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El Tiempo que transcurre inexorable
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Universo asombroso ~ Comments (17)
En la tumba de David Hilbert (1862-1943), en el cementerio de Gotinga (Alemania), dice:
“Debemos saber. Sabremos”.
Estoy totalmente de acuerdo con ello. El ser humano está dotado de un resorte interior, algo en su mente que llamamos curiosidad y que nos empuja (sin que en muchas ocasiones pensemos en el enorme esfuerzo y en el alto precio que pagamos) a buscar respuestas, a querer saber el por qué de las cosas, a saber por qué la naturaleza se comporta de una u otra manera y, sobre todo, siempre nos llamó la atención aquellos problemas que nos llevan a buscar nuestro origen en el origen mismo del universo y, como nuestra ambición de saber no tiene límites, antes de saber de dónde venimos, ya nos estamos preguntando hacia dónde vamos. Nuestra osadía no tiene barreras y, desde luego, nuestro pensamiento tampoco las tiene, gracias a lo cual, estamos en un estadio de conocimiento que a principios del siglo XXI, se podría calificar de bastante aceptable para dar el salto hacia objetivos más valiosos.
Mucho hemos avanzado desde entonces
Es mucho lo que hemos avanzado en los últimos ciento cincuenta años. El adelanto en todos los campos del saber es enorme. Las matemáticas, la física, la astronomía, la química, la biología genética, y otras muchas disciplinas científicas que, en el último siglo, han dado un cambio radical a nuestras vidas.
Sin embargo, aún no hemos logrado juntar, a esas dos teorías que son los pilares de la Física: La Cuántica y la Relatividad, parece que el “universo” de lo muy pequeño, se desentiende de ese otro que nos habla de lo muy grande, y, sin embargo, existe la paradoja de que, todo lo grande está hecho de esas “cositas” pequeñas… ¿Cómo se puede entender tal contradicción?
El crecimiento es exponencial; cuanto más sabemos más rápidamente avanzamos. Compramos ordenadores, teléfonos móviles, telescopios y microscopios electrónicos y cualesquiera otros ingenios e instrumentos que, a los pocos meses, se han quedado anticuados, otros nuevos ingenios mucho más avanzados y más pequeños y con muchas más prestaciones vienen a destituirlos.
¿Hasta dónde podremos llegar?
Con el tiempo suficiente por delante… no tenemos límite. Todo lo que la mente humana pueda idear… podrá hacerlo realidad. A excepción, claro está, de las imposibilidades físicas que, en este momento, no tenemos la capacidad intelectual para enumerar. La verdad es que nuestra especie es inmortal. Sí, lo sé, a nivel individual morimos pero…, debemos tener un horizonte más amplio y evaluar una realidad más global y, sobre todo, a más largo plazo. Todos dejamos aquí nuestro granito de arena, lo que conseguimos no se pierde y nuestras antorchas son tomadas por aquellos que nos siguen para continuar el trabajo emprendido, ampliar los conocimientos, perfeccionar nuestros logros y pasar a la fase siguiente.
Este es un punto de vista que nos hace inmortales e invencibles, nada podrá parar el avance de nuestra especie, a excepción de nuestra especie misma.
Ninguna duda podemos albergar sobre el hecho irrefutable de que venimos de las estrellas y de que nuestro destino, también está en las estrellas.
La humanidad necesita más energía para continuar avanzando. Los recursos naturales fósiles, como el petróleo, el gas o el carbón, son cada vez más escasos y difíciles de conseguir. Se ha llegado a un punto en el que se deben conseguir otras energías.
Dentro de unos treinta años estaremos en el camino correcto. La energía de fusión sería una realidad que estará en plena expansión de un comenzar floreciente. Sin residuos nocivos peligrosos como las radiaciones de la fisión nuclear, la fusión nos dará energía limpia y barata en base a una materia prima muy abundante en el planeta Tierra.
Nuestro Sol fusiona hidrogeno en helio a razón de 4.654.000 toneladas por segundo. De esta enorme cantidad de hidrógeno, 4.650.000 toneladas se convierten en helio. Las 4.000 toneladas restantes son lanzadas al espacio en forma de luz y calor, energía termonuclear de la que, una parte, llega al planeta Tierra y hace posible la vida.
Resulta pues que el combustible nuclear de las estrellas es el hidrógeno que mediante su fusión hace posible que genere tal enormidad de energía. Así lleva el Sol unos 4.500 millones de años y se espera que al menos durante un período similar nos esté regalando su luz y su calor.
Pero ¿tenemos hidrógeno en el planeta Tierra para tal empresa de fusión nuclear?
La verdad es que sí. La fuente de suministro de hidrógeno con la que podemos contar es prácticamente inagotable…
¡El agua de los mares y de los océanos!
Todos sabemos que el hidrógeno es el elemento más ligero y abundante del universo. Está presente en el agua y en todos los compuestos orgánicos. Químicamente, el hidrógeno reacciona con la mayoría de los elementos. Fue descubierto por Henry Cavendisch en 1.776. El hidrógeno se utiliza en muchos procesos industriales, como la reducción de óxidos minerales, el refinado del petróleo, la producción de hidrocarburos a partir de carbón y la hidrogenación de los aceites vegetales y, actualmente, es un candidato muy firme para su uso potencial en la economía de los combustibles de hidrógeno en la que se usan fuentes primarias distintas a las energías derivadas de combustibles fósiles (por ejemplo, energía nuclear, solar o geotérmica) para producir electricidad, que se emplea en la electrólisis del agua. El hidrógeno formado se almacena como hidrógeno líquido o como hidruros de metal.
Bueno, tantas explicaciones sólo tienen como objeto hacer notar la enorme importancia del hidrógeno. Es la materia prima del universo, sin él no habría estrellas, no existiría el agua y, lógicamente, tampoco nosotros podríamos estar aquí sin ese preciado elemento.
Cuando dos moléculas de hidrógeno se junta con una de oxígeno (H2O), tenemos el preciado líquido que llamamos agua y sin el cual la vida no sería posible.
Así las cosas, parece lógico pensar que conforme a todo lo antes dicho, los seres humanos deberán fijarse en los procesos naturales (en este caso el Sol y su producción de energía) y, teniendo como tiene a su disposición la materia prima (el hidrógeno de los océanos), procurar investigar y construir las máquinas que sean necesarias para conseguir la fusión, la energía del Sol.
Esa empresa está ya en marcha y, como he dicho al principio de este comentario, posiblemente en unos treinta años sería una realidad que nos dará nuevas perspectivas para continuar el imparable avance en el que estamos inmersos.
Pero no me gustaría cerrar este comentario sobre la fusión sin contestar a una importante pregunta…
¿Y por qué la fusión?
Porque tiene una serie de ventajas muy significativas en seguridad, funcionamiento, medio ambiente, facilidad en conseguir su materia prima, ausencia de residuos peligrosos, posibilidad de reciclar los escasos residuos que genere, etc.
Esquema de un reactor nuclear de fusión tipo tokamak, como ITER
- Los recursos combustibles básicos (deuterio y litio) para la fusión son abundantes y fáciles de obtener.
- Los residuos son de helio, no radiactivos.
- El combustible intermedio, tritio, se produce del litio.
- Las centrales eléctricas de fusión no estarán expuestas a peligrosos accidentes como las centrales nucleares de fisión.
- Con una elección adecuada de los materiales para el propio dispositivo de fusión, sus residuos no serán ninguna carga para las generaciones futuras.
- La fuente de energía de fusión es sostenible, inagotable e independiente de las condiciones climáticas.
Para producir la energía de fusión sólo tenemos que copiar lo que hace el Sol. Tenemos que hacer chocar átomos ligeros de hidrógeno para que se fusionen entre sí a una temperatura de 15 millones de grados Celsius, lo que, en condiciones de altas presiones (como ocurre en el núcleo del Sol) produce enormes energías según la formula E = mc2 que nos legó Einstein demostrando la igualdad de la masa y la energía.
Ese estado de la materia que se consigue a tan altas temperaturas, es el plasma, y sólo en ese estado se puede conseguir la fusión.
Aunque en Europa la aventura ya ha comenzado, y para ello se han unido los esfuerzos económicos de varias naciones, la empresa de dominar la fusión no es nada fácil, pero…, démosle…
Siempre será la Naturaleza la que nops indique el camino a seguir. En las estrellas se “fabrican” los elementos mediante la fusión nuclear, los elementos sencillos se han cada vez más complejos a medida que avanza el proceso y, finalmente, son las explosiones supernovas las que nos traen los elementos más complejos como el Uranio, el nº 92 de la Tabla Periódica.
¡TIEMPO!
Sí, es el tiempo el factor que juega a nuestro favor para conseguir nuestros logros más difíciles, para poder responder preguntas de las que hoy no tenemos respuesta, y es precisamente la sabiduría que adquirimos con el paso del tiempo la que nos posibilita para hacer nuevas preguntas, más profundas que las anteriores y que antes, por ignorancia, no podríamos hacer. Cada nuevo conocimiento nos abre una puerta que nos invita a entrar en una nueva región donde encontramos otras puertas cerradas que tendremos que abrir para continuar nuestro camino. Sin embargo, hasta ahora, con el “tiempo” suficiente para ello, hemos podido franquearlas hasta llegar al momento presente en el que estamos ante puertas cerradas con letreros en los que se puede leer: fusión, teoría M, viajes espaciales tripulados, nuevas formas de materia, el gravitón, la partícula de Higgs, las ondas de energía de los agujeros negros, hiperespacio, otros universos, materia oscura, y otras dimensiones.
Siempre estaremos delante de puertas cerradas
Todas esas puertas y muchas más nos quedan por abrir. Además, tenemos ante nuestras narices puertas cerradas que llevan puesto el nombre de: genética, nanotecnología, nuevos fármacos, alargamiento de la vida media, y muchas más en otras ramas de la ciencia y del saber humano.
Aunque es mucho lo que se ha especulado sobre el tema, en realidad, el tiempo sólo transcurre (que sepamos) en una dirección, hacia delante. Nunca ha ocurrido que unos hechos, que unos sucesos, se pudieran borrar, ya que para ello habría que volver en el tiempo anterior al suceso para evitar que sucedieran. Está claro que en nuestro universo, el tiempo sólo transcurre hacia lo que llamamos futuro.
Siempre encontramos las huellas del paso del tiempo, aparecen sutiles efectos que delata el sentido del paso del tiempo, aunque es algo que no se puede ver ni tocar, su paso se deja sentir, lo nuevo lo va convirtiendo en viejo, con su transcurrir, las cosas cambian. La misma Tierra, debido a las fuerzas de marea, con el paso del tiempo va disminuyendo muy lentamente su rotación alrededor de su eje (el día se alarga) y la distancia media entre la Tierra y la Luna crece. El movimiento de un péndulo, con el tiempo disminuye lentamente en su amplitud por las fuerzas de rozamiento. Siempre está presente ese fino efecto delator del sentido del paso del tiempo que va creando entropía destructora de los sistemas que ven desaparecer su energía y cómo el caos lo invade todo.
Nos podríamos hacer tantas preguntas sobre las múltiples vertientes en que se ramifica el tiempo que, seguramente, este libro sería insuficiente para poder contestarlas todas (de muchas no sabríamos la respuesta).
El Tiempo pasa, o, ¿En realidad pasamos nosotros?
- ¿Por qué consideramos que el tiempo rige nuestras vidas?
- ¿Cómo explicarías “qué es el tiempo”?
- ¿Por qué unas veces te parece que el tiempo “pasa rápido” y otras veces “muy lento”?
- ¿Crees que el tiempo estaba antes del Big Bang? ¿Por qué?
- ¿En algún momento se acabará el tiempo?
- ¿Cómo el ser humano “fue consciente” de la existencia del tiempo?
- ¿Qué cosa es el tiempo?
- ¿Por qué no lo vemos ni tocamos pero notamos sus efectos?
- ¿Por qué la velocidad relativista puede frenar el transcurrir del tiempo?
En realidad, si nos detenemos a pensar detenidamente y en profundidad en el entorno en que nos encontramos, una colonia de seres insignificantes, pobladores de un insignificante planeta, de un sistema solar dependiente de una estrella mediana, amarilla, del tipo G-2, nada especial y situada en un extremo de un brazo espiral, en la periferia (los suburbios del Sistema Solar) de una de entre miles de millones de galaxias… si pensamos en esa inmensidad, entonces caeremos en la cuenta de que no somos tan importantes, y el tiempo que se nos permite estar aquí es un auténtico regalo. Ese tiempo, corto espacio de tiempo en relación al tiempo cosmologico, es por cierto un espacio suficiente para nacer, crecer, aprender, dejar huella de nuestro paso por este mundo a través de nuestros hijos y a veces (si somos elegidos) por nuestro trabajo, tendremos la oportunidad (casi siempre breve) de ser felices y muchas oportunidades para el sacrificio y el sufrimiento, y así irán pasando nuestras vidas para dejar paso a otras que, al igual que nosotros, continuaran el camino iniciado en aquellas cuevas remotas del pasado, cuando huyendo del frío y de los animales salvajes, nos refugiábamos en las montañas buscando cobijo y calor.
El material de que estamos hechos se formó hace miles de millones de años en estrellas lejanas que explotaron en supernovas y dejaron el espacio regado de la materia que somos.
El final del Sol, dentro de 4.000 millones de años, nos obligará a que antes tengamos que emigrar a otros mundos lejanos.
emilio silvera
el 31 de mayo del 2018 a las 14:48
Hola Emilio, a pesar de que siempre paso por tu página, ya hace algún tiempo que no me daba esta este verdadero gustito, que me produce dejar un comentario en tus siempre interesantes artículos. Pero hoy creo, este en particular artículo, me ha hecho detenerme en seco frente a el, para poder verter en este, un pequeño enjambre de palabras, pues a veces no salen muy versadas y todo lo contrario, se agolpan unas a otras para salir todas juntas.
Comenzare con esa paradoja con la que comienzas tu cuestionario, de si es el tiempo o nosotros los que pasamos y la verdad es que el tiempo pasa para todo, menos para el. Existe un ciclo para todo en este Universo, estrellas, galaxias, energía y nosotros mismos, que vamos experimentando, pero esto debemos analizarlo bien pues, una cosa son los cambios metabólicos que se van sucediendo por ejemplo en nuestro cuerpo y otra muy distinta es el envejecimiento que experimentamos. Tal vez si nos adentramos a analizar el paso del tiempo en los humanos, podríamos decir que el envejecimiento, se ve lamentablemente aumentado por factores mecánicos y ambientales que van desgastando y oxidando ciertas partes de nuestros engranajes biológicos. Con el paso del tiempo y como bien dices de este exponencial avance experimentado en las ciencias y la medicina, hoy podemos decir que hemos logrado ralentizar el tiempo para nosotros, incrementando las expectativas de vida en casi 3 veces a lo que era hace unos 2.000 años, ya los seres humanos caminan hasta llegando a los cien años de vida y así seguiremos incrementando este andar nuestro, quizás con el pasar de los años, aunque muchos mas, algún día dejemos de lado el tiempo y logremos caminar mucho mas, en ese camino que muchos aspiran a llegar, La Inmortalidad, y que por lo demás,tal vez, esta a la vuelta de la esquina.
Por otra, a tu pregunta acerca de si existía el tiempo antes del big bang, creo que un espacio estático, podría haber sido posible, pero si este hubiese sido, nunca hubiese llegado el punto crítico o de inicio, pues para que este ocurra, debe necesariamente ocurrir una cuenta regresiva, sea esta por saturación de energía u otra cosa, de hecho el big bang fue una gran explosión y esto nos lleva a deducir que este se produjo por una saturación de energía acumulada y que luego de explotar, comenzó a recombinar para producir materia y espacio.
Y ha propósito del tiempo,me recuerdo que por allá del 2009, me integré a ese gran grupo de comentaristas que existía en otra página y fue allí donde comenzamos a dialogar, discutir, a veces confrontarnos en verdaderas guerras y también en alegres veladas que duraban todo un día y que por cierto nos enseñaron que a veces las cosas no son como parecen, pues la distancia y el tiempo no existen, hoy por medio de la Internet, podemos estar comunicados instantáneamente a pesar de los miles de kilómetros que nos separan, de hecho en este momento estamos mas juntos que cada uno con nuestros propios vecinos.
Un gran abrazo y por favor a seguir adelante, pues esta tremenda fortaleza del saber que es tu sitio, sin lugar a dudas nos sirve de posada a diario, a muchos jinetes que cabalgamos día a día por los caminos de la Internet.
Abdel Majluf
el 31 de mayo del 2018 a las 17:37
el 1 de junio del 2018 a las 4:41
Antes del comienzo del Tiempo no había nada, es decir, antes del comienzo del Tiempo de nuestro Universo, ya que, es el único Tiempo que podemos conocer. Si antes pudo haber existido “otro” Tiempo, nunca podremos saberlo. La propiedad más reveladora del Tiempo es que, en cualquier sistema cerrado (nosotros, una estrella, un planeta, el Universo mismo), su transcurrir se deja notar al producirse los cambios que a cada cosa la lleva al deterioro, siempre caminando hacia su final que, final e inexorablemente llega. Nada lo puede frenar y, aunque en algunos casos se ralentice, lo cierto es que, frenarlo del todo no se puede. Los expertos dicen que en la singularidad, el espacio se curva hasta el infinito y el Tiempo deja de existir. Sin embargo, no conozco a nadie que estuviera allí para poder contarlo luego.
Lo que sí podemos entender es la frase: “El Tiempo es Oro”, todos lo queremos tener, todos lo necesitan para poder realizar este o aquel proyecto que requiere de ese Tiempo. Me acuerdo de algún examen en el que nos daban 4 horas para desarrollarlo y, cuando el Tiempo se acababa habíamos hecho una tercera parte del trabajo.
El Tiempo comenzó cuando surgió o nació el Universo, ambos, junto a la Entropía, son hermanos que han caminado de la mano durante 13.750 millones de años, y, nosotros, unos recién llegados, queremos dar explicaciones de lo que el Tiempo es, cuando en realidad, nada de él sabemos. ¡Ah! Eso sí, que con su transcurrir todo cambia.
Saludos Abdel
el 1 de junio del 2018 a las 22:48
Sin entrar en profundidades sobre el tiempo; que ya se ha comentado profusamente en varias ocasiones en este blog; querría comentar solo un pequeño detalle, que al parecer a algún comentarista se le olvida:
El tiempo va indisolublemente unido al espacio; no son dos conceptos diferentes, es uno solo; por lo tanto, si no hay espacio no puede haber tiempo y viceversa.
Parece una perogrullada, pero a veces se omite ese “pequeño” detalle.
Saludos a los comentaristas y en especial a Maese Emilio.
el 2 de junio del 2018 a las 7:42
¡Hola, Kike!
Así es, y, precisamente, por eso, se dice que en una singularidad, el Tiempo no existe, ha quedado congelado como consecuencia de que, el espacio, se ve reducido a un punto sin domensiones. Así, el viejo Minkowski, profesor de Einstein, juntó Tiempo y Espacio que, desde entoncese, es conocido como un sólo “Ente” ¡Espaciotiempo!
Al menos eso es lo que parece que es.
Un abrazo.
el 2 de junio del 2018 a las 8:01
Ha de haber un disparo poco acertado el que este tal “pedro” ha pretendido acertar en mi persona, usando su mismo vulgar y poco rimado hablar, no puedo más que decir que me parece una verborrea como acertada y limitando en lo estúpido lo que trata de expresar. Claramente este individuo trata de mostrar algo por sobre el resto y lo hace en forma que no se corresponde. Acá no se viene a competir y a buscar denigrar a los demás y menos a imponer ideas sin fundamento científico, solo tirando disparos al aire para espantar palomas. Ya los años a muchos de nosotros nos ha mostrado que cada cierto tiempo aparecen charlatanes que como este, tratan o buscan notoriedad y al poco andar desaparecen. Ser anónimo da para que muchos actúen de esta forma incorrecta.
el 2 de junio del 2018 a las 9:58
Abdel
Oye guapo, mi comentario, solo estaba referido a la expresión a cómo empezaba la frase .”La verdad el tiempo ……., ok.
Osea acerca de tu persona , yo no tengo nada que decir. Por tanto para otra vez lee correctamente. Salvo que te creas un lumbreras. Y ahora cambiando de tema.
Hablo de manera general sin más ok.
el 2 de junio del 2018 a las 15:27
Pedro, creo que tienes un error de conceptos, hablas de dos espejos con un rayo de luz, un reloj virtual viajando como nave a casi la velocidad de la luz, y asumes que este se contrae y por tanto avanza más rápido. Si lo tomáramos en el marco teórico quizás podríamos decir que el tiempo se ralentiza y no se aumenta, puesto que se acerca a una constante. Por otra parte si es un rayo de luz, podrías mos decir que la velocidad insidiria sobre este curvandolo y si esto sucediera sería el fin del cuento.
Quizás debas replantearte tu idea, a veces la imaginación nos lleva a lugares un poco empantanados.
Saludos
el 2 de junio del 2018 a las 18:59
Pedro, en el siguiente enlace puedes ver bien explicado lo del reloj de fotones dentro de un tren, a la vista de dos observadores, uno en el tren y otro fuera,
Precisamente eso del reloj y el tren ha sido un famoso ejemplo para que podamos comprender algo la relatividad.
el 2 de junio del 2018 a las 19:00
https://www.canaldeciencias.com/2013/07/02/plan-b-para-entender-la-relatividad-v-el-ejemplo-que-puso-einstein/
el 2 de junio del 2018 a las 20:07
Mi ejemplo es muy distinto, lo miraré no obstante yo me refiero cuando es el propio aparato de medida el que se contrae. Ok Exactamente cómo afecta al resultado, estos espejos se juntan cada vez más, por tanto la lectura de tal aparato, se incrementa.
el 2 de junio del 2018 a las 15:33
Hola muchachada.
Yo supongo que si se contrae el espacio el espacio entre los espejos se contrae también. A lo que hay que agregar que el tiempo también se ralentiza (es un solo ente [Espacio-Tiempo] como explica muy claro el Amigo Emilio) por lo que se concluiría que no hay incremento de tiempo, sino lo contrario; por eso el viajero de la paradoja vuelve más joven que su hermano: el tiempo transcurrió más lento para él.
Sin embargo, no es tan sencillo. Yo le recomendaría a Pedro que leyera páginas especializadas (puede empezar por la más sencilla: https://es.wikipedia.org/wiki/Paradoja_de_los_gemelos que explica las contradicciones [aparentes] propias de la paradoja y que muestra como se resuelven luego de complejas operaciones matemáticas que en mi caso no puedo ni mirar).
Para rebatir las teorías demostradas y aceptadas (que pueden eventualmente contener errores que incluso las invaliden), primero hay que demostrar con nuevas operaciones correctas DÓNDE ESTÁ EL ERROR. A partir de allí se puede elaborar una nueva teoría.
En Cosmología, en Teoría de la Relatividad y en Física Cuántica discuten y confrontan permanentemente prestigiosos científicos pues tras cada descubrimiento surgen múltiples nuevas preguntas derivadas de aquellos. Impresiona como que cuanto más sabemos, menos sabemos. Pero esa es la razón de ser de la Ciencia: “… el conjunto de conocimientos objetivos y verificables”… “obtenidos mediante la observación y la experimentación, la explicación de sus principios y causas y la formulación y verificación de hipótesis y se caracteriza, además, por la utilización de una metodología adecuada para el objeto de estudio y la sistematización de los conocimientos”.
Digo todo esto porque no se puede discutir con elementos incompletos, sólo con razonamientos intuitivos olvidando que nada es menos intuitivo que la Físicas relativista y cuántica, formular hipótesis contrarias a las demostradas sin elementos suficientes con lenguaje suficiente y soberbio, destratando con desprecio a los comentaristas y abusando de la paciencia y humildad de un generoso docente como Emilio.
Pedro se presentó con dudas y preguntas básicas de una persona con conocimientos escasos en estos temas; sin embargo con el correr del tiempo da la impresión de que sabe más de lo que dice al “tiempo que se incrementa” (;)) su altanería. Yo le pediría que reflexione y modifique esa actitud para volver al clima cordial que no debemos perder en esta acogedora y familiar página.
Saludos cordiales para tod@s.
el 3 de junio del 2018 a las 4:14
Confundí el ejemplo de Pedro de los espejos con el de la bala en el tren. Por alguna razón entendí que los espejos estaban frente a frente horizontalmente. Kike me lo hizo notar. La Contracción de Lorentz se verifica en el mismo sentido del movimiento. En el caso de la bala, ésta va en el mismo sentido que el tren por lo que sufre la contracción de la propia bala, de su recorrido y del tiempo que transcurre para recorrerlo. En el caso de los espejos de Pedro éstos están dispuestos verticalmente con respecto al movimiento del tren, por lo que no se altera la distancia entre ellos en su propio sistema; más bien el fotón recorre una y otra vez la distancia vertical entre los espejos. En cambio el “observador” del andén “ve” que el fotón describe un recorrido oblícuo (más largo por tanto) entre los espejos que se mueven a la velocidad del tren. El “reloj” (hipotético al igual que el “observador”,el “tren”, el “espejo” y todos los componentes del ejemplo) es “algo” que mide el tiempo de su sistema de referencia con independencia de lo que ocurra en él. Sólo (y nada menos) registra la realidad del tiempo de su sistema.
Aclarada esa confusión (que no hace al fondo del asunto) mantengo el resto de lo expuesto.
Mis disculpas.
el 3 de junio del 2018 a las 6:38
Otra cuestión cambiando de tema antes de que se me olvide, en los libros de texto en la definición de velocidad, en ningún caso hacen mención al consumo de energía requerido para moverse ni tampoco el peso del supuesto vehículo, por tanto yo diría que tenemos un serio problema.
Quiero decir con esto que las cosas no son todo como nos lo pintan, de hay nuestro carácter incisivo …,…,.
el 3 de junio del 2018 a las 7:34
Tiene razón Nelson cuando nos hace ver la pequeña “trampa” que nos ha tendido Pedro. Primero da a entender que no tiene ni idea de los temas que nos ocupan, pero poco a poco nos va desvelando mas conocimientos, (pese a que aun así no esté de acuerdo con bastantes).
Eso no está bien, Pedro, no juegues con cartas marcadas. Como castigo te dejo una máxima ortográfica.
“Ahí hay un hombre que dice, ¡Ay!”
Perdón, pero no he podido evitarlo…
el 3 de junio del 2018 a las 8:54
Kike, Acerca de tu comentario, decir, que las cosas que estoy planteando, están surgiendo así como según estoy escribiendo ahora mismo, en ningún momento se me hubiera ocurrido plantear estas cuestiones, ya que carezco de conocimientos tanto de física y menos aún de matemáticas, para hablar con propiedad,ok.(En su día fui al instituto , todo se olvida : por cierto es el único fenómeno físico que no requiere consumo energético, así como el movimiento en ingravided de los objeto, y partículas subatómicas, eso nos dicen
Yo solo leo artículos a nivel divulgativo, sin mas, cosas entiendo y otras nada de nada. No obstante hay cuestiones que me resultan muy difícil de entender, y se me ocurren tales preguntas.
Por ejemplo : efecto túnel, ¿Como un electron sin suficiente energia, supera cierta barrera de potencial de energía?
¿Que tiene de distinto con respecto al resto que no la superan dicha barrera?
Opciones: a) Adquiere energía del espacio adyacente.
B) lo mismo no es un solo electrón sino la suma de un conjunto de ellos.
C) recibe la ayudita de un fotón ,etc.
Otro ejemplo:
La estabilidad de una estrella tenemos la fuerza gravitatoria, contrarestada por la fusión nuclear.
Ahora surge la pregunta:
Si los protones tienen la misma carga eléctrica estos se repelen, ¿Como pueden fusionarse?
Opciones: tanta presión provoca que electrones se incrustan en protones, por tanto crean esa contrapresión que mantiene dicha estabilización con respecto a la gravedad. Y a todo esto que tiene que decir el efecto túnel. Ya que es el causante verdadera de la estabilización de dicha estrella.
Sigo sin entender el efecto túnel, y sigue y sigue , cientos de cuestiones en el aire.
Saludos.
el 3 de junio del 2018 a las 8:59
Sí, amigo pedro, recibe la ayudita de un fotón energético. Ahí está la clave. Por lo demás, todos somos aprendices, y, desde luego, no pasará el día sin que aprendamos algo nuevo, de otra manera… ¡Qué aburrido sería todo!
Saludos.