Jul
8
Las escalas del Universo no son Humanas
por Emilio Silvera ~ Clasificado en General ~ Comments (1)
Ciudades inteligentes: Un nuevo paradigma para la ciberseguridad
Cuando pensamos sobre smart cities es muy común pensar en calles llenas de pantallas y Wi-Fi incluso en el cuarto de baño. Sin embargo, el término smart city significa mucho más que eso. Desde luego, interacción y comunicación son factores muy importantes para una smart city, pero no son los únicos.
Otro término que se nos suele ocurrir es IoT (Internet of Things), y con ello seguramente nos estamos centrando más. IoT es el nuevo paradigma que está cambiando las reglas del y juego y nuestras ciudades.
Miles de millones de bytes son recopilados cada día desde todo tipo de sensores en todo tipo de dispositivos. Estos datos pueden ser usados para mejorar la eficiencia de la ciudad de muchas maneras, como el consumo de la energía, transporte, comunicaciones, etc… Así que tenemos que incluir un nuevo concepto a la ecuación: Big Data.
La base de la ciudad inteligente es la combinación de estos dos métodos mencionados. IoT y Big Data. No obstante, son necesarios, pero no suficientes. Es necesario un uso adecuado junto con análisis para lograr el objetivo principal de una Smart City: ser capaz de gestionar los recursos por sí misma para mejorar la operatividad, ser sostenible y respetuosa con el medio ambiente.
¿Por qué simetría bilateral
La identidad de Euler: Algunos dijeron de su ecuación: “la expresión matemática más profunda jamás escrita”, “misteriosa y sublime”, “llena de belleza cósmica”, “una explosión cerebral”.
La velocidad de la luz en el vacío, c. ¡El límite impuesto por el Universo para viajar!
Ideas alucinantes que, a veces resultan ser ciertas
¿La Química? Algo más que Alquimia
La antigua alquimia china, aproximadamente entre los años 300 y 200 a.C., giraba en torno al concepto de dos principios opuestos. Estos principios podían ser, por ejemplo, uno activo y otro pasivo, masculino y femenino, o Luna y Sol. Los alquimistas consideraban que la naturaleza tenía un equilibrio circular. Las sustancias podían transformarse de un principio en el otro y luego volver a su estado inicial.
A nuestro alrededor pasan muchas cosas a las que no prestamos atención
Inmersos en los problemas cotidianos prestamos poca atención a lo que pasa a nuestro alrededor, en la Naturaleza y, sólo cuando son fenómenos muy llamativos, inusuales, o, que nos ponen en peligro, ponemos nuestros cinco sentidos en el acontecimiento. Muchas más cosas habríamos evitado y habríamos descubierto si por una sola vez hubiésemos estado más atentos, en lugar de estar pendientes de nosotros mismos, lo hubiéramos hecho con respecto a la Naturaleza que, en definitiva, es la que nos enseña el camino a seguir.
La edad actual del universo visible ≈ 1060 tiempos de Planck
Tamaño actual del Universo visible ≈ 1060 longitudes de Planck
La masa actual del Universo visible ≈ 1060 masas de Planck
Vemos así que la bajísima densidad de materia en el universo es un reflejo del hecho de que:
Densidad actual del universo visible ≈10-120 de la densidad de Planck
Y la temperatura del espacio, a 3 grados sobre el cero absoluto es, por tanto
Temperatura actual del Universo visible ≈ 10-30 de la T. de Planck
Estos números extraordinariamente grandes y estas fracciones extraordinariamente pequeñas nos muestran inmediatamente que el universo está estructurado en una escala sobrehumana de proporciones asombrosas cuando la sopesamos en los balances de su propia construcción.
Con respecto a sus propios patrones, el universo es viejo. El tiempo de vida natural de un mundo gobernado por la gravedad, la relatividad y la mecánica cuántica es el fugaz breve tiempo de Planck. Parece que es mucho más viejo de lo que debería ser.
Pero, pese a la enorme edad del universo en “tics” de Tiempo de Planck, hemos aprendido que casi todo este tiempo es necesario para producir estrellas y los elementos químicos que traen la vida.
¿Por qué nuestro universo no es mucho más viejo de lo que parece ser? Es fácil entender por qué el universo no es mucho más joven. Las estrellas tardan mucho tiempo en formarse y producir elementos más pesados que son las que requiere la complejidad biológica. Pero los universos viejos también tienen sus problemas. Conforme para el tiempo en el universo el proceso de formación de estrellas se frena. Todo el gas y el polvo cósmico que constituyen las materias primas de las estrellas habrían sido procesados por las estrellas y lanzados al espacio intergaláctico donde no pueden enfriarse y fundirse en nuevas estrellas.”
Pocas estrellas hacen que, a su vez, también sean pocos los sistemas solares y los planetas. Los planetas que se forman son menos activos que los que se formaron antes, la entropía va debilitando la energía del sistema para realizar trabajo. La producción de elementos radiactivos en las estrellas disminuirá, y los que se formen tendrán semividas más largas. Los nuevos planetas serán menos activos geológicamente y carecerán de muchos de los movimientos internos que impulsan el vulcanismo, la deriva continental y la elevación de las montañas en el planeta. Si esto también hace menos probable la presencia de un campo magnético en un planeta, entonces será muy poco probable que la vida evolucione hasta formas complejas.
Estrella enana amarilla de la Clase G2V, solo en la Galaxia existen unos 30.000 millones
Las estrellas típicas como el Sol, emiten desde su superficie un viento de partículas cargadas eléctricamente que barre las atmósferas de los planetas en órbitas a su alrededor y, a menos que el viento pueda ser desviado por un campo magnético, los posibles habitantes de ese planeta lo podrían tener complicado soportando tal lluvia de radiactividad. En nuestro sistema solar el campo magnético de la Tierra ha protegido su atmósfera del viento solar, pero Marte, que no está protegido por ningún campo magnético, perdió su atmósfera hace tiempo.
La vida (creo), estará presente en muchos mundos que, al igual que la Tierra, ofrece las condiciones adecuadas. Sabemos que el Universo es igual en todas partes y, también en todas partes suceden las mismas cosas. Todo el Universo está regido por las mismas leyes y constantes. Así, lo que pasa en una región podrá suceder en la otra
Probablemente no es fácil mantener una larga vida en un planeta del Sistema solar. Poco a poco hemos llegado a apreciar cuán precaria es. Dejando a un lado los intentos que siguen realizando los seres vivos de extinguirse a sí mismos, agotar los recursos naturales, propagar infecciones letales y venenos mortales y emponzoñar la atmósfera, también existen serias amenazas exteriores.
Los movimientos de cometas y asteroides, a pesar de tener la defensa de Júpiter, son una seria y cierta amenaza para el desarrollo y persistencia de vida inteligente en las primeras etapas. Los impactos no han sido infrecuentes en el pasado lejano de la Tierra, habiendo tenido efectos catastróficos. Somos afortunados al tener la protección de la Luna y de la enorme masa de Júpiter que atrae hacia sí los cuerpos que llegan desde el exterior desviándolos de su probable trayectoria hacia nuestro planeta.
La caída en el planeta de uno de estos enormes pedruscos podría producir extinciones globales y retrasar en millones de años la evolución que tantos miles de millones de años le costó al Universo para poder plasmarla en una realidad que llamamos vida.
El secreto reside en el tiempo biológico necesario para desarrollar la vida y el tiempo necesario para desarrollar estrellas de segunda generación y siguientes que en novas y supernovas cristalicen los materiales complejos necesarios para la vida, tales como el hidrógeno, nitrógeno, oxígeno, carbono, etc.
Parece que la similitud en los “tiempos” no es una simple coincidencia. El argumento, en su forma más simple, lo introdujo Brandon Carter y lo desarrolló John D. Barrow por un lado y por Frank Tipler por otro. Al menos, en el primer sistema solar habitado observado, ¡el nuestro!, parece que sí hay alguna relación entre t(bio) y t(estrella) que son aproximadamente iguales; el t(bio) – tiempo biológico para la aparición de la vida – algo más extenso.
Aquí, un artista interpreta la posible terra-formación de Marte
Una atmósfera planetaria adecuada dará la opción de que evolucione la vida y se creen sociedades
La evolución de una atmósfera planetaria que sustente la vida requiere una fase inicial durante la cual el oxígeno es liberado por la fotodisociación de vapor de agua. En la Tierra esto necesitó 2.400 millones de años y llevó el oxígeno atmosférico a aproximadamente una milésima de su valor actual. Cabría esperar que la longitud de esta fase fuera inversamente proporcional a la intensidad de la radiación en el intervalo de longitudes de onda del orden de 1000-2000 ángstroms, donde están los niveles moleculares clave para la absorción de agua.
Este simple modelo indica la ruta que vincula las escalas del tiempo bioquímico de evolución de la vida y la del tiempo astrofísico que determina el tiempo requerido para crear un ambiente sustentado por una estrella estable que consume hidrógeno en la secuencia principal y envía luz y calor a los planetas del Sistema Solar que ella misma forma como objeto principal.
A muchos les cuesta trabajo admitir la presencia de vida en el universo como algo natural y corriente, ellos abogan por la inevitabilidad de un universo grande y frío en el que es difícil la aparición de la vida, y en el supuesto de que ésta aparezca, será muy parecida a la nuestra.
“Las historias de ciencia ficción en las cuales se sugiere la existencia de seres vivos construidos de silicio en vez del carbono han proliferado desde hace varias décadas, por ejemplo, en los argumentos de muchas películas y series de TV. La idea no es nueva, pues esta se originó en 1891 (¡!), cuando Julio Sheiner escribió sobre la posibilidad de vida extraterrestre fundada en el Silicio.”
Según los químicos y biólogos, el Silicio sólo forma enlaces sencillos consigo mismo y ni siquiera son lo suficientemente estables como para mantener la integridad física de moléculas granees.
Es bastante probable (según creo) que, la vida y la inteligencia extraterrestre si finalmente existe en otros planetas (pocas dudas tengo a tal respecto), sea también, en su base, molecular muy parecida a la de la Tierra.
Los biólogos, sin embargo, parecen admitir sin problemas la posibilidad de otras formas de vida, pero no están tan seguros de que sea probable que se desarrollen espontáneamente, sin un empujón de formas de vida basadas en el carbono. La mayoría de las estimaciones de la probabilidad de que haya inteligencias extraterrestres en el universo se centran en formas de vida similares a nosotros que habiten en planetas parecidos a la Tierra y que necesiten agua y oxígeno o similar con una atmósfera gaseosa y las demás condiciones de la distancia entre el planeta y su estrella, la radiación recibida, etc. En este punto, parece lógico recordar que antes de 1.957 se descubrió la coincidencia entre los valores de las constantes de la Naturaleza que tienen importantes consecuencias para la posible existencia de carbono y oxígeno, y con ello para la vida en el universo.
emilio silvera
el 8 de julio del 2023 a las 10:27
En lo que a las escalas del Universo se refiere… ¡Están totalmente fuera de nuestro alcance! Tanto en el ámbito de lo muy grande como en el de lo muy pequeño, y, no digamos en el de las distancias que nos separan de las estrellas y otras galaxias que, incluso las vecinas del Grupo Local, son para nosotros inalcanzables si pensáramos en hacerles una visita física.
Hablamos de unas distancias que se miden en decenas, cientos, miles, millones y miles de millones de años luz ¿Quién puede alcanzar esas inmensas distancias?
Eso en el “universo” de lo muy grande, y, si nos vamos al de lo muy pequeño, resulta que cientos de miles de objetos están fuera de nuestro alcance, al no poderlos ver con el “ojo desnudo”, y, sólo con técnicas muy avanzadas y aparatos muy sofisticados, podemos tener referencias de ellos en microscopios electrónicos de barrido o grandes aceleradores que, dicho sea de paso, para alcanzar a esos diminutos objetos necesitan utilizar energías inmensamente grandes, y, ni con eso hemos podido llegar tan lejos como para ver que existe más allá de los Quarks.
Aunque creo que en el Futuro la Humanidad dará grandes pasos hacia la “verdadera· conquista del Espacio, también creo que, dicha conquista estará supeditada a distancias que no podrán abarcar la totalidad de nuestro Universo, ya que, simplemente pensar en recorrer nuestra propia Galaxia (100.000 años luz de diámetro), nos entra el mareo y entramos en la zona de incomprensión.
En realidad, nuestro “macro mundo” es limitado, y, en cuanto salimos de la Tierra… ¡Nos sentimos perdidos!