“El hombre busca de manera innata la verdad, aunque ésta conlleva a menudo una búsqueda del bienestar. La verdad, la individualidad del hombre, su personalidad y bienestar están estrechamente relacionados, hasta el punto de poder afirmar como Séneca, que el suelo de la verdad es el único suelo donde el hombre con seguridad puede construir su personalidad sin que ésta lo derroque y de manera que sea un vehículo perfecto para el Ser. Cuando esto se logra, la misma se convierte en el canal de riego que el ingeniero diseñó, canalizando las aguas de la vida. Cuanto más perfecta sea esta construcción, más libre será el flujo de agua, más libre será el flujo de la individualidad humana. A su vez, cuanto mayor sea el flujo de la individualidad humana, mayor será el bienestar del hombre.”