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¿Un Universo en evolución, o, camino de su final?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en ¡Noticias! ~ Comments (1)
¡No podía ser de otra manera!
Aunque ahora nos dicen que no tiene principio ni fin, que siempre estará inmersos en ciclos de expansión y contracción. Es decir, un Universo cíclico y eterno. Sir Roger Penrose que establece que la historia del cosmos es una sucesión infinita de ¨eones¨ cada uno con su Big Bang y una expansión acelerada. Nos encontramos ante una propuesta de una historia del universo sin principio ni fin y consistente con el aumento continuo de la entropía.
El Universo, a pesar de que nuestros conocimientos sobre él aumentan cada día, sigue dando sorpresas. Nuevos y misteriosos objetos cuya mera existencia parece desafiar las leyes de la Física siguen apareciendo, a medida que los medios técnicos permiten a los astrónomos realizar observaciones más y más detalladas. Al mismo tiempo, los cuerpos y estructuras celestes que creíamos conocer mejor demuestran que no era así en absoluto.
Para los miles de investigadores que viven con la mirada clavada en el cielo, el asombro es el estado de ánimo habitual. Lejanas estrellas individuales, a miles de millones de años luz, liberan inexplicablemente más energía que miles de galaxias juntas. Pequeñas galaxias albergan en su centro monstruosos agujeros negros, los mayores jamás detectados; materia y energía oscuras, de las que poco se sabe aún y que dan cuenta del 96% de la masa total del Universo, dejando a la materia ordinaria, la que brilla en forma de estrellas y de la que nosotros estamos hechos, apenas el 4% restante.
Desde hace más de dos siglos, cientos de astrónomos de todo el mundo se reúnen periódicamente en el seno de la Sociedad Astronómica Americana, en Seattle, para hacer público el contenido de sus observaciones. Hoy, después de varios días de debates y ponencias, se clausura la 209 edición de esta histórica reunión, y una vez más se ha cumplido la norma. Reseñamos a continuación algunos de los hallazgos más significativos:
Descubren una Andrómeda más grande. Los astrónomos han descubierto que Andrómeda, la galaxia vecina a la Vía Láctea, en la que nosotros vivimos, es en realidad cinco veces más grande de lo que se pensaba. Tanto, que las estrellas de su halo llegan incluso a superponerse con las del nuestro, dando lugar a una continuidad estelar que nadie esperaba. Andrómeda, en efecto, se encuentra a más de dos millones de años luz de distancia. De las tres partes fundamentales de una galaxia, un núcleo con una densa población de estrellas, un disco y un halo, la tercera es, sin duda la más difícil de observar.
Atípica familia de gigantes rojas en la Vía Láctea
Un equipo de la Universidad de California en Santa Cruz, sin embargo, ha conseguido detectar una población muy diseminada de gigantes rojas, enormes estrellas, menos brillantes que el Sol y en las últimas etapas de su evolución. Y estas estrellas rodean a Andrómeda hasta al menos una distancia de 500.000 años luz de su núcleo central.
«Estoy absolutamente estupefacto por lo grande que es el halo», ha manifestó el profesor Puragra Guhathakurta, uno de los investigadores del estudio. «
Según íbamos mirando más y más lejos, seguíamos encontrando estrellas del halo». Para lograr el éxito donde otros habían fracasado, el equipo tuvo que desarrollar una técnica que permite aislar las estrellas que realmente son de Andrómeda del resto que aparecen en el mismo campo visual.
El primer quásar triple Otro importante anuncio realizado en la reunión de astrónomos de Seattle fue el descubrimiento del primer ejemplo de quásar triple. Los quásares son los focos energéticos más poderosos del Universo y obtienen su energía de agujeros negros super-masivos.
Al principio, los astrónomos, que usaron uno de los telescopios del observatorio Keck, en Hawaii, pensaron que la triple imagen se trataba de una ilusión óptica causada por la difracción de la luz. Pero un análisis más detallado reveló que, en realidad, se trataba de un sistema de tres agujeros negros. Pequeñas, pero matonas Los agujeros negros super-masivos suelen ocupar el centro de muchas, pero no de todas las grandes galaxias.
Atrae el material circundante
Pero los astrónomos no se explican el motivo por el que también las galaxias más pequeñas tienden a albergar en su interior a estos auténticos monstruos espaciales. Es el caso de VCC128, una diminuta galaxia (con apenas el 1% de la masa de la Vía Láctea) que se encuentra a 54 millones de años luz de nosotros, en el cúmulo de Virgo. Se trata, según Víctor Debattista, de la Universidad de Washington, «de la galaxia más pequeña hallada hasta ahora con un agujero negro super-masivo en su centro».
Viking 1
Durante estos días, el geólogo Dirk Schulze-Makuch, de la Universidad de Washington, expuso también su particular teoría de que las sondas Viking, que aterrizaron en Marte en 1976, sí que encontraron allí algunas formas de vida, pero no del tipo que esperaban, lo que dio como resultado que las destruyeran sin querer durante el proceso de análisis de los materiales. Según el científico, las naves no estaban equipadas para encontrarse con la forma de vida que finalmente hallaron y, sencillamente, no la identificaron como tal.
De todas estas y otras noticias similares que circulan en las últimas novedades científicas en distintos ámbitos del saber, se recibe el mensaje de que, en realidad, nunca dejaremos de sorprendernos y, de que, la Ciencia, nos llevará más lejos incluso de lo que podemos imaginar.
Nunca podremos saberlo todo, y, del Universo, si es cíclico o eterno, o, por el contrario, tendrá una “muerte tçermica” como postulan otros… ¡Nunca lo podremos saber, y, mientras tanto, construimos teorías y conjeturamos con lo que podría ser.
emilio silvera
el 24 de marzo del 2022 a las 9:33
Asegurar cómo es el Universo (si es cíclico y Eterno, o tendrá un final por la muerte térmica), no deja de ser una temeridad por nuestra parte, nadie, a ciencia cierta, puede asegurar absolutamente nada sobre el particular, y, a lo único que podemos llegar, como hace Penrose, es a emitir conjeturas o teorías que estarán más o menos acertadas y que nunca podremos verificar. Es fácil emitir un juicio sobre algo y que lo dicho no pueda ser rebatido ni aprobado.
Universo plano, curvo o abierto y cerrado, y, cualquiera de estas formas del universo irán en función de la cantidad de masa real que pueda contener, los cosmólogos le llaman el Omega Negro y responde a lo que se conoce como Densidad Crítica: ¿Tendrá el Universo la materia igual a la Densidad Crítica, o, por el contrario tendrá más, o, tendrá menos?
Lo cierto es que, de eso dependerá su final de que se pueda expandir para siempre o que, sea un ciclo de destrucción y explosión que lo haga comenzar de nuevo, y, la expansión para “siempre” nos lleva al escenario de que las galaxias se alejen las unas de las otras, que la temperatura baje hasta el cero absoluto y, en ese escenario, ni los átomos se moverán, no se crearán nuevas estrellas ni nuevas formas de vida… El universo morirá.
Y, como decía aquel pensador: “… Con el paso de los eones, hasta la misma muerte tendrá que morir”.