Jun
27
La Tierra ¡Qué maravilla!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
No sabemos apreciar lo que tenemos, y, cada día al despertarnos, deberíamos dar las gracias por estar aquí. Dentro de algunos cientos de años (seguramente), habremos podido ir a otros planetas que, como la Tierra en el Presente, le de cobijo a la Humanidad.
Jun
27
Seguimos descorriendo el velo
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
Mucho es lo que hemos hablado aquí del Modelo estándar que, aunque no es un Modelo perfecto, sí ha sido una buena herramienta para tener controlada a todas las familias de partículas y las interacciones fundamentales (excepto la Gravedad). Tenemos la esperanza de llegar más allá del Modelo Estándar y, seguimos erre que erre dando la tabarra con la “materia oscura” que, seguramente, no existe.
Claro que, así ha sido siempre, hemos conjeturado sobre lo que podría ser, y, a medida que se han ido descubriendo realidades con el avance de la tecnología, hemos ido refinando las teorías erróneas.
Seguiremos adelante y, como decía aquella vieja cancioncilla:
Mi abuelo tenía un cabrito,
Dice que lo va a matar,
Del pellejo hará un pandero,
¡Lo que sea sonará!
Jun
27
Los Ingredientes de la Inteligencia
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
¿Qué nos hace inteligentes?
Joaquín Marro
Los Libros de la Catarata (Madrid, 2022),
158 págs.
Este libro de Joaquín Marro (profesor emérito de la Universidad de Granada), publicado por Catarata en colaboración con la RSEF y la Fundación Areces, parte de una fascinante premisa: Tenemos a punto herramientas para explicar de manera racional las cualidades mentales que nos caracterizan y, en particular, la emergencia de propiedades como memoria, inteligencia y consciencia. Estas herramientas se han desarrollado en las últimas décadas en lo que ahora se llama ciencia de la complejidad, campo científico que, con una larga tradición y muchos éxitos, acaba finalmente de popularizarse gracias a la concesión del Nobel de Física 2021 a Giorgio Parisi y otros “for groundbreaking contributions to our understanding of complex systems”. Se ha revelado así que conceptos, principios y métodos que han permitido entender fenómenos críticos cooperativos, como el ferromagnetismo y los cambios de fase, y que se han mostrado fructíferos en otros campos aparentemente alejados, como la extensión de epidemias, el tráfico de vehículos, o la propagación de rumores, nos han de servir, a través de un largo camino que estamos empezando a explorar, para llegar a comprender la mente humana. Esta puede entenderse hoy como resultado emergente de cooperación entre los miles de millones de neuronas de un cerebro humano a través de sus conexiones sinápticas, cientos de miles por neurona, en promedio. El comportamiento individual de tales constituyentes básicos es relativamente sencillo, y ya fueron descubiertos por Santiago Ramón y Cajal, criado en Aragón, como Marro, y al que éste rinde sincero reconocimiento.
l autor desgrana meticulosamente los elementos de esa ciencia de la complejidad, y los expone con rigor, a un nivel que debiera ser comprensible para cualquiera con formación en ciencias a nivel de bachillerato, destacando la profundidad con la que se presentan los distintos ingredientes de la teoría. Esto se debe a
que Marro refleja aquí una larga actividad investigadora en física estadística y fenómenos críticos, computación y modelado matemático de las estructuras y funciones del cerebro, plasmada en numerosas
publicaciones científicas, algunos de cuyos resultados se resumen en este libro.
En todo caso, este trabajo no pretende ser una “puesta a punto” académica sobre mente e inteligencia, y no incluye referencias bibliográficas que, sin embargo, son accesibles en un QR incluido.
El libro comienza explicando qué constituye un sistema complejo. Nota su relevancia en fenómenos de turbulencia, ubicuos en la naturaleza, en los patrones de Turing en la piel de algunos animales, en las evoluciones de bandadas de estorninos, usadas recientemente para ejemplificar comportamientos colectivos sin necesidad de una entidad que actúe como líder o director, en los procesos de crecimiento de tumores y cristales, en la instauración de conductas sociales, o en la aparición de fractales en numerosas
circunstancias naturales. En todos estos casos se ha mostrado que las interacciones entre los constituyentes causan la compleja conducta global emergente que requiere una descripción diferenciada macroscópica, no imaginable a partir del estudio individual de cada uno de los ingredientes notados a nivel microscópico. Es esta jerarquización de las descripciones, donde cada nivel tiene sus propias simetrías, propiedades y leyes, una característica definitoria de la mente como un sistema complejo natural más.
En este sugestivo contexto, Marro consigue una excelente descripción de cualidades que singularizan al humano. Describe la maduración del sistema nervioso en una extensa y enrevesada malla que almacena, procesa y va actualizando toda la información con que operamos, mientras envía información y órdenes a
cualquier rincón del cuerpo. Nos habla de unas tempranas “explosiones” seguidas de intencionadas podas de conexiones entre neuronas, y de las vacilaciones de estos enlaces, unos “ruidos” moduladores de las señales con intensidad y duración diversas procurando optimizar todos los procesos. También explica las motivaciones que ha podido tener la evolución para ir implementando esos complicados mecanismos en humanos, y se destaca la preeminencia de los conceptos de criticidad y cambio de fase para comprender la
mente en analogía con muchísimos otros escenarios naturales. En particular, se resalta el papel del azar —frágil pero decisivo, como en todo fenómeno natural— en las dinámicas mentales.
Un sencillo modelo, explicado sin recurrir a fórmulas, captura mecanismos que sin duda son parte esencial del cerebro. El estudio extensivo en computadoras de este “cerebro in silico” mínimo ha demostrado su inteligencia, pues no sólo es capaz de memorizar, sino que recuerda, compara, permanece atento y actualiza sus recuerdos, y lo hace con eficacia.
Llegamos así a comprender mecanismos y circunstancias que involucran la conciencia, o la pérdida del estado de vigilia durante una anestesia general, y cómo puede alterarse la personalidad de un individuo, pero difícilmente reemplazarla por otra. Forzando su intuición, Marro describe un proceso de preparación de nuestros actos voluntarios que, sin ser conscientes de ello, recopilaría la información relevante en cada caso. Los experimentos muestran que este lapsus en la toma de decisiones hasta su ejecución dura segundos, durante los cuales (se especula) podrá en un futuro influirse en nosotros, aparte de la merma en calidad que nuestras decisiones pueden tener por el uso impensado de datos erróneos, prejuicios y manías.
Finalmente, y no menos interesante, el autor se pregunta por qué el resultado de la cooperación entre humanos (inteligentes) no consigue resultados tan extraordinarios como el cerebro individual, donde cooperan neuronas muy simples.
Concluyendo, este libro, escrito de manera apasionante y apasionada por un científico con excelentes dotes divulgativas, satisfará a todo lector que, independientemente de su formación científica, desee conocer la aportación de la ciencia de la complejidad a la compresión del cerebro y cómo, gracias a ella, estamos hoy más cerca de entender qué nos hace inteligentes.
Raúl Toral
IFISC, Instituto de Física
Interdisciplinar y Sistemas Complejos,
CSIC-Universitat Illes Balears
Jun
27
El mundo, los pensamientos… y nosotros
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (1)
Nuestra estrategia para explicar la base neuronal de la conciencia consiste en centrarse en las propiedades más generales de la experiencia consciente, es decir, aquella que todos los estados conscientes comparte. De estas propiedades, una de las más importantes es la integración o unidad.
La integración se refiere a que el sujeto de la experiencia no puede en ningún momento dividir un estado consciente en una serie de componentes independientes. Es una propiedad que está relacionada con nuestra incapacidad para hacer conscientemente dos cosas al mismo tiempo, como, por ejemplo relacionar en un papel todas las familias de partículas que conocemos mientras que, al mismo tiempo, se mantiene una discusión sobre los agujeros negros.
Aplicando la atención hemos llegado a saber que, el electrón tiene una masa en reposo (me) de 9, 109 3897 (54) x 10-31 kg y una carga negativa de 1,602 177 33(49) x 10-19 culombios. Esa realidad, aunque vinieran los sabios físicos de un planeta habitable situado en la estrella Resplandor de una galaxia muy lejana, cuando hicieran los cálculos matemáticos y los experimentos necesarios, las cifras seguirían siendo las mismas, toda vez que, al tratarse de constantes fundamentales, ni la masa ni la carga pueden tener otra realidad distinta sea cual fuere el observador. Esto nos quiere decir que, hay realidades que nunca varían y, eso, nos puede traer alguna esperanza de que, alguna vez, podríamos conocer el Universo, tal como es.
Esta sí es una realidad, sin ella, el mundo no sería tal como lo conocemos
Sin embargo, no podemos negar nuestras limitaciones tanto de percepción como intelectuales para reconocer “el mundo” tal como es. Es “nuestro mundo” que, cuando sea visitado por “otros”, pudiera ser otro mundo distinto al que nosotros percibimos y, podrían “ver” cosas que nosotros no vemos.
Vivimos en nuestra propia realidad, la que forja nuestras mentes a través de los sentidos y la experiencia. Incluso entre nosotros mismos, los seres de la misma especie, no percibimos de la misma manera las mismas cosas. Sí, muchos podemos coincidir en la percepción de algo, sin embargo, otros muchos diferirán de nuestra percepción y tendrán la suya propia. Esa prueba se ha realizado y la diversidad estuvo presente.
No, no será nada fácil despejar las incógnitas presentes en esta inmensa complejidad que llamamos Mente. Creo de manera firme que, finalmente, todo se traduce a Química y Luz. Energías de velocidades alucinantes que recorren el enmarañado entramado de neuronas y que hace posible todas y cada una de las maravillas que realmente se producen en nosotros y que no siempre sabemos traducir ni comprender.
Es tan grande el poder de nuestra mente que nada hay tan distante que no podamos, virtualmente hablando, traer ante nosotros. Somos capaces ya de escrutar el espacio y vislumbrar los confines del universo en edades muy cercanas a su nacimiento y, merced a los microscopios, nos acercamos al universo atómico para explorar los componentes de la materia. Parece que nada podrá (con el tiempo) escapar a nuestro control, con lo que todo nuevo “mundo” se revelará a nuestro entendimiento.
Nunca estamos satisfechos de los logros alcanzados (menos mal) y siempre surgirán seres especiales (Copérnico, Kepler, Galileo, Hooke, Newton…) que nos guiarán por el camino iluminado de su genio para mostrarnos la auténtica sabiduría mediante un pensamiento evolutivo que siempre dará un paso adelante, superando así el pensamiento nuevo al anterior. Pero, eso sí, esos avances han sido posible gracias a que hombres y mujeres pensaron con la lógica pero…, nunca dejaron de lado la imaginación.
Dos gigantes del Intelecto: Newton y Einstein
La prueba de ello la podemos encontrar en Newton y Einstein. ¿Quién puede dudar de la grandeza de Newton? La pregunta está contestada de antemano. Sin embargo, los ejemplos de la historia son muy elocuentes: Newton con su física, Leibniz con su metafísica, con sus principios filosóficos como el de la razón suficiente. Y la física ganó a la metafísica.
Después de más de un siglo, sigue siendo el estandarte de la Física
Durante mucho tiempo, espacio y tiempo se entendieron como entes absolutos, hasta que llegó Einstein con sus dos teorías de la relatividad, la especial y la general, y aunque los caminos que siguió para conseguirlos no fueron metafísicos, no podemos negar la intervención de un genio de inspiración superior que a veces, nos puede llevar a pensar que, en algún sentido, finalmente Leibniz había sido el más acertado, ya que las teorías einstenianas pueden ser clasificadas dentro de un orden del pensamiento superior.
Así, la evolución continuó su camino imparable y el espacio y el tiempo absolutos de Newton, resultaron ser menos absolutos de lo que se pensaba; eran relativos y, además, eran una misma cosa, que a partir de ahí pasó a llamarse espacio-tiempo unidos y no separados. Así fue deducido por Minkouski al leer la teoría de Einstein.
Jun
27
Son muchos los planetas extrasolares descubiertos
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (0)
“D 40307 g es un planeta extrasolar que orbita en la zona habitable de la estrella HD 40307. Se encuentra a 42 años luz de distancia en la constelación de Pictor.”
“Un equipo internacional de astrónomos han hallado una ‘Super-Tierra’ (un planeta con el doble de masa que la Tierra) que puede ser adecuado para albergar vida, debido a su clima. Este planeta orbita alrededor de una estrella y forma parte de un sistema formado por seis planetas.
El autor principal del trabajo, Mikko Tuomi, ha señalado que, en un principio se creía que el sistema tenía tres planetas en órbitas muy cercanas a la estrella y que podrían contener agua líquida. Al ir estudiando estos cuerpos descubrió que había más planetas candidatos a albergar vida en el mismo sistema.
“Hemos sido pioneros en nuevas técnicas de análisis de datos, incluyendo el uso de la longitud de onda como filtro para reducir la influencia de la actividad en la señal de la estrella. Esto incrementó significativamente la sensibilidad y permitió revelar los tres nuevos planetas alrededor del sol conocido como HD 40307g“, ha explicado Tuomi.
Necesitamos otro planeta, éste se queda pequeño. ¿A cuál nos vamos? HD 40307g, queda cerca, solo 42 millones años luz
La Tierra es un planeta maravilloso, pero seguramente no sea el único en el universo con las características necesarias para albergar vida. Los científicos de la NASA está convencido de ello, y no hay día que no vuelque todos sus esfuerzos en encontrar la evidencia definitiva que nos lo demuestre.
En palabras de Jim Adams ( director adjunto de la división de ciencias aeronáuticas de la NASA) «Es enteramente posible que haya vida compleja en otros planetas. Eso es lo que nos dice el alma, y por ese es el motivo es por el que seguimos explorando el espacio». Esto fue lo que dijo en su intervención en el III Congreso de Mentes Brillantes “El Ser Creativo”, que se está celebrando estos días en Madrid.
Para los investigadores, de los tres nuevos planetas encontrados, el de mayor interés es el que tiene la órbita más externa a la estrella. Tiene una masa siete veces mayor que la de la Tierra y su órbita está a una distancia similar a la órbita de la Tierra alrededor del Sol, por lo que recibe una cantidad similar de energía y, por tanto, tiene posibilidades de ser habitable.
Además, los astrónomos han indicado que se baraja que en la Súper-Tierra haya agua líquida y que tenga una atmósfera estable para soportar la vida. Del mismo modo, han apuntado que “es probable que el planeta gire sobre su propio eje a medida que orbita alrededor de la estrella creando un efecto diurno y nocturno del planeta”. “No hay forma mejor de crear un entorno similar a la Tierra”, ha señalado Tuomi.
Kepler-22b
Aunque a principios de este año la nave espacial Kepler ha encontrado un planeta con una órbita similar, los autores del trabajo, publicado en Astronomy & Astrophysics, han señalado que este, llamado Kepler 22d, se encuentra a 600 años luz de la Tierra, mientras que la nueva Súper-Tierra, conocida como HD 40307g, está mucho más cercana, concretamente a 42 años luz de la Tierra.
“Descubrimientos como éste son realmente emocionantes, y estos sistemas serán blancos naturales para la próxima generación de grandes telescopios, tanto en tierra como en espacio “, ha concluido Tuomi.”
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