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¡Qué cosas! Nadie sabe lo que pasará mañana

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en General    ~    Comentarios Comments (1)

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Qué es Nibiru, el planeta que algunos vinculan con el fin del mundo este 23  de septiembre - BBC News Mundo

 

Nibiru, para los babilonios, era un cuerpo celeste asociado con el dios Marduk. Nibiru significa “lugar que cruza” o “lugar de transición”. En muchos textos babilonios se identifica con el planeta Júpiter, aunque en la tablilla 5 de la Enûma Elish se asocia con la estrella polar

Hoy era el día señalado por cierta teoría para que, el “Planeta Nibiru o Planeta X” llegara a la Tierra, la teoría o profecía dice que el día 23 de Abril dicho planeta colisionaría con el nuestro provocando toda clase de cataclismos, erupciones volcánicas, grandes movimientos sísmicos, Tsunamis… Toda suerte de sucesos indeseables para la vida en la Tierra.

Claro que, el tal planeta… ¡No existe! y, como consecuencia no será eso, precisamente, lo que provoque una gran catástrofe en nuestro planeta y en nuestras vidas. Dicen que todo aquello surgió en la década de los 90 a partir de una interpretación de textos religiosos (mal entendidos por cierto).

 

Científicos encuentran evidencias de un noveno planeta en el Sistema Solar  | National Geographic

 

Sabemos que no estamos a salvo de la caída de un gran meteorito en nuestro planeta. Estos cuerpos espaciales son impredecibles y, es imposible, que ninguna Agencia Espacial, los tenga a todos controlados, así que, en cualquier momento, podría aparecer alguno de grandes dimensiones en dirección a la Tierra y, desde luego, la gran catástrofe estaría servida, ni la NASA tiene los medios necesarios para evitar el encontronazo.

 

Miles de turistas llegan a tierras Mayas, ante la llegada del “fin del mundo”  | La Portada Canadá

                         Resultado de imagen de El fin del mundo en 2012 de la profecía Maya

Primero fue aquella teoría Maya, que con toda seguridad, nos decía que el 21 de Diciembre de 2012, llegaría el fín del mundo. Lo cierto es que, la predicción fue mal interpretada y no se refería al fin del mundo, sino a un nuevo ciclo o comienzo.

Parece que sentimos cierta fascinación por este tipo de cosas, y, no pocos, creen a pie juntillas en ellas, cuando lo cierto es que, no son ciertas y, el fin que buscan quienes la fomentan no se vislumbra muy bien.

En nuestro Mundo han habido 5 grandes extinciones que acabaron con una gran parte de los seres vivos que poblaban el planeta. De hecho, sólo el 1% de todas las especies que aquí vivieron existen actualmente en la Tierra, el 99%, se extinguió por una u otra razón. Esperemos que no seamos nosotros el punto de mira de la próxima.

No podemos leer todo lo que leemos en los medios o escuchamos de unos y otros.

emilio silvera

 

 

 

  1. 1
    Emilio Silvera
    el 23 de abril del 2018 a las 10:20

     

    En aquel año 2012, recuerdo como todos se hicieron Eco de la “Predicción Maya del fón del Mundo”, sin entender que se referían al nuevo ciclo que daba comienzo para que todo siguiera igual. Asó, en aquellos primeros momentos del años, ya comienzan los movimientos, declaraciones, programas de televisión con variopintos personajes que se presentan como “especialistas” en el tema y exponen el tétrico destino que se nos viene encima para finales de aquel  presente año. Hasta princesas japonesas nos advierten sobre el fin del ciclo que puede ser devastador para la Humanidad. No digamos de “sacerdotes sectarios”, chamanes, charlatanes y toda esa pléyade de individuos y organizaciones que quieren hacer suyas las “profecias mayas!” para meternos el miedo en el cuerpo vaya usted a saber con qué intenciones malsanas.  Así que, el 23 de Diciembre de 2.012, no todos estaban tranquilos.

    Aislada de la Cultura del viejo mundo, la Civilización Maya, ubicada en lo que actualmente es el sur de México y Guatemala, surgió alrededor de la época del nacimiento de Cristo, floreció y, luego, desapareció abrupta y misteriosamente. Muchos estudiosos han querido desentrañar el misterio, se ha investigado hasta la saciedad y, algunas cuestiones han quedado claras y otras (como siempre pasa), están bien escondidas en las brumas de una gran oscuridad.

    ¿Estarán las respuestas en las estrellas? Aparte de las pirámides y las estelas de piedra talladas con unos elaborados glifos, su historia se conserva en unos pocos códices, entre los que figura el Libro de la Creación escrito en lengua maya-quiché, el Popol Vuh. Sin embargo, la cosmología maya tiene muchos aspectos parecidos a la cosmología de otras culturas.

    Y, sí, tenían una cosmología muy parecida a la de otros pueblos muy alejados de ellos y de los que no tenían medio de saber, por ejemplo, la cosmología hindú es muy parecida a la maya en lo relativo a los ciclos alternos de destrucción y creación, y en los enormes intervalos de tiempo en que se sitúan estos ciclos; a la cosmología antigua de Mesopotamia, en el seguimiento meticuloso de los cuerpos celestes, que son manifestaciones de los dioses, y en la igualmente implacable condena de las teorías anticuadas.

    Las ciudades mayas eran centros ceremoniales monumentales con pirámides escalonadas y otros grandes edificios de uso religioso, así como observatorios astronómicos y grandes explanadas para desarrollar los rituales. A la llegada de los españoles ya habían sido abandonadas, pero se conoce su religión por la arqueología, ya que muchas ciudades mayas como Palenque, Chichén Itzá o Tikal han sido excavadas a partir del siglo XIX y han legado un patrimonio cultural impresionante.

    También han llegado hasta la actualidad algunos de sus libros sagrados, como el Popol Vuh, y parte de sus creencias se han mantenido entre los descendientes actuales de los mayas que viven en el sur del actual México y en Guatemala, más de una treintena de grupos indígenas.

    Tres intentos de creación fallaron antes de que surgiera un universo que pudiera sostener la vida humana (estos intentos fallidos recuerdan la cosmología que desarrolló en el siglo XVIII David Hume). Y así surge el mundo actual, aunque también será destruido al final de su era. Los Mayas como los Hindúes, concibieron el engranaje de unos largos cielos temporales que generaron creaciones y destrucciones con tanta facilidad como un árbol despliega sus hojas y luego las deja caer.

    “las profecías” del fin del mundo en 2.012.

    Curiosamente, las fechas de la cuarta y última creación maya encajan bastante bien con las del cuarto y último ciclo hindú: 13 de Agosto del año 3114 a. C. y 5 de febrero de 3112 a. C. para los mayas, según Linda Schele, y 17 – 18 de febrero del año 3102 a.C. para los hindúes, según Aveni. En la Indía estas fechas concuerdan con una conjunción planetaria en Aries. En la Mitología Maya estas fechas representan dos actuaciones de los dioses para crear el universo.

     

     

    El cinturón de Orión

     

     

    Alnitak , Alnilam y Mintaka son las brillantes estrellas azuladas, de este a oeste (de izquierda a derecha), a lo largo de la diagonal de esta preciosa vista cósmica. Conocidas por lo demás como el cinturón de Orión, estas tres estrellas azules supergigantes son más calientes y mucho más masivas que el Sol. A más de 1.500 años-luz de distancia y nacidas en las ricas Nubes estelares de  de Orión.

    El 13 de Agosto de 3114 establecieron el corazón cósmico llevando las tres estrellas del Cinturón de Orión al centro del cielo; dos años más tarde, el 5 de febrero, levantaron el árbol cósmico que es la Vía Láctea. Como en la India, ambos días correspondían a acontecimientos astronómicos.

    Según creían los sacerdotes mayas. estos acontecimientos marcaban el amanecer de una nueva era, que se contabilizó usando la “cuenta larga”, un registro lineal de los días que comienza con la cuarta creación maya del año 3114 a. C.y predice que el final del universo actual tendrá lugar el 23 de Diciembre de 2.012 d. C. Durante este intervalo de vida del universo, que es de unos cinco mil años, numerosos ciclos de tiempo menores marcaban las duraciones de los ritmos astronómicos naturales.

    Como tantas otras Civilizaciones, también nos Mayas nos cuentan sus predicciones y profecías pero… ¡Hay que saber entenderlas!

     

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