernanda Yrigoyen
    el 27 de junio del 2011 a las 18:28

    Hola chicos y chicas!, disculpen mi enorme ignorancia en materia de física, pero tengo un duda respecto al tema que en este apartado se está tratando, respecto al salto cuántico, tiene algo que ver con lo de atravesar un agujero de gusano desapareciendo de un lugar y apareciendo en otro distinto del Universo?, o es otro fenómeno que nada tiene que ver el uno con el otro?.

    Gracias de antemano y sepan disculpar si mi duda es simplemente una confusión de una simple aficionada. Besos!!!

    Responder
    • 3.1
      emilio silvera
      el 28 de junio del 2011 a las 5:33

      Amiga Fernanda:
      Cuando se habla del Salto cuántico, hasta los físicos lo hacen andando de puntillas para no hacer mucho ruído, no se comprende muy bien el por qué de tal fenómeno. Sabes bien que los átomos tienen un núcleo que está rodeado de electrones en distintas órbitas, pués bien, de pronto viene un fotón energético que circula libremente por ahí y choca con el átomo, de manera tal que, uno de los electrones absorbe toda su energía y se hace así, él mismo, mucho más energético. Pero la rareza está en que, en ese mismo momento, el electrón desaparece de la órbita que ocupaba y de manera instantánea aparece en otra órbita más energética, y, lo curioso del caso viene ahora: desaparece de un sitio y aparece en el otro pero no recorre la distancia que separa ambos lugares. ¿Por dónde hizo el viaje? Nadie lo sabe.
      Tanto es así que, si miras el diccionario de Física lo que significa “Salto cuántico” sólo te dirá: “Cambio en un sistema (por ejemplo, un átomo o molécula) de un estado cuántico a otro.” La explicación refleja la enorme ignorancia que sobre el tema tenemos.
      En cuando a su similitud con el hipotético agujero de gusano, se podría decir que es algo “parecido” pero no igual, ambos funcionan bajo diferentes postulados. El Agujero de Gusano es una de las soluciones obtenidas a la ecuación de Einstein de la teoría general de la relatividad que postula también los agujeros negros, éstos se han detectado en nuestro universo pero los agujeros de gusano (todavía) no.
      Es verdad que, de existir y ajustarse a los resultados de esas ecuaciones, el agujero conectaría dos regiones distantes de un universo plano asintótico. Claro que, estas soluciones han sido consideradas en la Gravitación Cuántica (teoría que aún no existe). En la actualidad no hay evidencia experimental para que existan los agujeros de gusano, pero su existencia ha sido postulada en ésa teoría que antes nombraba para explicar por qué la constante cosmológica parece ser cero (o muy próxima a cero) y en discusiones especulativas concernientes a viajes en el tiempo.
      Algunas de estas aplicaciones de agujeros de gusano usan el “Efeto Túnel”, siendo realizado los cálculos usando técnicas de instantón. Se predice que los agujeros de gusano tienen una vida media muy corta, de ahí que el especialista en Relatividad General y Agujeros Negros Kip S. Thorne, tras un estudio profundo del tema, llegara a la conclusión de que, para mantener abiertas las bocas de entrada y salida del agujero de gusano, se necesitaría disponer de materia o energía exótica, en caso contrario, se cerraría dejando dentro a los hipotéticos viajeros.
      Y, habiéndotelo nombrado, te diré que el Efecto Túnel, es el efecto en que los electrones son capaces de atravesar un túnel a través de una barrera de potencial estrecha hacia una región que estaría prohibida si los electrones fuesen tratados como partículas clásicas. El que exista una posibilidad finita de que un electrón haga entre una región clásicamente permitida a otra surge como consecuencia de la mecánica cuántica. El efecto es usado en el dioso túnel. La desintegración alfa es un ejemplo de proceso de efecto túnel.
      ¡Sabemos tan poco! ¡Nos queda tanto por aprender!
      Un saludo amiga.

      Responder
      • 3.1.1
        Riesling
        el 28 de junio del 2011 a las 7:27

        Un saludo Emilio que ahora tomare con pinzas el efecto túnel y el salto cuántico.
         

        Responder
      • 3.1.2
        Fernanda Yrigoyen
        el 28 de junio del 2011 a las 17:37

        Hola chic@s!
        Muchas gracias Sr. Silvera por su atenta y descriptiva explicación a la duda que le había planteado, realmente me fue de gran ayuda para comprender un poquito más sobre este tema del salto cuántico, le confieso que no suelo ser muy precavida en mis preguntas y soy bastante arrojada honestamente, por lo que bien dice usted de que hay que tomar con pinzas ciertos temas por su enorme complejidad, pido disculpas por mi osada actitud al preguntar tales cosas que, apenas puedo llegar a comprender.
        Con toda honestidad debo decirle que ahora me siento en la obligación de seguir preguntándole por otras dudas que me han surgido luego de su esclarecedora respuesta, pues lo de pinzas inconscientemente lo asocio a mi pincita de depilar y, cuándo un pelillo que me anda molestando simplemente hago uso de la misma y la arranco de raíz, es que mis dudas son como esos molestos pelillos del que le hablo; sin extenderme más y disculpándome primero por mi osadía paso a relatarle mis otras dudas: qué diferencia hay entre un agujero de gusano y un agujero negro?, el primero hipotéticamente sería creado por la mano del hombre y el segundo por la naturaleza? O nuevamente estoy confundiendo diferentes cuestiones?, el efecto túnel es lo que en definitiva realizan?, y por último… entonces lo del salto cuántico significa que una partícula al saltar de una órbita a otra al incrementar su energía, lo hace gracias a que utiliza ese efecto túnel?.

        Nuevamente muchas gracias Sr. Silvera por la predisposición que me brinda al contestar mis tontas preguntas de aficionada, bss!!!!

        Responder
        • 3.1.2.1
          emilio silvera
          el 28 de junio del 2011 a las 18:20

          Amiga mía, los agujeros negros no son creados por el hombre, son el fruto de la muerte de estrellas masivas, con muchas masas solares que, al dejar de fusionar el hidrógeno en helio, y continuar con otros elementos, llega el momento en que no puede continuar y, entonces, la fuerza de la Gravedad no tiene nada que se le oponga, la estrella implosiona sobre su núcleo, es decir, es literalmente aplastada bajo su propio peso y, con la masa suficiente, se convierte en un agujero negro, el objeto más denso del Universo. Es tan denso que ni la luz escapa de allí.
          Esa ingente masa se convierte en una singularidad, como aquella de la que se cree que surgió el Universo. En ese lugar, dejan de exiwsitr el espacio y el tiempo y, su fuerza de atracción de materia es tan grande que todo lo que pase por allí será engullido y el agujero negro se hará cada vez mayor.
          Se crea una superficie de su radio crítico (el radio de Scharzschild) se denomina Horizonte de sucesos y marca la frontera dentro de la cual está atrapada toda la información. Nada se puede saber de lo que ocurre dentro del agujero negro, lo que entra no vuelve a salir.
          La fuerza de gravedad del planeta Tierra, por ejemplo, obliga a las naves que salen hacia el espacio a tener que vencer lo que se llama “velocidad de escape”, que, en este caso, es de poco más de 11 Km/segundo -cuanto más masa tiene el objeto más velocidad se necesita para escapar de su superficie-. Pues bien, escapar de un A.N. es imposible, la velocidad máxima del Universo es la de la luz (299.792.458 metros por segundo, o, -redondeando- se dice que 300 mil km/s) y, como dije antes, también es atrapada por la fuerza de gravedad del agujero. Es un monstruo que engulle todo.
          Los agujeros negros que el hombre pudiera crear en sus excperimentos (de eso se habló cuando se puso en marcha el LHC), serían microscópicos y no podrían “vivir” mucho tiempo, es decir, serían buenos sólo para estudiarlos, pero nunca causarían daño. Nuestra especie no tiene la energía necesaria para crear un agujero negro.
          Existen agujeros negros supermasivos de millones de masas solares y -casi siempre- su morada está ubicada en el corazón de las galaxias.
          El Agujero de gusano, o túnel hipotético en el espacio-tiempo, es eso, una teoría cosmológica que está incluída en el modelo estándar y que están basadas en hipótesis no comprobadas como resulta ser en el caso de los AN. Si existen esos agujeros de gusano, serían túneles donde el espacio tiempo es suave y simplemente conexo y, es posible, en ese contexto, que se unan dos regiones muy distantes del espacio-tiempo.
          En cosmología cuántica se piensa que, a escalas del orden de 10-35 metros, el espacio-tiempo tiene una estructura muy complicada y múltiplemente conexa en la que “túneles” y “asas” constituyen atajos entre puntos aparentemente distantes. En principio, agujeros de gusanos suficientemente grandes podrían permitir viajar a una parte distante del Universo mucho más rápidamente que la luz y, en algunas circunstancias, viajar en el tiempo. La existencia de los agujeros de gusano es, no obstante, muy especulativa.
          Así que, el agujero de gusano sería muy distinto del agujero negro que no tiene nada de suave y, cualquier cosa que se le acerque, sufre el efecto espagueti, es decir, sería literalmente estirado y finalmentem engullido por él.
          La partícula que salta de una órbita a otra no incrementa su energía por el efecto túnel, sino que, es el incremento de energía al absorber la energía de un fotón por un electrón (pongamos por ejemplo), la que hacfe que se produzca ese efecto túnel.
          En cuanto a tus preguntas no observo osadía por parte alguna, el que quiere saber pregunta y, desde luego, el símil que has puesto de la pinza arrancando los pelillos sueltos, se acerca bastante bien a lo que se siente en ambos casos, el de ver ese pelillo que no queremos y hasta que no es arrancado no estamos tranquilos y, la curiosidad que nos pica y nos insta a preguntar por ese algo que la despertó.
          Podría extenderme mucho más pero, no creo que sea conveniente enredar demasiado. Ha sido un placer poder contestar de manera sencilla a tus preguntas.
          Hasta la próxima amiga.

        • 3.1.2.2
          Fernanda Yrigoyen
          el 28 de junio del 2011 a las 19:19

          Mucha muchas gracias Sr. Silvera, me aclaró muchísimo todo el tema, creo que ahora lo entiendo un poquito mejor, lo del símil de la pincita de depilar con mis dudas, es justamente como me siento al preguntar algo que no entiendo y que luego me da pie a que pregunte otras cosas que nacen al ser contestada la anterior duda.
          Por lo cual voy a abusar nuevamente de su amable disposición que le brinda a una chica que le anda molestando algunos pelillos, además de estar en uno de esos días en que mi visita Andrés(El que viene una vez por mes)y me pone algo inquieta y molesta, le pido miles de disculpas por ello ante todo; hago otro símil para describir mi nueva duda que la realizo de esta manera para poder comprender sencillamente cómo funciona el mundo de lo microscópico, lo del átomo lo asocio por alguna que otra semejanza al sistema solar, en dónde el centro del átomo sería el Sol y los distintos planetas en diferentes orbitas son los electrones. Si esta suposición que hago fuera real, en dónde nuestro planeta fuera un simple electrón que al absorber la energía del fotón  incrementa su energía para crear un salto cuántico a otra orbita más energética por el efecto túnel… sería como efectuar un viaje a través de un agujero negro creado por el hombre hacía otra dimensión/universo en dónde el sistema solar sería más energético tal vez?.

          Un gran abrazo para usted y muchos bss para todos! Me encanta este blog!!

  4. 4
    emilio silvera
    el 28 de junio del 2011 a las 10:21

    Hola, amigo Reisling, desde luego, es para tomarlo con cierta prevención, ya que, al no saber exactamente cómo suceden esos fenómenos, mejor será que sigamos observando, investigando, y, procurando saber que es de lo que se trata.
    No pocas veces nos permitimos hablar de cosas que, en realidad, no comprendemos bien, y, sólo tenemos algunos datos parciales de lo que podría ser. Ya sabes, amigo mío que, somos osados hasta la exageración, y, muchas veces, precisamente por eso, llegamos a descubrir…cosas.
    Bueno, aprovecho para enviarte un saludo cordial.

    Responder
  5. 5
    emilio silvera
    el 29 de junio del 2011 a las 7:27

    Amiga Fernanda:
    Está claro que cada vez que aprendemos algo, cada nuevo conocimiento que adquirimos, es como una llave que nos abre una puerta que da acceso a un nuevo lugar pero, al entrar en ese nuevo recinto, nos encontramos con otras puertas cerradas de las que no tenemos la llave para entrar. Me explico: adquirimos un nuevo saber y nos da la posibilidad de poder preguntar cosas nuevas, antes, cuando no teníamos aquel saber, no podíamos ni plantear la nueva pregunta, ya que, para hacerla teníamos que saber aquello otro.
    Los conocimientos se van adquiriendo muy poquito a poco y cada uno de ellos es una llave que nos deja entrar a un nuevo espacio en el que encontramos nuevas cosas desconocidas que debemos desvelar. De esa manera la Humanidad ha ido avanzando por este mundo nuestro, y, así seguirá (esperémos que mucho tiempo más) camino del futuro.
    Me hablas de la parte más pequeña de un elemento que puede existir, el átomo. Los átomos, son en sí mismo como un pequeño universo, son complejos y dentro de ellos hay muchas cosas. De manera sencilla te diré que tiene un núcleo que es, en realidad, la parte densa, la materia, la que supone el 99,99% del átomo y, dentro de ese pequeñísimo núcleo ocurren muchas cosas complejas.
    El núcleo está formado por los nucleones, es decir, protones y neutrones que, a su vez, están formados por los Quarks. Un protón está construído por dos quarks up y un quark down, mientras que los neutrones se componen de dos quarks down y un quark up. Los quarks están confinados dentro de los protones y neutrones por la fuerza nuclear fuerte (la más potente de todas las fuerzas de la Naturaleza) y, 8 Gluones -la partícula mediadora de esa fuerza- forma una especie de pegamento que les impide separarse. Tanto es así que, si los quarks tratan de hacerlo, la fuerza aumenta y se lo impide (confinamiento de los quarks) y, cuando los quarks están más juntos, se mueven con cierta holgura (libertad asintótica de los quarks).
    Los neutrones como su mismo nombre indica, no tienen carga, son neutros. Los protones tienen carga positiva. Ahora tenemos a los electrones que rodean a ese núcleo y dan vueltas a su alrededor formando las capas electrónicas de espacios vacíos desde el núcleo hasta la capa más exterior del átomo. Los electrones tienen cargas negativas que son similares a las del protón y, como el número de protones y electrones es el mismo en cada átomo, esto equilibra las fuerzas positivas y negativas dando estabilidad al átomo que se junta con otros para formar moléculas que, a su vez, se unen para formar objetos y, de esa manera están formadas todas las cosas que podemos ver desde las montañas y las estrellas hasta las galaxias.
    Así que, todo lo grande está hecho de cositas muy pequeñas, los átomos que, como decía al principio son las partes más pequeñas que pueden existir de un elemento cualquiera sea Oxígeno, plata o uranio.
    Los átomos son muchas más cosas y podríamos estar hablando de ello mucho rato. El que postuló un esquema del átomo como si de un pequeño sistema planetario se tratara fue Bohr, un físico danés, el que postuló esa teoría que implica otros parámetros complejos que no son al caso tocar aquí.
    Los electrones son unas pequeñas maravillas en sí mismos, sus propiedades y cometidos hacen que nuestro mundo sea tal como lo conocemos. Simplemente conque la carga negativa del electrón (1, 602 177 33 (49) x 10-19 culombios) fuese una diez millonésima mayor o menor, el átomo no podría ser estable al no poderse igualar las fuerzas entre las cargas positivas del protón y las negativas del electrón, y, siendo así, sin átomos…nada podría haberse conformado, es decir, ni mundos, estrellas o galaxias…tampoco nosotros.
    Por eso precisqamente decimos que la carga del electrón es una constante universal, como la velocidad de la luz, c, o la constante gravitacional.
    La Física, amiga Fernanda, cuando te vas introduciendo en ella y vas comprendiendo las maravillas que puede hacer la Naturaleza, te deja entrar en un “universo” nuevo, desconocido y maravilloso que te deja “comprender” cómo están hechos los mundos o por que tienen que morir las estrellas para que sea posible el nacimiento de estrellas nuevas. Por cierto que, con las estrellas, a nivel macroscópico, ocurre algo similar a lo que pasa en el átomo, también son dos fuerzas contrapuestas las que le dan la estabilidad a la estrella para que la podamos ver brillando en el cielo: Por una parte la fusión nuclear que hace (para que lo entiendas) que la estrella se inflame -como cuando hierve la leche puesta al fuego- y, por otra parte, la Gravedad que trata de aplastar la masa de la estrella, de contraerla. Así, una que tiende a expandirse y la otra a contraerse se oponen la una a la otra hasta que la estrella queda estable.
    Como sabrás, los protones y neutrones son de la familia de los Hadrones que con otras partículas más, conforman una parte de esa familia: Los Bariones. Y, por otra parte, la otra rama familiar hadrónica, está formada por los Mesones. Estas no son partículas elementales, ya que, a su vez, están conformadas por otras, los quarks.
    Los electrones pertenecen a la familia de los Leptones, y, tienen otros miembros como los muones o la partícula tau. Todas, las tres, son exactas al electrón, sólo se diferencian en que son mucho más masivas que aquel. Todas ellas están asociadas a un positrón: electrónico, muónico y tauónico. la antipartícula del electrón, como sabes es el positrón postulado por Dirac.
    Bueno, se me hace tarde y el trabajo es sagrado, ¿qué haría un hombre sin trabajo? deprimirse sería una respuesta adecuada. Así que, la hora de la diversión ha finalizado aquí y solo me queda decirte que “charlar” contigo resulta divertido y hace recordar cosas olvidadas.
    Un cordial saludo.
     

    Responder
  6. 6
    Bradley Felipe Martinez
    el 28 de junio del 2012 a las 9:35

    hola!
     Me fascina conocer de las ciencias tanto de fisica como quimica. Espero que contesten mis dudas y preguntas, sere muy breve para que seamos mas eficientes en cuanto al tiempo de saber una informacion deseada. Asi como cuando una persona escribe lo que quiera en Google y le aparece la informacion que desea en segundos. Bueno, a mi parecer me he puesto la regla de aprender mas de lo chiquito que de lo grandisimo, hablo con un diminutivo y un superlativo ya que en el Universo deberia de existir lo absoluto como la persona mas alta y el bebe mas pequeno en el universo. Entonces, de acuerdo a lo establecido anteriormente me estoy refiriendo a memorizarme muy bien la familia de los elementos mas pequenos de la materia para poder llegar a un futuro mas cercano con algo en el avanze cuantico y asi poder descifrar como nos ha ayudado la fisica quantica en la tecnologia. Espero que en un futuro no muy lejano podramos esclarecer preguntas y dudas de nuestro entorno, tanto de consecuencias que occurren en nuestro mundo como en el universo.

    Gracias! ~Don Emilio Silvera 

    Responder
    • 6.1
      emilio silvera
      el 28 de junio del 2012 a las 11:57

      ¡Hola, amigos!
      Sí, es emocionante descifrar los secretos de la Naturaleza y, sin importar si es lo grande o lo pequeño, todo está lleno de enigmas que nos fascina resolver para poder saber, cómo funciona el mundo que nos rodea, la Naturaleza que, teniendo todas las respuestas, se resiste a darnóslas todas juntas y, nos raciona (creo que en nuestro propio bien) lo que debemos conocer en cada momento.
      Tenemos muchos ejemplos de que, cuando hemos conseguido desvelar importantes secretos, de seguida, nos creemos Dios, y, queremos hacer aquello que nos está vedado por las leyes (¿O, acaso censira?) del Universo. No todo puede ser posible y, si queremos avanzar más que la Narturaleza misma…los esquemas se rompen y, ¿quién sabe lo que podría ocurrir?
      Es cierto que hemos llegado a concoer algunas cosas sobre la materia y las fuerzas que con ella interacionan. Sin embargo, esos conocimientos son sólo parciales y nos queda mucho camino por recorrer, así que, sigamos andando ese camino, sin prisas y racionalizando los esfuerzos (consigue más el corredor que marcha uniforme a 15 km/h que aquel que, recorre 40 en ese primer momento y, a continuación cae extenuado), todos los conocimientos en física, Astronomía y en otras disciplinas del saber humano, se consiguen de manera parcial, desvelar muchos secretos pequeños para, más tarde unirlos y saber sobre el todo.
      Además, nadie lo sabrá nunca, todo sobre todo. Nuestros conocimientos son limitados, nuestra ignorancia es…¡Infinita!
      Un abrazo.

      Responder
  7. 7
    Emilio Silvera
    el 27 de febrero del 2013 a las 6:34

    Finalmente, tendremos que reconocer que la Física Cuántica, nos enseña también nuestro mundo, esa parte que no podemos ver con el ojo desnudo pero que, es una parte del Universo y, de nosotros mismos. Por muy extraño que parezca ese “mundo” de lo infinitesimal, es parte de nosotros que, como los mundos, las estrellas y las galaxias… ¡También estamos hechos de átomos!

    ¡La Física! Es apasionante.

    Saludos amigos.

    Responder
  8. 8
    rogelio hernandez huerta
    el 25 de septiembre del 2014 a las 0:00

    Como me puede explicar lo siguiente:
    Los caballos producen energía, su calor corporal es de 37.5 y 37.8 °C, su andar es asimétrico y en “equinoterapia” se habla de que gracias al golpeteo de sus cascos en el piso estos producen micro-vibraciones que llegan a su columna vertebral en ondas cuánticas. 
    Gracias por su comentario 

    Responder
    • 8.1
      emilio silvera
      el 25 de septiembre del 2014 a las 6:47

      ¡Hokla, Regelio Hernández Huerta!
      Me has hecho reir a primeras horas del día con tu comentario que, no deja de tener su gracia. Claro que eso tiene tanto que ver con el trabajo arriba expuesto como, si a tu pregunta, yo contestara:
       
       
      Camello, mamífero artiodáctilo (con número par de dedos), rumiante, originario de las Regiones Desérticas de Asia y África del Norte. Hay dos variedades de camello: el dromedario, también llamado camello de Arabia y que tiene una sola Joroba, y El Camello bactriano, con dos Jorobas. Las características jibas del camello almacenan grasa y tejido fibroso y Constituyen una reserva alimentaria para el animal en época de ESCASEZ. Es un animal adaptado perfectamente a su hábitat Puede sobrevivir sin beber agua Durante varios días. El dromedario Suele medir 2 ma la altura de la cruz y la jiba se Eleva unos 30 cm sobre la espalda. El Camello bactriano tiene las patas más cortas y un tronco más robusto que el dromedario y mide Alrededor de 1,5 m de altura en la cruz. Ambos tipos han sido Domesticados desde tiempos antiguos.
      Un saludo cordial.

      Responder
  9. 9
    Apodemus
    el 25 de octubre del 2019 a las 19:32

    Buenas noches Emilio
    No soy experto en Física, y menos aún en Física cuántica. Pero sé un poco más de Biología. De siempre he tenido claro que en la Fotosíntesis, la llegada de un fotón a la clorofila provoca el que un electrón cambie de nivel energético y pase a uno superior, para posteriormente, y gracias a una serie de transportadores de electrones vuelva a bajar de nivel energético y ceda la energía que poseía el fotón para ser utilizada en la formación de una molécula energética, que es el ATP. Este ATP será utilizado en la fase oscura de la fotosíntesis para la biosíntesis de moléculas orgánicas.
    Pero, lo que he leido en el punto 3 de este apartado, es que desde un punto de vista cuántico, el electrón ni viaja a un nivel superior, ni vuelve a un nivel energético inferior, sino que desaparece de un nivel para aparecer en otro. siguiendo un camino desconocido. ¿Es esto así? Porque si es así, reconozco que para mi es una forma nueva de entender el proceso de la Fotosíntesis.
    Gracias

    Responder
    • 9.1
      emilio silvera
      el 26 de octubre del 2019 a las 6:41

      ¡Hola, Apodemus!

      Si tengo que ser sincero…. ¿Quién sabe la respuesta? Cuando nos adentramos en el campo de la mecánica cuántica, las cosas son y no son, y, dependiendo de algún que otro factor se pueden obtener resultados diferentes del mismo suceso. No sería la primera vez que una Teoría que se creía bien asentada ha tenido que ser refinada cuando aparatos más modernos posibilitaron hacer experimentos más precisos. Nosotros construimos modelos que pueden estar vigentes muchos años, y, un buen día, surge una nueva idea que al ser comprobada experimentalmente echa abajo todo aquel edificio.

      Del tema que tratamos hace unos días pude leer:

      “Cuando se creó la mecánica cuántica, hará un siglo, como teoría para entender el mundo a escala atómica, uno de sus conceptos clave era tan radical, tan audaz y tan contrario a la intuición que dio lugar a una expresión popular, por lo menos en inglés: «salto cuántico». Los puristas podrían objetar que la costumbre de aplicar estas palabras a un gran cambio no se compadece con lo pequeños que son de ordinario los saltos entre dos estados cuánticos, precisamente la razón de que no se cayese en la cuenta de su existencia antes. Pero lo que importa es que son súbitos. Tanto, que muchos de los pioneros de la mecánica cuántica supusieron que eran instantáneos.
      Un nuevo experimento muestra que no lo son. Con una especie de película a alta velocidad de un salto cuántico, ha revelado que el proceso es tan gradual como el derretirse de un muñeco de nieve al sol. «Si podemos medir un salto cuántico deprisa y con suficiente eficiencia», dice Michel Devoret, de la Universidad Yale, «es que se trata de un proceso en realidad continuo». El estudio, dirigido por Zlatko Minev, estudiante de doctorado del laboratorio de Devoret,  se publicó hace unos días en Nature. Los colegas están emocionados. «Es un experimento verdaderamente fantástico», dice el físico William Oliver, del Instituto de Tecnología de Massachusetts, que no participó en el trabajo. «Verdaderamente asombroso».


      Misterios de la física cuánticaMÁS INFORMACIÓN

      Paro aún hay más. Con su sistema de seguimiento a alta velocidad pudieron divisar el momento en que un salto cuántico estaba a punto de producirse, «pillarlo» a medio camino e invertirlo para devolver el sistema al estado donde empezó. De esta forma, lo que a los pioneros les parecía una aleatoriedad inevitable en el mundo físico parece ahora susceptible de ser controlado. Podemos hacernos cargo del cuanto.
      Demasiado aleatorio
      La brusquedad de los saltos cuánticos era un pilar central de la forma en que la teoría cuántica fue formulada por Niels Bohr, Werner Heisenberg y otros a mediados de los años veinte, la interpretación de Copenhague, como ahora se suele llamar a esa manera de entenderla. Bohr ya había sostenido antes que los estados de energía de los electrones en los átomos estaban «cuantizados»: solo tenían disponibles ciertas energías; las intermedias estaban prohibidas. Propuso que los electrones cambiaban de energía al absorber o emitir partículas cuánticas de luz (los fotones) cuyas energías coincidían con la diferencia entre los estados permitidos a los electrones. Esto explicaba por qué los átomos y las moléculas absorben y emiten longitudes de onda de la luz muy características: por qué, digamos, muchas sales de cobre son azules y las lámparas de sodio, amarillas.
      Bohr y Heisenberg empezaron a elaborar una teoría matemática de estos fenómenos cuánticos en los años veinte. La mecánica cuántica de Heisenberg enumeraba todos los estados cuánticos permitidos y aceptaba implícitamente que los saltos entre ellos eran instantáneos (discontinuos, como diría un matemático). «La idea de unos saltos cuánticos instantáneos… se convirtió en una noción fundacional de la interpretación de Copenhague», ha escrito la historiadora de la ciencia Mara Beller.

      VER MÁS
      La discusión no se limitaba a la incomodidad de Schrödinger con el cambio súbito. El problema de los saltos cuánticos estribaba también en que se dijese que ocurrían en momentos distribuidos al azar, sin que hubiese nada que dijera por qué ocurrían en esos momentos concretos. Se trataba, pues, de un efecto sin causa, un ejemplo de aparente aleatoriedad inserto en el corazón de la naturaleza. Schrödinger y su buen amigo Albert Einstein no aceptaban que la suerte y la impredecibilidad reinasen en el nivel más fundamental de la naturaleza. Según el físico alemán Max Born, la controversia entera no consistía «tanto en un asunto interno de la física como en el de su relación con la filosofía y el conocimiento humano en general». En otras palabras, es mucho lo que depende de la realidad (o no realidad) de los saltos cuánticos.”

      En estos temas siempre  ha sido arriesgado dar una opinión categórica y absoluta que, puede ser modificada con el paso del tiempo y el descubrimiento de nuevos datos.

      Un cordial saludo

      Responder
      • 9.1.1
        Apodemus
        el 29 de octubre del 2019 a las 12:28

        Gracias por tu respuesta, Emilio. Por lo que leo, y según el nuevo experimento dirigido por Zlatko Minev, el salto cuántico no es instantáneo, y si se mide con la suficiente velocidad, se comprueba que es gradual e incluso reversible.
        Por tanto deduzco que cuando un fotón incide en la molécula de clorofila, un electrón es bombeado a un nivel energético superior, recorriendo la distancia entre esos dos orbitales, y gracias a la energía aportada por el fotón, que es la interpretación clásica que se hace de la Fotosíntesis.
        Por otro lado ese salto cuántico no tendrá lugar sin la energía aportada por el fotón, por lo que no se produce al azar y sin causa, antes bien, la causa está muy clara: la llegada del fotón a la clorofila.
        Tenían razón por tanto Schrödinger y Einstein.
        Cordiales saludos

        Responder
  10. 10
    nelson
    el 26 de octubre del 2019 a las 3:19

    Hola muchachada.

    No tengo idea cómo puede ser eso del “salto cuántico”. Siento la misma sensación contraintuitiva que siempre me produce mirar la “cuna de Newton” en funcionamiento. Y eso que entiendo (entendemos) perfectamente lo que ocurre, pero no deja de producirme una cierta extrañeza. Hay cosas que “violan” nuestro “sentido común” y seguramente ésta será una de ellas, incluso luego de que lleguemos a comprender su lógica.
    https://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/e/e8/Newtons_cradle_animation_book.gif

    Saludos cordiales.

    Responder

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