Feb
12
Caminando hacia el futuro de la conquista Espacial
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Espacio Exterior y nosotros ~ Comments (0)
Diez avances tecnológicos que podrían revolucionar la conquista del espacio
Habitualmente se suele decir que en temas espaciales ya está todo inventado. Y visto el estado actual de la exploración espacial resulta difícil no estar de acuerdo con esta afirmación. Por suerte, siempre queda lugar para la innovación y la imaginación. El grupo de Conceptos Avanzados e Innovadores (NIAC) de la NASA lleva años intentando hacer realidad lo imposible, imaginando cómo las nuevas tecnologías podrían cambiar la conquista del espacio. Veamos unas cuantas:
Sistemas de propulsión mediante fragmentos de fisión
Las reacciones de fisión nuclear generan normalmente partículas con carga eléctrica que pueden alcanzar el 4% de la velocidad de la luz. Normalmente estos fragmentos chocan con otros átomos en el núcleo del reactor y fin de la historia. Pero si creamos un reactor a base de polvo de uranio suspendido en un campo eléctrico podríamos dirigir estos fragmentos y expulsarlos para crear empuje. Claro que esto es más fácil decirlo que hacerlo. Para construir un motor de este tipo deberíamos crear antes un sistema de contención electromagnético mediante imanes superconductores con una masa de varias decenas de toneladas. Además habría que tener mucho cuidado en dirigir el haz de fragmentos radiactivos, ya que cualquier parte de la nave que entrase en contacto con el mismo sufriría daños irreparables en poco tiempo. El empuje sería muy bajo, comparable a los motores eléctricos (iónicos), pero la eficiencia podría llegar a ser bestial, del orden de los 530000 segundos de impulso específico. Un sistema así sería capaz de propulsar una nave tripulada por todo el Sistema Solar. Si empleamos un propelente extra como puede ser hidrógeno calentado por el reactor para aumentar el empuje, entonces este sistema sería aún más espectacular. La pega es que primero debemos demostrar que se puede construir un motor de fragmentos de fisión a un costo razonable.
Generación de electricidad mediante sistemas que no usen radioisótopos
Si quieres viajar más allá de Júpiter, no te queda más remedio que prescindir de los paneles solares y usar generadores de radioisótopos (RTGs) -o reactores nucleares- para producir electricidad. Pero hay un problema, y es que los RTG emplean plutonio-238 para generar calor a través de la desintegración radiactiva de este isótopo. Y, como diría Doc Brown, no es que el plutonio se pueda comprar en la farmacia de la esquina. De hecho, la escasez de esta sustancia es tal que se ha convertido en un verdadero quebradero de cabeza para la NASA, que se ha visto forzada a adquirir plutonio de origen ruso para sus misiones espaciales. ¿Existen alternativas a los RTGs? Por ahora no, pero se podrían usar sistemas a base de reacciones químicas con metales que generarían electricidad mediante turbinas y motores Sterling. Entre las reacciones propuestas se encuentran combinaciones de litio y hexafluoruro de azufre, aluminio y agua, magnesio y dióxido de carbono o litio y dióxido de carbono. Estas baterías de metales tendrían una vida superior a las baterías convencionales, pero inferior a los RTGs de toda la vida. A cambio serían mucho más baratas y no sólo servirían para explorar el Sistema Solar exterior, sino que se podrían emplear en misiones a los polos lunares o a Venus.
Cohetes de hidrógeno metálico sólido
Se trata de un concepto tan simple como exótico. El hidrógeno atómico -no molecular- en estado metálico y sólido podría ser el combustible para cohetes más eficiente jamás imaginado. ¿Cómo? Pues muy sencillo: el hidrógeno metálico sólido estaría almacenado a una presión enorme y al ser ‘liberado’ formaría hidrógeno molecular (H2) de forma espontánea, liberando energía en el proceso. Mucha. Un sistema de propulsión de este tipo sería tan eficiente que tendría un impulso específico de 1000 a 1700 segundos, una barbaridad si lo comparamos con los 460 segundos de un motor criogénico convencional. Este motor permitiría hacer realidad el viejo sueño de crear sistemas de lanzamiento de una sola etapa (SSTO) o enviar seres humanos a Marte. ¿El inconveniente? Que nadie ha logrado transformar hidrógeno sólido molecular en un sólido metálico por culpa de las enormes presiones requeridas, nada menos que del orden de 4 a 5 millones de megabares. No obstante, quizás sea posible rebajar este límite inyectando electrones en el hidrógeno molecular sólido. Nadie sabe si esto será factible, y menos aún rentable, pero las ventajas de un sistema de propulsión que haga uso de este propelente son tan grandes que merece la pena intentarlo.
Propulsión mediante fusión nuclear
La fusión nuclear como método de propulsión avanzado para misiones interplanetarias e incluso interestelares es un concepto muy habitual en la ciencia ficción. En la realidad sin embargo se trata de una idea mucho menos prometedora de lo que pueda parecer en un principio, y eso dejando a un lado que a fecha de hoy carecemos de reactores de fusión comerciales. La mayor parte de proyectos de reactores de fusión emplean deuterio y tritio para generar helio, un combustible que produce una enorme cantidad de neutrones. Al carecer de carga eléctrica los neutrones no pueden ser dirigidos hacia el escape de un hipotético motor, por lo que esta energía se pierde en el proceso (generando de paso grandes cantidades de radiación inducida sobre la nave). Si usamos helio-3 la cosa cambia, pero este isótopo es tan escaso que no vale la pena ni planteárselo. Una alternativa barata y realista a un sistema de propulsión mediante fusión puro es emplear la energía de la fusión simplemente para calentar un propelente, que saldría expulsado a gran velocidad por la tobera del motor. Es decir, sería una especie de motor nuclear térmico a lo NERVA, pero con un reactor de fusión en vez de uno de fisión. Eso sí, la tobera sería magnética, lo que permitiría además generar electricidad. Una nave tripulada dotada de este sistema tendría una masa de unas 135 toneladas y sería capaz de viajar a Marte en unos pocos meses. Otra solución consiste obviamente en investigar la creación de motores a base de reacciones de fusión que no generen neutrones y que no empleen helio-3. Una posibilidad son las reacciones de protones con boro-11, pero aún es pronto para saber si este tipo de reactores pueden ser viables.
Impresión 3D en naves espaciales
La impresión en tres dimensiones está de moda. Sólo el tiempo dirá si se trata de una moda pasajera como en su momento lo fueron los superconductores de alta temperatura o la realidad virtual, ambas tecnologías muy prometedoras que se encontraron con enormes obstáculos a la hora de llevarlas a la práctica. En cualquier caso, podemos imaginar un futuro donde algunos de los componentes de satélites y naves espaciales se fabriquen mediante esta técnica, ahorrando costes de forma significativa. También podemos ir más allá e imaginar misiones en las que la propia nave sea capaz de imprimir sensores electrónicos para estudiar un objetivo determinado a voluntad. Y es que la idea de apretar el botón de ‘imprimir’ y tener disponible al instante una nave espacial es demasiado atractiva para no explorarla más a fondo. La cuestión es saber dónde está el límite práctico de esta tecnología.
Minisatélites para explorar el Sistema Solar
Enjambres de nanosatélites y minisatélites de todo tipo podrían ser lanzados de forma rápida y barata a los cuerpos menores del Sistema Solar o incluso hacia Marte y Venus. La idea es atractiva, pero garantizar las comunicaciones y la fiabilidad de los sistemas de estos pequeños vehículos no es trivial. No obstante, cabe imaginar una nave nodriza dotada con varios minisatélites especializados preparados para ser desplegados sobre un objetivo. También se podrían lanzar satélites dotados de superficies deformables o con actuadores mecánicos para desplazarse por la superficie de cuerpos de baja gravedad, como los asteroides o Fobos y Deimos.
Escudos térmicos de regolito
La masa es el principal factor a tener en cuenta en una misión espacial, especialmente si es tripulada. Cuanto menos peso lleve una nave, menor cantidad de combustible deberemos gastar para alcanzar nuestro destino. Si queremos poner un pie en Marte necesitamos naves dotadas de escudos térmicos capaces de soportar las temperaturas de la entrada atmosférica y, además, para realizar maniobras de aerocaptura. La malas noticia es que los escudos térmicos son muy pesados. Una opción bastante curiosa pasa por construirlos a partir del regolito -polvo rocoso- de la Luna, los asteroides cercanos o, mejor aún, de las lunas de Marte, Fobos y Deimos. Estos escudos servirían también para proteger a la tripulación de la radiación, así que mataríamos dos pájaros de un tiro.
Naves con paredes de agua
Las estructuras metálicas de las naves espaciales son pesadas y no protegen adecuadamente a la tripulación de la radiación espacial. Módulos dotados de paredes con celdas rellenas de agua servirían para reciclar el agua de la orina de los astronautas, además de crear comida gracias a la acción de algas verdes. Y todo ello mientras se protege a los astronautas de la radiación. Esta tecnología puede usarse conjuntamente con el concepto de hábitats inflables para aumentar sus posibilidades. También podría usarse en bases situadas en la Luna o en Marte.
Propulsión mediante ondas de plasma
El Sol y muchos planetas del Sistema Solar están dotados de campos magnéticos dentro de los cuales podemos encontrar materia en estado de plasma. En estas condiciones es posible imaginar un sistema que genere ondas de plasma capaces de transmitir energía o presión. Estas ondas -con frecuencias que irían desde los kiloherzios hasta los megaherzios- podrían ser creadas por un vehículo dotado de una antena adecuada. La antena emitiría ondas de plasma y la nave se movería en el sentido opuesto, sin gastar ningún propelente en el proceso, aunque consumiría importantes cantidades de energía eléctrica. Este sistema sería ideal para moverse cerca de mundos con campos magnéticos, como los planetas gigantes o la Tierra.
Trajes inteligentes
La ingravidez es después de la radiación el principal problema de los viajes espaciales tripulados de larga duración. Para mitigar sus efectos, los astronautas podrían llevar en el interior de la nave trajes inteligentes dotados de giróscopos y otros sensores que generarían una resistencia a los movimientos. De este modo, los astronautas se adaptarían mejor a los ambientes de microgravedad al poder percibir en todo momento su orientación con respecto al vehículo. En las actividades extravehiculares, estos sistemas servirían también para orientar y estabilizar a los tripulantes.
Por ahora, la mayoría de estas tecnologías son simples conceptos y lo más probable es que sigan siéndolo durante muchas décadas, puede que para siempre. Pero aunque solamente algunas de ellas se hagan realidad estaríamos ante una revolución en la conquista del espacio. ¿Por cuáles vale la pena apostar?
Fuente: blog de Daniel Marín
Jul
22
Seguimos el viaje que, en el futuro, nos llevará a las estrellas
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Espacio Exterior y nosotros ~ Comments (0)
xploración espacialLa misión Juno llega a Júpiter para revelar los secretos del origen del Sistema Solar
Después de cinco años y 2.800 kilómetros de viaje, la nave de la NASA emprenderá en la madrugada de este martes (hora española) la maniobra para situarse en órbita en torno al gigantesco planeta
Ilustración de la misión Juno de la NASA – NASA
El rey de los dioses romanos, Júpiter, ocultaba sus travesuras tras un velo de nubes. Solo su esposa, Juno, era capaz de ver a través de ellas y descubrir su auténtica esencia. Del mismo modo, una nave de la NASA bautizada con el nombre de esta diosa está a punto de llegar al mayor planeta del Sistema Solar para revelar los secretos que oculta bajo la misteriosa capa de franjas multicolores que lo envuelve. En el caso de los científicos, su interés por Júpiter no se debe a los pecadillos de la principal de las divinidades de la antigua Roma, sino por cuanto pueda contar de sí mismo y de los orígenes del Sistema Solar este gigantesco astro.
Después de un viaje de casi cinco años en el que habrá recorrido 2.800 millones de kilómetros, la nave Juno alcanzará el entorno de Júpiter a las 5:18 de la madrugada de este martes (según el horario peninsular español) e iniciará la maniobra para ponerse en órbita.
Otros artefactos creados por el hombre han explorado Júpiter y sus lunas –en especial la sonda Galileo, que en 1995 alcanzó su atmósfera y se convirtiría en la primera en orbitarlo–, pero nunca hasta ahora se habían acercado tanto. Juno llegará a estar a algo más de 4.000 kilómetros de sus nubes para poder realizar las mediciones encomendadas. Hasta febrero de 2018 completará 37 órbitas, siendo además la primera en hacerlo de polo a polo.
El primer planeta
La misión, perteneciente al programa Nuevas Fronteras y en la que se han invertido 1.100 millones de dólares (cerca de mil millones de euros), pretende comprender el origen y la evolución de Júpiter, que por su tamaño y composición se considera el primer planeta que se formó en torno al Sol. Bajo su espesa cubierta nubosa, los científicos esperan hallar respuestas sobre los procesos y condiciones que gobernaron el Sistema Solar durante su formación y conocer cómo se generan los sistemas planetarios en torno a otras estrellas.
Júpiter se presenta como una gigantesca bola gaseosa, con un diámetro once veces el de la Tierra y una masa 300 veces mayor, compuesta sobre todo a base de hidrógeno y helio, como el Sol. Según lo que se sabe hasta ahora, el planeta se habría formado en los primeros millones de años que siguieron a la creación de nuestra estrella, a partir de los gases ligeros sobrantes que quedaron a su alrededor.
Sin embargo, a pesar de los hallazgos de la sonda Galileo, persisten grandes incógnitas sobre el origen de Júpiter y sus características. Juno tratará de averiguar ahora si tiene un núcleo sólido, trazará un mapa de su intenso campo magnético, medirá la cantidad de agua y amoniaco en su atmósfera profunda y observará las impresionantes auroras que generan en los polos magnéticos las partículas cargadas de energía al entrar en contacto con los átomos de gas del planeta.
Para recoger los datos, la nave va equipada con una serie de sofisticados instrumentos. Entre ellos, un radiómetro de microondas para medir la cantidad de agua en la atmósfera; un sistema de telecomunicaciones que elaborará un mapa gravitacional del planeta con el que se podrá conocer su estructura interna; un magnetómetro que trazará un detallado mapa de su campo magnético, y un equipo de sensores que detectará los electrones e iones que generan las auroras.
«Empleamos todas las técnicas conocidas para ver a través de las nubes de Júpiter y revelar los secretos que guarda de la historia temprana de nuestro sistema solar», ha señalado el investigador principal de la misión, Scott Bolton, del Southwest Research Institute de San Antonio (Texas).
El momento crítico
En la maniobra de inserción en la órbita, la sonda experimentará uno de los mayores frenazos en la historia de la humanidad, puesto que en su aproximación habrá alcanzado más de 200.000 kilómetros por hora al ser atraída por la poderosa gravedad de este descomunal planeta, siendo así uno de los artefactos más veloces creados jamás por el hombre.
El momento crítico durará tan solo 35 minutos y consistirá en el encendido del motor principal de la nave para contrarrestar su impetuosa marcha con una fuerza en sentido contrario y lograr que empiece a orbitar.
No obstante, si supera esta fase, las dificultades no acabarán ahí. Júpiter cuenta con un campo magnético 20.000 veces más potente que el de la Tierra, que se extiende por una vasta región espacial conocida como magnetosfera. Partículas cargadas quedan atrapadas en un intenso cinturón de radiación que Juno deberá atravesar en las 37 órbitas que describirá durante el año y medio que durará la fase científica. Por ello los aparatos electrónicos van protegidos de las radiaciones por una cámara acorazada.
Grandes paneles solares
Por otra parte, es la primera nave alimentada con energía solar que llega tan lejos y, puesto que la órbita de Júpiter está cinco veces más alejada del Sol que la de la Tierra, la insolación que recibe es 25 veces menor que en nuestro planeta. Para aprovecharla al máximo lleva tres paneles solares que abarcan 20 metros desplegados, como una cancha de baloncesto, con 19.000 células un 50% más eficientes y resistentes a la radiación que las de las misiones de hace dos décadas.
Aparte del instrumental, en la nave viajan tres pequeñas figuras de Lego: una del dios Júpiter, otra de la diosa Juno y una tercera de Galileo Galilei, el científico italiano que observó el planeta en el siglo XVII y descubrió sus cuatro grandes lunas. Esta pequeña «tripulación» responde a un programa conjunto de la NASA y la compañía juguetera para motivar a los niños en áreas como la ciencia, la tecnología, la ingeniería y las matemáticas.
También se ha incorporado una cámara que ofrecerá imágenes con una resolución de 25 kilómetros por píxel, con el propósito de acercar al público en general una visión de Júpiter que no había sido posible hasta ahora.
Nov
29
Misiones pasadas que darán paso a otras nuevas
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Espacio Exterior y nosotros ~ Comments (0)
La Mars Express visita Marte y de eso hace ya más de 10 años
“El 3 de Junio de 2003 Europa daba finalmente el salto hacia otro mundo, y su primera sonda interplanetaria desde los tiempos de la Giotto, que visitó el corazón del cometa Halley en 1986, iniciaba a bordo de un cohete ruso Soyuz-FG/Fregat su viaje hacia Marte. Algo más de 6 meses después entraba con éxito en órbita marciana…”
Ahora la NASA no estaba sola en su exploración del planeta hermano y también Europa se hizo con su parcela en esa investigación. De hecho pudo contribuir a conocer mejor el planeta rojo gracias a la Mars Express se pudo acercar a la Ciencia americana del espacio en un nivel de “igualdad”.
Tambien la sonda espacial Opotunity ha cumplido los 10 años en la superficie de aquel planeta y sigue dándo buenas noticias aunque, esté ya, algo renqueante. Todos están sorprendidos del comportamiento de éste ingenio humano que partío de la Tierra en el año 2003, viajando hacia Marte en el que estaría 9o días pero, ¡lleva ya en él 3.200 durante los que ha podido recorrer más de 35 kilómetros.
Rebotó 26 veces contra el terreno rocoso antes de descender completamente. Casi lo dan por perdido, pero sobrevivió. No cayó donde se esperaba, sino en un cráter de 22 metros de diámetro y aunque sus circuitos se activaron exitosamente, al segundo día tenía problemas mecánicos en sus brazos y articulaciones. Hoy, se moviliza hacia atrás, porque tiene una rueda atorada y dos de sus instrumentos no funcionan. Pese a lo anterior, el Opportunity se ha convertido en un ícono tecnológico para la Nasa.
Señales de agua, viento y hielo en Marte
Región de Marte fotografiada por ‘Mars Express’. | ESA Europa Press | Madrid
No sólo porque fue (junto al Spirit) la primera nave que recorrió Marte y que comprobó que en ese planeta alguna vez el agua fluyó por su superficie. Sino también, porque es el vehículo más longevo de la exploración espacial: acaba de cumplir nueve años en suelo marciano, pese a que la misión inicial sólo le daba 90 días de vida útil. Y ha recorrido más de 35 km del planeta: 50 veces más de lo planeado. “Nadie hubiese imaginado que este vehículo iba a realizar una exploración tan exhaustiva y menos tener tantos descubrimientos científicos”, dice a La Tercera John Callas, jefe del programa de exploradores en Marte de la Nasa. Por eso, lejos de su jubilación, la agencia espacial prepara una nueva misión para el rover. Ahora, en busca de posibles rastros de vida microbiana.
El gran aporte de Opportunity ha sido entregar evidencia in situ de que Marte tuvo un pasado acuoso, es decir, que hace miles de millones de años fue un lugar cálido y húmedo por cuya superficie fluyó agua. Estos hallazgos los ha hecho siguiendo y examinando los minerales y arcillas de los rastros dejados en el suelo por lo que se creen fueron antiguos ríos o cursos de agua. Una labor que ha sido posible gracias a su inesperada longevidad.
Uno de los técnicos de la NASA comentó:
“Los datos que encontramos a través del Opportunity confirman que antiguamente en Marte existió un ambiente con agua, lo que significa que el planeta tuvo un entorno favorable para la vida.”
Muchas son las imágenes de Marte que nos hablan de la presencia de agua
Los análisis del rover también han mostrado que el planeta rojo pasó por al menos tres etapas geológicas: la primera hace 4.000 años, que fue relativamente húmeda; otra hace 3.500 años, que se caracterizó por su actividad volcánica, y la actual, que no presenta señal de vida. Y al igual que en la Tierra, en Marte también se forman nubes de cristales de hielo.
Su último descubrimiento fue un mes de agosto, cuando en pleno viaje hacia el sur del cráter Endeavour, halló un campo lleno de esferas, blandas en su interior y ricas en hierro, que llamó la atención de los científicos y que nunca antes se habían visto en ese planeta.
Callas, uno de los científicos seguidores de la misión, nos dice:
“El Opportunity ha sido una excelente experiencia para la Nasa. Ayudó a confirmar el valor de los exploradores básicos y marcó una línea para las futuras versiones, como el Curiosity”. No es lo único, dice. Este rover ya marcó a toda una generación. “Inspiró a jóvenes a involucrarse en carreras de tecnología y ciencia, algo que tendrá beneficios incontables en las próximas décadas”.
Basado en aquellos dos legendarios Rovers, Oportunity y Spirit, se envió uno más moderno y sofisticado al planeta, Curiosity que, se ha quedado con la atención del público y está realizando nuevos descubrimientos que vendrán a enriqurecer lo que ya sabemos de aquel planeta, entre otras muchas cuestiones y datos enviados, aparece una gran clolección de imágenes que hay que examinar con atención para poder obtener de ellas, los mensajes que nos envían desde millones de años de distancia en el pasado.
Granos de carbonato, en color naranja (100 a 200 micras de diámetro), indican que el meteorito estuvo una vez inmerso en el agua.
El meteorito destaca la presencia de lo que parecen ser microbios fosilizados.
¿Microbios fosilizados? Eso dijeron algunos
Bueno, el presente trabajo que es un pequeño homenaje a los primeros Rovers que salieron desde la Tierra hacia Marte en una aventura indecisa, resultó que nos ha dado beneficios impensables y, ahora, sin lugar a ninguna duda podemos decir que tanto Oportunity como Spirit (y las que vinieron detrás), nos han dado conocimientos que no teníamos y, han ayudado grandemente a que conoczcamos aquel planeta que algún día, lejano aún en el futuro próximo (no creo que antes de 50 años) podamos visitar, para instalar una colonia de la Tierra.
Lo cierto amigos es que hay que felicitar a todos los que de una u otra forma contribuyeron con sus ideas y su trabajo a que todas estas misiones pudieran ser un hecho que, cuando se han ido produciendo no le hemos dado la importancia que realmente han tenido todas esas misiones al Espacio Exterior encamionadas al conocimiento de los planetas y lunas que situadas en el Sistema Solar, nos pueden dar algún día futuro, una gran sorpresa.
Recordemos aquellas primeras imágines de Titán y las primeras noticias que llegaron decían: “¡Huygens en Titán!” La Misión Cassini, qué tantos rendimientos científicos nos ha proporcionado, tiene aún, algunas cartas guardadas en la manga en forma de noticias nuevas y, asombrasas.
En su momento pudimos leer en todos los medios escritos y hablados:
“Hoy después de un viaje de siete años a través del sistema solar abordo de la nave Cassini, la sonda Huygens de la ESA ha descendido con éxito a través de la atmósfera de Titán, la mayor luna de Saturno y ha aterrizado a salvo en su superficie.
Los primeros datos científicos llegaron a el Centro de Operaciones Espaciales Europeo (ESOC) en Darmstadt, Alemania, esta tarde a las 17:19 CET. La sonda Huygens constituye el éxito de la humanidad en el intento de aterrizar una sonda en un mundo del Sistema Solar exterior. Según Jean-Jaques Dordain, Director General de la ESA:”Este es un gran logro para Europa y sus colegas de los Estados Unidos, en esta ambiciona empresa de explorar el sistema saturniano”.
Con los primeros datos se pudo llegar a saber que la temperatura en el interior de la sonda rondaba los 25ºC cuando se encontraba a unos 50 km de altura. Por otra parte, la sonda contaba con dos canales (A y B) independientes para retransmitir los datos de manera redundante. Según parece el canal A no funcionó y tan sólo se lograron los datos del B del que sí, llegaron todos. El experimento de Doppler con Cassini si necesitaba del canal A por lo que habrá que esperar a la recepción de todos los datos. El paracaidas principal se abrió tan sólo 15 segundos despues de lo planeado y los acelerómetros han funcionado correctamente.”
La Huygens desciende sobre la superficie de Titán
¿Que sabemos de Titán?
Titán es el satélite mayor de Saturno y la segunda de las mayores lunas del Sistema Solar, la cual sólo rivaliza en tamaño con Ganimedes -satélite de Júpiter-. Este mundo siempre ha resultado de enorme interés a los científicos pues se considera un “laboratorio de la vida”, un lugar que podría ser reflejo -desde el punto de vista biológico- de lo que era el planeta Tierra hace más de 3500 millones de años.
Titán es un mundo único en el Sistema Solar y muy enigmático: su superficie es una incógnita, pues su densa atmósfera formada fundamentalmente por nitrógeno nunca nos ha permitido observar sus rasgos superficiales. A todo ello se le suman una gran cantidad de incógnitas: la posibilidad de existencia de mares o lagos superficiales de hidrocarburos, de materia orgánica e incluso de vida.
Océanos de metano en Titán que son contemplados por Saturno. La luna nos muestra los terrenos y atmósfera de la Tierra joven. Ahora están preparando un submarino en miniatura que navegará por los océanos de Titán.
Este será el submarino que surcará las profundidades de algún océano de Titan
Todas las misiones que han estudiado con mayor o menor detalle este mundo -Pioneer 11 y sobre todo las Voyager 1 y 2- han obtenido datos de gran interés, aunque no han podido desentrañar muchos de los misterios que rodean a esta interesante luna. En 2004 comenzó la aproximación del orbitador Cassini al planeta Saturno y acto seguido su inserción orbital, lo que tuvo lugar en julio de 2006. Justo seis meses después, este orbitador dejó caer la sonda Huygens a través de la atmósfera de la luna Titán, hacia su superficie.
En este trabajo trataremos sobre el satélite Titán, realizando una revisión sobre los conocimientos acerca del mismo y las últimas hipótesis que los científicos tienen en mente, las cuales es fácil que den un vuelco cuando los técnicos de la misión Cassini-Huygens comience a estudiar con detalle este pequeño mundo y todos los datos que han podido ser captados por nuestros ingenios.
Un extraño pequeño mundo donde llueve metano y haría las delicias de las compañias petrolífieras
Titán, el mayor satélite de Saturno, es un lugar misterioso. Su gruesa atmósfera es rica en compuestos orgánicos, algunos de los cuales podrían implicar la presencia de signos de vida si se hallasen en nuestro planeta. ¿Cómo se han originado éstos? ¿Pueden ayudarnos a descubrir como la vida se formó en la Tierra? Y, estando ahí presentes estos compuestos bioquímicos, ¿estará presente allí alguna clase de vida?
La sonda Huygens de la Agencia Espacial Europea (ESA), que viajó junto a la Cassini en ruta hacia Saturno llegó a la superficie de Titán en el año 2005. Mientras tanto, en la Tierra, los estudios mediante telescopio sirvieron para decidir en qué punto de Titán se efectuará el aterrizaje.
Pioneer 11 en 1979
– Estudian Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, sus lunas y sus anillos.
– Son los más lejanos de la Tierra y también los qué más tiempo llevan en órbita.
– Sus baterías tienen capacidad para aguantar en el espacio hasta el 2020.
Han cruzado la frontera más lejana que nunca ha atravesado el ingenio humano, 38 años en órbita sin interrupciones. Las sondas gemelas Voyager partieron de la Tierra el verano de 1977 y desde entonces envían información de todo aquello que se han encontrado a su paso. Las misiones espaciales Pioneer 11 en 1979 y Voyager 1 y 2 en 1980 realizaron sobrevuelos sel Sistema de Saturno. La Voyager 1, se desvió lo necesario para sobrevolar Titán.
Así fue captado Titán por la Viyager 2
La sonda Voyager 1 de la NASA sirvió para obtener las primeras imágenes detalladas de Titán en 1980. En ellas se apreciaba sólo una atmósfera anaranjada, opaca y aparentemente homogenea, tan gruesa que no permitía ver la superficie de este mundo. De todas formas, a pesar de ello, otros datos revelaron interesantes aspectos de esta luna: de manera similar a la Tierra, su atmósfera estaba formada mayoritariamente por nitrógeno y también por algo de metano, así como otros compuestos orgánicos.
Titán es el mayor de los satélites conocidos de Saturno. En esta fotografía tomada a 12 millones de kilómetros se aprecian las capas nubosas exteriores que cubren la superficie de esta luna. La neblina anaranjada, formada por hidrocarburos producidos por fotólisis, nos esconde la superficie sólida de este mundo.
Así podía ser la Tierra Primitiva hace algunos miles de millones de años. Se cree que en la actualidad, en aquel ambiente de Titán y su espesa atmósfera, podría exisir alguna clase de vida.
Las sondas espaciales como la Cassini-Huygens y otras, nos han posibilitado para contemplar imágenes del espacio exterior que nunca habríamos imaginado ver. Si los descubridores de estas lunas de Saturno pudieran ver lo que nosotros hoy, creo que se llenarían de gozo al ver como su granito de arena siguió rodando por la ladera del conocimiento para hacerse mayor, una sólida y gran roca del conocimiento.
Titán en color natural (sonda Cassini-Huygens 2005)
Titán es el mayor de los satélites de Saturno, siendo el único del Sistema Solar que posee una atmósfera importante. Según los datos disponibles su atmósfera podría estar compuesta principalmente de nitrógeno, pero hasta un 6% puede ser metano y compuestos complejos de hidrocarburos. En el año 2005, la sonda espacial Cassini-Huygens descendió en paracaídas por la atmósfera de Titán y aterrizó en su helada superficie para descubrir algunos de sus secretos.
¡Sigamos soñando con la realidad! En este presente que ya es futuro. si queréis más lectura:
emilio silvera
May
26
Observadores del cielo
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Espacio Exterior y nosotros ~ Comments (1)
Desde que existe sobre la faz de la Tierra, el ser Humano siempre ha mirado al cielo. ¿Hubo quizá momentos en que coincidieron un monolito y una puesta de Sol del solsticio de verano como en el preludio de los monos que vemos en la película e Kubrick 2001: Una Odisea del Espacio? ¿Por qué no? Las observacionews astronómicas son anteriores a la escritura. El hecho de que los seres humanos integraran los sucesos del firmamento en una visión más amplia del orden humano parece corroborar una firme configuración del cerebro para dotar de pautas y organización los acontecimientos celestes.
¿Estarán las respuestas en las estrellas? Aparte de las pirámides y las estelas de piedra talladas con unos elaborados glifos, su historia se conserva en unos pocos códices, entre los que figura el Libro de la Creación escrito en lengua maya-quiché, el Popol Vuh. Sin embargo, la cosmología maya tiene muchos aspectos parecidos a la cosmología de otras culturas.
Las construcciones mayas se hicieron de madera y piedra básicamente. Entre las maderas se prefirieron la coba y el zapote, por ser muy resistentes a los ataques de las termitas. Entre las piedras se usaron caliza, arenisca, mármol y otras. Realizaron todo tipo de construcciones: palacios rectangulares y alargados, templos, juegos de pelota, calzadas (sacbeob) que unían las ciudades principales, fortificaciones, baños de vapor (temazcal). Se conservan importantes pirámides escalonadas en piedra. En lo alto de éstas se colocaba el templo. Estaban decoradas con pinturas de una variada gama de colores, y relieves. Algunos de estos son inscripciones de la escritura jeroglífica maya, aun no descifrada completamente. Las construcciones más importantes de esta época fueron Copán, Quiriguá, Piedras Negras, Palenque y Tikal.
Y, sí, tenían una cosmología muy parecida a la de otros pueblos muy alejados de ellos y de los que no tenían medio de saber, por ejemplo, la cosmología hindú es muy parecida a la maya en lo relativo a los cicvlos alternos de destrucción y creación, y en los enormes intervalos de tiempo en que se sitúan estos ciclos; a la cosmología antigua de Mesopotamia, en el seguimiento meticuloso de los cuerpos celestes, que son manifestaciones de los dioses, y en la igualmente implacable condena de las teorías anticuadas.
También en la China antigua se registraban las estrellas
Los movimientos de los cuerpos celestes se han registrado, anoptado o comentado en una variedad infinita de maneras, pero la seir econtinua de observaciones astronómicas han sido consecuente a tra´ves de las distintas culturas. Está claro que ahora, contamos con tecnología que nos permite poner en óbita satélites que nos transmiten a la Tierra en forma digital, para que lleguen a las pantallas de los ordenadores situados en oficinas cerradas, sin ventanas y bañadas de luz fluorescente, todos aquellos datos que, el ojo humano sería incapaz de captar pero, sin embargo, mucho hemos perdido en romanticismo. ¿Como se puede comparar eso con el placer y la emoción de mirar directamente a las estrellas y la Galaxia en una hermosa noche osucra sólo iluminada por los astros del cielo?
Desde que hicieron acto de presencia las luminosas ciudades, mirar las estrllas no es ya lo que solía ser. Las estrellas son ahora tan brillantes como lo eran en los tiempos de sumerios, pero la contaminación que producen las fuentes terrestres oscure el brillo y adultera el hermoso y virginidal panorama de aquel cielo primitivo y limpio que nos deha contemplar, en todo su esplendor, el paaisaje estrellado de las ocuras noches y que, en silencio, podíamos admirar y soñar y, dejar que nuestra imaginaciçon volara hacia mundos ignotos donde criaturas extrañas esperaban nuestra presencia para intercambiar los saberes de nuestros mundos.
Alnitak , Alnilam y Mintaka son las brillantes estrellas azuladas que nuestros ancestros asombrados miraban en la oscuridad de la noche. Estamos en una impresionante constelación situada en el ecuador celeste, que representa un gran zador de la Mitología griega, Orión y que está delinado por los prominentes estrellas Betelgeuse, Rigel, Bellatris y Saiph y, la linea de tres estrllas que forman el Cinturon de Orión, son las nombradas en promer lugar, tambien en la zona está la Nebulosa de Orión, M42 que contiene las estrellas múltiples comocida como trapecium y, en su borde, se encuentra la estrella doble Orionis… El lugar es una maravilla, una inmenso laboratorio natural.
Lo que nos parece mentira hoy es que, la astronomía de Mesopotamía pudiera constituir uno de los primeros tratamientos sistemáticos cientificos del mundo físico. Los antiguos astrónomos con sus intentos de predecir el futuro mediante la obsevación de los cielos, habían desarrollado ya para el siglo IV a. de C. un sistema complejo de progresiones aritméticas y métodos de aproximación. Dado que no podían ver lo que espera a un ser en su vida futura, se aficionaron a predecir los sucesos que se producirían en los cileos. La gran cantidad de observaciones que recopilaron y sus métodos matemáticos fueron unas contribuciones cruciales para el posterior florecimiento de la astronomía entre los hindús y musulmanes, así como entre los griegos.
Claro que, el esfuarzo realizado durante más de dos mil años por los astronómos de Mesopotamia quedaron olvidados bajo las ruinas de palacios y zigurats en lo que hoy es principlamente Irak. Todo lo que se sabía del tema procedía de unos pocos pasajes de la Biblia.
Lo que no sólo nos sorprende una y otra vez a la vista de las proporciones ciclópeas de las piedras empleadas y que hubieron de ser levantadas con los recursos mecánicos más primarios (palancas, rodillos, taludes, cuerdas…), sino porque además las famosas piedras “azules” proceden de canteras situadas en Gales, a más de 200 Km.
Todo ello nos sorprende sin duda, pero la visita de Stonehenge, conlleva otras sensaciones añadidas: porque su presencia demoledora, su disposición inerte, extraña, allí en medio como una aparición, inevitablemente nos evoca un pasado de magias y misterios que todavía hoy parecen flotar en el ambiente.
Cuanto más avanzan los estudios arqueoastronómicos más numerosas son las pruebas de los conocimientos astronómicos de nuestros antepasados y más retrocede la fecha en que estos comenzaron. Muchos son los tesoros escondidos que desconocemos y que nos llevarían al asombro. Toda vez que, algunos de ellos nos hablan de conocimientos que, en aquellas épocas, no podemos imaginar que los pudieran atesorar.
Los hallazgos arqueológicos más antiguos muestran sorprendentes contenidos astronómicos. Stonehenge se construyó sobre conocimientos astronómicos muy precisos. También se desprende una función astronómica de la disposición de los crómlech y monolitos bretones, los trilitos ingleses, las piedras y túmulos irlandeses, la medicine Wheel de los indios norteamericanos, o la Casa Rinconada de los indios anasazi. Es evidente la importancia astronómico-religiosa de los yacimientos mayas de Uaxactun, Copán y Caracol, de las construcciones incas de Cuzco o de Machu Picchu, así como la función exquisitamente científica de antiguos observatorios astronómicos indios, árabes o chinos.
Uaxactun
Lo que no sólo nos sorprende una y otra vez a la vista de las proporciones ciclópeas de las piedras empleadas y que hubieron de ser levantadas con los recursos mecánicos más primarios (palancas, rodillos, taludes, cuerdas…), sino porque además las famosas piedras “azules” proceden de canteras situadas en Gales, a más de 200 Km.
Todo ello nos sorprende sin duda, pero la visita de Stonehenge, conlleva otras sensaciones añadidas: porque su presencia demoledora, su disposición inerte, extraña, allí en medio como una aparición, inevitablemente nos evoca un pasado de magias y misterios que todavía hoy parecen flotar en el ambiente.
2.500 años a. de C., Stonehenge, y, por aquel tiempo, surge la astronomía sistemática en Egipto, Babilonia, la India y China. 1.500 años a. de C. se inventó el reloj de Sol en Egipto. 1.000 años a. de C. Homero declamó la Odisea y poco más tarde, surgió la cultura olmeca en México. En el año 700 a. C. Hesíodo escribe los trabajos y los días y florece la Cultura Maya en Guatemala. 600 años a. de C., Lao-Tse, Confucio, Buda, Zoroastro; y el Antiguo Testamento en Hebreo.
Verdaderamente si nos sumergimos en los hechos del pasado, no tenemos más remedio que asombrarnos de lo que, aquellos pueblos del paado, pudieron llegar a concebir y, en elgunas casos bien conocidos, incluso tuivieron ideas que aún hoy, prevalecen entre nosotros. No pocas de los objetos y conjuntos que vemos en el ceilo continúan teniendo los mismos nombres que ellos les pusieron.
Podemos decir que, desde las ramas de los árboles hemos evolucionado tanto que, desde inventar la escritura y todas las maravillas que estos días hemos ido enumerando y en lo que han intervenido las ditintas culturas del pasado, hemos podido llegar a poder saber, sobre el marcroscosmos del Universo lejano que nos ha tríado ese Ingenio maravilloso llamado Hubble y también, hemos podido llegar al lejano mundo de lo muy pequeño por medio de inmensos aceleradores de partículas que, como el LHC, nos hablan de nuestras partíoculas que componen la materia y, posiblemenrte, nos hablará de cuesdtiones hasta ahora desconocida para nosotros.
Los pueblos antiguos registraron muy bien los movimientos de objetos celestes como Júpiter o la Luna, pero no desarrollaron la idea de que existían planetas rotando alrededor del Sol. Sólo observaban y usaban su sentido común, el cual les hablaba de una Tierra quieta, por cuyo cielo desfilaban estrellas de origen desconocido.
Ahora sabemos que, la astronomía es el estudio de los cuerpos celestes, sus movimientos, los fenómenos ligados a ellos, y es, sin duda, la ciencia más antigua. Puede decirse que nació con el hombre y que está íntimamente ligada a su naturaleza de ser pensante, a su deseo de medir el tiempo, de poner orden en las cosas conocidas (o que cree conocer), a su necesidad de hallar una dirección, de orientarse en sus viajes, de organizar las labores agrícolas o de dominar la naturaleza y las estaciones y planificar el futuro.
La dispersión de los grupos kaingang por los campos y bosques de su territorio tradicional no impidió y no impide que estos indios reconozcan un sistema cosmológico común. En efecto, aún en la actualidad los grupos kaingang, además de un registro mitológico común, comparten creencias y prácticas acerca de sus experiencias rituales así como el profundo respeto a los muertos y el apego a las tierras en donde están enterrados sus antepasados. Pero retrocedamos de nuevo.
Ya hemos hablado aquí de aquellas legendarias ciudades. Lagash fue una de las ciudades más antiguas de Summer. Sus restos conforman una baja y larga línea de montículos de ruinas, conocida ahora como Tell al-Hiba en Irag, al noroeste de la unión en la unión en le desembocadura de los ríos Éufrates y Tigris y al este de Uruk. Está situada en el cauce de un antiguo canal, unos 5 kilómetros al este de Shatt-el-Haj y a poco menos de 16 kilómetros al norte de la actual.
Todas las ciudades importantes de Lagash contaron con complejos religiosos dedicados a diferentes dioses locales y nacionales, cuya cabeza en el panteón la ocupaba el dios titular de Girsu, llamado Ningirsu.
Entre las Ciudades – estado están las de Kish con cuatro dinastías; Uruk con cinco; Ur con tres; y Lagash con dos dinastías.
Los descubrimientos arqueológicos muestran que los primeros astrónomos-astrólogos aparecieron en Mesopotamia. Esta casta sacerdotal se dedicaba al estudio de los cielos nocturnos en busca de augurios para los gobernantes. La primera gran civilización mesopotámica fue la de Sumeria, surgida en el cuarto milenio a. C. Los sumerios idearon el arado, los vehículos con ruedas, los grandes proyectos de irrigación y la escritura. Acumularon también una cantidad significativa de mitos celestes que pasaron a sus sucesores, babilonios y asirios.
Los pueblos de Babilonia y Asiria desarrollaron, a partir del legado sumerio, una compleja comprensión de los cielos y sus patrones. Diseñaron calendarios para la siembra y lograron predecir los eclipses de Luna con exactitud. Los babilonios inventaron la medida de ángulos en grados.
La mayor parte de la sabiduría astronómica pasó casi inalterada de Mesopotamia a los griegos. Los griegos adoptaron, por ejemplo, el grado, e importaron constelaciones tan familiares como las de Auriga, Géminis, Leo, Capricornio y Sagitario, limitándose a traducir al griego sus nombres mesopotámicos.
Bien conocido es el mito de la Puerta Estelar Sumeria
Los sumerios, quienes dejaron constancia escrita de su historia en tablillas de arcilla. Pero no fueron los primeros que apreciaron que ciertos puntos luminosos de la bóveda celestes desplazaban con el paso del tiempo, mientras que otros permanecían fijos.
En la actualidad la distinción que hicieron entre “estrellas fijas “y “estrellas errantes” (en griego se llamarían ” planetas ” ) puede parecer banal, pero hace 6.000 – 8.000 años este descubrimiento fue un acontecimiento muy significativo.
Distinguir a simple vista, sin la ayuda de instrumentos, un planeta de una estrella y reconocerlo cada vez que, transcurrida ciertas horas, vuelve a aparecer en el cielo no es ninguna nimiedad. Los incrédulos pueden comprobarlo: sin sabe nada de astronomía, sin ningún instrumento, bajo un cielo repleto de estrellas como esos que ya sólo se ven en lugares aislados o en mitad del mar, no es fácil distinguir Marte de Júpiter o de Saturno.
Admitamos que se consigue. Ahora, noche tras noche, hay que encontrar esa misma lucecita en movimiento, seguir su recorrido y volver a identificarla cada vez que reaparezca tras una larga ausencia. En el mejor de los casos, se necesitará mucho tiempo y paciencia antes de empezar a tomar conciencia de la orientación, y es muy probable que la mayoría no lo consiga.
No resultaba nada fácil disitnguir los planetas a simple vista y seguir sus movimientos
A pesar de esas dificultades evidentes, todos los pueblos, por antiguos que fueran conocían muy bien los movimientos de los astros, tan regulares que espontáneamente hablaron de “mecánica celeste “cuando empezaron a usar las matemáticas para describirlos. Si los sumerios fueron los primeros en medir con exactitud los movimientos planetarios y en prever los eclipses de Luna organizando un calendario perfecto, los que mejor usaron la imaginación para llegar a las explicaciones teóricas que no dependieran sólo de la tecnología fueron los griegos.
En el siglo VI a.C., tras milenios en los que la obra de un dios bastaba para explicarlo todo, se empezó a buscar una lógica en el orden natural que relacionara los fenómenos. Los filósofos naturalistas fueron los pioneros en afirmar la posibilidad del hombre de comprender y describir la naturaleza usando la mente. Era, en verdad, una idea innovadora.
Los primeros “científicos” se reunieron en Mileto. Tales, Anaximandro y Anaxímenes hicieron observaciones astronómicas con el gnomon, diseñaron cartas náuticas, plantearon hipótesis más o menos relacionadas con los hechos observados referidas a la estructura de la Tierra, la naturaleza de los planetas y las estrellas, las leyes seguidas por los astros en sus movimientos. En Mileto, la ciencia, entendida como interpretación racional de las observaciones, dio los primeros pasos.
Por supuesto, la mayor parte de la humanidad continuaba creyendo en dioses y espíritus ..Como ahora. A pesar de que esta nueva actitud filosófica frente al mundo sólo fuera entendida durante siglos por una élite de pensadores, la investigación racional de la naturaleza ya no se detendría jamás.
El estudio de la trigonometría pasó después a Grecia, en donde se destaca el matemático y astrónomo Griego Hiparco, por haber sido uno de los principales desarrolladores de la Trigonometría. Las tablas de “cuerdas” que construyo fueron las precursoras de las tablas de las funciones trigonométricas de la actualidad.
Desde Grecia, la trigonometría pasó a la India y Arabia donde era utilizada en la Astronomía. Y desde Arabia se difundió por Europa, donde finalmente se separa de la Astronomía para convertirse en una rama independiente que hace parte de la matemática.
Con la fundación de la Escuela Jónica por Tales de Mileto comenzó el verdadero estudio científico de la Geometría. Este estudio recibió un impulso considerable con las aportaciones de la escuela Pitagórica y alcanzó la cima de su desarrollo con la creación de la primera Escuela de Alejandría a la que dieron vida Euclides, Arquímedes y Apolonio.
En el siglo VI se constituyó la escuela pitagórica. En un ambiente de secta, Pitágoras y otros filósofos creyeron que el mundo estaba ordenado por dos principios antagónicos: lo finito (el bien, el cosmos y el orden) y lo infinito (el mal, el caos y el desorden). Sus estudios matemáticos tenían un valor mágico y simbólico: Pitágoras descubrió relaciones numéricas enteras tras cada armonía formal y musical y, dado que la música es armonía de los números, la astronomía era armonía de las formas geométricas.
Sócrates
Filósofo griego, maestro de Platón, tuvo a Aristóteles como discípulo. Sócrates es considerado como uno de los más grandes y los tres filósofos son representantes fundamentales de la filosofía griega. Tuvo un sueño tres días antes de morir y se lo comentó a uno de sus discípulos, Critón. Le dijo que había visto a una bella dama que le llamaba por su nombre y que le había recitado unos versos de Homero:
“Sócrates, al tercer día llegarás a la fértil Ptía” (Verso 363 de Ilíada IX. Platón cambia la primera persona por la segunda. Ptía es la patria de Aquiles, en el valle de Esperquio – Noroeste de Grecia). Y así fue, tres días después se ejecutó su sentencia de muerte dándole a beber un zumo de cicuta, que era un veneno que utilizaban los griegos para quitar la vida a los condenados a pena de muerte.
Aristarco de Samos
(Samos, actual Grecia, 310 a.C. – Alejandría, actual Egipto, 230 a.C.) Astrónomo griego. Pasó la mayor parte de su vida en Alejandría. De la obra científica de Aristarco de Samos sólo se ha conservado De la magnitud y la distancia del Sol y de la Luna. Calculó que la Tierra se encuentra unas 18 veces más distante del Sol que de la Luna, y que el Sol era unas 300 veces mayor que la Tierra. El método usado por Aristarco era correcto, no así las mediciones que estableció, pues el Sol se encuentra unas 400 veces más lejos. Un cálculo bastante preciso fue realizado algunos decenios más tarde por Eratóstenes.
Aristarco de Samos (310-230 a.C.) fue el primer astrónomo genuino de la historia. No sólo sus convicciones eran lógicas y correctas, como se demostró más tarde, sino que fue el primero en usar instrumentos matemáticos para investigar el cosmos. Estaba convencido de que la Tierra giraba alrededor del Sol permanecía inmóvil en el centro de la esfera estelar y que esta también era inmóvil. Dado que no conseguía observar efectos de paralajes estelares, dedujo que las estrellas se encontraban a una distancia enorme de la Tierra. Entonces intentó medir la enormidad de dicho espacio estableciendo la distancia Tierra-Sol en función de la Tierra-Luna y, para ello, se basó en la medida de los ángulos y en simples cálculos geométricos. Descubrió que la Luna se halla a 30 diámetros terrestres de nuestro planeta y que el Sol está 19 veces más lejos (1.140 diámetros terrestres). Ahora sabemos que son datos erróneos a causa de leves inexactitudes de las medidas “a ojo “, pero esta diferencia no respeta un ápice a la importancia conceptual y filosófica del enfoque. Era la primera vez en la historia que alguien intentaba aumentar sus conocimientos sobre el Universo de forma experimental, es decir, usando la lógica, las leyes matemáticas y geométricas conocidas, observando y midiendo. Es un enfoque moderno de un complejo problema astronómico.
•Eratóstenes de Cirene (276-194 a.C.) Más que un modelo de cosmos, la aportación de Eratóstenes al conocimiento del mundo vino dada por sus estudios sobre las dimensiones de la tierra y por ende de su posición comparativa respecto al sol y la luna.
Erastóstenes de Cirene (276-194 a.C.) procedió de forma semejante. Con un sencillo y genial cálculo matemático halló las dimensiones de nuestro planeta: el meridiano terrestre equivale a, unos 39.400 km (un valor sorprendentemente cercano al valor medio, establecido en 40.009 km).
Hiparco (188-125 a.C.) también fue un atento e inteligente observador. Compiló un catálogo de 1.080 posiciones estelares y comparó sus observaciones con las realizadas 154 años antes por Timocaris. Así descubrió la precisión de los de equinoccios y cuantificó este lentísimo desfase de la eclíptica respecto al ecuador en unos 47 minutos al año (un valor muy parecido al calculado hoy: 50,1 minutos).
Y si la Tierra era inmensa, el Sol debía de serlo aún más. Así, el espacio asumió dimensiones incalculables. Pocos escogidos eran capaces de asimilar y aceptar estas afirmaciones revolucionarias. Quizá por ello, después de Hiparco no sucedió nada más durante 300 años. Resultaba más sencillo dar por válidas las teorías del gran Aristóteles.
Bueno, amigos, aquí lo dejo por hoy ya que, hemos hecho un buen recorrido que os dará una idea amplia de todos lo acontecido duranrte un buien período de nuestra historia aquí en la Tierra y de cómo, hemos podido ir avanzando gracias a muchos pueblos que, curiosos, se interesaron en el por qué pasaban las cosas de aquella manera determina (o, eran predeterminada?).
¡Quién sabe! ¡Sabemos tan poco!
emilio silvera
Ene
4
Misiones pasadas que darán paso a otras nuevas
por Emilio Silvera ~ Clasificado en El Espacio Exterior y nosotros ~ Comments (1)
La Mars Express visita Marte y de eso hace ya más de 10 años
“El 3 de Junio de 2003 Europa daba finalmente el salto hacia otro mundo, y su primera sonda interplanetaria desde los tiempos de la Giotto, que visitó el corazón del cometa Halley en 1986, iniciaba a bordo de un cohete ruso Soyuz-FG/Fregat su viaje hacia Marte. Algo más de 6 meses después entraba con éxito en órbita marciana…”
Ahora la NASA no estaba sola en su exploración del planeta hermano y también Europa se hizo con su parcela en esa investigación. De hecho pudo contribuir a conocer mejor el planeta rojo gracias a la Mars Express se pudo acercar a la Ciencia americana del espacio en un nivel de “igualdad”.
Tambien la sonda espacial Opotunity ha cumplido los 10 años en la superficie de aquel planeta y sigue dándo buenas noticias aunque, esté ya, algo renqueante. Todos están sorprendidos del comportamiento de éste ingenio humano que partío de la Tierra en el año 2003, viajando hacia Marte en el que estaría 9o días pero, ¡lleva ya en él 3.200 durante los que ha podido recorrer más de 35 kilómetros.
Rebotó 26 veces contra el terreno rocoso antes de descender completamente. Casi lo dan por perdido, pero sobrevivió. No cayó donde se esperaba, sino en un cráter de 22 metros de diámetro y aunque sus circuitos se activaron exitosamente, al segundo día tenía problemas mecánicos en sus brazos y articulaciones. Hoy, se moviliza hacia atrás, porque tiene una rueda atorada y dos de sus instrumentos no funcionan. Pese a lo anterior, el Opportunity se ha convertido en un ícono tecnológico para la Nasa.
Señales de agua, viento y hielo en Marte
Región de Marte fotografiada por ‘Mars Express’. | ESA Europa Press | Madrid
No sólo porque fue (junto al Spirit) la primera nave que recorrió Marte y que comprobó que en ese planeta alguna vez el agua fluyó por su superficie. Sino también, porque es el vehículo más longevo de la exploración espacial: acaba de cumplir nueve años en suelo marciano, pese a que la misión inicial sólo le daba 90 días de vida útil. Y ha recorrido más de 35 km del planeta: 50 veces más de lo planeado. “Nadie hubiese imaginado que este vehículo iba a realizar una exploración tan exhaustiva y menos tener tantos descubrimientos científicos”, dice a La Tercera John Callas, jefe del programa de exploradores en Marte de la Nasa. Por eso, lejos de su jubilación, la agencia espacial prepara una nueva misión para el rover. Ahora, en busca de posibles rastros de vida microbiana.
El gran aporte de Opportunity ha sido entregar evidencia in situ de que Marte tuvo un pasado acuoso, es decir, que hace miles de millones de años fue un lugar cálido y húmedo por cuya superficie fluyó agua. Estos hallazgos los ha hecho siguiendo y examinando los minerales y arcillas de los rastros dejados en el suelo por lo que se creen fueron antiguos ríos o cursos de agua. Una labor que ha sido posible gracias a su inesperada longevidad.
Uno de los técnicos de la NASA comentó:
“Los datos que encontramos a través del Opportunity confirman que antiguamente en Marte existió un ambiente con agua, lo que significa que el planeta tuvo un entorno favorable para la vida.”
Muchas son las imágenes de Marte que nos hablan de la presencia de agua
Los análisis del rover también han mostrado que el planeta rojo pasó por al menos tres etapas geológicas: la primera hace 4.000 años, que fue relativamente húmeda; otra hace 3.500 años, que se caracterizó por su actividad volcánica, y la actual, que no presenta señal de vida. Y al igual que en la Tierra, en Marte también se forman nubes de cristales de hielo.
Su último descubrimiento fue un mes de agosto, cuando en pleno viaje hacia el sur del cráter Endeavour, halló un campo lleno de esferas, blandas en su interior y ricas en hierro, que llamó la atención de los científicos y que nunca antes se habían visto en ese planeta.
Callas, uno de los científicos seguidores de la misión, nos dice:
“El Opportunity ha sido una excelente experiencia para la Nasa. Ayudó a confirmar el valor de los exploradores básicos y marcó una línea para las futuras versiones, como el Curiosity”. No es lo único, dice. Este rover ya marcó a toda una generación. “Inspiró a jóvenes a involucrarse en carreras de tecnología y ciencia, algo que tendrá beneficios incontables en las próximas décadas”.
Basado en aquellos dos legendarios Rovers, Oportunity y Spirit, se envió uno más moderno y sofisticado al planeta, Curiosity que, se ha quedado con la atención del público y está realizando nuevos descubrimientos que vendrán a enriqurecer lo que ya sabemos de aquel planeta, entre otras muchas cuestiones y datos enviados, aparece una gran clolección de imágenes que hay que examinar con atención para poder obtener de ellas, los mensajes que nos envían desde millones de años de distancia en el pasado.
Granos de carbonato, en color naranja (100 a 200 micras de diámetro), indican que el meteorito estuvo una vez inmerso en el agua.
El meteorito destaca la presencia de lo que parecen ser microbios fosilizados.
¿Microbios fosilizados? Eso dijeron algunos
Bueno, el presente trabajo que es un pequeño homenaje a los primeros Rovers que salieron desde la Tierra hacia Marte en una aventura indecisa, resultó que nos ha dado beneficios impensables y, ahora, sin lugar a ninguna duda podemos decir que tanto Oportunity como Spirit (y las que vinieron detrás), nos han dado conocimientos que no teníamos y, han ayudado grandemente a que conoczcamos aquel planeta que algún día, lejano aún en el futuro próximo (no creo que antes de 50 años) podamos visitar, para instalar una colonia de la Tierra.
Lo cierto amigos es que hay que felicitar a todos los que de una u otra forma contribuyeron con sus ideas y su trabajo a que todas estas misiones pudieran ser un hecho que, cuando se han ido produciendo no le hemos dado la importancia que realmente han tenido todas esas misiones al Espacio Exterior encamionadas al conocimiento de los planetas y lunas que situadas en el Sistema Solar, nos pueden dar algún día futuro, una gran sorpresa.
Recordemos aquellas primeras imágines de Titán y las primeras noticias que llegaron decían: “¡Huygens en Titán!” La Misión Cassini, qué tantos rendimientos científicos nos ha proporcionado, tiene aún, algunas cartas guardadas en la manga en forma de noticias nuevas y, asombrasas.
En su momento pudimos leer en todos los medios escritos y hablados:
“Hoy después de un viaje de siete años a través del sistema solar abordo de la nave Cassini, la sonda Huygens de la ESA ha descendido con éxito a través de la atmósfera de Titán, la mayor luna de Saturno y ha aterrizado a salvo en su superficie.
Los primeros datos científicos llegaron a el Centro de Operaciones Espaciales Europeo (ESOC) en Darmstadt, Alemania, esta tarde a las 17:19 CET. La sonda Huygens constituye el éxito de la humanidad en el intento de aterrizar una sonda en un mundo del Sistema Solar exterior. Según Jean-Jaques Dordain, Director General de la ESA:”Este es un gran logro para Europa y sus colegas de los Estados Unidos, en esta ambiciona empresa de explorar el sistema saturniano”.
Con los primeros datos se pudo llegar a saber que la temperatura en el interior de la sonda rondaba los 25ºC cuando se encontraba a unos 50 km de altura. Por otra parte, la sonda contaba con dos canales (A y B) independientes para retransmitir los datos de manera redundante. Según parece el canal A no funcionó y tan sólo se lograron los datos del B del que sí, llegaron todos. El experimento de Doppler con Cassini si necesitaba del canal A por lo que habrá que esperar a la recepción de todos los datos. El paracaidas principal se abrió tan sólo 15 segundos despues de lo planeado y los acelerómetros han funcionado correctamente.”
La Huygens desciende sobre la superficie de Titán
¿Que sabemos de Titán?
Titán es el satélite mayor de Saturno y la segunda de las mayores lunas del Sistema Solar, la cual sólo rivaliza en tamaño con Ganimedes -satélite de Júpiter-. Este mundo siempre ha resultado de enorme interés a los científicos pues se considera un “laboratorio de la vida”, un lugar que podría ser reflejo -desde el punto de vista biológico- de lo que era el planeta Tierra hace más de 3500 millones de años.
Titán es un mundo único en el Sistema Solar y muy enigmático: su superficie es una incógnita, pues su densa atmósfera formada fundamentalmente por nitrógeno nunca nos ha permitido observar sus rasgos superficiales. A todo ello se le suman una gran cantidad de incógnitas: la posibilidad de existencia de mares o lagos superficiales de hidrocarburos, de materia orgánica e incluso de vida.
Océanos de metano en Titán que son contemplados por Saturno. La luna nos muestra los terrenos y atmósfera de la Tierra joven
Todas las misiones que han estudiado con mayor o menor detalle este mundo -Pioneer 11 y sobre todo las Voyager 1 y 2- han obtenido datos de gran interés, aunque no han podido desentrañar muchos de los misterios que rodean a esta interesante luna. En 2004 comenzó la aproximación del orbitador Cassini al planeta Saturno y acto seguido su inserción orbital, lo que tuvo lugar en julio de 2006. Justo seis meses después, este orbitador dejó caer la sonda Huygens a través de la atmósfera de la luna Titán, hacia su superficie.
En este trabajo trataremos sobre el satélite Titán, realizando una revisión sobre los conocimientos acerca del mismo y las últimas hipótesis que los científicos tienen en mente, las cuales es fácil que den un vuelco cuando los técnicos de la misión Cassini-Huygens comience a estudiar con detalle este pequeño mundo y todos los datos que han podido ser captados por nuestros ingenios.
Un extraño pequeño mundo donde llueve metano y haría las delicias de las compañias petrolífieras
Titán, el mayor satélite de Saturno, es un lugar misterioso. Su gruesa atmósfera es rica en compuestos orgánicos, algunos de los cuales podrían implicar la presencia de signos de vida si se hallasen en nuestro planeta. ¿Cómo se han originado éstos? ¿Pueden ayudarnos a descubrir como la vida se formó en la Tierra? Y, estando ahí presentes estos compuestos bioquímicos, ¿estará presente allí alguna clase de vida?
La sonda Huygens de la Agencia Espacial Europea (ESA), que viajó junto a la Cassini en ruta hacia Saturno llegó a la superficie de Titán en el año 2005. Mientras tanto, en la Tierra, los estudios mediante telescopio sirvieron para decidir en qué punto de Titán se efectuará el aterrizaje.
Pioneer 11 en 1979
– Estudian Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, sus lunas y sus anillos.
– Son los más lejanos de la Tierra y también los qué más tiempo llevan en órbita.
– Sus baterías tienen capacidad para aguantar en el espacio hasta el 2020.
Han cruzado la frontera más lejana que nunca ha atravesado el ingenio humano, 38 años en órbita sin interrupciones. Las sondas gemelas Voyager partieron de la Tierra el verano de 1977 y desde entonces envían información de todo aquello que se han encontrado a su paso. Las misiones espaciales Pioneer 11 en 1979 y Voyager 1 y 2 en 1980 realizaron sobrevuelos sel Sistema de Saturno. La Voyager 1, se desvió lo necesario para sobrevolar Titán.
Así fue captado Titán por la Viyager 2
La sonda Voyager 1 de la NASA sirvió para obtener las primeras imágenes detalladas de Titán en 1980. En ellas se apreciaba sólo una atmósfera anaranjada, opaca y aparentemente homogenea, tan gruesa que no permitía ver la superficie de este mundo. De todas formas, a pesar de ello, otros datos revelaron interesantes aspectos de esta luna: de manera similar a la Tierra, su atmósfera estaba formada mayoritariamente por nitrógeno y también por algo de metano, así como otros compuestos orgánicos.
Titán es el mayor de los satélites conocidos de Saturno. En esta fotografía tomada a 12 millones de kilómetros se aprecian las capas nubosas exteriores que cubren la superficie de esta luna. La neblina anaranjada, formada por hidrocarburos producidos por fotólisis, nos esconde la superficie sólida de este mundo.
En algunos aspectos ésta luna se me parece a Marte, aunque las diferencias son enormes
Las sondas espaciales como la Cassini-Huygens y otras, nos han posibilitado para contemplar imágenes del espacio exterior que nunca habríamos imaginado ver. Si los descubridores de estas lunas de Saturno pudieran ver lo que nosotros hoy, creo que se llenarían de gozo al ver como su granito de arena siguió rodando por la ladera del conocimiento para hacerse mayor, una sólida y gran roca del conocimiento.
Titán en color natural (sonda Cassini-Huygens 2005)
Titán es el mayor de los satélites de Saturno, siendo el único del Sistema Solar que posee una atmósfera importante. Según los datos disponibles su atmósfera podría estar compuesta principalmente de nitrógeno, pero hasta un 6% puede ser metano y compuestos complejos de hidrocarburos. En el año 2005, la sonda espacial Cassini-Huygens descendió en paracaídas por la atmósfera de Titán y aterrizó en su helada superficie para descubrir algunos de sus secretos.
¡Sigamos soñando con la realidad! En este presente que ya es futuro. si queréis más lectura:
emilio silvera