Dic
18
Aquella triste cancioncilla
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
De esto nos hablaban en el colegio a todos los niños por estas fechas
Hay cosas que nunca olvidamos. Cuando era un niño y vivía con mis padres y mis tres hermanos, yo dormía en una habitación que daba a la calle que podía ver por la ventana. En estas fechas navideñas, aparte del jolgorio natural de las fiestas y de las visitas a los nacimientos (eran otros tiempos), la gente acostumbraba a formar reuniones de familias y celebrar, después de la cena, la Navidad con canciones apropiadas al evento que se conmemoraba.
Recordémoslo él no estará este fin de año con nosotros
Recuerdo que siempre me quedaba dormido y, casi arrastras, podía llegar a la cama que cogía con tantas ganas que era llegar a ella y caer en profundo sueño. Generalmente, era despertado al amanecer por algunos que seguían la fiesta por las calles cantando a voz en grito y, una de aquellas cancioncillas, nunca me dejó, cuando llegan estos días, su recuerdo vuelve y, como cuando era pequeño, vuelvo a oír aquellas voces cantar:
Los Campanilleros de la Virgen de la Cinta en Huelva
Con gran algarabía recorrían las calles los campanilleros cantando canciones como esta:
El año nuevo ya viene
el año viejo se va,
y nosotros nos iremos
y no volveremos más.
Eran cantares muy tristes
con un fondo de verdad,
no había temor a la muerte
era cosa natural.
tampoco miedo a la vida
la sabían disfrutar.
Se reunían en la mesa,
esa mesa familiar.
donde siempre había un lugar y
no faltaba nunca un pan.
A las doce se reunían
en la plaza principal.
Zambombas y panderetas,
turrones y mazapán.
Todo el mundo se abrazaba
se daban besos de paz.
Algunos se emocionaban
no dejaban de llorar,
ni tampoco de cantar.
El recuerdo de una pena
tal vez de felicidad.
Un amor que se ha perdido,
un familiar que no está.
El año viejo se ha ido
y nunca más volverá.
Los años se van volando y
la vida los ve pasar.
El Nuevo año ha llegado
todo el mundo a festejar y,
cuando pasa la euforia,
todo el mundo a trabajar.
¡Feliz Año Nuevo! a todos los amigos de este lugar y, también, para todos en general. Aprovecho la oportunidad para haceros una recomendación:
Ahora que podéis, decirle a la persona amada cuánto la queréis.
No dejéis pendiente, por más tiempo, esa buena obra que puedes hacer.
Es triste mirar hacia atrás y, al recordar, decirte a ti mismo… ¡Si hubiera…!
La vida es corta, muy corta, y, si no tenemos claras las prioridades, cuando queremos darnos cuenta…¡es tarde! No siempre se puede rectificar y, algunas veces, cuando se hace a destiempo, los efectos pueden ser contrarios a los esperados. Pensad que no siempre lo mejor es lo más caro, ni la felicidad se compra con tesoros.
Si quieres te querrán y, como decimos en física, todo es causa de lo que antes pasó, es su consecuencia.
¡Sed felices!
emilio silvera