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Pronto, 2020 será Pasado, 2.021 Presente y más allá el Futuro
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Tiempo pasa...¿O somos nosotros? ~ Comments (5)
Lo cierto es que nadie sabe, a ciencia cierta, lo que el Tiempo es. Lo quisieron explicar los mejores filósofos, también lo intentó santo Tomás de Aquino y otros sabios del pasado, sin embargo, ninguno de ellos pudo quedar satisfecho de sus propias palabras, ya que, no quedaba claro si, el tiempo era el que pasaba, o, por el contrario, éramos nosotros los que caminábamos hacia ese punto lejano al que llamamos futuro y al que nos dirigimos desde el mismo momento de nuestro nacimiento, sin poderlo alcanzar nunca.
Se nos escurre entre los dedos, no lo podemos agarrar y retenerlo, su inexorable camino sigue y, mientras eso pasa, todo cambia, nada permanece. Nosotros, los humanos nos hemos inventado la manera de “controlar” el Tiempo en unidades que nos sirven para nuestros cotidianos quehaceres: segundos, minutos, horas, días, años, siglos, milenios y millones de años nos dejan conformar parcelas de los hechos que, durante nuestras vidas se van sucediendo.
El Tiempo “nació” en el instante mismo en el que se produjo lo que llamamos Big Bang, desde entonces, agarrado a la mano del Espacio, no ha dejado de correr, siempre hacia adelante, buscando no sabemos qué y, lo único seguro es que nunca camina hacia atrás.
No lo podemos ver, no lo podemos tocar, no sabemos si estará hecho de alguna sustancia material que impregna todo el Universo, o, por el contrario (como el Alma humana), es algo inmaterial y, sin embargo, cierto. Pocas dudas nos pueden caber sobre los fenómenos que se producen a medida que el Tiempo transcurre, lo nuevo se hace viejo, las configuraciones físicas de las cosas cambian, lo que vive camina, inexorable, hacia la muerte.
Sentado en una silla con nuestro mejor amigo, podemos rememorar el Pasado e imaginar sobre el futuro, tratando de intuir lo que nos espera, lo que podrá venir en ese Tiempo por venir… Sin embargo, nada seguro de lo que podamos imaginar será de esa manera, lo impredecible nunca está presente en esas conjeturas, ya que, eso que llamamos Azar está escondido, no se deja ver y, en cualquier momento aparece y lo puede cambiar todo.
Aquí hemos hablado de las fuerzas fundamentales y de las constantes universales que rigen nuestro Universo. ¿Será una constante el Tiempo? Lo cierto es que, aunque la Relatividad nos diga y demuestre que el Tiempo no es igual para todos, lo cierto es que, en el ámbito de lo general, el Tiempo será siempre el mismo, transcurrirá siempre de la misma manera a medida que se producen los Tic Tac del Universo.
Son tantas las conjeturas e hipótesis que sobre el Tiempo se hacen que, a veces, podemos leer cosas como está:
“Aunque nos sea muy difícil hacernos cargo de ello, el tiempo no existe realmente. Todos los sabios que ha estudiado el transcurrir del tiempo convienen sin excepción en ello. Lo que marcha sin detenerse jamás es la mudanza (Movimiento) de las cosas. El movimiento existe siempre en torno nuestro, como en los movimientos de la tierra, de la luna, del mar, de los animales y en nosotros mismos también. Lo mismo en nuestro cuerpo que en nuestra inteligencia.”
Así, el Tiempo sólo sería una abstracción de la Mente, una ilusión.
Claro que, nosotros los humanos, observando todo lo que teníamos a nuestro alrededor, pensamos en la realidad de un Tiempo dinámico y nunca inamovible: Vimos el Tiempo que necesitaba una planta para crecer, un niños para hacerse mayor y terminar sus estudios, una estrella para nacer, y otra, como nuestro Sol, para convertirse en una Gigante roja primero y una enana blanca después. Todos esos suscesos tienen un Tiempo preciso para que se realicen y transformen lo que antes era en lo que pasando el Tiempo serán.
En nuestras Sociedades, para normalizar nuestras actividades, hemos creado de manera artificial unas unidades de Tiempo que están cuantizadas en segundos, horas, días… Y, por otra parte, lo hemos delimitado en apartados que nos sitúan en lo que fue (el Pasado), en lo que es (el Presente) y, en lo que será (El Futuro).
No es aconsejable vivir en el Pasado porque perdemos el Preseente.
El Presente es un Regalo como su mismo nombre indica. Hay que obtener de él todo cuanto podamos, es nuestro Tiempo dinámico, aquel en el que podemos realizar nuestros sueños y, si lo dejamos marchas se hará Pasado y habremos perdido la ocasión de plasmar en realidad todo aquello que nos propusimos.
Una cosa la tenemos clara, no podemos regresar a ese lugar que llamamos Pasado, sólo recordarlo podemos y, aprender de lo que allí pasó, aprovechar lo bueno y desechar los errores. Lo que hagamos en el Presente es lo que tendremos en el Futuro (La Causalidad) “El Presente está cargado del Pasado” y, el Futuro, estará hecho de Presente… ¡Qué responsabilidad!
De ese Futuro por venir, lo único que podemos hacer es conjeturar, seguro no hay nada
Pasado para recordar, Presente para vivirlo, y, Futuro para imaginarlo
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Como antes digo, para nuestra administración del Tiempo lo hemos colocado de varias maneras: El pasado para el Tiempo que se fue, el Presente, es el Tiempo en el que estamos, y, el Futuro, es el Tiempo que vendrá. De todo esto, lo único cierto es que, del pasado podemos recordar, y, sabemos que, el presente, es el que tenemos que cuidar, en él pasaremos el resto de nuestras vidas, ya que, el Futuro, nunca será de nosotros, el futuro será de los que vengan detrás (claro, nuestro futuro) que, para ellos, también será el Presente. ¡Nadie nunca podrá vivir en el Futuro!
Aquí, hemos hablado profusamente del Universo y de los objetos que lo pueblan. No hemos dejado nada sin comentar: Agujeros negros y Cuásares, estrellas de Neutrones y Púlsares, grandes Nebulosas moleculares y planetarias, estrellas gigantes y supermasivas, la variedad de mundos que pululan por la Galaxias y por el resto del Universo. También, hablamos sobre la inmensa posibilidad de que, en otros mundos exista la vida y de que ésta, como la nuestra, se base en el Carbono.
En el ámbito de lo ,lo pequeño, hemos hecho un gran recorrido por el Modelo Estándar de la Fñisica de partículas con sus familias (Fermiones y Bosones), y, las características de cada una de ellas que, finalmente son las que permiten configurar la materia. De la misma manera, hablamos de las fuerzas fundamentales y de las constantes universales que hacen nuestro universo como lo podemos observar y permite la presencia de la vida.
La posibilidad, aunque real… ¡Es muy remota!
Uno de los temas que hemos tocado con profusión ha sido el de la presencia de la Vida en la Tierra, y, hemos tratado de indagar en las distintas posibilidades que lo hizo posible. En primer lugar está el hecho de que nuestro planeta esté situado en la zona habitable de su estrella, el Sol, nos calienta y nos suministra la luz que necesitamos.
En un ambiente como este se pudieron formar aquellas primeras células replicantes
También tocamos la posibilidad de que, la Vida, viniera del Espacio exterior y hablamos de la Panspermia pero, nunca descartamos la idea de que, la vida, se formó en nuestro propio planeta a partir de los ingredientes químicos aquí presentes que, en presencia de agua líquida, una buena dosis de radiación solar, y otros requisitos aquí presentes, la hizo germinar.
Cuando miramos atrás contemplamos mundos de fascinante y exótica belleza que nos hablan de lo que fue. Pero también, hace ya muchos siglos que existieron grandes civilizaciones que nos indicaron el camino a seguir a los que vinimos detrás. Sin ellos, nuestro trabajo hubiera sido mucho más duro. Nos encontramos con “saberes” en arquitectura, matemáticas, astronomía, Alquimia (precursora de la Química), y, todo ello, nos lo hizo más fácil.
La naturaleza de la Mente es uno de los secretos más profundos de la Humanidad y del Universo mismo; es un enigma de proporciones gigantescas, se remonta a milenios atrás, y que se extiende desde el centro del cerebro hasta los confines del Universo. Es el secreto que provocó vértigo y produjo depresión en las Mentes más lúcidas que en el mundo han sido. Sin embargo, este amplio vacío de ignorancia, ha podido atravesar por algunos claros de luz que puede, de alguna manera, enseñarnos algunas pistas de cómo se produce allí (en el cerebro), la energía necesaria para que pueda abarcar tanto espacio desde su recinto cerrado.
Está claro que no sabemos lo que la Mente es. Sin embargo, algunas cosas sobre el cerebro sí hemos podido ir desvelando. Está formado por una red, una increíble maraña de “cables” eléctricos que serpentean a través de una gran cantidad de “sustancias” neuroquímicas. Se calcula que existen unos cien mil millones de neuronas en el cerebro humano, tantas como estrellas hay en la Galaxia, y, cada una de ellas, recibe impulsos con datos eléctricos de alrededor de mil neuronas, además de estar en contacto y en comunicación con unas cien mil neuronas.
También de manera amplia, hemos hablado aquí de los comienzos (hipotéticos) de nuestro Universo, de cómo se pudo formar, como fue evolucionando, las distintas eras por las que pasó para que, al fin, se hiciera la luz, aparecieran las familias de partículas para formar los átomos, las cuatro fuerzas fundamentales que todo lo rigen, y, de cómo se pudieron formar las primeras estrellas y galaxias y también, los mundos. Sin olvidar, la presencia de la vida.
Uno de los apartados que no hemos querido dejar por detrás ha sido, el de la Inteligencia Artificial y, qué consecuencias nos podría traer a los Humanos. Sabemos que, cuando al fin, consigamos hacer de “ellos” Seres artificiales Inteligentes, habremos creado otra raza, más poderosa que nosotros. No necesitan comer ni dormir, no tienen enfermedades, su fuerza es muy superior a la nuestra y, todo aquello que a nosotros nos está vedado, ellos lo podrán hacer sin problemas… ¡Estamos seguros de querer traerlos!
Nos hemos planteado preguntas como: ¿Habrá otros universos? Y, desde luego, nada indica que no pueda ser así. Lo mismo que existen los cúmulos de galaxias y estrellas sin fin… ¿Por qué no otros universos?
Desde aquí, desde éste humilde Blog, hemos mirado, con los ojos de nuestras Mentes hacia otros lejanos confines, visitando mundos de inimaginable belleza, descubierto civilizaciones que podrían ser, hemos estado en el corazón de las estrellas, en el centro de las singularidades, más allá del Horizonte de Sucesos de los agujeros negros, hemos presenciado explosiones de Supernovas y hemos podido ver como, en las grandes Nebulosas se formaban nuevos sistemas planetarios.
Siempre estamos y seguiremos soñando con ese contacto que, nunca sabremos si será para bien o para mal, y, sin embargo, todos lo tenemos en nuestras Mentes. Aunque las primeras sugerencias de la conexión entre vida inteligente y las propiedades del Universo en su momento actual aparecen en las relaciones adimensionales de Eddintong:
La razón de intensidad entre fuerza electromagnética y fuerza gravitatoria entre dos electrones, entre la edad del universo y el Tiempo en que la luz cruza el diámetro clásico de un electrón, entre el radio del universo observable y el tamaño de una partícula subatómica, nos da la cifra de 10 elevado a la potencia 40. Así, la presencia del hombre (sugieren estos grandes números), sólo puede ser posible en un lugar y momento determinado, cuando tales circunstancias se dan, aunque no sepamos la verdadera razón de estas relaciones.
Seguiremos hablando de la velocidad de la luz en el vacío, ese límite que impone el Universo para nuestros desplazamientos y para transmitir información, y, con esta limitación… ¿Cómo poder ir a otros mundos situados a miles y millones de años luz de nuestro pequeño mundo). Arriba vemos como la luz avanza desde la luna a la Tierra, separadas por 400.000 km., sin embargo, aunque consiguiéramos dar esa velocidad a nuestras naves (que no podremos), ¿Cuánto tardaríamos en llegar a las estrellas lejanas.
Seguiremos hablando de todo esto y de mucho más.
emilio silvera
el 31 de diciembre del 2017 a las 10:35
Es cierto que, tropezando una y mil veces, teniendo que rectificar en muchas ocasiones, al final, hemos conseguido obtener, unas conocimientos, sino suficientes, sí bastante amplios como para poder decir que, a partir de de este momento, podemos comenzar un nuevo camino que nos lleve a poder lograr otros horizontes, nuevas maneras de entender las cosas, de desvelar los secretos de la Naturaleza y, de entender el “mundo” que nos rodea, el Universo al que pertenecemos.
Esperamos que nuevas Teorías nos lleven más lejos y que dejemos atrás la cuántica y la relatividad que, durante más de cien años, han estado nutriéndonos y sirviendo de valiosas herramientas que, deben ser renovadas por otras que tengan más prestaciones y que nos permitan construir un futuro más en consonancia con lo que se avecina.
Avanzaremos en todas las disciplinas del saber humano pero, la física y la astronomía serán vitales para que, nuestra especie avance hacia ese tiempo que está por venir y que será crucial para las generaciones venideras.
Esperemos que tengamos la capacidad de saber utilizar la razón, de no dejarnos llevar por sueños peligrosos que, de hacerlos realidad, nos podría llevar a nuestra propia extinción.
¡Veremos que pasa!
el 31 de diciembre del 2017 a las 10:37
Hola Emilio,
Te deseo asi que a tu familia un feliz año 2.018.
Un saludo desde Burgos.
el 31 de diciembre del 2017 a las 10:41
¡Hola, amigo Marc !
De la misma manera es nuestro deseo para tí. Que todo salga a medida de tus deseos y, sobre todo, que la salud no te abandone nunca, podemos tener más o tener menos pero, estando sanos y saludables… ¡Todo vendrá!
Un fuerte abrazo.
el 31 de diciembre del 2017 a las 15:10
Gracias muchachos.
Igualmente para uds. y sus familias y para tod@s l@s visitantes de este excelente Blog.
Abrazo.
el 1 de enero del 2018 a las 5:35
Un fuerte abrazo, buen amigo.