Abr
19
La Inmensidad del Universo y, la “pequeñez” de los seres…
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo y la Química de la Vida ~ Comments (6)
En nuestro sistema solar la vida se desarrolló por primera vez sorprendentemente pronto tras la formación de un entorno terrestre hospitalario. Hay algo inusual en esto. Según todos los datos de los que podemos disponer la edad de la Tierra data de hace unos 4.500 millones de años, y, los primeros signos de vida que han podido ser localizados fosilizados en rocas antiguas, tienen unos 3.800 millones de años, es decir, cuando la Tierra era muy joven ya apareció en ella la vida.
Fósiles de más de 3.850 millones de años hallados en las rocas más antiguas del planeta
El secreto reside en el tiempo biológico necesario para desarrollar la vida y el tiempo necesario para desarrollar estrellas de segunda generación y siguientes que en novas y supernovas cristalicen los materiales complejos necesarios para la vida, tales como el Hidrógeno, Nitrógeno, Oxígeno, CARBONO, etc.
Parece que la similitud en los “tiempos” no es una simple coincidencia. El argumento, en su forma más simple, lo introdujo Brandon Carter y lo desarrolló John D. Barrow por un lado y por Frank Tipler por otro. Al menos, en el primer sistema Solar habitado observado ¡el nuestro!, parece que sí hay alguna relación entre t(bio) y t(estrella) que son aproximadamente iguales el t(bio) –tiempo biológico para la aparición de la vida- algo más extenso.
La evolución de una atmósfera planetaria que sustente la vida requiere una fase inicial durante la cual el oxígeno es liberado por la fotodisociación de vapor de agua. En la Tierra esto necesitó 2.400 millones de años y llevó el oxígeno atmosférico a aproximadamente una milésima de su valor actual. Cabría esperar que la longitud de esta fase fuera inversamente proporcional a la intensidad de la radiación en el intervalo de longitudes de onda del orden de 1000-2000 ángstroms, donde están los niveles moleculares clave para la absorción de agua.
La imagen del cielo de Canarias nos puede servir para mostrar una atmósfera acogedora para la vida
Este simple modelo indica la ruta que vincula las escalas del tiempo bioquímico de evolución de la vida y la del tiempo astrofísico que determina el tiempo requerido para crear un ambiente sustentado por una estrella estable que consume hidrógeno en la secuencia principal y envía luz y calor a los planetas del Sistema Solar que ella misma forma como objeto principal.
A muchos les cuesta trabajo admitir la presencia de vida en el Universo como algo natural y corriente, ellos abogan por la inevitabilidad de un Universo grande y frío en el que, es difícil la aparición de la vida, y, en el supuesto de que ésta aparezca, será muy parecida a la nuestra.
Es cierto que la realidad puede ser mucho más imaginativa de lo que nosotros podamos imaginar. ¿Habrá mundos con formas de vida basadas en el Silicio? Aunque me cuesta creerlo, también me cuesta negarlo toda vez que, la Naturaleza nos ha demostrado, muchas veces ya, que puede realizar cosas que a nosotros, nos parecen imposibles y, sin embargo, ahí está el salto cuántico… Por ejemplo.
Los biólogos, por ejemplo, parecen admitir sin problemas la posibilidad de otras formas de vida, pero no están tan seguros de que sea probable que se desarrollen espontáneamente, sin un empujón de formas de vida basadas en el carbono. La mayoría de los estimaciones de la probabilidad de que haya inteligencias extraterrestres en el Universo se centran en formas de vida similares a nosotras que habiten en planetas parecidos a la Tierra y necesiten agua y oxígeno o similar con una atmósfera gaseosa y las demás condiciones de la distancia entre el planeta y su estrella, la radiación recibida, etc. En este punto, parece lógico recordar que antes de 1.957 se descubrió la coincidencia entre los valores de las constantes de la Naturaleza que tienen importantes consecuencias para la posible existencia de carbono y oxígeno, y con ello para la vida en el Universo.
Hay una coincidencia o curiosidad adicional que existe entre el tiempo de evolución biológico y la astronomía. Puesto que no es sorprendente que las edades de las estrellas típicas sean similares a la edad actual del Universo, hay también una aparente coincidencia entre la edad del Universo y el tiempo que ha necesitado para desarrollar formas de vida como nosotros.
Para nosotros ha pasado mucho tiempo, y, sin embargo, para el Universo ha sido solo un instante
Si miramos retrospectivamente cuánto tiempo han estado en escena nuestros ancestros inteligentes (Homo sapiens) vemos que han sido sólo unos doscientos mil años, mucho menos que la edad del Universo, trece mil millones de años, o sea, menos de dos centésimos de la Historia del Universo. Pero si nuestros descendientes se prolongan en el futuro indefinidamente, la situación dará la vuelta y cuando se precise el tiempo que llevamos en el Universo, se hablará de miles de millones de años.
Brandon Carter y Richard Gott han argumentado que esto parece hacernos bastante especiales comparados con observadores en el futuro muy lejano.
Podríamos imaginar fácilmente números diferentes para las constantes de la Naturaleza de forma tal que los mundos también serían distintos al planeta Tierra y, la vida no sería posible en ellos. Aumentemos la constante de estructura fina más grande y no podrá haber átomos, hagamos la intensidad de la gravedad mayor y las estrellas agotarán su combustible muy rápidamente, reduzcamos la intensidad de las fuerzas nucleares y no podrá haber bioquímica, y así sucesivamente.
Hay cambios infinitesimales que seguramente podrían ser soportados sin notar cambios perceptibles, como por ejemplo en la vigésima cifra decimal de la constante de estructura fina. Si el cambio se produjera en la segunda cifra decimal, los cambios serían muy importantes. Las propiedades de los átomos se alteran y procesos complicados como el plegamiento de las proteínas o la replicación del ADN PUEDEN VERSE AFECTADOS DE MANERA ADVERSA. Sin embargo, para la complejidad química pueden abrirse nuevas posibilidades. Es difícil evaluar las consecuencias de estos cambios, pero está claro que, si los cambios consiguen cierta importancia, los núcleos dejarían de existir, n se formarían células y la vida se ausentaría del planeta, siendo imposible alguna forma de vida.
Las constantes de la naturaleza ¡son intocables!
Ahora sabemos que el Universo tiene que tener miles de millones de años para que haya transcurrido el tiempo necesario par que los ladrillos de la vida sean fabricados en las estrellas y, la gravitación nos dice que la edad del Universo esta directamente ligada con otros propiedades como la densidad, temperatura, y el brillo del cielo.
Puesto que el Universo debe expandirse durante miles de millones de años, debe llegar a tener una extensión visible de miles de millones de años luz. Puesto que su temperatura y densidad disminuyen a medida que se expande, necesariamente se hace frío y disperso. Como hemos visto, la densidad del Universo es hoy de poco más que 1 átomo por M3 de espacio. Traducida en una medida de las distancias medias entre estrellas o galaxias, esta densidad tan baja muestra por qué no es sorprendente que otros sistemas estelares estén tan alejados y sea difícil el contacto con extraterrestres. Si existe en el Universo otras formas de vía avanzada, entonces, como nosotros, habrán evolucionado sin ser perturbadas por otros seres de otros mundos hasta alcanzar una fase tecnológica avanzada, entonces, como nosotros, habrán evolucionado sin ser perturbadas por otros seres de otros mundos hasta alcanzar una fase tecnológica avanzada.
La expansión del Universo es precisamente la que ha hecho posible que el alejamiento entre estrellas con sus enormes fuentes de radiación, no incidieran en las células orgánicas que más tarde evolucionarían hasta llegar a nosotras, diez mil millones de años de alejamiento continuado y el enfriamiento que acompaña a dicha expansión, permitieron que, con la temperatura ideal y una radiación baja los seres vivos continuaran su andadura en este planeta minúsculo, situado en la periferia de la galaxia que comparado al conjunto de esta, es solo una cuota de polvo donde unos insignificantes seres laboriosos, curiosos y osados, son conscientes de estar allí y están pretendiendo determinar las leyes, no ya de su mundo o de su galaxia, sino que su osadía ilimitada les lleva a pretender conocer el destino de todo el Universo.
En el contexto temporal del Universo, podemos ser insignificantes. Sin embargo, en nuestro ámbito natural, en el recorrido de nuestras vidas, podemos ser importantes para muchos.
Cuando a solas pienso en todo esto, la verdad es que no me siento nada insignificante y nada humilde ante la inmensidad del Cosmos. soy muy consciente de que, aunque una parte infinitesimal, ¡soy una parte de él! Las estrellas pueden ser enormes y juntas, formar inmensas galaxias… pero no pueden pensar ni amar; no tienen curiosidad ni en ellas está el poder de ahondar en el porqué de las cosas, nosotros si podemos hacer todo eso y más. De todas las maneras, nsootros somos una parte esencial del universo: La que siente y observa, la que genera ideas y llega a ser consciente de que es, ¡la parte del universo que trata de comprender!
emilio silvera
el 19 de noviembre del 2016 a las 11:22
¿Por qué nuestro sistema solar y nuesra Tierra serían un excepción para la vida en el inmenso Universo?
Como en la Nabaja de Occam, o un supuesto por el estilo, será algo así como que todo lo que puede ocurrir ocurrirá.
Pero este ocurrir no podría ser idéntico para la vida en cualquier lugar del Universo en que sea posible, pues al menos en éste que nos toca, la evolución y transformación sui generis no permiten la identidad, sino solo una aproximación. A saber como serán las criaturas que medren por ahí, a lo largo y ancho del Cosmos.
¿Esto sería posible en otros universos, de distintas procedencias? A lo mejor sí, pero solo como una probabilidad, una lotería.
el 20 de noviembre del 2016 a las 7:48
Amigo Fandila, las probabilidades de las que hablas son muchas, y, en este caso concreto de la vida en otros mundos, el Azar, puede tener muchas bazas para que esa “lotería” toque con más frecuencia de lo que muchos puedan pensar, y, desde luego, las formas de vida que puedan salir de esos otros lugares, de esos mundos, son impredecibles en sus formas y maneras. Sólo nos tenemos que fijar en lo que hay aquí, en nuestra propia “casa”, la inmensa variedad de criaturas de todo tipo y de diferente metabolismo que viven en nuestro planeta en lugares en los que nadie podría pensar que, la vida, podría estar presente.
Por otra parte, una cosa que no debemos perder de vista es que las leyes del Universo y las constantes universales son las mismas en todas partes, en cualquier región del Cosmos, las fuerzas fundamentales serán las mismas, la mecánica cuántica “allí” será la misma que “aquí”, la materia también se comportará de la misma manera en todas las regiones del Espacio Interestelar, y, como ya sabemos, estrellas como el Sol las hay a decenas de miles de millones con “mundos” que se acercan mucho al nuestro, con lo cual, como todo ha salido del mismo lugar o parecidos (explosiones Supernovas que regaron el Espacio de materiales que, ayudados por la Gravedad y el Electromagnetismo, crean una química que, evoluciona hasta estadios mayores a los que podríamos llamar bio-químicos). En esos estadios bio-químicos y en las adecuadas condiciones planetarias de presencia de agua, radiación, atmósfera,,, etc., se forman los protoplasmas vivos (esas “sopas primordiales”) de los que surgen las células replicantes que dan lugar al comienzo de la aventura de la vida que, se habrá repetido miles o millones de veces por todo el Universo.
Creo que sólo falta que avancemos algo más, que sepamos hallar la manera de llegar a lugares lejanos, que salgamos de esta actual y atrasada situación de desconocimiento tecnológico y que soltemos la mucha ignorancia que llevamos sobre nosotros, y, cuando todo eso suceda, dentro de algunos milenios (espero), entonces sí, podremos comprobar que la Vida, es cosa corriente en nuestro Universo, de que no somos una especie privilegiada, de que existen muchas más inteligencias dispersas por las galaxias en múltiples mundos que, de poder visitarlos, nos llenarían de asombro.
Por otra parte (aunque no niego que puede existir alguna otra clase de vida), creo que, en todo nuestro universo, la que podamos encontrar, estará basada, como la de la Tierra, en el Carbono.
Un cordial saludo.
el 25 de noviembre del 2016 a las 12:33
Es muy cierto lo que dices, pero si aquí dentro del fenómeno vida la variedad de especies es y ha sido tan variada y diversa, también ocurrirá, y con más motivo, por todo el Universo.
La variedades o formas de vida dentro de la misma definición podrán ser más o menos parecidas o equivalentes. Por ahora no podemos saberlo.
el 27 de noviembre del 2016 a las 11:11
¡Son tantas las cosas que no sabemos!
Y, menos mal que es así, gracias a ello mantenemos despierta nuestra curiosidad y trabaja la Imaginación que conjetura queriendo saber, e, imaginando de qué manera se conformará ésta o aquella realidad que deseamos conocer y que, la Naturaleza, celosamente esconde al considerarnos muy jóvenes para que podamos acceder a ciertos conocimientos que no sabríamos manejar. En cada Tiempo, hemos podido entrar en posesión de unos conocimientos a los que hemos podido dar un uso útil, y, se nos han resistidos esos otros conocimientos que, de tenerlos, ¿quién sabe que podríamos hacer con ellos? Así, mejor será que sigan en la sombra de nuestras Mentes y que éstas sombras, no se iluminen hasta que estémos preparados para ello. La Teoría de cuerdas podría ser un rayo de luz caido a destiempo sobre un conocimiento que, al menos por el momento, no sabemos discernir.
Como decía Hilbert, ¡sabremos! pero, en su momento.
Un cordial saludo amigo.
el 19 de noviembre del 2016 a las 13:25
En el comentario anterior, una falta salta a la vista: no es Nabaja sino Navaja
el 20 de noviembre del 2016 a las 7:33
Amigo mío, de esas tengo yo docenas, ya que, escribimos y, como los dedos atienden al pensamiento, corren y corren en sus pulsaciones y no paramos un momento para repasar, así que, la cosa es normal y se entiende perfectamente bien el “error”.
Saludos