martes, 01 de octubre del 2024 Fecha
Ir a la página principal Ir al blog

IMPRESIÓN NO PERMITIDA - TEXTO SUJETO A DERECHOS DE AUTOR




La Astronomía en el Islam… ¡A cada cual, lo suyo!

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Rumores del Saber    ~    Comentarios Comments (0)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

 

 

 

 

¿Dónde estabas tú cuando yo puse los cimientos de la Tierra? Dilo si tienes entendimiento. Claro que a esta pregunta, lo único que podríamos contestar sería: ¿Quién sabe realmente? La especulación sobre el origen del universo es una vieja actividad humana que está sin resolver, ya que, pretendemos saber algo que no sabemos si llegó a ocurrir, toda vez que incluso, podría ser, que el universo esté aquí desde siempre. Y, si llegó como algo nuevo, tampoco sabemos, a ciencia cierta, cómo y de dónde lo hizo. Pero, nosotros, los humanos, no dejamos de especular con esta cuestión de compleja resolución y dejamos volar nuestra imaginación en forma de conjeturas y teorías que, no siempre son el fiel reflejo de lo que pudo pasar que, de momento, permanece en el más profundo anonimato. Aunque eso sí, construimos teorías para que cuadren las cuentas.

 

Para el cosmólogo, la única certeza es que el universo morirá un día. Algunos creen que la muerte final del universo llegará en la forma del Big Crunch. La gravitación invertirá la expansión cósmica generada por el Big Bang y comprimirá las estrellas y las galaxias, de nuevo, en una masa primordial. A medida que las estrellas se contraen, las temperaturas aumentarán espectacularmente hasta que toda la materia y la energía del universo estén concentradas en una colosal bola de plasma ardiente que será el resultado final de la destrucción del universo tal y como lo conocemos.

El uranio se produce mediante la reacción de fisión o fusión de los átomos, durante las cuales son liberadas grandes cantidades de energía que pueden ser utilizadas de muy distintas maneras, no siempre recomendables. Sin embargo, como se trata de un descubrimiento humano de secretos de la Naturaleza, aquí lo contamos.
Hacia principios de siglo se hizo una serie de observaciones desconcertantes, que condujeron al esclarecimiento.  El inglés William Crookes logró disociar del uranio una sustancia cuya ínfima cantidad resultó ser mucho más radiactiva que el propio uranio.  Apoyándose en su experimento, afirmó que el uranio no tenía radiactividad, y que esta procedía exclusivamente de dicha impureza, que él denomino “uranio X”.  Por otra parte, Henri Becquerel descubrió que el uranio purificado y ligeramente radiactivo adquiría mayor radiactividad con el tiempo, por causas desconocidas.  Si se dejan reposar durante algún tiempo, se podía extraer de él repetidas veces uranio activo X. Para decirlo de otra manera: por su propia radiactividad, el uranio se convertía en el uranio X, más activo aún.
Hablemos de la Astronomía del Islam, desde el punto de vista científico, alejados de la religión, y, simplemente bajo la perspectiva de los hechos tal y como sucedieron, con los personajes que fueron los primeros actores de aquel reparto.

Maome.jpg

 

 

Ilustración del siglo XV de una copia de un manuscrito de Al-Biruni que representa a Mahoma predicando El Corán en La Meca.

Poco después de la muerte del profeta Mahoma en el año 632, los musulmanes establecieron una especie de commanwealth o comunidad de naciones desde España hasta Asia Central. Llevaron a todas las tierras conquistadas una astronomía popular árabe que era una mezcla de la hindú, persa y griega que se unificaba con la local de cada lugar de conquista, y, hasta el siglo X no adquirió las características distintivas propias. A partir de entonces y hasta el siglo XV los expertos musulmanes fueron inigualables en sus conocimientos de astronomía que, en sus fundamentos más profundos estaba presente el legado de la antigua Mesopotamia.

Masjid al-Nabawi en Medina. En esta mezquita se encuentra la tumba de Mahoma y de los dos primeros califas, Abu Bakr y Umar ibn al-Jattab.

En sus formas más tardías los zijs llegaron a ser unos documentos formados por varios cientos de páginas de textos y tablas. Algunos aspectos de la astronomía matemática que se podía encontrar en un zij típico incluían: trigonometría; astronomía esférica; ecuaciones solares, lunares y planetarias; latitudes lunares y planetarias; posiciones planetarias; paralajes; visibilidad solar y planetaria; geografía matemática (lista de ciudades con sus coordenadas geográficas correspondientes) con lo que se determina la dirección de la Meca; uranometría (tablas de estrellas fijas con sus coordenadas), y, no en menor proporción, astrología matemática.

La lista de astrónomos del Islam sería interminable.

“Abu al-Hasan ‘Ali ibn ‘Abd al-Rahman ibn Ahmad ibn Yunus al-Sadafi al-Misri (c. 950-1009) fue un importante matemático y astrónomo musulman egipcio, cuyas obras destacaron por estar adelantadas a su tiempo, habiendo sido hechas en base a cálculos meticulosos y atención al detalle.”

Ibn_Yunus.jpg

                    El cráter Ibn Yanus en la Luna que lleva su nombre.

En uno de estos zij, el famoso astrónomo egipcio Ibn Yunus describe cuarenta conjunciones planetarias y treinta eclipses lunares. Aplicando lo que sabemos actualmente sobre las posiciones de los planetas, se llega a la conclusión de que los resultados de Yunus son absolutamente correctos.

Aunque la religión no fue la única fuerza impulsora que espoleó el crecimiento de la astronomía en el mundo islámico -el hecho de ser una sociedad tolerante, multirracial y de una gran erudición, con una lengua predominante, el árabe, también fomentó este crecimiento-, las cuestiones sacras desempeñaron asimismo un importante papel.

El Islam necesitaba resolver de algún modo el problema de orientar exactamente hacia La Meca todas sus estructuras sagradas, así como a las personas que realizaban los cultos diarios. La cartografía de los cielos surgió de esta necesidad de fijar las coordenadas de los lugares santos y la dirección correcta,  o gibla, de la orientación hacia la Cava, el altar de La Meca hacia el cual se vuelven los musulmanes cinco veces al día para rezar sus oraciones.

Pero ¿hacia donde está La Meca? Probablemente en los primeros tiempos las autoridades religiosas determinaron la gibla observando ciertos cuerpos celestes, tales como la estrella de Belén, que estaban en la dirección que en general tomaban los peregrinos cuando caminaban hacia La Meca. La propia Cava está alineada con unas direcciones específicas; su eje principal (meridional) se sitúa hacia el punto por donde sale la estrella Canope; su eje secundario, el de las fachadas este u oeste. Se alinea con el punto por donde el Sol sale el  solsticio de verano y se pone en el solsticio de invierno. Un experto situado en un altar distante tenía que idear algún procedimiento para orientarse hacia el segmento de la Cava correspondiente a su ubicación, como si realmente se encontrara frente a ese segmento del perímetro de la Cava.

Las esferas armilares se pueden dividir en dos categorías, unas usadas para la observación como las utilizadas por Hiparco, Eratóstenes, Ptolomeo, Tycho Brahe y los árabes, donde cada uno de ellos fue perfeccionando el instrumento; y la otra como instrumento de demostración, para mostrar los principales elementos de la astronomía y geometría esférica. Las esferas usadas para la observación eran más grandes y poseían menos anillos que aquellas que servían como instrumentos de demostración, lo cual las hacía más precisas y fáciles de usar.  Algunas de ellas incluían visores para orientar el instrumento apropiadamente y generar mayor precisión en la observación, de tal manera que, una vez dirigida hacia una estrella, se podían leer sus coordenadas celestes sobre sus escalas graduadas.

En 1957, dos brillantes historiadores se reunieron para estudiar un manuscrito astronómico de un autor árabe del siglo XIV. El documento, cuyo contenido parecía increíble, era desconocido para la mayoría de los historiadores de la ciencia. Lo había escrito Ibn al-Shatir, muwaqqit de la mezquita Umayyad central de Damasco. El texto redactado por el encargado del cómputo del tiempo, así debe entenderse el oficio de al-Shatir, adelantaba ideas de la teoría de Copérnico. Y ello, más de cien años antes del nacimiento del astrónomo polaco.

La astronomía griega se transmitió hacia el Este a los sirios, indios y árabes después de la caida del Imperio Romano. Los astrónomos árabes recopilaron nuevos catálogos de estrellas en los siglos IX y X y desarrollaron tablas del movimiento planetario. El astrónomo árabe Azarquiel, máxima figura de la escuela astronómica de Toledo del siglo XI, fue el responsable de las Tablas toledanas, que influyeron notablemente en Europa.

Al llegar el siglo IX, los astrónomos ya utilizaban instrumentos de cálculo trigonométrico y de otros tipos para determinar la gibla a partir de coordenadas geográficas. El enigma se convirtió muy pronto en un problema de astronomía esférica que utilizaba el cenit de la localidad en cuestión. En el tratado de geografía matemática de al-Biruni, por ejemplo, el objetivo era determinar la gibla correspondiente a Ghazni, Afganistán.

En el siglo IX, el gran mecenas de la ciencia el califa abasí al-Mamun, reunió a varios astrónomos en Bagdad para crear la casa de la Sabiduría (Bait al-Hikmah). Allí los astrónomos llevaron a cabo observaciones del Sol y de la Luna, con el fin de determina la latitud y la longitud locales para fijar la gibla. Recopilaron algunos de los mejores resultados de un zij titulado “Lo Comprobado” (al-Mumtahan).

Al-Biruni desarrolló técnicas para medir la Tierra y las distancias sobre ella utilizando la triangulación. Descubrió que el radio de la Tierra era 6.339,6 Kilómetros, un valor que no se obtuvo en Occidente hasta el siglo XVI. Uno de sus zijs contiene una tabla que da las coordenadas de seiscientos lugares, casi todos conocidos por él directamente.

Sin embargo, no todas las mediciones fueron hechas por el propio Biruni, sino que algunas las tomó de una tabla similar realizada por al-Jwarizmi (Parece ser que al-Biruni se dio cuenta de que, por lo que respecta a los lugares medidos tanto por al-Jwarismi como por Tolomeo, los valores obtenidos por al-Jwarismi eran los más precisos. Este personaje realizó también mediciones sobre la velocidad de la luz y constató que ésta, era inmensa si la comparaba con la del sonido.

La fascinación árabe por los aparatos mecánicos fomentó el desarrollo de la primera colección importante de instrumentos astronómicos diseñados para conseguir datos precisos sobre el tiempo, así como sobre el movimiento y la posición de los cuerpos celestes.

Lo dejo aquí, ya que, hablar de la Astronomía del Islam requeriría todo un tratado y una lista interminable de personajes que, como Thabit ibn Qurrah que realizó observaciones en la fundación de al-Mamun en Bagdad y en el siglo XI Ibn Yunus dirigió un equipo de observadores en El Cairo. En un Observatorio palaciego de Ghazni, en Afganistán, al Biruni consiguió y suministró unos datos que formaron la base sobre la que se realizaron los zijs más importantes de la astronomía islámica.

Tycho Brahe siempre ha sido presentado ante los estudiantes occidentales como el maestro de la creación y utilización de instrumentos anteriores al telescopio. La realidad es que al-Mamun construyó en el año 829 un esplendido observatorio y lo equipó con un sextante de piedra cuyo radio media unos 17 metros y con un cuadrante de 6 metros de radio. Este cuadrante era mayor que el famoso instrumento construido por Tycho Brahe siete siglos más tarde. Los sextantes de Beg  llegaban a tener un radio de hasta 55 metros y se decía que el margen de error de sus instrumentos era tan aceptable, o más, que el de los instrumentos de Tycho Brahe construido un siglo más tarde. La obra teórica de los árabes fue también superior. Tycho Brahe llegó a la conclusión de que la Tierra no hacía movimiento de rotación alguno, haciendo así que la astronomía retrocediera varios siglos.

Quiero finalizar aquí este pequeño comentario o resumen con un recuerdo. No siempre hemos sabido dar el mérito que tienen algunos de los personajes de la Historia, ni tampoco de los pueblos que poblaron la Tierra antes que nosotros.

Averroes

Al Sur de la puerta de Almodóvar de Córdoba, se levanta la estátua de Averroes. Jurista, médico, filósofo. El gran Averroes fue la máxima autoridad judicial de la época,(siglo XII). Fue acusado por los fundamentalistas de poner la razón humana por encima de la ley divina. La mirada del viejo filósofo se pierde las callejas mientras escucha el murmullo del agua del estanque junto al que reposa.

Nada de eso es cierto. De hecho, los eruditos islámicos admiraron y preservaron las matemáticas y la ciencia griega y actuaron como el hilo conductor de la ciencia de muchas culturas no occidentales, además de construir un edifcio propio impresionante en el campo de las ciencias. Lo cierto es que, la ciencia occidental es lo que es porque se construyó acertadamente sobre las mejores ideas de los distintos pueblos, los mejores e incluso, los mejores aparatos procedentes de otras culturas. Por ejmplo, los babilonios desarrollaron el teorema de Pitágoras (la suma de los cuadrados de los dos lados perpendiculares de un triángulo rectángulo es igual al cuadrado de la hipotenusa) al menos mil quinientos años antes de que Pitágoras naciera.

emilio silvera

Filósofos naturales, alquimistas, buscadores de la verdad

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Rumores del Saber    ~    Comentarios Comments (0)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

Entradas anteriores

Principio-de-exclusi%C3%B3n-de-Pauli.jpg

 

 

El Principio de exclusión de Pauli es utilizado ampliamente en física y química porque nos ayuda a comprender mejor el mundo cuántico, además podemos extender este principio incluso al ámbito social.

En los átomos más del 99% es vacio. Los protones, neutrones y electrones solo forman una minúscula parte de materia. Sin embargo, te has puesto a pensar ¿por qué a pesar de tanto espacio vacío no te hundes y desapareces en el suelo? Una parte se la debemos a las fuerzas electromagnéticas sin embargo existe un principio que dice que no pueden existir dos fermiones con todos sus números cuánticos idénticos juntos. Por ejemplo, los electrones, que corresponden a la categoría de fermiones, no pueden solaparse uno sobre otro, y si intentamos colocar a dos electrones en la misma orbita se repelen. Esta fuerza no es simplemente la fuerza electromagnética, sino que va más allá de esta. Su presencia es la que impide que las nubes de electrones que rodean al núcleo se colapsen.

El principio de exclusión de Pauli, llamado así porque fue dado a conocer por Wolfgang Ernest Pauli, establece que no pueden existir dos fermiones (electrones por mencionar alguno) con sus cuatro números cuánticos iguales. Solamente dos electrones pueden estar dentro de un mismo orbital y con spin (giro) opuesto.

El principio de exclusión de Pauli solamente aplica para los fermiones, no para los bosones. En un experimento realizado por investigadores de la Rice University se utilizaron dos átomos de Litio, uno de los cuales es un bosón (Litio-7) y el otro un fermion (Litio-6). Se enfriaron los átomos hasta temperaturas cercanas al cero absoluto. Lo que se puede apreciar es como la nube del bosón se va compactando sin embargo, la nube del fermion casi no sufre cambios debido a la repulsión de los fermiones establecida por el principio de Pauli.

Este principio bien pareciera también regir ciertas conglomeraciones humanas. Por ejemplo, en un autobús los pasajeros tienden a ocupar los asientos desocupados más distantes, y cada pasajero que sube, por regla general tiende a buscar el lugar con mayor espacio. Solamente cuando ya no hay lugares es que se plantea sentarse al lado de otra persona. Lo mismo ocurre en las bibliotecas y en baños públicos.

¿Sera tal vez que somos fermiones gigantes?

Filósofos naturales, Alquimistas, buscadores de la verdad.

 

http://photos1.blogger.com/blogger2/5066/3662/1600/Imagen2.jpg

 

Los viejos vestigios de lo que fue aún perduran y son la huella de aquel mundo que consiguió una cultura increíble

 

A partir del mundo Clásico

 

La Ciencia comenzó en la Grecia antigua clásica, y ahí es donde podemos comenzar a seguir de la pista que nos conduce hasta nuestras ideas actuales sobre la energía de la vida. Los griegos fueron unos pensadores asombrosamente creativos. Realmente es casi imposible describir claramente lo que los griegos pensaban sobre cualquier tema, porque siempre pensaban de manera muy diferente sobre la misma cosa, nunca estaban satisfechos y conjeturaban diferentes perspectivas que podrían ser, y sobre las mismas cosas discutían, siendo la mayoría sus posturas contradictorias, todos perseguían la verdad que esconde la Naturaleza y les llamaban filósofos naturales. La diversidad de ideas enriquecía los pensamientos que, en realidad, aunque por separado, todos trataban de llegar a esa verdad desconocida.

No podemos dejarlo así y, antes de seguir, habrá que reconocer que, muchos de los conocimientos que manejaban venían de pueblos y culturas anteriores y lejanas, incluso de los sumerios y babilonios, la China, Egipto, la India, Persia…

 

 

 

 

 

Luego, los griegos se equivocaron estrepitosamente en relacion a muchas cosas. Y esto es en si mismo importante, porque durante casi dos mil años después de la caída de Atenas, los herederos intelectuales de Grecia en el mundo romano y el islámico, así como en la Europa Medieval y en la del Renacimiento, creyeron que todo lo que habían pensado los griegos era una verdad incuestionable. Las ideas de los sabios de Grecia sobre Filosofía, Ciencia y Medicina fueron asumidas con la misma admiración  e igual reverencia que las de Moisés, Jesús y Mahoma sobre religión y ética.

Actualmente sabemos que muchas de las “verdades” descubiertas por los griegos son “falsas”, pero la forma de sus ideas, el tipo de preguntas a las que respondían, y el modo en que procedieron para responderlas, han tenido una influencia fundamental en el desarrollo del conocimiento y los conceptos modernos. Si no fuera por el relativamente pequeño de pensadores de la Grecia Antigua y Clásica, la Ciencia, la Filosofía, y la cultura occidental. Tal como la conocemos ahora, no habría existido.

 

 

 

 

Empédocles (c.490 c.435 a. C.) fue uno de los mayores y mas completos sabios de todos los tiempos, un ejemplo de la enorme diversidad y creatividad de los pensadores de la Grecia Antigua. Nacido en una familia aristocrática de la ciudad-estado de Agrigento, Sicilia, colaboro en un golpe contra la oligarquía que gobernaba la ciudad y le ofrecieron la corona. Tras rehusar, estableció una Democracia y se convirtió el mismo en político. Sin embargo, en su tiempo libro, consiguió llegar a ser también uno de los mayores poetas, científico, filósofos, y médicos de la época. si esto no fuera suficiente, después del destierro y el exilio de su ciudad, se convirtió en profeta. La leyenda cosas increíbles de Empédocles que hoy dia, serian difíciles de admitir como ciertas.

Empédocles desarrollo la teoría de los cuatro elementos. Que ha sido calificada, por su popularidad y larga vigencia, como la teoría científica de más éxito que se ha formulado jamás, aunque, por supuesto, no era correcta pero, sin embargo, denotaba una intuición de lo que podría ser la realidad de la materia. El, hace más de 2000 años, ya nos hablaba de elementos al igual que Demócrito lo hizo de átomos.

 

 

 

 

La Teoría de Empédocles afirmaba que todo lo que existe en el Universo era una combinación de solo cuatro elementos (el refundió ideas anteriores de otros personajes que, como Tales decía que, el Universo estaba hecho básicamente de agua. Aniximandro nos decía que todo estaba conformado por una sustancia desconocida, Anaximandro decía que era el aire el material principal y Heraclito se refería al fuego como el elemento que todo lo transformaba. Empédocles planteo que no existía en absoluto una sustancia fundamental única, sino cuatro elementos (o “raíces”, como el los llamo): tierra, fuego, aire y agua que, mezclados en la debida proporción, conformaban todas las cosas del mundo. El hecho de tener cuatro elementos en lugar de uno era una ventaja, ya que resultaba obvio para cualquiera que el mundo estaba compuesto por una increíble diversidad de cosas. Y era difícil explicar dicha diversidad si todo estaba hecho de la misma sustancia única. También era difícil explicar como podía cambiar, si todo era, en esencia, lo mismo. Empédocles planteo que cada diferente de cosas tenia proporciones diferentes de los cuatro elementos, y además que cualquier cambio se debía al intercambio de algunos de sus elementos constituyentes. Por ejemplo, dijo que los huesos estaban compuestos de fuego, agua y tierra en la proporción 2:1:1 y la carne estaba compuesta de todos los elementos en proporciones iguales.

 

 

 

 

Hoy sabemos que todo aquello era una especie de premonición de lo que después seria, y, luego, no tenemos mas remedio que admirar el pensamiento de aquellos hombres sabios que, como Tales supo darse de la importancia que tenia el agua para la vida, de Demócrito que abr del átomo 2.000 años antes de que lo descubriera Rutherfortd y otros, y de los demás pensadores que de una u otra manera, nos dejaron el camino abierto para llegar a la meta del saber.

Sin embargo, la visión que Empédocles tenia del mundo difiere radicalmente de la visión moderna en mucho aspectos: el considero también estas dos fuerzas, el amor y el odio, en un sentido religioso, como una lucha entre el bien y el mal (identificando cada uno de los cuatro elementos con un dios diferente). Sin embargo, la religión es algo que, al tratarse de fe, tomo un camino divergente con el de la Ciencia que solo se puede asentar en la certeza. Y, desde luego, fue el sabio de Gracia Tales de Mileto el que, un dia, dejo de lado la mitología para emplear la lógica en sus postulados.

 

 

 

 

 

Los primeros pensadores (como Anaximedes) y los últimos (como Demócrito) adoptaron un punto de vista mas moderno que el de Empédocles, y, según el cual, una sustancia constituida por un amplio numero de pequeñas partículas separadas por el espacio vació, y la conversión de un liquido en gas no se debe a un cambio de elementos, sino que dichos elementos se alejan considerablemente unos de otros. Así, el hielo esta formado por moléculas de agua que se mantienen fuertemente unidad, mientras que el agua liquida esta formada por las mismas moléculas de agua, pero en este caso fluyen unas sobre otras, y el vapor, es decir, el agua totalmente evaporada, esta constituidas por las mismas moléculas de agua, pero muy alejadas entre si. –Leucipo y Demócrito (c.460-370 a.C.)- llevaron esta visión del mundo a su extremo mas materialista, tomando la teoría de Empédocles, despojándola de sus componentes religiosos, y añadiendo el vació.

Así, su punto de vista dejo establecido y consistía en afirmar que no existía nada en el mundo  salvo un gran numero de partículas diminutas (átomos) que se movían a traves del espacio vació y que todo lo conformaban bajo ciertas del estado de densidad y temperaturas dependiendo de las regiones en las que se encontraran, en cada momento, dichas partículas.

 

 

 

   El alquimista de Pietro Longhi

La Alquimia tiende un puente entre, por una parte las enseñanzas de la Grecia Antigua y de Roma, y por otra el nacimiento de la Ciencia Moderna en la Europa del siglo XVII. Aunque la investigación de los alquimistas había comenzado 2000 años antes en Alejandría, China y la India, en 1680 Isaac Newton dedicaba aún la mayor parte de su tiempo a este arte misterioso.

http://tucalidaddevida.files.wordpress.com/2011/08/alquimista.jpg

Claro que, si hablamos de Alquimía habrá que viajar más lejos, hacia atrás en el tiempo. Considerada una pseudo-ciencia, la alquimia se practicó aproximadamente el siglo IV a. C. hasta el surgimiento de la química y las ciencias naturales, a comienzos del XVII. Es cierto que, su época de esplendor se sitúa en la Europa medieval. Sin embargo, la verdadera historia de la Alquimia, nos dice que deberíamos irnos mucho más atrás en el tiempo.

A partir de la etapa final de la Edad Media se escribieron numerosos libros del denominado «Arte Hermético». La palabra alquimia, del árabe al-kimiya, cuyo significado es similar al de química, , sin embargo, una connotación distinta al concepto actual del término, ya que hace referencia a lo trascendental y espiritual.

Tres fueron los objetivos fundamentales perseguidos por los Alquimistas: La transformación de metales como el plomo y el cobre en metales preciosos como el oro y la plata. También perseguían crear sustancias curativas de todas las enfermedades y, no pocos de dicaron su esfuerzo a conseguir lo que llamaron el elixir de la inmortalidad.

              El Cinabrio, la Piedra filosofal o, el secreto de la !vida eterna!

Ya sabeis, la búsqueda de “La Piedra Filosofal”, la única sustancia capaz de conseguir la transmutación.La verdadera Piedra Filosofal es roja y, tenía sus virtudes que sólo eran conocidas por los alquimistas más expertos y que estaban en posesión de los secretos de la materia transmutada.

Faltaba mucho tiempo para que llegara la tecnología necesaria que les hiciera saber que la verdadera Alquimia natural se producía en las estrellas situadas en el Espacio Interestelar a muchos años-luz de distancia de la Tierra. Sin embargo, ellos, los alquimistas de épocas muy lejanas, buscaron con denuedo los secretos de la materia y creían, de manera firme en el elixir de la juventud y en la transmutación del plomo en oro.

Ellos no sabían que esa Alquimia soñada sólo podía ser hecha en los hornos nucleares de las estrellas. Allí, sí que se transmutan los elementos y, cuando al final mueren, esas explosiones que llamamos de supernovas, transmutan los materiales en oro y plantino a partir de otros más sencillos y menos valiosos pero, el elixir de la felicidad o la eterna juventud… ¡Qué cosas!

Pero, sabemos ¿cuál es el origen de la Alquimia? Es muy difícil contestar esa pregunta dando una y un lugar concretos; China, Egipto, Grecia y el Oriente Medio pudieran atribuirse, con el mismo derecho, la paternidad de la Alquimia. Así pues, parece aconsejable ceñirce a la tradición y remontar el arte hermético hasta el propio Hermes -quien fue un rey prefaraónico-, puesto que él le dio su nombre. Se le atribuyen varios tratados alquímicos, entre otros, la famosa Tabla esmeraldina, que es, sin duda, el resumen más conciso, si no el más claro, de la Gran Obra.

+

                  La Tabla Esmeraldina

“Es verdad, sin mentira, cierto y muy verdadero. Lo que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo, hacer los milagros de una sola cosa. Todas las cosas vinieron y vienen del Uno, y por mediación del Uno, así todas las cosas han nacido de cosa única por la adaptación. El Sol es el padre; la Luna, la madre; el viento la ha llevado en su vientre, la Tierra es su nodriza. El Padre de toda la Perfección de todo el mundo está aquí. Su potencia está entera si se convierte en tierra.


Separarás la tierra del fuego, lo sutil de lo espeso, suavemente, con gran cuidado. Subirá de la Tierra al Cielo y se bajará a la Tierra y recibirá la fuerza de las cosas superiores e inferiores. Por este medio, tendrás la gloria de todo el mundo, y por esto también, toda oscuridad huirá de ti. Es la fuerza de toda fuerza, pues vencerá todo lo sutil y penetrará todo lo sólido. Así se ha creado el mundo.

De ahí saldrán admirables adaptaciones, cuyo medio está aquí. Por eso he sido llamado Hermes Trismegisto, porque poseo las tres partes de la filosofía de todo el mundo. Lo que he dicho aquí de la operación del Sol, está cumplido y acabado.”

Según la leyenda, los soldados de Alejandro Magno encontraron dicho texto en lo más profundo de la gran pirámide de Gizeh, que sería el sepulcro de Hermes. Al parecer, este mismo empleó un diamante puntiagudo para grabar sobre una plaza de esmeralda -de aquí su nombre- las escasas líneas que componen la Tabla y que, arriba quedan reproducidas.

Pero bueno, esa es otra historia que tocara contar en próximo comentario. Por hoy aquí lo dejo.

emilio silvera.

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Rumores del Saber    ~    Comentarios Comments (1)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

http://4.bp.blogspot.com/-DJo1wxvXAC0/TaYnYaVjmCI/AAAAAAAAAWQ/VGLS3Gro0rU/s1600/palms-clock.jpg

Esta misma entrada ha sido vista aquí en varias ocasiones pero, lo que representa, tiene el derecho a que sea divulgada una y otra vez. Se trata de la historia de intrépidos viajeros-aventureros que con su valor, hicieron posible el conocimiento de nuevas tierras y nuevas gentes. Algunos tenían en la mente la existencia de lugares maravillosos y no se paraban a pensar en los peligros que tratar de descubrirlos conlleva. Otros, buscaban tesoros y no pocos salían en busca de las aventuras que esperaban vivir en asombrosas situaciones, lugares y gente que ni podían imaginar.

Parecida era la concepción de la tierra representada en el primer mapamundi griego del que se tienen referencias. Hablan de él y lo describen Heródoto y Estrabón. Lo dibujó Anaximandro (ca. 611-545 a.C.) y sabemos que el mapa abarcaba todo el ámbito de la tierra habitable con todos los mares y ríos conocidos. La tierra, según la representó Anaximandro, era un cilindro oblongo, dos veces más ancho (de Este a Oeste) que alto (de norte a sur). Se distribuía alrededor del mar Mediterráneo y estaba a su vez rodeada por un río-océano. Esta tierra cilíndrica y oblonga estaba habitada únicamente en su disco superior -al que los griegos llamaban ecúmenos, diferenciando la tierra habitada y habitable de la tierra-planeta-, y permanecía libremente suspendida en el centro de una esfera completa que era el cielo. No se caía, porque al ser equidistante de todo, no podía caer hacia ningún lado.

 

 La concepción del mundo ha sido siempre muy variada para los distintos pueblos

Pasamos a comentar hechos y sobre personajes que, en distintas épocas y partes del mundo, hicieron posible el avance de nuestros conocimientos, todos y todo contribuyó a ello, cada cosa y cada personaje en su medida, y, unificados lo hicieron posible.  Hoy nosotros,  podemos aprender de todo aquello, y podemos saber como llegaron a conseguir los conocimientos que tenemos en muchos aspectos de nuestras experiencias transmitidas por estudiosos de hace muchos siglos.

Aquellos hombres arriesgaban sus vidas por saber, fueron muchos de los clásicos griegos los pertenecientes a este grupo viajero, y, a pesar del riesgo que ello conllevaba, viajaban a lugares lejanos buscando saber de matemáticas o de astronomía.

Por estas aguas del Mediterráneo, en el  Estrecho de Gibraltar, pasaron aquellas embarcaciones milenarias que, en busca de avunturas y para descubrir nuevas tierras, alcanzaron el conocimiento de nuevas civilizaciones y nuevas gentes.

También proliferaban los viajeros guerreros y aventureros.  Los mercaderes y comerciantes, por aquellos tiempos, fueron el ejemplo de hombres viajeros audaces que, buscando fortuna eran capaces de llegar hasta el fin del mundo (como se solía decir entonces).

Los griegos había descubierto el Atlántico en el s. VII a.C., cuando dieron el nombre de columnas de Hércules a la que hoy es el estrecho de Gibraltar.  Según Hecateo, el mundo era básicamente un plato plano y circular, cuyo centro estaba cerca de Troya o de la actual Estambul, y el mar Mediterráneo era una vía de acceso a un océano que circundaba toda la tierra.  A finales del S. VI, en el sur de Italia, un seguidor de Pitágoras propuso la idea de que la tierra era una esfera, una de los diez unidades de ese tipo que giraban alrededor de un fuego ubicado en el centro.  Sócrates y Platón aceptaron la perspectiva pitagórica y el primero llegó a decir que la tierra era plana en apariencia debido a su enorme tamaño.

Los griegos sabían que la tierra firme se extendía desde España hasta la India y había rumores de que incluso más allá.

El primer viajero del que se tiene noticias es Piteas, que vivió en Massalia (la actual Marsella).  Gracias a barqueros que habían recorrido el Ródano y conocido a otros viajeros, los habitantes de Massalia sabían que existía al norte un mar lo suficientemente grande como para contener islas, en las que se producían metales preciosos y una sustancia resinosa de color amarillo oscuro, muy apreciada debido a su belleza, denominada ámbar.  Sin embargo, el Ródano no llegaba hasta este mar y nadie sabía en realidad lo lejos que estaba.

                                                               Aquellos Viajeros cambiaron el Mundo

Hacia el año 330 a.C., unos marineros que regresaban tras viajar al Mediterráneo occidental informaron de que, en esta ocasión, las Columnas de Hércules no estaban siendo defendidas.  Era la oportunidad que los mercaderes de Messalia habían estado esperando:

Se escogió a Piteas para realizar este viaje y se le equipó con una embarcación de unos cuarenta metros de largo (más grande de las que emplearía Colón).  Bordeando el continente, Piteas finalmente alcanzó el norte de Francia y luego, en medio de la niebla y la lluvia, pasó entre Inglaterra e Irlanda en dirección norte hasta llegar a las Orcadas y a continuación fue más allá de los Shetland y las Feroe y se encontró con una tierra en la que, durante el primer día del verano, el Sol permanecía durante veinticuatro horas por encima del horizonte.

Los antiguos griegos asentaban las Columnas de Hercules en el Estrecho de Gibraltar, paso hacia el Mar mayor, hoy Océano Atlántico. Platón mencionaba al historiador Solón para hablar de la ciudad perdida, la Atlántida, uno de los mitos históricos más antiguos. La Civilización floreciente situada en una Isla más allá de las Columnas de Hércules. La historia fue contado por Platón en sus diálogos Timeo y Critias. Pero sigamos con la historia del intrépido Piteas.

Piteas denominó a este lugar Tule, y durante siglos Última Tule se consideró el fin del mundo en esta dirección  (es posible que se tratara de Islandia, Noruega o incluso algunas de los Shettand o las Faroe). Piteas regresó por Dinamarca y Suecia y descubrió un gran mar interior, el Báltico, donde comenzó su búsqueda del País del Ámbar.  En su recorrido, descubrió ríos que fluían de sur a norte (como el Oder y el Vistula) y entendió que a través de ellos las noticias sobre el mar del norte habían llegado al Mediterráneo.

                                          Estas aguas en la antigüedad fueron el testigos mudo de aquellos acontecimientos

Cuando regresó  a casa, muchos se negaron a creer su historia y luego los cartagineses se hicieron con el control de las Columnas de Hércules, cerrando de nuevo el paso del Atlántico.

Por otro lado, los griegos sabían que más allá de Persia había un lugar llamado India.  Habían escuchado relatos fabulosos sobre un rey tan poderoso que podía usar en la guerra mil elefantes, e historias de hombres con cabezas de perro y de gusanos enormes, capaces de arrastrar un buey o un caballo hasta el río para devorarlos allí.

El año 331 a.C., Alejandro Magno comenzó la serie de conquistas que lo llevarían más allá de Persia, hasta Afganistán y el río Indo, en el que encontró a los cocodrilos, los gigantescos gusanos de los que hablaban las leyendas.

 

                                    ¿Qué lugares contemplarian aquellos viajeros? Son muchos los pueblos que emprendieron viajes sin saber si podrían regresar

Siguió el curso del río hasta llegar al gran océano del que le habían llegado rumores.  Era un hecho: la tierra estaba en verdad ordenada por el mar como los antiguos habían dicho.

Todos los detalles de estos viajes empezaron más tarde a ser reunidos por los estudiosos, especialmente en la famosa biblioteca de Alejandría (ya comentaré algo sobre este tema más adelante), donde Eratóstenes (276-196 a.C.), probablemente el primer geógrafo matemático de la historia y uno de los bibliotecarios más destacadazos de la institución, se propuso crear el mapa más preciso del mundo.  Igualmente, calculó que la circunferencia de la Tierra tenía algo menos de 40.200km.

Eratóstenes de Cirene fue un célebre matemático, astrónomo y geógrafo griego, de origen probablemente caldeo.

Eratóstenes, que también calculó la cantidad de tierra habitable del planeta según el clima y desarrolló el concepto de latitud, lo que le permitió localizar de forma más precisa ciudades como Alejandría misma, Massalia, Asmán y Meroe, que había sido descubierta río arriba.  Más tarde, Hiparlo amplió el trabajo de Eratóstenes, quien hacia 140 a.c., ajustó la circunferencia de la tierra propuesta por su predecesor y trazó líneas de latitud separadas un grado entre y a las que demonio klimata, que es de donde procede nuestra palabra clima.

El primer gran aventurero del Atlántico, después de Piteas, y el primer explorador cristiano de la historia fue el monje irlandés conocido como san Brandán (o Barandán) el Navegante.  Nacido hacia el año 484 cerca de Tralee y ordenado sacerdote en 512, Brandán creció escuchando los relatos de muchos pescadores irlandeses que se habían hecho a la mar y habían regresado con historias sobre unas islas situadas al oeste del país.

Brandán, según cuentan, era hombre decidido y, en compañía de otros dieciséis monjes, allá por el año 539, partió a la búsqueda de la “Tierra prometida de los Santos” en un viaje de los viajes de proporciones épicas.  Fue tal su reputación que, incluso se le atribuyen viajes de otros.

Viajaban guiados por las estrellas y habiendo prestado atención a la migración de las aves, navegaron hacia el oeste durante cincuenta y dos días, tras lo cual llegaron a una isla y desembarcaron en ella.  Allí sólo había un perro para recibirles, pero en cualquier caso, levantaron un refugio y descansaron.  Cuando iban a partir de nuevo, apareció un isleño y les ofreció comida.  Seguidamente encontraron una isla en la que había rebaños de ovejas blanquísimas y arroyos repletos de peces.  Decidieron pasar allí el invierno y fueron acogidos en un monasterio.

La Histortia está llena de historias de viajeros que abrieron nuevos caminos en regiones ignotas.

Continuaron el viaje y visitaron otras islas del Atlántico, como por ejemplo la Isla de los hombres fuertes, que estaba cubierta por una alfombra de flores blancas y púrpuras.  Los monjes también navegaron alrededor de una enorme columna de cristal que flotaba en el océano y pasaron cerca de una isla de “herreros gigantes” que le arrojaron terrones de escoria al rojo vivo.  (Decidieron que ésta era la frontera exterior de infierno).  Otra montaña que vieron más al norte, arrojaba fuego y humo al cielo.

En ningún lugar pudieron hallar la tierra que constituía el objetivo del viaje.  Se especuló mucho, pero nadie sabe a ciencia cierta, qué lugares visitaron.

La historia de los mongoles, escrita por Juan de Plano Carpini, que inició su viaje en la Pascua de 1.245, tuvo un gran éxito y, su viaje y descripción contada en este libro, fue una importante contribución al conocimiento de Oriente.

El interés por Oriente podía advertirse especialmente en Europa en un punto de Italia, Venecia, cuyos mercaderes se habían mantenido vinculados con los comerciantes árabes y musulmanes, que les proporcionaban artículos procedentes de países situados más al este.

Esta fue la razón de que los hermanos Polo, Nicolás y Mateo, decidieran abrirse camino en Asia en 1.260.  Este primer viaje resultó muy fructífero ya que el líder mongol de la época, el gran kublai kan, estaba muy interesado en Europa, y los hermanos Polo regresaron convertidos en sus embajadores.

Giovanni Bellini - Velenceikarnevál.hu

Marco Polo, uno de los grandes viajeros

En 1.271, cuando los Venecianos regresaron a Oriente, llevaron consigo a Maroc, hijo de Nicolás, que entonces tenía diecisiete años, al que se convertiría en uno de los viajes más épicos de todos los tiempos.

Los Polos siguieron la antigua Ruta de la Sed (cincuenta y dos días de viaje) hasta alcanzar kashgar y Yarkand, en los límites de China.  Desde allí atravesaron el desierto y llegaron finalmente a kambalu (la actual Beijing) donde se había trasladado la capital del kan desde karakorum.  La ciudad fascinó a Marco Polo, que la describe como “más grande de lo que la mente puede imaginar… no menos de mil carruajes y caballos de carga entran en ella diariamente cargados con seda cruda; Grocados y sedas de distintos tipos y colores que se fabrican allí en enormes cantidades.”

Como su padre, Marco era un astuto comerciante, con una profunda sensibilidad para los negocios, y también se convirtió en favorito del Kan.  Durante quince años le sirvió como embajador de China y el Oriente.  De hecho, los Polo sólo regresaron a su ciudad cuando Kublai Kan y el gobernante de Persia hubieron acordado un contrato de matrimonio en el que se establecía el envió a Occidente de una joven prometida.

Con el fin de realizar el acuerdo, se preparó una escolta de catorce naves, de la que formaban parte los Polo.  Las embarcaciones partieron de Ziton (la actual Amoy). En la costa del Pacífico (el cual, pensaban los Polo, daba la vuelta al mundo hasta alcanzar Europa), pero antes de llegar allí los Polos pasaron por Kinsai, la moderna Hangchow, lo que les deparó otra fantástica experiencia:

La ciudad tenía sesenta kilómetros de circunferencia, contaba con diez grandes mercados y tenía doce mil puentes.  “Cada día se comercia en los mercados de kinsai cuarenta y tres cargas de pimienta, cada una de ciento diez kilos.”

Marco Polo escuchó hablar de Cipango (Japón) a los marineros del Convoy, quienes le dijeron que quedaba a unos dos mil cuatrocientos kilómetros del continente (en realidad queda a menos de mil kilómetros de Shangai  y a unos trescientos veinte de Corea).

Cuando los Polo finalmente llegaron a casa, sus amigos les recibieron sorprendidos, pues hacía mucho tiempo que pensaban que estaban muertos.

Marco escribió el relato de sus viajes, La descripción del mundo, pero como al principio nadie creyó en lo que decía, se le apodó, Il Milione debido a los “increíbles cuentos” que narraba (el libro fue dictado a Rustichello de Pisa).  Pese a la incredulidad de algunos de sus contemporáneos, los Polo habían llegado a los confines de Asia y habían conocido un nuevo y vasto océano.

En este pequeño resumen de las aventuras viajeras de Marco Polo, me he saltado la parte más fantástica y me he querido ajustar a los hechos históricos.

emilio silvera

Rumores del saber del mundo

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Rumores del Saber    ~    Comentarios Comments (1)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

En la serie rumores del saber del mundo que hemos ido dejando aquí, de manera esporádica, algunos retazos de ese saber que por el mundo, a lo largo y a lo ancho del discurrir del tiempo, han dejado los pueblos y civilizaciones que nos precedieron. Ellos sentaron las bases de lo que hoy somos. Hemos hablado aquí de los sumerios, egipcios, hindúes, chinos y de otras civilizaciones también misteriosas. Hemos dedicado algún tiempo al surgir de la escritura y de los números, sin dejar de lado a los grandes filósofos naturales que estudiaban la Naturaleza para tratar de desvelar sus secretos.

                        Tiempos de Oráculos y Deidades

Sin embargo, en Alejandría, las matemáticas o, al menos, los números tuvieron otro aspecto muy importante, y también muy diferente. Se trata de los denominados “misterios órficos” y su énfasis místico.

Según Marsilio Ficino, autor del siglo XV d.C., hay seis grandes teólogos de la antigüedad que forman una linea sucesoria. Zoroastro fue “el principal referente de los Magos”; el segundo era Hermes Trismegisto, el líder de los sacerdotes egipcios; Orfeo fue el sucesor de Trismegisto y a él le siguió Aglaofemo, que fue el encargado de iniciar a Pitágoras en los secretos, quien a su vez los confió a Platón. En Alejandría, Platón fue instruido por Clemente y Filón, para crear lo que se conocería como neoplatonismo.

Tres ideas conforman los cimientos de los misterios órficos. Una es el poder místico de los números. La existencia de los números, su cualidad abstracta y su comportamiento, tan vinculado como el del Universo, ejercieron una permanente fascinación sobre los antiguos, que veían en ellos la explicación de lo que percibían como armonía celestial.


“El número once y su par, 11:11, engloban un código sincromístico, relacionado para muchas personas con la comunicación de una inteligencia cósmica que busca abrir un portal en la conciencia y en la genética humana. Aparte de ésto, esta cifra tiene una resonancia y una simbología profunda que hace reparar en este código, más allá de cultos y creencias, como un atisbo de la naturaleza matemática que subyace, como código de programación, el mundo en el que vivimos.

 

La naturaleza abstracta de los números contribuyó a reforzar la idea de un “Alma” abstracta, en la que estaba implícita la idea (trascendental en este contexto) de la salvación: la creencia de que habrá un futuro estado de éxtasis, al que es posible llegar a través de la trasmigración o reencarnación.

Por último, estaba el principio de emanación, esto es, que existe un bien eterno, una unidad o “mónada”, de la que brotaba toda la creación. Como el número, esta era considerada una entidad básicamente abstracta. El alma ocupada una posición intermedia entre la mónada y el mundo material, entre la mente, abstracta en su totalidad, y los sentidos.

Según los órficos, la mónada enviaba (“emanaba”) proyecciones de sí misma al mundo material y la tarea del alma era aprender usando los sentidos. De esta forma, a través de sucesivas reencarnaciones, el alma evolucionaba hasta el punto en el que ya no eran necesarias más reencarnaciones y se alcanzaba el momento de profunda iluminación que daba lugar a una forma conocida como gnosis, allí la mente esta fundida con lo que percibe. Es posible reconocer que esta idea, original de Zoroastro, subyace en muchas de las regiones principales del mundo, con distintas variantes o matices que, en esencia, viene a ser los mismos.

Pitágoras, en particular, creía que el estudio de los números y la armonía conducían a la gnosis. Para los pitagóricos, el número uno no era un número en realidad, sino la “esencia” del número, de la cual surge todo el sistema numérico. Su división en dos creaba un triángulo, una trinidad, la forma armónica más básica, idea de la que encontramos ecos en santísimas religiones.

Platón, en su versión más mítica, estaba convencido de que existía un “alma mundial”, también fundada en la armonía y el número, y de la cual brotaba toda la creación. Pero añadió un importante refinamiento al considerar que la dialéctica, el examen crítico de las opiniones era el método para acceder a la gnosis.

La tradición sostiene que el cristianismo llegó a Alejandría a mediados del siglo I d.C., cuando Marcos el evangelista llegó a la ciudad para predicar la nueva religión.

Las similitudes espirituales entre el platonismo y el cristianismo fueron advertidas de forma muy clara por Clemente de Alejandría (150-215 d.C.), pero fue Filón el indio quien primero desarrolló esta nueva fusión. En Alejandría habían existido escuelas pitagóricas y platónicas desde hacía un largo tiempo, y los judíos cultos conocían los paralelos entre las ideas judías y las tradiciones Geténicas, hasta el punto de que para muchos de ellos el orfismo no era otra cosa que “una emanación de la Torá de la que no había quedado constancia”.

Filón era el típico alejandrino que “nunca confiaba en el sentido literal de las cosas y siempre estaba a la búsqueda de interpretaciones músticas y alegóricas”. Pensaba que podía “conectar” con Dios a través de ideas divinas, que las ideas eran “los pensamientos de Dios” porque ponían orden a la “materia informe”. Al igual que Platón, tenía una noción dualista de la Humanidad:

También se ha dicho que la música es el refugio de las almas puras, pues en ella encuentran aliento las palabras de amor y cobijo los suspiros profundos.

 

“De las almas puras que habitan el espacio etéreo, aquellas más cercanas a la tierra resultan atraídas por los seres sensibles y descienden a sus cuerpos”.

 

Las Almas son el lado divino del hombre.

Es interesante reparar los hechos pasados y la evolución del pensamiento humano que, en distintos lugares del mundo y bajo distintas formas, todos iban en realidad a desembocar en el mismo mar del pensamiento.

La naturaleza humana y el orden universal, el primero unido a un alto concepto cuasi divino, el Alma, el segundo regido por la energía cósmica de las fuerzas naturales creadoras de la materia y, todo esto, desarrollado de una u otra manera por los grandes pensadores de todos los tiempos que hicieron posible la evolución del saber para tomar posesión de profundos conocimiento que, en un futuro, nos podrán permitir alcanzar metas, que aún hoy, serían negadas por muchos.

                  No deberíamos perder de vista la Historia de la Humanidad

Para mí, el mirar los hechos pasados y estudiar los logros alcanzados en todos los campos del saber, es una auténtica aventura que profundiza y lleva al conocimiento del ser humano que, según la historia, es capaz de lo mejor y de lo pero, sin embargo, nadie podrá negarle grandeza ni imaginación.

Los pensadores del Renacimiento creían que todo el Universo era un modelo de la idea divina y que el hombre era “un creador que venía después del creador divino”. Esta concepción era el concepto de belleza, una forma de armonía que reflejaba las intenciones de la divinidad.

Lo que era placentero para los ojos, el oído y la mente era bueno, moralmente valioso en sí mismo. Más aún: revelaba parte del plan divino para la Humanidad, pues evidenciaba la relación de las partes con el todo.

Este ideal renacentista de belleza respaldaba la noción de que esta tenía dos funciones, noción aplicable a todas las disciplinas. En un nivel, la arquitectura, las artes visuales, la música y los aspectos formales de las artes literarias y dramáticas informaban a la mente; en segundo nivel, la complacían mediante el decoro, el estilo y la simetría. De esta forma se estableció una asociación entre belleza e ilustración. También esto era lo que entonces significaba la sabiduría.

                                                                                                                     Algunos quisieron abarcarlo todo

El fin perseguido era el deseo de universalidad personal, la consecución de conocimientos universales, la conjunción de disciplinas diferentes como ramas del todo, del saber profundo que abarcaba desde el núcleo las distintas esferas del conocimiento universales, la conjunción de disciplinas diferentes como ramas del todo, del saber profundo que abarcaba desde el núcleo las distintas esferas del conocimiento como partes de ese todo.

El reconocimiento de la belleza se funda en los dones divinos del intelecto humano. Durante el Renacimiento se escribieron unos cuarenta y tres tratados sobre la belleza. La idea de hombre universal es una idea común a casi todos ellos.

Ahora, aunque de diferente manera y con medios muy alejados de los que podían utilizar los antiguos, los estudiosos de hoy persiguen la misma cosa, es decir una Teoría del Todo que unifique el saber “del mundo” y que éste sea explicado por una sola ecuación mágica.

emilio silvera

Fuente: Ideas de Peter Watson

¡Mirar al pasado! Puede resultar saludable

Autor por Emilio Silvera    ~    Archivo Clasificado en Rumores del Saber    ~    Comentarios Comments (0)

RSS de la entrada Comentarios Trackback Suscribirse por correo a los comentarios

 Entradas anteriores

 

Escribe, comparte, publica la idea que tienes

 

Llegar a la entrada de una misteriosa gruta y no entrar… ¡No es nuestra condición! La curiosidad nos hará dar el paso y atravesar ese límite que nos separa de lo exterior hacia ese otro mundo desconocido y misterioso donde esperamos encontrar maravillas.

Mi curiosidad me lleva a indagar y profundizar por los hechos del pasado para tratar de comprender como pudimos llegar hasta aquí. Nada aparece de manera expontánea y todo, según nos dice la física, tiene una causa. Es decir, lo que pasa hoy es fruto de lo que ayer pasó y, nuestro futuro, estará cargado de nuestro presente. Siempre ha sido así y lo seguirá siendo. Los humanos somos curiosos por naturaleza y siempre estamos, desde pequeños, con… ¡el por qué y el cómo! ¡Queremos saber!

Como aquí tratamos mucho sobre física, con frecuencia busco antecedentes del pasado remoto que me lleven a comprender cómo, de forma paulatina, hemos avanzado en esta disciplina y qué pensamientos primeros desencadenaron esa aventura. Desde luego, en lo que he podido constatar, han sido los hindúes los que más se acercaron a las modernas ideas del átomo, la física cuántica y otras teorías actuales. Posiblemente el pensamiento atomista griego recibió influencias de la India a través de las civilizaciones persas. Sin embargo, los hundúes carecían de la sofisticación experimental de los antiguos chinos, los árabes medievales o los europeos a partir de la ilustración.

El Rig-Veda, que data de alguna fecha situada entre el año 2000 y 1500 a. C., es el primer texto hundú en el cual se exponen unas ideas que pueden considerarse leyes naturales universales. La ley cósmica está relacionada con la luz cósmica, con los dioses y, posteriormente, de manera específica con Brahman.

Hacia la época de Buda (500 a C.), los Upanishad, escritos durante un período de varios siglos, mencionaban el concepto de svabhava, definido como “la naturaleza inherente a los distintos objetos materiales”; es decir, su eficacia causal única, tal como la combustión en el caso del fuego, o el hecho de fluir hacia abajo en el caso del agua. El pensador jaini Bunaratna dice: “Todo lo que existe ha llegado a existir por acción de los svabhava. Así… la tierra se transforma en una vasija y no en paño… A partir de los hilos se produce el paño y no la vasija”.

http://ventanaaluniverso.files.wordpress.com/2010/04/universo.jpg

Hechos fortuitos, sucesos inesperados, colisiones y extinciones inesperadas, pueden cambiar…¡tántas cosas!

En cambio el concepto de yadrcha, o Azar, ha existido también desde tiempos muy remotos, aunque no consiguió una aceptación amplia. El yadrcha implicaba la falta de orden y la aletoriedad de la causalidad. Ambos conceptos se sumaron a la afirmación del griego Demócrito, formulado medio siglo más tarde: “Todo lo que hay en el universo es fruto del Azar y la necesidad”.

El ejemplo que dio Demócrito -similiar al de los hilos de paño- fue la amapola. El que la semilla de la amapola eche raíces o se muera es una cuestión de azar, depende de si va a parar a terreno fértil o cae en unas piedras y roca yerma. Sin embargo, que crezca hasta convertirse en una amapola y no en un olivo es cuestión de causalidad. Aristóteles y otros griegos antiguos rechazaron la importancia del azar, o yadrcha. Claro que, ¿quién no se ha equivocado alguna vez? Infalible… nadie es.

El argumento que se dio tradicionalmente en Occidente señalaba que Demóscrito escribió sobre física, mientras que lo que  los Upanishad describían era metafísica, aunque las palabras fueran similares: “Los Upanishad se refieren a un cosmos imaginario simbólico. Demócrito hablaba sobre cómo son las cosas en realidad o (más bien) como podían ser. Claro que, ninguno de ellos (ni los antiguos Hindúes ni Demócrito) dedujeron sus teorías a partir de experimentos, motivo por el cual, deben ser consideradas ambas, más filosóficas que científicas y, sin embargo, también deben ser consideradas como precursoras de lo que después sería la realidad física, con lo cual, llegamos al hecho cierto de que, lo imaginario y lo real, llegados a un punto, siempre pueden convergir en una realidad buscada primero por las ideas y, más tarde, por la experimentación.

No hace mucho tiempo, en estas mismas páginas os contaba:

   Para los hindúes, Maya era como un velo invisible con el que rozaban los objetos y adquirian masa

“Claro que, si no fuera tan largo de contar, os diría que, en realidad, el Campo de Higgs se descubrió hace ya muchos siglos en la antigua India, con el nombre de maya, que sugiere la idea de un velo de ilusión para dar peso a los objetos del mundo material. Pocos conocen que, los hindúes fueron los que más se acercaron a las ideas modernas sobre el átomo, la física cuántica y otras teorías actuales. Ellos desarrollaron muy temprano sólidas teorías atomistas sobre la materia. Posiblemente, el pensamiento atomista griega recibió las influencias del pensamiento de los hindúes a través de las civilizaciones persas. El Rig-Veda, que data de alguna fecha situada entre el 2000 y el 1500 a. C., es el primer texto hindú en el que se exponen unas ideas que pueden considerarse leyes naturales universales. La ley cósmica está realcionada con la luz cósmica.”

 

Anteriores a los primeros Upanishads tenemos en la India la creación de los Vedas, visiones poéticas y espirituales en las que la imaginación humana ve la Naturaleza y la expresa en creación poética, y después va avanzando hacia unidades más intensamente reales que espirituales hasta llegar al Brahmán único de los Upanishads y, es ahí, donde realmente entraron en el mundo material de la naturaleza de las cosas que comenzaron a mirar desde la perspectiva lógica-filosófica que, de alguna manera, dejaba atrás a la más incomprensible y profunda metafísica que es más, cosa del espíritu que de lo que podemosm tocar, la materia.

Ramayana

Pero la primera aparición histórica es la que nos viene recogida por los Vedas, las obras escritas en sánscrito del ritual religioso elaboradas por los …

Los vedas

Pero la primera aparición histórica es la que nos viene recogida por los Vedas, las obras escritas en sánscrito del ritual religioso elaboradas por los arios, un pueblo llegado a la India desde el noreste entre los siglos XVI y XIII (a, C.). En el grupo de los “arya”, de los nobles, estaban las tres castas de los brahmanes u hombres de la religión, los ksatriya o guerreros,y la casta última de los vaisya o pueblo; con ellos, pero a una gran distancia social, estaban los sudra o vasallos, los que no eran “arya”, pero iban junto a los nobles. Esta obra del Veda, del conocimiento, que empieza con el libro del Rig Veda, libro que se debió escribir hacia el siglo ** (a.C.), se continúa con el Yajur Veda, conteniendo el primer ritual, el Sama Veda, en el que figuran los cantos religiosos, y el Atarva Veda, el tratado de la religión íntima para uso privado de los fieles. El Rig Veda, con más de 1.000 himnos y 10.000 estrofas, nos habla de un Universo compuesto de dos partes: Sat y Asat. Sat es el mundo existente, la parte destinada a las divinidades y a la humanidad; Asat, el mundo no existente, es el territorio del demonio. En Sat está la luz, el calor y el agua; en Asat sólo hay oscuridad, porque los demonios viven en ella, en la noche. El Sat, el mundo visible y existente, está compuesto de tres esferas, la superior del firmamento, el aire que está sobre nuestras cabezas y el suelo del planeta sobre el que vivimos. 

sanscrito

El Sanscrito, el lenguaje más antiguo de la literatura india, tendría el mismo origen que el latín y el griego. Hasta el siglo XVIII se creía que el sánscrito era el proto-lenguaje de Europa. decíamos que en su ámbito de uso, todas las lenguas tienen su propia tradición literaria repleta de leyendas. La Antigua Indua fue famosa por su rica narrativa, la cual fue registrada por escrito mucho más tarde, al igual que ocurrió en el resto del mundo. Textos antiguos como el Rig Veda, una colección de himnos datada hacia 1200 a. C. Otras escrituras védicas tratan de temas religiosos y filosóficos. Hoy en día, las más conocidas son las enseñanzas filosóficas de Upanishads. Las dos Epopeyas más importantes de la literatura en Sánscrito antiguo son el Mahabharata y el Ramayana.

En realidad, la literatura conquistó el mundo. Los relatos épicos indios constituyen un ejemplo de la rica tradición literaria de los tiempos antiguos. En China Confucio inició el primer canon literario con los cinco clásicos. En realidad, su nombre chino K´ung-fu-tzu, que se puede traducir, aproximadamente, como “Maestro Kong”, fue degenerado al latin por misioneros jesuitas que estuvieron en China.

Confucio (chino simplificado y tradicional: 孔子, pinyin: kǒngzǐ, Wade-Giles: K’ung-fu-tzu, literalmente «Maestro Kong»)

En la India el pensamiento se hará profundo, los sentimientos se afinarán. En Grecia las pasiones y las ideas se cubrirán con el prestigio del arte y el vestido mágico de la belleza. Pero ninguna poesía sobrepuja a ciertos himnos védicos en elevación moral, en alteza y amplitud intelectual. Hay allí el sentimiento de lo divino en la Naturaleza, de lo invisible que la rodea y de la grande unidad que penetra el todo. ¿Cómo nació civilización semejante?. ¿Cómo se desarrolló tan alta intelectualidad en medio de guerras de raza y de la lucha contra la Naturaleza?. Aquí se detienen las investigaciones y las conjeturas de la ciencia contemporánea.

En efecto, el libro sagrado de los Persas, el Zend-Avesta, habla de un antiguo legislador bajo el nombre de Yima, y Zoroastro, al fundar una religión nueva, apela a ese predecesor como al primer hombre a quien habló Ormuzd, el Dios vivo, como Jesucristo apeló a Moisés. — El poeta persa Firdousi llama a ese mismo legislador Djem, el conquistador de los Negros —. En la epopeya india, en el Rámáyana, él aparece con el nombre de Rama, vestido de rey indio, rodeado de los esplendores de una civilización avanzada; pero conserva sus dos caracteres distintos de conquistador, renovador e iniciado.

                                    El templo de la diosa Demeter, en Eleusis, sede de los misterios

En las tradiciones egipcias la época de Rama es designada por el reino de Osiris, el señor de la luz, que precede al reino de Isis, la reina de los misterios. En Grecia, en fin, el antiguo héroe semidiós era honrado bajo el nombre de Dionisos, que viene del sánscrito Deva Nahousha, el divino renovador. Orfeo dio ese nombre a la Inteligencia divina y el poeta Nonnus cantó la conquista de la India por Dionisos, según se contiene en las tradiciones de Eleusis. Como los radios de un mismo círculo, todas esas tradiciones designan un centro común. Siguiendo su dirección, se puede llegar a él. Entonces por encima de los Vedas, sobre el Irán de Zoroastro, en el alba crepuscular de la raza blanca se ve salir de los bosques de la antigua Escitia al primer creador de la religión aria, ceñido con su doble tiara de conquistador y de iniciado, llevando en su mano el fuego místico, el fuego sagrado que iluminará a todas las razas. A Fabre d’Olivet pertenece el honor de haber encontrado ese personaje y de trazar la vía luminosa que a él conduce.

       En la India siempre se tuvo una predisposición especial para los pensamientos profundos

Como siempre me pasa, me desvío del tema principal, estoy escribiendo sobre algo concreto y me llega un recuerdo que me distrae y lo quiero poner en el papel, lo cierto es que, hablamos de los hindúes que explicaron el universo en términos de átomos, las unidades de materia más pequeñas que no es posible crear ni destruir. Tres sistemas filosóficos fundamentales son importantes en el atomismo hundú: La escuela Niyaya-Vaisesika, el jainimso y el budismo. Aunque el atomismo hundú (desarrollado alrededor del año 600 a. C.) parece haber evolucionado más o menos en la misma época que el atomismo griego (aproximadamente 430 a. C.), se mantuvo como un concepto aceptado a lo largo de toda la Edad Media. Es una cuestión discutida si la cultura hindú influyó en la griega, o si ambas, se desarrollaron independientemente. Todos los indicios nos llevan a pensar que fueron los hindúes los primeros que hablaron del átomo y que, más tarde, a traves de otras culturas, fue Demócrito el quer cogió las antorcha de la idea para expandir su luz.

A Leucipo y a Demócrito se les atribuye el concepto de átomo que, de ninguna manera era el átomo que arriba podemos ver, una figura más moderna, cuando los físicos llegaron a descubrir la constitución del átomo verdadero y de cómo trabajaban todos sus constituyentes y el por qué de sus presencias en el díminuto objeto. Sin embargo, tan importante.

Como siempre pasa en estos casos en los que, con poco espacio se quieren decir muchas cosas, nos quedamos cortos y deseosos de continuar, contando hechos del pasado que nops trajeron a este presente en el que, conceptos como el átomo, la materia, el azar, la causalidad, etc., resultan estar más claros en nuestras mentes pero, no debemos olvidar que, su es así (que lo es), gran parte de estos conocimientos nos llegaron desde allí, del tiempo remoto, de mentes mucho tiempo desaparecidas que, sin embargo, nos dejaron sus ideas que perviven.

emilio silvera