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El Universo se comporta como un Ente Vivo

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en General    ~    Comentarios Comments (8)

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Yin y yang - Wikipedia, la enciclopedia libre

El principio del yin y el yang de la filosofía china es que todas las cosas existen como opuestos inseparables y contradictorios.

 

Dado que la entropía se refiere al desorden de un sistema, la entropía positiva ocurre cuando un sistema se vuelve más desordenado y la entropía negativa ocurre cuando un sistema se vuelve menos desordenado o más ordenado. Como nos dice el amigo Nelson en el comentario que nos manda, la Gravedad genera Entropía negativa, es decir, mantiene el orden del sistema, y, el mejor ejemplo es el Sistema solar que se mantiene unido gracias a ella.

 

GAIA, ¿CÓMO DEFENDER LA MADRE TIERRA? – MOOD KAENE

El comentario que más abajo queda reflejado, se deriva del trabajo  “El Universo, a su manera, también es un “Ente Vivo”, y, nuestro contertulio Nelson, lo asimila a la teoría de GAIA para la Tierra, lo que no puede ser más acertado.

Aquí el comentario:

“Hola muchachada.

 

                        Ciencia.

Si atamos cabos y consideramos que la “muerte térmica” del Universo está descartada, que la gravedad conlleva una entropía negativa, que los orientales sostienen a los principios del Ying y del Yang y que definitivamente todo el desarrollo de las Ciencias, de la filosofía y de la historia están regidas por las reglas de la dialéctica hegeliana, podemos mantener una esperancita de que nuestro Universo se comporte parecido a nuestra Teoría de Gaia; es decir, como un cuerpo que nace, crece, se reproduce y muere, en un proceso ilimitado y ascendente, renovando y profundizando su complejidad y diversidad, en un “empate técnico” entre la entropía y la Vida.

Saludos cordiales.”

 

  1. 1
    emilio silvera
    el 22 de agosto del 2023 a las 11:15

    Anda por ahí esa leyenda que dice:

    “La hipótesis Gaia es un modelo interpretativo que afirma que la presencia de la vida en la Tierra fomenta unas condiciones adecuadas para el mantenimiento de la biósfera.1​ Según la hipótesis Gaia (cuyo nombre es tomado de la diosa Gaia), la atmósfera y la parte superficial del planeta Tierra se comportan como un sistema donde la vida, su componente característico, se encarga de autorregular sus condiciones esenciales tales como la temperatura, composición química y salinidad en el caso de los océanos. Gaia se comportaría como un sistema autorregulado (que tiende al equilibrio). La hipótesis fue ideada por el químico James Lovelock en 1969​ (aunque publicada en 1979), siendo apoyada y extendida por la bióloga Lynn Margulis.​

    Lovelock estaba trabajando en ella cuando se lo comentó al escritor William Golding, siendo este quien le sugirió que la denominase “Gaia”, diosa griega de la Tierra (Gaia, Gea o Gaya).”

    En relación al Universo, algunos han querido ir más lejos y creen que pudiera ser cierta la Teoría de el Universo es un Ser Vivo capaz de aprender y pensar.

    Nuevos estudios científicos ofrecen desconcertantes datos que apuntan a una teoría cosmológica radicalmente diferente. Una idea que, sorprendentemente, unificaría la relatividad y la física cuántica.

    Un creciente número de científicos afirman que el universo puede ser una red neuronal gigante, una entidad ‘viva’ capaz de aprender y evolucionar. Esta idea está ganando tracción y tiene el potencial de redefinir nuestra comprensión del cosmos, poniendo fin a la concepción tradicional del universo como un vasto espacio aparentemente “inerte” dónde energía y materia interactúan en un baile caótico gobernado por leyes físicas y cuánticas que todavía no podemos explicar totalmente. De hecho, la teoría tiene el potencial de unificar la relatividad de Einstein y la mecánica cuántica, que siempre ha sido el santo grial de la física moderna para explicar por fin el funcionamiento del universo.”
    Claro que mi intelecto no llega tan lejos como para tener en la Mente una imagen con los filamentos que conectan grupos de galaxias, parecido al conectoma de los cerebros. Pero más allá de la similitud, existe evidencia desconcertante que apunta a la posibilidad de que el universo es una gran inteligencia viva.

    El hecho de que esas 19 Constantes Universales estén ahí, inamovibles para que el Universo sea el que podemos observar, y, posibilite la presencia de la Vida… ¡Da mucho que pensar!

    Y, desde luego, el que esté regido en todas sus regiones por las mismas leyes fundamentales que hace posible la existencia de los átomos para formar materia que evolucione hasta alcanzar los pensamientos… ¡Da que pensar!

    Los cortos de vista, o, interesados para poder sacar partido de ello, hablan de una Tierra en la que, la presencia del Ser humano provoca un cambio climático que podría acabar con la vida en el planeta.

    Nada más lejos de la realidad, la Tierra, como el Universo, también se recicla, y, sus terremotos, Tsunamis, movimientos de las plazas tectónicas que cambian la orografía de nuestro mundo, el que en el Presente existan desiertos en los que hace millones de años estuvieron los océanos, las glaciaciones y otros cambios han sido desde siempre la mecánica de nuestro planeta, y, lo del “cambio climático” que arrojan sobre nosotros, una patraña detrás de la que esconden intereses bastardos.

    Siendo cierto que nunca fuimos buenos administradores del planeta, también lo es que no tenemos la capacidad de hacer cambiar el clima, y, nuestras actividades (no pocas veces egoístas), pueden llevar a contaminar alguna región local pero nunca a incidir en el clima que, como antes apunto, se transfoma solo y sin ayuda de nadie, Así ha sido siempre y lo seguirá siendo.

    Podríamos llegar a la conclusión final de que tanto la Tierra, como el mismo Universo… ¡Saben lo que hacen!

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  2. 2
    nelson
    el 23 de agosto del 2023 a las 3:22

    Amigo Emilio.
    Estoy halagado porque incluíste un comentario mío pero siento que es inmerecido y se explica solo por la amistad que tenemos, pues ni siquiera es de “producción” propia sino un simple resumen de ideas en las que coincidimos; por un lado a través del tiempo y de entradas tuyas donde con una elocuencia superlativa haces sencillas las cosas complejas; haces comprensibles y entretenidas transmitiendo y educando a las mayorías en las cosas de las Ciencias y del Universo que de otro modo quedarían encerradas en mamotretos aburridos al alcance de un puñado de intelectuales… y por otro lado de divulgadores como Sagan o filósofos como Mosterin …

    También quería decirte que leí una entrada tuya muy completa ayer que aparentemente eliminaste o se perdió porque no la encontré más por más que la busqué.. En ella decías en un párrafo que podrías haber titulado “Quizás”, entre otros ítems algo así como, palabra más, palabra menos: ” Quizás seamos un experimento fallido, condenado al fracaso. O quizás seamos la oportunidad”.
    Me impresionó vivamente esa alternativa cuyo primer término rechazo porque no concibo un Universo que ha recorrido en 14 mil millones de años unas cuantas decenas de millones de años luz para nada en medio de un desarrollo sostenido y colosal hasta llegar a nosotros; es un sinsentido, una noción absurda, una negación de la realidad.
    Claro que comparto contigo que al Universo no le importa mucho lo que pensemos nosotros, criatura suya al fin y al cabo, imperfectos y falibles y continuará su marcha a través de los eones en busca de su Destino Final.
    Que quizás nos guste.
    O quizás no.

    Un fuerte abrazo.

    Responder
    • 2.1
      Emilio Silvera
      el 23 de agosto del 2023 a las 5:49

      Sñi, amigo mío, cuando nosotros nos vayamos… ¡Ninguna estrella dejará de brillar!

      Algunas veces nos sentimos frustrados ante lo efímero de nuestro paso por este “escenario”, en el que hemos representado el papel que nos tocó en suerte.

      Miramos hacia atrás y “vemos” lo que pasó antes de nuestra llegada, y, si tratamos de mirar hacia adelante, lo único que podemos ver son las imaginativas conjeturas que nuestra Mente sepa elaborar.

      De manera interesada pensamos que es una “injustica” el tener que irnos. Sin embargo, cuando de manera pausada nos detenemos a examinar esa realidad, no podemos tener más que una opción: Aceptar que las cosas deben ser de esa manera. ¿Qué sentido tendría seguir por aquí sin ninguno de nuestros seres queridos? El recorrido más plausible es el que el Universo nos ha dado, y, como decía aquel pensador:

      “… Y, con el paso de los Eones, hasta la misma muerte tendrá que morir? El Universo es una continúa renovación, lo vemos en las estrellas.

      Y, como mencionas:

      “Son chispas divinas, chispas de la conciencia cósmica. Es posible que otras criaturas piensen también en el universo en algún otro lugar en la vasta inmensidad de espacio-tiempo, pero no lo sabemos. Si existen, ellas son también partes de la conciencia cósmica distribuida, participantes, como nosotros, en la autoconciencia del universo.”

      Jesús Mosterin “El espejo roto del conocimiento”

      Pocas dudas nos pueden caber de que nuestras Mentes están conectadas al Universo del que forma parte, esa conciencia cósmica que, seguramente, como nos dice el gran pensador que mencionas, estará dispersa por todo el Cosmos que, como he dicho tantas veces, es igual en todas partes y al estar regido por leyes y constantes universales, también en todas partes construye galaxias de estrellas y de mundos y (posiblemente) de criaturas que, como nosotros estén tratando de saber el verdadero sentido de nuestra presencia aquí.

      Responder
  3. 3
    nelson
    el 23 de agosto del 2023 a las 3:58

    Hola muchachada.

    Increíbles palabras, delicadamente armadas en una exquisita prosa, con un mensaje contundente y convincente:

    “Los ecos del big bang retumban todavía en las partículas de que estamos hechos.
    Nuestra composición química es más afín a la cósmica que a la terrestre. Por el hidrógeno que llevamos dentro (formado junto al fogonazo de la radiación cósmica de
    fondo) somos hijos de la luz. Por el carbono, el nitrógeno y el oxígeno (forjados en los hornos estelares y dispersados en explosiones agónicas de supernovas) somos polvo de estrellas. El microcosmos de nuestro cuerpo es el compendio de la historia del
    macrocosmos, como los clásicos no se cansaron de subrayar. Con frecuencia se ha usado esta metáfora del microcosmos (el humán) como recapitulación del macrocosmos
    (el universo). Aunque exagerada, la metáfora encierra algo de verdad. Una mirada a nosotros mismos revela muchas huellas de la historia del universo y de la vida. Y nuestras múltiples semejanzas bioquímicas y genéticas con el resto de los seres vivos terrestres documentan las diversas etapas de la historia de la vida.
    Somos sistemas físicos, partes del universo, pero no partes cualesquiera: somos (o podemos llegar a ser) partes concientes del universo y, por tanto, partes de la conciencia cósmica. La conciencia cósmica es la conciencia distribuida del universo (la conciencia divina, si se quiere). Cuando nuestro cerebro piensa, decimos que nosotros pensamos.
    Nuestro cerebro es parte nuestra, pero nosotros somos partes del universo y, por tanto, nuestro cerebro es parte del universo. Cuando pensamos en el universo con nuestro cerebro, el universo se piensa a sí mismo en nuestro cerebro. Nuestros pensamientos
    son chispas divinas, chispas de la conciencia cósmica. Es posible que otras criaturas piensen también en el universo en algún otro lugar en la vasta inmensidad de espaciotiempo, pero no lo sabemos. Si existen, ellas son también partes de la conciencia cósmica distribuida, participantes, como nosotros, en la autoconciencia del universo.”

    Jesús Mosterin “El espejo roto del conocimiento”

    Saludos cordiales.

    Responder
  4. 4
    José Germán
    el 23 de agosto del 2023 a las 18:47

    Amigos míos, vosotros, Maestro Emilio y Nelson, que maravillosa interlocución humana nos han brindado en esta entrada.
    A los que creemos saber algo, nos deja en asombro, porque nos han arrebatado ideas precisas que, alguien, alguna vez, tendría que haberlas lanzado al espacio (tal vez en el Voyager 2) en nombre de la inteligencia existente en este bien logrado planeta.
    ¡Felicitaciones!

    Responder
    • 4.1
      emilio silvera
      el 24 de agosto del 2023 a las 5:27

      ¡Hola, amigo José Germán!

      Eres, como nosotros. un enamorado de la Naturaleza, del Universo y te preocupas por el saber de las cosas (tu obra lo avala), y, para Nelson y para mí, tus palabras, son una alabanza excesiva, ya que, ambos somos conscientes de lo poco que sabemos, y, con ese poquito, tratamos de plasmar en nuestros pensamientos como podrían ser las “cosas”, aunque no siempre acertemos.

      De todas las maneras, el camino para saber comienza cuando somos conscientes de que no sabemos, de otra manera dejaríamos de buscar esa verdad que perseguimos.

      Un abrazo

      Responder
  5. 5
    nelson
    el 24 de agosto del 2023 a las 22:53

    ¡Gracias, amigo Germán por tus encendidas palabras!! Pero te recuerdo lo que ya aclaré más arriba; que mi comentario no es una “producción propia”, solo un resumen de diversas ideas vertidas aquí a través del tiempo y solo tratan de resumir conceptos extraídos del amigo Emilio y de filósofos, pensadores y divulgadores varios. No tiene más pretensiones.
    Un abrazo!!

    Responder
    • 5.1
      emilio silvera
      el 25 de agosto del 2023 a las 17:51

      El simple hecho de recordar aquellos pensamientos para que los demás los puedan conocer… ¡Ya tiene su valor!

      Todos estamos agradecidos.

      Responder

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