May
1
El Universo asombroso… ¡Y los seres inteligentes!
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Ciencia y Vida ~ Comments (0)
Un lejano quásar, a más de 10.000 millones de años luz de la Tierra, descubierto por astrónomos de la Universidad de California, ha servido para iluminar un fragmento de la gigantesca red de filamentos de materia que conectan las galaxias entre sí como una gran «telaraña cósmica». Es la primera vez que se consigue visualizar una parte de esta estructura, predicha por las teorías cosmológicas pero que nunca se había observado hasta ahora. [Así te dimos a conocer la investigación]
«Este quásar está iluminando el gas a escalas que van mucho más allá de cualquier otra cosa que hayamos visto hasta ahora, dándonos el primer retrato de los filamentos de materia que se extienden entre galaxias», explicaban los científicos.
Preparando el futuro
Un equipo del Lawrence Livermore National Laboratory hizo público en febrero que acaba de conseguir, por vez primera, que un reactor de fusión nuclear produzca más energía de la que consume. Se trata de un paso clave en el camino de lograr «ganancias de combustible» mayores que la unidad, algo fundamental en el objetivo de poder usar en el futuro una fuente energética inagotable y limpia, la misma que utilizan las estrellas.
Interacciones magnéticas entre dos electrones
Físicos del Instituto Weizmann de Ciencia en Israel han medido la interacción extremadamente débil entre los imanes más pequeños, dos electrones individuales, algo muy difícil de observar. Para ello, tuvieron que neutralizar el ruido magnético, que era un millón de veces más fuerte que la señal que tenían detectar.
Cada día que pasa, los físicos experimentales consiguen nuevos logros que nos llevan a un mayor conocimiento del funcionamiento de la naturaleza en su más infinitesimal expresión.
Antes ficciones, ahora, realidad
Investigadores de la Universidad de California Riverside (EE.UU.) crearon un nuevo tipo de dispositivo de memoria holográfica que mejora considerablemente las limitaciones de almacenamiento, al leer datos de manera paralela en vez de lineal, como lo hacen los sistemas convencionales. De esta forma, es capaz de almacenar múltiples imágenes en la misma zona utilizando luz y ángulos diferentes.
Tenemos por delante (y no a muy largo plazo) un futuro inimaginable.
Siempre queriendo saber: Una explosión Supernova en el Laboratorio
Un equipo de la Universidad de Oxford en Reino Unido utilizó una de las instalaciones de láser más poderosas del mundo para crear pequeñas versiones de explosiones de supernovas en el laboratorio. En concreto, la supernova simulada es Casiopea A, que ha desconcertado a los astrónomos debido a su estructura nudosa irregular que sugiere la presencia de campos magnéticos muy fuertes.
El resultado fueron fuertes campos magnéticos similares a los observados en Casiopea A. La técnica también podría ser utilizado para simular una amplia gama de procesos astrofísicos, según los investigadores.
Comprimen datos cuánticos por primera vez
Físicos de la Universidad de Toronto (Canadá) demostraron por primera vez que es posible comprimir datos cuánticos en una serie de qubits idénticos, uno de los retos a los que se enfrentarán los ordenadores del futuro, que se esperan mucho más rápidos y eficaces. La técnica podría allanar el camino para un uso más eficaz de memorias cuánticas.
La experiencia nos dice que, será mejor apartar la palabra imposible, ya que, a la vista de los descubrimientos que se van realizando en el ámbito de la mecánica cuántica… ¡cualquier cosa que podamos imaginar, será posible!
El rayo tractor acústico
Investigadores de la Universidad Dundee en Reino Unido y de la de Wesleyan en Illinois (EE.UU.) crearon el primer rayo tractor acústico, que puede atraer un objeto disparándole ondas ultrasónicas. La técnica podría tener una amplia gama de aplicaciones en la medicina, como la manipulación de objetos, fluidos y tejidos dentro del cuerpo, o la entrega de fármacos encapsulados a la ubicación exacta en el organismo que requiere tratamiento.”
Los impactos de la vida moderno con los avances científicos y tecnológicos
Los avances se producen en todos los ámbitos y disciplinas del saber Humano, cada rama científica avanza en una carrera sin fin, lo que antes era un “milagro” hoy resulta lo natural y cotidiano y, en un futuro, si pudiéramos estar aquí para verlo, al igual que les pasaría a nuestros abuelos si vieran nuestro mundo presente, el asombro nos dejaría sin habla.
Hilbert llevaba razón cuando dejó en su tumba de Gotinga en Alemania, aquel mensaje:
Tenemos que saber, sabremos.
Sep
22
¿Vida en las nubes de estrellas fallidas?
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Ciencia y Vida ~ Comments (0)
Una abundante nueva variedad de lugares que podrían servir de hogar para la vida… y las vistas son espectaculares. Flotando en la Vía Láctea hay tal vez mil millones de frías enanas marrones, objetos muchas veces tan masivos como Júpiter, pero no lo suficiente para encenderse como una estrella. Según un estudio reciente, las capas de sus atmósferas superiores presentan temperaturas y presiones similares a las de la Tierra, y podrían albergar microbios que naveguen en corrientes termales ascendientes.
La idea surge de la idea de una zona habitable que incluye una vasta cantidad de mundos que previamente no eran considerados. “No se necesita tener inevitablemente un planeta terrestre con una superficie”, dice Jack Yates, científico planetario de la Universidad de Edimburgo en Reino Unido, quien lideró el estudio.
Ni podemos imaginar lo que puede estar morando en las nubes Interestelares
La vida atmosférica no es solo para las aves. Durante décadas, los biólogos han conocido microbios que se dejan llevar por el viento a granes alturas sobre la superficie de nuestro planeta. Y en 1976, Carl Sagan imaginó la clase de ecosistema que podría evolucionar en las capas superiores de Júpiter, alimentados por la luz solar. Sería como plancton aéreo: pequeños organismos que Sagan llamó “hundidores” (“sinkers” en inglés). Otros organismos, denominados “flotadores” (“floaters” en inglés), podrían ser similares a globos y subir o bajar en la atmósfera manipulando la presión de sus cuerpos. En los años posteriores, los astrónomos también han considerado la idea de microbios en la atmósfera de dióxido de carbono sobre la superficie inhóspita de Venus.
El telescopio VLT (Very Large Telescope) de ESO ha sido el instrumento utilizado para crear el primer mapa del tiempo de la superficie de la enana marrón más cercana a la Tierra. Un equipo internacional ha hecho un mapa de las zonas claras y oscuras en WISE J104915.57-531906.1B, conocido comúnmente como Luhman 16B, una de las dos enanas marrones descubiertas recientemente que forman pareja y que se encuentra a tan solo seis años-luz del Sol
Yates y sus colegas aplicaron el mismo pensamiento a una clase de mundo que Sagan no conoció. Algunas enanas marrones frías, descubiertas en 2011, tienen superficies a temperaturas ambientes o menores; las capas más bajas serían realmente agradables. En marzo de 2013, los astrónomos descubrieron a WISE 0855-0714, una enana marrón a solo 7 años-luz de distancia que parece tener nubes de agua en su atmósfera. Yates y sus colegas actualizaron los cálculos de Sagan para identificar los tamaños, densidades, y estrategias de vida de los microbios que podrían arreglárselas para mantenerse en las alturas de la región habitable de una enorme atmósfera con hidrógeno gaseoso como predominante. Si se hunde demasiado se cocina o aplasta por la presión. Si se eleva demasiado alto se puede congelar.
En tal mundo, los pequeños hundidores como los microbios de la atmósfera de la Tierra, o incluso más pequeños, tendrían una mejor probabilidad que los flotadores de Sagan, informaron en el estudio. Pero mucho depende del clima: Si las marejadas de vientos son muy fuertes en las enanas marrones, como parece ser el caso en las bandas de los gigantes de gas como Júpiter y Saturno, las criaturas del cielo pueden forjar un nicho. En ausencia de luz estelar, podrían alimentarse de nutrientes químicos. Las observaciones de las atmósferas frías de enanas marrones revelan la mayoría de los ingredientes de los que la vida terrestre depende: carbono, hidrógeno, nitrógeno y oxígeno, aunque quizá no fósforo.
Ilustración artística de formas de vida en Júpiter. Crédito: Paul Calle.
La vida es especulativa, pero vale la pena considerarla, dice Duncan Forgan, astrobiólogo de la Universidad de St. Andrews en Reino Unido, quien no participó del estudio pero dice que es alguien cercano al equipo. “Realmente abre el campo en términos de la cantidad de objetos que podríamos entonces pensar, bien, estas son regiones habitables”, indica.
Hasta ahora, solo unas pocas docenas de enanas marrones frías han sido descubiertas, aunque las estadísticas sugieren que debería haber unas 10 a menos de 30 años-luz de la Tierra. Estas enanas deberían ser objetivos para el Telescopio Espacial James Webb (JWST), que es sensible en el infrarrojo donde las enanas marrones más se destacan. Después que se lance en 2018, el JWST debería revelar el clima y composición de sus atmósferas, dice Jackie Faherty, astrónomo de la Institución Carnegie para la Ciencia en Washington, D.C. “Comenzaremos a obtener magníficos espectros de estos objetos”, dice ella. “Esto me hace pensar en ello”.
Probar la existencia de vida requeriría anticipar una fuerte huella espectral de subproductos de los microbios como metano u oxígeno, y luego diferenciarlos de otros procesos, dice Faherty. Otro problema sería explicar cómo podría surgir la vida en un ambiente que carece de interfaces agua-roca, como respiraderos hidrotermales, donde se piensa que la vida pudo haber comenzado en la Tierra. Quizá la vida podría desarrollarse gracias a reacciones químicas en las superficies de granos de polvo en la atmósfera de enanas marrones, o tal vez logró afianzarse apoyo después de llegar a bordo de un asteroide. “Tener pequeños microbios que flotan dentro y fuera de la atmósfera de una enana marrón es genial. Pero hay que llevarlos allí primero”, dice Forgan.
El estudio “Atmospheric Habitable Zones in Y Dwarf Atmospheres” fue publicado en la edición del 20 de febrero de 2017 de The Astrophysical Journal.
Fuente: Science
Ago
7
Moléculas vivas sorprendentes
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Ciencia y Vida ~ Comments (0)
En matemáticas se pueden trazar líneas precisas y concretas que dividan en dos clases entes de naturaleza matemática. Una estructura geométrica se puede suporponer o no a su imagen especular. Una estructura asimétrica puede tener una lateralidad a la derecha o bien a la izquierda.
Cualquier número entero positivo es par o impar, y no hay ninguno de tales números para el cual su situación a este respecto ofrezca la menor duda. Pero en el mundo, si exceptuamos el nivel subatómico de la teoría cuántica, las lineas divisortias son casi siempre difusas. El alquitrán, ¿es sólido o líquido?. Lo cierto es que, la mayoría de las propiedades físicas se “mueven” en un espectro continuo que hace que vayan cambiando de manera imperceptible de un extremo a otro del mismo.
El paso del tiempo convierte en líquido, gas o sólido algunos materiales y, a otros, los deforma hasta perder su estructura original para convertirmos en lo que antes no eran. Nada permanece, todo cambia. Sea cual fuere la línea de división, habrá algunos casos en los que no podamos definirla y, en otros, habrá objetos tan próximos a ella que el lenguaje ordinario no será lo suficientemente preciso como para poder afirmar a qué lado pertenece. Y, la propiedad de la vida, está, precisamente, en uno de esos continuos.
Para porbar esto basta que consideremos los virus: son las estructuras biológicas más pequeñas que se conocen con la propiedad de poder “comer” (absorber sustancias situadas en sus proximidades), crecer y fabricar copias exactas de sí mismas.
Son mucho más pequeños que una bacteria (en realidad, algunos virus infectan las bacterias) y pasan sin dificultad a través de un filtro de porcelana fina que, aunque a nosotros nos parezca que está completamente sellada y su superficie es totalmente hermética y lisa, para ellos, tan “infinitamente” pequeños, ofrece miles de huecos por los que poder colarse.
Nuevas grabaciones en vídeo de un virus que infecta a las células sugiere que los virus se expanden mucho más rápido de lo que pensábamos. El descubrimiento de este mecanismo permitirá crear nuevos fármacos para hacer frente a algunos virus. En la punta de un alfiler caben millones de ellos. De hecho, los virus tienen el tamaño de una décima de micrómetro (diezmillonésima parte del metro).
El mundo de lo muy pequeño es fascinante y, por ejemplo, si hablamos de átomos, se necesitarían aproximadamente una cantidad para nosotros inconmensurable de átomos (602.300.000.000.000.000.000.000) para lograr un solo gramo de materia. Fijáos que hablamos de lo pequeño que pueden llegar a ser los virus y, sin embargo, el Hidrógeno con un sólo protón es el átomo más ligero y su masa es 400.000 veces menor que la masa de un virus, como antes dije, el organismo vivo más pequelo que se conoce. El virus más diminuto conocido mide unos o,00000002 m; su tamaño es 2.000 veces mayor que el del átomo. Y, en la punta del algiler que antes mencionamos cabrían 60.000.000.000 (sesenta mil millones) de átomos.
Bombardeando rayos X podemos verlos
Como los virus son menores que la longitud de onda de la luz, no pueden observarse con un microscopio luminoso ordinario, pero los bioquímicos disponen de métodos ingeniosos que les permiten deducir su estructura, ya que pueden verlos mediante bombardeos con rayos X u otras partículas elementales.
En ralidad, se puede decir que un cristal “crece”, pero lo hace de un modo ciertamente trivial. Cuando se encuentra en una solución que contiene un compuesto semejante a él, dicho compuesto se irá depositando sobre su superficie; a medida que esto ocurre, el cristal se va haciendo mayor, pero el virus, igual que todos los seres vivos, crece de una manera más asombrosa: toma elementos de su entorno, los sintetiza en compuestos que no están presentes en el mismo y hace que se combinen unos con otros de tal manera que lleguen a dar una estructura compleja, réplica del propio virus.
Los virus sólo se multiplican en células vivientes. La célula huésped debe proporcionar la energía y la maquinaria de síntesis, también los precursores de bajo peso molecular para la síntesis de las proteínas virales y de los ácidos nucleicos. El ácido nucleico viral transporta la especificidad genética para cifrar todas las macromoléculas específicas virales en una forma altamente organizada.
El poder que tienen los virus de infectar, e incluso matar, un organismo, se debe precisamente a esto. Invade las células del organismo anfitrión, detiene su funcionamiento y lo sustituye, por decirlo de alguna manera, por otros nuevos. Ordena a la célula que deje de hacer lo que normalmente hace para que comience a fabricar las sustancias necesarias para crear copias de sí mismo, es decir, del virus invasor.
El primer virus que se descubrió, y uno de los más estudiados, es el virus sencillo que produce la “enfermedad del mosaico” en la planta del tabaco. Cristaliza en forma de barras finas que pueden observarse a través del microscopio electrónico. Recientemente se ha descubierto que cada barra es, en realidad, una estructura helicoidal orientada a la derecha, formada por unas 2.000 moléculas idénticas de proteína, cada una de las cuales contiene más de 150 sub-unidades de aminoácidos.
Animación de parte de una estructura de ADN de doble hélice
Mar
14
Moléculas vivas sorprendentes
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Ciencia y Vida ~ Comments (0)
En matemáticas se pueden trazar líneas precisas y concretas que dividan en dos clases entes de naturaleza matemática. Una estructura geométrica se puede suporponer o no a su imagen especular. Una estructura asimétrica puede tener una lateralidad a la derecha o bien a la izquierda.
Cualquier número entero positivo es par o impar, y no hay ninguno de tales números para el cual su situación a este respecto ofrezca la menor duda. Pero en el mundo, si exceptuamos el nivel subatómico de la teoría cuántica, las lineas divisortias son casi siempre difusas. El alquitrán, ¿es sólido o líquido?. Lo cierto es que, la mayoría de las propiedades físicas se “mueven” en un espectro continuo que hace que vayan cambiando de manera imperceptible de un extremo a otro del mismo.
El paso del tiempo convierte en líquido, gas o sólido algunos materiales y, a otros, los deforma hasta perder su estructura original para convertirmos en lo que antes no eran. Nada permanece, todo cambia. Sea cual fuere la línea de división, habrá algunos casos en los que no podamos definirla y, en otros, habrá objetos tan próximos a ella que el lenguaje ordinario no será lo suficientemente preciso como para poder afirmar a qué lado pertenece. Y, la propiedad de la vida, está, precisamente, en uno de esos continuos.
Para porbar esto basta que consideremos los virus: son las estructuras biológicas más pequeñas que se conocen con la propiedad de poder “comer” (absorber sustancias situadas en sus proximidades), crecer y fabricar copias exactas de sí mismas.
Son mucho más pequeños que una bacteria (en realidad, algunos virus infectan las bacterias) y pasan sin dificultad a través de un filtro de porcelana fina que, aunque a nosotros nos parezca que está completamente sellada y su superficie es totalmente hermética y lisa, para ellos, tan “infinitamente” pequeños, ofrece miles de huecos por los que poder colarse.
Nuevas grabaciones en vídeo de un virus que infecta a las células sugiere que los virus se expanden mucho más rápido de lo que pensábamos. El descubrimiento de este mecanismo permitirá crear nuevos fármacos para hacer frente a algunos virus. En la punta de un alfiler caben millones de ellos. De hecho, los virus tienen el tamaño de una décima de micrómetro (diezmillonésima parte del metro).
El mundo de lo muy pequeño es fascinante y, por ejemplo, si hablamos de átomos, se necesitarían aproximadamente una cantidad para nosotros inconmensurable de átomos (602.300.000.000.000.000.000.000) para lograr un solo gramo de materia. Fijáos que hablamos de lo pequeño que pueden llegar a ser los virus y, sin embargo, el Hidrógeno con un sólo protón es el átomo más ligero y su masa es 400.000 veces menor que la masa de un virus, como antes dije, el organismo vivo más pequelo que se conoce. El virus más diminuto conocido mide unos o,00000002 m; su tamaño es 2.000 veces mayor que el del átomo. Y, en la punta del algiler que antes mencionamos cabrían 60.000.000.000 (sesenta mil millones) de átomos.
Como los virus son menores que la longitud de onda de la luz, no pueden observarse con un microscopio luminoso ordinario, pero los bioquímicos disponen de métodos ingeniosos que les permiten deducir su estructura, ya que pueden verlos mediante bombardeos con rayos X u otras partículas elementales.
En ralidad, se puede decir que un cristal “crece”, pero lo hace de un modo ciertamente trivial. Cuando se encuentra en una solución que contiene un compuesto semejante a él, dicho compuesto se irá depositando sobre su superficie; a medida que esto ocurre, el cristal se va haciendo mayor, pero el virus, igual que todos los seres vivos, crece de una manera más asombrosa: toma elementos de su entorno, los sintetiza en compuestos que no están presentes en el mismo y hace que se combinen unos con otros de tal manera que lleguen a dar una estructura compleja, réplica del propio virus.
Los virus sólo se multiplican en células vivientes. La célula huésped debe proporcionar la energía y la maquinaria de síntesis, también los precursores de bajo peso molecular para la síntesis de las proteínas virales y de los ácidos nucleicos. El ácido nucleico viral transporta la especificidad genética para cifrar todas las macromoléculas específicas virales en una forma altamente organizada.
El poder que tienen los virus de infectar, e incluso matar, un organismo, se debe precisamente a esto. Invade las células del organismo anfitrión, detiene su funcionamiento y lo sustituye, por decirlo de alguna manera, por otros nuevos. Ordena a la célula que deje de hacer lo que normalmente hace para que comience a fabricar las sustancias necesarias para crear copias de sí mismo, es decir, del virus invasor.
El primer virus que se descubrió, y uno de los más estudiados, es el virus sencillo que produce la “enfermedad del mosaico” en la planta del tabaco. Cristaliza en forma de barras finas que pueden observarse a través del microsopio electrónico. Recientemente se ha descubierto que cada barra es, en realidad, una estructura helicoidal orientada a la derecha, formada por unas 2.000 moléculas idénticas de proteína, cada una de las cuales contiene más de 150 subunidades de aminoácidos.
Animación de parte de una estructura de ADN de doble hélice
Dic
22
Moléculas vivas sorprendentes
por Emilio Silvera ~ Clasificado en Ciencia y Vida ~ Comments (0)
En matemáticas se pueden trazar líneas precisas y concretas que dividan en dos clases entes de naturaleza matemática. Una estructura geométrica se puede suporponer o no a su imagen especular. Una estructura asimétrica puede tener una lateralidad a la derecha o bien a la izquierda.
Cualquier número entero positivo es par o impar, y no hay ninguno de tales números para el cual su situación a este respecto ofrezca la menor duda. Pero en el mundo, si exceptuamos el nivel subatómico de la teoría cuántica, las lineas divisortias son casi siempre difusas. El alquitrán, ¿es sólido o líquido?. Lo cierto es que, la mayoría de las propiedades físicas se “mueven” en un espectro continuo que hace que vayan cambiando de manera imperceptible de un extremo a otro del mismo.
El paso del tiempo convierte en líquido, gas o sólido algunos materiales y, a otros, los deforma hasta perder su estructura original para convertirmos en lo que antes no eran. Nada permanece, todo cambia. Sea cual fuere la línea de división, habrá algunos casos en los que no podamos definirla y, en otros, habrá objetos tan próximos a ella que el lenguaje ordinario no será lo suficientemente preciso como para poder afirmar a qué lado pertenece. Y, la propiedad de la vida, está, precisamente, en uno de esos continuos.
Para porbar esto basta que consideremos los virus: son las estructuras biológicas más pequeñas que se conocen con la propiedad de poder “comer” (absorber sustancias situadas en sus proximidades), crecer y fabricar copias exactas de sí mismas.
Son mucho más pequeños que una bacteria (en realidad, algunos virus infectan las bacterias) y pasan sin dificultad a través de un filtro de porcelana fina que, aunque a nosotros nos parezca que está completamente sellada y su superficie es totalmente hermética y lisa, para ellos, tan “infinitamente” pequeños, ofrece miles de huecos por los que poder colarse.
Nuevas grabaciones en vídeo de un virus que infecta a las células sugiere que los virus se expanden mucho más rápido de lo que pensábamos. El descubrimiento de este mecanismo permitirá crear nuevos fármacos para hacer frente a algunos virus. En la punta de un alfiler caben millones de ellos. De hecho, los virus tienen el tamaño de una décima de micrómetro (diezmillonésima parte del metro).
El mundo de lo muy pequeño es fascinante y, por ejemplo, si hablamos de átomos, se necesitarían aproximadamente una cantidad para nosotros inconmensurable de átomos (602.300.000.000.000.000.000.000) para lograr un solo gramo de materia. Fijáos que hablamos de lo pequeño que pueden llegar a ser los virus y, sin embargo, el Hidrógeno con un sólo protón es el átomo más ligero y su masa es 400.000 veces menor que la masa de un virus, como antes dije, el organismo vivo más pequelo que se conoce. El virus más diminuto conocido mide unos o,00000002 m; su tamaño es 2.000 veces mayor que el del átomo. Y, en la punta del algiler que antes mencionamos cabrían 60.000.000.000 (sesenta mil millones) de átomos.
… de onda correspondientes, desde el Everest hasta las moléculas de agua y el átomo de hidrógeno, pasando por ojos de aguja, glóbulos rojos, virus y ADN.
Como los virus son menores que la longitud de onda de la luz, no pueden observarse con un microscopio luminoso ordinario, pero los bioquímicos disponen de métodos ingeniosos que les permiten deducir su estructura, ya que pueden verlos mediante bombardeos con rayos X u otras partículas elementales.
En ralidad, se puede decir que un cristal “crece”, pero lo hace de un modo ciertamente trivial. Cuando se encuentra en una solución que contiene un compuesto semejante a él, dicho compuesto se irá depositando sobre su superficie; a medida que esto ocurre, el cristal se va haciendo mayor, pero el virus, igual que todos los seres vivos, crece de una manera más asombrosa: toma elementos de su entorno, los sintetiza en compuestos que no están presentes en el mismo y hace que se combinen unos con otros de tal manera que lleguen a dar una estructura compleja, réplica del propio virus.
Los virus sólo se multiplican en células vivientes. La célula huésped debe proporcionar la energía y la maquinaria de síntesis, también los precursores de bajo peso molecular para la síntesis de las proteínas virales y de los ácidos nucleicos. El ácido nucleico viral transporta la especificidad genética para cifrar todas las macromoléculas específicas virales en una forma altamente organizada.
El poder que tienen los virus de infectar, e incluso matar, un organismo, se debe precisamente a esto. Invade las células del organismo anfitrión, detiene su funcionamiento y lo sustituye, por decirlo de alguna manera, por otros nuevos. Ordena a la célula que deje de hacer lo que normalmente hace para que comience a fabricar las sustancias necesarias para crear copias de sí mismo, es decir, del virus invasor.
El primer virus que se descubrió, y uno de los más estudiados, es el virus sencillo que produce la “enfermedad del mosaico” en la planta del tabaco. Cristaliza en forma de barras finas que pueden observarse a través del microsopio electrónico. Recientemente se ha descubierto que cada barra es, en realidad, una estructura helicoidal orientada a la derecha, formada por unas 2.000 moléculas idénticas de proteína, cada una de las cuales contiene más de 150 subunidades de aminoácidos.
Animación de parte de una estructura de ADN de doble hélice